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Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Como hemos escrito anteriormente en Lampadia: Los Millenials : una generación que va a cambiar el mundo, los millennials constituyen una generación que ha internalizado en su filosofía un verdadero compromiso cívico y una confianza en su capacidad para influenciar en el debate político, características que los hace diferentes a  generaciones más antiguas como los Baby Boomers.

Otros atributo importante a destacar es su obsesión por el uso de las tecnologías de información y comunicación, en particular, las redes sociales que se ven amplificadas con la utilización de los smartphones. Estas herramientas les permiten realizar una transmisión masiva de información e ideas, las cuales van formando su liderazgo político en diversos temas que pueden tener una alta trascendencia nacional e internacional.

En esta línea, un reciente artículo publicado en el blog del Foro Económico Mundial (ver artículo líneas abajo) da cuenta acerca de cómo los millennials vienen explotando sus habilidades y destrezas en diversos espacios de la comunidad, lo cual ha motivado su involucramiento con los Estados, que eventualmente se ven beneficiados del comportamiento disruptivo de estos jóvenes.

Estos espacios van desde grandes eventos internacionales anuales en donde miles de jóvenes adoptan la forma de una comunidad con intereses y valor comunes, lo cual les permite desarrollar sus habilidades políticas; hasta emprendimientos que promueven la difusión de información de interés nacional de manera sencilla, apoyados en las plataformas digitales.

Asimismo, se menciona cómo las empresas de servicios tecnológicos – cuyos fundadores fueron también millennials – como Uber, Facebook, entre otras, motivaron un cambio de la regulación por parte los Estados en los que tienen actividad, gracias al uso de las nuevas tecnologías.

La idea de buscar nuevas formas de aproximarnos a los jóvenes millennials, de manera que se involucren más en la discusión y en el diseño de las políticas públicas nos parece sumamente fascinante porque es una tarea que está íntimamente relacionada a la misión de Lampadia, la cual consiste en generar conciencia social, dada la falta de liderazgo y comunicación de nuestra clase dirigente.

Consideramos que difundir este tipo de iniciativas puede brindarle un abanico más grande de ideas a la generación millennial de nuestro país, interesada en impulsar una agenda nacional de prioridades, de cara a los principales problemas que enfrenta el Perú. Lampadia

Los Millennials están empezando a involucrarse más en el gobierno, y el impacto será enorme

Burning Man – una ciudad de 75,000 habitantes en el árido desierto de Nevada, es un gran ejemplo de cómo los jóvenes pueden participar en la sociedad civil y en el gobierno.

Christa Freeland
Empresaria-en-residencia y Directora General
Powershift group
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

¿Qué tienen en común Burning Man, Alexandria Ocasio-Cortes y el espíritu empresarial?

Son algunos ejemplos de cómo los millennials impulsan la innovación y se involucran en el gobierno. Alrededor del 30% de la población mundial tiene menos de 30 años, sin embargo, los jóvenes realmente no tienen voz en el liderazgo del gobierno. Estereotípicamente, no se supone que deban preocuparse por el gobierno o incluso tener una visión positiva de él, y por lo tanto no están representados.

Como alguien nacido entre los años 1980-2000, yo soy una millennial. He empezado a notar este movimiento emocionante entre mi grupo demográfico; estamos haciendo cambios, y formando nuevos sistemas y expectativas de gobierno.

Nuevas formas de gobierno

Burning Man es un evento que solo existe por dos semanas cada año. Ocupa el desierto árido en Nevada, donde no hay absolutamente ninguna estructura o personas, y luego crece hasta una población de más de 75,000.

Burning Man es un gran ejemplo de jóvenes que participan con éxito en la sociedad y en el gobierno de una ciudad. La comunidad de “burners” ha prosperado y la reunión ha explotado en popularidad.

