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El mundo de los datos

El mundo de los datos

El uso extensivo y creciente de datos en la toma de decisiones de las organizaciones es un tema del cual nos hemos extendido en anteriores oportunidades (ver Lampadia: Los datos: uno de los activos más valiosos de la empresa), haciendo hincapié en cómo hoy en día, gracias  a tecnologías como el big data y la IA, se ha podido gatillar la transformación digital de las empresas, descubrir nuevos mercados y hacer del uso de los datos algo transversal a todas las áreas corporativas.

Pero lo cierto es que el mundo de los datos trasciende al aspecto empresarial, y hoy en día varios expertos se han aventurado a hablar de una “economía de datos” como una suerte de repositorio de información que se va alimentando de todos los procesos que involucran directa e indirectamente la actividad humana.

Desde los aspectos biológicos del cuerpo humano que permiten la existencia de la “huella móvil” (ver Lampadia: La Biometría del comportamiento) en los artículos electrónicos hasta la cuantificación de ciertos procesos físicos que no son tan notorios a la vista, como la depreciación o desgaste de la maquinaria.  Toda esta información en el mundo avanzado ya se encuentra, gracias al Internet de las Cosas (IoT), siendo recopilado por diversas plataformas en tiempo real generando un mundo de réplica paralelo al nuestro.

Pero, ¿qué implicancias tiene esta economía suprafísica para el mundo real y qué tan útil le puede ser no solo a las empresas sino también a la misma sociedad civil y gobiernos?

Estas dos preguntas son abordadas en un reciente artículo publicado por The Economist que compartimos líneas abajo.

El aporte de The Economist a resaltar a nuestro parecer se centra en cómo este mundo de datos podría fomentar un debate geopolítico entre los países. Iniciativas recientes como las de la UE (ver Lampadia: ¿Una solución de mercado a la alta concentración en la industria tecnológica?) que permiten la libre difusión de datos entre empresas, configurando un “mercado único digital” debería ser sopesada en los distintos continentes, puesto que es una iniciativa que fomenta una mayor competencia en los mercados, situando en primer plano al consumidor. Lampadia

La economía de los datos
Un diluvio de datos está dando lugar a una nueva economía

Ludwig Siegele pregunta cómo funcionará

The Economist
22 de febrero, 2020
Traducido y comentado por Lampadia

Un ejército de doppelgangers está invadiendo el mundo. Primero fueron las copias digitales de motores de aviones, turbinas eólicas y otros equipos pesados. Ahora los fantasmas electrónicos de cosas cada vez más pequeñas se unen en el reino virtual, desde cepillos de dientes y semáforos hasta tiendas y fábricas enteras. Incluso los humanos han comenzado a desarrollar estos alter egos. En EEUU, la Liga Nacional de Fútbol planea diseñar un avatar electrónico para cada jugador.

Estos “gemelos digitales”, como los llaman los geeks, son mucho más que réplicas del original. Piense en ellos más como sombras que, gracias a una multitud de sensores y conectividad inalámbrica, están íntimamente vinculadas a su ser físico y cada día producen océanos de datos. Si algo sucede en el mundo real, se refleja rápidamente en este reino de la sombra. Algunos gemelos digitales ya vienen con las leyes de la naturaleza programadas. Funcionan como una base de datos de todo lo que le ha sucedido al original. Esto hace posible mirar hacia su futuro. Los entrenadores deportivos, por ejemplo, podrán ejecutar simulaciones, predecir cuándo un atleta podría lesionarse y ajustar las rutinas de entrenamiento para evitar problemas.

Los gemelos digitales son solo una parte de un vasto cambio en la economía mundial. Ellos pueblan lo que David Gelernter de la Universidad de Yale pronosticó hace mucho tiempo como “mundos espejo”: una nueva dimensión de la vida humana basada y alimentada por datos. Año tras año, cada vez más partes del reino físico se representan y simulan en el mundo virtual, una inversión de la teoría de Platón de que los objetos del mundo real son solo copias imperfectas de su verdadero ser en el reino espiritual. La aparición de estos mundos espejo provocará una economía distinta. Este desarrollo requerirá nuevos mercados, instituciones, infraestructura, negocios e incluso arreglos geopolíticos. Son las promesas y las trampas de la nueva “economía de datos” lo que será el foco de este informe especial.

