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La agonía del sector turismo

Por: Jessica Luna
Gestión, 20 de Enero del 2023

¿A quiénes afecta y qué hacer? Miles de emprendedores y familias en todo el país dependen de él.

El sector turismo soportó, en los últimos años, golpes muy duros. Después de la pandemia, cuando la gente volvió a viajar, llegó un Gobierno que le dio la espalda al sector, sin liderazgo ni estrategia. El resultado: según la Superintendencia de Migraciones, en 2022 llegaron 2.5 millones de turistas extranjeros, lo que implica una recuperación de solo un 45% del turismo receptivo con respecto a 2019. En el mundo, la recuperación alcanza el 80%-90%.

La violencia detrás de las protestas en el sur constituye un nuevo golpe al sector. La imagen del país como destino turístico está seriamente afectada y el turismo en las regiones del sur es prácticamente nulo. Las cancelaciones de vuelos al Cusco son hoy del 30%, eso es 4,300 pasajeros menos por día. La cancelación de paquetes turísticos para viajes al sur del país en el primer trimestre es del 60%-70%. El primer semestre será muy difícil y se proyecta una caída de más del 70% del turismo receptivo.

¿Quiénes son los afectados? Hospedajes, artesanos, agencias de viajes, guías, transportistas, servicios y negocios relacionados, principalmente pymes. Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), son casi 4,500 establecimientos de hospedaje en Cusco, Puno y Arequipa. Solo en Puno hay casi 850 hospedajes, todos vacíos. En cuanto a las agencias de viaje, son casi 2,900 en estos tres departamentos, que hoy prácticamente no tienen ingresos.

¿Qué hacer? Recuperar la paz social y la confianza como destino seguro a través de una intensa campaña comunicacional en el exterior. Además, impulsar y promocionar destinos del norte y selva.

Pero hay esperanza. La tecnocracia volvió al Mincetur y este debe liderar la estrategia de la recuperación del sector. Además, el programa Con Punche Perú, del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), destinó S/ 500 millones para mejorar circuitos turísticos priorizados, destrabar inversiones en aeropuertos regionales y fortalecer migraciones. El trabajo multisectorial (MEF, Mincetur, MTC, Interior y Cultura) y el liderazgo son las claves del éxito.

Además, se requieren acciones urgentes, como agilizar las inversiones de modernización de aeropuertos regionales, trabadas por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y Ositrán, y evitar los cierres temporales de aeropuertos; crear un plan de emergencia para Corpac, a fin de contratar controladores, y un plan para el uso eficiente de nueva pista y torre que permita más vuelos; mejorar los accesos al aeropuerto Jorge Chávez mediante la repavimentación de la avenida Faucett y el puente e intercambio Santa Rosa, para entrar al nuevo aeropuerto; concesionar el Centro de Convenciones para recuperar el turismo corporativo; mejorar el sistema de boletos a Machu Pichu; asegurar la operación segura de trenes y anunciar nuevos circuitos; entre otras.

Trabajemos juntos por recuperar el turismo. Miles de emprendedores y familias en todo el país dependen de él.




¡¡QUE DIABLOS ESTÁ PASANDO!!

Jaime Spak
Para Lampadia

En la década de los 90 del siglo pasado, mi empresa representaba a una compañía italiana y recibíamos permanentemente a su representante para que nos ponga al día de nuevas tecnologías y productos.

En una de las reuniones que mantuvimos, allá por el año 1994 me dijo una frase curiosa “por qué no nos prestan por un tiempo a Fujimori para que ponga orden en Italia”.

Aclaro que no he sido, ni soy fujimorista.

A raíz de los sucesos que estamos viviendo en estos días, me vino a la memoria esta curiosa solicitud.

El peruano de a pie se está preguntando ¿Qué diablos está pasando? Podríamos cambiar la palabra diablos por una grosería, pero en realidad no entiende como se pudo llegar a estos extremos.

El 18 de mayo de 1980, día de las elecciones generales realizadas luego del gobierno militar que duro 12 años, se produjo el primer atentado de Sendero Luminoso, que nos llevó a más de una década de tragedia en el país, con la perdida de miles de vidas.

Sendero se hizo fuerte durante el gobierno militar sin que ningún estamento del estado lo percibiera.

En los gobiernos de Belaunde, García y los primeros dos años de Fujimori, no pudieron evitar el avance terrorista, que ya no era solo de Sendero Luminoso, sino también del MRTA.

Esto ha sucedido hace más de 30 años, y es muy probable que la gente joven no tenga ni idea de esta nefasta época.

El terrorismo se venció con una impecable inteligencia policial, y la decisión política que lograron poner fin a la época de terror.

Para combatir a gente que siembra el terror, se necesita unir esfuerzos para ello.

Lamentablemente estamos viviendo un momento muy complicado que ha sido en su mayoría promovido por la crisis política de los últimos años.

Un país que estaba acelerando su desarrollo con reducción de pobreza importante, de pronto no solo se desaceleró, sino que puso el carro del progreso en retroceso.

Ha generado el triste récord de tener 6 presidentes en el mismo número de años.

