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Una mejor ciudad es posible

Una mejor ciudad es posible

Guido Valdivia
Director Ejecutivo de CAPECO
Para Lampadia

Una reciente investigación de GRADE ha determinado que el 93% de la expansión producida en nuestras 43 principales ciudades en los últimos veinte años, corresponde a tráfico de tierras o a lotizaciones informales. La gran mayoría de estas ocupaciones no es promovida por personas necesitadas de vivienda, sino por poderosas mafias que cuentan con la complicidad de autoridades locales, policiales, fiscales y judiciales. La detención de un número creciente de alcaldes distritales en zonas periféricas de nuestras grandes ciudades es apenas una muestra del nivel de influencia y sofisticación que estas organizaciones criminales han alcanzado.

Este mercado negro se explica principalmente por (a) la indiferencia de las autoridades responsables del desarrollo urbano en el país, tanto en el nivel central como en el local; (b) las restricciones legales y administrativas para incorporar suelo de manera formal al ámbito urbano; y (c) la vigencia un modelo perverso de inversión para la dotación de servicios de agua y desagüe.

En principio, los planes urbanos casi todas nuestras ciudades están completamente desactualizados – Lima aprobó su último plan en 1990 y debió ser reemplazado en el 2010 – y ni siquiera se implementan modificaciones parciales de sus instrumentos de gestión para regular sus áreas de expansión.

 En segundo término, los grandes propietarios de suelo en las periferias son las comunidades campesinas -que están impedidas por ley de transferirlos para usos urbanos- y el Estado que tiene una actitud muy pasiva para defender sus predios y en algunos casos -como el de las fuerzas armadas- muestra una resistencia absurda a poner en el mercado terrenos subutilizados. Claro, estas restricciones solo rigen para el mercado formal, porque los traficantes y lotizadores informales pueden invadir, regularizar y vender con total impunidad. Las 68 mil hectáreas que, según GRADE, se incorporaron irregularmente a las áreas urbanas desde el 2001, ha significado un ingreso no menor de 20 mil millones de soles a estas organizaciones delictivas.

Por último, las empresas prestadoras de servicios solamente “siguen a la invasión” y sus inversiones las hacen con dinero del Ministerio de Vivienda, sin obligación de reembolsarlo, lo que les permite mantener tarifas irrisorias. En cambio, solo un pequeño porcentaje de la inversión (en Lima llega al 20% y en el resto es mucho menos) se destina a la renovación de redes, lo que dificulta la necesaria densificación y provoca grandes aniegos como el que afectó a San Juan de Lurigancho el 2019.

Las invasiones son caras y matan. A la ocupación irregular de suelo, se suma la construcción informal que afecta a no menos de 3 millones de hogares urbanos. La baja calidad de estas edificaciones las vuelve vulnerables. Si un sismo de intensidad semejante al que se produjo en Pisco el 2007 ocurriese en Lima, se vendrían abajo no menos de 550 mil viviendas y morirían 60 mil personas y colapsaría buena parte de las redes de agua y desagüe que abastecen a los 9,000 barrios marginales donde vive casi la mitad de la población limeña. Otorgar estos servicios a familias asentadas informalmente cuesta entre 2 y 9 veces más que si estas vivieran en un proyecto habitacional formal. Todo ello sin considerar la pérdida de productividad que genera una ciudad desarticulada e ineficiente.

Es posible terminar con este modelo pernicioso. El gobierno central debe invertir en la actualización de planes y catastros urbanos; crear una empresa pública de suelo (un Mivivienda de la oferta) que incorpore suelo con servicios al mercado para que promotores privados desarrollen proyectos habitacionales; modificar la legislación sobre terrenos de comunidades campesinas y del Estado; y destinar al menos un 10% del dinero que se “invierte” en agua y saneamiento, a dotar de estos servicios a programas sociales de vivienda.

