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Ciudadanía – Estado – Bienestar – Justicia

Ciudadanía – Estado – Bienestar – Justicia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 11 de junio de 2021
Para Lampadia

En Ica, en el 2018, controlamos la epidemia de Dengue. Habiendo tenido 3 casos en el 2015, 320 en el 2016, y 4,300 en el 2017; y esperando lo peor en el 2018, tal como vaticinaron connotados epidemiólogos del Ministerio de Salud, ese año sólo tuvimos 127 casos, la mayoría personas que trajeron la enfermedad de otras regiones. ¿Qué pasó? ¿Qué permitió controlar una epidemia que – de no haber sido por la decisiva intervención de la ciudadanía – habría afectado a decenas de miles de personas?

Por otro lado, durante el período 2015 / 2018, se acabaron las colas en los hospitales de la región. Antes la gente tenía que pernoctar en las calles y hacer colas interminables. Incluso, tenían que comprar medicamentos por su cuenta y pagar por lo bajo a médicos corruptos para ser atendidos. ¿Qué pasó? ¿Cómo así – de buenas a primeras – desapareció el maltrato y la crueldad en salud?

Los tramitadores de licencias de conducir desaparecieron de los alrededores de la Dirección Regional de Transportes de Ica. ¿Qué pasó? Aparte del liderazgo y orden impuesto por la Directora de Transportes de entonces Rossana Vera ¿qué rol jugó la ciudadanía para que la mafia de transportes desaparezca?

En Ica, el Coro SINFÓNICA fue un éxito total. Cerca de 2,000 angelitos cantaban y encantaban a todos los que asistían a sus conciertos. Ya sea en auditorios cerrados o al aire libre, la música coral volaba por los aires y se posaba suavemente en las almas del público. ¿Qué pasó? ¿Qué función cumplieron los padres de familia en la educación artística de sus hijos? 

Nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua, en hermandad con Huancavelica y Ayacucho fueron también un éxito total. Los viveros de pinitos, los reservorios que cosechan el agua de lluvias en lo alto de la cordillera, las tilapias, los bosques cuyos follajes se distinguen desde lejos… ¡todo fue una maravilla! ¿Qué pasó? ¿Cómo intervinieron las comunidades campesinas en la realización de esa obra de arte majestuosa?

A lo que quiero llegar es que muchas obras y proyectos del Gobierno Regional de Ica tuvieron éxito gracias a la activa participación de la ciudadanía. Como que sin el aporte de la gente, nuestra gestión de gobierno habría fracasado.

  • En el caso del Dengue, la campaña “Juntos Goleamos al Zancudo” no pudo ser mejor. La población escolar – más de 200 mil estudiantes – fueron instruidos en tareas tan sencillas como tapar los recipientes de agua de sus viviendas. Los deudos que asistían a los cementerios fueron instruidos para cambiar el agua de los floreros por arena mojada.
  • En salud, después de sancionar a unos – pocos – médicos y servidores corruptos que maltrataban a los pacientes a más no poder, todo cambió en los hospitales de Ica. La atención hospitalaria mejoró notablemente, tanto en calidad como en calidez. Desaparecieron las colas, a pesar de que cuadruplicamos las atenciones. Los pacientes y sus familiares fueron más puntuales en sus citas médicas y – con todo derecho – empezaron a exigir mejores servicios.
  • Los conductores de vehículos que requerían licencias de conducir también entraron por el aro de la lucha anti corrupción. ¡Nada de coimas! ¡Nada de licencias sin exámenes de reglas de tránsito y de manejo! Excelente.
  • Los padres – y familiares – de los niños del Coro SINFÓNICA tuvieron tanto mérito como los maestros de música. Si no fuera por ellos, el coro habría fracasado. Estuvieron al lado de los niños en todo momento… en la escuela, en los conciertos, en los viajes. ¡Maravilloso!
  • Los campesinos de la Sierra – huancavelicanos y ayacuchanos – hicieron suyos nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua. El Director Regional de Agricultura de Ica – Ing. Néstor Mendoza – dio la pauta, pero todo el trabajo lo hicieron los campesinos. Sin ellos, jamás habríamos logrado construir tantos reservorios y – menos – plantado tantos bosques de pinos en la cordillera.

Siempre se habla de buenas o malas gestiones públicas. Sin embargo, de lo que no se habla – o en todo caso, se habla poco – es del rol de la ciudadanía en el éxito (o fracaso) de la gestión pública. 

A ese respecto, y dada la experiencia que me tocó vivir como Gobernador Regional de Ica durante el período 2015 / 2018, invoco a más ciudadanos peruanos exigir – con mucho mayor firmeza – integridad y eficiencia a los funcionarios y servidores del Estado. No sólo a presidentes, ministros, gobernadores regionales o alcaldes, lo cual está muy bien, sino a funcionarios y servidores de mando medio, y sobre todo a los que están más en contacto con la ciudadanía: médicos, maestros, policías, jueces, inspectores, etc.

Y hablando de jueces… ¡qué extraordinaria presión la que está imponiendo la ciudadanía sobre esos jueces leguleyos y descaradamente sesgados del Jurado Nacional de Elecciones! ¡Cómo es posible pasar por alto tantas actas de votación claramente adulteradas! ¡No al fraude! Es cuestión de justicia.

CONCLUSIÓN: El rol de la ciudadanía es clave para el éxito de la gestión pública. Tanto para colaborar con el Estado para que las cosas se hagan bien, como para fiscalizar al Estado y combatir la corrupción.

Y cuando las cosas salen bien, el mérito se reparte así: 99% ciudadanía, 1% gestión pública. ¡Es la hora de la ciudadanía! Lampadia




Tras Covid, Dengue

Tras Covid, Dengue

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 23 de abril de 2021
Para Lampadia

El agregado es mío. La expresión original es, efectivamente: tras cuernos, palos. Y se refiere a situaciones en las que un mal sobreviene a otro, de manera consecutiva. O sea, cuando las cosas van de mal en peor. 

Bueno pues, ese es el caso de Ica en materia de salud pública. A la penosa categoría de “Riesgo Extremo” en materia de Covid 19; hay que agregar que Ica registra la más alta infestación de Dengue de su historia. ¡2,368 casos en las primeras 14 semanas del año! Sólo Loreto y San Martín nos superan en cuanto a casos de Dengue en lo que va del 2021. Y – vergonzosamente – estamos peor que regiones como Huánuco, Ucayali, Junín y Madre de Dios… todas regiones amazónicas, donde el Dengue es endémico.