Los mundos espejo no son meras representaciones matemáticas de los reales. También le dan un nuevo significado al adagio de que el conocimiento es poder. Cada vez más, las copias digitales cobran vida propia y actúan en el mundo físico. Se pueden utilizar para optimizar todo, desde la acústica de un auricular hasta una red ferroviaria nacional completa. Permitirán todo tipo de algoritmos de inteligencia artificial (IA) para reconocer objetos y caras, comprender el habla e incluso distinguir olores. Y hacen posibles nuevos modelos de negocio: ¿por qué comprar equipos pesados si su desgaste se puede medir en detalle y, por lo tanto, se puede alquilar por minutos?

Un buen lugar para comenzar a analizar cualquier economía es midiéndola. Todavía no se ha desarrollado una metodología sólida, pero la economía de datos ya es grande. Statistics Canada, una agencia gubernamental, el año pasado intentó estimar el valor de los datos del país (sus acciones más software relacionado y propiedad intelectual en el campo). El resultado fue entre c$ 157,000 millones y c$ 218,000 millones (US$ 118,000 millones y US$ 164,000 millones). Si ese número es cercano, un gran “si”, el valor de todos los datos en EEUU, cuyo PBI es 12 veces mayor que el de Canadá, podría ascender entre US$ 1.42 a 2 trillones, lo que representaría casi el 5% de las existencias privadas de capital de EEUU.

Si la cantidad de datos generados en todo el mundo es una guía, esta nueva economía está creciendo rápidamente. El primer genoma humano (tres gigabytes de datos, que casi llena un DVD) fue secuenciado hace 17 años; en abril, 23andMe, una empresa que ofrece pruebas genéticas, reclamó más de 10 millones de clientes. Los últimos vehículos autónomos producen hasta 30 terabytes por cada ocho horas de conducción (o unos 6,400 dvds). IDC, una firma de investigación de mercado, estima que el mundo generará alrededor de 90 zettabytes (19 trillones de dvds) este año y el próximo, más que todos los datos producidos desde la llegada de las computadoras.

Sin embargo, aún más llamativo que el rápido crecimiento de la economía de datos son las tensiones y las compensaciones que produce. Tome su economía. De alguna manera, los datos son un recurso natural, al igual que el petróleo, que se puede poseer y comercializar (este periódico llamó a los datos el “recurso más valioso del mundo” en 2017). Pero los datos también tienen características de un bien público, que deberían utilizarse lo más ampliamente posible para maximizar la creación de riqueza. Se deben crear nuevas instituciones para reflejar esta tensión, como fue el caso de la propiedad intelectual.

La infraestructura de la economía de datos también se divide entre dos polos. Actualmente, se compone principalmente de grandes centros de datos repletos de servidores donde los datos se almacenan y procesan. Sin embargo, dicha centralización tiene inconvenientes, sobre todo porque consume grandes cantidades de energía y crea riesgos de privacidad. Ya está en marcha un contramovimiento descentralizador: se procesan más datos en el “borde”, más cerca de donde se recopilan.

Las empresas también se enfrentan a una inversión digital. Muchas empresas quieren usar datos para infundir sus aplicaciones corporativas con IA. Han construido repositorios centrales como los “lagos de datos”, que contienen todo tipo de información digital. Sin embargo, estos sistemas tienen un uso limitado si una empresa y sus empleados carecen de las habilidades requeridas, se niegan a creer los datos o incluso a compartirlos internamente.

Finalmente, la geopolítica de los datos tampoco será simple. Los gigantes en línea, en particular, han asumido que la economía de datos será un asunto global, y que las cosas digitales fluirán hacia donde el procesamiento se realiza mejor por razones técnicas y de costos. Sin embargo, los gobiernos afirman cada vez más su “soberanía digital”, exigiendo que los datos no salgan de su país de origen. Lampadia




La pérdida de privacidad en las redes sociales

La pérdida de privacidad en las redes sociales

Facebook está involucrado en un desastroso escándalo, en gran parte debido a sus propios errores, por no proteger adecuadamente los datos de sus clientes. El escándalo estalla porque Cambridge Analytica (la empresa que manejo la campaña presidencial de Trump) obtuvo datos de Facebook ilegalmente, con los que podría haber favorecido el voto por Trump.

¿Qué paso?

El 16 de marzo, después de un informe en The Observer, el gigante de las redes sociales confirmó que había suspendido a Strategic Communication Laboratories (SCL) y su compañía de análisis de datos políticos, Cambridge Analytica, con sede en el Reino Unido, por violar sus términos y condiciones contractuales. Las empresas habían recopilado y compartido información personal de hasta 50 millones de usuarios de Facebook, sin su consentimiento explícito.