Finalmente, se necesita triplicar los subsidios y créditos hipotecarios para producir las 120 mil viviendas anuales que se requieren para alcanzar un 80% de construcción formal, proporción que se da en Chile, por ejemplo. Reducir las inversiones en saneamiento sincerando tarifas y otorgando subsidios directos a quienes no pueden pagarlas, así como permitir que los gobiernos sub-nacionales implementen sus propios programas de subsidios utilizando una parte de los recursos que reciben por canon y regalías, alcanzaría para financiar estas metas. Lampadia




El secreto de la minería peruana

Convertir las ventajas comparativas de las comunidades en competitivas

Jaime de Althaus

Para Lampadia

Una experiencia que el recientemente creado viceministerio de Gobernanza y Desarrollo Territorial de la PCM debería mirar si quiere encontrar y difundir estrategias empresariales eficaces en la prevención de conflictos sociales, es el proyecto minero de plata Corani, de Bear Creek, en Carabaya, Puno, que viene trabajando desde el 2013 y se encuentra en la etapa de estudios definitivos para iniciar la construcción el 2018 con una inversión de alrededor de 700 millones de dólares.

Andrés Franco, vice presidente de Desarrollo Corporativo de Bear Creek, autor del modelo de inversión social de la mina que le ha permitido desarrollar una relación óptima con el distrito de Corani y cinco comunidades campesinas, lo pone así: “basamos nuestra relación con las comunidades no en ofrecerles empleo en la mina, sino en convertir sus ventajas comparativas en competitivas”.

Se trata de lo siguiente: las familias comuneras son ganaderas, pastan alpacas y vendían lana como tal.  Solo el 5% de mujeres hilaban con ruecas artesanales para tejer chompas y chullos para el autoconsumo. Lo que Andrés Franco les propuso fue no vender lana en bruto sino con valor agregado. Y aceptaron. Primero aprendieron a clasificar la lana con un equipo de medición de fibras; luego se ejecutó un programa de mejoramiento genético que ha logrado pasar de un 25% de fibra baby alpaca a un 52%; luego aprendieron a hilar artesanalmente pero de manera uniforme mejorando las ruecas; paralelamente aprendieron a leer fichas técnicas para copiar modelos y confeccionar ropa; después compraron con sus propios medios máquinas lineales de tejer, y a partir de allí confeccionan chompas, polos, medias, etc., con otras maquinas, de coser. Es “ropa inteligente”, que incorpora hilos de plata que poseen varias propiedades vinculadas a la salud y a la medición de los ritmos vitales.

La empresa les ayudó a buscar y conseguir las máquinas y les brindó la tecnología, pero las propias familias compraron sus equipos e instalaron sus talleres, con su propio esfuerzo. Hay 32 empresas familiares en este momento.

De esa manera elaboran ahora, por ejemplo, medias con hilos de lana enhebrados con hilos de plata. Los hilos de plata son antibióticos: eliminan hongos, cierran heridas, atacan a cualquier tipo de bacteria y evitan el mal olor. Por eso, su eficiencia es de 7 días de uso continuo del mismo par de medias, sin necesidad de cambiárselo. “El Ejército, la Policía y hospitales quisieran comprar pero las familias no pueden cumplir con pedidos a gran escala todavía por interrupciones en la energía y el internet. Sí atienden pequeños pedidos de 50 o 100 unidades”, explica Franco.

Medias para diabéticos

Es extraordinario que los minerales peruanos posean esas propiedades antisépticas. Hace poco Lampadia publicó un artículo mostrando cómo el cobre ya se usa en hospitales para eliminar o repeler las bacterias. Ver: ¡Viva el Cobre!

En Corani las familias comuneras fabrican también ropa inteligente: polos o chompas de lana con hilos de plata, incorporándoles, además, unos chips que miden la temperatura, el ritmo cardiaco y la respiración para saber si el chofer de un camión o el personal de seguridad de una empresa, por ejemplo, está con sueño o durmiendo o con pánico o stress, además de masajearlo. La idea es vender esos polos a empresas de transportes o de seguridad. O al Ejército. Producen asimismo casacas para militares, inyectándoles parafina, que absorbe el calor del cuerpo con un efecto refrigerante.

