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La digitalización del Estado, ¿para cuándo?

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por Infraestructura Institucionalidad y Gestión – IIG, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre la digitalización del Estado ¿para cuándo?

Participa como invitada Lieneke Schol, ex jefa de la Secretaria de Gobierno Digital de la PCM, junto Jaime de Althaus y Sebastián Otero, asociados de IIG.

Lieneke Schol, Sebastián Otero y Jaime de Althaus




En marzo gobierno rechazó ofrecimiento

En marzo gobierno rechazó ofrecimiento

“Donde está la gravedad del tema, este sistema se lo ofrecieron en marzo al Perú, y el Perú no lo aceptó, porque Google Apple exigía que solo se utilizara para el tema de seguimiento de pacientes”.

Recomendamos ver el Webinar Reflexiones con José Pardo siguiendo el enlace mostrado líneas abajo.

Pero antes queremos destacar algunos elementos importantes de la charla, como la decisión del gobierno de Vizcarra de rechazar la donación del sistema de seguimiento de contactos con covid por razones políticas.

Este ofrecimiento exigía que el sistema solo se utilizara para el seguimiento de pacientes, pero el gobierno lo tenía en la PCM, en vez del Minsa, y no pudo garantizar un uso estríctamente sanitario. Esto es un escándalo, pues aparentemente, el gobierno quería hacer uso político del sistema de seguimientos.

Como hemos comentado varias veces, la gran falla del gobierno para enfrentar la pandemia fue insistir en la utilización de pruebas rápidas en vez de las moleculares. Las pruebas rápidas no detectan el virus y no permiten desarrollar la estrategia exitosa de seguimiento de contactos utilizada por los países que lograron controlar la epidemia.

Veamos que dijo Luis Solari:

¿Cuál ha sido el peor error en el manejo de la crisis sanitaria?

Según los taiwaneses, con los cuales tuve un webinar junto con 20 latinoamericanos, para ellos la piedra angular ha sido el seguimiento de los contactos. Es decir, si yo hago pruebas, pruebas, hago pruebas para detectar, y una vez que los detecto, ya tengo que aislarlos y a ellos se les envía la bolsa de comida.

Lo ideal hubiera sido darles un teléfono inteligente que nos va a servir para digitalización rápida del Perú, para las campañas, etc.

Pero además esta el sistema de detección de los contactos desconocidos, a través de bluetooth. Uno entra a un microbus, a un mercasdo, y el telefono de uno hace intercambios con los códigos de todas las personas con lass que uno se cruza. Y a cualquiera de las personas que han estado en este recinto, durante 14 días se guardan los códigos y les van a avisar si tienen o no tienen, si alguien de ese grupo ha tenido contactos. La piedra angular son definitivamente los sistemas de notificación de contactos.

Google Apple ha decidido llamarla notificación de contactos.

Donde está la gravedad del tema, este sistema se lo ofrecieron en marzo al Perú, y el Perú no lo aceptó, porque Google Apple exigía que solo se utilizara para el tema de seguimiento de pacientes. Porque si el seguimiento de pacientes está en la PCM y no en el Minsa, ni traten de obtener la respuesta, porque la respuesta será política.

Y finalmente el 9 de octubre El Comercio publicó que el Estado peruano ha gastado dinero en encargar una aplicación que hace exactamente lo mismo. Habiéndosele ofrecido la otra sin costo y con el soporte de los ingenieros, sin costo.

Hemos fallado en todo, pero lo que no ha habido es el rastreo a los contactos desconocidos que es donde se han esforazado Taiwan, Tailandia, Nueva Zelanda.

Por su lado, Elmer Cuba, presentó una descripción de la situación económica. Pero además, destacó el impacto de las cuatro grandes medidas populistas del Congreso que afectan la calidad de nuestra economía.

  • Desconocer contratos
  • Penalizar la especulación y el acaparamiento
  • Destruir el sistema de pensiones
  • Devolución de fondos que no existen (ONP)

La primera medida del nuevo ministro de Economía debe ser tratar de parar lo de la ONP. Es un monto muy grande, muy importante.

Ver el webinar en:




Oportunidades para la juventud

Oportunidades para la juventud

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Si bien es cierto al Perú ya se le está agotando el bono de juventud, dando paso a una estructura poblacional que va transformando la pirámide tradicional, en un rombo que tendrá múltiples efectos. También es cierto que la inclinación vocacional de los jóvenes está reorientándose hacia actividades y educación más moderna, con una alta dosis de digitalización, que en apariencia no conectan con la actividad económica tradicional.

El Perú tiene entre sus fortalezas, actividades económicas como; la agroindustria moderna, la industria minera con la ejecución de sus proyectos, el desarrollo de la infraestructura de todo tipo y que tanta falta nos hace, la actividad pesquera y de piscicultura, la industria energética, cada vez más limpia, moderna y eficiente y una multiplicidad de industrias de transformación, donde aún tenemos amplios márgenes para el crecimiento y la eficiencia. Todo lo dicho, va amarrado a nuestra educación y formación técnica y profesional.

Este tema educativo, es un aspecto fundamental que debemos afrontar con mucha seriedad. Yo que tengo un espíritu burlón, no he podido contener ácidos comentarios, al ver algunos catedráticos con algún libro entre manos, antiguo y amarillo por el tiempo, preparándose para entrar a clase. La pregunta recurrente es, ¿estamos formando profesionales para los próximos 50 años o para el siglo pasado?

Los de la generación que se inició en las aulas universitarias con una Regla de Cálculo, pero que evolucionó pasando; primero a la calculadora mecánica, luego eléctrica , para llegar a la calculadora electrónica y finalmente saltar a la computadora personal con sus hojas de cálculo,  sabemos que ese fue un desafío generacional y que, a pesar de hacer nuestro mejor esfuerzo, nuestros hijos y nietos nos llevan en eso, gran ventaja.

Mirarnos en ese espejo, puede permitir una gran oportunidad para la juventud, pero que a su vez, es un gran desafío para los gobernantes, los maestros y autoridades académicas. Esta lamentable pandemia ha forzado al mundo académico, de todas las latitudes, a repensar todos sus planes, programas y sistemas de enseñanza. Se ha tenido que recurrir a la enseñanza no presencial y a desarrollar cursos completos, de distintas disciplinas, para un formato de esta naturaleza.

Me pongo a pensar en la oportunidad que se abre, si pudiéramos repensar nuestra educación universitaria, adquirir material académico de las mejores universidades, institutos técnicos y colegios del mundo. Estos, a su vez, podrían diluir el costo para sus instituciones educativas, si universalizan su enseñanza, comercializando sus cursos completos (enlatados) a nivel mundial, en lugar de destinarlo a unas pocas decenas o centenas de alumnos. ¿Se imaginan, que nuestros estudiantes, de todas las universidades peruanas, pudieran recibir sus clases, directamente de profesores; por ejemplo, de MIT, ¿Stanford, Harvard u Oxford? ¿Que los mejores profesores del mundo pudieran enseñar a nuestros estudiantes?

