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Pedro Francke, el ilusionista

Pedro Francke, el ilusionista

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

En artículo publicado en El Comercio, el ministro de Economía, Pedro Francke, se muestra entusiasmado por el crecimiento de 13% del año pasado, superior a lo previsto, y lo atribuye no solo al “rebote esperado tras un año de pandemia”, sino a “las medidas tomadas para reactivar la economía” por el gobierno de Pedro Castillo.

Sin duda debemos alegrarnos de haber recuperado y superado los niveles de producción prepandemia. El problema es que ese dinamismo es producto de factores extraños a la política del gobierno, que más bien está haciendo todos los esfuerzos por apagar esa recuperación, lo que ya se manifiesta en la declinación de los últimos meses, como vamos a ver. 

Hemos crecido más de lo esperado debido a los programas Reactiva del 2020 y parte del 2021, y a los precios de los minerales, un formidable viento de cola que ha ayudado a generar ingresos fiscales y ha irrigado diversas actividades en el país. Pero, pese a ello, las expectativas se han vuelto negativas debido al desastre gubernamental y a la incertidumbre respecto del futuro del país. 

Apunta Francke, como prueba dura de su tesis, que la inversión privada creció 13% por encima del 2019. Es verdad, pero, como decimos, las expectativas empresariales eran positivas hasta abril o mayo del año pasado, y expectativas positivas se reflejan en inversión seis meses después. Por eso es que ya en octubre la inversión privada empieza a encogerse (ver cuadro) y el IPE proyecta que el 2022 será negativa en -9%. 

 

Elaboración: IPE

 

Este repliegue de la inversión privada se expresa en una caída del ingreso promedio de la población de Lima Metropolitana respecto del 2019, luego de que se venía recuperando. Lo podemos ver en el siguiente cuadro:

 

Fuente: INEI. Elaboración propia

 

Estas cifras incluyen el sector informal, donde la caída es aun mayor y la distancia respecto del 2019 muy grande. Los ingresos de los informales están muy lejos de recuperarse. Son los más golpeados:

 

Fuente: IPE

 

Pero aun en el sector formal se observa ingresos decrecientes en los últimos meses: 

 

Fuente: BCRP, / Planilla Electrónica

 

Al mismo tiempo que, para desaliento y desesperanza del pueblo, los ingresos vuelven a caer, la inflación bate récords. Con 6.4% el 2021, es la más alta de los últimos 13 años, y más alta aun para los estratos de menores ingresos y para varias ciudades del interior. 

  • Parte importante de la inflación ha sido generada por la incertidumbre política, que disparó el dólar. 

  • En lugar de eliminar esa incertidumbre para aplacar la subida de precios y reactivar la inversión, sin costo alguno para el Estado, el ministro Francke ofreció el bono Yanapay para atenuar sus efectos, 

  • Para lo que tuvo ampliar el presupuesto mediante decretos de urgencia, atentando contra la institucionalidad fiscal, tal como ha sancionado el Consejo Fiscal. 

  • Y ha convalidado en la ley de Presupuesto incrementos salariales de los estatales mediante negociación colectiva, sin control del MEF. Una bomba de tiempo fiscal.  

Francke ofrece una prueba más de la causa eficiente de sus políticas: “…el alto nivel de inversión pública, que superó los 39 mil millones de soles, creciendo 38% y superando en más de 6 mil millones de soles al anterior récord del 2018”. Si, pero lo que no dice es que ese resultado se gestó en los meses anteriores al gobierno de Castillo. Como podemos ver en el siguiente cuadro publicado por Gestión, en los tres últimos meses del año el crecimiento de la inversión pública ha sido negativo. 

 

 

Preocupa, entonces, la capacidad de auto engaño del ministro Francke. Aunque es difícil pensar que no conozca estas cifras. No sería auto engaño, sino engaño a secas. Quiere persuadirnos de que estamos avanzando a toda vela y asegura que vamos a crecer este año aceleradamente gracias a que van a “insistir en promover la inversión privada”, lo que estaría muy bien. Pero, ¿cómo? Con “soluciones dialogadas” en Las Bambas -luego de haber permitido un bloqueo extorsivo que durara 36 días y que podría reanudarse a partir del 18 de este mes-, y con “mesas ejecutivas”, para activar nuevos motores en la economía y destrabar sectores clave.

Lo de las mesas ejecutivas es muy positivo,  y ojalá funcione eficientemente. Pero la mejor política económica para reactivar la inversión y volver a crecer a tasas altas, amainar los precios, generar empleo y subir ingresos, es sencillamente eliminar, repetimos, la incertidumbre política. Para ello bastaría con que el presidente Castillo promulgue la ley que reafirma el artículo 206 de la Constitución, que indicaría que abandona la idea de la asamblea constituyente, y nombre ministros capaces en las carteras clave. Comenzando por Energía y Minas. 

Pero, me temo, ese sería otro gobierno. Lampadia




“En el plan de PL no hay propuestas sino amenazas”

“En el plan de PL no hay propuestas sino amenazas”

El Tiempo, El Diario de Piura
Redacción El Tiempo
20 de mayo 2021

El expresidente de IPAE Pablo Bustamante, sostiene que el plan de gobierno de Perú Libre solo generará mayor pobreza en el país y que nos alejaría del mercado global.

Para el economista, el mayor problema del plan de Gobierno de Perú Libre es que no hay propuestas por debatir sino solo amenazas a las cuales enfrentar. La paralización de las importaciones y el no pago de la deuda externa, son ideas, agrega que nos alejarían de la comunidad internacional.

¿Cuál es el peligro en el plan de gobierno de Pedro Castillo?

Lo peor de la izquierda es que ellos no tienen propuestas, lo que tienen son amenazas de que van a imponer sus ideas de la Asamblea Constituyente, de una u otra forma, van a imponer cambios en el régimen económico como les dé la gana. Por supuesto van a imponer su filosofía marxista en la educación, el manejo de la salud y la economía. El mayor peligro de estos es que ellos no proponen, sino que amenazan con imponer.

¿Cuál es el riesgo de cerrar las puertas a las importaciones?

Necesitamos una economía abierta. Si se prohíben las importaciones, nos van a prohibir exportar a otros países o nos van a poner aranceles. El mejor ejemplo de lo que necesitamos hacer es de la agroexportación. En la agricultura peruana hay 3 millones de campesinos y si ellos produjeran solo para el mercado interno, como proponen las izquierdas con estas teorías del post extractivismo, que esos tres millones de agricultores tendrían que producir para 27 millones de consumidores que hay en el Perú. Es decir, nueve estómagos por cada campesino por cada día. Eso es insuficiente para salir de la pobreza.

¿Entonces qué es lo mejor?

