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Todo vale para parar las inversiones en la selva

Todo vale para parar las inversiones en la selva

Como hemos visto muchas veces los supuestos abanderados del ambientalismo, desarrollan sus programas políticos e ideológicos, incluso si para ello, terminan perjudicando a las poblaciones más pobres, que simulan defender. 

El objetivo parece ser el mantener a la selva peruana sin la presencia de inversiones formales y sostenibles, que pueden llevar importantes beneficios a sus pueblos, mientras se ignoran los impactos negativos de las operaciones ilegales que depredan el medio ambiente y abusan de sus pobladores.

En esta ocasión, tomamos nota de varias publicaciones, que parecían adolecer de los mismos vicios, y decidimos investigar en la zona, la naturaleza de los supuestos conflictos entre las empresas y las comunidades.

Líneas abajo presentamos nuestro informe al respecto:

Cómo cambió la relación entre Ocho Sur y las comunidades indígenas

El aceite de palma es un cultivo que está presente en la vida cotidiana más de lo que se cree. Si uno piensa en la sopa instantánea que se hace en la noche, en una pizza congelada para el fin de semana, en grasas para freír el almuerzo, en galletas, helados, pintalabios, jabones, champús o detergentes, ahí está presente la palma. 

De acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) uno de cada diez productos disponibles en un supermercado cuenta con aceite de palma y hasta los restos molidos de la cáscara del fruto se usan como alimento para animales de granja.

Pero no solo se trata de un insumo muy usado. La palma es actualmente el cultivo más eficiente para los cultivos vegetales de aceites. De hecho, es hasta siete veces más productivo si se le compara con otras alternativas aceiteras como el girasol que tiene una productividad de 0.8 toneladas por hectárea o el aceite de soya, con un 0.5 de toneladas por hectárea. 

 

Planta de la palma en Ucayali

Además, se estima que el aceite de palma produce cerca del 39% del total de los aceites vegetales y grasas consumidas en el mundo y solo usa apenas el 7% del territorio destinado para los cultivos oleaginosos. Por ejemplo, si hablamos de territorio a nivel mundial, el 52% lo ocupa el grano de soya, seguido del aceite de girasol con un 10% y otro 10% destinado para la colza. 

Oportunidad

Si bien se tiene una idea de que el cultivo del aceite de palma es una amenaza para la selva peruana, la incidencia de este tipo de cultivo cuenta con grandes beneficios y pocos riesgos. Al 2019, se estima que el cultivo de palma en Perú abarca apenas unas 90 mil hectáreas de un total de más de 73 millones en la Amazonía peruana, lo que representa menos del 0.1% del territorio amazónico nacional, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego. Asimismo, comprende apenas poco más del 6% del total de cultivos en general en la Amazonía peruana.

Esto representa una menor cuantía si se compara con los cultivos de palma en los países vecinos. Solo en Colombia y Ecuador hay 500 mil y 250 mil hectáreas cultivadas con palma respectivamente. 

Pero la palma no solo concentra una gran oportunidad para su cultivo por su versatilidad en diversas industrias, principalmente en la de alimentos. También es una salida respecto a la generación de zonas cocaleras. Un factor principal es el tiempo. El cultivo de la palma tiene una duración promedio de 25 años en cuanto a productividad, por lo que representa uno de largo plazo. 

 

Fruto de la palma del cual se extrae el aceite

Por ello, solo en Ucayali y con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), se han usado 30 mil hectáreas que han reemplazado el cultivo de la hoja de coca. No solo es eso, sino que una vez se retira la palma, se pueden sembrar otro tipo de cultivos a diferencia de la hoja de coca o el arroz que sí generan daño en el suelo y lo degradan. 

Según expertos con los que conversó Lampadia, el mayor problema de la deforestación en el Perú no es el incremento de este cultivo, sino que consiste en la informalidad y la pobreza en la zona. Esto debido a la proliferación de cultivos generados por agricultores que hacen uso de la tierra y, cuando ésta deja de ser productiva, van avanzando hacia zonas aledañas, lo que termina por devastar los campos. 

Ocho Sur

Uno de los supuestos conflictos de la palma en el Perú se generó por unos cultivos desarrollados por una empresa -que ya no está- hace unos años en Ucayali. Ocho Sur adquirió los activos que tenía Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa en Ucayali en 2016. 

Estos activos habían empezado a desarrollarse hacia el 2012. Por esos años hubo conflictos con algunas comunidades, entre las cuales destaca Santa Clara de Uchunya. Voceros de Ocho Sur, con los que conversó Lampadia explicaron cómo está la situación del proyecto en la actualidad. El proyecto que tuvo irregularidades en el pasado y no funcionó bien en cuanto a productividad fue liquidado. Fue ahí que ingresaron los nuevos propietarios hoy conocidos como Ocho Sur. 

La compañía está dirigida por accionistas que son fondos internacionales basados en Estados Unidos con estándares de gobierno corporativo y que funcionan en base a regulaciones de dicho país. Así, el 85% de la compañía lo poseen Anholt Services Inc. (de capitales de Dinamarca) y Amerra, un private equity de una family office con base en Nueva York que cuenta con 5 mil millones de dólares de inversión en el mundo. Ambos trabajan en fondos agrícolas. Ocho Sur es la primera inversión que tienen en el país.

La empresa palmera cuenta con cerca de 13 mil hectáreas de las cuales 10 mil están saneadas en la actualidad. De hecho, desde 2016, no ha expandido su límite agrícola y aseguran no pensar en ello hasta en un mediano plazo.  

En 2020 inauguró una de las plantas extractoras más modernas del continente, al punto que la misma planta genera su propia energía eléctrica al momento de quemar la biomasa de la palma en la caldera. Esta cuenta con una capacidad de 45 toneladas métricas por hora de producción de palma y contempló una inversión por US$20 millones. La inversión de Ocho Sur asciende hoy por hoy a más de US$ 150 millones, sumando lo colocado en los terrenos.

Con ello, la compañía indica que genera 20 toneladas en promedio por hectárea al año cuando el promedio bordea las 13 a 14 toneladas. Además, asegura que genera cerca del 40% de las divisas obtenidas de Ucayali en 2020 y, hacia 2021, se espera que sea más del 60% de las exportaciones de la región.

Sin embargo, la producción de palma, pese a su modelo de negocio eficiente, no es inmediata. Para que sea rentable, se debe esperar unos 4 años para el inicio de la producción y recién hacia el quinto año se estima un punto de equilibrio en función a la escala. La cúspide de la producción del cultivo llega recién entre el año 7 al 12, cuando se llega a un estimado de hasta 28 toneladas de producción por hectárea en un año.

Si bien en años anteriores se habían reportado conflictos con las comunidades, hoy no es así. Son 23 comunidades aledañas a la operación de la empresa y la operación comprende a 22,000 personas que se benefician de esta, de las cuales 7,000 lo hacen directamente. Asimismo, brindan asistencia técnica y financiera a 200 familias lo que se suma al compromiso de compra de la producción a futuro de palma. 

Santa Clara

Lampadia viajó a una de las zonas que antes había registrado conflictos con la empresa por ingresar en sus tierras: Santa Clara de Uchunya. Fue por ello que hasta se interpusieron denuncias contra el propietario que tenía antes la operación. 

La comunidad nativa se vio hace poco enfrascada nuevamente en una situación tensa cuando se anunció en un medio de comunicación un supuesto conflicto con la compañía de palma aceitera Ocho Sur. Lo cierto es que los conflictos se habían originado con la antigua firma, Plantaciones de Ucayali, pero en la actualidad el panorama es distinto. 

Los habitantes de Santa Clara se encuentran cerca de 7 kilómetros desde la planta extractora, al otro lado del río Aguaytía. El pueblo de 40 años cuenta con cerca de 70 familias, unas 360 personas que lo habitan y se dedican, en su gran mayoría, a la agricultura y la pesca, pero ninguna de estas actividades les supone ingresos significativos a los comuneros. 

Según la resolución directoral regional 337-2019 del Gobierno Regional de Ucayali, la comunidad de Santa Clara de Uchunya – que pertenece a la familia lingüística Pano y al grupo etno-lingüístico Shipibo Konibo- cuenta con un territorio que fue ampliado en más de 1,500 hectáreas -a las poco más de 200 con las que ya contaban- en el distrito de Nueva Requena, provincia de Coronel Portillo. 

Mapa de la comunidad. En marrón, el terreno de Ocho Sur

Álex Soria, regidor del distrito de Nueva Requena y líder de la comunidad, contó a Lampadia que en Santa Clara no cuentan con muchas oportunidades. Ni siquiera tienen una posta médica. Es más, para ir al municipio cercano de Nueva Requena les tomaba unas 3 horas en río, pero esta situación cambió radicalmente hace poco.

 

Álex Soria, regidor de Nueva Requena y líder de Santa Clara de Uchunya

En una asamblea general de la comunidad del 22 de diciembre del 2019, el exjefe de la comunidad Efer Silvano, el exagente municipal Wilson Barbaran, el teniente gobernador James Lozano y cerca de 60 de comuneros acordaron suscribir un acuerdo con Ocho Sur para el desarrollo de Santa Clara de Uchunya. El acuerdo consistía, como uno de los puntos principales, en trabajar en una vía carrozable, además de otros temas como salud, educación y agricultura. 