¿Cómo es posible que Ica – no siendo una región amazónica – tenga tantos casos de Dengue? ¡Esa es la cuestión! La cuestión es que el Gobierno Regional de Ica es un fracaso en materia de salud pública. 

¿Por qué el actual Gobernador Regional de Ica destituyó a todos los Directores de Hospitales y Redes de Salud de la región… el primer día de su gestión? (Lo mismo hizo con todos los directores y gerentes de todas las dependencias del Gobierno Regional anterior.) ¿Por qué destituyó a los Gerentes Públicos de SERVIR que habían mejorado ostensiblemente la atención de los pacientes en todos los hospitales y centros de salud de la región?

¡Esa es la otra cuestión! La otra cuestión es la corrupción y el clientelismo político. ¿Cómo llamar si no a aquella perversa costumbre – tan arraigada en la política de nuestro país – de cambiar a todos los funcionarios públicos cada vez que hay cambio de autoridades?

Jamás la salud pública peruana va a estar bien mientras siga politizada y supeditada a la voluntad y preferencia de los Gobernadores Regionales. Por ello – precisamente – el ambiente en el sector salud está tan cargado de corrupción. Efectivamente, aunque parezca mentira – por más emotivo y conmovedor que sea el juramento Hipocrático de los médicos – hay mucha corrupción en el sector.

Claro que hay muy buenos médicos, enfermeras y técnicos de salud en Ica… y en todo el país. Médicos y enfermeras excelentes, extraordinarios, abnegados, heroicos, y todo lo demás. Muchos podemos dar fe de ello. Pero también hay de los malos. Parafraseando al gran Basadre… también hay médicos podridos.

¡Ese es el problema! Muchos hospitales públicos – incluidos algunos de Lima – están dominados por mafias compuestas por médicos corruptos. Mafias que venden puestos de trabajo a cambio de cupos. Mafias de médicos que abandonan los hospitales – y a sus pacientes – en horarios de trabajo para atender a otros pacientes en clínicas privadas. Mafias que trafican delictuosamente con medicamentos, materiales y equipos hospitalarios. Mafias que le rinden pleitesía a la diosa coima. ¡Así es la nuez en la salud pública en nuestro país!… lamentablemente.

Por ello sostengo… craso error haber transferido la responsabilidad de la salud pública a los Gobiernos Regionales. ¿A quién se le pudo ocurrir semejante barbaridad? Asumir que Gobernadores Regionales clientelistas, corruptos, e ignorantes en la materia pudieran gestionar eficientemente un servicio tan vital y especializado como la salud de las personas, era – y sigue siendo – una aberración. Típica medida populista, irreflexiva, irresponsable… y politiquera.

En artículos anteriores en Lampadia he propuesto la creación de una Autoridad Autónoma de la Salud Pública – tipo Banco Central de Reserva (BCR) – altamente especializada, profesional, meritocrática, y apolítica. La “regionalización” de la salud fracasó en Ica y en todo el país. No obstante – entre nos – veo muy poco probable que alguna autoridad esté dispuesta a ponerle el cascabel al gato. En otras palabras, no veo a ninguna autoridad que se atreva a confrontar a las mafias de la salud.

A lo que quiero llegar es que en Ica – aparte de la pandemia – el Dengue también se ha ido de las manos… a pesar de que estaba totalmente bajo control cuando dejamos la gestión regional anterior en el 2018.

Tras cuernos, palos. Tras Covid, Dengue. Así está la salud pública en Ica. ¡Una desgracia para los iqueños! Lampadia




Estado o ciudadanía… ¿quién debe controlar la epidemia?

Estado o ciudadanía… ¿quién debe controlar la epidemia?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 24 de abril de 2020
Para Lampadia

En esto de la pandemia, el Estado está jugando a Superman. El afán de protagonismo del presidente Vizcarra y sus ministros ha percolado hacia abajo, y gobernadores regionales, alcaldes, policías y militares, incluso directores regionales de salud han entrado en el juego. Ellos mismos son. Frente a la crisis sanitaria, el único rol de la ciudadanía es “quédate en casa”. Y las empresas… que cierren. Las instituciones religiosas y sociales no tienen vela en este entierro. Pues bien… ese complejo de superioridad estatal nos está llevando al fracaso. 

En Ica – en el 2018 – la epidemia del Dengue fue controlada por la ciudadanía… no por el Estado. Concretamente, por los escolares. El Estado y todas sus instituciones – Ministerio de Salud, Gobierno Regional, y Gobiernos Locales – fuimos incapaces de controlar la proliferación del zancudo trasmisor del Dengue durante los años 2015, 2016, y 2017.

3 – 323 – 4,384… así crecieron los casos de Dengue en aquellos 3 años. El factor de propagación era exponencial. La situación estaba fuera de control. Muchos epidemiólogos – incluida la Ministra de Salud de entonces – vaticinaron un mínimo de 20,000 casos positivos para el 2018, y unos 200 – o más – fallecimientos.

Yo era el Gobernador Regional en aquel entonces… así que puedo dar fe de ello. Se adquirieron muchas pulverizadoras para los trabajos de fumigación de viviendas y áreas urbanas. Los focos de propagación aparecían por todos lados. Desde Chincha hasta Nasca, el trabajo de campo fue titánico. Había que disminuir la población de zancudos, a como diera lugar. Sin embargo, el esfuerzo no dio los resultados esperados.

Las viviendas deshabitadas y los renuentes – o sea, los pobladores que se oponían a las fumigaciones de sus viviendas – malograron el trabajo. Los hospitales se llenaron de pacientes. Jamás olvidaré las camas cubiertas por mallas mosquiteras. Y – lamentablemente – muchos murieron. Sobre todo, adultos mayores. Siempre los viejos son los paganos. Muy parecido al Coronavirus.

Pues bien, ante tamaña amenaza recurrimos a nuestra arma secreta. Más de 200 mil soldaditos – toda nuestra población escolar – fueron instruidos sobre cómo combatir el Dengue en sus domicilios y en sus barrios. “Ica, Ica, Ica… sin zancudo, Dengue y Sika” fue un estribillo que coreaban los niños y jóvenes durante la campaña que denominamos “Juntos Goleamos al Zancudo”.