En cambio, con los Tratados de Libres Comercio (TLC) podemos ir accediendo a mercados de 2 mil 700 millones de personas con lo cual nuestros campesinos pueden pasar paulatinamente a ser prósperos como los campesinos franceses. El Perú como país chico solo puede traer y crear riqueza desde el exterior ya sea exportando nuestros productos o trayendo turistas. Esa es la principal fuente para el crecimiento del Perú y por lo tanto para la reducción de la pobreza y desigualdad. Prohibir o limitar las exportaciones es entrar en el camino de retirarnos del mundo global. Esa autarquía propuesta por esta gente es absolutamente destructiva y empobrecedora.

¿Cuáles son las cifras de pobreza en Venezuela?

En Venezuela el 96% son pobres y el 79% son pobres extremos. Esto quiere decir que ha desaparecido la clase media y solo hay pobres y 4% de ricos. Los ricos son el comando del gobierno, los militares y los narcotraficantes. Todos los demás son miserables. Acaban de poner a Venezuela en un ranking como uno de los países más miserables del mundo.

¿El equipo técnico es una garantía de moderación al discurso radical?

No para nada. En el Perú no hay izquierdas modernas como las hay en Europa o en Nueva Zelanda que transformó un país pobre en un país rico. Este equipo es una comparsa solamente. Modesto Montoya de forma constante pide un ministerio de Ciencia y Tecnología, lo cual sería un gran error porque los ministerios tienen una tremenda inestabilidad política y se cambia de ministros a cada rato y entonces no se puede hacer una labor de largo plazo.

¿Por qué no es viable el dejar de pagar la deuda externa?

Tenemos poca deuda externa y somos un país solvente gracias a la labor del sector privado desde hace 30 años. Lamentablemente, el Estado ha sido muy insuficiente para manejar la educación, la salud y la infraestructura, pero empezar a hacer estas distinciones entre deuda externa e interna es llevarnos al ostracismo y alejarnos de todo el mundo para convertirnos en lo que es Venezuela, un país de pobres. Si saliera Castillo, van a destruir a la clase media y van a empobrecer más a los pobres y solo quedarán unos cuantos ricos, ellos y sus amigos.

¿Cuál es el riesgo de revisar los contratos mineros?

Exportar un polo de algodón que se vende en 80 dólares, genera que se quede en el país unos 8 dólares, es decir el 10%. Si exportamos una palta de las agroexportaciones, que es un desarrollo maravilloso y nuevo, se vende en un supermercado inglés a 2.5 libras esterlinas. En el país queda el 60%, pero si exportamos concentrados de cobre a la China en el país se queda el 86%. Esto quiere decir que la minería tiene alto valor agregado y es el sector que más rápido puede producir riqueza para el país y además se multiplica con su desarrollo en otros sectores. Ya estamos exportando maquinaria minera, pesquera y agrícola, gracias al desarrollo de estos tres sectores.

¿Es viable el rol de Estado empresario para el sector extractivo?

Todas son experiencias negativas y no solo en el sector extractivo sino también en la industria y el turismo. Hay que recordar que Velasco prohibió la inversión privada en la agricultura, la minería y en la pesca. Todas esas empresas estaban quebradas y fueron un desastre, y originaron la hiperinflación en buena medida, lo cual mató de pobreza a los servidores públicos. El Estado no puede siquiera cumplir con sus obligaciones principales en Educación, Salud, Infraestructura y Seguridad. Ni siquiera con eso pueden y ¿quieren asumir otras funciones?

¿Qué piensa de la propuesta de Castillo de asignar el 10% del PBI para el sector educación?
En Educación se viene repitiendo que invertimos poco. En países que tienen un buen nivel de inversión, tienen más o menos el 6% de PBI, mientras que en el país se dice que solo tiene 3%. Esto no es verdad. En el país, el sector privado invierte otro 3 o 4% en educación. Entonces en el país se invierte más del 7% del PBI en Educación. Eso gracias a que el sector privado ha entrado a suplir lo que el Estado no podía cubrir. En la última medición de la prueba PISA, separaron la medición de los colegios públicos de los colegios privados. El resultado: que los colegios públicos tienen muy mala calidad y los privados en conjunto tiene una mejor calidad que nos ponía en la mejor parte del ranking de América Latina en calidad.

¿Qué reflexión haría para el electorado con miras a los comicios del mes de junio, en segunda vuelta?

Solo les diría una cosa. Todos estamos muy afectados por la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica, social, pérdida de empleo y política. Estamos muy turbados y el corto plazo nos hace ver todo negativo. Hemos perdido la esperanza y la confianza en el futuro. Lo único que pediría es que piensen que el Perú es mucho más que su coyuntura actual. Estamos en una trampa, pero vamos a salir. Pensemos en función de la visión de largo plazo que tenemos para el país. No vayamos a votar embargados por esta situación de crisis que nubla nuestro criterio. Lampadia




Más DEUDA y mal GASTO PÚBLICO

Más DEUDA y mal GASTO PÚBLICO

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia, desde el Cusco

A finales de noviembre el gobierno ha hecho gala de la exitosa colocación de bonos por 10,200 millones de soles y en la primera semana de diciembre, en el encuentro con gobernadores regionales, ha quedado en evidencia la poca capacidad de gasto de las regiones y la flexibilidad del gobierno en materia presupuestal. Han quedado, por lo tanto, sobre la mesa, dos temas sobre los cuales es necesaria una reflexión en una perspectiva distinta: DEUDA Y GASTO PÚBLICO.

Según el MEF[i], la deuda pública en MILLONES DE DÓLARES, al 30.09.2019 (sin considerar la exitosa emisión de noviembre) es la siguiente:

El principal de esa deuda equivale a 51,197 MILLONES DE EUROS, cerca de 1,317 MILLONES DE EUROS más que el año 2018 y cerca del doble de la deuda pública del período comprendido entre los años 2009 y 2000, que se mantuvo por debajo de los 26,000 MILLONES DE EUROS.[ii]

La consecuencia de este crecimiento de la DEUDA PÚBLICA peruana es que a su vez la DEUDA PÚBLICA PERCÁPITA (es decir lo que debe cada habitante) ha pasado de 943 € /habitante del año 2,000 a 1,559 € /habitante en el año 2018, según las cifras disponibles a la fecha, pese a que la deuda ya no representa el 44,91% del PBI como era en el año 2000, sino únicamente el 26,15% del PBI el año 2018. Muy lejos quedó el record del año 2008, donde la deuda percápita era de apenas 803€ /habitante. Dicho de otro modo, la deuda que carga en su espalda cada peruano, es casi el doble de la deuda que cargábamos el 2008.

La pregunta que cae de madura es la siguiente. ¿Por qué debemos cada vez más?

