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NO REGRESEMOS AL CAOS DE LOS 70s y 80s

NO REGRESEMOS AL CAOS DE LOS 70s y 80s

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

Algunos que lo vivimos, pareciera que lo estamos olvidado. Otros que no lo vivieron, parece que no les han contado lo sucedido. Parece increíble que estemos retrocediendo y con claros signos de dirigirnos hacia el caos que se vivió en esas dos infames décadas.

En los 70s estuvimos bajo una dictadura militar de izquierda que, bajo el reino del terror y la represión, saquearon al país, confiscaron y nacionalizaron la propiedad privada y los servicios, implementaron nefastas reformas en el agro, la minería y la industria, tomaron los medios de comunicación, desaparecieron las reservas monetarias y nos sometieron al mayor endeudamiento de la historia. Este gobierno de facto estuvo asesorado por ideólogos de izquierda que dieron rienda suelta a sus equivocadas ideas socialistas sin límite. En 1978 la Junta militar decidió convocar a una asamblea constituyente que elaboró la constitución de 1979 (C79), que reemplazó a la de 1933.

En 1980 se regresó a la democracia con el gobierno de Fernando Belaunde que puso en marcha la C79. Su gobierno fue muy débil y a pesar de algunas mejoras democráticas, no fue capaz de resolver las dificultades económicas. Tampoco logró solucionar los problemas sociales que se presentaron, incluyendo permanentes huelgas y protestas callejeras que fueron caldo de cultivo para el nacimiento de grupos terroristas en el interior del país y que pocos años después estuvieron cerca de tomar Lima.

La segunda parte de la década fue peor aún. Alan García presidió el peor gobierno del Perú del siglo XX. Se generó una terrible crisis económica hiperinflacionaria, nos convertimos en paria mundial por no pagar la deuda externa, al mismo tiempo que soportábamos el terrible proceso del sanguinario terrorismo que causó mas de 70,000 muertes y 15,000 desaparecidos. Todo esto bajo la C79.

En 1990 Alberto Fujimori asumió la presidencia. Un desconocido que tuvo la valentía de implementar un doloroso shock económico, que significo el inició de la recuperación económica del país. En 1992 disolvió el congreso y convocó a una asamblea constituyente, para cambiar la C79, por una constitución mas amplia y moderna. Esta se implementó en el 93 y está vigente hasta hoy. Bajo la C93 el país logró vencer al terrorismo, controló la inflación, regresó al mercado financiero internacional e inició un proceso de crecimiento económico que duró mas de 20 años ininterrumpidamente. Lamentablemente los últimos años de este gobierno estuvieron manchados por abusos y corrupción, que terminó con la vacancia del presidente.  

Todos sabemos que una de las tácticas mas utilizadas por las fuerzas agazapadas de la izquierda para conseguir sus objetivos, es aprovecharse de cualquier protesta callejera para infiltrarse y crear el caos. Si estas generan vandalismo, saqueos y muertes, mejor para ellos. Así es como lo han hecho siempre.

Una vez conseguido el caos, influyen en los protestantes para que intervengan en política exigiendo un cambio de la constitución. El ejemplo mas claro y cercano es el de Chile, donde acaban de pasar a esta etapa vía referéndum.

Esta estrategia es muy antigua y estuvo congelada por varios años debido a la derrota que sufrieron los propulsores del modelo socialista, tras la caída del muro de Berlín en 1989. Esto generó una muy rápida y exitosa expansión del modelo de economía de mercado en casi todo el mundo.

Sin embargo, después de casi 30 años este sistema que ha generado grandes resultados económicos en casi todo el mundo ha comenzado a desgastarse rápidamente como sucede con cualquier equipo o sistema, cuando no son debidamente actualizados y mantenidos.

A pesar de que existen algunos intentos para socializar y modernizar el sistema actual (Programas de Sostenibilidad, ESG, Capitalismo Consciente entre otros), el proceso es muy lento debido a la inercia y al rechazo al cambio, especialmente de las naciones y corporaciones mas grandes del mundo.

Esta situación ha generado el despertar de los movimientos de la izquierda internacional que, aprovechándose de ella están volviendo a la carga con sus ideas trasnochadas y obsoletas y con tácticas como las descritas.

En Latinoamérica esto se está dando más rápido dado que existe un mayor porcentaje de pobreza y una mayor brecha de desigualdad. Aparte de Cuba, hay varios países que ya son gobernados por estas ideologías, como Venezuela, Nicaragua, Argentina y Bolivia. Los siguientes en su lista son los cuatro países de la Alianza del Pacífico, que han sido los que mejor aprovecharon la economía de libre mercado.

En México se ha elegido presidente al político de izquierda Andrés Manuel López Obrador recientemente y en Chile se acaba de aprobar el cambio de constitución vía referéndum. Siguen Perú y Colombia.

En nuestro caso luego de gozar de un espectacular periodo de crecimiento sostenido y una reducción de la pobreza por mas de veinte años basados en la C93, nos hemos hecho el harakiri debido a una tremenda crisis moral y política. Esto ha originado una gran indignación de la ciudadanía que se volcó a las calles recientemente en grandes protestas callejeras. De esto se han aprovechado los infiltrados izquierdistas para poner en la palestra el tema del cambio de la constitución. ¿Que casualidad no?

Obviamente quieren cambiar la constitución para adecuarla a sus ideas, sobretodo en el capítulo económico. Esto porque no creen en la economía de libre mercado, ni en la propiedad privada y propugnan el monopolio estatal de empresas y servicios, así como el uso indiscriminado de los recursos del estado, incluyendo la irresponsable emisión sin control.

Con la C79 se pasó de un PBI anual de $18 mil millones en 1980 a $36 mil millones en 1992, es decir un crecimiento de solo $1500 millones por año. Mientras que con la C93 la economía creció por mas de 20 años consecutivos, pasando de un PBI anual de $36 mil millones en 1992 a uno de $227 mil millones en el 2019. Un crecimiento de mas de $7,300 millones por año. Casi cinco veces mayor.

En cuanto al índice de pobreza, la C79 dejó al país con un índice de pobreza del 56.8% en el año 1993. Mientras que con la C93 el índice de pobreza se redujo a 20.5% en el 2019. Mas de 6.5 millones de personas dejaron de ser pobres.

En el frente externo con la C79 las exportaciones crecieron de $1,700 millones en 1979 a $3,500 en 1992, es decir solo $150 millones por año. Mientras que con la C93 crecieron de $3,500 millones en 1992 a $47,700 millones en el 2019, es decir $1,700 millones por año. Mas de once veces mayor. Gran diferencia en un frente que es además fuente de divisas y de puestos de trabajo.

Por último, en lo macroeconómico la deuda externa se redujo significativamente de 60% del PBI en 1993, a menos del 30% en el 2019 y las Reservas Internacionales Netas aumentaron de $2 mil millones en 1993 a $68.3 mil millones en el 2019, ubicándonos como el mejor país de la región en este frente. Esto fue posible debido al manejo totalmente autónomo del Banco Central, tal como lo precisa la C93.

Estos resultados demuestran que el Régimen Económico (Título III) de la C93 es el factor principal del extraordinario resultado macroeconómico y de la solidez monetaria y fiscal de nuestro país. Estoy seguro de que la mayoría de los jóvenes que ahora exigen el cambio de constitución no conocen estos índices, que demuestran contundentemente la bondad de la C93 en el capitulo económico.

También parece que la mayoría de quienes demandan el cambio total de la constitución no la han leído, porque si lo hubieran hecho sabrían que basta con hacerle algunos ajustes o reformas, especialmente en el Título IV de la Estructura del Estado que ciertamente lo necesita.

Por eso debemos ser conscientes y no dejarnos llevar por estrategias obsoletas de los que quieren cambiar el régimen económico de la constitución, para no reconocer la propiedad privada, ni el contrato entre privados, ni la inversión extranjera, ni la autonomía del Banco Central, entre otros. Es decir, eliminar todo lo que le a dado grandes resultados al país, para volver a normativas que han fracasado contundentemente. Esto, además de perder mucho tiempo y dinero para mantener otro ente burocrático como la Asamblea Constituyente.

Cambio total de ninguna manera, modificación del Régimen Económico tampoco. Si son bienvenidas las reformas que sean necesarias en los otros capítulos y vía los mecanismos provistos en la misma constitución.

¡No perdamos mas tiempo y de ninguna manera permitamos que nos hagan regresar al caos de los 70s y 80s!




¿Protestar como león y votar como burro?

¿Protestar como león y votar como burro?

Opinión libre de Rafael Venegas
Para Lampadia

No hay duda que todos tenemos motivos mas que suficientes para protestar y de manera muy enérgica. La ciudadanía esta harta, indignada, frustrada y muy enojada. La desbordante corrupción a todo nivel, la vergonzosa impunidad, la creciente crisis moral, la pandemia mal manejada, la crisis económica debido a la ignorancia y populismo de un infame congreso y la peor de todas, la nefasta crisis de gobernabilidad generada por una desgastada, corrupta e irresponsable clase política.

Un verdadero festival de caprichosas interpretaciones constitucionales, abuso del poder para uso propio, clientelismo a diestra y siniestra, populismo barato, inmunidad descarada, blindajes vergonzosos, cierre del parlamento, renuncias y vacancias presidenciales. Es decir, un escenario de una pobreza política sin precedentes que ya tocó fondo. Nuestra democracia está en la UCI y el oxigeno está en manos de incapaces, corruptos e irresponsables.

Por supuesto que dan muchas ganas de protestar, de salir a las calles, de gritar y de hacer mucho ruido, aunque sea como desahogo. Sin embargo, hay que tener en cuenta tres riesgos que pueden jugar muy en contra de estas manifestaciones pacíficas: La proliferación de contagios del Coronavirus, la suspensión de garantías que dan a la policía facilidades para reprimir y el aprovechamiento de la situación por una minoría de malos peruanos.

Estoy seguro de que la enorme mayoría de los peruanos que están protestando en las calles o ¨caceroleando¨ desde sus ventanas, están genuinamente hartos y preocupados por todos estos motivos. Sin embargo, hay una minoría infiltrada que es profesional en estas lides y que sus motivaciones son muy diferentes a las de la mayoría. Hay que identificarlos, repudiarlos y entregarlos a las autoridades.

En esta minoría imprudente se destacan tres grupos: Los irresponsables y trasnochados políticos que quieren aprovecharse de la situación para ganar adeptos para la próxima elección. Dan lástima y vergüenza ajena. Luego están los vándalos que provocan a la policía e incitan al resto para generar caos y vandalismo para luego saquear y robar.

Y la peor de todas, los profesionales del caos, digitados desde el foro de Sao Paulo. Esta mafia que acaba de hacer lo mismo en Chile y Colombia, tienen la rojísima consigna de generar el caos generando vandalismo y hasta muertes, en busca de introducir su trasnochada ideología vía una nueva constitución. Esto lo acaban de conseguir Chile.

Solo basta escuchar las declaraciones de algunos jóvenes que protestan, para darnos cuenta de que ya están haciendo su trabajo aquí también. A todo esto, se suma un sector de la prensa sospechosamente activa en crear y publicar dramáticamente el caos.

En esta protesta hay diferentes motivaciones válidas, pero parece no haber un propósito único y claro, aunque todo apunta a la imperiosa necesidad de renovar totalmente a la desgastada y corrupta clase política.

¡No me siento representado por un desconocido usurpador! ¡No me siento representado por un presidente corrupto y mentiroso! ¡No me siento representado por un congreso incapaz y populista, con mas de la mitad de sus miembros denunciados ante la justicia! ¡Me siento inseguro e indefenso ante una justicia corrupta y una creciente delincuencia!

¿Botamos al usurpador? ¿Regresamos al felón? ¿Qué se vayan todos? ¿Cerramos el irresponsable y populista congreso? ¿Qué es lo que queremos? ¿Qué se vayan todos y se convoque a elecciones generales?

La buena noticia es que esto ya está en camino, ya que las elecciones están programadas para abril. Estamos a solo cinco meses, tiempo ajustado para desplegar un proceso transparente y eficiente que permita a los partidos hacer sus elecciones internas y a los votantes de estar bien informados.

Estoy escribiendo esto el lunes 16 y se acaba de elegir al tercer presidente de la república, en solo una semana. Lo cuestionable es que se ha elegido entre los miembros del impresentable congreso, que es repudiado por la ciudadanía. Esta claro que este presidente tampoco será la solución para el problema de fondo y poco podrá hacer para controlar las crisis que nos agobian.

Sin embargo, debemos exigirle al menos estas cuatro cosas: Calmar a la ciudadanía, encarar adecuadamente la pandemia, controlar la economía para que no siga deteriorándose y garantizar elecciones justas y transparentes en la fecha programada.

Los ciudadanos tenemos el derecho (y el deber) de protestar pacíficamente, ¨cacerolear¨ y gritar cuando sintamos que los que nos representan no están haciendo bien su trabajo y más aún cuando están abusando del poder que les hemos confiado. Para eso tenemos VOZ y debemos alzarla cuando esto sucede. Sin embargo, para que el esfuerzo valga la pena y sea eficaz, tenemos que complementarlo con nuestro VOTO responsable y muy bien informado. La VOZ y el VOTO son nuestras únicas armas y debemos usarlas eficazmente.

¨De nada sirve protestar como un león, si vas a votar como un burro¨
(Verdad Anónima).

Para que no suceda esto debemos utilizar la misma fuerza de la indignación que usamos en las protestas, para exigir que el proceso electoral se respete y cumpla de la manera mas transparente para que así podamos elegir a quienes verdaderamente nos representen.

¨Protestemos como leones, pero también votemos como leones¨

Lamentablemente las reglas ya están dadas y favorecen a los irresponsables y corruptos que las establecieron y no habrá tiempo para reformarlas, por lo que tendremos que acatarlas. Dado esto, tenemos que actuar como leones exigiendo, vigilando y controlando a la autoridad desde hoy, hasta que se proclame al nuevo presidente de la república.

Empecemos por exigirle información detallada y transparente vía medios masivos y especialmente por vía virtual. Aquí la prensa puede convertirse en un jugador relevante, informando veraz y transparentemente a la ciudadanía. ¡Debemos estar informados en exceso!

También debemos demandar que el proceso de revisión y ¨filtrado¨ de los candidatos sea muy riguroso, transparente y enfocada mas en el fondo que en la forma. Las hojas de vida deben revisarse exhaustivamente y publicarse para que la ciudadanía tenga la posibilidad de presentar tachas sin miedo. Aquí la tolerancia debe ser cero. Si lo consignado no es veraz, debe eliminarse al candidato sin miramientos.

No podemos permitir que participen personas con pasados turbios, felones, corruptos, sentenciados, denunciados consuetudinarios, ¨caseritos¨ del poder judicial y de la policía. Tampoco queremos a personas que han demostrado que privilegian sus motivaciones individuales envés de las colectivas, personas sin la debida experiencia, que no han hecho nada relevante en su carrera, o que no tienen la preparación adecuada. Menos aún los que mienten en sus hojas de vida. Escojamos a personas nuevas, pruebas, preparadas, con comprobada experiencia profesional y con vocación de servicio. Tenemos que ser muy críticos y selectivos con los que nos quieren representar. ¡No nos quedemos callados, actuemos como leones!

En el frente de los candidatos presidenciales aparte de lo anterior, tenemos que exigirles que presenten y publiquen sus planes de gobierno y que nos expliquen cuales son sus planes para solucionar las cuatro crisis (de salud, económica, política y moral). Además, deben presentar a las personas que conformaran su equipo de gobierno. Esta información debe ser presentada oportunamente, al menos tres meses antes de la elección, para que toda la ciudadanía pueda revisarla y así votar muy bien informada.

Es importante también influir y educar a nuestro entorno para que se informen bien antes de votar. El voto responsable y bien informado junto con nuestra voz de protesta, es la combinación perfecta para deshacernos de una vez por todas, de esta trasnochada, corrupta e irresponsable clase política y salvar a la verdadera democracia que hoy agoniza.

Por eso no debemos olvidarnos que:

¨De nada sirve protestar como un león, si vas a votar como un burro¨ Lampadia




Voz y voto

Voz y voto

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas; Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

¡Nuestro país está nuevamente en crisis, pero el mundo también lo está!
¨Mal de muchos, consuelo de tontos¨

Es cierto que en casi todos los países existe algún tipo de crisis adicional a la pandemia. En algunos es económica y en otros social o política. Casi nadie se salva. Sin embargo, hoy en nuestro país las tenemos todas al mismo tiempo y en mas de una estamos en el podio de los punteros a nivel mundial.

Hace menos de diez años vivíamos una realidad muy diferente y positiva. Crecimiento económico ininterrumpido, duplicación de la clase media y reducción de la pobreza a la mitad. Estábamos en la senda hacia la modernidad y el desarrollo. Lamentablemente esto se comenzó a deteriorar desde el 2012 por la pésima gestión de un gobierno improvisado, sin liderazgo y que además avalaba la corrupción. Sus malas decisiones y sus indecisiones pusieron freno al desarrollo que veníamos experimentando por casi veinte años. Casi todo se paralizó y se inició el retroceso.

Sin embargo, las elecciones del 2016 nos devolvieron las esperanzas de regresar al camino positivo que habíamos dejado. Los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta tenían programas de gobierno que apuntaban en esa dirección. ¡Parecía que no había pierde!

¡Pues si lo hubo! Lo que nunca nos imaginamos fue que la irresponsabilidad política de ambos, echarían por tierra la tremenda oportunidad de recuperarnos, solo por privilegiar sus egos y sus intereses políticos mezquinos. ¡Que tales irresponsables!

Sus nefastas acciones han generado una de las peores crisis políticas de nuestra historia. Todo esto a costa del Perú y de los peruanos. Ambos son los grandes culpables de este fracaso y de esta profunda crisis política que vivimos. ¡Muchas gracias Sra. K! ¡Muchas gracias Sr. PPK!

La imprudente lucha de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo agravó la paralización y destapó una impresionante corrupción que involucró a políticos, funcionarios públicos, jueces y hasta empresarios. Esto originó la renuncia del presidente por un tema de conflicto de interés, que se vinculó a la corrupción. Su vicepresidente asumió el mando del gobierno. ¡Tragedia!

Nuevamente una persona improvisada, carente de liderazgo, timorata, indecisa y con escasas o nulas habilidades de gestión. Esto, lejos de solucionar el enfrentamiento lo agudizó terminando de manera abrupta con el forzado cierre del congreso.

Posteriormente y de manera irreflexiva se celebraron elecciones congresales, donde se eligió al que probablemente será el peor congreso de nuestra historia. Una verdadera selección de incompetentes, irresponsables y populistas a ultranza, que no tienen ninguna idea de lo que hacen, ni de lo que pueden hacer.

En esta condición de crisis política a gran escala, es que nos pilla la segunda crisis: La pandemia del Coronavirus. ¡Muchas gracias, Mr. Murphy!

Como era de esperarse, la pésima gestión del improvisado presidente y su incompetente equipo, no han podido amenguar la crisis de salubridad después de casi seis meses. Sus medidas mal pensadas e inefectivas, sumadas a las insensatas y populistas acciones del impresentable congreso, han generado rápidamente dos crisis adicionales: la económica y la social.

La económica porque se está destruyendo la sólida situación macro que ostentábamos después de veinte años de crecimiento. Esto por haber implementado medidas fallidas de defensa financiera a la población mas vulnerable y también por haber generado la mas grande caída del PBI del mundo, al cerrar la economía drásticamente, sin ningún tipo de análisis, ni planeamiento. A esto se suman las imprudentes normas dictadas por el congreso, regalando a diestra y siniestra y anticonstitucionalmente la plata de todos los peruanos.

La social porque no han sido capaces de gestionar un plan adecuado de defensa sanitaria, ni de ayuda a la ciudadanía mas vulnerable. Los contagios y fallecimientos se mantienen a niveles muy altos, hay cerca de cuatro millones de personas que han perdido sus empleos y hay muchísimas pequeñas y medianas empresas en quiebra o al borde de esta. Parece increíble que podamos destruir tan rápido lo que con mucho esfuerzo se consiguió entre los años 1995 y 2011.

La crisis económica y la social son consecuencia de la pandemia y de la crisis política. Pero la crisis política es consecuencia directa de una mucho mayor y de mas larga data, que es la que viene afectando a nuestro país desde sus raíces. Es la crisis madre: LA CRISIS MORAL.

Esta se da por el gran deterioro de los valores, la ética y hasta la consciencia. La crisis moral esta presente en casi todas partes, pero se manifiesta claramente en las personas que ostentan algún tipo de poder. Los funcionarios de los poderes del estado, los funcionarios de las entidades públicas, los responsables de impartir orden y justicia, la mala prensa y hasta algunos empresarios, son ejemplos vivos de este deterioro moral.

La ética y moral se aprenden en los primeros años de vida y es muy difícil, por no decir imposible, enseñarles esto a un adulto. Sin embargo, lo que sí es posible es que algunos que lo han aprendido de pequeños, las ignoren voluntariamente de adultos.

Los valores se aprenden en el hogar, principalmente a través del ejemplo de los padres. Luego se refuerzan en las escuelas primarias y secundarias y posteriormente, con esta base sólida, uno se enfrenta la vida adulta. La carencia de estos valores (voluntaria o involuntariamente) es el motivo principal de la existencia de esta nefasta crisis moral o crisis de consciencia.

El tremendo aumento de hogares disfuncionales, de padres ausentes, del alcoholismo y las drogas, de la delincuencia, del trabajo infantil y juvenil, del hacinamiento, así como la televisión chatarra y en general la falta de vida familiar, son las causas de la ausencia de valores en muchos de los hogares.

Por otro lado, la cada vez peor educación pública, la deficiente preparación de los maestros y la incomprensible eliminación de los cursos de educación cívica, son las principales causas de la falta del refuerzo de moral, ética y civismo que se debe dar en las escuelas.

MAL EJEMPLO EN EL HOGAR + MALA EDUCACIÓN ESCOLAR = CRISIS MORAL   

La crisis moral es la causante directa de todas nuestras debilidades como país: La corrupción en todas sus formas, la burocracia, la informalidad, el abuso de poder, la viveza criolla, la mentira descarada, la falta de orden público, de seguridad y de justicia (Análisis FORD del PerúLampadia Julio y agosto 2020).

Obviamente el remedio para esto es muy complejo y de larguísimo plazo, pero no debemos ignorar el problema y dejar que continúe el deterioro. Hay que atacarlo frontalmente con planes de corto y largo plazo. Estos planes deben ser parte central de los programas de gobierno de quien aspire a ser presidente en el 2021. ¡Hay que demandarlo y verificarlo!

¿Que se puede hacer? En el largo plazo, hay que introducir una verdadera reforma de la educación y de la carrera magisterial. Para esto, no es necesario inventar la pólvora, hay que tomar como ejemplo a los países mas exitosos en este frente como Finlandia y Corea del Sur. Copiar y adaptar. En estos países la carrera magisterial es considerada de muy alto nivel y es muy apreciada por los graduados de las escuelas. Se busca a los mejores, para que sean ellos los que preparen a los adultos del futuro y les refuercen los valores.

En el corto plazo y al ser imposible enseñar ética y moral a los adultos, lo único que se puede hacer es combatir valientemente las debilidades que hacen daño a los peruanos y al país. ¿Cómo? Primero creando entes de control y regulación verdaderamente autónomos e independientes, conformados por gente idónea, independiente y proba, que si la hay.

Segundo desterrar definitivamente la IMPUNIDAD, aplicando las sanciones correspondientes con firmeza y sin miramientos. Para esto es absolutamente indispensable y urgente la reforma política, del Estado y de justicia, que están durmiendo el sueño de los justos.

Es muy importante que estas medidas incluyan doble castigo, para los que hacen mal uso de su investidura pública para delinquir. ¡Doble pena para ellos!

Dejemos la indolencia de lado y exijamos esto, porque es nuestro derecho. Somos una mayoría de peruanos con valores, que nos estamos dejando aplastar por una minoría de malos peruanos sin ética, ni moral y sin vergüenza.

Las mejores armas con que contamos son NUESTRA VOZ Y NUESTRO VOTO, hagamos uso de ellas. En las próximas elecciones tenemos que analizar muy bien a los candidatos y exigirles que desvelen sus programas y sus equipos, de tal forma que sepamos bien por quién vamos a votar.