“Lava, lava… tapa, tapa” fue otra muletilla que caló hondo en la población. Casa por casa – a lo largo y ancho de toda la región – todos los recipientes de agua fueron lavados y tapados por los chibolos. Llantas viejas, bateas en desuso, tapas de plástico… todos los trastos que pudieran servir de hospederos del zancudo fueron eliminados por los escolares. Hicimos campañas ciudadanas en los cementerios para cambiar el agua de los floreros por arena mojada. Además, los niños – tiernos, encantadores, brillantes, maravillosos – crearon canciones, poemas, y hasta actuaciones teatrales alusivas a la lucha contra el Dengue.  

Lo cierto es que nuestros soldaditos hicieron un trabajo estupendo. Y en vez de 20,000 – o más – casos, en el 2018 sólo hubieron 167 infectados. Y en el 2019 – como producto de la campaña escolar del año previo – sólo hubo 51 casos… la mayoría de los cuales provinieron de otras regiones. ¡Extraordinario! ¡Los pulpines controlaron la epidemia del Dengue en Ica!

MORALEJA: la ciudanía empoderada es mucho mejor arma – que el Estado – para combatir las epidemias. El Estado Superman no funciona. El presidente y sus ministros podrán salir en la foto, pero la epidemia del Coronavirus seguirá desbocada.

OTROSÍ DIGO: el clientelismo político y la corrupción han vuelto al Gobierno Regional de Ica… y a los hospitales también. El programa “Juntos Goleamos al Zancudo” fue desactivado por la actual gestión regional. Y el temible Dengue está de vuelta. Al 22 de abril pasado se registraron 1,036 casos positivos en Ica. Y esto recién empieza.

¡Oh politiquería de porquería… cuánto te odio y aborrezco! ¡Cuánto te abomino y detesto! Lampadia




¿Salud pública sin agua y con calles inmundas?

¿Salud pública sin agua y con calles inmundas?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 13 de marzo de 2020
Para Lampadia

El Coronavirus es ya un problema mundial. Como se advirtió en su momento, el virus iba a salir de China y se propagaría en otras partes del mundo. Incluso en nuestro país. Pues bien, eso es exactamente lo que ha sucedido.

No obstante, algunos especialistas sostienen que el Coronavirus no es tan grave como se dice. Como que hay personas infectadas que lo confunden con un simple resfrío. Incluso, algunos portadores son asintomáticos. O sea, ni siquiera sienten malestar alguno. El porcentaje de mortalidad es bajo… 1 a 3%. Pero la prensa y la política – salvo honrosas excepciones – han magnificado el problema. ¿Qué se traerán bajo la manga?

El hecho es que – frente al Coronavirus – la acción preventiva más recomendada es el lavado de manos. Nada de tratamientos hospitalarios complejos, ni cosas por el estilo.

– Muy sencillo – se podría decir. – Lavémonos las manos, quedémonos en casa… y santo remedio –. Pero no. Resulta que muchos peruanos no tienen agua en sus domicilios ni para lavarse las manos. Peor aún… los servicios higiénicos de muchas escuelas y hospitales públicos tampoco tienen agua. Incluso, están inmundos. Lo mismo sucede en muchos mercados donde concurren grandes multitudes. Entonces – tanto o más grave que el Coronavirus – nuestro problema es la falta de agua para lavarnos las manos.

Ahora bien ¿quiénes son los responsables de suministrar agua a la población? Respuesta: las empresas municipales de agua y saneamiento. O sea, las municipalidades del país.

¡He ahí el problema! La gran mayoría de municipalidades provinciales y distritales NO están capacitadas para brindar un servicio tan vital como el agua potable y el alcantarillado. Tampoco están capacitadas para recoger la basura de nuestras calles, o para ordenar el tráfico vehicular en nuestras ciudades. Entonces ¿qué podemos esperar de nuestras empresas municipales en materia de agua y saneamiento? Ciertamente… NADA. Repito… ¡he ahí el problema! ¡No tenemos agua!

Dicho sea de paso, la epidemia del Dengue – que en opinión de muchos es tanto o más grave que la epidemia del Coronavirus – también se está propagando por falta de agua. Efectivamente, como el suministro de agua domiciliaria no es continua, la gente recurre a baldes o cilindros caseros para almacenar el agua, y disponer de ella en los momentos en que se corta el servicio. Pero ¿dónde y cómo se propagan los zancudos portadores del virus del Dengue? Precisamente, en el agua de los recipientes en cuestión, donde los zancudos ponen sus huevos. ¡Cómo que las municipalidades no están íntimamente ligadas a la salud de la población!

De allí la propuesta de quitarle a las municipalidades fallidas las funciones de suministro de agua y desagüe, recojo de basura y tratamiento de residuos sólidos, y ordenamiento del tráfico vehicular. Básicamente, porque han fracasado. No sirven. La idea es constituir instituciones estatales autónomas – tipo BCR – altamente especializadas, las cuales se encargarían de dichos servicios, sin que la politiquería meta su cuchara… y lo eche todo a perder.

REFLEXIÓN FINAL: Tenemos Dengue porque no tenemos agua continua en nuestras casas. Tenemos Coronavirus – entre otras razones – porque no tenemos agua para lavarnos las manos. Pero no tenemos agua – y estamos rodeados de basura – porque tenemos municipalidades que no sirven para nada.

¿SOLUCIÓN? Se reciben sugerencias. Lampadia




Ángeles de la Guarda

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 27 de julio de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Los niños y jóvenes de Ica son lo máximo. Lo que están haciendo por el bienestar de nuestra población, es admirable. Nuestros Ángeles de la Guarda – así habría que llamarlos – ya nos libraron de la epidemia del Dengue. ¡Cómo no estar profundamente agradecidos por un logro tan importante! Gracias a ellos, miles de iqueños estamos sanos y tranquilos. Muchos ni siquiera saben que detrás de esa salud y esa tranquilidad, está el trabajo meticuloso y silencioso que hicieron nuestros chiquillos para eliminar al zancudo trasmisor del Dengue.

¡Qué ingratos somos – muchas veces – las personas! Sobre todo, los mayores. Por qué tan pocos dan cuenta del extraordinario resultado de la Campaña: En mi casa y en mi barrio… le ganamos al zancudo. ¿Será porque no hay sangre de por medio? Sí pues. Como no hay Dengue… no hay problema. Y como no hay problema… no hay noticia. ¡Qué injusticia!

