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Esfuerzo Intelectual Anti-minero

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para
Lampadia

Durante los últimos días, el conflicto en las Bambas ha venido ocupando un importante espacio en la agenda nacional y en los medios de comunicación. Los periódicos y noticieros difícilmente dejan pasar un día sin cubrir en mayor o menor medida los eventos ligado a este conflicto.

La cobertura que realiza la prensa respecto a un conflicto social es un poderoso determinante para su desenlace. Ello es así porque los actores políticos partícipes en el conflicto actúan en función a un sistema de incentivos frente al que se condicionan sus acciones. Sistema que, en buena medida, se ve determinado por la conducta que adopten los medios de comunicación.

En el caso del conflicto en las Bambas es necesario entender qué hay detrás de la incapacidad del gobierno para desbloquear las vías de acceso a la mina. Desbloquear la carretera se encuentra dentro de las capacidades reales y operativas de las fuerzas del orden peruanas; sin embargo, la acción no se ejecuta a pesar de los claros costos económicos y políticos que el conflicto actualmente genera. Esto es así porque el acto de desalojar a los manifestantes y aplicar el imperio de la ley a quienes bloquean la carretera implica un costo político para el gobierno; costo que el gobierno estima le perjudicaría más que los efectos de la carretera bloqueada.

Es importante entonces considerar como se construye este costo político. Se origina en función a la interpretación que la opinión pública podría generarse respecto al desalojo de la vía a las Bambas. Si el publico en general interpreta como una acción legitima justa y proporcional el desalojo, entonces aquella no significará un costo político para el Gobierno Central. Sin embargo, si la acción se considera como injusta, ilegitima y desproporcionada, entonces la misma implicará un alto costo político para el gobierno. Conforme más justa considere la población la causa de las posiciones anti-mineras mayor será el costo político para el Gobierno de aplicar el imperio de la ley y mayores incentivos tendrá este de impulsar un acuerdo que sea costoso para las empresas mineras. La cobertura que haga la prensa de la conflictividad social es decisiva entonces puesto que esta cobertura será determinante sobre la opinión publica.

Con el fin de poder analizar con mayor detalle el conflicto en “Las Bambas” hicimos un conteo de las notas surgidas en la prensa nacional respecto al Proyecto Las Bambas a partir del 18 de marzo cuando ya el conflicto se encontraba posicionado en la agenda nacional. En la grafica se muestra del numero de menciones que daban una cobertura positiva al proyecto minero las Bambas y aquellas que daban una cobertura negativa.

Se puede observar que en un inicio la prensa dio una cobertura favorable a “Las Bambas” y que paulatinamente fue girando hacia una cobertura cada vez mas hostil. Entre las razones que damos para que esto se de se encuentra la superioridad académica discursiva de los anti-mineros y en especial de la ONG Cooperacción. Esta es una ONG con un claro perfil pos-extractivista que ha conseguido con éxito posicionarse como una voz experta respecto al conflicto en “Las Bambas”. Este posicionamiento les ha permitido a sus voceros ser presentados por la prensa como expertos respecto a las Bambas y la conflictividad social. Pero no solo eso, gran parte de los expertos y analistas en conflictividad con exposición en medios terminan difundiendo parte del mensaje anti-minero debido a que casi la totalidad de los materiales académicos respecto a Las Bambas han sido realizados por anti-mineros. Ello hace que este material se convierta en un insumo casi inevitable de cualquier esfuerzo por estudiar el tema.

El mensaje anti-minero respecto a las Bambas, en buena medida desarrollado por Cooperaccion, va penetrando el discurso social respecto a este conflicto de manera paulatina. Ello se da vía dos caminos, el primero es el espacio mediático ganado por sus voceros y el segundo por la forma como convierten a los lideres de opinión en estaciones repetidoras de sus mensajes respecto a Las Bambas.