Para la opinión pública internacional nos hemos convertido en un país inestable y hasta algunos nos catalogan peyorativamente como bananero.

Sin embargo, la gota que derramo el vaso ha sido sin lugar a dudas el nefasto gobierno de Castillo.

Un mediocre profesor de primaria, sin mayores conocimientos de nada, se vio de la noche a la mañana dirigiendo un país de 33 millones de personas.

Obviamente el pronóstico no era nada halagador, el tiempo nos dio la razón.

Su pésima gestión, es lo que ha generado la inestabilidad que estamos experimentado ahora.

No solo se dedicaron a saquear el estado, poniendo a gente lumpen a cargo de las instituciones más importantes, sino que con sus discursos delirantes logro que se genere la convulsión que estamos viviendo.

Acá algunos ejemplos:

  • Darle un poder enorme a Vladimir Cerrón, un comunista que se educó en Cuba, y no solo se recibió de médico, sino que fue adoctrinado para que sea un hombre de ideas extremistas.
  • Permitir el ingreso de Evo Morales, las veces que quiso para azuzar a la gente, con el beneplácito de todo el gobierno.
  • Nombrar como embajadora de Bolivia, a Carina Palacios Quincho, una de las fundadoras de Perú Libre, que postulo sin éxito al congreso. Fue una cómplice para que los agitadores bolivianos entren por la frontera las veces que querían.
  • Permitir que el embajador de Cuba siga ejerciendo su labor de azuzador profesional como lo hizo en todos los países donde ejerció este cargo.
  • Promover los consejos de ministros descentralizados que se convirtieron en un caldo de cultivo para generar división en los residentes de todas las zonas donde se desarrollaban.
  • Los discursos de Castillo y de Aníbal Torres con el único afán de dividir a la población.

Pues bien, todo eso ha coadyuvado a que la gente de ideas extremas se vuelva reagrupar y genere todo este caos que estamos viviendo.

En la época del terrorismo, veíamos derribo de torres para dejar el país sin energía, asesinatos selectivos de policías, militares y políticos.

Ahora lo que vemos es un plan para estrangular la zona sur, mediante el bloqueo de carreteras y toma de aeropuertos.

Desean cortar las vías de comunicación para que la población quede desabastecida y así tener el apoyo de la gente.

Desean que esto genere una guerra civil, en donde la población al verse huérfana de apoyo del estado salga a defenderse como sea.

Lamentablemente el gobierno de Dina Boluarte se ha mostrado pusilánime e incapaz de recuperar el orden en muchos lugares del país.

Si no adopta medidas urgentes en salvaguarda de la población, esto se va a desbordar y la idea que renuncie está cobrando cada vez más fuerza.

La pregunta es: ¿Podrá esta mujer hacerlo?, una señora que fue una empleada de mando medio en una agencia de la Reniec, con nada de experiencia en la vida política, ¿lo lograra?

Permítame dudarlo, ojalá me equivoque y logre superar esta crisis para que tengamos elecciones tranquilas en abril del 2024 con los cambios mínimos que se requieren, como la bicameralidad, la reelección inmediata y la eliminación del voto preferencial.

Estamos de nuevo en medio de una crisis que, si no se aplica energía y decisión en el ejecutivo, generara un caos que nadie desea.

Queremos tranquilidad y que nos dejen trabajar.

¿Estamos pidiendo demasiado? Lampadia




Turismo es prosperidad para todos

Por: CONFIEP 2010
CAMPAÑA POR LA ECONOMÍA DE MERCADO – CONFIEP 2010
A diferencia de los que dicen las dirigencias ideologizadas, el turismo tiene una larga cadena de interrelaciones con muchos sectores de la economía y bolsones de empleo.




Los secretos del modelo

Por: Diego Macera
El Comercio, 17 de Enero del 2023

“[El crecimiento económico] se dio a pesar de la disfuncionalidad política e institucional, no gracias a esta”.

Hay algunos lugares comunes sobre el sistema económico y político que, de un tiempo a esta parte, han logrado posicionarse en el debate público como verdades universales innegables. Uno de ellos va algo así: “es cierto que el Perú ha crecido económicamente, pero lo ha hecho a costa de un modelo que promueve la informalidad, la desigualdad y un Estado reducido a su mínima expresión”. Palabras más, palabras menos, alguna versión de esta idea es repetida incluso entre varios de quienes usualmente defienden las reformas de apertura económica.

Pero la realidad, como siempre, es un poco más compleja. Lo más importante es que esta visión pasa por alto el estado “natural” de la economía y, especialmente, el punto de partida del Perú. Desde el comienzo de los tiempos, lo que hoy conocemos como informalidad y pobreza fue simplemente la manera en que vivían y trabajaban la gran mayoría de la población global. Hasta hace dos siglos, 8 de cada 10 personas en el mundo vivían debajo de la línea de pobreza de US$1,90 por día. Hoy el número está más cerca de 1 de cada 10. Hasta hace algo más de un siglo, el concepto de “formalidad”, como lo conocemos hoy, tampoco hacía mayor sentido. Las estructuras productivas actuales y el Estado moderno –con rol de protección social– casi no existían. En países como el nuestro, no era necesario, pues, promover la pobreza, la desigualdad o la informalidad con ningún modelo económico: estos problemas ya estaban ahí desde siempre. Lo necesario era combatirlos.