El grafico inferior muestra que paso de una manera clara y sencilla:

¿Qué significa para Facebook?

Para Facebook, el problema descubierto por la historia de Cambridge Analytica es algo más que Cambridge Analytica. A medida que Facebook evolucionó durante los últimos 14 años de su inicio en Harvard a un gigante mundial, acumuló una cantidad casi insondable de datos sobre su base de más de 2 mil millones de usuarios activos, muchos de los cuales compartieron sus vidas libremente sin pensar en lo valioso esa información podría ser o, en las manos equivocadas, cuán peligrosa.

Facebook de hoy es una institución global con fines de lucro que funciona como un directorio digital híbrido, mercado en línea, servicio de comunicaciones instantáneas, plataforma de video bajo demanda, herramienta de participación cívica, plaza pública virtual y fuente de noticias integral.

Rápidamente superó los esquemas regulatorios relevantes, la mayoría de los cuales se construyeron hace décadas. Ahora es tan grande que cuando se usa para facilitar la diseminación de “noticias falsas” de una manera que podría haber ayudado a impulsar una elección presidencial, plantea el peor tipo de problema: uno para el que no existe un método objetivo, e identificable de solución.

Lo primero que ha hecho Zuckerberg ha sido pedir perdón, reconociendo que escándalo han defraudado la confianza de los usuarios. Ha asegurado que la gran responsabilidad de Facebook es la de proteger los datos de sus usuarios, y que cuando no lo consiguen es como si no se merecieran la oportunidad de servir a las personas. “Nuestra responsabilidad ahora es la de asegurarnos de que esto no vuelva a pasar de nuevo, y creo que hay unas cuantas cosas básicas que deberíamos hacer para asegurarnos de ello”, ha añadido. “Una es asegurarnos de que los desarrolladores no tengan acceso a tanta información, por lo que vamos a hacer tomar una serie de medidas para restringir el acceso a la información a la que pueden acceder”.

El creador de Facebook también ha dicho que planean crear una herramienta para permitir que los usuarios puedan ver si su información personal ha sido comprometida, y que notificarán a los usuarios si alguna de sus aplicaciones está haciendo cosas sospechosas. Son cosas, según ha dicho, que vistas desde la perspectiva actual se arrepiente de no haber hecho hace tiempo, pero asegura que están comprometidos en hacer bien a partir de ahora.

La solución planteada por The Economist, para Facebook y toda la industria, es que para evitar regulaciones aplicables a servicios públicos, las “firmas tecnológicas deben abrirse a personas externas, de manera segura y metódica. Debería crear un ombudsman de la industria, llamémoslo Consejo de Derechos de Datos. Parte de su trabajo sería establecer y hacer cumplir las reglas mediante las cuales los investigadores independientes acreditados miran dentro de las plataformas sin amenazar la privacidad de los usuarios”.

Facebook y otros servicios de la redes sociales, son omnipresentes en nuestra vida diária. Por lo tanto, debemos prestar atención a su evolución, y sobre todo a los conflictos vinculados a nuestra privacidad. Por ello, compartimos más abajo, los análisis de The Economist al respecto:

1. Facebook enfrenta la dilución de su reputación

Lo que debería hacer Zuckerberg

Así es como Facebook y la industria en general, deberían responder

22 de marzo de 2018
The Economist
Traducido y glosado por Lampadia

El año pasado surgió la idea de que Mark Zuckerberg podría postular a la presidencia de EEUU en 2020 e intentar liderar el país más poderoso del mundo. Hoy, el fundador de Facebook está luchando por demostrar que es capaz de liderar a la octava empresa más grande del mundo o que cualquiera de sus 2,100 millones de usuarios deberían confiar en ella.

Las noticias de que Cambridge Analytica (CA), una firma vinculada a la campaña del Presidente Donald Trump en 2016, obtuvo datos de 50 millones de usuarios de Facebook de maneras dudosas, posiblemente ilegales, han encendido una tormenta de fuego.

Zuckerberg parece no haberse dado cuenta de que su negocio enfrenta una crisis de confianza muy amplia. Después de meses de hablar de propaganda y noticias falsas, los políticos en Europa y, cada vez más en EEUU, ven a Facebook en negación y fuera de control.