El proceso que describimos es sumamente informativo respecto a cómo es la superioridad en desarrollo académico y de discurso de los anti-mineros, producto de un esfuerzo sostenido a lo largo de años de producción académica y posicionamiento de voceros. Aquello facilita que los mismos puedan ir imponiendo su versión del conflicto frente a las empresas mineras. El sector minero no debería sorprenderse de cómo una y otra vez la prensa da espacio a voceros y expertos que le son hostiles y no presentan una contraparte afín a la minería o al menos objetiva del conflicto. Si el gobierno y el sector minero en general no han realizado esfuerzos anticipados para la elaboración de un discurso permeable hacia la población, así como una narrativa comparable a la de sus adversarios, entonces tampoco les debería sorprender porqué es que conflictos como las Bambas degeneran rápidamente en situaciones críticas y en desenlaces poco favorecedores para todos. Lampadia




TV Española distorsiona los hechos en Tía María

TV Española distorsiona los hechos en Tía María

Continuando con nuestro propósito de limpiar el ecosistema mediático en el que se han sembrado múltiples documentos, videos, entrevistas, ‘estudios’ y opiniones falsas sobre la situación de la minería en el Perú, describimos a continuación la producción y difusión de un material fílmico de la televisión española que la pone al mismo nivel de las peores realizaciones locales, que pretenden manipular a la opinión pública y desarmar al gobierno.

Lamentablemente, como es parte de un largo proceso de repliegue ‘disque estratégico’ de no contestar las mentiras y de no informar a la población sobre los méritos de la minería en el Perú, ni el sector minero, ni el propio gobierno han cuestionado este material, lo que ha llevado a que durante los últimos años se hayan paralizado 14 proyectos mineros, incluyendo los más icónicos, como los de Conga y Tía María.

Este despacho forma parte de la formación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, que recomendamos revisar. 

Foto: La República

Un “documental” hecho a la medida para perjudicar a la minería en Perú

La presentación de opiniones parcializadas como si fueran opiniones independientes es una técnica de manipulación de la opinión pública. Con esa técnica, periodistas hostiles a la minería buscan aparentar profesionalismo cuando lo que están haciendo es pura propaganda.
El costo de la distorsión no es pago por los Españoles, sino por los proyectos mineros paralizados y por la economía peruana frenada.

Hace algunos días, Radio Televisión Española (RTVE), emisora publica de España, emitió un documental llamado “La Batalla del Cobre”, acerca del conflicto social que detuvo el desarrollo del proyecto Tía María, de Southern Perú, en la región de Arequipa.  

Ese documental es un claro ejemplo de cómo se puede construir una visión tendenciosa de un conflicto social, tomando testimonios de distintas posiciones: las autoridades, técnicos, pobladores, empleados de la empresa minera, etc. La RTVE presenta la población de un valle agrícola preocupada por la cercana presencia de un proyecto minero. La historia que cuenta es de una población que se ha opuesto a la destrucción de su valle, a costa de muertos y heridos. La labor de los grupos anti-mineros es cuidadosamente ocultada en la historia. Además, el documental asume como verdad la narrativa post-extractivista de que la actividad agrícola y la minera son intrínsecamente antagónicas.

No es la primera vez que RTVE realiza un documental en la región. Discutir las razones por las cuales este medio de comunicación público español se interesa por conflictos sociales en Perú, sería caer en especulación. Sin embargo, sí llaman la atención diversos sesgos del desarrollo del documental, que incluyen importantes omisiones, mentiras y enfoques parcializados.

Irregularidades en la información

RTVE expone la voz de diversos pobladores contrarios al proyecto, la voz de las autoridades locales, la de la Empresa y supuestas voces neutrales. Sin embargo, presenta como neutrales a diversos actores con una posición política evidentemente contraria al desarrollo del proyecto Tía María.

Entre ellos se encuentra Daniel Taranzo, denunciado por periodistas de El Comercio y la República, de ser el “azuzador principal para que la población los agrediera a ellos y a otro grupo de corresponsales que también llegó hasta el lugar para informar el conflicto por Tía María”[1].  Un periodista neutral no publicaría en su cuenta de Facebook una foto y un mensaje como el que se ve en la parte inferior. Sin embargo en el documental se le presenta como un periodista independiente.

Esta es una imagen tomada del Perfil de Facebook de Daniel Toranzo, “periodista independiente” según el documental.

