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Destrabemos nuestro crecimiento

Destrabemos nuestro crecimiento

El Perú sigue cayendo en el ranking del ‘Doing Business’ desde su pico en el puesto 34 hasta su el puesto 58 de este año. En el último año, Perú ha caído 2 puestos más en el ranking, lo que indica, como todos sabemos, que cada vez es más difícil hacer negocios en el país.

El Banco Mundial publica anualmente su informe sobre el clima de negocios. El informe ‘Doing Business 2017’ evalúa la facilidad para hacer negocios en 190 países considerando 11 factores: obtener electricidad (en términos de fiabilidad, precios y transparencia), manejo de permisos de construcción, comercio transfronterizo, pago de impuestos, protección de los inversionistas minoritarios, registro de propiedades, obtención de crédito, resolución de insolvencia, cumplimiento de contratos, regulación del mercado laboral y requisitos para comenzar un negocio.

La importancia de este indicador es que brinda luces sobre la economía informal, la importancia de los negocios y los derechos de propiedad; mostrando una realidad de nuestro país que también puede verse en el mundo como un obstáculo: el alto costo de montar un negocio, que implica perjudicar a los más pobres y que genera informalidad en la economía.

En el ranking total, Nueva Zelanda aparece en la primera posición, seguida por Singapur, Dinamarca, Corea del Sur, Hong Kong, EEUU, Reino Unido y Noruega. Completan el Top 10, Georgia y Suecia. Además, el informe alaba que economías en todas las regiones estén implementando reformas que facilitan hacer negocios. Europa y Asia Central continúan siendo las regiones con la mayor proporción de países donde se ha implementado al menos una reforma – el 79% de ellos ha implementado al menos una reforma regulatoria, seguido de Asia del Sur y el África Subsahariana.

A nivel de América Latina, el Perú se ubica en la tercera posición, por debajo de México y Chile, que se ubican el puesto 49 y 55, respectivamente, desplazando a Colombia (59) al cuarto lugar. México mantuvo el primer lugar en América Latina y subió cinco puestos (del 44 al 49).

Nota: Chile no está incluido en el cuadro (2ndo a nivel America Latina) porque será recalculado por el Banco Mundial tras escándalo por metodología.

Por lo tanto, el Perú todavía permanece en el tercio superior de las economías más atractivas para hacer negocios, a pesar de haber recibido choques severos, como el Fenómeno El Niño Costero, y el escándalo de corrupción originado desde Brasil.

Asimismo, respecto del 2017, Perú bajó dos posiciones en el ranking global. Esto se debe a que el Banco Mundial realizó un ajuste al ranking del 2017, de manera de hacerlo comparable con el del 2018.

Por subíndices, se observa que el Perú cayó sólo en uno: “obtención de crédito”. Además, mejoró en el resto de indicadores: “protección de los inversionistas minoritarios”, “registro de propiedades”, “cumplimiento de contratos”, “manejo de permisos de construcción”, “obtención de electricidad”, “resolución de la insolvencia”, “comercio fronterizo”, “apertura de un negocio” y “pago de impuestos”.

¿Qué se necesita para iniciar un negocio en el Perú? A nivel mundial, el Perú se sitúa en el puesto 58 en el ranking de 190 economías. Según los datos recogidos por Doing Business, iniciar un negocio requiere de 7 procedimientos, toma 26.5 días y cuesta 10% del ingreso per cápita.

Críticas al Indicador Doing Business

El mes pasado, el economista en jefe del Banco Mundial, Paul Romer, cuestionó la metodología detrás de la clasificación y acusó de motivos políticos. La controversia se centró en Chile, cuya clasificación cayó de 34 en 2014 a 57 en 2018, pero Romer sugirió que la caída se acentuó por los cambios en la metodología.