Casaca con celdas solares, controla signos vitales, refresca y tiene paneles de ichu contra arma blanca
 
Polo

El problema que tienen por el momento no es tecnológico, sino de formalización. Empresas de transportes, por ejemplo, les han pedido hasta 20 mil de aquellos polos, pero reclaman facturas. Lo que ocurre es que la primera empresa que se formalizó sufrió una intervención de la Sunat que la obligó a pagar una multa tal que tuvo que cerrar. La solución ha sido formar una cooperativa de financiamiento y asistencia contable a las empresas familiares, para que puedan lidiar con la Sunat.

El hecho es que por el momento atienden pedidos pequeños, de 50 o 100 polos o chompas. La mayor parte de la producción se va como hilados a Francia. De todos modos, si antes de que llegara la mina las familias vendían el kilo de lana  a 5 dólares, ahora venden a Francia 100 gramos de lana transformada en hilados a 7.5 dólares (75 dólares el kilo). Es decir, a 25 veces más. Las medias arriba mencionadas se han colocado a 60 soles el par. Una chompa o polo de 350 gramos con hilos de plata incluidos, se vende a 320 dólares. Chalinas de alpaca con plata que protegen contra los gérmenes de la gripe, se han colocado a 120 dólares.

Pero hay mucho más. Han descubierto, por ejemplo, que el ichu, que abunda en el altiplano, tiene zinc, que es protector solar. Entonces la empresa ha investigado y desarrollando un protector solar al que le agregan cobre para estimular el colágeno del rostro, plata para matar bacterias y hierro para estimular la circulación sanguínea. Y es antiarrugas. Ya están en la etapa de sacar los permisos y la certificación HACCP (APPCC – El Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, referido a la inocuidad de los alimentos).

También han descubierto que pueden elaborar cerveza artesanal de 8% de alcohol usando, en lugar de lúpulo, una fruta llamada Humpikusawa que posee un alto contenido de magnesio y da en un arbusto que crece por encima de los 5 mil metros  que carece de toda utilidad económica o alimenticia. Ya hicieron la investigación y el desarrollo y tienen la certificación. Cada botella de 330 ml. se vende a 25 soles.

Han descubierto el uso de la inmunoglobulina de llama para las alpacas, lo que reducido la mortandad de 50% a cero. También tienen un procedimiento para elaborar fruta seca a partir de la fruta que compran a 60 km. en Madre de Dios: la liofilizan aprovechando la poca presión y el frío extremo, la embolsan y la dan a los niños en el recreo de manera de complementar sus deficiencias en vitaminas y aminoácidos. Ahora quieren vender esa fruta seca.

Andrés Franco refiere que también tienen un sistema de limpieza de agua con estiércol de alpaca, y llaveros con temas andinos que en caso de perderse se pueden encontrar con el celular (ya tienen un pedido de 1,000 de estos).

A la fecha ya tienen 32 iniciativas en investigación y desarrollo. ¿Cómo lo hacen? Pues en el ‘centro de investigación’ de la mina, a 5,000 msnm. El propio Andrés Franco lo dirige y dicta clases en él, y participan los ingenieros electrónicos, textiles y de sistemas de la propia mina junto con un grupo de jóvenes de la zona, desde el cuarto de secundaria hasta los 30 años, “donde estimulamos el conocimiento de la física, biología, química, matemática e ingenierías aplicándolo a investigar los recursos naturales de la zona… por ejemplo: nos dicen que hay una raíz que evita las canas y la caída de cabellos, entonces la investigamos  con rigor científico”, explica Franco. “Formamos grupos de trabajo”, añade. 

-¿Pero para qué necesitan ingenieros textiles en la mina?, le pregunto.

-“Para lograr ropa para minería que mejore la productividad, como chalecos de seguridad con planchas de Ichu mezclado con ácido pálmico para lograr mantener la temperatura y control de la salud de trabajadores”, por ejemplo.

