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La cambiante riqueza de las naciones

El Banco Mundial publicó recientemente su informe, The Changing Wealth of Nations 2018, donde proponen un indicador que podría ser un complemento para ver la salud y el desarrollo económico de una nación. Definenriqueza como la combinación del capital producido, el capital natural, el capital humano y los activos extranjeros netos.

En Lampadia consideramos que el PBI es la manera más holística de medir el progreso nacional de los países. El crecimiento del PBI es la forma en que decimos si un país está mejorando, y el PBI per cápita se ha convertido en la medida definitiva del éxito de las naciones. Consideramos  que el Producto Bruto Interno se define como la suma de todos los bienes y servicios producidos en un país a lo largo de un espacio de tiempo. Es una medida integral, que abarca la producción de bienes y servicios de consumo, incluso servicios gubernamentales y bienes de inversión, tal cual lo afirmamos en: Se viene un nuevo intento de cambiar de metodología.

Sin embargo, el informe del Banco Mundial argumenta que el desarrollo de una nación debe verse como la gestión inteligente de su amplia cartera de activos o su “riqueza”. De forma similar a cómo una empresa juzga sus perspectivas a través de su estado de resultados y balance general, una nación debería, por lo tanto, controlar su PBI (“sus ingresos”) junto con la gestión de su riqueza (“su balance”).

Vale la pena recalcar que en Lampadia consideramos que el crecimiento del PBI es la clave del desarrollo integral (económico y social) de un país. Si la tasa de crecimiento no es óptima, la renta de una nación, es decir su nivel de riqueza, será escaso, su inversión limitada y su capacidad de crear empleo disminuida. Por lo tanto, además, el Estado no tendrá los recursos para atender sus obligaciones. Todo esto redunda directamente en una menor reducción de la pobreza, objetivo número uno de un país emergente como el Perú. Ver en Lampadia: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza. Tal vez lo más importante del PBI, es que permite marcar una dirección clara de las políticas públicas, permite priorizar el crecimiento de la economía, base indispensable para el desarrollo integral.

Sin embargo, es obvio que medir algo tan complejo como la riqueza de un país y su capacidad de crear riqueza, es algo muy difícil. Además, para agregar complejidad, es necesario tener elementos de juicio que permitan comparar distintos países, que pueden ser muy diferentes entre sí. Otrosí, las mediciones del nivel de desarrollo comparado, deben otorgar los elementos de juicio que permitan evaluar las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que crean riqueza y, de aquellas que destruyen riqueza.

Su metodología

El informe del Banco Mundial cubre un conjunto más amplio de activos que constituyen la riqueza de los países y fortalece la metodología. Si bien la motivación para rastrear los activos naturales sigue siendo clave, ahora muestra que el desarrollo a largo plazo se trata de administrar una cartera de activos: capital natural, producido y humano. El estudio rastrea la riqueza de 141 países entre 1995 y 2014.

Principales resultados

Utilizando este marco, el Banco Mundial descubrió que la riqueza global de hecho ha crecido significativamente entre 1995 y 2014. Los países de ingresos medianos, específicamente los que están en rápido crecimiento en Asia, fueron los principales responsables de esta explosión de riqueza.

La buena noticia es que la riqueza general está creciendo. Los países de medianos ingresos están cerrando la brecha con los países de altos ingresos y ahora tienen una mayor proporción de riqueza. Más de dos docenas de países de bajos ingresos, donde el capital natural domina la composición de la riqueza, se han movido al nivel de ingresos medios, en parte invirtiendo prudentemente en recursos naturales, infraestructura y educación.

Como mostramos ayer, (ver: No nos olvidemos que también sabemos hacerlo bien), durante esos veinte años, entre 1995 y 2014, el Perú, que pertenece al grupo de países de ‘ingreso medio alto’, y es uno de los pocos países que superaron el 100% de crecimiento, junto con China, India y Chile. Por su lado, el promedio mundial de crecimiento fue de 31%.

Sin embargo, según el Banco Mundial, el mundo sigue siendo desigual cuando se le analiza a través del lente de la riqueza. Los países de altos ingresos de la OCDE tienen 52 veces más riqueza per cápita que los países de bajos ingresos.

Según el Banco Mundial, “Más de dos docenas de países vieron disminuir o estancarse su riqueza per cápita. La disminución de la riqueza per cápita implica que los activos críticos para generar ingresos futuros pueden agotarse, un hecho que a menudo no se refleja en las cifras de crecimiento del PBI nacional. Esto incluyó varios países grandes de bajos ingresos, algunos países ricos en carbono en Medio Oriente y algunos países de la OCDE de altos ingresos afectados por la crisis financiera de 2009”.