No permitamos la improvisación, el populismo barato y mucho menos la falta de ética y moral. Demos nuestro voto a quien cumpla con los requisitos necesarios y castiguemos a los partidos y a los políticos que han hecho un mal uso de su poder y han dado rienda suelta a su falta de moral y vergüenza.

¡LEVANTEMOS LA VOZ Y VOTEMOS BIEN INFORMADOS, ES LA ÚNICA FORMA DE DETENER LA CRISIS MORAL! Lampadia




Violencia y terror en nuestras familias

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 5 de abril de 2019
Para Lampadia

El delito más denunciado en las comisarías de Ica es Violencia Familiar. Durante toda mi gestión como Gobernador Regional – dentro del marco de las sesiones mensuales del Consejo Regional de Seguridad Ciudadana (CORESEC) – el representante de la Policía Nacional del Perú daba cuenta de esta penosa realidad. Violencia emocional, violencia física y violencia sexual. Esas eran – y siguen siendo – las denuncias más recurrentes en las comisarías de la región. ¡Y eso que no todos los casos de violencia familiar son denunciados! Obvio. Es muy riesgoso para una mujer o niño denunciar a un familiar violador.

El hecho es que los hogares iqueños son más inseguros que los más tenebrosos espacios públicos de la región. Víctimas y victimarios conviven bajo un mismo techo. Pero ahí no acaba la cosa. Según la Encuesta Demográfica de Salud Familiar (ENDES), Ica está reportada como una región de Índice de Violencia Familiar relativamente bajo. Eso quiere decir que en otras regiones la situación es aún peor. La violencia familiar – física, sicológica y sexual – está arraigada en todo el Perú.

Los hogares peruanos están atravesando por una crisis profunda. De allí la drogadicción, pandillaje, alcoholismo, pornografía, criminalidad, etc. La madre del cordero está en las familias. Por eso la inmoralidad generalizada. Por eso la corrupción a tope.

Nuestras familias se están desintegrando. Nos estamos animalizando. O peor aún, nos estamos embruteciendo. Me da la impresión de que la prensa – sobre todo la televisión – tiene mucho que ver en el asunto. Nunca se había visto tanta sangre en las noticias, como ahora. Los noticieros muestran un marcado sesgo hacia historias sobre maldades, muertes, mentiras e injusticias. “Nada bueno ocurre en nuestro país”. El Perú es lo que propalan los noticieros. ¡Una porquería! A eso nos está llevando la prensa.

Por otro lado, el consumismo nos está corrompiendo. “Todo vale para poseer un objeto de moda”. Y el relativismo es aún peor. “Da igual, lo bueno y lo malo”. ¿Integridad? ¡Qué es eso!

En mi niñez, el Tío Johnny inculcaba amor y civismo. Amor a nuestros padres y abuelos. Hacer las tareas escolares y obedecer a nuestros maestros. Jugar con los amigos. Tomar leche. Cuidar a la naturaleza. Respetar a la Policía.

Ahora, todo eso se está perdiendo. Los programas culturales están en vías de extinción. La Televisión peruana abdicó de su labor educativa. Lo cotidiano son las violaciones, drogas, crímenes, robos, asaltos, farándula y escándalos de corrupción. El dios rating es lo que manda.

Todo lo demás, viene por añadidura. Las redes sociales – esa maravilla tecnológica del siglo XXI – se ha convertido en un antro de groserías, insultos y calumnias de la más baja estofa. Las Fake News y los Trols llegaron a nuestros hogares para quedarse para siempre.

Ante tal degradación, la ciudadanía empoderada debe tomar al toro por las astas. ¡Manos a la obra! No nos negamos a las malas noticias. Pero también queremos de las buenas. Queremos entretenimiento y educación. Queremos verdad, justicia, bien y vida.

No esperemos mucho del Estado a este respecto. El problema está en nuestros hogares. ¡Es el turno de la ciudadanía empoderada! Padres de familia, maestros, periodistas, empresarios, trabajadores, religiosos, ciudadanos en general. En nuestras almas está la salida de esta profunda crisis moral. Lampadia