Aquí algunas respuestas muy simples, que pueden estar sujetas a aclaraciones, precisiones y correcciones, pero sirven para la reflexión que les planteamos:

  • La primera es obvia, porque el estado peruano se presta más dinero del exterior y de sus ciudadanos.
  • La segunda respuesta fluye de ver las diminutas cifras del rubro ‘DEUDA ATENDIDA’ desde el año 2009 a la fecha: estamos pagando poca deuda, buena parte de los pagos se van a intereses y en el caso de la deuda externa, otra parte se van a comisiones. Veamos el cuadro siguiente:

  • La tercera respuesta tiene que ver con el gasto del Estado. El estado gasta cada vez más y por ende, necesita más crédito. Estamos gastando dinero prestado.
  • Si a esto le agregamos que el país, cada vez produce menos (caída del crecimiento del PBI) y por ende tiene menos impuestos y recaudación, tendremos que no existen fuentes sanas de recursos para el gasto y por ello se sigue recurriendo a la deuda pública.

En este contexto de MÁS DEUDA, resulta cuestionable el pobre nivel de ejecución presupuestal del Estado peruano (sin ingresar en el análisis a la calidad del gasto público que es un tema más serio todavía). Solamente sobre la base de los montos presupuestados, según la misma fuente del MEF[iii], al 19 de diciembre de 2019, el AVANCE en la ejecución del presupuesto es del 78,1% a nivel nacional. En los gobiernos regionales el avance es del 78,5 % y en los gobiernos locales solamente del 64,3 %. En términos monetarios quiere decir que sobre el presupuesto institucional modificado (PIM) del año 2019 hay sin ejecutar cerca de 41,669 millones de soles, equivalentes a 11,201 MILLONES DE EUROS, que serán gastadas de manera precipitada, cuando no irresponsable en lo que resta del año. ¿No sería este el momento para pensar en destinar estos recursos a un objetivo más sano para la economía como reducir la deuda pública?

Creo que este es un debate que debe abrirse a pesar de la oposición de autoridades locales, regionales, burócratas o contratistas con el estado. La combinación entre MÁS DEUDA Y MAL GASTO es una combinación letal para el futuro del país y es necesaria una reflexión por encima de los lugares comunes que se manejan sobre esta materia.

Si, con esta medida se quisiera además alentar el consumo, se haría muy bien en destinar una parte significativa de estos recursos, provenientes de la incapacidad de gasto del estado, al pago de la deuda interna a maestros, jubilados, trabajadores estatales, acreedores al estado, expropiados de reforma agraria, acreedores indemnizatorios del estado y otros, que destinarán un alto porcentaje de estos ingresos al consumo y/o inversión local.

El gobierno, que ha hecho gala en el último GORE REGIONAL de su capacidad de ‘chocolatear’[iv] los presupuestos regionales para permitir que gasten más los gobiernos regionales, bien podría dictar una medida similar para que los recursos no utilizados y no comprometidos, se destinen a reducir la deuda pública peruana, en lugar de que se destinen a adquisiciones improductivas o queden en manos de la corrupción estatal.

Si no enfrentamos este serio problema, la DEUDA PERCAPITA seguirá creciendo y los jóvenes deberán soportar y pagar con su trabajo e impuestos en el futuro, una DEUDA PERCAPITA que al paso que vamos, superará fácilmente los 2,000 € / habitante. Si hay algo por lo cual debieran protestar los jóvenes, debería ser por esto y pedir MENOS DEUDA Y MENOR Y MEJOR GASTO PÚBLICO. La combinación actual de MÁS DEUDA Y MÁS Y MAL GASTO PÚBLICO es insana para el futuro del país.

[iii] http://apps5.mineco.gob.pe  ejecución preupuestal

[iv] Frase utilizada por el presidente Vizcarra para explicar la autorización dada a gobiernos regionales para utilizar recursos presupuestados para un fin en obras, proyectos o fines diferentes.




A la Constitución del 93 le falta aire

EDITORIAL DE LAMPADIA

Tenemos una constitución que permitió transformar al Perú del status de un ‘País Fallido’ en 1990, a una ‘Estrella Internacional’ el 2011.

  • El PBI pasó de S/. 83,760 a S/. 473,049 (millones de Nuevos Soles a precios constantes de 1994)
  • El PBI per cápita pasó de US$ 968 a US$ 6,009
  • La pobreza bajó de 58.7% a 27.8%
  • Bajó la desigualdad
  • La inversión llegó a US$ 55,000 millones anuales (25% del PBI)
  • La inversión, el empleo y los ingresos crecían más en las regiones que en Lima
  • El crecimiento de los ingresos rurales pasó de 1.4% anual (mantenido durante 100 años), a 7.2% anual
  • Se formó una clase media emergente del 40% de la población
  • Pasamos de ser financieramente inelegibles a tener grado de inversión
  • El Estado pasó de recaudar 3.8% del PBI (de un PBI diminuto), a captar unos 21% de ingresos generales
  • La inflación (1980 – 1989) paso de un promedio de 1,187% a 2.5% (2002 – 2011)
  • De vivir en déficit fiscal, pasamos a gozar de importantes superávits
  • La deuda pública pasó de 60.8% del PBI a 11.2%
  • La mortalidad infantil cayó de 75 por 1,000 a 18 por 1,000
  • La desnutrición infantil cayó de 40% a 15%
  • La esperanza de vida pasó de 65 a 73 años
  • El deseo de migrar de los peruanos cayó de 71% a 39%

Pues ahora casi no invertimos, ni crecemos, aumenta la pobreza, tenemos déficit fiscal, se abulta la deuda externa, no generamos empleo formal, los jóvenes piensan en irse, y la frustración y pérdida de confianza en el futuro marcan nuestras vidas.

Increíble, ¿no? ¡Ya nos hemos olvidado de lo bien que nos puede ir!

Pero ¿qué pasó con nuestra potente Constitución del 93?

  • Que ya casi no puede respirar. La cantidad y calidad de leyes, normas y regulaciones que le han puesto encima; y la actitud y limitaciones de la burocracia del Estado; le quitan toda su potencia, su capacidad de promover el crecimiento, la inversión y el empleo.

Si la implicancia de esto fuera solo un tema de debilitamiento de la macroeconomía, tal vez podríamos tolerarlo de alguna manera. Pero si su incidencia se da en el crecimiento de la pobreza y la incapacidad de generar empleo; siendo el Perú un país pletórico en recursos; esto es una barbaridad, un ‘Crimen de Lesa Constitución’, un costo social de características criminales.

Hace siete años, el 2011, cambió la tonada con la que construíamos futuro. PPK no fue capaz de hacer ninguna corrección, solo empeoró las cosas. Y ahora, con el presidente Vizcarra, que inicialmente generó esperanzas de un mejor gobierno, hemos perdido gobernanza1, hemos entrado a un ciclo de confrontación política y falta de liderazgo.