También se presenta como “ingeniero independiente” a Otto Hito, quien ha tenido una participación activa en el conflicto, ya sea ofreciendo opiniones contrarias al proyecto en medios de comunicación o como animador en manifestaciones, como se ve en el video siguiente.  El ingeniero “independiente” termina su intervención pidiendo la liberación de Gregorio Santos, ex presidente regional de Cajamarca y uno de los principales opositores al proyecto Conga, actualmente en prisión preventiva acusado de actos de corrupción durante su gestión.

Supuesto “ingeniero independiente” Otto Hito utilizado en el documental de RTVE como opinión técnica sobre el proyecto Tía María.[2]

Desproporción en las declaraciones

En diversas partes del documental se muestran disputas entre la policía y los manifestantes. Se exponen testimonios que muestran el carácter humano de los familiares y afectados  de los manifestantes, con poderosas imágenes llenas de sangre y dolor. Sin embargo, no existe una contraparte para informar sobre la violencia ejercida por los manifestantes contra la policía, por parte de los Espartambos, que asesinaron a un agente de las fuerzas del orden con piedras y que produjeron más heridos con sus ataques. Todas las pérdidas humanas en un conflicto social son trágicas, y consideramos que la vida de los policías tienen tanto valor como las de los manifestantes.  Aparentemente este principio no es compartido por los autores de este documental. Tampoco se toma los múltiples testimonios respecto a los mecanismos de represión que los opositores al proyecto ejercían en el valle del Tambo a todo aquel que difiriera de su postura.

Supuestos encubiertos

En el documental se transmite una serie de declaraciones cargadas de supuestos hostiles a la minería.  “Empezó defendiendo el valle, y acabó trabajando para la empresa minera”  (29:50 del documental) afirma la narradora del documental acerca del abogado Jesús Gómez Urquizo involucrado en los Pepe audios. Es decir, según esta producción existen dos opciones: o se defiende el valle (de la minería) o se “ataca al valle” (la posición minera).  Es decir, el narrador asume que Tía María es una amenaza y oponérsele es indispensable defender al valle. Asume además, que oponiéndose a la minería se está defendiendo al valle y su población.

“Nosotros fuimos a la marcha pacífica a Cocachacra” (14:30 del documental ) ó “Yo he hecho todo lo posible para dialogar con la gente para que todo sea pacíficamente” (23:24 del documental ) son declaraciones que son realizadas a pesar de las imágenes que muestran la presencia de los llamados Espartambos, grandes protagonistas de la  violencia del conflicto. Se toma la violencia de grupos de la población casi como un fenómeno meteorológico inevitable, y no una situación azuzada por los líderes de ciertas organizaciones como el Frente de Defensa del Valle del Tambo, que buscaban beneficiarse a través de chantajes a la empresa minera.

Antagonismo intrínseco

RTVE trabaja sobre una idea tácita en su descripción del problema: la minería y la agricultura no pueden convivir, existe un antagonismo intrínseco. Se toman testimonios de agricultores preocupados por la agricultura como las únicas voces autorizadas, y no se menciona la posibilidad de que estas actividades puedan convivir. Testimonios como  “De hecho señorita, de hecho que nos va a contaminar” (41:15), “Ollanta Humala está a favor de la minería, nada quiere saber de este valle” (22:30) no se contrastan con argumentos técnicos que permitan saber si  con las medidas que se platean en el Proyecto Tía María es posible prevenir la contaminación ambiental. La propuesta de Southern, de construir una planta desalinizadora para utilizar el agua del mar en lugar parte de los flujos de agua del río Tambo es omitida del documental, a pesar de ser una de las principales propuestas de la empresa minera para reducir los temores que genera su actividad. Una de las diferencias entre periodismo serio y propaganda es la omisión de información crítica para entender los hechos.