Ahora los chicos están embarcados en el Campaña: + Vida – Plástico. ¡Cómo no estar doblemente agradecidos! Nuestros angelitos están limpiando nuestros barrios y nuestros pueblos. Están ayudando a nuestros Municipios a mejorar el medio ambiente. Están reeducando a sus padres para volver a utilizar las bolsas de tela – o canastas de paja – en reemplazo de las bolsas de plástico y envases de Tecnopor. ¡Una maravillosa labor!

Inclusive, están colaborando en la seguridad ciudadana a través de las Brigadas de Auto Protección Escolar (BAPES). A ese respecto, expresamos nuestro agradecimiento a la Policía Nacional del Perú por el cariño y profesionalismo que ponen en la capacitación de nuestros brigadistas. Nuestras BAPES brindan seguridad y vigilancia permanente, tanto al ingreso como a la salida de nuestras escuelas. Monitorean y controlan los kioscos cercanos, y detectan individuos – de mal vivir – que atentan contra la salud y seguridad integral de nuestros estudiantes. ¡Impresionantes!

He ahí tres funciones públicas de gran trascendencia: Salud Pública, Limpieza Pública, y Seguridad Ciudadana. Pues bien, gracias a la participación decidida – y protagónica – de nuestros escolares, nuestra región es – ahora – más saludable, más limpia, y más segura. Eso es Participación Ciudadana… de verdad.

Por otro lado, nuestros atletas escolares han progresado significativamente en cuanto a logros deportivos. En los Juegos Deportivos Nacionales Escolares 2014 obtuvimos 22 medallas, en total. El año pasado, 66. ¡Tres veces más! Mente sana en cuerpo sano… para mantener nuestra alma saludable. He ahí el poder – y el valor – del deporte.

Y lo mismo pensamos respecto al arte y la cultura. Y – concretamente – respecto a la música. Aquella expresión del viento que – según Juan Diego Flórez – vuela por los aires y se posa sublime en las almas de los niños; haciéndolos más tiernos, más felices… haciéndolos mejores personas. Eso es SINFÓNICA… nuestro coro de niños que ha calado hondo en el corazón de los iqueños.

Este artículo es para dar cuenta de la cara brillante de Ica… y del Perú. La cara oscura – la de la corrupción – es harta conocida. Esta vez no me ocuparé de ella. Nuestros niños y jóvenes merecen un reconocimiento… por todo lo alto. Ellos son el orgullo de nuestra Región. Son nuestros Ángeles de la Guarda. Muchos no los ven. Pero ahí están… protegiéndonos y labrando el progreso de Ica. ¡Que Dios los bendiga! Lampadia




Acerca de los iqueños que combatieron (y vencieron) al Dengue

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 25 de mayo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Cada día que pasa amanece más frío. Eso es favorable para los fines del caso. El Dengue es una epidemia de verano. ¡Qué me van a decir! Los tres veranos anteriores al 2018 fueron de terror. En cada verano se registraban más – y más – casos de Dengue. El factor de crecimiento era 10. Es decir – año a año – el número de casos se multiplicaba por 10. ¡Fue terrible!

Así las cosas, el verano pasado – el del 2018 – se presagiaba fatídico. Algunos epidemiólogos pronosticaron 20,000 casos por Dengue en la región… ¡y decenas o cientos de fallecidos! Confieso que nunca – en mi vida – había visto una enfermedad parecida. Los pacientes se sienten morir. Fiebre alta, inflamación de la piel, dolor de músculos y articulaciones, hemorragia profusa, y – en casos graves – muerte. Así es el Dengue. ¡Lo peor!

Pero no… eso no fue lo peor. Aunque parezca mentira, lo peor fue la patética actuación de los Congresistas de Ica. Y – ¡cuándo no! – la vileza de ciertos periodistas iqueños de mal vivir. Efectivamente, en medio de la tragedia humana, Segura – el Congresista del brevete falso – iba a los hospitales sólo para preguntar cuántos pacientes habían muerto por Dengue. Lo mismo hacían los periodistas chantajistas como Pillaca, Casavilca, Centeno… entre otros. Los Congresistas Ananculí y Oliva vociferaban a los cuatro vientos acerca del colapso de la salud pública en la región. Elías – el otro Congresista por Ica – atizaba el fuego con oficios congresales exigiendo la destitución del Director Regional de Salud. A esos tipos, los pacientes les importaban un bledo. Ellos querían sangre y muerte. Por eso les pusimos “los carroñeros”.

Eso pasó cuando teníamos Dengue. Los carroñeros hicieron todo lo posible para incendiar la pradera… pero no lo lograron. En fin. Ahora – felizmente – las cosas han cambiado radicalmente… y para bien. Contra todo pronóstico, el verano pasado no tuvimos Dengue en la región. Lo cual quiere decir, que el 2018 va a pasar sin la terrible epidemia. ¿Qué pasó, qué pisó… un milagro de Dios? Nada que ver.

El milagro lo hicieron los iqueños. La Dirección Regional de Salud dejó de librar la lucha en soledad. Todas nuestras Direcciones Regionales se sumaron al gran desafío. Erradicar el zancudo trasmisor del Dengue. Algo así como “Misión Imposible”,

Para ello las Direcciones Regionales de Transportes, Trabajo, Turismo, Recursos Naturales, Producción, Agricultura, Energía y Minas… todas – al unísono – se sumaron a la lucha. Cada una en lo suyo. La consigna era involucrar a toda la ciudadanía. Y así ocurrió.

Nuestra arma secreta fue la Dirección Regional de Educación. Nuestros soldaditos escolares hicieron un trabajo estupendo. Casa por casa, habitación por habitación… controlaron el Dengue. En vez de decenas de miles de casos – que es lo que se esperaba, de acuerdo a epidemiólogos expertos en la materia – en lo que va del año tenemos 20 casos de Dengue confirmados. ¡20… no 20,000! La mayoría… importados de otras regiones. ¡Extraordinario!

Ahora bien ¡cómo es la vida! Como no hay Dengue, no hay problemas. Y como no hay problemas, no hay noticias. Ni para mal ni para bien. Los carroñeros están de hambre… no tienen sangre de Dengue para alimentarse. El Colegio Médico de Ica – que es parte de la mafia de la salud en la región – está mudo. ¡Ica es otra cosa!