Desde que se supo la noticia, los inversores asustados se han deshecho de un 9% de las acciones de Facebook. Según un grupo de expertos del Centro de Investigación Pew, la mayoría de los estadounidenses dice que desconfía de las empresas de redes sociales. El señor Zuckerberg y su industria necesitan cambiar, rápido.

El juego de la adicción

El negocio de Facebook se basa en tres elementos: mantener a los usuarios pegados a sus pantallas, recopilar datos sobre su comportamiento y convencer a los anunciantes que paguen miles de millones de dólares por anuncios orientados hacia ellos. La empresa tiene un incentivo para promocionar material que llama la atención y vender anuncios a cualquier persona. Su cultura combina una búsqueda despiadada de ganancias con una creencia excesivamente optimista y narcisista en sus propias virtudes. El señor Zuckerberg controla los derechos de voto de la empresa. Claramente, recibe muy poca crítica.

En el último fiasco, se descubrió que en 2013 un académico en Gran Bretaña creó una aplicación de cuestionarios para usuarios de Facebook, al que respondieron 270,000 personas. A su vez, ellos tenían 50 millones de amigos de Facebook. Los datos sobre todas estas personas luego terminaron en Cambridge Analytica. Facebook sabía del problema en 2015, pero no alertó a los usuarios individuales. Aunque nadie sabe cuánto CA benefició a la campaña de Trump.

El episodio se ajusta a un patrón establecido de descuido hacia la privacidad, la tolerancia hacia la inexactitud y la renuencia a admitir errores. A principios de 2017, Zuckerberg desestimó la idea de que las noticias falsas habían influido en las elecciones como “bastante loca”.

Facebook no va a ser prohibido o cerrado, pero las posibilidades de una reacción reguladora están creciendo. Europa está imponiendo castigos, desde impuestos hasta casos antimonopolio. La base de clientes estadounidenses de Facebook se ha estancado desde junio de 2017. Facebook vale US$ 493,000 millones, con solo US$ 14,000 millones de activos físicos. Su valor es intangible y, potencialmente, efímero.

Si Zuckerberg quiere hacer lo correcto por el público y su empresa, debe reconstruir la confianza. Necesita un examen completo e independiente de su enfoque al contenido, la privacidad y los datos, incluido su papel en las elecciones de 2016 y el referéndum del Brexit. Esto debe hacerse público.

Luego, Facebook y otras firmas tecnológicas deben abrirse a personas externas, de manera segura y metódica. Debería crear un ombudsman de la industria, llamémoslo Consejo de Derechos de Datos. Parte de su trabajo sería establecer y hacer cumplir las reglas mediante las cuales los investigadores independientes acreditados miran dentro de las plataformas sin amenazar la privacidad de los usuarios.

Pulgares abajo

La tecnología tiene experiencia en actuar colectivamente para resolver problemas. Los estándares sobre hardware y software, y la denominación de dominios de internet se acordaron conjuntamente. Los rivales de Facebook pueden ser cautelosos, pero si la industria no presenta una solución conjunta, un encorsetamiento del gobierno será inevitable.

Facebook parece pensar que solo necesita modificar su enfoque. De hecho, otras empresas que extraen datos de consumo deben suponer que todo su modelo comercial está en riesgo. A medida que los usuarios se informan mejor, la fórmula mágica de tomar datos sin pagarlos y manipularlos con fines de lucro puede morir. Las empresas pueden necesitar compensar a las personas por sus datos o dejar que paguen por usar plataformas sin anuncios. Los beneficios no vendrán tan fácilmente, pero la alternativa es dura. Si Facebook termina como un servicio público regulado con sus retornos de capital limitado, sus ganancias pueden caer un 80%. ¿Qué le parece, Zuckerberg?

2. El escándalo de Facebook podría cambiar tanto la política como la Internet

Privacidad digital

Incluso usado legítimamente, es una herramienta política poderosa e intrusiva

22 de marzo de 2018
The Economist
Traducido y glosado por Lampadia

“Mi meta nunca fue hacer que Facebook fuera genial. No soy una persona genial”, dijo Mark Zuckerberg, el jefe del gigante de los medios sociales, en 2014. Eso nunca ha sido más cierto. Su compañía ha pasado el último año tropezando con controversias sobre el tráfico de noticias falsas y permitiendo la manipulación rusa de los votantes estadounidenses, con diversos grados de ineptitud.

Incluso los aliados de Facebook lo han eliminado como amigo. En Twitter, Brian Acton, cofundador de la popular app de mensajería WhatsApp (que Facebook compró por $ 22 mil millones en 2014), alentó a las personas a “#DeleteFacebook”.