“Nosotros nos acercamos a Ocho Sur, ya que vimos que en otras zonas apoyaban también con vías. En esas zonas, con o sin lluvia se movían y eso me conmovió, por eso nos acercamos. Desde Nueva Requena nos vamos a Pucallpa. Antes eran 3 horas por río, pero ahora lo hacemos en 40 minutos por la nueva vía y, con medio galón de gasolina, hacemos ida y vuelta según el motor”, explica Álex Soria a Lampadia.

Soria ha estado en el ojo de la tormenta, especialmente cuando en un medio de comunicación se informó que había sido acusado de abusar de su cargo de regidor de la municipalidad de Nueva Requena y por haber manipulado al agente municipal, Lino Arévalo, para convocar asambleas y firmar un acuerdo con Ocho Sur. 

Ante ello, Soria envió hasta dos cartas notariales a dicho medio en el que se señalaba que la comunidad, en su gran mayoría, había acordado en generar dicha asamblea y otras posteriores. 

Incluso, en la carta se señala que el pasado 4 de octubre de este año se realizó una asamblea general donde “más del 90% de los comuneros firmaron un acta de rechazo a ‘Ojo Público’ por afectar la reputación de nuestra comunidad con sus publicaciones, así como respaldan a mi persona con la confianza de continuar gestionando acciones en beneficio de la mayoría de nuestras familias”. 

Otro de los puntos en conflicto sugeridos por dicho medio de comunicación era la cercanía y supuesta contaminación sonora de la planta, ubicada a varios kilómetros de donde habita la comunidad. De acuerdo al teniente gobernador, James Lozano, y al mismo Alex Soria ni en la comunidad ni en las inmediaciones se escucha lo afirmado. Lampadia, durante la mañana y tarde que estuvo en la comunidad, tampoco registró sonido alguno proveniente de la planta.

La relación con la empresa, según pudo constatar Lampadia, ha llegado a una colaboración fluida. Al punto que los apoyos están enmarcados en documentos por parte de dirigentes y comuneros. 

Por ejemplo, el 29 de enero de este año, Lino Arévalo firmó una carta dirigida al gerente general de Ocho Sur en la que se le pedía un apoyo con 5 tubos de plástico para alcantarillado con el fin de arreglar partes críticas de este que compete al tramo de Santa Clara. 

Pese a que algunos pocos miembros de la comunidad se mostraron contrarios con el acuerdo con el paso del tiempo, el pasado domingo 27 de junio, se realizó otra asamblea general con Ocho Sur. En un nuevo convenio, se acordó rehabilitar la carretera de la comunidad y se aprobó el desistimiento y retiro de denuncias penales que se habían presentado entre el 2018 y 2020 contra la compañía de aceite de palma. 

El documento fue suscrito por el regidor Alex Soria, el alcalde de Nueva Requena Gilder Piñedo y representantes de Ocho Sur, así como cerca de 70 comuneros.

Acta de la asamblea del 27 de junio de 2021

“Ahora quisiéramos tener un producto y que nos ayuden a buscar un mercado. De repente podríamos sacar peces u otros productos, aunque nos falta asesoramiento”, dice el regidor y líder de Santa Clara. 

Otras comunidades

Pero este no es el único pueblo que está echando raíces para un futuro mejor. En la comunidad de Shambo -de unas 800 personas, con 3,600 hectáreas y aledaña a Santa Clara, hay un programa de apoyo para los comuneros. Desde el 2016, unos 40 habitantes se animaron a trabajar en el Programa de Alianza y Producción Estratégica (PAPE) impulsado por la compañía palmera. Se trata de un préstamo para el cultivo de palma que se va pagando a medida que se va produciendo.

“Como pueblo indígena no tenemos tantos recursos pensando en el futuro de los niños. Ahora estamos salvando vidas con la cosecha”, comenta Bruno Tangoa, jefe de la comunidad de Shambo.

Bruno Tangoa, jefe de comunidad de Shambo

Según los comuneros, esperan que en pocos años puedan pagar el préstamo. Actualmente, la mitad de lo generado se lo lleva la empresa. Una vez saldada la deuda, los ingresos irán a los bolsillos de los productores, quienes venden la planta a la compañía para la producción de aceite y derivados. 

Hace poco sufrieron una inundación y de las 80 hectáreas que habían destinado a la palma, se quedaron con 53. Sin embargo, no se desaniman y esperan pronto llegar a superar las 100, puesto que el cultivo ya les rinde frutos.

Otro caso de éxito es el de la comunidad de Kokama, de unas 120 personas en 48 familias, y que se ubica dentro de los terrenos de Ocho Sur. Según Amelia Pacaya, desde hace siete años la comunidad que lidera viene trabajando con la palma. No solo era el cultivo, sino que la empresa generó una carretera para acceder a su comunidad. 

Jefa de la comunidad de Kokama, Amelia Pacaya

“Nos sentimos agradecidos porque nos han brindado mucho apoyo. Con el sembrío de palma aceitera, tenemos 120 hectáreas de palma bajo el PAPE. Esto nos permite darles a nuestros hijos estudios y calidad de vida”, asegura a Lampadia. 

Si bien en el pasado hubo conflictos con las comunidades indígenas de Ucayali, hoy el escenario es distinto según pudo constatar Lampadia. A la par de mayores chances para el futuro de las comunidades, el progreso se percibe tan solo con la forma en cómo se accede a estos comuneros -horas adentro en la selva- que sonríen al hablar de las oportunidades que hoy viven gracias a la palma. Lampadia




Dar el salto a la exportación de papa

Dar el salto a la exportación de papa

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Hace unos días los productores de papa de varias regiones efectuaron un paro de 72 horas debido a que el precio del kilo del tubérculo en chacra había caído a 20 céntimos. Atribuían la caída del precio a la importación de papa, y pedían prohibir tal importación.

La verdad, sin embargo, es que el volumen de importación de papa pre-frita para los fast food es mínimo en comparación al consumo total. La producción nacional alcanza a 4.6 millones de toneladas e importamos sólo 30 mil toneladas, apenas el 0.6%.  

Causas y respuesta del gobierno

Evidentemente, la causa de la caída del precio en chacra fue la sobreoferta. Según informes, se habría juntado la campaña chica de sierra con la campaña de costa. Pero resulta que a los pocos días el problema se resolvió porque precio subió por si solo a unos 50 céntimos el kilo. Así, ningún gobierno regional llegó a comprar el tubérculo, tal como lo había dispuesto el Decreto de Urgencia (DU) N° 001-2018, que autorizó a los gobiernos regionales a adquirir el excedente de papa blanca hasta por un millón y medio de soles “a fin de contribuir en la atención de programas sociales y/o asistenciales, conducidos a través de entidades públicas y/o privadas sin fines de lucro”.

Felizmente no lo hicieron. La medida era absurda. Los gobiernos regionales debían empadronar a los campesinos, pero solo podían comprar por un millón y medio de soles, de modo que la mayor parte se quedaría fuera. ¿A quiénes empadronar y a quiénes no? Luego, de los empadronados, ¿a quiénes comprar y a quiénes no? Si el precio se mantenía bajo, todos hubiesen querido que se les compre. Además, el gobierno regional debía fijar el precio de compra según los costos de producción. ¿Cómo haría ese estudio?

¿Qué hacer?

El problema se resolvió por sí solo –por lo menos hasta ahora, aunque los gremios, jaloneados por un par de dirigentes radicales, habrían roto el diálogo con el ministro-, pero el episodio nos obliga a ir al fondo del asunto para ver qué se puede hacer para prevenir caídas abismales del precio y mejorar las condiciones para los paperos. Y tratar de ver cuál es el estado de desarrollo del mercado papero en el Perú para ver hacia donde puede evolucionar.

Intenciones de siembra      

Miguel Ordinola, experto del Centro de Internacional de la Papa, nos dice que lo primero es que el Ministerio brinde información a los agricultores acerca de intenciones de siembra y cosecha. Lo increíble es que, según un ex funcionario del Ministerio de Agricultura, esto ya se hacía entre los años 1998 y 2005 aproximadamente, y con cierto grado de eficacia. Se publicaba las intenciones de siembra de los principales cultivos. Lo que pasó luego es que la política de divulgar las intenciones de siembra habría perdido fuerza y, de otro lado, los equipos que generaban información en el campo se debilitaron con la descentralización. Por lo tanto, en el ministerio no hay certeza de que información sea correcta y por eso no la difunden.

Ismael Benavides, ex ministro de Agricultura, agrega que también tienen responsabilidad los comerciantes que habilitan y promueven los cultivos sin evaluar las consecuencias, de modo que al final quien paga los platos rotos es el pobre mal informado productor.

Baja productividad, pero subiendo

El problema de fondo del sector papero, sin embargo, es la baja productividad de los cultivos –aunque esta ha venido subiendo- y la ineficiencia del sistema de comercialización. Si los rendimientos fueran mayores los agricultores tendrían más ingresos, aunque habría que desarrollar mercados externos porque la producción crecería. Esta es la etapa que se viene.

En realidad, la productividad ha venido creciendo de manera sostenida. Según nos refiere Ordinola, entre los años 2005 y 2015:

  • El área sembrada creció 23%
  • La producción se incrementó en un 43%
  • Eso significa que el rendimiento creció en 19%
  • Y el consumo per cápita 20% (de 60 a 85 kilos)
  • Los precios reales, por su parte, crecieron un 22%

Es verdad, sin embargo, que esas cifras esconden diferencias importantes. Ismael Benavides apunta que mientras en la costa los agricultores tienen rendimientos de 36 mil kilos por hectárea, en la sierra están alrededor de 6 mil, con mayor dificultad de acceso al mercado y costos más altos. “A 50 centavos kilo el ingreso del agricultor en la costa es 18 mil soles ha., y en la sierra apenas 3 mil”.