Los más recatados dirán que la expresión aludida en el primer párrafo no hace referencia al sistema económico actual como la causa principal de la informalidad y demás problemas institucionales. Dirán, pudorosos, que la frase tan solo quiere hacer notar que el crecimiento económico no mejoró los indicadores de desprotección ni la capacidad del Estado para corregirlos. Sus compañeros más precipitados irán mucho más allá para indicar que esto no se trata de un subproducto o de un inocente olvido, sino que el sistema económico de las últimas tres décadas tiene como eje central la debilidad del Estado y las instituciones de protección a los trabajadores y sus familias. Es su modo intrínseco de operación.

Lo que se olvida con facilidad –o por conveniencia– es que el Estado Peruano más débil y con los mayores niveles de desprotección tuvo lugar a finales de los 80, no hoy. En 1989, los ingresos corrientes del gobierno llegaban apenas al 9,3% del PBI. En el 2021, con un PBI tres veces más grande, llegaron al 21% del producto. Por su parte, la informalidad productiva era aproximadamente la mitad del PBI a inicios de los 90; ahora está más cerca del 20%. En cuanto a la desigualdad, la información del Banco Mundial sugiere que esta era mucho más marcada a mediados de los 90 y desde entonces se fue reduciendo. De hecho, el Perú ha sido de los países que más rápido redujo sus indicadores de desigualdad en la región en los últimos 20 años.

Así, ni todo pasado (institucional) fue mejor, ni el crecimiento económico puede ser usado como excusa para las fallas que están en otro lado. En los servicios públicos en los que se ha avanzado poco o incluso ha habido una degradación –como, por ejemplo, en la educación pública– la responsabilidad es principalmente de los sucesivos gobiernos. Lo mismo en la salud pública, cuyo presupuesto se ha duplicado en la última década. En campos como el laboral, no deja de ser paradójico que quienes más denuncian la extendida y perniciosa informalidad (y culpan al “modelo económico” por ella) son a la vez los mismos que se han opuesto, por décadas, a cualquier reforma de liberalización que ayude a reducirla. Y así sucesivamente.

Dicho de otro modo, si ha habido crecimiento económico que se tradujo en menos pobreza y mejores condiciones de vida para la mayoría, este se dio a pesar de la disfuncionalidad política e institucional, no gracias a esta. Nos queda solo imaginar qué hubiese sido del Perú si la política hubiese mejorado al mismo ritmo que la economía.




La pobreza en 2022 y 2023

Por: Alvaro Monge Zegarra
Gestión, 16 de Enero del 2023

Afines del año pasado, junto con Yohnny Campana publicamos el documento “Lucha contra la pobreza: evolución reciente y opciones de política” gracias al auspicio del CIES. Como parte del análisis, elaboramos simulaciones sobre trayectorias de pobreza en el mediano y largo plazo. En nuestro escenario central, la pobreza en 2022 y 2023 debía estabilizarse alrededor del 26% (límite inferior) o mostrar una tendencia creciente hasta ubicarse un poco por encima del 27% (límite superior). Las estimaciones las realizamos con datos a julio del año pasado, por lo que seis meses después vale la pena revisar los supuestos que la sostienen.

La revisión es pertinente, además, tomando en cuenta las declaraciones del ministro de Economía, Alex Contreras, quien comentó que era muy probable que la pobreza en el Perú no se haya reducido en 2022 producto de la mayor inflación y el menor crecimiento registrado en el periodo. Más aun, el profesor Javier Herrera, director de investigación del IRD y miembro de la Comisión Consultiva de Pobreza del INEI, estimó que la pobreza el año pasado podría haber llegado al 30%. En esta breve nota, comento lo que a mi entender son las dos trayectorias más importantes que podrían afectar los niveles de pobreza en el periodo descrito.

Primero, los supuestos macroeconómicos se han deteriorado si centramos la atención en las dos variables de mayor relevancia para las simulaciones: PBI e inflación. De acuerdo con las últimas proyecciones de Macroconsult, el crecimiento económico esperado para el periodo 2022 y 2023 se revisó a la baja, sobre todo el año 2022 que, en lugar de crecer 3.3% (proyección de julio de este año), se ubicaría más cerca al 2.7%. En el 2023, el crecimiento continuaría desacelerándose y convergería a niveles del orden del 2%. Mientras tanto, la inflación nacional promedio del 2022 fue casi un punto más alta (8.3% vs 7.5% proyectada en julio) y para 2023 si bien se mantiene una trayectoria descendente a lo largo de este año, el promedio sería también más alto (4.3% vs 5.3%). No obstante, respecto de este último factor, lo más importante ha sido el aumento de precios de los alimentos que ha erosionado la capacidad adquisitiva de la población más pobre y vulnerable. El año pasado, el aumento fue poco más del 15% y en 2023 persisten presiones al alza producto de los retrasos en la campaña agrícola.