Abiertas Mentiras

“La quinta parte del territorio nacional está cedida a la explotación minera”(20:43) afirma el documental, tomando como fuente a Cooperacción, conocida organización anti-minera. Si tomamos como referencia el Boletín Estadístico del subsector Minero del Ministerio de Energía y Minas de Diciembre del 2015, esta información es abiertamente falsa. Como vemos en la tabla superior, el porcentaje de territorio peruano dedicado a unidades mineras en actividad es del 1.22%. Si nos remitimos a la afirmación del documental, sólo el 0.93% está cedida a la explotación minera. Ese número dista significativamente de ser 20% del territorio nacional que afirma la fuente utilizada por el documental. [3]

Inclusive se podría decir que la situación que trata de mostrar RTVE con el documental, y con la descripción que coloca en su página web[4] es muy distinta a la real. En el mismo boletín, se encuentra el porcentaje del territorio nacional que se encuentra restringida a la minería. Este es el 64.95% del Perú, es decir la cantidad de territorio vetado a la minería es 53 veces mayor que aquél en el que se realiza alguna actividad minera.  

Otra mentira mencionada en el documental es cuando la narración declara que:

“En el 2011, un organismo de Naciones Unidas hizo múltiples objeciones al estudio de impacto ambiental. Aquel año las protestas terminaron con 3 muertos y el gobierno peruano denegó la licencia. Pero en 2014 flexibilizó la ley y dio luz verde al nuevo estudio ambiental” (38:09)

Las observaciones detectadas por la consultora ambiental contratada por UNOPS (Que es un organismo de compras y no se análisis ambiental) arribó a 328 comentarios al primer EIA del proyecto Tía María de las cuales una buena parte no son observaciones sino sugerencias y descripciones metodológicas, siendo solo 25 observaciones las referidas directamente a los impactos del proyecto. Estas 25 observaciones fueron atendidas en el siguiente estudio ambiental aprobado el 2014. No se dio como resultado de una relajación de los estándares ambientales como falsamente se menciona en el documental,[5] sino por modificaciones en el EIA y en los procesos desplegados en el Proyecto.

Estas mentiras son indicaciones poderosas de que las fuentes de información para el documental fueron las organizaciones anti-mineras que actúan bajo la fachada de grupos ambientalistas. Los autores del documental prefirieron trabajar con organizaciones ideológicamente sesgadas antes que buscar fuentes realmente independientes.

Las Consecuencias.

Este tipo de producciones cumplen un rol de propaganda para las organizaciones anti-mineras: no solo se distribuyen a través de internet y de activistas, sino también se reproducen dentro de las comunidades, en las reuniones, buscando adoctrinar a las audiencias, y dañando irresponsablemente la reputación de las empresas mineras.

Estos documentales no son vistos por la población en general, sin embargo sí son vistos por públicos específicos que pueden incidir sobre la posibilidades de realización del Proyecto Tía María. El documental sirve para atraer activistas internacionales para que vengan al Perú a apoyar las organizaciones anti-mineras dedicadas a impedir Tía María y otros proyectos. Entre algunos de los periodistas nacionales se genera un tendencia a brindar una cobertura hostil al las noticias relacionadas con Tía María. Entre lo activistas en el Tambo, ese documentales mejora sus ánimos y les empodera al hacerles sentir que sus acciones de bloqueo a la minería peruana están teniendo una aceptación global. Sus consecuencias negativas son múltiples.

Documentales y Minería.

No es la primera vez que se realizan reportajes o productos audiovisuales contrarios a algún proyecto minero, ni que estos se realizan con un sesgo evidente de parte de sus productores. El documental Hija de la Laguna es muchísimo mas sesgado que este, con patentes mentiras y manipulaciones. Los autores de La Batalla del Cobre por lo menos se han preocupado por dar una apariencia de periodismo serio, presentando opiniones anti-mineras como si fueran independientes. El documental peruano ni siquiera se preocupó por las apariencias.

A pesar de su campaña de puerta a puerta, a respuesta de la Empresa y del sector no ha sido oportuna, ni ha respondido con hechos a los ataques que se le infringen. Al callarse ante esas distorsiones, Southern y el gremio minero dejan en la opinión pública la sensación de que las falsedades son verdades. Para el público, el silencio de la empresa es un reconocimiento de que las afirmaciones del documental son irrebatibles. Con su silencio, la empresa está haciendo un gran favor a los anti-mineros. El público Español estará creyendo en el “documental” y las imágenes de Southern y las instituciones peruanas quedarán perjudicadas.