Otro tema que recalca el Banco Mundial en su informe es la importancia de invertir en las personas. El capital humano representa dos tercios de la riqueza mundial, la mayor parte de la riqueza. El informe muestra que el capital humano es aproximadamente el 70% de la riqueza en los países de altos ingresos y solo el 40% en los países de bajos ingresos. El capital humano se calcula como el valor presente de las ganancias futuras de la fuerza de trabajo, teniendo en cuenta la educación y las habilidades, así como la experiencia y la probabilidad de participación en la fuerza de trabajo a varias edades. Este informe presenta un caso económico claro para invertir en capital humano para impulsar la riqueza y el crecimiento económico futuro.

Un tercer tema que resalta el Banco Mundial es el aprovechamiento del capital natural, pero sin destruirlo. Según el informe, “El capital natural sigue siendo la mayor parte de la riqueza para los países de bajos ingresos. En 10 de los 24 países de bajos ingresos, el capital natural representa más del 50% de su riqueza, principalmente debido a tierras agrícolas y bosques. El hecho de que la participación del capital natural en la riqueza total disminuya en los grupos de mayores ingresos significa que los países no tienen que destruir los activos naturales para crecer.”

Los países de bajos ingresos tienen la oportunidad de crecer mediante el aprovechamiento de sus recursos renovables, como los bosques y la gestión sostenible de la tierra, que a menudo constituyen una mayor parte de sus activos. Los usos de energías no renovables como los minerales y los combustibles fósiles pueden utilizarse para aprovechar otros activos como infraestructura y capital humano, que pueden seguir generando ingresos incluso después de que se agoten los minerales.

Algunas críticas

Mientras que consideramos que el informe tiene información muy valiosa, nos sorprenden las cifras del capital total, producido y natural del Perú en comparación al resto de países. Las cifras están expresadas en valores corrientes, por lo tanto, se pierde cierta capacidad a la hora de analizar las cifras y compararlas entre países, pero igual resultan bastante inquietantes.

Especialmente el “capital natural”, que según el Banco Mundial es un concepto que incluye los recursos de energía (petróleo, gas y carbón), minerales, tierras para la agricultura, bosques y áreas terrestres protegidas. Sin embargo, no incluye las áreas marinas. Se mide como el valor de la renta generada por un activo a lo largo del tiempo, según este trabajo.

Nos sorprende que, en términos de sus recursos naturales, nuestro país haya quedado tan rezagado en relación a la riqueza de otros países de América Latina y nos hace pensar que tal vez esta medición no está considerando algunos factores importantes o la ponderación tendría que ser ajustada.

Además, sorprende que todos los indicadores del Perú sean tan bajos. Interpretando bien las cosas, podríamos afirmar que estamos sub-aprovechando lo que tenemos. Pero más allá de eso, sorprenden algunas cifras, especialmente si las comparamos con otros países, como por ejemplo, la República Dominicana:

En riqueza total, el Perú tiene US$ 81,931, mientras que Rep Dominicana nos supera con US$ 97,257.

En el caso de Capital Producido la diferencia es parecida, nosotros temeos US$ 19,522 mientras que la Rep Dominicana tiene US$21,808.

Y quizás el indicador más sorprendente es el Capital Humano, donde el Perú tiene una débil cifra de US$ 39,504, mientras que la Rep Dominicana obtiene US$ 73,055.

Conclusiones del Banco Mundial

Por lo tanto, un país inteligente deberá invertir más dinero en capacitación para el desarrollo del capital humano, capacitación en nuevas habilidades, investigación y desarrollo (I + D), tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) para proporcionar soluciones a problemas sociales y ecológicos.

Pero el verdadero bienestar económico de un país radica en el aprovechamiento de sus dotes naturales y su canalización a crear espacios de desarrollo de tercera generación. Si sus bosques, ríos y lagos, y minerales y gemas preciosas desaparecen, o se usan irresponsablemente, un país se habría privado de las fuentes de su futuro crecimiento.

En Perú, a diferencia de opinión del Banco Mundial, tiene un gran potencial productivo. Cuenta con claras ventajas para generar industrias sostenibles en torno al sector forestal, la transformación petroquímica, la pesca, la minería, las agroindustrias, la energía y el turismo. Es un país muy rico en recursos naturales, con una gran diversidad agrícola, buenas zonas de pesca, grandes y variados yacimientos de minerales y metales, entre otros. Está clasificado internacionalmente como un país mega-diverso. (Ver en Lampadia: El enorme Potencial Productivo del Perú).

Hoy estamos muy lejos del ritmo de crecimiento que necesitamos. Tenemos que aprovechar nuestras capacidades para volver a crecer alto y sostenido y así llevar a nuestra población a los estándares de calidad de vida que ofrecen los países más avanzados. Lampadia