Hoy que la enseñanza se ha transformado en virtual, podríamos adecuar nuestras normas, formas, procedimientos y todo lo que haga falta, para poner lo mejor del mundo a disposición de nuestros estudiantes. ¿Nuestras autoridades serían capaces de imaginar ese “salto cualitativo”? ¿De facilitar y promover ese proceso? ¿Nuestros catedráticos serían capaces de cambiar su rol, para convertirse en facilitadores de una educación del más alto nivel? ¿Nuestros estudiantes serán capaces de asumir el desafío de internacionalizar su educación e ir al más alto nivel de exigencia académica?

Como se puede ver, podemos y debemos sacar las mejores oportunidades creadas a partir de una crisis universal, tal como el COVID-19. Muchas personas y empresas, lejos de amilanarse ante esta crisis, se han reintentado y han logrado un “salto cualitativo” de creación de valor.

En el Perú tenemos más de 140 universidades, entre buenas, regulares, malas y muy malas. Por supuesto que ninguna excelente, capaz de aparecer en un ranking universal, pero nuestros congresistas (altamente mediocres mentales y de espíritu) quieren, por un lado tumbarse el esfuerzo de la SUNEDU por hacerlas cumplir un estándar mínimo aceptable y por otro, aprovechando su ventana de oportunidades de año y medio para aparecer en una foto, crear 14 universidades más.

Cuando uno piensa en clases virtuales, deja de ser necesario tener más de un puñado de universidades, separadas sólo en función de las profesiones afines a gestionar. Una para medicina y ramas afines, otra para las ingenierías, otra para ciencias económicas, administrativas y contables, otra para derecho, ciencias sociales y políticas, una más para ciencias de la tierra y tal vez una última para tecnología de la información y comunicaciones. Ya con eso tendríamos un número suficiente, con educación estandarizada y calidad asegurada, no importa en qué lugar del planeta se encuentren, podrán educarse con los mejores profesores y sistemas del mundo.

Reduciríamos el costo de la burocracia universitaria, podríamos invertir esos recursos en laboratorios especializados de calidad, bajaría notoriamente el costo de una carrera y no habría profesionales “bamba”, aquellos que lograron un cartón, pero no aprendieron nada…

Los invito a pensar y debatir la idea, pues esa será la única oportunidad, para que nuestra juventud pueda ponerse en condiciones de competir en el mundo globalizado del siglo XXI. Lampadia




Los sistemas de identificación digital

Los sistemas de identificación digital

Una de las limitantes que enfrentó y sigue enfrentando el gobierno en la pandemia es la carencia de un sistema de identificación digital que pudiese integrar y actualizar información en tiempo real de varios importantes ámbitos de la población peruana que incluyan por ejemplo la salud, la ocupación, la disponibilidad de una cuenta bancaria, el hogar de residencia, por mencionar los más importantes.

El costo de no tener información completa, y en muchos casos totalmente desfasada, ha sido duro y se ha visto en todos los servicios provistos por el estado durante la emergencia desde una lenta y aún errática entrega de bonos y una falta de atención hospitalaria oportuna hasta una prácticamente inexistente aplicación de un sistema de rastreo de contactos que evitase mayores contagios.

Afortunadamente ya se han empezado a plantear iniciativas al respecto como la “cuenta DNI” que apuntaría a generar cuentas bancarias para toda la población identificada en RENIEC, asegurando un mecanismo de percepción de subsidios de ayuda a partir de la información actualizada del DNI.

Pero hacen falta muchas más medidas dada la tremenda reducción de tiempos en procedimientos burocráticos que implicaría digitalizar toda la información del ciudadano de manera centralizada. A continuación, compartimos un reciente artículo publicado por The Economist que aborda cómo algunos países – sin ser necesariamente del primer mundo – han construido sus sistemas de identificación digital y los beneficios que han logrado con él.

Si bien consideramos, al igual que The Economist, que estos sistemas pueden ser peligrosos en manos de un régimen autocrático, creemos que sí es posible generar mecanismos para salvaguardar la privacidad de las personas para que no sea usada para malos fines. El tremendo costo de no generar estos sistemas, como hemos visto en el Perú con la pandemia, imprime la necesidad de avanzar en la digitalización. Lampadia

Hora de la prueba
Covid-19 refuerza el caso de las tarjetas de identificación digitales

Con garantías de privacidad y seguridad, hacen que el gobierno funcione mejor

The Economist
5 de setiembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

La pandemia ha tenido pocos rayos de luz. Una es que una gran variedad de actividades humanas se ha movido en línea con mucha más fluidez de lo que casi nadie esperaba. Las empresas han dejado que su personal administrativo trabaje desde casa durante medio año. La gente asiste a clases de yoga de forma remota. Los británicos aparecen en los tribunales de forma digital; los neoyorquinos se están casando en línea.

Sin embargo, a medida que migran al mundo virtual, muchas personas descubren que no tienen los documentos adecuados para demostrar su identidad. Las empresas utilizan las tarjetas de crédito, en efecto, como una prueba aproximada de que las personas son quienes dicen. Los gobiernos no pueden hacer eso. En lugar de simplemente intercambiar bienes por dinero, regalan dinero y emiten órdenes, por lo que necesitan saber más sobre sus “clientes” que, por ejemplo, un supermercado. En países sin un sistema de identidades digitales seguras, el cierre de oficinas gubernamentales tradicionales y el cambio de servicios públicos en línea han causado estragos. Los divorcios y las adopciones se han topado con una pared de ladrillos virtual. El sistema de Italia para distribuir los pagos de emergencia colapsó y luego exigió trámites que los solicitantes no podían obtener porque las oficinas gubernamentales estaban cerradas. En EEUU, el estado de Washington pagó 650 millones de dólares en seguro de desempleo a los estafadores que presentaron solicitudes utilizando identidades robadas.

No se produjo tal estrago en Estonia, un pequeño estado báltico donde todos los ciudadanos tienen una identidad electrónica. Más que una simple tarjeta de identidad, vincula los registros de todos los estonios. Entonces, cuando el gobierno creó un sistema de licencias para los trabajadores afectados por la pandemia, ya sabía dónde trabajaban y cómo pagarles. Nadie en Estonia tenía que hacer cola en la acera para reclamar beneficios, como lo hacía la gente en otros lugares.

Otros países, como Gran Bretaña y EEUU, se han resistido durante mucho tiempo a introducir un sistema de identidad nacional. Algunos temen que al gobierno le resulte demasiado fácil espiar a la gente, o que sea demasiado fácil de piratear, o que simplemente burócratas incompetentes lo estropeen. Los sentimientos se disparan. Boris Johnson, el primer ministro de Gran Bretaña, una vez prometió que si tenía que llevar una tarjeta de identificación y un funcionario mandón exigía verla, se la “comería físicamente”.