Segundo, las condiciones de inserción laboral se han visto afectadas negativamente, aunque con contrastes. La información del INEI al tercer trimestre del año muestra un crecimiento del empleo nacional en casi 4%, con zonas urbanas creciendo 6% frente a la trayectoria rural donde se registra una caída de 4%. Este último dato es relevante por su efecto en la pobreza en las localidades más alejadas y pobres. Al respecto, si bien era previsible una ligera corrección del empleo rural (producto del aumento durante la pandemia), de continuar esta caída (lo cual puede ocurrir si se agrava la sequía), el empleo se ubicaría incluso por debajo de los niveles prepandemia afectando la situación de pobreza en estas zonas durante 2023. Mientras tanto, en zonas urbanas si bien el aumento del empleo es una buena noticia, no debemos pasar por alto que su composición es tanto formal como informal. Como resultado, la tasa de informalidad se mantendría en la meseta de 70% que se alcanzó en 2021 y los salarios reales caerían ligeramente (la mayor inflación que compensa los aumentos en el ingreso nominal).

De esta manera, es posible que estas trayectorias recientes nos lleven al límite superior de nuestra proyección. Es decir, una pobreza cercana al 27% en promedio en los próximos dos años, aunque como se menciona en el documento es importante diferenciar las razones detrás del nivel de pobreza en cada año. En 2022, las tendencias habrían estado dominadas por el efecto inflacionario; mientras que, en el 2023 la pobreza no cedería por la pérdida de dinamismo de la economía. No obstante, es importante también advertir que la estimación supone que las acciones de compensación y asistencia social en 2022 habrían sido solo parcialmente efectivas por errores de focalización y tamaño de los beneficios. Si bien este es un supuesto que aún no puede verificarse por falta de información, es presumible que algo parecido ocurra con acciones similares incluidas en los planes Impulso Perú, Con Punche Perú y el Bono Sequía relevantes para 2023. En el documento se describen escenarios más optimistas que levantan este supuesto. En tales circunstancias, para revertir esta situación es importante que en el muy corto plazo se pueda retomar una agenda que revierta las tendencias descritas. Es decir, una agenda clara en favor del crecimiento económico y la generación de puestos de trabajo formales (en zonas urbanas), políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones productivas y comerciales vinculadas a la agricultura (en zonas rurales), así como mayor espacio fiscal para programas de asistencia focalizados (sobre todo en el segmento vulnerable).




Madre de Dios quiere trabajar

Por: Madre de Dios
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Madre de Dios reacciona y pueblo exige trabajar y toman el puente que los mercenarios de Evo habían tomado.




Los diversos mercados del Perú

Por: Rolando Arellano
El Comercio, 9 de Enero del 2023

¿Por qué siendo el Perú un país de muchísimas oportunidades se ha aprovechado tan poco de ellas? Básicamente porque no nos hemos preocupado por diseñar nuestras propuestas empresariales a los detalles específicos de un país tan distinto y tan diverso como el nuestro. Veamos.

¿El Perú es un país distinto? Sí, y muchos empresarios cometen el gran error de creer que el crecimiento del PBI per cápita indica también un acercamiento a los gustos y necesidades de los países con más desarrollo. Ciertamente los datos económicos son un indicador de cuánto pueden gastar las familias, pero no de en qué quieren hacerlo. De hecho, en nuestros estudios, cerca de la mitad del Perú es “Nueva clase media” y tiene estilos de vida y criterios de consumo muy distintos a la clase media de los países más desarrollados. Mientras los “Sofisticados” y muchos “Formalistas” de la clase media tradicional querrán ropa de moda internacional y un departamento en un edificio, los “Progresistas” y “Conservadores” de la nueva clase media tendrán sus modas propias y buscarán construirse una casita, aunque sea lejos del centro. La evidencia de que se equivocan quienes creen que van a conquistar los grandes mercados copiando estrategias, productos y servicios de fuera está en la baja penetración de productos y servicios “modernos” y en general de las marcas internacionales.

¿El Perú es un país diverso? Ciertamente, y lo determina nuestra naturaleza y nuestra historia. La naturaleza en tanto que no tienen las mismas necesidades de ropa, de alimentación o de transporte quienes viven al nivel del mar, a 3.000 metros en los Andes o en la humedad y el calor de la selva. Más aún, nuestros estudios muestran cinco macrorregiones con muy distintas características culturales y económicas. Así, la macrorregión Norte (con ejes en Chiclayo y Trujillo), de gente más extrovertida, difiere bastante de la industriosa y comerciante macrorregión Centro (eje Huancayo). También, como lo vemos ahora hasta en actitudes políticas, ambas difieren de la orgullosa y crítica región Sur (con eje principal en Arequipa), y todas ellas de la menos estructurada región Oriente y, sobre todo, en expectativas y recursos, de la más próspera macrorregión Lima. Tratar a todo el Perú como si fuera una unidad (o, peor, como si todo fuera la capital) es evidentemente un inmenso error.