Otro elemento central de la relación con las comunidades es que todos los comuneros saben perfectamente en qué van a consistir los procesos tecnológicos de la futura operación minera. El propio Franco o un ingeniero de la mina se los explica, por ejemplo, de la siguiente manera: “Recoge una piedra o roca de la zona y les pide que la golpeen con un martillo (que simula los chancadores y moliendas de minería). Luego colocan la piedra chancada en un vaso con agua, con PH8… y lo que flota es el concentrado o el producto final.  Se seca y listo para embarcar…”. Saben entonces cómo se va a realizar y con qué insumos el chancado primario, la molienda SAG, la flotación de plomo y plata y la flotación de zinc, de modo que son invulnerables a los argumentos de los anti mineros que aprovechan el desconocimiento de las poblaciones aledañas para infundirles miedo a la contaminación. 

Es más, “tenemos un convenio con la comunidad por medio del cual ellos explican a las poblaciones vecinas el estudio de impacto ambiental ya aprobado. Los responsables de hacerlo son los jóvenes de ciencia y tecnología, por su buena base en biología y química”. La relación de confianza es tal que la empresa no contrata a una empresa de seguridad sino que ha firmado convenios con las rondas campesinas para la seguridad de la mina.

Alcalde de Corani mostrando funcionamiento de la ropa inteligente

Esta mina es mucho más que una mina. Es un laboratorio social de relaciones con las comunidades y un laboratorio de investigación científica que está descubriendo usos insospechados de los recursos naturales de la zona, que les están permitiendo a las familias campesinas transformar su producción con una tecnología y un valor agregado tales que les permiten dar el salto a la economía nacional y global e incrementar sus ingresos de manera notoria.

Es una mina que está descubriendo el enorme potencial de la sierra peruana, más allá de los minerales. Lampadia




Otra Máxima Mentira (Chaupe -Grufides- vs. minería)

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Propuestas para reducir la conflictividad (6 de 6)

Propuestas para reducir la conflictividad (6 de 6)

Con esta nota terminamos un primer ciclo de nuestro análisis sobre los conflictos que afectan a la industria extractiva y a la minería en especial. Los grupos anti inversión, los cultores del pos-extractivismo, esas ‘ideas muertas’ que han permitido se paren muchos proyectos de inversión sobre la base de relatos distorsionados, amenazas violentas a las poblaciones locales y manipulaciones para la búsqueda de rentas: han logrado acobardar a la clase dirigente y encapsular a todos los grupos políticos lejos del ‘atrevimiento’ de hablar con sinceridad sobre la importancia del desarrollo de esos proyectos.

Todos parecen estar esperando, que el ‘Ángel de la Guarda’ resuelva. Sin que se tengan que asumir liderazgos valientes con sus consiguientes costos políticos. El piloto automático, le llaman, a este escondite de cobardes.

Con el aporte de nuestros colaboradores del Centro Wiñay, liderados por Sebastiao Mendonça Ferreira, hemos publicado estos seis ensayos para disgregar el análisis sobre la conflictividad, que los peruanos debiéramos tener muy presentes. Esto se hace indispensable, habida cuenta del desbalance entre la presencia y laboriosidad de los anti mineros, versus la anomia o ausencia de los ciudadanos más informados, gremios y partidos políticos. Veamos:

Cómo Superar los Conflictos Políticos Prolongados

Para Reducir la Conflictividad Minera (6 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

 

“Frecuentemente se asume [equivocadamente] que, cuando están en juego objetivos económicos, los grupos de individuos con intereses comunes intentan [colectivamente] lograr esos intereses comunes”. Mancur Olson[i]

Los conflictos mineros tienen altos costos sociales y económicos y todos quisiéramos que hubieran soluciones a la vuelta de la esquina, pero el problema es más complejo de lo que aparenta y las soluciones deben ser construidas con visión estratégica y sentido práctico.