Benavides explica que los rendimientos en la sierra son pobrísimos “no solo porque no se ha logrado proteger con tecnología y dar valor a nuestras papas nativas, si no que no se han desarrollado nuevas variedades. Falta investigación. Nuestra papa serrana está llena de virus que la debilita y baja su producción, y el agricultor está sujeto a plagas como la rancha, el gorgojo y las heladas. El INIA saca una variedad a la muerte de un Obispo, cuando hoy la tecnología te permite sacar varias variedades al año. El Centro Internacional de la Papa (con sede en el Perú), ha sacado variedades de papa transgénicas que son resistentes a la rancha, las heladas, etc. Como no se pueden usar en el Perú por la retrógrada y frívola ley que prohíbe transgénicos, esa papa se siembra en África y otros lugares. Justamente la transgénesis y la biotecnología nos ayudarían a preservar nuestras papas nativas de los virus y plagas que la aquejan, lo que redundaría en mayor productividad y mejores ingresos para los paperos que son los más pobres de nuestros agricultores”.

Pese a todo ello, la productividad ha venido aumentando y somos ahora el primer productor de papa de Latinoamérica, superando a Brasil. Mejoras en la producción andina como las que propone Benavides harían aún más necesario abrir un buen canal exportador. Es obvio que, si no exportamos papa, pronto el mercado interno llegará a su límite y los momentos de sobreoferta se repetirán con mayor frecuencia.

Comercialización y mercado internos

Vamos a examinar las razones por las que exportamos muy poco, pero antes señalemos que hay mucho que hacer en la comercialización interna para mejorar los precios al productor. Fernando Cillóniz recuerda que uno de los problemas más serios de la post cosecha son los sacos de 120 kilos en los que se empaca la papa, que no solo rompen las espaldas de los estibadores, sino que ocasionan una merma de alrededor del 30%, lo que reduce también el precio en chacra. Lo increíble es que unos ocho años atrás se dio una ley que establece los sacos de 60 kilos, pero no se cumple. Incluso se dio un reglamento y una norma técnica, pero el ministerio no hace nada para implementar estas normas.

Vale la pena aquí hacer notar el contraste entre la pos cosecha de la agro exportación costera, absolutamente tecnificada y sofisticada, con cadena de frío y empaques diferenciados para cada mercado, y la pos cosecha de la papa. ¿No podría aprender algo la comercialización interna de la externa? Es el dualismo de siempre.

Algo que podría ayudar, sobre todo en momentos de sobreoferta, son campañas que fomenten el consumo de la papa.  Hubo una experiencia muy exitosa en los años 2007-2008, cuando Benavides era ministro. El lema de la campaña fue “Este pechito come papa”. Benavides recuerda que según José Chlimper, a la sazón director del BCR, hubo un aumento del consumo y de precios a los paperos que significó un traslado de recursos de la ciudad al campo del orden de 300 millones de dólares de esa época, según cálculos del BCR (más que los programas sociales). “La idea de nuestro equipo del MINAGRI en esa época fue promover el consumo de nuestro disminuido tubérculo, así como Alicorp y Molitalia promueven el consumo de fideos y harina. Hicimos una campaña en medios, acompañada con degustaciones, eventos y recetas, y el uso de figuras culinarias como Gastón Acurio. Gastamos 4 millones de soles y fíjate el retorno”, relata Benavides.

La exportación de papa amarilla                  

De todas maneras, el consumo interno, aunque puede subir, tiene un límite. La producción papera peruana, que se viene incrementando, tendrá cada vez más problemas si no exporta de manera consistente.

En la actualidad exportamos, pero muy poco. Miguel Ordinola explica que hay tres segmentos de papa, y en dos de ellos ya se exporta cantidades pequeñas. El primero es la papa amarilla pre-cocida congelada, cuya exportación no llega a 5 millones dólares al año, aunque viene haciéndose de manera regular. Las variedades son la Peruanita de Andahuaylas y la Tumbay de Huánuco. Se vende la libra a $3.20 y se cocina en un horno microondas durante 3 minutos.

Pero la cantidad exportada es relativamente pequeña y no crece porque se dirige sólo a los mercados étnicos (de peruanos y colombianos) en Estados Unidos, Japón y España. Para conquistar los mercados locales de esos países se necesitaría una estrategia de marketing, que tendría que impulsarla el Estado coordinado a los distintos actores, en combinación, por lo demás, con la expansión de la gastronomía peruana. Hay allí una tarea impostergable.

La pregunta es por qué no se puede exportar papa amarilla fresca, y la respuesta es que la FDA lo impide porque el Perú es considerado un país con mosca de la fruta. Este es un tema que debería poder rebatirse porque dicha plaga es costera, no existe en la sierra. Pero eso supone una negociación de gobierno a gobierno que el nuestro ni se ha planteado realizar. Sería una tarea para el Mincetur.

Exportación de Chips de papas nativas de color

Un segundo segmento es el de las papas nativas de color. Con ellas se elaboran chips que se exportan con certificación orgánica y de comercio justo a Bélgica, Alemania, Francia, y van a un mercado gourmet. Pero el esfuerzo es muy pequeño. Sólo lo hace la cooperativa Agropia, en Sapallanga, Huancavelica. Allí tiene su planta desde hace unos 8 años. Son 900 socios, pequeños productores, pero no exportan más de 200 mil dólares al año. Según Ordinola, esta experiencia se podría replicar.

Papa blanca pre-frita y congelada             

El tercer segmento es el de la papa blanca, que podría exportarse cortada y pre-frita. Según Ordinola, aquí el problema es de competitividad. No podríamos competir con las grandes empresas globales que exportan esa papa y que nuestros fast food precisamente importan. La diferencia radica en que mientras nuestros campos producen 15 TM en promedio, aunque haya algunos que llegan hasta 40 TM, en Estados Unidos están en 60 TM por ha. Si subimos a 20 TM por hectárea podríamos exportar quizá a países latinoamericanos, piensa Ordinola.

Para ello podríamos comenzar modernizando el mercado de pollerías, que consume unas 350 mil toneladas al año de papa nacional. La idea, piensa Ordinola, sería tratar de emular calidad de las importadas. En la actualidad pequeños empresarios compran papa en el mercado mayorista, la pelan y la venden a las pollerías. Sería cuestión de que evolucionen hacia la venta a las pollerías de papa pre-frita refrigerada (no congelada), por ejemplo. Es algo que podría promoverse.

¿Exportar al Brasil?                                

Una pregunta que nos hacemos es por qué no podemos aprovechar la Interoceánica para exportar papa a las regiones interiores de Brasil, que importan la papa de lugares muy lejanos. Según Eduardo Ferreyros, ministro de Comercio Exterior, “no hay ninguna restricción de acceso de la papa a Brasil. El asunto es meramente comercial y de preferencias de consumidor. Al consumidor brasilero no le gusta las papas de cáscara gruesa y muchos agujeros. Se ha identificado que la variedad que podría ingresar es la Canchán, pero en Perú no hay proveedores organizados para el comercio internacional. Promperú y OCEX estás conversando con los proveedores a supermercados para incentivar su interés en el mercado internacional”.

Otro problema es el falso flete, es decir, camiones que regresan vacíos. Ferreyros nos informa Mincetur y PROMPERU vienen organizando misiones logísticas para encontrar carga de Brasil (soya, carne, etc.) que vaya al ASIA por puertos peruanos.

Miguel Vega Alvear nos refiere que el Ministro de Agricultura de Brasil estuvo en Lima en noviembre acompañado de 40 empresas compradoras incluyendo las cadenas de Supermercados, pero el Ministro de Agricultura del Perú se excusó de la reunión que Vega Alvear convocó con todos ellos. Increíble.

Y según Miguel Ordinola en el Perú hay variedades blancas sin ojos o con muy pocos ojos que podrían ser exportadas a Brasil. Ellas son la Canchán, Unica y Yungay. “Se puede organizar la oferta. El MINAGRI tiene una línea de acción que promueve la asociatividad y con mercado seguro se puede articular estas acciones”, opina. Estas variedades servirían también para hacer papa cortada pre-frita.

Conclusión

La producción y rendimiento paperos del Perú se vienen incrementando de manera sostenida, de modo que el Perú tiene que dar ya el salto a la exportación si no quiere verse agobiado con sobreproducción y bajos precios cada vez más frecuentemente.

Eso supone una política de Estado, que puede tener varios componentes:

  1. Una campaña de marketing en Estados Unidos, Europa y Japón para ampliar el mercado de la papa amarilla pre-cocida más allá del mercado étnico peruano, para llegar al consumidor local.
  2. Negociar con Estados Unidos permiso para el ingreso de papa amarilla fresca con el argumento de que la mosca de la fruta no existe en la Sierra del Perú
  3. Potenciar la exportación de chips de papa nativa de color
  4. Abrir el mercado brasilero para la papa blanca Canchán y otras organizando la oferta y reduciendo el falso flete.
  5. Modernizar el abastecimiento a las pollerías nacionales evolucionando a la papa cortada pre-frita refrigerada, como un paso hacia la exportación de papa cortada pre-frita congelada a otros países latinoamericanos.
  6. Investigación y acciones para incrementar los rendimientos de la papa en la sierra, introducir nuevas variedades resistentes y modernizar la pos cosecha, a fin de que los productores incrementen sus ganancias.
  7. Implementar un sistema de información de intenciones de siembra y llevar a cabo campañas de consumo de papa

Lampadia




La verdad sobre la sostenibilidad ambiental de la minería

La verdad sobre la sostenibilidad ambiental de la minería

El CADE 2017 reunió a muchos empresarios, políticos y opinólogos del país y, como suele hacer, trajo algunos expositores renombrados del extranjero. En esta ocasión queremos resaltar la exposición del español Rafael Fernández Rubio, catedrático emérito de la Escuela de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid, quien expuso sobre las propuestas para hacer viable el aprovechamiento de los recursos naturales a fin de generar desarrollo territorial, empleo y bienes.