Hoy, con el renacimiento de las expectativas sociales y empresariales, poco avanzaremos si seguimos actuando como si las provincias fueran iguales a Lima, y como si Lima fuera una copia en pequeño de países más avanzados. Si realmente queremos crecer y hacer crecer a todo el país, debemos adaptarnos a su diferencia y su diversidad. Que tengan una gran semana.




La UE descifró el secreto de su éxito actual

La ampliación ha mantenido a Europa dinámica y relevante

The Economist
5 de enero de 2023

Cuando seis países de Europa occidental, incluidos Francia y Alemania Occidental, crearon la Comunidad Económica Europea (cee) en 1958, su población combinada representaba un poco menos del 6% de los 3.000 millones de habitantes del mundo. Han pasado muchas cosas en los siguientes 65 años, desde la reunificación alemana hasta unos mil millones más de indios y varias reorganizaciones del orden global. Se ha mantenido una constante: el club que hoy se conoce como la Unión Europea representa un poco menos del 6% de los 8.000 millones de habitantes del mundo.

Esto no se debe a las repetidas esperanzas frustradas de las autoridades francesas de un continuo baby boom. Más bien, de los 447 millones de personas que ahora viven en la ue, la mitad son de 21 países que se adhirieron como parte de siete oleadas de nuevos participantes. El inicio de 2023 marca el 50 aniversario de la primera ampliación. Esta debería ser la causa de las copas de champán en Bruselas, una ciudad que rara vez pierde la oportunidad de celebrar un hito pasado; recientemente se celebró una fiesta para conmemorar el 35.º aniversario de Erasmus, un programa de intercambio universitario. En cambio, prevalece un estado de ánimo apagado. Eso se debe en parte a que el mayor miembro de la admisión de 1973, Gran Bretaña, se convirtió más tarde en el único país que abandonó el club. (Irlanda y Dinamarca se quedan.) Tampoco todos son fanáticos de la ampliación, que ha hecho que la ue más grande pero también más difícil de manejar. La perspectiva de que otros diez o más participantes puedan ingresar, en su mayoría estados pequeños en los Balcanes, pero también Ucrania, un país de 44 millones de personas, es tan aterrador para algunos miembros existentes como estimulante para otros.

Esa mezcla de (principalmente) alegría y (un poco) terror es cómo Anne Anderson, quien se unió al servicio diplomático irlandés solo dos meses antes de la adhesión, describe el estado de ánimo en Dublín al amanecer de 1973. “Queríamos mostrar que Irlanda se había ganado su lugar en la mesa”, dijo en un evento reciente en Bruselas organizado por las representaciones de Irlanda y Dinamarca ante la ue. Al igual que Dinamarca, la afiliación de Irlanda al club ha sido un triunfo, ayudando a impulsar al país desde un atraso conservador agrario a una economía de servicios líder en el mundo. Unirse a la ue ha demostrado ser “transformador para Irlanda en todos los sentidos: económica, políticamente, en términos de liberación para las mujeres irlandesas”, dice la Sra. Anderson. Por ejemplo, una antigua norma irlandesa que obligaba a las mujeres a dimitir de la función pública al contraer matrimonio pronto entró en conflicto con la legislación de la ue. Eso resultó ser una buena noticia para la Sra. Anderson, quien representaría a Irlanda en la ue y luego se convertiría en la primera embajadora de su país en Estados Unidos.

Ser parte de la ue sacudió a sus miembros entrantes. “1973 fue un caso de decir adiós al viejo mundo”, dice Connie Hedegaard, ex comisionada de la ue de Dinamarca. Pero los nuevos miembros, a su vez, sacudieron el club al que se unían. La primera adhesión demostró que el proyecto europeo podía empujar más allá de los confines del imperio de Carlomagno, la huella aproximada de los primeros seis eec (Francia y Alemania más Italia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo). Era necesario acomodar una tradición de derecho consuetudinario en Irlanda y Gran Bretaña; también un acercamiento más amistoso a Estados Unidos. Y ahora existía una plantilla para futuros miembros. En la década de 1980 se permitió la entrada a Grecia, Portugal y España. Los tres habían sido dictaduras solo una década antes de la adhesión. Un gran lote en 2004 ancló franjas de Europa del Este hacia un futuro mejor.

La ampliación a veces se describe como la política exterior más exitosa de la UE: la perspectiva de unirse al bloque ha actuado como una zanahoria, manteniendo a los vecinos en el camino de las reformas necesarias para hacerlo. Eso es cierto, pero también menosprecia la forma en que esos países han fortalecido la ue una vez dentro.