Mientras que Burning Man comenzó hace casi 20 años, la mayor parte del crecimiento explosivo se produjo en los últimos 10 años y entre los 33 y 34 años de edad (Reno Gazette Journal). Se recomienda encarecidamente a los asistentes que se familiaricen con los 10 principios de Burning Man, que incluyen la “autosuficiencia radical”, el “esfuerzo comunitario” y el “no dejar rastro”. Estos principios son obviamente importantes en un desierto sin recursos como el agua y la electricidad, pero los quemadores no solo siguen estas recomendaciones para sobrevivir. También los utilizan como una guía para crear una experiencia más satisfactoria de pertenencia, propósito y autodescubrimiento en el evento, así como en lo que denominan el mundo “predeterminado”, o día a día.

Larry Harvey, cofundador de Burning Man, tiene una teoría acerca de por qué el evento es un éxito: “… las habilidades y los dones [de los burners] deben compartirse con otros y fusionarse con el mundo, y el mundo responderá a eso. Y el mundo ha respondido. Hubo más de 50 burn eventos oficiales locales en todo el mundo que amplían aún más el compromiso de los 10 principios de Burning Man.

Organización dentro del gobierno

A nivel local, las ciudades estadounidenses de Houston, Grand Rapids, Philadelphia y Omaha han sido pioneras en la creación de juntas y comisiones milenarias. Esto significa que más gente joven está al tanto de los roles de voluntarios que pueden desempeñar en su ciudad para aprender, comprender e informar a sus ayuntamientos, alcaldes y otros departamentos. Algunas juntas y comisiones también trabajan para promover otros puestos abiertos dentro de la ciudad, asegurándose de no solo pensar en la diversidad en términos de género y raza, sino también en términos de edad, experiencia y perspectiva. Esto crea una representación demográfica más precisa y actualizada en el gobierno que crea un nuevo canal de personas listas para liderar.

Comunicación

Compañías como Betches Sup (“lo escuchaste aquí en segundo lugar”) y Skimm (“hace que sea más fácil vivir de manera más inteligente”), se enfocan en compartir noticias políticas creadas y compartidas de una manera que sea más fácil de digerir, a menudo más entretenida y fácil de relacionar. Entregan mensajes personalizados que son enviados y producidos por los millennials, lo cual es importante para captar y mantener la atención de los jóvenes.

Por ejemplo, los fundadores de Skimm han compartido una cerveza con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para discutir los temas que resuenan con los fanáticos de Skimm: “Nafta, la brecha salarial de género, el cambio climático, el triunfo del presidente y los calcetines”.

Emprendimiento

La tecnología también ha demostrado ser la forma de esta generación de cambiar el gobierno. Fundadores y ceos de empresas millennials como Uber, Facebook y Scooter que comparte la compañía Bird, han empujado los límites del gobierno a través de la innovación. La ciudad de San Francisco actualmente tiene que dar forma a las leyes de la ciudad en torno a los bird scooters y su seguridad. El congreso de Estados Unidos tuvo que trabajar para comprender cómo funciona Facebook y su influencia masiva. la Unión Europea necesitaba decidir cómo clasificar oficialmente a Uber (como un servicio de taxi o una empresa digital) para comenzar a crear y aplicar leyes. Diversos niveles de autoridad en todo el mundo están creando nuevas políticas en respuesta a los jóvenes empresarios disruptivos.

Correr, ganar, inspirar

Alexandria Ocasio-Cortez, una mujer de 29 años de la ciudad de Nueva York, recientemente derrotó a un político titular de 56 años con 10 mandatos, Joe Crowley, convirtiéndola en la persona más joven en el Congreso de Estados Unidos. La revista Vogue escribió: “Si Trump es el último jadeo de los “baby boomers”, Ocasio-Cortez es el primer grito enfático del millennial”. Ocasio-Cortez ha inspirado a una nueva ola de jóvenes a creer que ellos también pueden postularse para un cargo, y posiblemente ganar.