Tía María representa una inversión de US$ 1,400 millones y en sus 18 años de vida espera explotar dos yacimientos a tajo abierto de cobre: La Tapada y Tía María, de los que se extraerán diariamente unas 100,000 toneladas métricas de óxidos de cobre para producir 120,000 toneladas de cátodos de cobre anualmente. La puesta en marcha de este proyecto es de enorme importancia, no solo por el tamaño y la inversión que representa (lo cual contribuirá decididamente al desarrollo de Arequipa y del sur del país), sino porque demostraría que cuando se quiere se puede. (Ver en Lampadia: No podemos dejar que nuestra Tía María siga atascada y Criminales anti Tía María amenazan con violaciones y canibalismo)

Al no responder apropiadamente a estos ataques, los argumentos expuestos por anti-mineros a través de este tipo de reportajes calan en los periodistas, líderes de opinión, funcionarios de las instituciones del Estado y a través de ellos en la población.  Esto genera una hostilidad en estos actores que a la hora de que se reactive algún conflicto llevarán a una cobertura periodística mas hostil y a instituciones del Estado más susceptibles ceder a la presión de los antimineros. Lampadia

 


[1] El Buho. http://elbuho.pe/2015/05/26/conferencia-termina-en-gresca-verbal-de-reporteros-locales-contra-mollendinos-por-tia-maria/

[2] Canal voces de la tierra, Youtube.  https://www.youtube.com/watch?v=zsuqCtnFGD4

[3] Boletín Estadístico del subsector Minero del Ministerio de Energía y Minas de Diciembre del 2015 . Página 17, http://www.minem.gob.pe/minem/archivos/file/Mineria/PUBLICACIONES/VARIABLES/2015/diciembre.pdf

[4] “El caso de ‘Tía María’ es un ejemplo de los numerosos conflictos sociales que genera la minería en Perú, un país que tiene la quinta parte de su territorio adjudicada a empresas mineras.” http://www.rtve.es/alacarta/videos/en-portada/portada-batalla-del-cobre/3483640/

[5] Una muy buena explicacion de la manera como fueron atendidas estas observaciones se puede observar en la conferencia “ Proyecto Tia Maria: Despejando Dudas y Aliviando Temores” disponible en https://www.youtube.com/watch?v=gIJO5SZcU5Y, a partir del minuto 31:00



Lentejas, Votos y Donaciones

Lentejas, Votos y Donaciones

“Hemos aprendido que [ante la conflictividad minera] lo importante es iniciar procesos de dialogo que permitan ponernos de acuerdo.”

 Opinión de un funcionario de la Oficina de Dialogo de la PCM en una exposición sobre conflictividad social [1].

El diálogo es una herramienta útil, civilizada y pacífica para solucionar diferencias entre dos o más representantes que buscan llegar a un acuerdo que beneficie a las partes.  Es el camino ideal, casi irrefutablemente, con el que deberían solucionarse los conflictos; incluidos los socio-ambientales que sufre actualmente nuestro país.  Pero, ¿es el diálogo una herramienta útil cuando uno o más representantes no buscan el beneficio de la población, sino promover el conflicto social para su propio beneficio?  Para quienes creen que los conflictos socio-ambientales se dan en base a un trío de actores: empresas-estado-comunidades, se genera una situación paradójica en que siendo financiera y económicamente factible llegar a un acuerdo en la que todas las partes ganen, no se llegue a ningún acuerdo. Por qué se da esta paradoja?

Para resolver la paradoja, observemos las dinámicas de los conflictos socio-ambientales que ocurren en el país. Cada vez que se ha ocurrido un conflicto social ligado a una gran inversión extractiva se puede observar el siguiente patrón:

  1. Se dan manifestaciones opuestas con un creciente grado de violencia y repercusión mediática.
  2. El Gobierno Central hace uso de las fuerzas de orden con el fin de controlar la protesta.
  3. En caso la protesta desborde la capacidad de estas instituciones se entra en una pendiente de violencia y caos que genera costos políticos sobre el Gobierno Central. 
  4. En este proceso los opositores al proyecto demandan un diálogo directo con el Gobierno Central siempre apuntando al nivel jerárquico más alto posible, de preferencia el Primer Ministro.
  5. Se establecen accidentadas “Mesas de Diálogo” que devienen en áreas de combate discursivo entre quienes defienden y apoyan el proyecto.
  6. En caso el costo político infringido al gobierno central sea lo suficientemente alto el Gobierno Central capitula y el proyecto se paraliza.