1Gobernanza: Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Real Academia de la Lengua

Después de todo el daño hecho, el Ejecutivo y especialmente el Congreso, insisten en generar más normas desencaminadas y paralizantes de la salud de la nación, como, por ejemplo:

  • El DL 1422, la norma anti elusiva que alienta la discrecionalidad fiscal y malogra el clima de inversión
  • El DL 1424, que pretende limitar el nivel de endeudamiento de las empresas, generando una sobre carga fiscal
  • Una apurada ley de control de fusiones y adquisiciones
  • La nivelación de pensiones militares y policías que erosiona el fisco
  • La ley de negociación colectiva para el sector público, que amenaza la posición del fisco
  • Los intentos de reconvertir Agrobanco, sin tomar en cuenta sus costos
  • El mantenimiento de una rigidez laboral destructora del empleo, que está entre las más rígidas del planeta
  • La destrucción del sistema pensionario con el retiro del 95.5% de los fondos, la flexibilización de retiros y los intentos de reducir la edad de jubilación, cuando crece la esperanza de vida, olvidando más bien la necesidad de ampliar la cobertura del sistema a los trabajadores independientes

Peor aún, todas las izquierdas y sus socios de las ONGs se multiplican en los medios planteando el cambio de constitución. Pero no quieren liberar a la Constitución del 93 de su sobre carga, no, quieren otra constitución que asuma en su letra, lo contrario del espíritu de nuestra maniatada Constitución 93: un Estado empresario, el debilitamiento de la inversión privada, el empoderamiento del burócrata público, el alejamiento del comercio internacional y la entronización del funcionario público como una suerte de Dios repartidor.

¡No señor! Nuestra Constitución 93 ha probado ser excelente para todo lo importante. Salvémosla de la asfixia a la que está sometida y vamos invertir, crecer y crear más empleo. Lampadia

Ver también:




Endeudamiento global llega a máximos históricos

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo está inmerso en un monto récord de deuda que llega al 225% del PBI global, 152 millones de millones de dólares (trillones en la nomenclatura de EEUU). Dos terceras partes del total, o unos US$ 100 MM (trillones), corresponde al endeudamiento del sector privado.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

La deuda global, tanto pública como privada, alcanzó el 225% de la producción económica global el año pasado, comparado con el 200% en el 2002, señaló el FMI en su nuevo reporte Monitor Fiscal (ver en Lampadia en la sección Documentos).

Aunque los perfiles de deuda varían entre países, el reporte indica que la magnitud del endeudamiento podría establecer el escenario para un desapalancamiento privado sin precedentes que podría frustrar una recuperación económica aún frágil. “El excesivo nivel de endeudamiento privado es un importante obstáculo para la recuperación global y un riesgo para la estabilidad financiera”, dijo en conferencia de prensa el director de asuntos fiscales del FMI, Vitor Gaspar. “Las recesiones de origen financiero son más largas y profundas que las recesiones normales”, agregó.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

El informe menciona que mientras Estados Unidos se ha desendeudado desde la crisis financiera 2008-2009, especialmente en el caso de las familias y de las empresas, el crecimiento de la deuda privada en China y Brasil es una preocupación importante, alimentada en parte por una larga época de tasas de interés bajas.

Además, el World Economic Outlook, otro informe publicado recientemente por el FMI, habla de las contradicciones económicas subyacentes que vienen alimentando toda una serie de crisis económicas. Estas incluyen la desaceleración del comercio mundial y el aumento de medidas proteccionistas, la disputa entre EEUU y la Unión Europea (UE) sobre el pago de impuestos por parte de Apple, la decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos de imponer una multa de US$ 14 mil millones a Deutsche Bank, la ruptura de las conversaciones patrocinadas por EEUU en torno a la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (Transatlantic Trade and Investment Partnership), y las acusaciones de políticos en Berlín de que EEUU está peleando una “guerra económica”.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

Por su lado, la directora del FMI, Christine Lagarde, está exhortando a que los gobiernos de los  países que integran el organismo y tienen “espacio fiscal”, es decir la capacidad de prestar y gastar más de manera sostenible, lo hagan para apuntalar un crecimiento persistentemente débil.

El contexto actual presenta retos importantes para las finanzas públicas de las economías de la región, especialmente las exportadoras de materias primas. Ante ello, el FMI recomienda que estas economías continúen implementando ordenadamente la consolidación de sus cuentas fiscales de manera que les permita mantener niveles bajos de deuda y preservar los márgenes de maniobra fiscal ante choques externos adversos, sin comprometer los niveles de inversión pública. Agrega que, en las economías con niveles relativamente bajos de deuda, la prioridad de política debe centrarse en reconstituir el espacio fiscal gradualmente, mientras que para los países más endeudados sugiere profundizar la consolidación fiscal.

El caso del Perú

Cabe señalar que la situación fiscal de la economía peruana es similar a la de los países de la región. El Perú registrará uno de los menores niveles de deuda pública entre economías emergentes y economías con similar calificación crediticia. Nuestra deuda pública bruta se ubicará muy por debajo de la mediana de países con calificación crediticia BBB+/A3 (52.7% del PBI), y de nuestros socios de la Alianza del Pacífico (43.3% del PBI). Por su parte, la deuda neta del Perú (restando los activos financieros) será de 9.2% del PBI este año  y se estima que al 2019 alcanzará el 15% del PBI, lo que refleja la solidez de las finanzas públicas.

Fuente: MMM Revisado 2017-2019
Fuente: MMM Revisado 2017-2019

En el Perú, tenemos un manejo fiscal prudente pues la deuda pública no supere el 27.0% del PBI al 2021. Para el año 2016, la proyección de la deuda pública alcanzará el 25.6% del PBI y para el periodo 2017-2019, la proyección de la deuda pública se estabilizará en alrededor de 27% del PBI, según el MMM Revisado 2017-2019.

En general, hemos tenido por muchos años un manejo bastante prudente de las cuentas fiscales. Lo que debería preocuparnos, no es tanto el nivel actual de deuda, sino la tendencia de deterioro acelerado del déficit fiscal (durante el primer trimestre se ubicó en 2.9% del PBI, mayor al 2.1 % registrado en 2015) y que a junio pasado llegó a 3.2% reflejando parte de la irresponsable fiesta con la que terminó su gobierno el nacionalismo. A diferencia de lo que esperaba el nuevo gobierno, la restricción fiscal marcará los límites de manejo del MEF, que ya a tenido que establecer normas restrictivas que permitan llegar a un cierre de año con 3% de déficit. En Lampadia hemos hecho un análisis al respecto: El déficit fiscal y la deuda pública regresan al podio.

Fuente: BCRP  Elaboración: Lampadia

Más allá del desmanejo del último gobierno, nuestra reducida deuda se debe a los efectos virtuosos de la apertura económica y comercial, la disciplina fiscal, las reformas de primera de generación y el nuevo marco constitucional de 1993, que permitieron el regreso de la inversión privada a todas las áreas de la economía haciendo que nuestro PBI se multiplicara casi siete veces desde 1990, reduciendo así el peso de la deuda. Todo esto se tradujo también en la disminución del servicio de deuda, pasando de 22% al 8% del presupuesto público en los últimos diez años. (Ver: De desahuciados a vigorosos).