Este artículo es para expresar nuestra gratitud y admiración a todos los iqueños que lograron la Misión Imposible de erradicar el Dengue en la región. Gracias a la Dirección Regional de Salud por su liderazgo y profesionalismo. Gracias a todas las Direcciones Regionales por sus aportes y sacrificios. Gracias a la Dirección Regional de Educación y a sus Directores, Maestros, y Padres de Familia. Pero – sobre todo – gracias a nuestro ejército de soldaditos escolares. Sin ellos, jamás lo hubiéramos logrado. Lampadia




Reflexiones en nombre de la justicia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 20 de abril de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El compromiso político que propició nuestro triunfo en las elecciones regionales pasadas fue “gobernar en el nombre del agua, la salud, la educación, y la justicia”. Algo parecido a la Santísima Trinidad del Cristianismo: Padre, Hijo, y Espíritu Santo.

En el caso del Gobierno Regional de Ica – como si se tratara de una religión – nuestra “señal de la cruz” tiene 4 grandes prioridades: agua, salud, educación, y justicia. Inclusive, nos persignamos cuando la pronunciamos en voz alta.

En artículos anteriores me he referido – ampliamente – al agua, la salud, y la educación. Y aunque se les pudra el hígado a nuestros detractores, no pueden negar que hemos tenido logros importantes en esos tres ámbitos. Obviamente, queda un largo camino por recorrer, pero es un hecho incuestionable que tenemos más agua, gracias a los reservorios que hemos construido en la Sierra. Es – también – incuestionable que tenemos más agua potable en los hogares; que la atención en nuestros hospitales ha mejorado; que hemos reducido los casos de Dengue; y que la educación ha mejorado mucho. Incluso, nuestros logros en deporte, cultura y ciencia están claramente cuantificados en nuestro medallero olímpico escolar.

¡Pobres criticones! A regañadientes han tenido que tragarse varios sapos. Tantos que hasta tufo a batracio les ha salido. En fin… ¡allá ellos con sus rabias e indigestiones!

Ahora – más bien – quisiera referirme a la 4ta. gran prioridad de nuestro compromiso de gobierno: la JUSTICIA… rubro en el cual también tenemos logros importantes. Si no, que lo digan los 30 funcionarios corruptos que hemos destituido del Gobierno Regional. Y otros tantos que hemos suspendidos temporalmente… sin goce de haberes.

A ese respecto se podría decir que el “Sistema de Justicia” no funciona como debiera. Me refiero a instituciones como la Policía, la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Penitenciario. Incluso, el Congreso de la República y los Consejos Regionales. A los que habría que agregar otras instituciones como los Colegios Profesionales, la Prensa, y toda una gama de Asociaciones y ONG’s que – supuestamente – ejercen JUSTICIA en nuestro país.

Pues bien – repito – ese “Sistema de Justicia” no funciona como debiera. Prueba de ello… la corrupción. Y su prima hermana… la impunidad. Peor aún, todas las instituciones antes mencionadas están infiltradas por gente corrupta. CORRUPCIÓN… “ese virus social que lo infecta todo”. (Palabras del Papa Francisco).

La única JUSTICIA que funciona – al menos en el Gobierno Regional de Ica – es la “Justicia Administrativa”. O sea, la que nos ha permitido sancionar – rápidamente, y con todas las de la ley – a decenas de servidores corruptos que se juraban intocables. Médicos que abandonaban sus guardias y cobraban como si nada. Funcionarios que cobraban viáticos con facturas falsas. Trabajadores que “vendían” todo tipo de licencias o permisos. Enfermeras que lucraban con medicamentos robados. Jefes que cobraban cupos a sus subalternos. Coimeros que sobrevaloraban todo tipo de compras y contrataciones inútiles. Y muchos etcéteras más.

Ninguno de los delitos antes mencionados fue detectado – y menos sancionado – por ninguna de las instituciones del “Sistema de Justicia”. Al contrario… ¡algunos congresistas y consejeros regionales se pusieron del lado de los corruptos! ¡Cuántos policías y fiscales forman parte de las mafias de la corrupción! Y ¿Qué me dicen de los dirigentes del Colegio Médico de Ica y los periodistas chantajistas? ¡Son unos pandilleros!

Las cosas claras y el chocolate espeso. El problema No. 1 de nuestro país es la corrupción. Y el No. 2 la impunidad. El “Sistema de Justicia” no funciona. Lo único que funciona – cuando existe la voluntad y las agallas para aplicarla – es la Justicia Administrativa. En ese sentido, vamos a seguir sancionando la corrupción con el máximo rigor. ¡Así ejercemos JUSTICIA en favor de la ciudadanía!

En el nombre del agua, la salud, la educación… y la JUSTICIA. ¡Amén! Lampadia




Si juntos goleamos al zancudo… juntos golearemos a la basura

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 30 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Luego de la goleada que le propinamos al zancudo trasmisor del Dengue, y comprobada la efectividad de nuestros escolares para acometer – con éxito – “misiones imposibles”, nuestra Dirección Regional de Educación está por lanzar el “Plan de Prevención y Lucha contra la Contaminación Ambiental”.

Tal como sucedió con la epidemia del Dengue – que fue, porque este año NO tenemos Dengue en Ica – vamos a repetir el enfoque participativo, involucrando a toda nuestra población escolar – directores, maestros, alumnos, padres de familia, y trabajadores – proponiendo planes, esquemas organizativos, acciones concretas, y – por supuesto – sistemas de monitoreo y supervisión del plan medioambiental.

La idea es lograr la participación de todas nuestras Direcciones Regionales y de toda la ciudadanía – incluidas las autoridades y trabajadores de otras instituciones – para que los iqueños cambiemos nuestra conducta frente a la basura y la contaminación ambiental. Y que formemos nuevos hábitos para conservar y proteger la naturaleza preciosa de nuestra pródiga región.

Al final – logrado el objetivo en el ámbito de nuestras escuelas y sus alrededores – otorgaremos el certificado de “Institución Educativa Saludable”. Un alto honor que llevarán orgullosos todos los participantes que hayan merituado tan prestigioso galardón.  

Las 3 erres Reducir – Reutilizar – Reciclar se van a constituir en un “disco rayado” para que los iqueños apoyemos a nuestros Alcaldes en la ardua tarea de recolectar y desechar adecuadamente los residuos sólidos en nuestros pueblos. Está clarísimo. Ensuciar menos es mucho más efectivo que limpiar más.