Previo a este proceso ha existido siempre una larga labor de adoctrinamiento de sectores de la población local en donde la minería es presentada como un peligro para la sostenibilidad de las condiciones de vida de la población local. Además, durante ese período preparatorio esos grupos generan plataformas que le permitan presentarse como representantes de la población local y toman control de componentes de la institucionalidad rural tales como rondas campesinas o juntas de regantes.

En múltiples ocasiones las Mesas de Dialogo promovidas por el Estado Peruano han fracasado completamente, mostrando ser mecanismos inefectivos e incapaces de viabilizar proyectos mineros amenazados por situaciones conflictivas. Lo más sorprendente es que si se diera un acuerdo, esos proyectos podrían generar ingresos fiscales para el Estado, rentabilidad para las empresas, dinamización de las economías regionales, y beneficios económicos múltiples y mejores activos ambientales para la población en el entorno del proyecto.

El enfoque del trinomio (Estado-Comunidad-Estado), hoy predominante en el Perú, deja de lado un factor crítico: los grupos hostiles a la minería. Sucede que las mesas de diálogo no se realizan con la “población,” puesto que no existe un mecanismo práctico mediante la cual la población, como un todo, pueda participar directamente. El diálogo se realiza entonces con un conjunto de dirigentes a los que se les considera como “representantes” de la población: miembros de Frentes de Defensa, alcaldes elegidos con una plataforma anti-minera y ONG’s post-extractivistas. En las propuestas de diálogo promovidas por el Estado Peruano se asume que existe alineamiento entre los intereses de estos grupos “dirigentes” y las aspiraciones de las poblaciones que ellos afirman representar.

Pese a su rótulo de representantes, estos dirigentes, en múltiples ocasiones, rechazan acuerdos en los que la comunidad se vería claramente beneficiada. Es frecuente que ese rechazo sea atribuido a un cierto grado de “radicalismo”, “irracionalidad” o “intransigencia” de estos líderes. Pero, en la mayoría de  ocasiones, estos dirigentes son personas inteligentes y muy astutas, de lo cual es evidencia una habilidad notable para la lideranza de movimientos sociales regionales, que en algunos casos terminan doblegando la voluntad política del Gobierno Nacional, como se demostró en casos como Tambogrande, Conga, y ahora Tía María.

¿Qué explica entonces la intransigencia de estos dirigentes, su negativa a llegar a acuerdos que dieran viabilidad a los proyectos mineros? La realidad es que existe una brecha de intereses entre esos dirigentes conflictivos y la población que afirman representar. Esta brecha se origina en los beneficios que el conflicto les reporta. La explicación es que los dirigentes no enfrentan incentivos para disminuir su hostilidad a las inversiones mineras o hidro-energéticas, y no les importa los efectos que su conducta (paralización de los proyectos) podría terminar reportando sobre la población. Sucede que a la población local puede ir muy mal mientras que a esos dirigentes les puede ir muy bien.

Existen tres beneficios principales derivados del activismo anti extractivo, las “lentejas”, los votos y las donaciones:

a) “Lentejas” (Potencial para la extorsión):  El Proyecto Tía María es un proyecto cuprífero que implica una inversión de 1,400 millones de dólares en las cercanías del Valle del Tambo en la Provincia de Islay Arequipa. Este proyecto ha enfrentado una fuerte resistencia por parte de sectores de la población de Islay la cual ha sido movilizada bajo la consigna “Agro Sí, Mina No”.[2] El conflicto social subsiguiente llevó a 6 muertos y a la paralización del Proyecto. Protagonista de este conflicto fue Pepe Julio Gutiérrez quien fuera Presidente del Frente de Defensa de Valle del Tambo y candidato a Concejero Regional por el Movimiento Tierra y Libertad, liderado por Marco Arana. En su hoja de vida, presentada al JNE,  registraba que sus ingresos provenían de ser agricultor independiente y contador de la Junta de Usuarios de Riego del Valle del Tambo. Gutiérrez se hizo tristemente célebre con la propagación de audios en los que condicionaba el repliegue en las protestas a la entrega de “lentejas”, por un monto de millón y medio sea de soles o de dólares. En el mes de agosto del presente año se le encontró diversas cuentas bancarias con un monto cercano a los 400 mil soles.[3]