Romer dijo que sospechaba de manipulación política. La clasificación general de Chile ha oscilado entre 25 y 57 desde 2006, bajando en los períodos en que la presidenta del Partido Socialista, Michelle Bachelet, era presidenta, y ascendiendo cuando el líder conservador Sebastián Piñera estaba al mando. Posteriormente, sin embargo, Romer se retractó de sus comentarios y dijo que no tenía la intención de atribuir motivos políticos o sugerir que hubo manipulación.

El Banco Mundial recalculará los rankings de los últimos cuatro años para “ver cuáles habrían sido las clasificaciones sin los cambios en la metodología”. Esto también podría influir en las clasificaciones de otros países. Sin embargo, otros funcionarios del Banco Mundial han defendido los cambios en la metodología como fundamentalmente sólidos. En un comunicado oficial, el Banco dijo que solo revisaría el ranking de Chile.

¿Qué debemos hacer para mejorar?

En un comunicado, el MEF aseguró que su estrategia de crecimiento está orientada hacia una mayor formalización empresarial, a través de una reducción significativa de sobre costos y barreras a la entrada a la formalidad en el ámbito:

“(i) Financiero: reducción de costos de financiamiento y mayor oferta de fondos prestables para pequeñas empresas (FORPRO, factoring, entre otros);

(ii) Permisos y procedimientos para invertir; y,

(iii) Tributario: menor costo de cumplimiento, uso de factura electrónica, registro de transacciones y rentas no declaradas anteriormente, entre otros”.

“Justamente, éstas son las áreas en las que el Doing Business plantea los desafíos para la economía peruana, y se espera una mejora en estos indicadores, en la medida que se despliegue la estrategia de crecimiento”, agregó.

Lamentablemente, el gobierno de PPK, perdió la oportunidad de recuperar y marcar la línea de un gobierno pro inversión y crecimiento; de hacer y comunicar el balance negativo de los cinco años del gobierno anterior; de renovar los cuadros de gobierno (mantuvo hasta un 39% de los viceministros del régimen anterior); y, tal vez lo más importante, perdió la oportunidad de comunicar a la población las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que nos empobrecieron, que frenaron la inversión, y que ideologizaron la gestión del Estado, versus aquellas que nos ofrecen mayor crecimiento, menor pobreza, menor desigualdad, mejores servicios públicos y mayor cohesión social.

El gobierno está teniendo tremendas dificultades para poder destrabar proyectos, las APP (Asociaciones Público Privadas) están prácticamente paralizadas así como Iniciativas Privadas. Ni el gobierno anterior, ni este, aprovecharon la sugerencia de Lampadia para armar equipos ad hoc que destrabaran los proyectos. Ver: Destrabemos megaproyectos para recuperar el crecimiento.

Esperamos que estas reflexiones sirvan para lograr el éxito de nuestra economía, destrabar la inversión y los proyectos y tomar medidas correctivas para lograr el impostergable crecimiento económico. Lampadia




Los errores de Francisco Durand

Los errores de Francisco Durand

En un reciente artículo en el diario La República, el sociólogo Francisco Durand le da con todo al modelo económico, desinformando mediáticamente y sin mostrar evidencias que respalden sus afirmaciones. La primera gran falacia que anuncia es que el modelo “nos hace vulnerables a un shock externo negativo: caída de los términos de intercambio y salida de capitales”.  Habría que explicarle al señor Durand que la agencia Moody’s, al distinguir entre los componentes asociados a la “exposición externa” de aquellos que denotan “resistencia”, considera que  el Perú tiene, junto a Chile, el nivel más bajo de vulnerabilidad en la región. En efecto, el modelo económico nos ha permitido acumular un impresionante nivel de reservas internacionales (US$ 67 mil millones, lo que representa 32% del PBI), las cuales cubren 7 veces la deuda externa pública y privada de corto plazo y respalda el 97% del total de las obligaciones del sector privado con las instituciones financieras.