Ya hemos explicado en los artículos anteriores quienes son los actores principales de la conflictividad: (a) las sociedades regionales, (b) los grupos anti-mineros, (c) las empresas mineras y su gremio y (d) el gobierno con sus instituciones. También hemos propuesto ideas de lo que cada uno de los actores interesados en soluciones podrían hacer.

Ver en Lampadia los artículos de la serie en nuestra biblioteca virtual Recursos Naturales y Desarrollo:

Ahora queremos dar una visión integral de cómo podemos pasar gradualmente desde una situación de alta conflictividad social, como la de hoy, a una en que predomine el desarrollo compartido.

La Naturaleza de los Conflictos Mineros

Primero hay que entender la naturaleza de los conflictos mineros. En los medios predominan tratamientos superficiales en donde los conflictos mineros son descriptos como incidentes en la relación entre las empresas mineras y las comunidades campesinas, sin mostrar la figura completa del conflicto ni las razones por las cuales el Perú es uno de los países mineros con mayor nivel de conflictividad en el mundo.

Los conflictos mineros, o los conflictos sociales ligados a la minería, son conflictos políticos prolongados. ¿Qué quiere decir esto? Dos cosas:

1) En los conflictos mineros los intereses políticos de algunos actores (los grupos anti-mineros y los gobiernos nacionales, regionales y locales) definen la naturaleza del conflicto, por encima de los intereses de la sociedad local y de las empresas mineras. Esto implica que los temas ambientales, parte fundamental del discurso de los anti-mineros, sean usados en función de los objetivos políticos de esos actores. Quiere decir también que los conflictos no son exclusivamente locales, sino que son parte de las disputas políticas del país, e incluso de corrientes ideológicas globales en Europa y Norte América.

2) El carácter prolongado de los conflictos mineros nos indica que ellos van subsistir por un largo tiempo, es decir, muchos años. Como los actores que promueven los conflictos no van desaparecer, los conflictos van continuar mientras sea lucrativo promoverlos. Solo desaparecerán cuando las condiciones del país los inviabilice.[ii]

Los Mecanismos de Cambio. 

Para que la conflictividad comience a disminuir es fundamental que los actores interesados en el desarrollo compartido entre el sector extractivo y los demás sectores construyan una serie de Mecanismos de Cambio, mecanismos que vayan disminuyendo gradualmente la rentabilidad económica y política de los conflictos (ver lista abajo en la columna de la izquierda). Los Agentes de Cambio tienen que construir a nivel local y nacional los mecanismos que permitan a la sociedad defender sus intereses ante la labor depredadora de los generadores de conflicto (Elinor Ostrom, premio Nobel 2009, explica muy bien la necesidad de las sociedades de controlar a los depredadores para proteger sus recursos).[iii]

Esos Mecanismos de Cambio han sido pensados en función de las causas de fondo de la conflictividad social y requieren ser utilizados en forma combinada.

Lo que sigue es una descripción muy breve de las características de cada uno de esos posibles Mecanismos de Cambio. Las experiencias particulares pueden llevar a que algunas personas deseen adicionar otros mecanismos o expresar éstos de una forma distinta.[iv]

Visibilizar los beneficios regionales de la minería: Los recursos generados por la minería, como el canon, son utilizados en obras que efectivamente dinamizan el desarrollo y la población debe estar bien informada de su impacto y origen. Además, los impactos de la minería en la generación de empleos y dinamización de la economía local están cuantificados y deben ser expuestos de manera que se entiendan claramente.

Actores locales que expresen una narrativa pro-desarrollo: Los líderes de opinión locales deben ser empoderados para están claros sobre cómo la minería dinamiza y puede dinamizar la economía local, y saber qué responder a la narrativa conflictiva de los grupos anti-mineros. En los eventos públicos, los líderes de opinión locales deben ser capaces de polemizar con los anti-mineros y rebatir sus falacias con argumentos claros, creíbles y fundamentados en casos reales.