Los franceses en particular se quejan de que una unión cada vez más amplia ha hecho imposible desarrollar una cada vez más estrecha. Para ellos, la ampliación era un ardid británico para garantizar que la ue se convirtiera en poco más que una zona de libre comercio. Pero el tamaño le ha dado a la unión un peso que de otro modo no tendría. Si la unión se hubiera resistido a la ampliación, ¿existiría el cacareado “efecto Bruselas”, por el cual la regulación ideada en la capital de la ue se convierte en un estándar global? Las sanciones contra Rusia tendrían menos impacto, el mercado único se extendería menos, los acuerdos comerciales podrían ser menos ventajosos. Es cierto que la toma de decisiones puede ser lenta, particularmente en áreas donde se necesita unanimidad entre los miembros de la ue. Sin embargo, cuando finalmente se toman las decisiones, un sindicato más grande las hace más potentes.

La ampliación no es barata. De los 19 miembros admitidos desde 1973, todos menos tres obtienen más dinero de la ue de lo que aportan. Contra eso, los europeos del este impulsan el crecimiento económico a medida que convergen hacia los estándares de vida occidentales. Algunos estados miembros más nuevos (me vienen a la mente la bolsita Polonia y la autocrática Hungría) han apagado el entusiasmo por las ampliaciones posteriores, sin mencionar el apetito por las futuras. Pero Irlanda y Dinamarca también fueron obstruccionistas en su época. Dos veces en la década de 2000, Irlanda descarriló temporalmente nuevos arreglos constitucionales para toda la ue. Dinamarca es la heredera espiritual de Gran Bretaña en su acercamiento a Europa: orgullosamente fuera del euro y de la cooperación policial, por ejemplo.

Y a Kyiv

Lo que preocupa ahora es lo malas que son las perspectivas de una futura ampliación. En julio se cumplirá una década desde que entró el último miembro, Croacia, una brecha sin precedentes desde que la ue comenzó a expandirse. Ninguno de los diez países que llaman a la puerta del club está cerca de sumarse. Más miembros existentes significan más vetos potenciales, dado que se requiere el consentimiento unánime de los gobiernos nacionales para admitir a los recién llegados.

Antes de la ampliación, Europa no era tanto una entidad política común como una expresión geográfica. Ahora los ciudadanos de los 27 países están de acuerdo en que lo que une a los europeos de todo el continente es más importante que lo que los separa. Los mismos ciudadanos están a favor de dar la bienvenida a nuevos miembros, más aún después de la guerra en Ucrania. Un viaje iniciado hace medio siglo en Copenhague y Dublín debe continuar en Tirana y Kyiv. Cualesquiera que sean sus deficiencias, la ue debería celebrar su política más exitosa. Sláinte! Skål! Lampadia




La muerte de Machupicchu

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia

Los destinos turísticos no mueren de causa natural. Los matan. Detrás de la desaparición de importantes destinos turísticos del mundo como Beirut o Acapulco, está la mano violenta del hombre, del crimen, de la violencia política o social. El destino de Machupicchu (y del turismo al Perú), puede ser el mismo, si no se actúa ya.

Beirut era hasta 1975 la suiza de Oriente Medio. Su principal centro financiero y un centro turístico muy importante en el Mediterráneo. Una guerra civil lo borró del mapa turístico.

Acapulco, que fuera el principal destino turístico del pacífico mexicano, hoy día es una de las ciudades más violentas de México y por supuesto, ha dejado de ser un destino turístico mundial.

La violencia desapareció esos destinos turísticos. La violencia puede causar la muerte de Machupicchu si no actuamos ya.

Ayer ingresaron a Machupicchu poco más de 200 visitantes (ingresaban más de 5,000 cada día en el año 2019). Durante los paros del mes de diciembre los trenes dejaron de transportar más de 40,000 personas, entre pobladores y turistas nacionales y extranjeros.

Estas son solo un par de cifras de la crisis actual de este destino turístico. Su gravedad se multiplica si se analiza la cantidad de pasajes de avión perdidos, pasajes de transporte terrestre cancelados, noches de hospedaje o tours cancelados y se advierten los miles de mozos, guías, trabajadores hoteleros, porteadores, taxistas, trasladistas y muchos otros más afectadas en el Sur y en todo el país. La cantidad de emprendedores quebrados y en insolvencia, es aún más dramática.

La causa de todo esto es la violencia. No la guerra religiosa entre musulmanes y cristianos que destruyó Beirut, ni los ajustes de cuentas de los carteles mexicanos que destruyeron Acapulco.  Son los actos de violencia que alienta, impulsa y financia nuestra izquierda en su vergonzosa defensa de Castillo, sus fechorías en el gobierno y la pérdida de poder que han sufrido el pasado 7 de diciembre.

La muerte de Machupicchu como destino turístico tendrá responsables. Que no nos cuenten otro relato, ni busquen otros culpables.

  • Usted que me lee, cuando su hijo no consiga trabajo como guía de turismo o mozo, no me eche la culpa a mí ni a la derecha o a Dina Boluarte. Busque a Bermejo, a Bellido, a Verónica Mendoza, a Sigrid Bazán y a todos aquellos que justifican las protestas de estas semanas.
  • Usted, que tiene su agencia, su puesto en el mercado artesanal o su quiosco de gaseosas y va a tener que cerrar, no le eche la culpa al centralismo, al liberalismo o a la Constitución de 1993, simplemente vea por quien voto, a quien respaldo y asuma las consecuencias de haberle dado poder a quienes lo están desapareciendo.
  • Usted que mira desde lejos lo que sucede en el Sur y cree que este es lío de serranos, no se queje cuando su hija pierda el empleo en la línea aérea, el hotel, el restaurant, la sala de masajes o el casino en Trujillo, Lima o Máncora donde van los turistas que llegan por Machupicchu y que dejarán de venir al Perú.