Ocasio-Cortez no solo confía en los sitios estándar de noticias y políticas para compartir su trabajo en el gobierno. Ella publica activamente en una audiencia combinada de millones de seguidores, en gran parte de la demográfica millennial, a través de Instagram, Twitter y más. Ella produce un flujo constante de videos e imágenes de “historias” para compartir su viaje cada día. Es una experiencia reveladora haber sido testigo de su progreso desde sus humildes comienzos en la campaña hasta el piso del congreso. Ocasio-Cortez seguirá siendo una gran influencia para las generaciones más jóvenes que valoran los intercambios relevantes, instantáneos y auténticos en Internet.

Cuadro completo

El gobierno es algo que eventualmente se adapta con los tiempos. Espero descubrir nuevas formas en que los millennials pueden involucrarse e impactar al gobierno. Y para aquellos preocupados por el cambio, les dejo con una nota positiva compartida por el Foro Económico Mundial sobre una encuesta de mis colegas modeladores globales: que si los millennials son felices, el mundo prosperará.

Lampadia




La responsabilidad del empresario en la movilidad social

En Lampadia siempre hemos creído en el rol protagónico que tiene el empresario en la economía, no solo para generar valor -de cara a sus accionistas- y producir productos de calidad- de cara a sus consumidores- sino también porque es un importante agente de la movilidad social en los países, ya que brinda empleo y por ende, crea oportunidades de crecimiento en las personas.

Sin embargo, tal como hemos venido planteando en anteriores ocasiones (ver Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo, Compromiso Cívico), es necesario reformular la manera de hacer negocios, de manera que se explicite en la misión y visión el verdadero sentido de la empresa, que es la de ser una fuerza creadora de bienestar. Y esto debe venir acompañado, como corresponde, de una difusión permanente de las iniciativas emprendidas que den el ejemplo a otras organizaciones del sector privado para aportar lo propio.

En esta línea, Chuck Robbins, Presidente y Director Ejecutivo de Cisco, brinda  una serie de recomendaciones a los grandes líderes empresariales de hoy (ver artículo líneas abajo), a la luz del trabajo que ha venido realizando su empresa en el sector de la economía digital. Su mensaje es claro: “Como líderes empresariales, debemos asumir la responsabilidad de ayudar a quienes se quedan atrás”.

En primer lugar, Robbins enfatiza el hecho de que la globalización debe obligar a los empresarios a hacer que el crecimiento económico sea más inclusivo. Esto es de vital importancia dado que, como hemos escrito anteriormente, actualmente nos encontramos ante una alta percepción ciudadana mundial de que los gobiernos están haciendo muy poco o nada para que los  beneficios de la globalización se traduzcan en mejores oportunidades en términos de educación, salud y acceso a servicios digitales para todos (ver Lampadia: La Globalización 4.0 en 13 gráficos).

Para hacer efectiva esta inclusión, Robbins hace un llamado a impulsar una mayor colaboración entre el sector privado y el sector público, con asociaciones público privadas (en adelante, APP) por ejemplo,  de manera que se logre una mejor provisión de servicios públicos y se ofrezcan verdaderos resultados a las poblaciones.

Desde Lampadia, saludamos este tipo de iniciativas porque creemos que reflejan la imagen del empresario como un verdadero agente de cambio en la sociedad, la cual debería tomada como ejemplo por parte del empresariado peruano. Lampadia

Así es cómo las empresas pueden impulsar el crecimiento para todos

Reliance Jio proporciona acceso a los datos a bajo costo y ha puesto en línea a millones de personas en la India. Shailesh Andrade.

Chuck Robbins
Presidente y Director Ejecutivo de Cisco
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Imagina vivir con menos de 2 dólares al día. Toda la innovación tecnológica en el mundo no importaría mucho, si no tuvieras los medios para mantenerte con un trabajo estable, tener comidas regulares o un techo sobre tu cabeza. Esa es la realidad para casi el 10% de la población mundial, las personas que luchan por sus necesidades básicas a diario.

Para nosotros que lideramos negocios en todo el mundo, tal realidad probablemente esté lejos de nuestros pensamientos diarios. Estamos enfocados en brindar innovación a nuestros clientes, generar valor para nuestros accionistas y hacer crecer nuestros negocios. Nuestros esfuerzos han dado sus frutos: el crecimiento económico mundial en 2017 se acercó al 3%, la tasa más alta desde 2011.

