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Desarrollo: ¿169 mandamientos? (I)

Desarrollo: ¿169 mandamientos? (I)

Publicado por The Economist, 28 de marzo 2015

Traducido y glosado por Lampadia

Comentario de Lampadia: El Mundo a punto de perder un conjunto sensato de objetivos de desarrollo, en manos de la burocracia de la ONU.

Moisés trajo diez mandamientos cuando bajó del Monte Sinaí. Ojalá la lista de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuesta por la ONU fuese tan concisa. Se supone que los ODS establecen la forma de mejorar las vidas de los pobres en los países emergentes. Pero el esfuerzo de los comités de redacción es tan disperso y mal concebido que todo el proyecto podría fallar. Esto sería una oportunidad perdida y una traición a las personas más pobres del mundo.

Los ODS son los sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), estos tenían 21 sub-metas con un historial decente. Algunos (como la reducción de la mortalidad materna e infantil) no se podrán alcanzar. Pero otros, como reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza extrema, ya se han logrado. La caída de la tasa de pobreza en el mundo está mucho más relacionada con el crecimiento de China que con cualquier acuerdo de la ONU. Pero en otros casos, como en el fomento del acceso a agua limpia, la posibilidad de perder una meta internacional forzó a países a actuar más rápido de lo que ellos lo hubieran hecho por su cuenta.

Los países en desarrollo y las agencias de ayuda occidentales que elaboran los ODS, quieren más: 148 más. En este momento hay 169 metas propuestas, agrupadas en 17 objetivos.

Los países en desarrollo parecen pensar que mientras más objetivos tengan, más dinero recibirán. Se equivocan. Los ODS son imposiblemente caros. Lograrlos costaría de US$ 2,000 a US$ 3,000 mil millones al año de dinero público y privado durante más de 15 años. 15% del ahorro global anual o 4% del PBI mundial. Pura fantasía.

169 mandamientos significa que no hay prioridades en lo absoluto. Están despreciando una de las lecciones más importantes del desarrollo: que en todas partes es diferente, las políticas que trabajan en un lugar pueden no funcionar en otro.

Lo peor de todo es que los ODS son una distracción. Durante los próximos 15 años, el mundo tiene la oportunidad de eliminar la extrema pobreza, es decir, poner fin a la miseria de casi mil millones de personas que viven con no más de $ 1.25 al día. Los programas de transferencias básicas para elevar al mundo entero por encima de la línea mínima de pobreza costarían alrededor de US$ 65 mil millones al año, una cantidad modesta en comparación a US$ 3,000 mil millones. Este es el objetivo número uno de los ODM. Tendría muchas más posibilidades de ser alcanzado si encabezara una corta lista de objetivos.

En setiembre deben aprobarse los ODS, la lista debe honrar a Moisés y ser podada a diez objetivos dirigidos directamente a reducir la pobreza, impulsar la educación (por ejemplo, extender la educación de las niñas en dos años) y mejorar la salud (por ejemplo reduciendo a la mitad la tasa de infección de malaria). Los ODS de hoy están llenos de buenas intenciones, pero todo el mundo sabe a dónde llevan las buenas intenciones.

El 2015 será un gran año para la gobernanza mundial. Tal vez demasiado grande.

Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda, llama al 2015 “el momento Bretton Woods, de nuestra generación”. En 1944, el pequeño pueblo de New Hampshire fue anfitrión de una conferencia que daría forma al orden económico de la posguerra. Las reglas de comercio abierto establecidas formaron las bases de décadas de crecimiento de la posguerra y los “gemelos de Bretton Woods” que se fundaron, el FMI y el Banco Mundial, todavía influyen en la gobernanza financiera global. Actualmente, cuatro conferencias de la ONU comprenden el nuevo Bretton Woods. Aunque es poco probable que produzcan instituciones relevantes en 50 años, si van bien podrían impulsar el crecimiento y el desarrollo en los países pobres. Si no lo hacen, el único resultado será una política con mucho viento y sin sentido.Cuatro conferencias de la ONU comprenden el nuevo Bretton Woods:

La primera: Cómo reducir el riesgo de desastres naturales.

La segunda: Aprobar los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS).

La tercera: Cómo recaudar más dinero para proyectos que aceleren el desarrollo. El HSBC estima que sólo el Asia necesitaUS$ 11,000 mil millones  en infraestructuras durante los próximos 15 años.

La cuarta: Lucha contra el cambio climático, [COP21].

La conferencia más ambiciosa será la referida a los ODS. Los ODM fueron principalmente sobre los pobres; sus sucesores irán mucho más allá, con objetivos para urbanización, infraestructura, estándares de gobierno, desigualdad de ingresos y cambio climático. Los ODM, dice Homi Kharas del Brookings Institution, quien ayudó a redactar una primera versión de los ODS, eran sobre la reducción de la pobreza; los nuevos objetivos son sobre la creación de sociedades pacíficas e inclusivas.

El número de ODS refleja lo que ocurre cuando un proceso burocrático está fuera de control.

¿Qué ODM hicieron el bien y qué ODS podrían funcionar?

Cuando se adoptaron los ODM en el 2000 parecían utópicos. Pero el más importante se alcanzó cinco años antes. Este fue reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas en el mundo que viven con menos de 1.25 dólares al día, que era de 36% en 1990. La mayor parte del progreso fue en China, donde la proporción se redujo de 60% en 1990 al 12% en 2010.

Ver en el cuadro inferior el análisis costo-beneficio de los objetivos recomendados por el Consenso de Copenhague: