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Qué desastre

Qué desastre

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Los países del mundo que han alcanzado el desarrollo, casi sin excepción, han atravesado por graves crisis sociales que los acercaron a la destrucción de sus sistemas de vida con gran violencia. Muchos de estos conflictos tuvieron origen religioso, otros étnicos y culturales, algunos económicos y otros tantos políticos, pero todos pasaron por una grave crisis de sus estructuras socio-políticas y económicas. Sólo a partir de ahí, cuando todos se percibieron iguales, “se dio la largada” a una nueva carrera de ascenso en la escala social y respeto a las diferencias económicas logradas.

En el Perú jamás hemos vivido una situación de esas características y dimensiones, por lo menos nada parecido a la revolución comunista, con sus más de 100 millones de muertos, ni a los 6 millones de víctimas del holocausto. Los conflictos sociales han sido relativamente pasajeros, de forma que no han calado en el espíritu de las mayorías, impactando únicamente en las decenas de miles de asesinados y sus familiares. Si este fenómeno terrorista hubiera calado en el alma de la sociedad, no habría tanto cretino “académico” tratando de crear narrativas con mensajes “técnicos” acuñados y acunados por el “derecho internacional humanitario”, para con eso solapar a tantos terroristas reciclados que hoy tienen el descaro, no sólo de estar libres, sino de encaramarse en las universidades y colegios, infiltrándose como trabajadores en el Estado y peor aún, usando nuestra constitución y leyes, para instalarse en posiciones de gobierno. “Pelotudeces democráticas” que le dicen.

Por lo antes dicho, los chicos que no han sufrido el tiempo del terrorismo; los apagones, falta de agua, asesinato de sus parientes o destrucción de su propiedad, creen que nada de eso existió y que los “chicos rebeldes” de SL (Sendero Luminoso), sólo querían asustarnos e implantar una mayor justicia social, pero se vieron envueltos en “un conflicto armado interno”, que según estos “académicos”, SL no quería. Obviamente, estos jóvenes no se han tomado el trabajo de informarse, ni nadie les enseñó, que SL se ensañó y mató a mansalva a las poblaciones más menesterosas; indígenas de la sierra, la selva y la costa, asesinando a docenas en cada incursión. Obviamente, esta narrativa desarrollada por la Comisión de la Verdad (CMR), constituida por gente con sesgos inadecuados y simpatizantes de SL, pretende equiparar las acciones terroristas con las de los defensores del Estado.

Hoy, como consecuencia de un cuarto de siglo sin educar correctamente a los jóvenes en estos temas, ellos votaron por gente a la que no conocían, entregando en bandeja un país de grandes potencialidades y riquezas, a gente inepta de izquierda radical, que no sabe ni le interesa qué hacer con él, sino tomar y enquistarse permanentemente en el poder. A esto ciertamente ha contribuido con mucho entusiasmo la prensa caviar, interesados en continuar reinando y gobernando el país, como lo han hecho durante este último cuarto de siglo. Ahora, a estos, con raras excepciones, les han dado una patada en el trasero y los están utilizando a su gusto.

Así pues, el ministro de economía, quien acompañó a PC (Pedro Castillo) en su primera gira, en la que pudieron reunirse con algunos inversionistas y ofrecer estabilidad y seguridad para las inversiones, regresó y sufrió un “aterrizaje forzoso” de sus sueños, al ser desmentido por un PCM que les enmendó la plana a todos, empezando por PC y obviamente al MEF, demostrando que aquí quien gobierna es Cerrón y su entorno, a pesar de ser un acusado como cabecilla de una organización criminal.

En este punto, comienza la competencia por quién es más incapaz; si el MEF, quien sin ton ni son se pronunció sobre una inviabilidad del proyecto Tía María, demostrando su falta de liderazgo y que jamás ha trabajado, o el PCM, quien sigue pautas de un ignorante que lo visita desde Bolivia y le hace creer que el desastre boliviano, es su gran objetivo. Claro, el propósito de esta gente, repetimos, no es mejorar la situación de los peruanos, sino entronizarse en el poder y no soltarlo.

Interesante fue ver un PCM-portapliegos, llevando una carta para hablar con los representantes de Pluspetrol e invitarlos a una renegociación de su contrato, mientras en paralelo, sus secuaces de la municipalidad de Paracas, extorsionan clausurando la planta de fraccionamiento de Pluspetrol y provocando bloqueos, quebrantando así el estado de derecho. ¿Sabe este señor quién es el responsable de la relación contractual y, en consecuencia, de cualquier renegociación? No sabe tampoco qué quiere negociar y qué podría lograr o echar a perder. Es evidente que no cuenta con asesoría técnica en hidrocarburos y consecuentemente, confunde GLP (gas líquido de petróleo), con gas natural y menos sabe, que la distribución del gas, para que se beneficie la población más pobre, es un tema cuya responsabilidad no recae en el productor del pozo, ni en el responsable de la licuefacción para la exportación, sino en el Estado, que debió planear esa distribución de gas natural. En síntesis, todo mal.

Me decepcionó el papel de Pedro Francke, quien conoce que los ingresos fiscales peruanos alcanzan al 19% del PBI y debieran subir, que contamos con un nivel de informalidad en la economía del orden de 80% y que la mejor forma de aumentar la recaudación fiscal, es ampliando la base de contribuyentes y no aumentando las tasas de impuestos, que ya son bastante altas en el Perú (50% de tasa promedio en minería y 65% en el gas). Teniendo en cuenta que el sector extractivo peruano es absolutamente formal, debiera ser capaz de explicar al gabinete que, si queremos aumentar la recaudación y proporcionar un mayor bienestar, debemos promover más proyectos mineros y de hidrocarburos. Que una segunda reforma agraria, que aporte más a la sociedad, debiera incluir a los agroexportadores, a quienes no ha convocado. Que, si queremos brindar más bienestar con mayor efectividad, debemos seleccionar a los mejores servidores públicos, vía SERVIR y verificados por la Contraloría, en lugar de meter partidarios incapaces.

¡Qué desastre! Está claro que ni el Congreso, ni la calle, han entendido nada, pues ese no es el juego de PL.  Ellos siempre han querido hacerse del poder y perpetuarse y lo están haciendo muy rápido, con al apoyo o complacencia de AP (Acción Popular) y APP (Alianza para el Progreso); capturando las entidades públicas, tomando los servicios de inteligencia, capturando Petroperú e INDECOPI y continuarán con las entidades reguladoras y de supervisión, hasta llegar pronto a las FFAA y PNP. Por eso es tan importante que el Congreso se deje de jugar al muertito y prepare un buen caso de vacancia para actuar de inmediato, pues de otra manera, disolverán el Congreso muy pronto y les acabarán el juego, sin siquiera usar su “bala de plata”.

Este Congreso, con el respaldo de los trabajadores, sus sindicatos, los empresarios, la prensa y todos aquellos que amamos al Perú y la libertad, tenemos muy poco tiempo para actuar y pocas oportunidades para salvar nuestra democracia, caso contrario, tendrán que abandonar el país o sufrir la violencia que aún no hemos pasado. Debemos aprender de la historia universal y ponernos en acción de inmediato. Lampadia