No más bolsas de plástico. No más envases de Tecnopor. Bolsas de tela, yute, papel, o cartón… eso sí. O si no… a la antigua. Canastas de paja, carretillas para transportar mercadería… todo menos bolsas de plástico. Para estos efectos, esperamos la participación y el compromiso de las empresas iqueñas. Sobre todo, de los Centros Comerciales, y los Auto Servicios y Súper Mercados. 

El híper contaminante Tecnopor – u otros envases de plástico – que tanto expenden las pollerías y restaurantes con “comida para llevar” deben sustituirse por envases de cartón o papel. Nada de “cañitas”… a no ser que sean de material reciclable. En esta guerra, el enemigo tiene dos nombres: (1) bolsas de plástico, y (2) envases de Tecnopor. Tenemos que eliminar a esos dos enemigos mortales.

Ya se nos ocurrirá un slogan pegajoso alusivo a nuestra lucha contra la contaminación ambiental. Los niños – estoy seguro – van a salir con unos estribillos, cada cual más original que el otro. Para eso ¡son geniales!

El desafío es colosal. Si bien algunos Alcaldes locales han mejorado la limpieza y el ornato de nuestras ciudades y centros poblados, la situación ambiental – en general – es deplorable. Nuestros ríos y acequias están hechos unos muladares. Y gran parte de esa inmundicia termina en nuestras playas. Y – por ende – en el mar. ¡Pobres fauna y flora marino costera!

Está comprobado. Los recicladores se encargan de todo lo que sea de metal, vidrio, madera, y hasta botellas de plástico. Lo orgánico termina en las chancherías – lo cual es patético – o descomponiéndose. El problema – o, mejor dicho, el problemón – son las bolsas de plástico y los recipientes de Tecnopor. Nadie se ocupa de ellos. No se degradan nunca. Son un desastre. Insisto… ¡hay que eliminarlos de nuestras vidas! Ningún iqueño debe aceptar que le vendan nada en bolsas de plástico o Tecnopor. ¡Punto final! 

Vamos a ver cómo nos va. Sin embargo… ¡estamos yendo a ganador! Nuestro ejército de soldaditos escolares es imbatible. Tenemos mucha fe en ellos. Ya lo demostraron sacándole la mugre al Dengue. Ahora le sacarán la ñoña a la basura.

Ríos y acequias limpias… como en los buenos tiempos. Ciudades y pueblos limpios… como merecemos las personas dignas. Y playas y mares limpios… ¡los iqueños viviremos saludables y contentos!

He ahí nuestro siguiente gran desafío regional. ¡Vamos – niños y ciudadanos de Ica – por otra goleada! Lampadia




Los niños… nuestra arma secreta en la lucha contra el Dengue

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 23 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El Dengue – en Ica – está bajo control. ¡Quién lo hubiera imaginado! En el 2015 la epidemia apareció por primera vez en la región. En aquel verano se registraron decenas de casos. Después vino el invierno y la epidemia – aparentemente – desapareció. Aparentemente… porque el Dengue nunca desaparece. El zancudo que trasmite la enfermedad permanece oculto en forma de huevos o larvas – durante todo el año – en los recipientes de agua, y reaparece con renovada fuerza el verano siguiente. Aedes Aegypti se llama el desgraciado. Parece una cebra… es de color negro con blanco.

En el verano 2016 tuvimos centenares de casos. ¡10 veces más que el año anterior! Y se repitió la historia. Pasó el verano. Y con el frío vino la tregua epidémica. ¿Se acabó el Dengue? Nada que ver. Llegó el verano 2017 y tuvimos miles de casos. Incluso 2 fallecidos. ¡10 veces más que el año anterior! Los epidemiólogos dicen que así son las epidemias. Crecen exponencialmente año a año. Por eso este año – 2018 – esperábamos decenas de miles de casos. 10 veces más que el año pasado.

Ante tamaña amenaza recurrimos a nuestra arma secreta. Más de 200 mil soldaditos – toda nuestra población escolar – fueron instruidos sobre cómo combatir el Dengue en la región. “Ica, Ica, Ica… sin zancudo, Dengue y Sika” fue un estribillo que coreaban los niños y jóvenes durante la campaña que denominamos “Juntos Goleamos al Zancudo” la cual contó con una motivadora locución futbolera en la voz de Eddie Fleishman.

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“Lava, lava… tapa, tapa” fue otra muletilla que caló hondo en la población. Casa por casa – a lo largo y ancho de toda la región – todos los recipientes de agua se lavaron y taparon. Llantas viejas, bateas en desuso, tapas de plástico… todos los trastos que pudieran servir de hospedero del acebrado zancudo fueron eliminados. Hicimos campañas en los cementerios para cambiar el agua de los floreros por arena mojada. Además, los niños – tiernos, encantadores, brillantes, maravillosos – crearon canciones, poemas, y hasta actuaciones teatrales alusivas a la lucha contra el Dengue.   

Lo cierto es que nuestros soldaditos escolares hicieron un trabajo estupendo. ¡Controlaron el Dengue! En vez de decenas de miles de casos – que es lo que se esperaba, de acuerdo a epidemiólogos expertos en la materia – en lo que va del presente verano tenemos 3 casos de Dengue confirmados. ¡Tres! ¡1, 2, 3… y paremos de contar! ¡Extraordinario!

Pero ¡cuidado! La lucha no ha terminado. El año pasado tuvimos casos de Dengue hasta junio. Y recién vamos terminando marzo. Es verdad que ya pasamos los meses más calurosos. Pero no debemos bajar la guardia. Sigamos con el “lava, lava… tapa, tapa”. Sigamos con el cambio de agua de floreros por arena mojada. Sigamos eliminando todo cachivache que pudiera almacenar agua… tal como lo hemos hecho hasta ahora. La victoria total está a la vuelta de la esquina.

Ahora bien ¡cómo es la vida! Como no hay Dengue, no hay problemas. Y como no hay problemas, no hay noticias. Ni para mal ni para bien. Los congresistas carroñeros, los periodistas chantajistas, el Colegio Médico de Ica… ¡están mudos! No han emitido un solo comentario respecto a este gran logro regional. Está clarísimo. La salud pública les importa un bledo. Esos tipos están para encubrir mafias. Para eso sí son buenos.