Rafael Fernández explicó con mucha elocuencia que los agricultores no se perjudican por un agua contaminada al estar cerca de una mina, ya que sostuvo que el oro, el cobre, el hierro y el carbón sí pueden extraerse sin dañar la labor agrícola.

En su presentación, Fernández mostró fotografías sobre algunos proyectos mineros europeos y norteamericanos en donde no solo coexisten los cultivos agrícolas al lado de las minas, sino que es el agua extraída del interior de las minas, la que se utiliza para irrigar las tierras agrícolas.

El catedrático español explicó que la minería es productora de agua, porque esta sale del subsuelo y hay que drenarla para poder pasar en busca del mineral. El mayor lago de Europa, citó, está al lado de una mina de carbón y produce agua de excelente calidad gracias al adecuado drenaje y purificación que se realiza en la mina. Ver la presentación de Rafael Fernández en el CADE:

El oro, los cultivos agrícolas y la trucha son compatibles, recalcó, si se utilizan las tecnologías adecuadas y se siguen las metodologías correctas. La mina, agregó, puede usar el 10% del agua extraída y el resto se va para el riego de los cultivos. Así sucede en Portugal, Alemania, Polonia y varios países más, dijo.

Ver video completo:

Este es un argumento más que desmiente a muchos anti mineros que afirman que hay que estar en contra de la minería en cabeceras de cuenca al temerse un eventual acaparamiento de las fuentes de agua. La verdad es que el agua de la lluvia no cae solo en las cabeceras de cuenca, que son áreas muy pequeñas. La lluvia cae en zonas mucho más amplias y en consecuencia, la presencia de una mina en una cabecera de cuenca no vulnera la acumulación y aprovechamiento de agua para el resto de la sociedad.

La verdad es que el ciclo del agua es integral y continuo. En consecuencia, el agua proviene de toda la cuenca, no solamente de la cabecera. Este elemento que proviene de las lluvias, previamente se ha evaporado del mar, de las plantas y de todo lo que emite vapor hacia la atmósfera.

Lamentablemente no todos entienden, o quieren entender el tema. En un reciente análisis sobre el tema (Deroguemos norma sobre ‘cabeceras de cuenca’), decíamos, sobre las declaraciones de Cayetana Aljovín y Elsa Galarza, ministras de Energía y Minas y del Ambiente, respectivamente, que como no podemos dudar de la sinceridad de las damas que conforman el gabinete ministerial, asumiremos que no conocen lo suficiente o han sido engañadas.

Lo cierto es que tenemos 159 cuencas que cubren todo el territorio nacional y todos estamos parados sobre parte de alguna cuenca. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer los peruanos es aprender a aprovechar nuestros recursos, como los minerales, la energía, el agua, etc., etc. Solo la Cuenca del Alto Apurímac (una de las 159 que tenemos en el Perú), cubre buena parte de los departamentos de Apurímac, Cusco y Arequipa. ¿Tiene una cabecera? ¿Cientos? ¿No es toda la cuenca la que debe cuidarse, ponerse en valor y aprovechar (en sus múltiples recursos) para el beneficio de sus pobladores, y no más bien, de malos dirigentes que viven de la pobreza de la gente? Ver en Lampadia: Centrando el debate sobre las cabeceras de cuenca.

Existe la oportunidad para llenar déficit de oferta de minerales como el cobre desde el Perú y se puede lograr si entendemos que es un sector con sostenibilidad ambiental y lo vemos con una visión integral para desarrollo de toda la región ofreciéndoles agua limpia. Solo así cerraremos las brechassociales y económicas que arrastramos, logrando un desarrollo sostenible del sector y del país. Lampadia




La Nueva Agricultura Peruana

La Nueva Agricultura Peruana

Carlos Amat y León
Profesor  Emérito Universidad del Pacífico
Ex Ministro de Agricultura
Para
Lampadia

En aquellos tiempos, hasta mediados del siglo pasado, reinaban los  “Barones del azúcar y del algodón”. La Sociedad Nacional Agraria ponía y deponía presidentes según las circunstancias, manejaban las mayorías parlamentarias, controlaban el Banco Central de Reserva y ejercían una gran influencia en los medios de comunicación. Por entonces, a fines de los años 50´,  los agro-exportadores generaban el 46 % de las divisas y la minería y el petróleo aportaban el resto. Es decir,  la Cerro de Pasco Corporation y la Internacional Petroleum Company. Sin duda, este grupo era la base moderna de la economía nacional y el motor del crecimiento del país. Los  protagonistas políticos de la época fueron el General Manuel Odría, quien derrocó al ilustre jurista José Luis Bustamante al atreverse controlar el tipo de cambio en 1948. Y, por supuesto, el presidente Dr. Manuel Prado (1956–1961) y su Ministro de Hacienda Pedro Beltran, propietario de la hacienda algodonera Montalván, en el valle de Cañete.

Sin embargo, durante las últimas seis décadas, hemos experimentado todo tipo de revoluciones y en todas las dimensiones de la vida nacional. Este orden económico y social ha sido transformado en sus fundamentos  productivos, en la composición y dinámica social y en sus articulaciones con la economía global. En este corto período de historia hemos vivido lo que en Europa ocurrió en seis siglos.

Efectivamente, nuestra más alucinada creatividad no hubiera imaginado en 1960 la metamorfosis de la revolución cubana hasta la Venezuela contemporánea,  la explosión demográfica urbana de  Lima Metropolitana y su transporte público, la reforma agraria y el éxodo campesino, la brutalidad de Sendero Luminoso simultánea con la demolición financiera  del sector público y la hiperinflación de Alan García, la estrangulación y mercantilización del Estado por Fujimori y Montesinos y la sistemática corrupción corporativa, pública y privada, durante los últimos 4 gobiernos, con la excepción de  la primavera cívica de Valentín Paniagua. Y tampoco hubiéramos previsto la masificación del celular y el uso generalizado de internet.

Sin embargo,  en los últimos veinte años, también hemos sido capaces de sostener un crecimiento económico acumulativo, con una tasa promedia anual de 6 %. Esta es una experiencia inédita en la historia de la república. Quizás esta sorprendente acumulación del capital productivo ha rebasado y, en muchos casos asfixiado, la capacidad institucional y la habilidad de las personas para gestionar una actividad económica más compleja y dinámica. Es un hecho que este crecimiento ha reducido notablemente el índice de pobreza a 21%, aunque se debe reconocer la persistente informalidad del 70 % de la economía y de la sociedad, a pesar de las sistemáticas reformas laborales y tributarias para superarla.

Pero en este artículo queremos llamar la atención sobre los cambios en el comercio exterior del agro y el surgimiento de un  nuevo empresariado – los agro-exportadores-, durante este último período. Ellos son uno de los protagonistas de la transformación del país y de la inserción de la actividad productiva en la economía global.

En el cuadro adjunto hemos organizado la información del Boletín Estadístico del Comercio Exterior Agrario del Perú del año 2016, (SIEA- Minagri), seleccionando en la columna de las exportaciones los productos agrícolas cuyo valor(FOB) de exportación se aproximan al valor (CIF) de los  productos importados más importantes.  

Por ejemplo, con el valor de la exportación de uva de mesa  (US$ 646 millones) más el valor de los arándanos (US$ 237 millones), se obtiene US$ 883 millones. Con ese monto se puede financiar los US$ 885 millones que cuesta importar los productos derivados de la soya: granos, harinas, torta y aceites.  La cantidad importada equivalente en granos de soya es aproximadamente 2.1 millones de TM.

Lo interesante del cuadro son los términos de Intercambio de recursos. En este caso, el área cultivada que se utiliza en el Perú para exportar ese valor de  uva y arándanos son 30 mil hectáreas. El cultivo de esa área se intercambia con 1 millón de hectáreas que tienen que ser cultivadas por los otros países, para producir la soya que consumimos por un valor de US $ 885 millones. Si quisiéramos producir lo que consumimos (autosuficiencia alimentaria), tendríamos que utilizar algo más de un millón de hectáreas en nuestro país, ya que tenemos rendimientos menores en soya que USA, Brasil y Argentina. En resumen, en el caso de la soya,  la seguridad alimentaria para nuestro pueblo la conseguimos cultivando 28 mil hectáreas de uva de mesa y 2 mil hectáreas de arándanos y nos ahorramos el uso de 1 millón de hectáreas

Debemos advertir que este intercambio del uso de áreas cultivadas tiene mayores impactos, ya que también se intercambia el uso hídrico, fertilizantes, pesticidas, herbicidas y la energía para aplicarlas en los campos de cultivo. Además, en los países señalados, se cultiva la soya a escala continental, con un despliegue impresionante de vehículos, maquinaria y equipos para la siembra, cultivo y la cosecha. Adicionalmente al trabajo en el campo, se debe añadir el uso de edificios, instalaciones, almacenes y el transporte para llegar a los mercados. Para construir todo ello, se requiere extraer fierro, producir acero y fabricar la maquinaria, utilizando principalmente energía fósil: carbón y petróleo. Obviamente, la huella de carbono y el efecto invernadero de este millón de hectáreas es enorme. 