¿Vamos a permitir todo esto? ¿Vamos a dejar que la izquierda, que ya destruyó las instituciones, el gobierno y la economía de todos los peruanos llevándonos a cerca del 10% de inflación, destruya también una de nuestras principales fuentes de empleo digno?

¿Los peruanos vamos a dejar que la injerencia extranjera de Evo, AMLO o Petro destruyan nuestro principal destino turístico?

De ninguna manera. Es hora de actuar.

El Turismo debe ser declarado en EMERGENCIA y tanto el Congreso, como el Gobierno deben actuar para preservar el empleo, el ingreso y el futuro de millones de peruanos. Lampadia




Economía ilegal en Perú mueve al menos US$6,650 millones al año

Por: Fundación Konrad Adenauer Stiftung
Gestión, 5 de Enero del 2023

“A aquellos que incurren en actividades ilegales les interesa que la situación esté descontrolada, sobre todo los grandes rubros como el narcotráfico o minería ilegal”

Mayor parte del “dinero negro” es generado por la minería ilegal, trata de personas y tráfico ilícito de drogas. Expertos señalan que actividades ilegales se despliegan en algunas de las zonas que hoy son focos de la convulsión social.

La economía ilegal en el Perú involucra cifras considerables.

Según el libro “Las economías criminales y su impacto en el Perú”, publicado en diciembre del 2022 y elaborado por Capital Humano y Social en cooperación con Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS), las economías ilegales mueven al menos US$ 6,657 millones al año en el país.

La mayor parte es generada por la minería ilegal de oro (US$ 1,777 millones), trata de personas (US$ 1,300 millones) y el tráfico ilícito de drogas (US$ 1,134 millones).

Dentro de la medición están también contempladas la tala ilegal (US$ 880 millones), extorsión (US$ 530 millones), pesca ilegal (US$ 300 millones), contrabando (US$ 234 millones), piratería de software (US$ 209 millones) y tráfico de terrenos (US$ 143 millones).

Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, indicó que la actividad económica ilegal es cada vez más relevante en el Perú, en donde resalta la minería ilegal, no solo por el impacto monetario, sino también, ambiental y en seguridad.

Señaló a Madre de Dios como foco de estas operaciones de extracción, principalmente de oro; y Chala (Arequipa), como uno de los centros donde se comercializa el mineral.

Estas últimas zonas son focos de la convulsión social actual en el país, enfatizó castilla.

“No es fácil de cuantificar. La minería ilegal, en particular de oro, que es más fácil de encontrar, es la actividad más fuerte, e incluso se equipara con la minería legal de ese metal. Entre US$ 8,000 millones y US$ 10,000 millones corresponden a las exportaciones de oro, y, por la falta de fiscalización y descontrol, un monto similar debe ser la ilegal”, expresó.

Relación con convulsión

Actividades ilegales, como la vinculada a minería, tienen relación directa con la convulsión social, pues encuentran en esta una fuente de financiamiento, consideró.

Ello, según su análisis, podría estar relacionado con los ataques directos en contra de oficinas de la Fiscalía, en algunas zonas donde se concentraron las protestas violentas.

“Hay información de inteligencia que indica que mucha de la minería ilegal ha estado financiando las protestas en el país, y un punto de mucha violencia ha sido Chala, que está vinculada a esta actividad. Hay un claro afán de desestabilizar el país y obstruir el funcionamiento de la justicia, lo que se relaciona con que se vulnere, por ejemplo, a la Fiscalía. Esta figura podría repetirse en las protestas de este mes”, advirtió.

El excontralor Fuad Khoury coincidió en ello y señaló los incentivos detrás de esa figura.

“A aquellos que incurren en actividades ilegales les interesa que la situación esté descontrolada, sobre todo los grandes rubros como el narcotráfico o minería ilegal. Hay un interés de que se distraigan las autoridades en otros temas. Esto se mezcla con aquel financiamiento para esparcir ideología “, dijo.

El exministro de Economía y Finanzas indicó que, bajo la administración de Pedro Castillo, el despliegue de las actividades económicas ilegales se dio con mayor facilidad.

“Desde los transportistas informales hasta minería ilegal uno ve una proliferación de estas actividades. La falta de control y azuzar a las turbas, pasa por la administración anterior. Con Castillo afuera, se genera convulsión social, quizá en parte por el temor de que estas actividades pierdan fuerza”, opinó.

Contrabando

Fernando Gonzáles, economista del IPE, señaló que, con base en cifras de Sunat, el contrabando implicó un movimiento económico de US$ 596 millones en el 2021, cifra que podría ser conservadora.