Sin embargo, la pandemia ha fortalecido el caso de una identificación digital. No solo facilitaría y agilizaría el acceso a los servicios gubernamentales de forma remota. También haría que los sistemas de seguimiento y localización fueran más eficaces. Si, en una emergencia como la pandemia, los datos de salud estuvieran vinculados a los datos del trabajo, los gobiernos podrían detectar rápidamente cuándo un grupo de pacientes con covid trabajaba en la misma fábrica.

Las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad se pueden disipar, aunque de manera imperfecta. Los estonios, que se enteraron de una sana sospecha sobre Big Brother [referencia al ‘gran hermano’ de Orwell] durante cinco décadas bajo la bota soviética, están ampliamente tranquilos por una ley de protección de datos y salvaguardas contra la piratería continuamente actualizadas que incluyen la autenticación de dos factores. Del mismo modo, se pueden aprobar leyes para evitar que la policía exija ver las tarjetas de identificación de las personas. Los regímenes autocráticos abusarán de los sistemas de identidad, por supuesto, pero los gobiernos democráticos pueden verse limitados. El sistema de Estonia registra cada vez que se visualiza un dato, y es un delito que cualquiera, incluidos los funcionarios, acceda a información privada sin una buena causa. Ese es un buen modelo.

Crear un sistema de identificación digital es difícil y costoso. Sin embargo, India, un país gigantesco y en gran parte pobre, lo ha logrado. Su sistema biométrico “Aadhaar” ha creado identidades digitales para 1,300 millones de personas. Tiene fallas: muchos indios que no pudieron registrarse han sufrido gravemente por no poder acceder a los servicios. Pero ha simplificado los servicios gubernamentales y ha reducido enormemente el fraude. Si los indios rurales pueden demostrar quiénes son en línea, es escandaloso que muchos británicos y estadounidenses no puedan.

Los sistemas de identificación digital se pueden introducir gradualmente, basándose en plataformas preexistentes. No tienen por qué ser obligatorios. Si son razonablemente seguros y reducen la molestia de tratar con el Estado, la gente se inscribirá voluntariamente. Lampadia




Lo que se viene en materia de presupuesto público

Lo que se viene en materia de presupuesto público

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 14 de agosto de 2020
Para Lampadia

A muchos políticos sólo les gusta decir lo que la gente quiere escuchar. Ellos sólo quieren ser portadores de buenas noticias. Sin embargo, cuando las cosas van mal – como ahora – se muerden la lengua. ¡No se oye padre! En vez de enfrentar la adversidad – y resolverla – la pasan por alto… agravando aún más la situación.

Ese es el caso de la abrupta caída de la recaudación fiscal – o tributaria – a causa de la pandemia. O mejor dicho, a causa del pésimo manejo de la cuarentena.

Bueno pues – como se sabe – el presupuesto público proviene de la recaudación fiscal. Para que se entienda mejor; el presupuesto público del año 2021 saldrá de la recaudación fiscal del año 2020. ¿Y cómo viene la recaudación tributaria en el presente año? Pues por obvias razones… mal, muy mal.

Entonces, la reducción presupuestal del próximo año – ¡qué duda cabe! – será brutal. Tan brutal como la caída en la recaudación fiscal del presente año. O ¿acaso las ventas, las utilidades, y los empleos no han caído abruptamente?

Sin embargo… muy poco se habla del tema. Peor aún, para muchos políticos todo sigue como si nada en materia económica. Incluso, algunos anuncian aumentos presupuestales en salud, educación, programas sociales, y cosas por el estilo. ¿En qué planeta viven?

Tampoco se habla de la tremenda burocratización del aparato estatal, y de lo que ello significa en materia de gasto público. Las escandalosas contrataciones de los amigos del presidente – Richard Swing, los tenistas, y muchos más – se critican desde una perspectiva clientelista. Más no desde una perspectiva de gasto público.

El problema es que el Estado está atiborrado de personajes como Richard Swing. Por ello – con razón – la población debería indignarse; básicamente por las siguientes tres razones:

(1) Por el clientelismo político… que de por sí es escandaloso.

(2) Por el altísimo gasto público que ello conlleva. Y

(3) Por disponer de fondos públicos para contratar servicios absolutamente injustificados, cuando estos se requieran – a gritos – para luchar contra la pandemia.

El asunto es que el presupuesto público del próximo año – quiéranlo o no los políticos – caerá más que nunca comparado con lo sucedido en las últimas varias décadas. Efectivamente, dado el crecimiento sostenido de nuestra economía durante los últimos tiempos, el presupuesto público – y el Estado, en general – crecieron y crecieron… año a año. Pero con la pandemia y la crisis económica actual, eso se acabó.

En consecuencia, además de la cancelación de los servicios de Richard Swing y sus amigos – para adecuarse al presupuesto público reducido – el Estado tendrá que fusionar instituciones redundantes, eliminar programas y / o actividades que no sirven para nada, y digitalizar – al máximo – todos los servicios del Estado que puedan digitalizarse.

¡No al despilfarro y a la ineficiencia en el Estado! Ese es el grito del momento. Programa y/o actividad estatal que no impacte favorablemente en el bienestar de la población… ¡fuera! Y aún si impactara, pero cuesta más de lo debido… ¡también! El Estado está para servir… eficientemente.

Lo que se viene – pues – en materia de presupuesto público es dramático. La reducción del gasto público vendrá – esta vez – impuesta desde la reducción de la recaudación fiscal. Hacen muchos años que no habíamos enfrentado una situación parecida. Y eso no les gusta a muchos políticos.

Veremos cómo nos va. Pero yo empezaría por trasmitirle al país que lo que lo que se viene en materia presupuestal estatal es color de hormiga. Y que – ante ello – sólo queda ser austeros, eficientes, y muy serviciales. Lampadia.




Desmadre logístico estatal

Desmadre logístico estatal

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 7 de agosto de 2020
Para Lampadia

Si miráramos a la pandemia como un vaso medio lleno – es decir, en sentido positivo – veríamos que hemos descubierto muchas falencias en el aparato estatal que merecen ser corregidas. Por ejemplo, hemos comprobado que el Estado es totalmente inoperante en materia de compras y contrataciones. Tanto que es incapaz de comprar cosas tan elementales como oxígeno, mascarillas, equipos médicos, tablets, y todo lo demás. Es incapaz de distribuir víveres, medicinas, ropa, etc. Ni siquiera dinero para la gente pobre puede distribuir de manera eficiente y segura. En realidad, el Estado no es capaz de comprar – ni distribuir – nada bien.

Los procedimientos actuales de compras y contrataciones son propios de los tiempos de la carreta. Los sistemas digitales basados en redes interconectadas no existen en la mentalidad de nuestras autoridades. Cada compra – y cada contratación – constituye un larguísimo proceso que siempre empieza de cero. Requerimiento, estudio de mercado, términos de referencia, concurso público, observaciones, impugnaciones, anulaciones… fracaso total.

Peor aún. Hay cerca de 4,000 Unidades Ejecutoras en el Estado… ¡4,000! ¡Cuánta plata gastada por las puras, cuántos escritorios y armarios llenos de papeles que no sirven para nada, cuántos trámites inútiles, y cuánta marmaja bajo la mesa!