El sombrío panorama que presenta el FMI sobre el sobreendeudamiento global plantea un mayor riesgo de nuevas crisis y menor capacidad de enfrentarlas. En este contexto, es altamente relevante preguntarse: ¿qué tan fuerte se encuentra la economía peruana para resistir nuevos shocks internacionales? Según Liliana Rojas-Suarez, “la capacidad de una economía de resistir el impacto de un shock externo adverso (la primera dimensión de fortaleza) depende de su posición externa previa al shock… Perú se encuentra entre los países emergentes más fuertes para enfrentar shocks externos y podrá manejar nuevas turbulencias internacionales sin que se produzca una crisis económica o financiera. Sin embargo, su fortaleza ha venido disminuyendo en los últimos años debido a restricciones internas de la economía y esto debe considerarse como una señal de alerta para las autoridades peruanas.” Ver en Lampadia: La importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Esto se debe a que, aunque el ratio de deuda externa (pública y privada) ha aumentado, las reservas internacionales vienen funcionando como una ‘muralla’ contra shocks externos. La solidez de la balanza de pagos ante eventos negativos en la economía mundial se puede evaluar considerando la posición de las reservas internacionales en relación al saldo de los adeudados externos de corto plazo o a la suma de estos pasivos con el déficit en cuenta corriente. En estos indicadores, la economía peruana cuenta con niveles de respaldo elevados a nivel de la región que se fueron construyendo de manera preventiva en el periodo de influjos de capitales y de altos precios de commodities. Esto significa que Perú puede satisfacer sus necesidades de financiamiento de corto plazo, aún en situación de crisis, lo que le da solidez a su calificación crediticia. 

Fuente: Reporte de Inflación, setiembre 2016
Fuente: Reporte de Inflación, setiembre 2016

Uno de los temas de debate es el referido a la utilización de las reservas fiscales para el impulso de la economía. El Perú tiene colchones fiscales muy importantes que llegan a unos 15 puntos porcentuales sobre el PBI. Además, nuestro nivel de deuda pública es de solo 25.6% del PBI, un nivel sustancialmente bajo en términos históricos y en relación a los indicadores internacionales. Debemos aprovechar este espacio fiscal que tenemos para apuntalar nuestro crecimiento y desarrollo para el beneficio de todos los peruanos, pero esto tiene que hacerse en un escenario de reducción del déficit fiscal y priorizando debidamente la inversión pública. Por ejemplo, es muy lamentable que hoy se tenga que concluir que estamos enganchados en la inversión en la refinería de Talara y que su costo llegará a US$ 6,000 millones (incluyendo IGV). Algo que nunca debió suceder, un proyecto que jamás debió acometerse.

Pero en este análisis no podemos dejar de mencionar que la cura a todas estas restricciones fiscales está en el crecimiento de la economía, que debiera ser la prioridad del gobierno, pues solo con un crecimiento de 7 a 8% anual podemos emprender la tarea de superar la pobreza y darle a nuestra población el estándar de vida que necesitan. Sin embargo, las señales del gobierno en el manejo de la crisis de Las Bambas, no muestran la claridad de objetivos, capacidad de comunicación y el liderazgo político que piden los tiempos y los albores de un gobierno que debería marcar un contraste notorio con la ensalada ideológica que paró la economía peruana en los últimos cinco años. Lampadia

Ver gráficos adicionales:

Fuente: McKinsey Global Institute
Fuente: McKinsey Global Institute



La intolerable agonía de Venezuela

La intolerable agonía de Venezuela

Un artículo publicado en The Economist analiza la situación del país gobernado por el régimen de Nicolás Maduro. A pesar de todo, advierte una luz: la reciente victoria de la oposición en las parlamentarias. “La victoria electoral de la oposición en diciembre mostró que la democracia está todavía viva”, concluye tras enumerar la cantidad de problemas que afectan a la población.

The Economist, al igual que Ricardo Hausmann en su artículo: Podría ser demasiado tarde para evitar la catástrofe en Venezuela, resaltó que el “auge” mundial del petróleo, que gozó Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y a principios del de Nicolás Maduro terminó y que ha golpeado fuertemente al país que depende en un 95% de los ingresos petroleros. (Ese sí es un país primario exportador).

Como hemos publicado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se enfrenta Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo.

Esta lastimosa experiencia, de un querido país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ y, según los resultados, a entronizar un odioso nivel de corrupción. No podemos dejar de preguntarnos cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su obsoleta ideología, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, o el peor, gobierno de la historia latinoamericana. Veamos el reporte de The Economist. 

Venezuela se encuentra al borde de una crisis humanitaria (El Nuevo Herald)

Una guía política y económica (The Economist)

Publicado por The Economist

19 de enero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

De todas las palabras críticas utilizadas para describir el estado del país que gobierna Nicolás Maduro, “desastre” es la que menos le gusta al presidente de Venezuela. Tal vez porque es muy acertada. Bajo su mandato, la nación ha entrado en una fuerte caída. Maduro ha restringido la publicación de cifras económicas oficiales. Aquellas que se han divulgado confirman que el 2015 fue un año muy malo. Y el 2016 será peor.

El boom del petróleo mundial, que le proporcionó a Hugo Chávez (el predecesor populista de Maduro), el dinero para solventar a los pobres de Venezuela, ha terminado. Maduro no ha logrado convencer a los votantes de que es un digno heredero. En las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre 2015, la oposición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó dos tercios de los asientos, la primera vez que la oposición ha ganado una elección nacional desde que Chávez llegó al poder en 1999. El índice de aprobación de Maduro está cerca del 20 %. La nueva Asamblea Nacional está enfrascada en una lucha de poder con el régimen. El Tribunal Supremo de Venezuela, que se puede considerar como gobiernista, ha dictaminado que tres diputados de la oposición no pueden juramentar, privando a la MUD de su “súper mayoría”, [necesaria para imponer sus decisiones más importantes].

El precio del petróleo, que proporciona el 95% de los ingresos de divisas de Venezuela, ha dictado durante mucho tiempo la popularidad de sus líderes. Los ingresos del gobierno provenientes del petróleo en el año a noviembre de 2015 representaban dos tercios menos que durante el mismo período del año anterior. El precio del petróleo ha caído aún más desde entonces. Con menos dinero entrante y una demanda de importaciones aún fuerte, el valor de las reservas de divisas de Venezuela se ha reducido de forma alarmante. En 2015, una caída en el precio del oro (con el que Venezuela mantiene una parte importante de sus reservas), ha contribuido a la disminución de estas. [Solo le quedan unos US$ 5,000 millones en divisa, prácticamente nada].

La caída actual de petróleo será dolorosa, sin importar quién esté en el poder. El régimen ha agravado el daño con políticas que, aunque diseñadas para favorecer a los pobres, terminaron empobreciéndolos a ellos y al Estado. El control de precios, junto con la escasez de divisas, ha dado lugar a una grave escasez de productos de primera necesidad, obligando a la gente a hacer largas colas, durante horas, para comprar artículos de primera necesidad. La inflación está oficialmente en un 141% a septiembre del año pasado (último dato disponible). Los analistas creen que la cifra real es de al menos 200% al año; algunos predicen hiperinflación en 2016. El masivo déficit presupuestario, que financia el Banco Central imprimiendo dinero, contribuye a ese riesgo

El gobierno ha tratado de mantener bajos los precios con un sistema de control de cambios de Rube Goldberg. Venezuela tiene tres tipos de cambio legales, incluyendo uno que valora el bolívar en 6.35/US$. Los venezolanos con conexiones en el gobierno pueden obtener dólares a este precio ridículamente barato, una importante fuente de corrupción. Pero en el mercado no oficial, el bolívar vale alrededor de 130 veces menos. El valor de mercado en dólares que maneja la mayoría de venezolanos es lamentablemente bajo. Aunque el precio oficial de las mercancías es correspondientemente barato, muchos sólo están disponibles a precios inflados en el mercado negro.

Hasta la fecha, Venezuela ha dado prioridad al pago de su deuda externa. Aparentemente, el gobierno ha decidido que un default, por más tentador que parezca, sería demasiado costoso. Muchos de los activos de Venezuela fuera del país (incluyendo refinerías y tanques petroleros) podrían ser embargados por los acreedores. El restringido acceso al crédito de Venezuela se vería disminuido aún más si hay un default. A pesar de que una serie de préstamos de varios millones de dólares de China, pagados en petróleo, están ayudando a evitar una crisis, un default podría ser inevitable si los precios del petróleo no se recuperan en 2016. El FMI estima que el PBI de Venezuela se redujo en aproximadamente un 10% en 2015, convirtiéndola en la economía con la peor performance del mundo. El gobierno admite que la contracción fue de 7.1% hasta el tercer trimestre de 2015. Sin importar cuál sea la cifra real, la fuerte recesión está socavando una de las reivindicaciones más orgullosas del régimen: que bajo su gobierno la pobreza ha caído en Venezuela. De hecho, la pobreza extrema sí ha disminuido bajo el chavismo (como lo ha hecho en todo el mundo), pero no tanto como el gobierno sostiene. El Perú ha avanzado más que Venezuela, donde la pobreza general (en lugar de extrema) se ha mantenido obstinadamente estática desde 2000. 

En enero de 2016, Maduro nombró un nuevo equipo económico, pero hay dudas sobre su voluntad de abordar los problemas de la nación. El ministro encargado de la economía, Luis Salas, es un sociólogo de izquierdas que, al igual que otros miembros del gobierno, atribuye los problemas del país a una “guerra económica”. Rechaza algunos principios básicos de la economía convencional, por ejemplo, que un exceso de impresión de dinero causa inflación. Se piensa que el nuevo ministro de Finanzas, Rodolfo Medina, es más pragmático. Estudios recientes han mostrado que, junto con la economía y la escasez, la seguridad es una preocupación importante. El gobierno dejó de publicar estadísticas completas del crimen en 2005, aunque admite que hay un problema. El fiscal general ha dicho que la tasa de homicidios de Venezuela el año pasado fue de 62 por cada 100,000 habitantes, diez veces el promedio mundial. El Observatorio Venezolano de Violencia, un instituto de investigación independiente, dice que la tasa es más alta. La tasa de homicidios en Caracas es la más alta en la región. El 90% de los homicidios quedan impunes en todo el país.

El gobierno trata de mantener a los venezolanos comunes ignorantes de tales desmoralizantes hechos a través de su dominio de los medios de comunicación. Chávez inició el proceso de cierre de la prensa libre; Maduro ha seguido en la misma línea. Sólo hay un periódico nacional que es relativamente independiente. La televisión estatal está llena de horas de propaganda pro-gobierno. Maduro, su esposa, Cilia Flores, y el ex jefe de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, todos tienen sus propios programas de televisión semanales. Los políticos de la oposición, varios de los cuales han sido encarcelados, dependen de los medios de comunicación social para difundir sus mensajes. A pesar de que el régimen hizo todo lo posible para hacerlo más difícil, la victoria electoral de la oposición en diciembre pasado muestra que la democracia aún está viva

El siguiente cuadro, del mismo The Economist, muestra el nivel de homicidios en varias ciudades del mundo:

Lampadia

 




Situación de la Política Fiscal en el Perú

Situación de la Política Fiscal en el Perú

La semana pasada el CIES organizó un evento con la Universidad del Pacífico (UP), CIUP y la Escuela de Gobierno de la PUCP que pretendía aportas análisis académicos al debate electoral (mediante propuestas de políticas públicas). El documento que presentamos a continuación (primero de una serie), se refiere al manejo de la política fiscal, del profesor e investigador Carlos Casas (UP). Ver la presentación en: Documento de Política Fiscal (2016 – 2021).

El objetivo de este documento es ubicar la política fiscal en el contexto actual. Esto se refiere principalmente a la desaceleración de la economía peruana y a los espacios de política fiscal podrían que podrían ayudar a reactivarla y recuperar una mayor tasa de crecimiento, tanto con medidas de corto como de largo plazo, sin afectar la salud fiscal. 

Fuente: Documento de Política Fiscal, por Carlos Casas.

En cuanto al mediano plazo, se analiza es gasto público de los últimos años y se indica, que si bien ha habido recursos en los gobiernos regionales y se han hecho obras públicas, deberían hacerse más, y para esto es necesario una evaluación de impacto, para analizar qué tan beneficiosa han sido estas inversiones para la población.

Planteando una hoja de ruta en tres tiempos: 100 primeros días, primer año y cinco años, en la que se enumeran las principales acciones de política fiscal que podría tomar el próximo gobierno.

Uno de los temas debatidos en la campaña es el referido a la utilización de las reservas fiscales para el impulso de la economía. El Perú tiene colchones fiscales muy importantes que llegan a unos 15 puntos porcentuales sobre el PBI. Además, nuestro nivel de deuda pública es de solo un 20% del PBI (10% de deuda externa, de la cual una parte se denomina en soles), un nivel sustancialmente bajo en términos históricos y en relación a los indicadores internacionales. De estos dos indicadores se puede establecer que tenemos dos espacios de acción fiscal que podrían dinamizarse, especialmente, para promover las inversiones en infraestructuras. No podemos dejar de tener presente la imperiosa necesidad de invertir en infraestructuras económicas y sociales, las que, por supuesto, debieran complementarse con un mejor manejo de las Asociaciones Público Privadas (APP).

Aplaudimos esta iniciativa que permite forzar a los candidatos a definiciones más precisas sobre sus posiciones en los temas más relevantes para el país. Lampadia




La Argentina va camino a otro desastre

La Argentina va camino a otro desastre

“La economía argentina hoy en día sufre recesión, desempleo, inflación, déficit fiscal, atraso cambiario, brecha del dólar blue (negro), default, riesgo país alto, reservas en baja, y déficit energético. Estas son las diez plagas que enfrenta la economía argentina y que no van a ser fácil dejar atrás”, sentenció crudamente Miguel A. Kiguel en el diario La Nación hace unos días. Esta es la situación a la que el peronismo, esta vez con los Kirchner (Néstor y Cristina) han postrado a la Argentina. Desde hace 11 años gobiernan ininterrumpidamente a esta nación que se ha sumido en una crisis económica, social y política.

Argentina sigue atascada en el populismo instaurado por Perón, fielmente interpretado por los Kirchner. Esa estrategia política y su correspondiente manejo económico están nítidamente expresados en una carta que Perón le dirige al General chileno Carlos Ibáñez del Campo, quien acababa de ser elegido presidente de su país (1952): “Mi querido amigo: dele al pueblo, especialmente a los trabajadores, todo lo que pueda. Cuando le parezca que ya les está dando demasiado, deles más. Verá los resultados. Todos tratarán de asustarlo con el espectro de un colapso económico. Pero todo eso es una mentira. No hay nada más elástico que la economía, a la que todos temen tanto porque nadie la entiende”. Ver en Lampadia (L): Despegue y caída de dos grandes de AL).

Lo increíble es que esos presupuestos que tantas veces han llevado a la quiebra y al default a la Argentina, sigan vigentes y la arrastren en pleno siglo XXI a una nueva y severa crisis. Con solo decir que hoy Uruguay (diez veces más chico) exporta más carne que el país de las pampas y los gauchos.

Las consecuencias de haber persistido en estas ideas se expresan nítidamente en las siguientes cifras:

Además de sumir a la Argentina en una de sus peores momentos económicos, la corrupción corroe al régimen kirchnerista, tal vez como nunca antes. La semana pasada el juez Claudio Bonadio, que investiga las irregularidades fiscales cometidas por la empresa Hotesur, administradora del hotel Alto Calafate, propiedad de la presidenta del Gobierno, Cristina Fernández, allanó las oficinas de la empresa. Como informó el diario La Nación, Hotesur “recibió 14.5 millones de pesos (1.7 millones de dólares) por parte del empresario kirchnerista Lázaro Báez en concepto de alquiler de habitaciones entre los años 2010 y 2011. Lázaro Báez es el mayor concesionario de obras públicas en la provincia patagónica de Santa Cruz (…) [existe] la sospecha de que el hotel podría haber sido usado por Báez para lavar dinero (…) [y] esas operaciones de lavado podrían afectar a la presidenta. Así mismo están las declaraciones oficiales de los Kirchner sobre el escandaloso incremento de su patrimonio mientras gozaban del poder.

Y por supuesto, nada funciona bien en este país. Como ha descrito con certeza el célebre cronista argentino, Martín Caparrós, la Argentina de los Kirchner “no puede ni organizar un partido… de fútbol”. “Hay una cosa que se llama partido de fútbol –y sucede tanto, en tantos sitios. La FIFA tiene 209 países afiliados; las Naciones Unidas, pobres, solo 192. (…).  Cada fin de semana las federaciones nacionales de todo el planeta organizan más de cien mil. Todos se parecen: una cancha, dos equipos, un árbitro, noventa minutos de juego y, alrededor, más o menos simpatizantes de los dos. Todos lo hacen, salvo la Argentina”. 

La Argentina está haciendo del absurdo una forma de autogobierno. Las soluciones a los problemas que enfrenta son de antología. Por ejemplo la de impedir que las barras del equipo visitante asistan a los partidos. “En principio, fue un remedio extraordinario contra la violencia en las tribunas. Era cierto que había que pararlo. Es un mecanismo interesante: a su imagen y semejanza, hay quienes proponen, que se liquiden los problemas de la educación cerrando las escuelas, que se enfrente la delincuencia callejera encerrándose en casa. Para acabar con las peleas acabaron con lo que distinguía al fútbol criollo, esos duelos de hinchadas intercambiando chanzas y cantitos, revoleando banderas, compitiendo a la par de sus equipos. La medida era difícil de sostener; solo la justificaba su condición supuestamente provisoria, pero su provisoriedad se volvió permanente”.

Parece de fábula, un mundo macondiano, pero no es fantasía esa es la forma en que el populismo kirchnerista gobierna. Y no es que el fútbol sea un tema que escape a las competencias de la presidenta. Como recuerda Caparrós, “el fútbol, en la Argentina, es un asunto de Estado. Literal: lo subvenciona a través de los derechos de televisión. Con unos 100 millones de euros al año se asegura el monopolio de sus transmisiones, que utiliza para soportar su propaganda y para poner a los equipos más populares en el mismo horario de los programas que pueden criticar sus políticas. Lo que no consigue es organizar eso que sí organizan más de doscientos países en el mundo: un partido”. Así de dramático. De esta forma el peronismo homenajea al populismo romano: “pan y circo”.

El problema es que a once meses de las próximas elecciones nada hace pensar que el país mejore. La oposición se presentará dividida. La Unión Cívica Radical, luego de meses de debate no se unirá a Mauricio Macri, el gobernador de Buenos Aires (la única figura que podría enfrentar a los peronistas). Como indica Antonio Navalón: “Argentina tendrá una campaña electoral interesante. No será entre la alucinación de la Unión Cívica Radical y los peronistas, sino peronistas contra peronistas, con la única diferencia de cómo miran o dejan de mirar a Kirchner y el hecho de que Argentina fue el primer país que demostró cómo se puede acabar con las mayores reservas de oro, carne y de trigo, porque a fin de cuentas, el ejercicio de la soberanía nacional nunca tuvo límites. El problema es que la campaña electoral está teñida por la demanda sin fin de las centrales sindicales (verdadero poder fáctico argentino), la necesidad de negar la realidad por parte del Gobierno y en ese juego por caerle bien y estar cerca, pero no lo suficiente de los candidatos peronistas, para saber quién ganará contra ella, pero con su apoyo. El problema está en que los piqueteros, los que piden, los que practican el asalto libre a los supermercados, serán las fuerzas del orden en la nueva elección”. Bajo este panorama, solo un milagro salvará a la Argentina.

El populismo latinoamericano que fue inventado en Argentina, fue alimentado y fortalecido, para que su inventor termine siendo víctima de su propia creación. Sindicatos monopolistas que cual camisas de fuerza aterran a los mediocres políticos de turno.