Las fronteras son propensas a desarrollar estas actividades, como Puno, Tacna, Tumbes y Piura, así como Callao, debido a la actividad comercial en ese puerto, dijo.

“Las empresas ilegales desplazan a las legales reduciendo incentivos a que se operen en ciertos rubros. La cifra (de la economía ilegal) podría haber aumentado si se toma en cuenta el ritmo de crecimiento de la economía (legal)”, refirió.

En cuanto a corrupción, Khoury indicó que, con base en datos de la Contraloría General de República, el perjuicio vinculado a corrupción es de S/ 24,000 millones por año, aunque no es un cálculo definitivo.

“Los cálculos que se hacen arrojan cifras altas, como las de la Contraloria. Está a todo nivel de gobierno, pero los volúmenes mayores están en el Ejecutivo, donde destacan ministerios como Transportes, Vivienda, Educación y Salud”, aseveró.




¿Ha aumentado el empleo?

Por: Miguel Palomino 
La República, 4 de Enero del 2023 

“No a todos les ha ido igual. Por ejemplo, el empleo formal agrícola ha estado creciendo y fuera de Lima ha sido mas rápida la recuperación del empleo…”.

Como síntoma del fin de la pandemia, desde hace algún tiempo nos vienen diciendo que la cantidad de empleos ya se recuperó y está por encima del nivel prepandemia. Esta es una buena noticia. Hemos pasado de perder 2,7 millones de empleos, desde setiembre del 2019 hasta setiembre del 2020, a aumentar la cantidad total de empleos, de setiembre del 2019 a setiembre del 2022, en cerca de 430.000. ¿Entonces, todo bien? No tanto.

Hay dos grandes problemas con las cifras de empleo (además de trabajar con dos bases que no son plenamente consistentes entre sí, pero eso da para otra columna). El primero tiene que ver con el número de empleos y el segundo con la caída dramática en la calidad del empleo disponible. Veamos.

El primero es menos grave y tiene que ver con compararnos con la situación de hace tres años. En los cinco años anteriores a la pandemia, el empleo total en el país creció poco más de 300.000 al año (la cifra va de unos 100.000 en años malos a 500.000 en años buenos).

Esto es porque la población en edad de trabajar creció en aproximadamente 330.000 anuales en los mismos cinco años. Así, de ser años normales, del 2019 al 2022 deberíamos haber aumentado aproximadamente 900.000 empleos en estos tres años. En otras palabras, si bien la recuperación ha sido notable, no estaríamos creciendo aún sobre bases comparables.

El segundo es muy grave. En un país como el nuestro, una gran parte de la población tiene que trabajar o pasar hambre. Así, si alguien pierde su trabajo usual, lo reemplazará por algún trabajo de menor calidad/ingreso, pero generalmente no puede pasar mucho tiempo desempleado. La gravedad de la pandemia hizo mucho más difícil este proceso (y más urgente), pero igual se dio.

Después de crecer en términos reales en más de 40% del 2005 al 2019, el ingreso nacional se desplomó el 2021 a un nivel menor del que existía en el 2009. Dado que esta estadística solo se tiene anualmente (el último dato corresponde al 2021), usaremos la cifra urbana, que se calcula trimestralmente para aproximar los resultados (con cuidado de que esta cifra es distinta y mayor que la nacional, que incluye el área rural).

Si bien los ingresos urbanos han aumentado con respecto a sus mínimos del primer semestre del 2021, se han mantenido iguales entre el tercer trimestre del 2021 y el tercer trimestre del 2022. Ahora estaríamos algo debajo del nivel del 2011.

Lo dicho lo corrobora toda suerte de otros datos, como el porcentaje de subempleados a nivel urbano (aumentó 5 puntos desde el 2019) o el porcentaje de trabajadores en Lima cuyos ingresos están por debajo de la canasta básica (estamos de vuelta al nivel del tercer trimestre del 2011 y ocho puntos por encima del nivel de octubre del 2019).

No a todos los peruanos les ha ido igual. Por ejemplo, el empleo formal agrícola ha estado creciendo y fuera de Lima ha sido mas rápida la recuperación del empleo. Pero, como es usual, los más perjudicados han sido los más pobres, las mujeres (y con ello, sus hijos) y los jóvenes.

Hace poco, el Banco Central de Reserva publicó un estudio sobre como la pérdida de ingresos había llevado a que el trabajador promedio haya trabajado más horas, siendo el quintil más pobre el único que trabajaba más horas hoy que nunca desde que se tiene información (2007).

Ya he expresado antes en este medio que las mujeres sufren casi el doble de subempleo por ingresos que los hombres y aún peor es la situación de los jóvenes. Ambos grupos han retrocedido a niveles no vistos desde el 2011.

¿Qué conclusión podemos sacar? Cuando los economistas serios señalan que ciertas medidas populistas no favorecen al empleo productivo y que solo el empleo productivo puede sacar adelante a las familias peruanas, oigámoslos. Aprendamos de la historia reciente de nuestro país, qué funciona y qué no.




Perú: Despierta el interés de empresarios alemanes

Por: Luis Centurión
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