Y – por cierto – cero conexiones entre las distintas Unidades Ejecutoras. Efectivamente, tan desconectadas están unas de otras que una misma mascarilla comprada a un mismo proveedor puede costar hasta 10 veces más en una Unidad Ejecutora que en otra. ¡Un escándalo!

No se trata de centralizar nuevamente las compras y contrataciones del Estado. El centralismo nunca funcionó – y nunca funcionará – sobre todo en nuestro país. Lo que hay ahora – y que sí funciona – es la tecnología digital. La Internet. Y para el caso de las compras y contrataciones, las redes interconectadas.

¿Cómo funciona eso? Pues si se requiriesen mascarillas en Ica – por dar un ejemplo – la red contendría información actualizada de todas las mascarillas compradas por todas las Unidades Ejecutoras – incluso, las compradas por otras instituciones y / o empresas privadas – con todos los detalles habidos y por haber: precios, tiempos de entrega, especificaciones técnicas, datos de los proveedores, y todo lo demás. En consecuencia, si una Unidad Ejecutora comprase mascarillas a 10 veces su valor de mercado – como ocurrió durante la pandemia –¡bingo! ¡Choros a la vista!

Por otro lado, al dispersar las gestiones administrativas en muchas Unidades Ejecutoras, el Estado desaprovecha el valor de las economías de escala… o compras conjuntas. Los casos más flagrantes a ese respecto son las compras de medicamentos. Es increíble. Cada hospital – o centro de salud – compra por su lado. ¿Resultado? Medicinas carísimas. Medicinas vencidas. Coimas por doquier. ¿Y los pacientes? Los pacientes que se pudran en las colas de amanecida. ¡Qué injusticia! ¡Qué dolor!

Ahora bien, lo que más llama la atención de todo este desmadre logístico es que no pase nada. O sea, que se anule la compra de un millón de tablets – y que un millón de niños pobres se queden sin educación virtual – y que no pase nada con los que intervinieron en la frustrada compra.

Asimismo, llama la atención que nuestras más altas autoridades no digan esta boca es mía respecto de la reforma – o transformación digital – del sistema de compras y contrataciones del Estado, el cual hace agua por todas partes.

El desmadre logístico estatal podría corregirse rápidamente si se interconectaran – entre sí – todas las Unidades Ejecutoras. Es cuestión de voluntad política… y liderazgo.

El problema es que no hay voluntad política. Y menos… liderazgo. Lampadia




Home office comunal

Home office comunal

Javier Artadi
Para Lampadia

La pandemia del COVID-19 ha significado una cuarentena que nos ha obligado a muchos a realizar nuestro trabajo en casa.

Sin proponérnoslo, hemos conseguido avanzar en nuestro trabajo más rápido y mejor de lo que hubiéramos imaginado, abriéndose un nuevo espacio – digital – para desarrollar nuestras actividades laborales.

Esta forma de trabajo, sin embargo, requiere de áreas y espacios de unas dimensiones mínimas para poder llevarse a cabo, dimensiones con las que un inmenso número de viviendas en nuestras ciudades no cuenta.

Debido a esto, miles de trabajadores, a pesar de estar profesionalmente aptos para realizar su trabajo en casa, no pueden hacerlo debido a la pequeña área de su vivienda o al número de personas con las que viven: mucha densidad, poca área.

Ante este problema, una solución arquitectónica es la de construir en lugares estratégicos de diversos barrios de la ciudad edificaciones ad hoc que permitan este trabajo a distancia. Ahora, sin embargo, el trabajo a distancia sería realizado por muchas personas a la vez y en el mismo lugar: un Home office comunal.

A nivel arquitectónico, la propuesta – sólo un esquema teórico – consiste en un edificio de planta circular, figura genérica sin lados, que idealmente se construiría en un espacio público o semi público abierto a áreas verdes.

Funcionalmente, el edificio se organiza desde su borde exterior hacia el centro, ubicando en dicho borde una secuencia de ambientes unipersonales, iluminados y ventilados naturalmente, donde los usuarios pueden realizar tranquilamente su trabajo a distancia.

El borde del edificio es el lugar más importante de la propuesta.
El centro del circulo generatriz también es un espacio verde rodeado de ambientes de apoyo complementarios (salas de reuniones, baños, locales de bebidas para llevar, etc.).

El último nivel estaría organizado por una continuidad de terrazas independientes semi techadas donde se trabajaría al aire libre.

El diseño del edificio, consideraría diferentes soluciones para promover la independencia laboral en espacios cerrados y abiertos, disponer de una mayor ventilación natural e incluir una esclusa de desinfección en el ingreso, entre otras medidas de protección.

El Home office comunal es un proyecto-concepto cuyo propósito principal es poner en evidencia la necesidad de imaginar nuevas tipologías arquitectónicas para satisfacer una nueva necesidad urbana. Lampadia




El Boleto Turístico del Cusco

El Boleto Turístico del Cusco

Rogers M Valencia
Exministro de Ministro de Comercio Exterior y Turismo ​ y Ministro de Cultura del Perú ​
Para 
Lampadia

En 1978 se juntaron voluntades, para hacer del naciente Turismo al Cusco un instrumento que creara para la Ciudad y para los entes encargados del cuidado del Patrimonio, los ingresos destinados a la conservación, puesta en valor, investigación, preservación del Patrimonio Monumental del Cusco, para el cuidado del ornato y cuidado de la ciudad, además de la Promoción del turismo al Cusco y a la iglesia para sus fines propios incluyendo el trabajo asistencial de caritas.

Así el 07 de abril de 1978 se firmaría un convenio de Bases para la Creación del Boleto Turístico Integrado, participaron el alcalde de Cusco Gilberto Muñiz, el Obispo Luis Vallejos Santoni, el INC con su director Jorge Cornejo Polar y la Dirección General de Turismo con Enrique Koch Schemmel. Basado en conceptos como facilitar la compra de los ingresos a los lugares turísticos en un solo boleto, dotar a las distintas instituciones incluidas la municipalidad de fondos para lograr las metas objeto del convenio etc., Nació el BTI.

Luego en marzo del 2006 se dio la ley del Boleto Turístico 28719 en la que se crean los Boletos Turísticos a nivel nacional administrados por el Ministerio de Cultura. El Boleto Turístico del Cusco por excepción se administra por un comité integrado como se venía haciendo.

Durante los años de vigencia los fondos generados por el Boleto Turístico han ayudado a la construcción de destino, es cierto que en muchos casos no sirvieron para los objetivos del Convenio original. La constitución de COSITUC el que en algún momento se convirtió en unidad ejecutora de Gasto y los costos generados en la administración del Boleto hicieron que por ejemplo el Qoricancha o convento de Santo Domingo primero y luego el Arzobispado fundador del convenio y responsable de la catedral del Cusco, el museo Arzobispal y San Blas se retiraran del Boleto Turístico Integrado.