También habría que hacer el balance entre el intercambio de mano de obra y el tipo de organización empresarial.  Se nos viene a la mente la comparación de la pequeña y mediana agricultura y su impacto en los centros poblados como Ica, Trujillo y Piura, con las empresas corporativas de gran escala en Estados Unidos, Brasil y Argentina.

Un balance similar se muestra con la suma del valor de la exportación del espárrago más el mango por un valor de US$ 850 millones. Esta cifra es muy similar a los  US$ 852 millones que se paga por la importación de trigo.  En términos de recursos, intercambiamos las 34 mil has de espárragos más las 22 mil has de mango que se cultivan en el Perú, con 1´100,000 has que tienen que cultivar los otros países para producir el trigo que nos venden. 

En la exportación de palta más capsicums (páprica y pimiento piquillo), obtenemos un ingreso de US $ 526 millones, valor aproximado a los US $ 580 millones que requiere la importación de maíz amarillo. En términos del área utilizada, intercambiamos 52 mil hectáreas por las 390 mil hectáreas cultivadas en los países vendedores de maíz amarillo.  

De igual manera se compara en la parte inferior, dos grupos de productos de menor intercambio. Primero se contrasta el valor de la exportación de mandarinas y maracuyá con el valor de la importación de azúcar; y, de otro lado, se compara el valor de la exportación de alcachofa más cebolla con el valor de la importación de arroz. 

En síntesis, el 2016, la exportación de diez frutas y hortalizas generan las divisas necesarias para financiar  la importación de los principales alimentos industriales, como la soya, el trigo, maíz amarillo, azúcar y arroz. Y se muestra sobre todo, un extraordinario intercambio de recursos en el mercado internacional: en el Perú usamos 180 mil hectáreas de cultivo, a cambio de 2`570.000 hectáreas que cultivan en el resto del mundo, para abastecer nuestro mercado interno. Pero también es el  intercambio de la pequeña y mediana agricultura peruana con la agricultura internacional corporativa, de grandes extensiones, mecanizada y el uso intensivo de energía fósil. 

Especial mención merece el café y el cacao. El primero es el principal producto de exportación con US$ 756 millones y se cultiva en 394 mil hectáreas. El segundo se cultiva en 131 mil hectáreas y se exporta por un valor de US$ 210 millones. Los actores empresariales  en estos casos son el pequeño y el mediano agricultor. Ambos son estratégicos para desarrollar la economía de la ceja de selva y la mejor alternativa para combatir el narcotráfico.

La agro-exportación no se reduce a estos productos. Se exporta 638 partidas arancelarias a 142 países e importamos alimentos de 106 países. Sin duda, nuestro posicionamiento en el mercado es global y creciente. Según ComexPerú, en el primer cuatrimestre de 2017, la agro-exportación se ha incrementado en 5% en un entorno de desaceleración de la economía nacional.

Ciertamente la sociedad y la economía de los “barones de la azúcar y el algodón” no es lo que el tiempo se llevó. Son los agro-exportadores peruanos los que están construyendo un nuevo país.

Se debe aprovechar los Tratados de Libre Comercio para ampliar, diversificar y profundizar la aceptación de nuestros productos en esos mercados, de manera creciente y sostenida.  Por otro lado, se debe reconocer que los procesos de comercialización de las frutas y hortalizas son más complejos y  los protocolos de cumplimiento de las  normas sanitarias, sociales y ambientales son más estrictas. Así mismo, los consumidores de estos productos en los países desarrollados son más exigentes en la certificación de la calidad e inocuidad de los mismos.

Perú ya se posicionó en estos mercados. Utilizando un reducido  número de hectáreas, ya ocupa en la actualidad los primeros puestos como exportador de espárragos, uvas, paltas y mango.  Duplicar o triplicar la superficie cultivada en estos productos no será fácil. Aunque no hay restricción de tierra, ni de agua, ni de energía, ni de tecnología. La tarea es desplazar de los mercados  la producción de los otros países competidores en base a la mejor calidad,  menor precio y oportunidad de venta de los productos.

El gran desafío será el de imprimir en la mente y en el corazón de los consumidores que nuestras frutas y hortalizas “valen un Perú”, al igual que la gastronomía. Pero también debemos garantizar el cumplimiento de nuestros contratos. Por lo tanto, la respuesta consistirá en construir la infraestructura que reduzca los costos de logística, organizar las plataformas institucionales regionales para ofrecer los servicios de gestión de segundo piso, instalar parques empresariales integrados con centros de innovación tecnológica y promover la red de centros de capacitación para formar el staff profesional y técnico calificado. Lampadia




Escandalosas irregularidades en el MINAGRI

En un programa reciente de La Hora N, Jaime de Althaus comentó que el Ministro de Agricultura, José Manuel Hernández, estaría debilitando instituciones claves para el desarrollo del agro peruano, como son el INIA y SENASA.

Lo que estaría detrás de estas maniobras es que ambas instituciones cuentan con fondos importantes para el desarrollo de sus tareas, fondos que se estaría planeando usar en otras actividades. Algo inaceptable en las actuales circunstancias en que tenemos que terminar de fortalecer el pujante sector de las agro exportaciones, que necesitan capacidades de investigación local (INIA) y la aplicación de buenas regulaciones internacionales para un acceso predecible a los mercados internacionales (SENASA).

Pues, días después del programa periodístico mencionado, recibimos una serie de observaciones y críticas a la gestión del ministro, que compartimos con nuestros lectores.

1. En los últimos años, la empresa de José Manuel Hernández, actual Ministro de Agricultura y Riego, ganó más de 130 millones de soles en licitaciones con el Estado (según el SEACE), y solo en Moquegua con el vicepresidente en funciones de gobernador regional, Martín Vizcarra, ATA (Asesores Técnicos Asociados S.A.) ganó más de 12 millones de soles en contratos de supervisión. 

2. El ministro colocó a uno de los colaboradores de su empresa (Abelardo de la Torre Villanueva, ex gerente de Supervisión ATA S.A), como jefe del ANA, Autoridad Nacional del Agua, y suspendió las elecciones de las juntas de usuarios, prorrogando el mandato de los dirigentes anteriores. Mientras tanto, los productores agrícolas reclaman a gritos elecciones en las juntas de usuarios.

Decreto Supremo No 019-2016-MINAGRI, de fecha 20 de octubre,  que prorroga el mandato de dirigentes del agua hasta marzo 2017.

3. El ministro nombra como su asesor principal a Carlos Azurín, que también trabajó en ATA y se desempeñó como director del proyecto Tumbes en el gobierno pasado, donde tiene varios cuestionamientos. 

Ver en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=w7mO-s5M-Pc

4. El ministro de agricultura tendría actualmente contratos de supervisión de obras de la empresa Odebrecht, por ejemplo Chavimochic y Olmos.

5. El diario La República denunció que el ministro de agricultura formó parte de un consorcio con Edwin Luyo, el oscuro personaje involucrado en las coimas de Odebrecht. Evidentemente, como en otros casos, esto no implica necesariamente que haya participado en actos irregulares con Luyo. Ver enlace:

http://larepublica.pe/impresa/politica/844303-ministro-hernandez-integro-consorcio-con-edwin-luyo

Ver el siguiente cuadro del diario La República:

6. Según nuestros informes, el ministro no elige a sus funcionarios, sino que recibiría órdenes de un nivel superior a él. En seis meses en el cargo ha cambiado a sus dos Viceministros tres veces; una al jefe del INIA; tres veces al director de PROVRAEM y al director de AGRORURAL, tres veces.

7. El ministro contrató a más de 1,000 jóvenes para su programa Agro-Joven y miente a los productores diciendo que van a tener asistencia técnica, cuando esos jóvenes estarían en Lima, en locales como los del ANA, Agrorural, Serfor, etc., y ninguno habría visitado el campo ni una sola vez.

“Queremos llevar las nuevas tecnologías y conocimientos al campo mediante los universitarios. Y que estos (últimos) también, consoliden sus conocimientos en el campo para que luego realicen emprendimientos y ejecuten inversiones”, manifestó el ministro.

8. Se creó el programa Serviagro para brindar capacidades a pequeños productores a nivel nacional y hasta ahora no se sabe quien está a cargo. ¿Cuántos productores han sido capacitados?  ¿En dónde funciona Serviagro? ¿El ministro vuelve a mentir al agro peruano?

“Serviagro es una plataforma más importante para apoyar a los pequeños productores. Serviagro y Sierra Azul constituyen los dos programas líderes del Minagri porque aspiramos a reducir la brecha tecnológica entre el agro más desarrollado al menos desarrollado. La gran masa de agricultores necesitan apoyo para dar el salto tecnológico”
http://elcomercio.pe/economia/negocios/minagri-lanzo-plataforma-servicios- serviagro-noticia-1962735

9. Las grandes obras de irrigación están paralizadas y el ministro no hace nada, ¿hasta cuándo seguiremos esperando por Majes 2? Olmos tiene el 20% de su área sembrada, Chavimochic esta paralizada, Alto Piura no avanza. Y cuando hablamos de la sierra el ministro no ha ejecutado ni una sola obra para los productores de dicha zona.