El escándalo de Cambridge Analytica revela las morosas y porosas políticas de privacidad de Facebook y el enfoque arrogante de la compañía hacia la supervisión. Los datos sobre los usuarios de Facebook fueron obtenidos por Aleksandr Kogan, un investigador de la Universidad de Cambridge, que atrajo a unas 270,000 personas a participar en una encuesta a cambio de una pequeña tarifa. Cuando esos usuarios instalaron la aplicación de encuesta, compartieron detalles sobre ellos mismos y, sin saberlo, sobre sus amigos, en torno a los 50 millones de usuarios de Facebook. Sorprendentemente, antes de 2015, las reglas de Facebook permitían la extracción de conexiones sociales sin el consentimiento de cada usuario.

Lo que sucedió a continuación nunca fue permitido por Facebook. Kogan proporcionó estos datos a Cambridge Analytica, y se alega que los compartió con los clientes, incluida la campaña de Trump. Cambridge Analytica cuenta con el respaldo de Robert Mercer, un donante republicano; Steve Bannon, ex asesor principal de Trump, solía servir como ejecutivo.

Si los informes son creíbles, Cambridge Analytica tiene la costumbre de impulsar los límites éticos y legales para recopilar datos. Se espera que el regulador británico de protección de datos, la Oficina del Comisionado de Información, haga una investigación en las oficinas de Cambridge Analytica.

El escándalo repercute tanto en la política como en Internet. Facebook ha construido un gigantesco negocio de publicidad, con ventas de alrededor de US$ 40 mil millones en 2017, al recopilar información detallada sobre la identidad y el comportamiento de los usuarios en línea y luego vender el acceso. Facebook rastrea a los usuarios no solo en sus servicios, incluyendo su red social del mismo nombre e Instagram (que posee), sino a través de la web. Saber que alguien es dueño de un perro e interesado en comprar una nueva ventaja puede no parecer controversial. “Microtargeting” a alguien con el fin de influir en sus puntos de vista políticos y el comportamiento de votación parece más siniestro.

Las campañas de Barack Obama eran digitalmente sofisticadas y usaban Facebook para llegar a los posibles votantes. Sin embargo, Obama obtuvo el permiso adecuado para obtener datos sobre los amigos de la gente y no microtargeteó a los usuarios a escala industrial, a diferencia de la campaña de Trump. La focalización basada en los datos de Cambridge Analytica puede haber ayudado a Trump a ganar la presidencia, aunque no se puede saber en qué medida.

Las empresas pueden superar escándalos. Rupert Murdoch, un magnate de los medios, sobrevivió a una vorágine en 2011 cuando se informó que un periódico que poseía había pirateado el teléfono de una niña asesinada, Milly Dowler.

La respuesta de Zuckerberg al escándalo ha sido modesta. Mientras los usuarios se alejan, es probable que los políticos de EEUU y Europa le presten más atención a Facebook. Están analizando la conducta de Facebook y pueden proponer nuevas leyes, especialmente en el dominio de la privacidad de datos. Lampadia




Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Recientemente, la Fundación Bill y Melinda Gates ha anunciado que estaría invirtiendo US$ 80 millones para recolectar mejores datos para luchar contra la desigualdad de género de mujeres y niñas.

Según un video publicado por la fundación (ver líneas abajo), todavía no tenemos suficiente información acerca de los desafíos que muchas mujeres y niñas enfrentan en sus vidas. Existen grandes puntos ciegos en temas mundiales de salud y desarrollo. Esto es especialmente cierto a la hora de analizar la información más básica sobre las mujeres y las niñas – dónde y cuándo nacen, cuántas horas trabajan, si se les paga, si han sufrido violencia, etc.

La dura realidad es que en muchos lugares no existe información. Lo que es peor: incluso si es que existe, a menudo tiene un sesgo sexista. Se minimiza a las mujeres y las niñas en su totalidad, o subestima y disminuye el valor de su contribución económica y social a sus familias, comunidades y países.

Esta falta de información obstaculiza nuestra capacidad para identificar las causas de la desigualdad de género. Si no se registra el nacimiento de una niña, ella no tiene una identidad oficial, lo cual daña sus posibilidades de ir a la escuela y, por lo general, significa que no pueden votar u obtener una cuenta bancaria en el futuro. Además, estas brechas y sesgos refuerzan los estereotipos y las prácticas nocivas que se basan en actitudes que subestiman a las mujeres y a las niñas. En Lampadia hemos comentado y criticado esta actitud en: La igualdad de género empieza con una buena educación.