La conflictividad social anti-minera ha generado múltiples actores sociales con capacidad de incidir de manera decisiva sobre la posibilidad de ejecución de proyectos con  valor de miles de millones de dólares. A través de conflicto ellos generan una “garita de peaje” a los proyectos, y es difícil de pensar que existiendo semejante oportunidad no traten de lucrar con la misma. Es un secreto a voces que múltiples dirigentes y presidentes de Frentes de Defensa intentan permanentemente obtener recursos de las empresas mineras a cambio de reducir su nivel de hostilidad hacia los proyectos en su entorno.

b) Votos (Posicionamiento electoral). Edy Benavides, oriundo de Bambamarca-Cajamarca y profesor de diversos institutos educativos,  tuvo su salto a la celebridad como Presidente del Frente de Defensa de los Intereses y Derechos de la Provincia de Hualgayoc – Bambamarca, en radical oposición a la realización del Proyecto Conga.  A nivel local fue célebre su rechazo a la  modernización del, en aquel entonces insalubre,  Mercado Municipal de Bambamarca mediante la modalidad de Obras por Impuestos por parte de Minera Goldfields pues considera que aceptar la colaboración de empresas mineras es una “traición” puesto que estas empresas están “condenando a los Bambamarquinos a una muerte lenta”.

Su postura fue bien recibida por un segmento importante del electorado bambamarquino al ser elegido alcalde de su provincia con el 47% de los votos, durante el presente año Benavides gestionará 17 millones de soles que recibirá su provincia por concepto de canon minero. Benavides no está solo en la lista de presidentes de algún “Frentes de Defensa” que devienen en autoridades elegidas. En el caso de Tambogrande, Francisco Ojeda fue electo alcalde de su distrito y en el distrito de Dean Valdivia, en la provincia de Islay, Jaime de la Cruz Gallegos ganó las elecciones locales.  Frente a semejantes casos existen múltiples dirigentes de organizaciones sociales que consideran que la polarización frente a un proyecto extractivo puede ser la plataforma que necesiten para salir del anonimato y entrar en el ruedo electoral con la imagen de defensor de los intereses del pueblo.

c) Donaciones (Acceso a recursos de cooperación internacional): A finales de 1993 Marco Arana era un joven párroco, cuasi anónimo, de la recientemente creada parroquia “Cristo Ramos de Porcón” en Cajamarca[4], el protagonismo ganado desde entonces en la oposición a Minera Yanacocha ha sido su principal mecanismo de ascenso político y económico.  La ONG que fundó, GRUFIDES, registró ante la APCI entre el año 2012 y el 2014 donaciones  por casi un millón y medio de dólares. Arana ahora es líder de un partido político de escala nacional con inscripción vigente (Tierra y Libertad) y se ha constituido en un referente de opinión en cuanto conflicto social anti-minero relevante exista en el país, teniendo frecuentes apariciones en medios. Sin lugar a dudas, la conflictividad le ha generado grandes beneficios personales.

Un factor común de estos personajes consiste en que sus rutas de ascenso personal se apoyan en la conflictividad misma. ¿Podría Pepe Julio Gutiérrez obtener sus “lentejas” si le decía a la población de Islay que el discurso que detentó durante años era falso y que el Proyecto Tía María no implica la destrucción del valle? Su principal activo personal consistía en haver generado una masa atemorizada que pudiera manipular y con ello tuviera la capacidad de amenaza que le permitiera cobrar “cupo” a la empresa minera. Una Mesa de Diálogo exitosa disiparía el temor, generaría un acuerdo y le quitaría su principal activo para obtener “lentejas.”