10. El ministro, a través de su empresa (ATA) estaría participando de elaboración del expediente de la Represa Chonta en Cajamarca, que tendría serias deficiencias en su elaboración y por ello,  ProInversion no ejecutaría la obra. 

En agosto pasado cuestionamos algunas declaraciones del nuevo Ministro de Agricultura en las que, por ejemplo, caía en los mitos de concentración de la tierra. Ver en Lampadia, Las cosas claras para no seguir empedrando el camino con mitos – No malogremos nuestro potencial agrícola. El gobierno tiene que apoyar sin complejos el desarrollo de la agricultura moderna, máxime si ésta ya ha jalado a la agricultura tradicional a niveles de productividad extraordinarios. Ver: Richard Webb nos muestra el Perú – La Revolución de la Agricultura.

Necesitamos un ministro que mire hacia delante para que desarrollemos el gran potencial agrícola del Perú, con el que podemos traer a los pobres a la economía de mercado, impulsando, entre otros programas, Sierra Productiva, y no alguien de un pesado pasado, sin visión de futuro. Lampadia




La Papa: El alimento milenario que salvo a la humanidad

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Sobre Asistencialismo Social y Apoyo Productivo

Sobre Asistencialismo Social y Apoyo Productivo

Pablo Bustamante Pardo

Presidente del Patronato de Sierra Productiva

Desde principios de siglo ningún gobierno ha querido apoyar el programa de apoyo productivo para la sierra alto andina llamado ‘Sierra Productiva’, desarrollado por Carlos Paredes Gonzales (un antiguo correligionario de Javier Diez Canseco en el PUM), que puede ayudar a superar la pobreza de los campesinos minifundistas que aún se mantienen en una suerte de Siglo XVI.

Sierra Productiva actúa sobre el predio de la unidad familiar campesina y hace que sus potencialidades: agua, tierra, recursos naturales, cultivos, crianzas y su sapiencia, que viene heredada de sus padres y abuelos, se potencien con tecnología. Al aplicar conocimientos innovadores y la implementación de tecnologías, hace que sus productividades se eleven sustantivamente. Solo en pastos, la elevación de productividad con riego tecnificado, riego por aspersión, se eleva en 100 veces, cuestión que no ocurre en cualquier otra actividad de la economía.

Efectivamente, ninguno de los gobiernos recientes quiso apoyar este extraordinario programa. El gobierno de Humala lo recogió a medias cambiándole el nombre a Haku Wiñay aplicándolo en una proporción muy pequeña y con varias distorsiones en su concepción. En esta oportunidad se estaría produciendo un cambio total en el enfoque del nuevo gobierno que ha manifestado su intención de desarrollar programas productivos desde el MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social). Lo que es más, es indudable que el gobierno de PPK tendrá un gran apoyo para este cometido por parte de Fuerza Popular, ya que el programa de Sierra Productiva es parte de su plan de gobierno.

Durante el gobierno de Humala hemos multiplicado los programas sociales, invirtiendo en ellos recursos muy importante. El presupuesto de los programas sociales (MIDIS) pasó de 213´629,382 soles el 2012 a 4,305´578,000 de soles el 2016. El enfoque de gobierno fue básicamente de asistencialismo tradicional, al estilo del chavismo y del gobierno de Lula en Brasil.

La oportunidad de multiplicar el asistencialismo, dados los recursos fiscales que estuvieron disponibles, permitió que dichos gobiernos se obnubilaran con el asistencialismo que, mientras duraran los recursos, creara resultados de un aparente bienestar. Aparente,  pues no son sostenibles fiscalmente, ni superan la pobreza (solo la compensan) y, a diferencia de los programas de apoyo productivo, no dan dignidad a los pobres como lo hace un Sierra Productiva, que en vez de solo compensar la pobreza, tiende a su superación con un admirable efecto de empoderamiento individual y la ‘explosión’ de dignidad.

Evidentemente, tampoco se trata de abandonar el asistencialismo social. Allí donde hay pobreza extrema, todos, el Estado, las empresas y los individuos debemos apoyar. Lamentablemente, eso no permite que todos los pobres superen sus carencias, pero para algunos hace toda la diferencia. Permítanme compartir con ustedes, dos anécdotas muy ilustrativas al respecto:

Las Estrellas de Mar (de un video de hace 25 años)

Cuentan que un hombre sabio se encontraba en lo alto de una playa observando el mar. En la arena se veían miles de estrellas de mar rojas expuestas al sol. Hacia la derecha, el sabio divisó a un joven que recogía una estrella, corría hacia el mar y la tiraba al agua, para luego repetir la misma acción, una y otra vez.

El sabio se acercó al joven: “Oiga con tantas estrellas quemándose al sol, ¿cree usted que puede ayudarlas?” El joven lo miró a los ojos, recogió otra estrella, corrió hacia el mar y la echó al agua. Volvió hacia el sabio y le dijo: “Para esa estrella, hace toda la diferencia”.

El SIS, la Diálisis y el Canillita

Hace pocos días me encontré con el canillita que me reparte los periódicos. Él es un hombre relativamente mayor, pero más afectado por su duro trabajo que por su edad. Su oficio le exige madrugar, llevar mucho peso en la bicicleta, haga calor, frío o llueva.

El buen señor se enfermó de los riñones y en un centro de salud pública le indicaron que necesitaba que lo dialicen tres veces por semana. El canillita no tenía recursos para afrontar el tratamiento y tampoco había adquirido ningún seguro en su vida. Sin embargo, el funcionario público le indicó que iba a verificar si por casualidad su nombre figuraba en el SIS (el Sistema Integral de Salud). Para suerte del canillita, si figuraba y desde entonces le hacen las diálisis. No solo ha superado su dolencia, de alguna manera, hasta ha rejuvenecido después de haber estado envenenándose, sabe Dios cuanto tiempo. Para él, el asistencialismo hizo toda la diferencia.

MORALEJA

El asistencialismo hace toda la diferencia para uno o varios individuos, pero no para todos y, los administradores de un país donde prevalece la pobreza, están obligados a buscar soluciones para todos, soluciones sostenibles. Y esa es:

“Traer a los pobres a la economía de mercado”, en vez de optar por ‘distribuir para crecer’ hasta que se acaben los recursos o cambie el gobierno, para que a otro le toque retroceder.

Para emprender esta tarea se necesitan recursos sostenibles, para ello hay que crecer y optar por ‘crecer para distribuir’, pero privilegiando el apoyo productivo, sin dejar al más pobre en el abandono.

Pero, para apoyar los programas productivos, no hace falta hacer preguntas maliciosas ni maniqueas como las expresadas por mi respetado amigo, Carlos Eduardo Aramburú en su artículo de ayer en el diario El Comercio que tituló: ¿Basta con crecer? Veamos:

“¿Qué relación hay entre crecimiento económico y pobreza? ¿Será cierto que basta con crecer para salir de pobres? Entre los países desarrollados, no son los de mayor crecimiento los que tienen mejores niveles de vida”.

Algunas importantes reflexiones al respecto:

  • Que yo sepa nadie ha dicho nunca que basta con crecer. Ver en Lampadia: La agenda pendiente.
  • La relación entre crecimiento y reducción de la pobreza es muy clara. A mayor crecimiento mayor reducción de la pobreza. Extraña pregunta para un estudioso del país. Recordemos que en el Perú, cuando empezamos a crecer a principios de siglo, por cada 1% de crecimiento del PBI, la pobreza se reducía en 0.5%. Pero, cuando el crecimiento se aceleró, por cada 1% de crecimiento del PBI, llegamos a reducir la pobreza en más de 2%. Esa relación entre crecimiento y pobreza es dinámica. Ver en Lampadia: Crecer para reducir la pobreza.
  • Nadie ha dicho que basta con crecer para salir de pobres.
  • Finalmente, decir que: “Entre los países desarrollados, no son los de mayor crecimiento los que tienen mejores niveles de vida”, es otro comentario insidioso, pues la foto actual de los que son más desarrollados no tiene, evidentemente, ninguna relación con su ritmo de crecimiento actual. Esa riqueza, desde la cual ya no crecen al mismo ritmo, la construyeron antes.

Los peruanos necesitamos faros nítidos para que no equivoquemos las prioridades. Efectivamente, el crecimiento económico no es el objetivo del desarrollo, como si dice correctamente Carlos Eduardo Aramburú, es el medio para todo lo demás. Ver en LampadiaSin crecimiento económico no hay desarrollo. Ya tenemos muchos agentes políticos negando los beneficios de la economía de mercado y planteando el absurdo pos-extractivismo. Está muy bien que Aramburú apoye el eventual desarrollo del magnífico programa de Sierra Productiva, pero no es necesario dar pita a las ideas que promueven los economistas que hablan cotidianamente en nombre de la PUCP.

Busquemos un alto ritmo de crecimiento, apoyemos los programas productivos y no olvidemos que para los más pobres, una ayuda ‘hace la diferencia’.




Preparándonos para recibir a otro Niño

Preparándonos para recibir a otro Niño

Durante los últimos meses, se viene anunciando la posibilidad de un fenómeno del Niño que va de una fuerza “intermedia” hasta “muy fuerte” y  podría causar estragos en los patrones climáticos de todo el mundo. Para el Perú, que todavía recuerda los impactos del ´97, es crucial poder predecir y prevenir los daños que podría causar este fenómeno.