Con una mejor comprensión de la forma en que las mujeres viven sus vidas; de las dificultades, humillaciones e injusticias que les impiden avanzar todos los días, podemos ver qué es lo que necesita ser corregido, si las soluciones están funcionando y qué progresos se están realizando. 

Como afirma el video, “la recopilación y el análisis de datos hace visible lo invisible”. Queda claro que el cierre de la brecha de género requiere cerrar la brecha de data.

Ver transcripción del video:

La data que no conoces de la brecha de género

Fuente: Melinda Gates

Transcrito, traducido y glosado por Lampadia

Vivimos en la era de la información. Unos asombrosos 2.5 trillones de bytes de datos se crean  todos los días. Aún así, todavía hay algunos puntos ciegos. Todavía no se sabe lo suficiente sobre las desigualdades e injusticias que enfrentan las mujeres y las niñas.

La gente ha trabajado durante décadas para lograr que las mujeres y las niñas estén en el centro de la agenda global de salud y desarrollo. Eso fue para darle una voz a los que no la tenían. Ahora, se trata de hacer visible lo invisible.

En demasiados casos, no estamos reuniendo la información necesaria sobre la vida de las mujeres y los desafíos sociales, políticos y jurídicos que enfrentan; e incluso cuando lo hacemos, a menudo es muy poca, está muy atrasada o no se utiliza correctamente. Mientras que las mujeres sean invisibles, los beneficios del desarrollo no les llegarán. El resultado es que millones de personas todavía no tienen acceso a atención primaria de salud o a la escuela.

A menudo son las mujeres las que se ocupan de sus hogares y familias; sin embargo, su estatus social es mucho menor que la de los hombres. Sus contribuciones a la economía son, en su mayoría, ignoradas y, aunque sabemos que muchas mujeres son víctimas de abusos, mal pagadas y se les niegan derechos básicos como identificación, propiedad de la tierra y cuentas bancarias; sin buena data, nos estamos perdiendo los detalles cruciales para poder cambiar las cosas. No podemos ver exactamente qué es lo que hay que solucionar.

Sin importar si las soluciones actuales están funcionando o no, o cuánto estamos progresando para lograr la igualdad de género; el desencadenar una revolución de data para llenar este vacío de conocimiento abrirá los ojos del mundo a las vastas disparidades y discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas. Pero la data por sí sola no va a cambiar la vida de las mujeres. Los países tienen que diseñar programas basados en mejor información.

Sólo aprendiendo más sobre la vida de las mujeres, y las barreras que les impiden avanzar, vamos a ser capaces de ayudar a más mujeres a alcanzar su máximo potencial. Hay un montón de maneras de mejorar la forma de obtener y utilizar datos. Simplemente con el registro de nacimientos y matrimonios se revelan los matrimonios precoces y forzados. También da una identidad jurídica individual a las mujeres. En muchos lugares, es la única manera de que los derechos sean totalmente experimentados y ejercidos. La medición con precisión de todas las formas de trabajo puede ayudar a exponer cuándo la mujer trabaja sin remuneración o es mal pagada. Un mejor seguimiento de las nuevas infecciones del VIH puede alertar sobre una epidemia cada vez mayor entre las adolescentes y nos ayudará a asegurarnos de que reciban el tratamiento necesario. 

La recopilación de data y análisis puede parecer abstracta y complicada, pero la razón por la que tenemos que hacerlo es concreta y simple. Empodera a más mujeres y niñas para transformar sus vidas, y cuando lo hacen, todos se beneficiarán: las familias, las comunidades y los países; porque las mujeres y las niñas no sólo se benefician del progreso, sino que lo conducen.

Lampadia




Importantes mensajes del WEF 2016 desde Davos, Suiza

Importantes mensajes del WEF 2016 desde Davos, Suiza

Los líderes mundiales están reunidos en Davos, la popular estación de esquí suiza, para discutir de la geo-política, economía y del desarrollo mundial en un evento anual insignia del Foro Económico Mundial (WEF), que empezó esta semana. El tema de la reunión de este año es “El dominio de cuarta revolución industrial”, tema que hemos venido analizando en Lampadia durante los últimos largos meses. (Ver: El Foco en la Cuarta Revolución Industrial y La llegada de la Cuarta Revolución Industrial).