Como dice el dicho “tras cuernos Palos” desafortunadamente durante la gestión de Marina Sequeyros, y de acuerdo al informe Especial Nº 323-2010 de la Contraloría General de la República se hallaron pruebas de peculado, colusión, negociación incompatible, proceso que concluyó el 6 de julio de 2017 condenando al ex gerente de Cosituc a siete años de pena privativa de la libertad efectiva por la comisión del delito contra la Administración Pública.

Luego de esta debacle el Boleto Turístico regreso a su antigua normalidad, este por ofrecer entradas en circuitos, obliga al usuario a comprar acceso a varios destinos juntos, por ejemplo, nadie puede visitar solo Chichero o solo Pisac o combinar Saqsaywaman con Pikillacta, además de tener una distribución porcentual fija entre las instituciones que los componen. EL BOLETO TURISTICO INTEGRADO se ha convertido en una camisa de Fuerza, que además afecta la recaudación. Los montos ingresados nos muestran claramente una caída sustantiva en los últimos meses del 2019 la venta ha disminuido en más del 40%. Es decir, hay turistas que renuncian a conocer Saqsaywaman, porque el precio es prohibitivo, para verlo también tienes que pagar otras visitas, (data oficial de MINCUL). Esto es antes de la pandemia.

La Pandemia del COVID19 nos impone una nueva realidad. Durante los últimos años y a consecuencia de los malos manejos del BTI se propuso la necesidad de crear un Boleto Electrónico. Hoy no solo necesitamos que este sea electrónico, sino que también por la necesidad de diversificar deberíamos lograr que el boleto sea flexible, que permita que cada usuario escoja lo que quiere visitar. Este Boleto además debería incluir, otros destinos Turísticos como los atractivos de naturaleza/cultura ubicados en el extenso territorio regional como: Wajrapucara, Suycutambo, Kanamarca, Queswachaca, Vitcos, Ñustahispana, Montaña de 7 colores, Ausangate, Langui-Layo, Laguna Humantay, Salcantay entre muchos otros

Un nuevo boleto Flexible, donde los usuarios puedan escoger los lugares que deseen visitar y que paguen por lo que escogen; tendrá muchos beneficios, además de no obligar a nadie a pagar por lo que no visita, ayudará a la necesaria dispersión de los flujos turísticos y permitirá que los ingresos de los municipios y gestores de los atractivos estén directamente relacionados con el número de visitantes.

Pero tal vez la más importante contribución de este nuevo esquema, es que será totalmente transparente y mucho más barato de implementar que la Hoy COSITUC plagada de ineficiencias y creemos que permitirá a que Instituciones como el Arzobispado y el circuito Religioso Colonial se reintegren al mismo. Lampadia




El Estado le ha fallado a los informales

El Estado le ha fallado a los informales

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 17 de julio de 2020
Para Lampadia

“Los informales no le han fallado al Estado. El Estado le ha fallado a los informales.” La expresión entre comillas proviene de dos jóvenes arequipeños, a quienes no conozco personalmente. Sin embargo, qué grato y aleccionador resultó conversar con ellos por teléfono, a raíz de mis artículos de opinión – y videos – que suelo propalar a través de Lampadia y / o mis redes sociales.

Bueno pues – como millones de peruanos – estos jóvenes mistianos están muy preocupados por el tema de la informalidad en nuestro país. Es que los paganos de la informalidad son ellos… los jóvenes. Efectivamente, son los jóvenes quienes enfrentan las mayores dificultades para conseguir empleos formales en el sector de las micro y pequeñas empresas. Incluso, ¿qué difícil les resulta formar sus propias empresas?

Ya lo hemos comentado en otras oportunidades. La maraña de trámites y permisos absurdos requeridos para formar una pequeña empresa, las rigideces y altos costos de la legislación laboral, el 18% de Impuesto General a las Ventas (IGV), las elevadas tasas de interés para los microcréditos, y – en general – la falta de soporte educativo práctico en gestión de pequeñas empresas, son – todos – impedimentos y trabas para para la formalización del empleo y el emprendimiento en nuestro país.

También hemos comentado – repetidamente – acerca de la propuesta de Lampadia de disponer de una fracción del IGV como aporte individual de capitalización de pensiones de los respectivos compradores (consumidores). La verdad, nunca había escuchado acerca de una mejor medida para “formalizar a los informales”. Algo así como matar varios pájaros de un tiro: universalizar las pensiones, reducir el IGV, fiscalizar a las empresas, ampliar la base tributaria… ¡qué gran idea!

Ahora bien, todo lo anterior requiere – de antemano – de voluntad política al más alto nivel. Es decir, del Número 1. Y – en segundo lugar – la propuesta de “formalizar a los informales” requiere de un cambio de actitud radical de las autoridades ministeriales y municipales – incluso, de las autoridades policiales y judiciales – de todo el país. Y ¡esa es la gran duda!

¿Acaso los inspectores municipales, policiales y judiciales no viven malamente – y abusivamente – del chantaje sistemático y permanente a los informales? ¿Acaso los ministros – y sobre todo, los alcaldes y sus regidores – están dispuestos a simplificar o eliminar papeleos y trámites burocráticos? O más relevante aún ¿acaso están dispuestos a digitalizar toda la tramitología empresarial y laboral en sus jurisdicciones?

¿Cómo – y a quién – van a chantajear si se simplifican y digitalizan todos los trámites y permisos? ¿De dónde sacarán la marmaja si se eliminan las colas, y los papeleos, y las firmas, y los sellos, y – por ende – las coimas?

Por eso decía que para “formalizar a los informales” se requiere de la voluntad política… al más alto nivel. ¿Está el Presidente de la República dispuesto a comprarse el pleito de la verdadera lucha contra la corrupción en el Estado? Porque – como también hemos comentado repetidamente en este medio – la gran corrupción en el Estado peruano está ahí abajo… en lo que hemos denominado la costra del quinto nivel. No sólo en los peces gordos. Entonces repito ¿está el Presidente dispuesto a quitarle las gollerías a las autoridades ministeriales, municipales, policiales, y judiciales? ¡Esa es la gran duda!

Tienen – pues – razón los jóvenes peruanos de preocuparse por la informalidad generalizada en nuestro país. Son ellos los paganos… los que sufren las consecuencias de la informalidad. Son ellos los maltratados y chantajeados por nuestras autoridades.

Por ello, hago mía – y agradezco – la expresión de los jóvenes arequipeños: “Los informales no le han fallado al Estado. El Estado le ha fallado a los informales.”  Incluso agregaría… “y le siguen fallando”. Lampadia




Los retos de Amazon

Los retos de Amazon

El desarrollo del comercio electrónico en el mundo se ha intensificado profundamente en los últimos meses a propósito de las cuarentenas impuestas por la pandemia del covid 19. Y este proceso, que tampoco es ajeno a nuestro país, ha gestado la aparición de numerosos emprendimientos digitales que ahora se disputan las cuotas de mercado con las grandes corporaciones que otra dominarán la industria.

Amazon, considerada la compañía de e-commerce más grande de EEUU, no solo enfrenta esta disrupción del rubro sino que además tiene que lidiar con problemas operativos subyacentes a su estructura de capital, además de las constantes críticas provenientes de políticos en torno al desplazamiento de la mano de obra que suscita la automatización del comercio.