Según científicos de todo el mundo, parece que se avecina un gran “El Niño”. Pero los eventos de este fenómeno son a menudo impredecibles y llenos de sorpresas. Así que nada está garantizado por el momento. Primero, es importante entender cómo y por qué se forma El Niño, lo que sabemos sobre el evento de 2015 y cómo nos afectaría (al Perú y al mundo) un potencial fenómeno de categoría “muy fuerte”.

¿Qué es El Niño? Es un cambio temporal en el clima del océano Pacífico, en la región alrededor de la línea ecuatorial. Sus efectos se dan tanto en el océano como en la atmósfera. Típicamente, la temperatura de la superficie del océano aumenta unos grados centígrados. Al mismo tiempo, el lugar donde se producen tormentas fuertes en la línea ecuatorial se mueve hacia el este. Aunque estas variaciones pueden parecer pequeñas, tienen grandes efectos en el clima mundial.

Por lo general, el viento sopla con fuerza de este a oeste a lo largo de la línea ecuatorial en el Pacífico. Esto hace que se acumule agua (alrededor de medio metro) en la parte occidental del Pacífico. En la parte oriental, el agua más profunda es empujada a la superficie para reemplazar el agua que está yendo al oeste. Por lo tanto, la situación normal es agua tibia (alrededor de 30 ºC) en el oeste y el fría (alrededor de 22 ºC) en el este.

 

En un El Niño, los vientos que empujan que el agua se debilitan. Como resultado, una parte del agua caliente acumulada en el oeste se desploma de nuevo al este y esto hace que no se empuje mucha agua fría hacia la superficie. Por lo tanto, el agua en el Pacífico oriental se torna  más cálida, lo que es una de las señales principales de un El Niño.

El océano más caliente afecta a los vientos, los hace más débiles. Entonces el océano se calienta, lo que hace que los vientos se debiliten, lo que hace que el océano se vuelva más cálida… esto se llama una retroalimentación positiva y es lo que hace crecer un El Niño.

El último fenómeno El Niño sucedió en 1997-1998 y terminó causando una destrucción valorizada en US$ 35 mil millones y 23,000 muertes en todo el mundo. Es por este motivo que existe tanta preocupación sobre cuán fuerte podría llegar a ser el próximo. En el Perú, según datos de la Corporación Andina de Fomento (CAF), los daños al agro ocasionaron pérdidas superiores a los US$612 millones.

Para una mayor visualización, compartimos un video del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica  (NCAR, por sus siglas en inglés) que muestra una breve comparación de los cambios en la temperatura superficial del mar entre el principal evento de El Niño de 1997-1998 y el evento de El Niño emergente de 2015.

https://www.youtube.com/watch?v=whsQbIwWjBo

El martes, la Organización Meteorológica Mundial declaró este fenómeno como “muy fuerte” y algunos científicos han señalado que las temperaturas superficiales del mar en una parte clave del Pacífico son más altas que en eventos anteriores. Los meteorólogos con la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional y la Universidad de Columbia dijeron en su actualización de agosto que las temperaturas en la región podrían llegar a más de 3.5 ° C por encima de lo normal (esto sólo se ha registrado tres veces en los 65 años que se viene supervisando, incluyendo el evento 1997-1998, así como 1982-1983 y 1972-1973).

Abraham Levy, Director de Ambiental Andina, le comentó a Lampadia sobre las posibilidades de la llegada de este fenómeno y su intensidad: “Este es un niño canónico, un niño grande. (…) Yo pienso en base a un razonamiento absolutamente empírico, que si el niño en el centro del Pacífico llega a tener magnitudes tan intensas, va a ser bien difícil que en la costa peruana no pase nada porque desde ahí viene el agua caliente entonces de todas maneras van a haber impactos.”

Fuente: Abraham Levy

¿Cuáles serían las consecuencias de este Niño? Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge, “Fair Weather or Foul? Los efectos macroeconómicos de El Niño “, encontró que en promedio, los episodios de El Niño afectan negativamente la actividad económica en Australia, Chile, Perú, Indonesia, India, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Las razones son variadas: La sequía y los rendimientos de las cosechas se reducen en Australia y la India, hay incendios forestales en Indonesia y una pesca menos productivas en Perú.

Pero ese estudio también encontró que, en promedio, El Niño tiende a impulsar las economías de Argentina, Canadá, México, e incluso los Estados Unidos, al menos en el muy corto plazo. En promedio, El Niño puede impulsar la economía de Estados Unidos en alrededor de 0.55 % del PBI, lo que se traduciría más de US$ 90 mil millones este año, afirma un estudio del Fondo Monetario Internacional. Una vez más, los factores son diversos: Además de traer la lluvia necesaria para California y Texas, El Niño se asocia con una menor actividad de tornados en el medio oeste de Estados Unidos y un menor número de huracanes en el Océano Atlántico.

En el Perú, específicamente, este fenómeno significa que el Océano Pacífico frente a la costa de Perú aumentará su temperatura, afectando la pesca, en especial la de anchovetas, que es el 90% de la producción pesquera del Perú. Además, esto generaría una pérdida de biomasa para años posteriores.

En el sector agropecuario, el cambio de temperatura no permitirá que la siembra de productos en la costa llegue a cosecharse, pues las altas temperaturas generarán la aparición de plagas e insectos que atacan a las plantaciones. Otro impacto que se teme es la inundación de los cultivos, producto de la crecida de los ríos, generando millonarias pérdidas.

A diferencia de los Niños anteriores, el Perú tiene ahora una basta producción agrícola en el norte del país que sería afectada severamente por el volumen y persistencia de las lluvias.

Perú ya declaró un estado preventivo de emergencia en 14 de sus 25 departamentos y ha presupuestado unos US $ 70 millones para prepararse. El ministro de Agricultura, Juan Benites, quien presentó la estrategia adoptada por el Estado para afrontar el fenómeno de El Niño ante miembros de las misiones internacionales, afirmó que “las obras de prevención ante el desborde de ríos ejecutadas en Piura, Tumbes y Lambayeque están a un 60% de implementación”.

Además, el ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo, planteó las medidas de prevención: “En el caso de las vías nacionales debemos prevenir tres tipos de riesgos: deslizamientos, afectaciones de puentes y las inundaciones, cada una requiere estrategias distintas”.

Esperamos que se puedan tomar todas las acciones necesarias para poder sobrellevar este fenómeno y que, a futuro, podamos incluir la variable Niño en nuestros planes, presupuestos y diseños de infraestructuras. Lampadia




El negocio de la fabricación de mitos

El negocio de la fabricación de mitos

En estos días estamos siendo testigos de la fabricación de un nuevo mito: “La Hija de la Laguna”. Un documental de Ernesto Cabello que será propalado en los cinemas peruanos con el apoyo del Ministerio de Cultura. La cultura implica la verdad, la rigurosidad y la transparencia. Pues este documental no sigue ninguno de estos preceptos. Su autor declara a La República (7/8/15): “Yo pienso que cada uno de estos documentales es como una fotito con la que estás contribuyendo al álbum familiar peruano”. Hace cuatro días publicamos en Lampadia: Comunidades de Cajamarca cercanas a Conga están a favor de la mina – Comuneros de Sorochuco y Huasmín: ¡CONGA VA!. En este artículo hemos recogido, a través de nuestros periodistas, testimonios que muestran que la opinión de los pobladores de la zona del proyecto de Conga es totalmente contraria a lo expresado por el documental.

En el artículo podemos ver que mediante tácticas de terror y uso indiscriminado de la violencia, los anti-mineros han amenazado, golpeado y hasta saqueado a los comuneros de Sorochuco y Huasmín por el solo hecho de apoyar las labores de Yanacocha. Así lo denuncia, el dirigente del Centro Poblado Santa Rosa de Huasmín, Faustino Rillo Huamán. “Nos han pegado, nos han dicho que somos mineros. Así nos amenazan. Esto no puede ser. Nosotros queremos trabajar”, asegura.

“La mina ha construido la carretera a Cajamarca, antes no teníamos. Nos demorábamos dos o tres días en nuestros caballos para llegar a Cajamarca y vender nuestra papa. Ahora, en dos o tres horas llegamos. Ya hay movilidad. Nos podemos trasladar sin problema”, manifiesta Rillo.

Más allá de la enorme importancia de la carretera, la obra que ha traído más beneficios es la de los reservorios de Chailhuagón (en el caserío de San Nicolás), construido en el 2013 sobre la laguna del mismo nombre. Actualmente almacena unos 2.6 millones de metros cúbicos y fue levantada por contratistas locales usando materiales de la zona. (La antigua laguna contenía un poco más de la mitad de lo que actualmente se almacena)

En el estío sus aguas benefician los cultivos y las zonas de pastoreo de las comunidades de San Nicolás, Quinuapampa, San Juan de Yerbateros, Yerbabuena Chica, Porvenir, el Valle Maraypata y Lagunas de Combayo.

El reservorio Chailhuagón, es además una demostración de que la minería y la agricultura no compiten por el agua, sino que por el contrario, el encausamiento de las fuentes de este recurso, permite un mejor y mayor aprovechamiento del mismo. Los beneficiados son los propios comuneros que continúan dedicados a la agricultura y ganadería.

Por eso, con justa razón, los comuneros de San Nicolás se preguntan: “Si tanto quieren agua ¿por qué se oponen a los reservorios?