Hemos seleccionado 5 temas clave que dominan los debates del Foro Económico Mundial de este año y que consideramos más importantes para nuestros lectores:

1. Cuatro cambios que configuran el mercado de trabajo

La Cuarta Revolución Industrial está transformando al mundo del trabajo y le está dando rienda suelta a nuevas oportunidades de empleo y el crecimiento económico. (Fuente: WEF – Four changes shaping the labour market)

  • Cambio de la demografía, una fuerza de trabajo dinámica

Tendencias como el envejecimiento y la disminución de las tasas de natalidad significan que los días de abundante mano de obra están llegando a su fin en gran parte del mundo. Frente a esta escasez, los empresarios y los políticos se verán obligados a buscar métodos para atraer talento. Las empresas que no pueden encontrar el talento que necesitan en su país, tendrán que utilizar un método remoto de trabajo para emplear a personas en otros lugares. Alrededor del mundo, los empleadores están experimentando con nuevas políticas para emplear a los grupos sub-representados: mujeres, jóvenes, minorías, personas con discapacidad, inmigrantes, etc. (Ver en Lampadia: ¿Cómo podemos aprovechar nuestro bono demográfico?)

  • El aumento de la elección individual

En lugar de aferrarse a un puesto de trabajo para toda la vida, el objetivo de hoy es ser empleable: desarrollar las habilidades, la experiencia y los conocimientos necesarios para mejorar, independientemente del empleador. Idealmente, esto da a la gente más opciones y flexibilidad para avanzar en su carrera. (Ver en Lampadia: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)).

  • La revolución tecnológica

Como resultado de los rápidos cambios tecnológicos, las empresas hoy en día se enfrentan a ciclos económicos cortos y a la competencia global. Todas las industrias tendrán que transformarse. La automatización, facilitada por la inteligencia artificial, está a punto de tener un gran impacto en el empleo. (Ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

  • La sofisticación del cliente y el amanecer de datos

La gestión del talento ha pasado de un arte a una ciencia, ya que las organizaciones comienzan a utilizar data para el suministro a la contratación y retención. El objetivo es una mayor eficiencia y productividad, y se está transformando cómo las empresas piensan en talento. (Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?).

2. Las 10 habilidades que se necesitan para prosperar en la Cuarta Revolución Industrial
Dentro de cinco años, más de un tercio de las habilidades (35%) que se consideran importantes en la fuerza laboral de hoy habrán cambiado. Al 2020, la Cuarta Revolución Industrial nos habrá traído robótica avanzada, transporte autónomo, inteligencia artificial, aprendizaje automático, biotecnología y genómica. Esta evolución va a transformar la forma en que vivimos y la forma en que trabajamos. Desaparecerán algunos empleos, se crearán otros trabajos que ni siquiera existen en la actualidad y se convertirán en algo común. Lo que es seguro es que la fuerza de trabajo del futuro tendrá que adquirir nuevas habilidades para mantener el ritmo.

3. ¿Cómo puede América Latina evitar quedarse atrás?

En 2015 se aprobaron tres acuerdos globales que establecen una visión transformadora del desarrollo sostenible que integran las dimensiones económicas, sociales y ambientales. (Fuente: WEF – How can Latin America avoid being left behind?), según la CEPAL.

Se han expuesto las debilidades de la región

El crecimiento mundial aún no se ha recuperado de los efectos de la crisis económica y financiera de 2008-2009. En este contexto, los países de América Latina y el Caribe están encontrando dificultades en el aumento de las exportaciones, producción e inversión. La CEPAL estima que las economías de América Latina y el Caribe se contrajeron un 0.4% en 2015 y crecerá sólo un 0.2% en 2016, mientras que el valor de las exportaciones de bienes de la región se redujeron en un 14% en 2015.

¿Se quedará la región afuera de las nuevas revoluciones digitales y ‘verdes’?

La revolución digital actual está transformando la producción, el comercio y la distribución de bienes y servicios. La producción será cada vez más concentrada en unas pocas grandes empresas con presencia en todo el mundo, mientras que los mercados se volverán cada vez más fragmentados. [Estamos en contra de esta preposición de la CEPAL. Debe ocurrir todo lo contrario. Por ejemplo, hasta hace poco la innovación era el territorio de las grandes empresas, hoy está en cualquier garaje y en manos de jóvenes emprendedores. Pero no olvidemos que ese ha sido el prejuicio eterno de la CEPAL: ‘miedo al cuco grandazo’].