Un reciente artículo de The Economist, que compartimos líneas abajo, resume muy bien estos retos a la vez que sugiere qué medidas no debería tomar su CEO y fundador Jeff Bezos para no perder los logros comerciales y financieros que se han acometido por su corporación desde su fundación.

Las reflexiones que hace The Economist en torno al rubro del e-commerce a la luz de lo que enfrenta Amazon deben servir de llamado a las empresas peruanas a una digitalización profunda de sus procesos de comercialización y distribución. Hay mucha incertidumbre respecto de cuánto tiempo más se prolongará la crisis, pero el quiebre que está sufriendo el mundo producto de ella sin duda ya se encuentra generando un cambio en el comportamiento de los consumidores hacia una mayor interacción digital con sus compras. Las empresas que se adecuen más rápido a este cambio serán las que probablemente tengan mayores probabilidades de sobrellevar la crisis y de sobrevivir. Lampadia

El genio de Amazon
La pandemia ha demostrado que Amazon es esencial, pero vulnerable

La visión de Jeff Bezos de un mundo de compras en línea se está haciendo realidad más rápido que nunca. Pero el trabajo de dirigir Amazon no ha sido más fácil

The Economist
18 de junio, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

En el verano de 1995, Jeff Bezos era un flaco obsesivo que trabajaba en un sótano junto a su esposa, empacando libros de bolsillo en cajas. Hoy, 25 años después, es quizás el magnate más importante del siglo XXI: un divorciado desgarrado que financia misiones espaciales y periódicos por diversión, y recibe la adulación de Warren Buffett y el abuso de Donald Trump. Amazon, su firma, ya no es solo un librero, sino un conglomerado digital valorado en 1.3 trillones de dólares que a los consumidores les encanta, a los políticos les encanta odiar, y los inversores y rivales han aprendido a nunca apostar. Ahora, la pandemia ha provocado un aumento digital que muestra cuán importante es Amazon para la vida cotidiana en EEUU y Europa, debido a su papel crucial en el comercio electrónico, la logística y la computación en la nube. En respuesta a la crisis, Bezos dejó de lado sus problemas y volvió a la gestión cotidiana. Superficialmente no podría ser un mejor momento, pero la cuarta empresa más valiosa del mundo enfrenta problemas: un contrato social deteriorado, stress financiero y competencia renovada.

La oleada digital comenzó con la “carga de despensa” en línea a medida que los consumidores ordenaban a granel rollos de inodoro y pasta. Las ventas de Amazon en el primer trimestre aumentaron un 26% interanual. Cuando llegaron los controles de estímulo a mediados de abril, los estadounidenses pusieron en marcha una gama más amplia de productos. Dos rivales, eBay y Costco, dicen que la actividad en línea se aceleró en mayo. Ha habido una lucha para satisfacer la demanda, con Bezos haciendo comprobaciones diarias de inventario una vez más. Amazon contrató a 175,000 empleados, equipó a su gente con guantes y arrendó 12 nuevos aviones de carga, lo que elevó su flota a 82. El fuerte aumento del comercio electrónico es una infraestructura de computación en la nube y sistemas de pagos. Amazon también posee una parte de eso, a través de AWS, su brazo en la nube, que registró un aumento del 33% en las ventas del primer trimestre.

Una pregunta es si la oleada digital disminuirá. Las tiendas están reabriendo, incluso si los clientes tienen que pagar en cajas protegidas por Perspex. Sin embargo, las señales indican que parte del boom durará, ya que ha involucrado no solo a las mismas personas que hacen más de lo mismo. Una nueva cohorte ha comenzado a comprar en línea. En EEUU, los clientes “plateados” de 60 años han creado cuentas de pago digital. Muchos minoristas físicos han sufrido daños fatales. Docenas han incumplido o están al borde, incluidos J. Crew y Neiman Marcus. El año pasado, las acciones de las empresas de almacenamiento, que prosperan en el comercio electrónico, han superado a las de los propietarios de centros comerciales en 48 puntos porcentuales.

Todo esto parece encajar en el guion que Bezos ha escrito a lo largo de los años en sus cartas a los accionistas, que ahora los inversores analizan minuciosamente como las de Buffett. Argumenta que Amazon se encuentra en un círculo perpetuo y virtuoso en el que gasta dinero para ganar cuota de mercado y se expande en industrias adyacentes. De los libros saltó al comercio electrónico, luego abrió sus brazos a la nube y la logística a minoristas externos, convirtiéndolos en grandes negocios nuevos por derecho propio. Los clientes se mantienen fieles gracias a ventajas como Prime, un servicio de suscripción, y Alexa, un asistente de voz. Según esta cuenta, el nuevo aumento digital confirma el aumento inexorable de Amazon. Esa es la vista en Wall Street, donde las acciones de Amazon alcanzaron un máximo histórico el 17 de junio.

Sin embargo, desde su rancho en el oeste de Texas, Bezos tiene que luchar con esos problemas difíciles. Comience con el deteriorado contrato social. Algunas críticas comunes de Amazon son simplemente equivocadas. A diferencia, digamos, Google en la búsqueda, no es un monopolio. El año pasado, Amazon tenía una participación del 40% en el comercio electrónico estadounidense y el 6% de todas las ventas minoristas. Hay poca evidencia de que mate empleos. Los estudios sobre el “efecto Amazon” sugieren que los nuevos trabajos de almacén y entrega compensan la disminución de los asistentes de tienda, y el salario mínimo por hora de la empresa de US$ 15 en EEUU está por encima de la mediana para el comercio minorista.

Pero la estrategia de Amazon implica una gran disrupción creativa en el mercado laboral incluso cuando la economía se tambalea. Además, los brotes virales en sus almacenes han reavivado los temores sobre las condiciones de trabajo: 13 fiscales generales del estado estadounidense han expresado su preocupación. Y el papel de Amazon como un comerciante digital crea conflictos de intereses. ¿Su plataforma, por ejemplo, trata a los vendedores de terceros en igualdad de condiciones con sus propios productos? El Congreso y la UE están investigando esto. ¿Y qué tan cómodas deberían estar otras empresas para entregar sus datos confidenciales a AWS dado que es parte de un conglomerado más grande que compite con ellos?

El segundo problema de Amazon es el gran crecimiento. A medida que Bezos se expandió en una industria tras otra, su empresa pasó de ser un activo ligero a tener un balance más pesado que una fábrica de tractores soviética. Hoy tiene una planta de US$ 104,000 millones, incluidos activos arrendados, no muy lejos de los US$ 119,000 millones de su rival de la vieja economía, Walmart. Como resultado, los retornos que excluyen AWS son insignificantes y la pandemia está reduciendo aún más los márgenes en el comercio electrónico. Bezos dice que la empresa puede llegar a ser más que la suma de sus partes al recolectar datos y vender anuncios y suscripciones. Hasta ahora, los inversores han tomado esto en confianza. Pero los débiles márgenes de comercio electrónico hacen que sea más difícil para Amazon dejar de lado AWS. Esto sacaría a los reguladores de sus espaldas y liberaría AWS, pero privaría a Amazon de la máquina de dinero que financia todo lo demás.