Los comuneros de la zona de influencia de Conga están a favor del proyecto porque entienden que ese es el camino para salir de la pobreza. Como indica Wilson Cotrina Palma: “Nosotros defendemos la oportunidad de desarrollo que nos abre el proyecto de la mina. Sabemos que va a mejorar la alimentación y la educación de nuestros hijos. Nuestros sembríos van a mejorar con abonos y fertilizantes… Por eso comunidades y empresa vamos a seguir de la mano para que el proyecto Conga salga adelante”.

La realización de obras como el reservorio Chailhuagón, pone en evidencia que los argumentos de los anti-mineros son falsos. Ahora vemos que a este proceso político, se suma la manipulación de la cultura y la mentira más ominosa.

Algo similar parece estar detrás del caso de Máxima Acuña de Chaupe y su familia, que  se encuentran enfrentados con la minera Yanacocha por un terreno.

“Por eso fue pasmosa la revelación que hizo el 9 de febrero, en TV Norte, el periodista cajamarquino Luis Mego. Los esposos Chaupe tenían título de propiedad de seis predios en el distrito de Sorochuco, provincia de Celendín: Chilin, Agenco I, Agenco II, La Tuna, Aluche. Además, poseían otros tres –Sigues, La Playa de Sigues y La Nueva Chica– en el distrito de Huasmín. No es que sean terratenientes ni mucho menos: las chacras, en conjunto, suman solo diez hectáreas. Lo llamativo es que les fueron entregadas en propiedad luego de que demostraran la posesión sobre las mismas”. Según informa Ricardo Uceda en La República.pe.

 Tal vez el mito más escandaloso, de una supuesta víctima pobre e indefensa, es el de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, según denunció el 2007 Xavier Sala i Martín en la Vanguardia de España.

Ver:      http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2007/Nobel_Paz/Nobel%20Paz.htm

“Enero de 1982: una joven guatemalteca de ascendencia maya llamada Rigoberta Menchú Tum, se reúne en Paris con la escritora francesa de origen venezolano, Elisabet Burgos. De las conversaciones que las dos mujeres mantienen durante dos semanas sale el libro Me llamo Rigoberta y así me nació la conciencia, que narra la trágica historia de la joven. El libro explica que Rigoberta era hija de campesinos pobres que cobraban salarios miserables trabajando en condiciones de esclavitud en las plantaciones de café propiedad de ladinos (blancos descendientes de colonos españoles). La pobreza impidió que Rigoberta fuera al colegio y sólo aprendió español unos meses antes de ir a París. Un día, los guardaespaldas del terrateniente apalizaron a su padre, Vicente Menchú, por defender a los campesinos mayas. A raíz de esa paliza, Vicente empezó un movimiento campesino de liberación. El gobierno capturó a su hijo, Petrocinio, que fue torturado y quemado vivo delante de todo el pueblo, con la pequeña Rigoberta como testigo principal. Luego el padre lideró una masiva manifestación de protesta que fue aplastada nada más llegar a la capital. Rigoberta se escapó a México desde donde lideró el movimiento revolucionario. La historia era tan trágica y tan conmovedora que en 1992, Rigoberta fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

En 1999, el antropólogo David Stoll investigó los hechos. Resulta que la familia Menchú era una familia relativamente rica, propietaria de 28 kilómetros cuadrados de tierra. Vicente, el padre, nunca tuvo que trabajar para los ladinos y quien le apalizó, no fueron los guardaespaldas del terrateniente sino los hermanos de la madre, los Tum, otra familia rica que se disputaba la tierra con los Menchú. Tampoco es cierto que la pequeña Rigoberta no tuviera estudios: fue a la escuela de las monjas blancas y allí aprendió español muchos años antes de ir a Paris. Y aquello de que Petrocinio fuera quemado vivo también era invención: nadie en el pueblo recuerda que la policía incendiara al hermano de Rigoberta. Lo que sí es cierto, es que un día éste desapareció y que nadie lo ha vuelto a ver, aunque testigos aseguran haberlo visto en Nueva York.

Tras la publicación del libro, Rigoberta acusó a Stoll de estar al servicio de la dictadura guatemalteca. Pero poco después confesó que mucho de lo que explicaba en su libro era una fabricación de la escritora Elisabet Burgos, que resultó ser militante de diferentes causas rebeldes en Sudamérica y que estaba casada con Régis Debray, un revolucionario francés amigo del Che. Una vez desenmascarada la farsa, se ha pedido que se le retire el premio Nobel a Rigoberta (como las medallas olímpicas a Marion Jones) pero eso no ha sucedido”.

Xavier Sala-i-Martín, economista, catedrático de Columbia University, La Vanguardia, España, 17-10-2007.

Así se fabrican los mitos. Parece que en el Perú queremos ponernos al día, de la mano del Ministerio de Cultura. Lampadia




“Los recursos naturales, la verdadera riqueza del Perú”

“Los recursos naturales, la verdadera riqueza del Perú”

Entrevista a Christopher Martenson. Investigador económico y futurólogo especializado en los ciclos de economía, energía y recursos naturales. PhD en la Universidad de Duke (EEUU).

Por Magda Quispe Ch.

(La República, 28 de Octubre del 2014)

El estadounidense Martenson sostiene que el Perú tendrá muy buen futuro si sabe administrar sus recursos naturales. El economista participa hoy en el Seminario Internacional “Nuevos escenarios globales que definirían el Perú en los próximos 20 años”, organizado por la Universidad San Martín de Porres y Business Insiders.

¿Cómo observa la economía del Perú comparada con las de otros países?

Perú en este momento cuenta con muchas ventajas, como una deuda muy baja, tiene buenos suministros energéticos, recursos naturales excelentes y no tiene una crisis de agua como en el caso chileno, pero aún están muy expuestos porque un quinto de los ingresos de Perú están basados en las exportaciones a pesar de que en el último trimestre dichos envíos han bajado. Ello podría traer la posibilidad de una recesión si es que llega a explotar una ‘burbuja inmobiliaria’ en China, lo que generaría una crisis global, ya que los países tendrían la necesidad de comprar acero, cemento y cobre.

¿Cómo debe el Perú aprovechar sus recursos naturales, cuál es su recomendación?

Los países que cuentan con recursos, como es el caso del Perú, si juegan bien sus cartas, el futuro les pertenece porque en todo el mundo se están acabando los recursos, que son la verdadera riqueza porque el dinero es volátil. El Perú tiene recursos de alta calidad y si se administra bien, el Perú puede tener muy buen futuro.

¿Qué significa administrar bien los recursos naturales en el país?

Por ejemplo, en el año 2005, se descubrió una gran área de gas que se está convirtiendo en gas licuado y están pensando en ampliarlo para lograr un gas aún mas licuado para la exportación. Pero por la física cuando se retira un gas para convertirlo en licuado, requiere mucha energía. Para dicha acción, un 25% de la energía de dicho gas se pierde y más bien dicha energía podría usarse para construir un puente o brindar electricidad. Quizá tiene sentido político o económico convertirlo en gas licuado porque genera ingresos, pero desde el punto de vista energético o de la explotación de recursos no tiene mucho sentido.

¿Y cuál es la situación del país en este punto?

 Conociendo el total de reservas en Perú, se ha calculado que tienen 38 años más de explotación de gas, a menos que se incremente el consumo a un 7% al año; entonces solo le quedaría al Perú unos 19 años de reservas de gas y ahí dependerá de cómo se va a consumir dicho recurso para determinar cuántos años de reserva podemos tener. Ante esta situación, debe haber un diálogo abierto en el país para determinar si dicho gas debería convertirse en gas licuado o no, y llegar a un consenso en beneficio del país.

¿Qué otros sectores económicos son potenciales en el Perú?

La pregunta más importante que se dará en el mundo es ¿de dónde vendrán todos los alimentos?, y el trasfondo será de dónde saldrá el agua para cultivar dichos alimentos. Cuando China importa alimentos, lo que está haciendo es importar agua, porque le hace más falta el agua que si viviera una crisis alimentaria. Lo mejor para cualquier país es entender que la materia prima de nuestros recursos naturales son la verdadera riqueza. Por ello, lo recomendable es tomar esos recursos primarios y darles un valor agregado en vez de solo enviar la materia prima al extranjero.

¿Eso quiere decir que el Perú debe cambiar su modelo económico?  

Esa es la idea. El objetivo es tener productos con un valor agregado.

Hablando sobre la economía global ¿qué percepción tiene al respecto?

La economía mundial sorprendentemente está muy debilitada, a pesar de todos los billetes que imprimen los bancos centrales. Tanto Japón como la mayor parte de Europa se encuentran en recesión. Así como China, su mercado inmobiliario se ha detenido un poco y la última vez que ocurrió una baja tan fuerte en todo el mundo fue cuando se registró la crisis del 2008. Creo saber por qué la economía se ha debilitado, y justo mañana (hoy) en mi exposición trataré sobre el uso energético y los efectos en la economía.

¿Existe el riesgo de una nueva ‘burbuja inmobiliaria’ que origine una crisis similar a la del 2008? 

Por todo el mundo se están produciendo esas ‘burbujas inmobiliarias’ por diferentes razones. Hay una enorme que se ha dado en Londres (Inglaterra) porque hay dinero que está llegando de China y Rusia. Pero Canadá y Australia tienen ‘burbujas’ extraordinarias y quizá también el Perú, ya que éstos tres países dependen mucho de sus materias primas y exportaciones. En Estados Unidos por ejemplo, se inició esta ‘burbuja inmobiliaria’ en Silicon Valley, probablemente en Las Vegas y en Arizona, pero aún no se está dando en todos los Estados Unidos.