Como dice Álvarez, ha llegado el momento de decirle adiós al populismo en América. Ver en L: Deshagámonos del populismo. Lampadia




Deuda peruana es la menos vulnerable

Deuda peruana es la menos vulnerable

La capacidad de pago y reducidos riesgos de corto plazo han colocado al Perú como la economía emergente más confiable en el mercado de deuda soberana.Gracias a un modelo económico de libre mercado, manejo fiscal responsable, apertura comercial y una moderada deuda pública.

En un reciente estudio el Deutsche Bank califica al Perú como la economía emergente con menor vulnerabilidad de su deuda de corto plazo, superando a países como Malasia, Taiwán, Chile y Sudáfrica. Esta nota reafirma las ventajas del modelo económico asumido por el Perú desde hace más de 20 años. Cuya receta fue contarcon un Banco Central independiente, apertura comercial a través de tratados de libre comercio y un reducido número de empresas públicas.

El manejo de las finanzas públicas condujo al país a reducir la deuda públicatotal a 18% del PBI (Externa: 8.7%), la menor en relación a sus pares emergentes. De otro lado las Reservas Internacionales suman US$ 65 mil millones, equivalente a 16 veces el saldo de la deuda externa.Así, el pago de los intereses y principal de la deuda está asegurado y no representa ningún estrés para el erario nacional.

Los buenos datos macroeconómicos han conducido también a que el costo de las emisiones de deuda sean cada vez más bajas, siendo el Perú una de las economías emergentes con menor riesgo país medido por el JP Morgan.Recordemos que obtuvimos el grado de inversión en el 2008, cuando la calificadora de riesgo Fitch, elevó la nota de la deuda peruana en abril de dicho año, posteriormente Standard & Poor’s (2008) y Moody’s (2009) ratificaron la calificación, dando un gran respaldo a la deuda peruana.

El país continúa por el rumbo de estabilidad macroeconómica, y a ningún político se le ocurre virar al timón, sobre todo después del colapso de Argentina y Venezuela. Lampadia




The Economist sobrestima nuestra vulnerabilidad

The Economist sobrestima nuestra vulnerabilidad

En el actual contexto en el que se prevé que las condiciones crediticias en América Latina serán más estrictas -debido a la menor disponibilidad de financiamiento por el esperado retiro del estímulo monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED)-, The Economist anunció que había cometido un error a favor del Perú en la publicación de su índice de vulnerabilidad; ahora, la economía peruana sería más vulnerable (que lo que indicaron en su primer análisis), a una abrupta salida de capitales que otros países con fundamentos macroeconómicos menos sólidos como Venezuela o Argentina.

El índice publicado por The Economist combina los siguientes cuatro factores para medir la vulnerabilidad de 26 economías emergentes ante un congelamiento de capitales externos:

·      El déficit en cuenta corriente(que aproxima los requerimientos de financiamiento externo).

·      La deuda de corto plazo con respecto a las reservas (que muestra el nivel de resistencia de un país para evitar crisis temporales de liquidez).

·      El crecimiento del crédito (que puede indicar niveles de sobreendeudamiento rápido en la economía).

·      La apertura del sistema financiero (que facilita la entrada y rápida salida de capitales de corto plazo).

Si bien en el índice global el Perú sería la sexta economía más vulnerable de las 26 analizadas, solo por debajo de México (4) y Colombia (5), lo cierto es que en el análisis desagregado de los componentes que conforman este indicador, damos cuenta de que el país que tiene varias fortalezas, como por ejemplo, un impresionante nivel de reservas internacionales, que suman más de  de US$ 67 mil millones (representando cerca del 32% del PBI), las cuales cubren 7 veces la deuda externa público y privada de corto plazo y respalda el 97% del total de las obligaciones de las instituciones financieras con el sector privado.

Por otro lado, el Perú es la tercera economía con mayor apertura financieraentre los países considerados. El problema es que la metodología de The Economist considera que la apertura juega en contra de una economía, a pesar de que las menores restricciones para el movimiento financiero también reducen los riesgos privados de colocar capitales en economías emergentes, y que los sistemas financieros más abiertos suelen asociarse a una mayor fortaleza institucional. Por ello, es engañoso que, considerando los sólidos fundamentos macroeconómicos y las políticas prudenciales del BCRP asociadas a la elevación de los encajes de los pasivos de corto plazo y el control del crecimiento del crédito en dólares, la apertura financiera sea para The Economist un factor adicional de riesgo. Consideramos que con las condiciones de la economía peruana la apertura financiera es más bien una fortaleza ante un episodio de crisis de confianza. ¿O alguien cree que Venezuela, teniendo el sistema financiero más cerrado a los capitales internacionales, tiene una ventaja sobre el Perú al tener un ratio de deudas sobre reservas que alcanza el 275% y una devaluación acumulada de su moneda doméstica que supera el 32% en lo que va del año?

Con relación a la cuenta corriente, esta registró un déficit de 5,4% del PBI en el primer semestre, debido al resultado negativo (luego de once años) en la balanza comercial, que se produce luego una caída en el precio de las exportaciones y un contexto donde la demanda interna crece a un ritmo superior al del producto. Sin embargo, este déficit no representa un riesgo real para la economía peruana en la medida en que ha sido financiado con US$ 13,6 mil millones de capitales de largo plazo y las cuentas fiscales se mantienen ordenadas.

En su última nota semanal, el BCRP remarca que el riesgo-país mantuvo su tendencia descendente en el mes de septiembre y el Perú registra una evolución por debajo del promedio de Latinoamérica y de los países emergentes en este indicador, a niveles muy similares de Colombia y Chile.  Este indicador es importante en el análisis de la vulnerabilidad porque la confianza y expectativas influyen mucho en la entrada y salida de capitales.  De esta forma, entre junio y septiembre los anuncios de inversión de largo plazo para el periodo 2013-2015 se incrementaron en cerca deUS$ 3,600 millones de dólares, al pasar de US$ 41,981 millones a US$ 45,595 millones, mientras que el BCRP estima que en el año el flujo de capitales externos de corto plazo será negativo en US$ 1,400 millones. Esto último no debería ser un problema considerando la elevada capacidad de respuesta del BCRP para acomodar posibles choques externos, y el aumento de la resistencia del sistema financiero doméstico.

Frente a las conclusiones de The Economist, la agencia calificadora de riesgo Moody´s sostiene que el Perú tiene, junto a Chile, el nivel más bajo de vulnerabilidad en la región. Esta calificadora remarca las fortalezas del Perú frente a Argentina, Venezuela y Brasil, para resistir la inestabilidad financiera externa, incrementos de tasas de interés y restricciones de liquidez.  Es que a diferencia de The Economist, la metodología de Moody’s diferencia los componentes asociados a la “exposición”, como el grado de apertura, de los componentes asociados a la “resistencia”, como el nivel de reservas o endeudamiento, donde nuestra economía goza de una muy alta firmeza.