La última preocupación de Bezos es la competencia. Durante mucho tiempo ha dicho que observa a los clientes, no a los competidores, pero debe haber notado cómo la pandemia ha energizado a sus rivales. Las ventas digitales en Walmart, Target y Costco probablemente se duplicaron o más en abril, año tras año. Las empresas digitales independientes están prosperando. Si usted crea un clon bursátil de imitaciones de Amazon, incluidos Shopify, Netflix y UPS, ha superado a Amazon este año. En gran parte del mundo, los competidores regionales gobiernan, no Amazon; entre ellos se encuentran MercadoLibre en América Latina, Jio en India y Shopee en el sudeste asiático. China está dominada por Alibaba, JD.com y nuevos contendientes descarados como Pinduoduo.

La imitación es la forma más sincera de capitalismo

El negocio más admirado del mundo se ve obligado a resolver varios acertijos. Si Amazon aumenta los salarios para aplacar a los políticos en una era populista, perderá su ventaja de bajo costo. Si se desprende de las leyes para complacer a los reguladores, la grupa será financieramente frágil. Y si aumenta los precios para satisfacer a los accionistas, sus nuevos competidores ganarán cuota de mercado. Veinticinco años después, la visión de Bezos de un mundo que compra, mira y lee en línea se está haciendo realidad más rápido que nunca. Pero el trabajo de ejecutar Amazon no se ha vuelto más fácil, incluso si ya no involucra cajas de embalaje. Lampadia




Formalizar a los informales… pero ¿cómo?

Formalizar a los informales… pero ¿cómo?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 12 de junio de 2020
Para Lampadia

Proponer – como proponen muchos – que “hay que formalizar a los informales” es una verdad de Perogrullo. Una tautología. En otras palabras… una estupidez. ¡Claro que hay que formalizar a los informales! La cuestión es ¿cómo?

Espero que no lo tomen a mal, pero proponer “formalizar a los informales” es como aquel letrero colgado en la puerta una tienda de Palencia – España que dice: “Abrimos cuando llegamos, cerramos cuando nos vamos, y si vienes y no estamos, es que no coincidimos”. Así son las perogrulladas.

Bromas aparte… más allá de las implicancias tributarias y laborales, la informalidad hizo fracasar la cuarentena. Obvio. La informalidad – por definición – opera al margen de la legalidad. No acata las disposiciones del Estado. Por ello fracasó la cuarentena. Por otro lado, el programa Reactiva Perú fracasó porque el financiamiento no llegó a los informales. Y así por el estilo.

El problema de la informalidad es muy grave. De su solución depende el bienestar y progreso de millones de peruanos. Por ello hay que tomar al toro por las astas, y resolver este tremendo problema nacional.

Entonces ¡vamos a eso! En primer lugar, hay que simplificar – y digitalizar – muchos trámites burocráticos en todos los estamentos del Estado… municipalidades, ministerios, poder judicial, etc. Incluso, en muchos casos hay que eliminar trámites inútiles. Efectivamente, hay muchos trámites que sólo sirven para que funcionarios corruptos chantajeen a los informales.

Segundo. Hay que bajar la tasa del Impuesto General a las Ventas (IGV). El 18% vigente es muy alto para formalizar a los informales. Un IGV de 10% facilitaría mucho el proceso de formalización. Y no me vengan con que caería la recaudación tributaria. ¡Falso! En economía hemos estudiado – hasta la saciedad – que cuando bajan las tasas tributarias, aumenta la actividad económica, se formaliza la economía, y al final se recauda igual – o incluso más – que con altos niveles de impuestos.

Simultáneamente, hay que reducir – mejor dicho, eliminar – los gastos estatales innecesarios. Al pan, pan; y al vino, vino. El Estado está atiborrado de Richard Swings que cuestan un montón de plata, y lo único que hacen es maltratar y chantajear a la ciudadanía. Y particularmente a los informales.

Tercero. ¡Hay que flexibilizar la legislación laboral! Pongamos en práctica el clamor de miles de pequeños empresarios… incluso de millones de trabajadores; sobre todo jóvenes. Seamos objetivos y pragmáticos… además de sinceros. La Ley General del Trabajo es un fracaso. Si no ¿cómo explicar el 70% – y más – de informalidad laboral en nuestro país? Y todo por las rigideces absurdas de la ley de marras.

¡No a la estabilidad laboral absoluta! La flexibilidad laboral formaliza el empleo, lo multiplica, y mejora las condiciones laborales y remunerativas en favor de los trabajadores. El Régimen Laboral Agrario es una muestra de ello.

Cuarto. Hay que propiciar la bancarización del sector informal mediante líneas de financiamiento a plazos y tasas competitivas. ¿Cómo? Abriendo el mercado local a empresas financieras internacionales especializadas en microfinanzas. Las tasas de interés que cobran los bancos locales a los pequeños empresarios son muy altas. Sobre todo, las tasas por el uso de tarjetas de crédito. Sin embargo, cabe aclarar… ¡Dios nos libre de una ley que ponga topes a las tasas de interés bancarias! Eso sería lo peor. Las tasas bancarias deben bajar como producto de una mucho mayor competencia entre la banca local con instituciones financieras del exterior.

Quinto. Capacitación. El Estado debería propiciar la capacitación técnica y administrativa a todo nivel, a través de instituciones de excelencia como SENATI, TECSUP, y otras similares. Capacitación en todo tipo de disciplinas productivas, comerciales, contables, financieras, informáticas, etc. En síntesis, capacitación en administración de negocios.

Por último – o sea, sexto – disponer de una fracción del IGV como fuente de aportes individuales para las pensiones de los respectivos compradores. En realidad, se trata de una propuesta de Lampadia, y de algunos especialistas en sistemas pensionarios que merece ser implementada. Una propuesta innovadora, justa, súper inclusiva, y claramente formalizadora.

Además de todo lo anterior, el Estado debe propiciar un vasto programa de inversiones en todos los ámbitos de la economía peruana – recursos naturales, industrias manufacturas, servicios y turismo, innovación y creatividad, infraestructura, salud, educación, vivienda, agua y saneamiento, etc. – para generar millones de puestos de trabajo… y mercados formales para pequeños y microempresarios.

¿Cómo formalizar a los informales? Pues ahí está mi propuesta. Lampadia




Contra la informalidad y la corrupción

Contra la informalidad y la corrupción

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

Mi primer trabajo apenas terminé los estudios de ingeniería industrial y de sistemas, fue en una firma consultora internacional. Allí trabajé en proyectos de optimización de procesos operativos y administrativos, en diversos tipos de industria y en diferentes países. Una gran experiencia, ya que tuve la oportunidad de ver muy de cerca cómo se puede mejorar significativamente el servicio interno y externo de las empresas y cómo esto repercute claramente en la satisfacción de sus usuarios (clientes) y por ende en sus resultados económicos.