¿Edy Benavides podría haber sido elegido alcalde si tras una larga conversación con los técnicos del MINEM se hubiera convencido de que el Proyecto Conga, mediante la construcción de reservorios, incrementaría el suministro de agua para la población y hubiera salido a declarar esto en público? Su victoria electoral se sustentó en el rol que jugó en “la defensa del agua y la vida”.  Si la población de Bambamarca no creyera que la vida y el agua estaban amenazadas, no existiría ningún motivo por el cual los bambamarquinos desearan votar por él, y probablemente hubieran elegido un alcalde que promoviera el desarrollo local. Una exitosa Mesa de Diálogo le quitaría esa posibilidad de votos, ya que las frustraciones y descontento de la población serían capitalizadas por cualquier otro emprendedor político que no dudaría en acusarlo de “vendido a las trasnacionales.” Un político que enfrenta una disyunctiva así difícilmente va querer arribar a ningún acuerdo.

¿Si Marco Arana Arana se hubiera dedicado a mediar en los conflictos sociales buscando salidas convenientes para las comunidades podría ser presentado en múltiples instancias como “Héroe Ambiental,” ser líder de un partido nacional y manejar la camioneta 4X4 que actualmente posee? Su principal activo personal es la imagen, frente a los donantes internacionales y un sector de los líderes opinión locales, de un líder ambiental enfrentado a un malvado poder extractivista trasnacional.  Una exitosa Mesa de Diálogo que culminara el conflicto en Cajamarca, resultaría siendo una derrota para los donantes post-extractivistas que están en contra de cualquier avance de la minería y una amenaza para la estabilidad futura del flujo de donaciones de Sr. Arana. Un acuerdo que viabilizara la minería amenazaría la sostenibilidad del flujo de donaciones que hoy financia sus objetivos políticos y personales.

Creemos que el dialogo es una herramienta útil y necesaria en múltiples conflictos, sin embargo, este mecanismo es ineficaz cuando se aplica con actores que ganan con la conflictividad misma.

Para los promotores de la conflictividad las instancias de diálogo sirven únicamente como plataformas políticas y mediáticas para avanzar en sus propios fines, los cuales se hallan muy disociados de los de la población del entorno de los proyectos extractivos. Ellos viven del conflicto mientras las poblaciones lograrían mejor futuro para sus familias y un adecuado cuidado de su entorno si el conflicto se concluyera, se genera controles ambientales efectivos y la minería prosperara. Creer que esos dirigentes van facilitar la destrucción de sus mecanismos de acumulación de prestigio, poder político y dinero, para viabilizar el bienestar de sus poblaciones, es un acto de profunda ingenuidad.  Como lo hemos explicado ellos no ganan absolutamente nada, más bien pierden, si se llegara a acuerdos beneficiosos para las partes (minería y población) y que terminen desarmando el conflicto. Es lamentable que en diversas instancias del Estado y de los líderes de opinión se crea que la clave de la reducción de la conflictividad parta por negociar un acuerdo con quienes lucran con la conflictividad.

Para lograr que el diálogo sea un mecanismo eficaz para reducir la conflictividad debemos, necesitamos que las aspiraciones de desarrollo de la población local y nacional se expresen con toda su fuerza. No necesitamos interminables mesas de claudicación, necesitaremos foros públicos para discutir como generar sinergias entre minería y economía regional, y garantizar que en estos foros se expresen las opiniones de quienes desean realmente reducir los conflictos. El propósito de esos diálogos no debe se premiar a los generadores de conflicto sino encontrar rutas de progreso económico y social en base al estado de derecho y a relaciones pacíficas entre los actores sociales, instucionales y empresariales. Lampadia

 


[1] “Balance, lecciones aprendías y desafíos en torno a la institucionalización y sostenibilidad del diálogo y la prevención de conflictos sociales en el Perú”.  Mesa temática N°1 : Prevención y Gestión de Conflictos Sociales. 30 de octubre; Lima, Perú.

[2] Una buena explicación respecto a los efectos ambientales del Proyecto Tia Maria y sus potenciales efectos ambientales, es la conferencia “Proyecto TiaMaria: Despejando Dudas y Eliminando Temores” se encuentra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=gIJO5SZcU5Y