Instituciones locales pro-desarrollo compartido: Los colegios profesionales, cámaras de comercio, universidades, ONG de desarrollo, municipalidades, etc., deben discutir y arribar a una visión de futuro positiva para sus regiones y localidades y tener ideas prácticas de cómo usar los recursos generados por la minería (canon, otros impuestos, obras de infraestructura, proyectos de desarrollo, etc.) hacia la realización de esa visión.

Imperio de la ley en el país, y en especial en la regiones mineras: El Estado debe tomar las medidas para acabar con la violencia y la impunidad en las regiones mineras. Quienes cometen actos de violencia deben ser retirados de las calles. Mientras persista la violencia y la impunidad en las zonas mineras la minería no será viable. El respeto a las leyes y a los derechos ciudadanos es indispensable para cualquier solución a la conflictividad.

Nuevas prácticas sociales, ambientales y de reporte: Las empresas mineras deben mejorar sus prácticas sociales priorizando sus objetivos de largo plazo sobre sus urgencias operativas (tarea difícil, pero no imposible), haciendo de su legitimidad en las sociedades locales un objetivo central, superando el dominio de lo operacional sobre la legitimidad, abandonando prácticas sociales paternalistas y trabajando en función a construir una coalición social, en su entorno, que apueste por la minería como uno de los motores de su desarrollo.

Incidencia sobre el marco institucional de la minería: En el marco legal e institucional se juegan intereses clave de la minería, y los grupos anti-mineros dan una gran prioridad a la incidencia política e institucional. Ese es un campo que no puede quedar desatendido o los promotores de la conflictividad utilizarán la debilidad institucional a su favor (aún más de lo que hacen hoy). Actualmente, los anti-mineros quieren fragmentar el sistema jurídico del país a través del enfoque de “Justicia Intercultural”. Si ello sucediera, se crearían zonas aisladas del Estado de Derecho, legalizando el dominio autoritario de los anti-mineros.

Ejemplos de pasivos mineros recuperados: Los incontables pasivos mineros dañan el ambiente y la confianza de la población en la posibilidad de una minería responsable. La recuperación de esos pasivos permitirá que la minería recupere credibilidad con las poblaciones como actividad ambientalmente responsable.

Ejemplos de activos mineros desarrollados: La empresas mineras modernas han desarrollado activos mineros muy importantes, que lamentablemente no se han difundido suficientemente. Como ejemplo de estos activos tenemos el Bosque de Huarmey creado por  Antamina, en Ancash, el reservorio de agua para uso no minero en lo que fue el tajo San José y el reservorio de Chailhuagón, ambos construidos por Yanacocha, en Cajamarca, la estación de aves migratorias en la Bahía de Ite, de Southern, en Moquegua, entre otros.

Medios de comunicación pro-minería sostenible: La hegemonía  mediática de los anti-mineros, especialmente en las radios y otros medios locales, debe ser superada. El bombardeo permanente de rumores y mensajes hostiles a las empresas mineras, a la minería, a la institucionalidad democrática y a la economía de mercado necesitan ser neutralizados para que la población pueda pensar libremente, sin manipulaciones ideológicas, en su propio desarrollo. Los recientes resultados electorales presidenciales, en las zonas involucradas en conflictos mineros evidencian las consecuencias políticas negativas de esa hegemonía.

Instituciones públicas mejor legitimadas: Las instituciones públicas responsables de la minería (MEM, MINAM, ANA, etc.) necesitan mejorar significativamente su credibilidad, en especial ante los líderes de opinión. Cuando los anti-mineros descalifican esas instituciones públicas ellas deben ser capaces de afirmar la independencia, responsabilidad y solvencia técnica de su accionar y de sus resoluciones: aprobaciones de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), o reportes de calidad de agua. Dejar a las empresas el rol de defender las resoluciones del Estado crea la sensación de captura corporativa de las instituciones públicas ante el público y la población local, y que esas instituciones están ocultando algo.