Seguidamente, Durand confunde conceptos e infiere incorrectamente que el modelo “crea poco empleo formal por ser intensivo en capital, lo que favorece la informalidad”. De acuerdo a cifras del MINTRA, en la última década la PEA ha crecido 28%, mientras que el empleo adecuado ha aumentado en el mismo periodo en 96%, y el subempleo se redujo en 20%.  Esto significa que ya son 10 millones de peruanos los que tienen empleo adecuado, 4.8 millones más que hace una década. Estas cifras son el resultado del crecimiento de la economía peruana sustentado en el actual modelo, que en el mismo periodo, creció de $57 mil millones de dólares a $203 mil millones. Cabe recordar que los  sectores intensivos en capital son generalmente los que mejores trabajos ofrecen, y el aumento del empleo en la economía se debe a los encadenamientos de los sectores que jalan inversiones en el resto de la economía. Por otro lado, Durand pretende confundir al mezclar el fenómeno de la informalidad como una consecuencia de esto: la informalidad es consecuencia de la ineficiencia del Estado y el sistema político (no del modelo) para poder representar los intereses del mundo emergente, y eliminar los pesados sobrecostos que representan todas las gollerías laborales, beneficios e indemnizaciones que defiende la CGTP y Mario Huamán, al margen de los intereses y capacidades de la avalancha de nuestros empresarios emergentes.  

Los siguientes dos errores de Durand se refieren a que el modelo “privilegia la propiedad privada y dentro de ella  a la gran empresa”, y “favorece la concentración  económica  y tiende al abuso de la posición de dominio de mercado”. ¿Puede considerarse una falla del modelo que se privilegie la propiedad privada? ¿O es más bien una virtud, en cuanto permite capitalizar la fuerza y creatividad de  los ciudadanos, y generar incentivos para crear riqueza? Durand tiene que actualizarse un poco más sobre el rumbo que está tomando el mundo y las reformas pro mercado y propiedad privada que está emprendiendo el Partido Comunista chino, el más grande del planeta. Igualmente es falaz argumentar que el modelo económico es pro “concentración económica” y pro “abuso de posición de dominio”, ya que la economía de mercado endógenamente atrae capitales a aquellas actividades con mayor retorno, fomentando la competencia. Así, la apertura comercial, a diferencia del modelo de sustitución de importaciones de los 60’, 70’ y 80’ elimina los privilegios internos de unos pocos menguando la concentración industrial, y con ello fomenta la competitividad y brinda una mayor oferta de bienes y servicios -a mejor calidad y precio- a 30 millones de consumidores, que forman el Perú.

Nuestro autor también menciona que el modelo “reprimariza la economía en torno a la minería, la actividad extractiva más destructiva”. Eso es falso, ya que el modelo no tiene esta propiedad. El Perú ha sido bendecido con recursos naturales, que a buena hora los podemos aprovechar, ya que es la forma más rápida de salir del subdesarrollo. No obstante, ¿cómo va a ser destructiva la minería, si las provincias que tienen una mayor influencia minera registran los menores índices de desnutrición crónica infantil, y de acuerdo a la valuación Censal de Estudiantes (ECE) de Segundo Grado 2012, esas mismas zonas mineras también tienen los más altos rendimientos de aprendizaje escolar? Ver El reto de los economistas peruanos ante el bicentenario.

Otra perla de Durand es su afirmación, de que  “la “competitividad” se basa en salarios bajos (cholo barato)”. Esto también es falso, ya que en los años en los que la economía estuvo cerrada a las inversiones, el ingreso rural crecía solo 1.4% al año. Es a partir de 1994, un año después del cambio constitucional que respalda nuestro actual modelo, que los ingresos rurales empiezan a crecer a una tasa de 7.2% cada año. Ciertamente nuestra competitividad aún no está basada en el conocimiento y la innovación, pero no se puede negar que la productividad total de factores (PTF) tuvo un crecimiento record durante la última década, alcanzando un promedio anual de 3%, el más alto de los últimos 60 años.

Invitamos a Francisco Durand a visitar nuestra publicación de Las cifras de la Prosperidad, y a debatir con los economistas de este portal. Lampadia