Felizmente, ese no es el caso de muchos iqueños de buena fe que valoramos – sin límites – el trabajo realizado por nuestro ejército de soldaditos. Ellos – los niños – fueron nuestra arma secreta para vencer la epidemia de Dengue en Ica. Ellos llevaron a cabo – exitosamente – lo que parecía una misión imposible. No hay palabras para expresar nuestra admiración y gratitud por lo que han hecho para el bienestar del pueblo iqueño. ¡Nuestros niños son lo máximo! ¡Palmas para ellos! Lampadia




El rol ciudadano en el éxito (o fracaso) de la gestión pública

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 2 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La epidemia de Dengue ha sido controlada en Ica. En lo que va del presente año tenemos 2 casos. El verano pasado tuvimos más de 1,500 y este año esperábamos muchos más. ¿Qué pasó? ¿Qué permitió controlar una epidemia que – de no haber sido por la decisiva intervención de la ciudadanía – habría afectado a decenas de miles de personas?

Se acabaron las colas alrededor de nuestros hospitales. Antes la gente tenía que pernoctar en las calles para aspirar a ser atendidos. ¿Qué pasó? ¿Cómo así – de buenas a primeras – desapareció el maltrato y la crueldad en salud?

Los tramitadores de licencias de conducir han desaparecido de los alrededores de la Dirección Regional de Transportes. ¿Qué pasó? Aparte del liderazgo y orden impuesto por la Directora Rossana Vera ¿qué rol jugó la ciudadanía para que la mafia de transportes desaparezca?

El Coro SINFÓNICA es un éxito total. Cerca de 700 angelitos cantan y encantan a todos los que asisten a sus conciertos. Ya sea en auditorios cerrados o al aire libre, la música coral vuela por los aires y se posa suavemente en el alma del público. ¿Qué pasó? ¿Qué función cumplen los padres de familia en la educación artística de sus hijos? 

Nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua son también un éxito total. Los viveros de pinitos, los reservorios que cosechan el agua de lluvias en lo alto de la cordillera, las tilapias, los bosques cuyos follajes se distinguen desde lejos… ¡todo es una maravilla! ¿Qué pasó? ¿Cómo intervinieron las comunidades campesinas en la realización de esa obra de arte majestuosa?

A lo que quiero llegar es que muchas responsabilidades del Gobierno Regional han tenido éxito gracias a la activa participación de la ciudadanía. Como que, sin el aporte de la gente, nuestra gestión de gobierno habría fracasado.

En el caso del Dengue, la campaña “Juntos Goleamos al Zancudo” no pudo ser mejor. La población escolar – más de 200 mil estudiantes – fueron instruidos en tareas tan sencillas como tapar los recipientes de agua de sus viviendas. Los deudos que asistían a los cementerios fueron instruidos para cambiar el agua de los floreros por arena mojada.

Después de sancionar a unos – pocos – médicos y servidores corruptos que maltrataban a los pacientes a más no poder, todo cambió. La atención hospitalaria mejoró notablemente, tanto en calidad como en calidez. Los pacientes y sus familiares fueron más puntuales en sus citas médicas y – con todo derecho – empezaron a exigir un mejor servicio.

Los conductores de vehículos que requerían licencias de conducir también entraron por el aro de la lucha anti corrupción. ¡Nada de coimas! ¡Nada de licencias sin exámenes de reglas de tránsito y de manejo! Excelente.

Los padres – y familiares – de los niños del Coro SINFÓNICA tienen tanto mérito como los maestros de música. Si no fuera por ellos, el coro habría fracasado. Están al lado de los niños en todo momento… en la escuela, en los conciertos, en los viajes. ¡Son maravillosos!

Los campesinos de la Sierra hicieron suyos nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua. El Director Regional de Agricultura – Ing. Néstor Mendoza – da la pauta, pero todo el trabajo lo hacen los campesinos. Sin ellos, jamás habríamos logrado construir tantos reservorios y – menos – plantado tantos bosques de pinos en la cordillera.

Siempre se habla de buenas o malas gestiones públicas. Sin embargo, de lo que no se habla – o en todo caso, se habla poco – es del rol de la ciudadanía en el éxito (o fracaso) de la gestión pública. 

A ese respecto, he llegado a la siguiente conclusión. El rol de la ciudadanía es clave para el éxito de la gestión pública. Y que cuando las cosas salen bien, el mérito se reparte así: 99% ciudadanía, 1% gestión pública. Lampadia




Negando la realidad para evadir una verdad incómoda

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 23 de febrero de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La gente desdichada nunca acepta la responsabilidad de sus fracasos. Siempre “otro” es el culpable de sus infortunios. Cualesquiera – menos ellos mismos – son la causa de sus fracasos personales, profesionales, familiares, políticos, etc. Incluso de sus enfermedades y sentencias condenatorias, por ejemplo. Para justificar sus desdichas ante sus allegados, ese “otro” gran culpable suele ser – casi siempre – una autoridad gubernamental. La que esté más a su alcance.

Incluso los éxitos logrados por ciudadanos honestos y trabajadores en el ámbito privado, son negados por esos fracasados. El que tiene éxito en los negocios es un ladrón. El que tiene una pareja fiel y amorosa es un farsante que tiene a la ñaña escondida. O si no, es un pisado, saco largo. Y así por el estilo. Como yo soy un fracasado, nadie puede tener éxito. Así razonan esos infelices.

Eso de negar la realidad para evadir una verdad incómoda se llama negacionismo. El periodista norteamericano Michael Specter define el negacionismo grupal como “todo un segmento de la sociedad… que da la espalda a la realidad en favor de una mentira más confortable. En ese sentido, en Ica – y en el país – hay muchos negacionistas. Gente que niega la realidad para evadir su fracaso.

La Consejera Barco – por ejemplo – declaró hace poco que el Gobernador Regional – o sea, yo – había disuelto el Proyecto Especial Tambo Ccaracocha, a pesar de que en el PETACC había gente muy entendida y profesional. Eso dijo la Barco a un periódico de circulación nacional.