Un gobierno nacional que sepa desactivar conflictos: El Estado debe asumir su responsabilidad de prevenir los conflictos y crear las condiciones in situ para que los actores locales lleguen a acuerdos del tipo ganar-ganar. El gobierno deberá crear las condiciones para que los conflictos se resuelvan antes que escalen o se multipliquen. Debe brindar soporte al proceso de acuerdos siendo fedatario del cumplimiento de los mismos y brindando asesoría a las comunidades respecto a los verdaderos alcances e implicancias de los acuerdos. Así mismo, debe cumplir escrupulosamente sus propios compromisos, contrariamente a los mil incumplimientos que se han usado para justificar y agudizar los conflictos.

Ese conjunto de Mecanismos de Cambios, adaptados a las condiciones específicas de cada región del Perú, van permitir la reducción de la conflictividad en forma sistemática. Una vez que se implementen, se debería organizar un proceso de intercambio de experiencias para recoger las mejores prácticas e identificar errores a corregir.   

Las condiciones de Sostenibilidad

Como ya lo han explicado muchos estudiosos del tema, la conflictividad se reducirá dramáticamente, o desaparecerá, cuando las condiciones legales, institucionales y políticas del país hayan sido adecuadamente renovadas. Cuando sea así, podremos tener minería como sucede en Botsuana, Australia, Canadá, Noruega, etc. sin conflictos sociales destructivos ni ideologización de la población rural.

Las diez Condiciones de Sostenibilidad de la minería funcionarán como objetivos de largo plazo que debemos avanzar desde ahora. Igual que los Mecanismos de Cambio, esas Condiciones de Sostenibilidad son sinérgicas entre sí, es decir, deben ocurrir en forma simultánea. La forma de alcanzarlos es operando sobre los Mecanismos de Cambio.

Marco legal e institucional de la minería legitimado: Con un marco legal e institucional adecuado y legitimado los formadores de opinión, los medios de comunicación y los líderes políticos tendrán confianza en sus reportes, diagnósticos y resoluciones, y la ciudadanía tendrá más confianza de que el Estado está efectivamente protegiendo sus derechos y expectativas, y los rumores contra la minería perderán credibilidad. La institucionalidad minera debe ser la próxima isla de excelencia a construir en el país, junto al BCR y el MEF.

Opinión pública nacional pro-desarrollo con minería: Una opinión pública nacional que sea favorable a la minería como motor del desarrollo jugará un papel fundamental en la reducción de la influencia política de los anti-mineros y en su capacidad de generar costos políticos, y así forzar a los gobiernos nacionales a claudicar en sus responsabilidades; por temor a una opinión pública contraria. El principal eje estratégico del accionar de los anti-mineros, la generación de costos políticos a los gobiernos, estará así neutralizado.

Hegemonía regional pro-desarrollo con minería: Con el establecimiento de un consenso entre los principales líderes e instituciones regionales sobre el papel de la minería en el desarrollo regional, las empresas y la población podrán construir sinergias con la minería, y los grupos anti-mineros tendrán dificultad para generar una polarización social que les beneficie. En esas condiciones será mucho más difícil, sino imposible, escalar los conflictos.

Políticas de buen uso de los recursos de la minería: Con políticas de buen uso de los recursos mineros, en obras que viabilizan el desarrollo regional y servicios que mejoran la calidad de vida de la población y con mecanismos efectivos de supervisión para prevenir la corrupción y el desperdicio, los beneficios de la minería se harán visibles para la población, y la narrativa anti-minera tendrá dificultad para se propagar localmente.

Minería integrada a las economía locales: Con la minería integrada a las cadenas de valor de la región, al estilo de “valor compartido” de Michael Porter, el impacto de la minería en la dinamización económica también se vuelve un factor de diversificación de las economías locales. Así, los segmentos de la población de diversos sectores económicos estarán claros sobre los beneficios de la minería y la defenderán ante posibles ataques de grupos radicales.

Prácticas sociales y ambientales consolidadas: un mejoramiento cualitativo de las prácticas sociales y ambientales de las empresas mineras reducirá los micro-conflictos y los eventos transaccionales (negociaciones para mitigar impactos y resolver conflictos con grupos de la población), incrementar la confianza de la población en las empresas mineras y reducir la credibilidad de los rumores de los grupos anti-mineros. Se debe abandonar la supeditación de la estrategia social de las empresas a los requerimientos operativos de corto plazo.