En esa época recién se comenzaba a utilizar la tecnología y la mayoría de los procesos eran aún manuales. Hoy los procesos manuales son casi inexistentes y la eficiencia de estos depende de la tecnología que se utilice. Esto lamentablemente no es cierto en el sector público de nuestro país, donde a pesar de invertirse en tecnología, los procesos están subordinados a un enjambre de requisitos manuales que no hacen otra cosa que hacerlos muy lentos, ineficientes e irracionales. Además, la interconectividad es casi inexistente. La tristemente célebre tramitología estatal.

Esto se conoce como burocracia, del francés ¨bureau¨ que significa escritorio y del griego ¨krátos¨ que significa poder. La burocracia es el poder detrás de un escritorio y burócrata es quien ejerce a su antojo este poder.

Esta burocracia es la principal causa de dos de los peores males que aquejan a nuestro país: la informalidad y la corrupción.

En el Perú la informalidad es practicada por mas del 70% de la población económicamente activa (PEA). Este excesivamente alto número de personas, no tributan, pero tampoco tienen acceso a los servicios estatales. Por su parte la corrupción existe en todos los frentes y a todo nivel, desde la ¨gran corrupción¨ que involucra a todos los poderes del estado, las autoridades civiles y militares y hasta a los empresarios, hasta la llamada ¨corrupción hormiga¨ que es igualmente maligna y que está enquistada en gran parte de la población, especialmente en los que tienen algún tipo de poder, como los burócratas.

Burocracia es lo contrario a eficiencia y es el común denominador en todos los entes públicos. Estas instituciones, que se deben a la población y que deberían servirla en la forma mas eficiente posible, hacen exactamente lo contrario, generando un tremendo malestar, frustración y pérdida de tiempo. Instituciones como los ministerios, las municipalidades, los entes que ¨imparten justicia¨, las comisarías, entre otros, son claros ejemplos de esta maligna burocracia que erosiona nuestro bienestar.

Esta se genera porque quien la ejerce (el burócrata), no tiene ningún incentivo para hacer su trabajo eficientemente. Por el contrario, al tener el poder de hacerlo lento o mal, se le presentan grandes oportunidades de conseguir ventajas personales: la corrupción. Además, esta ineficiencia, que es creada adrede, genera una exagerada contratación de personal a costa del erario nacional. Se calcula que hay mas de 2 millones de empleados públicos, cuando solo es necesario menos de la mitad. Burocracia, corrupción y desmedido gasto público. ¡La combinación perfecta de un aparato estatal nefasto!

La pregunta es: ¿Hay alguna posibilidad de solucionar o por lo menos mejorar esto? La respuesta es: Si, pero solo si se tiene muy claro el propósito, se le asigna una alta prioridad y se usa adecuadamente la tecnología.

Esto, que suena a imposible, tiene grandes posibilidades de conseguirse en nuestro país, aunque parezca mentira. La razón es que el Perú cuenta con los principales requisitos para enfrentarse a un proyecto de esta naturaleza, como veremos mas adelante. ¿Entonces por qué no lo hemos hecho? La respuesta es muy simple: ¡Porque se le terminaría el negocio a la burocracia y por consiguiente a la corrupción!

¿Se imaginan un estado digital, donde todas las entidades públicas estén interconectadas para darle el mejor y mas rápido servicio a todos los ciudadanos? Esto incluiría, no solo los entes que emiten permisos y licencias, sino también los que imparten justicia, salud, educación, seguridad, entre otros. Además, los trámites se harían desde casa y sin papelería. Esto en nuestro país, no solo serviría para eliminar la tramitología y mejorar la eficiencia y el servicio a los ciudadanos, sino que reduciría drásticamente la informalidad y la corrupción. ¡Eso sería lo verdaderamente trascendente!

Esto que parece un propósito imposible, no lo es. Sino miremos el caso de Estonia, un país que se independizó de la Unión Soviética a comienzos de la década de los 90s. Ellos enfocaron en un claro propósito: Convertirse en un país digital, para servir mejor a sus ciudadanos. Hoy, algunos años después, es el país más digital del mundo. El proyecto denominado e-ESTONIA, ha logrado que el 99% de los procesos estatales estén digitalizados e interconectados. Además de estos casi tres mil procesos, se incluyen frentes como salud, educación, finanzas, impuestos y hasta los procesos electorales. Como podrán imaginarse, la burocracia es inexistente y los ciudadanos están muy satisfechos con los servicios que les brinda su estado. ¡Como debe ser!

Un ejemplo puntual, pero que en el Perú serviría muchísimo para reducir la informalidad, es la creación formal de nuevas empresas, incluyendo todas las licencias y permisos necesarios. A través de e-Estonia, este proceso toma menos de una hora y se hace desde casa.

e-Estonia tiene un claro propósito: Conseguir la satisfacción de sus ciudadanos, brindando servicios estatales eficientes y libres de molestias. Para esto tiene un plan nacional centralizado, que es transversal a todos los sectores y empresas estatales y que es dirigido por un CDO (Chief Digital Officer), con rango de ministro de estado.

Según la experiencia de e-Estonia, lo que mas les costo para la implementación, fue conseguir que la mayoría de la población contara con una ¨llave¨, o sea la tarjeta única de identidad. Esto lo consiguieron, poco a poco y actualmente ya cuentan con mas del 98% de sus ciudadanos con llave. La buena noticia, es que en el Perú ya se cuenta con este requisito fundamental, ya que la Reniec ha conseguido que mas del 99% de los peruanos contemos con nuestro DNI. ¡Gran logro!

Otros requisitos importantes son la cantidad de celulares y la conectividad. En el tema de dispositivos estamos bastante bien, ya que en el Perú hay mas de 40 millones de celulares y mas de 25 millones de conexiones de internet. En cuanto a la conectividad, el proyecto de la Red Dorsal de Fibra Óptica está media trabada y requiere de decisiones estatales (¿Les suena conocido el tema?), pero existen líneas privadas de buen nivel. Además, el tema de 5G esta en la puerta y podría ser una gran oportunidad para ser pioneros en la región. Otro tema que está a favor es que en el Perú existe muy buen talento en el frente de tecnología y sistemas, por lo que no sería complicado armar buenos equipos, para que trabajen en este proyecto. Además, podrían crearse incentivos tributarios o similares, para que las universidades y/o los consultores de tecnología dediquen equipos a determinados proyectos, del Plan Nacional de Digitalización (e-PERÚ).

Como vemos, si tenemos muchos de los requisitos para poderlo hacer, solo falta la voluntad del gobierno y las agallas para enfrentar a los que harán la guerra para que esto no prospere: La burocracia y la corrupción.

En las próximas elecciones, hay que fijarnos en los planes que tengan los candidatos en este frente. Para mi está claro que quien no tenga el tema de digitalización del Estado (e-PERÚ), como un objetivo central, es porque quiere que siga reinando la burocracia y, por ende, la informalidad y la corrupción. Lampadia