Pues bien, la consejera mintió… y a sabiendas. El PETACC opera normalmente. Jamás fue disuelto. Lo que fue disuelto fue el Directorio del PETACC. Yo lo disolví por oneroso e innecesario. Lo cual – reconozco – puede ser debatible. Sin embargo, lo que no dijo la Barco es que su marido era Director del PETACC. Un tipo sin ningún mérito para serlo – más allá de ser el cónyuge de la Consejera – que no aportaba nada al diálogo con Huancavelica, y que cobraba S/. 1,000 por sesión. ¿Dos sesiones por mes… o tres? ¡S/. 24 luquitas – mínimo – al año sin hacer nada! Esa es la verdad incómoda que la Barco esconde detrás de la falsa disolución del PETACC.

Oliva – el Congresista detrás del desalojo del Centro de Salud de Pisco – dice que el servicio de salud pública en Ica ha colapsado. ¡Mentira! Lo que Oliva quiere es el terreno del Centro de Salud para hacer un proyecto – mejor dicho, un negocio – con la Beneficencia Pública de Pisco. Esa es la verdad incómoda que Oliva esconde detrás de la crítica al eficiente servicio que brinda el Centro de Salud de Pisco.

Segura – el Congresista que exigió la entrega inmediata de un brevete falso para un familiar – también anda hablando tonterías del Gobierno Regional. Que la salud es un caos. Que el Gobernador es un inepto. Y la peor de todas… que la Directora Regional de Transportes – la que le negó el brevete falso – es una corrupta. Está clarísimo. La verdad incómoda de haber requerido un brevete falso, lo lleva a despotricar – sin limitación alguna – del Gobierno Regional.

Hemos logrado acuerdos históricos con Huancavelica para afianzar el agua para nuestras cuencas. Hemos construido decenas de reservorios y plantados millones de pinos en las cabeceras de nuestros ríos. Hemos controlado la epidemia de Dengue. 200,000 iqueños tienen agua potable 24 horas al día. Antes solo tenían agua por horas. La salud pública en Ica ha mejorado. ¡Hemos duplicado – y más – las atenciones médicas… sin colas! Hemos mejorado la educación pública. Hemos mejorado la educación artística, deportiva y tecnológica. Nunca antes ningún Gobierno Regional había sancionado a tantos funcionarios corruptos como nosotros.

Esa es la realidad que los negacionistas tienen que negar para evadir sus verdades incómodas. Contra esa lacra tenemos que luchar. Contra la lacra del negacionismo. Lampadia




Ica, Ica, Ica… sin Zancudo, Dengue y Zika

Ica, Ica, Ica… sin Zancudo, Dengue y Zika

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 14 de julio de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

¿Qué es el Dengue y el Sika? Veamos qué nos dice el Ministerio de Salud al respecto. Son enfermedades infecciosas, trasmitidas por un zancudo llamado Aedes Aegypti – ¡qué nombre tan feo! – que se reproduce en depósitos de agua de consumo doméstico.

En otras palabras, el Dengue y el Sika son enfermedades que se trasmiten de personas enfermas a personas sanas… a través del zancudo ese. No es que una persona enferma contagia a una persona sana. No. Es el zancudo, que habiendo picado a una persona enferma, se vuelve portador de la enfermedad, y contagia – mediante su picadura – a personas sanas que encuentra en su camino.


Fuente:  miempresaessaludable.com

Ello explica, porqué las epidemias de Dengue y Sika se combaten PREVINIENDO la causa de la enfermedad. Es decir… eliminando al zancudo. Si no hay zancudo… no hay Dengue… no hay Sika… y problema resuelto. ¡Así de simple!

Pero hay un pequeño detalle. Resulta que al zancudo no le gusta el frío. Por eso – ahora que estamos en invierno – da la impresión de que la epidemia ya pasó. Pero no. Efectivamente, no hay zancudos en las casas, ni en el ambiente. Al menos, no tantos como en los veranos. Y por el lado de los hospitales, ya no se reportan nuevos casos de “febriles” … así les llaman a los pacientes que tienen Dengue y Sika, y que acuden a nuestros hospitales para ser atendidos.


Fuente: prevencionhn.wordpress

Pero las apariencias engañan. Los zancudos pueden no estar presentes en su estado adulto. Es decir, como el típico insecto de cuerpo delgado y patas alargadas; y cuyas picaduras causan tantas molestias. El problema es que el zancudo se cobija durante los inviernos en forma de huevos o larvas. O sea, no causan ninguna molestia, sino hasta que llega el verano y se transforman en zancudos adultos. En buena cuenta, los zancudos ¡están “escondidos” en los recipientes de agua… en nuestras propias casas!

Entonces ¡ahora es cuando! Si no eliminamos – ahora… en este invierno – los huevos y larvas del zancudo trasmisor del Dengue y Zika, el próximo verano la vamos a pasar mal… muy mal. Si comparamos las estadísticas del verano pasado con la del 2016, veremos que la epidemia creció exponencialmente de un año a otro. Efectivamente, en el 2016 el brote de Dengue apareció en Pachacútec – Ica y terminó con 148 casos, y – felizmente – ninguna fatalidad. En cambio, el verano pasado el brote apareció en Sacramento – Palpa, luego se esparció por toda la región, y terminó con 1,529 casos de Dengue, 242 casos de Sika, y – desgraciadamente – 2 fatalidades. Como se ve, los estragos de la epidemia crecieron exponencialmente de un año a otro… y lo mismo pasaría el 2018, si esperamos de brazos cruzados la venida del próximo verano.

A lo que quiero llegar es que TODOS los iqueños – no sólo la Dirección Regional de Salud – debemos asumir la responsabilidad de eliminar al enemigo que – repito –tenemos dentro de nuestras casas… allí donde tenemos agua almacenada. En tachos, baldes, botellas, llantas viejas, ollas, platos, vasos, floreros, bebederos de animales, etc. Lo que tenemos que hacer es eliminar todos los recipientes inservibles, y limpiar con escobilla – y tapar – todos recipientes, para que el zancudo no pueda poner sus huevos en el agua, y reproducirse. En eso consiste la lucha contra el zancudo que trasmite el Dengue y el Sika.

Fuente:  silvitablanco.com

Pues veremos cómo nos va esta vez. Nuestra esperanza está en la participación de la ciudadanía en pleno… y particularmente en nuestra población estudiantil. El Gobierno Regional se abocará – básicamente – a motivar a la población a que participe en esta noble campaña. Pero los grandes protagonistas de esta gran cruzada serán los iqueños. TODOS los iqueños.

Entonces, empezó el partido. Ica, Ica, Ica… sin Zancudo, Dengue y Zika. Y que Dios nos bendiga. Lampadia