Los países tienen que desarrollar capacidades para el nuevo panorama tecnológico y ambiental, especialmente mano de obra calificada. Pero la región de América Latina y el Caribe aún tiene un largo camino por recorrer para convertirse en una región impulsada por la innovación.

La integración económica y tecnológica regional es una necesidad

La región de América Latina y el Caribe debe profundizar su integración económica y tecnológica para promover encadenamientos productivos, fortalecer el comercio intrarregional y apoyar la producción de las exportaciones. Las políticas industriales y tecnológicas son esenciales para aumentar el potencial de crecimiento a largo plazo de la región y mejorar sus perspectivas de desarrollo y requieren repensar las relaciones entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales con el fin de establecer un medio ambiente de “gran impulso” para el desarrollo sostenible.

[Lamentable la representación de América Latina en el WEF. En los últimos tiempos, la CEPAL, coincidiendo con el segundo gobierno de Bachelet en Chile, ha regresionado a posiciones que reflejan el espíritu de la teoría de la dependencia. Como hemos indicado anteriormente, no se está haciendo una buena lectura de la situación actual de la región. Las cifras agregadas están distorsionadas por el pésimo desempeño y tamaño de Brasil. Tampoco se pueden confundir las políticas económicas de Venezuela, Argentina y Brasil con las de Chile y Perú. Por otro lado, la caída del crecimiento de estos últimos países, se debe más a errores internos que a la negativa situación externa. Ver en Lampadia: Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros y Las economías de América Latina según The Economist.

4. 5 tendencias clave para el futuro de las energías limpias

(Fuente: WEF – 5 key trends for the future of clean energy)

Energía limpia superará a los combustibles fósiles

El sistema eléctrico se ha ido desplazando por la energía limpia. El World Energy Outlook 2015 afirma que la cuota de las energías renovables en la generación de energía mundial será de 26% en 2020.

Las nuevas fuentes de capital y productos financieros

Los inversores privados de los fondos soberanos, de pensiones y capitalistas corporativos han aumentado su participación en la tecnología de la energía, proporcionando capital para cosechar los beneficios de adoptar una visión a largo plazo.

El aumento de la distribución

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU han establecido acceso universal de acceso a la electricidad. El despliegue de soluciones de energía solar, a menudo en combinación con herramientas de desarrollo tales como la micro-financiamiento y el emprendimiento, están siendo rápidamente adoptados.

Los clientes comerciales e industriales toman la iniciativa

2015 fue un año récord para la compra corporativa de energía eólica y energía solar a gran escala. El 60% de la lista de los Fortune 100 y más del 40% de las compañías del  Fortune 500 ya tienen como objetivo las energías limpias. A finales de 2015, 53 compañías del Fortune 500 se han comprometido a ser 100% limpias.

Desarrollo de tecnología financiada por el Gobierno

En COP21 en París, 20 gobiernos se comprometieron a duplicar su I + D en energías limpias. La investigación es muy importante para apoyar temas de innovación de tecnologías para temas energéticos.

5. ¿Es ésta la generación que erradicará la pobreza extrema?

(Fuente: WEF – Is this the generation that eradicates extreme poverty?)

En septiembre, los líderes mundiales se reunieron para acordar por unanimidad un nuevo conjunto de objetivos que guiarán el desarrollo sostenible para los próximos 15 años. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM) reemplazarán los anteriores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Entre ellos demarcamos los principales retos:

  • Si bien se cumplió la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza extrema para el año 2015, falta lograr que la otra mitad también salga de ella.

  • La pobreza infantil está aumentando en 18 de los 28 países de la UE. La era de la austeridad no ha sido amable con los sistemas de protección social en muchos países.
  • La desigualdad de género sigue siendo amplia.
  • El rápido ritmo de la degradación ambiental está dañando los ecosistemas de los que dependen la supervivencia humana y el bienestar.
  • No puede haber desarrollo sostenible sin paz y estabilidad – por desgracia, el mundo sufre un gran déficit en ese sentido.

[En Lampadia hemos criticado el enfoque de las Naciones Unidas, que en contra de opiniones ilustradas, como la del Consenso de Copenhague, forzó la aprobación de más de 160 metas, siendo que muchas de ellas generarán un importante desperdicio de recursos escasos. Ver: Desarrollo: ¿169 mandamientos? (II)].

En los próximos días seguiremos ilustrando a nuestros lectores sobre el desarrollo de este importante evento. Lampadia