Narrativas pro-desarrollo en la cultura pública: Las narrativas favorables al desarrollo han derrotado las narrativas del resentimiento social y la conflictividad. La naturaleza interesada de los anti-mineros ha quedado clara para la población. Las campañas de los anti-mineros y sus aliados encuentran una resistencia espontanea en la población, especialmente en los jóvenes y sectores educados que quieren abrirse nuevas posibilidades de futuro.

Aportes de la minería al Perú son reconocidos: Los miles de millones de dólares que la minería aporta en impuestos, al ser aplicados correctamente y sin corrupción, visibiliza la contribución de la minería al desarrollo del Perú. Los gobernantes, los líderes políticos y las instituciones del país reconocen públicamente dicha contribución dándole reconocimiento oficial y neutralizando los discursos anti-mineros.

Tecnologías competitivas y amigables al ambiente: haciendo un uso extensivo de las tecnologías más avanzadas y de los enfoques de sostenibilidad ambiental, la actividad minera peruana se vuelve más atractiva en los mercados globales, atrayendo al país a los grupos más avanzados, responsables e innovadores, alineados con las tendencias del futuro.

Sistemas transparentes de reporte en minería: Las empresas mineras han mejorado la transparencia de los reportes ambientales, tecnológicos, sociales y fiscales logrando el reconocimiento de las instituciones oficiales del país e internacionales. Ese reconocimiento opera como un escudo de protección de la imagen de las empresas mineras que operan en Perú ante campañas negativas de los anti-mineros locales y/o extranjeros.

Una vez que estas condiciones estén instaladas la minería tendrá asegurada su presente y su futuro, y la población podrá ver en sus recursos naturales una bendición, una forma de disponer de recursos para cerrar la brecha de infraestructura del país sin tener que recurrir al endeudamiento internacional masivo.

Conclusiones

El principal agente con capacidad para que disparar ese proceso es el nuevo gobierno. Su decisión política será decisiva. La configuración política del país (ejecutivo, legislativo y opinión pública) es potencialmente favorable para una iniciativa de reactivación minera. Con la legitimidad de una elección reciente, el nuevo gobierno está en condiciones de desplegar una estrategia, combinando los elementos aquí expuestos con otros que considere necesario, hacer los ajustes institucionales requeridos, y convocar a las empresas, instituciones ligadas a la minería, y a los políticos locales para poner en marcha experiencias que ilustren al país sobre como reabrir las puertas del desarrollo nacional impulsado por la minería.

La oportunidad y la responsabilidad están principalmente en el Palacio de Pizarro. La responsabilidad y los resultados reales perdurarán todo el mandato y podrán ser parte del legado de este gobierno. La ventana de oportunidad durará unos pocos meses, a lo máximo un año. No hay tiempo que perder!!

Lampadia

 


[i] Es sorprendente que los actores ligados a la minería, con tantos recursos, no sean capaces de coordinar sus acciones para defender sus intereses; considerando que los anti-mineros lo hacen bastante bien. Quienes quieran entender mejor los problemas de la acción colectiva pueden leer el libro de Mancur Olson The Logic of collective action: Public goods and the theory of groups (5th edition). Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press. 

[ii] Como ya expliqué en artículos anteriores, los trabajos de Paul Collier y Daron Acemoglu muestran abundante investigación sobre la relación entre las instituciones, los conflictos sociales y el desarrollo económico.

[iii] Quienes estén interesados en entender la importancia de neutralizar a los agentes depredadores pueden leer el libro “Governing the Commons” de Elinor Ostrom. Ella se especializó en la depredación de los recursos naturales, pero los principios desarrollados por  ella se aplican a cualquier tipo de recursos: naturales, fiscales, rentas económicas, etc. 

[iv] En artículos futuros desarrollaremos con mayor detalle algunos de esos mecanismos.