Pero ¿y si cambiamos nuestro enfoque? ¿Qué pasaría si pensáramos más ampliamente sobre lo que podríamos hacer para ayudar a los necesitados en todo el mundo, a ser aún más inclusivos y sostenibles, y realmente hacer una diferencia?

El impacto podría ser enorme. Los estudios demuestran que el crecimiento inclusivo no solo puede brindar oportunidades a quienes lo necesitan, sino que también puede mejorar la estabilidad económica y política.

Como líderes empresariales, debemos asumir la responsabilidad de ayudar a quienes se quedan atrás. No hay duda de que siempre debemos estar profundamente centrados en impulsar el crecimiento de nuestras propias empresas. Pero en esta era posterior a la globalización, también tenemos la obligación de abordar el cómo hacer que el crecimiento sea inclusivo, extendiéndolo a quienes más necesitan oportunidades para mejorar sus vidas, educar a sus hijos, acceder a la atención médica y beneficiarse de la economía digital. Para crear oportunidades para que todos prosperen, independientemente de su sexo, antecedentes o ubicación, las empresas deben desempeñar un papel cada vez más importante.

Hacerlo depende de muchos factores, pero quizás uno de los más importantes, y el más impactante, es la estrecha colaboración entre los sectores público y privado. Hacer que los gobiernos y el sector privado colaboren estrechamente tiene la capacidad no solo de brindar oportunidades a quienes los necesitan, sino también de ofrecer verdaderos resultados.

Considere el problema de la falta de vivienda: muchos gobiernos de ciudades y estados de los Estados Unidos gastan para apoyar a quienes no pueden pagar una vivienda, sin embargo, el problema sigue creciendo e impactando a más personas.

De hecho, alrededor de 553,000 personas en todo EEUU se quedaron sin hogar en una sola noche en enero de 2018, y el estado de California propone gastar $ 700 millones para abordar el problema de la falta de vivienda el próximo año.

El impacto positivo en un tema tan complejo que requiere no solo disponer de fondos, sino también hacerlos efectivos, trabajando con los socios adecuados.

Cisco ha trabajado en estrecha colaboración con Destination: Home, una asociación público-privada con sede en San José que ha demostrado que proporcionar vivienda permanente a las personas sin hogar crónicas les brinda la estabilidad que necesitan para cambiar la trayectoria de sus vidas.

Trabajar con organizaciones sin fines de lucro que están directamente involucradas para atender a los necesitados también puede ser increíblemente efectivo.

Muchas organizaciones con experiencia en abordar necesidades críticas necesitan los recursos y la financiación que las empresas pueden aportar. El soporte para hacia las organizaciones sin fines de lucro les ayuda a racionalizar y automatizar los procesos de eficiencia, impulsar el ahorro de costos y la productividad, y escalar para llegar a personas particularmente vulnerables que aún no se han beneficiado de la economía digital.

Un ejemplo de esto es Living Goods, una empresa social sin fines de lucro, que capacita a una red de mujeres, conocida como Promotoras de Salud Comunitaria, o CHP, para mejorar la salud de las familias en sus comunidades al brindar educación sobre la salud y distribuir productos esenciales como fortificados. Alimentos, luces solares y medicinas, todo habilitado por la tecnología.

Los CHP se enfocan en áreas que precipitan la mayoría de las muertes infantiles, pero pueden abordarse a bajo costo: complicaciones de malaria, diarrea y neumonía. Los CHP se ganan la vida con los productos que venden, lo que proporciona una importante fuente de ingresos para satisfacer mejor las necesidades de sus familias.

El año pasado, Living Goods llegó a 6 millones de personas en Uganda y Kenia, y un ensayo aleatorio de control encontró que Living Goods está reduciendo la mortalidad infantil en un 27%. Su objetivo es llegar a 25 millones de personas en cuatro países para 2021. Con un impacto y alcance de este tipo, está claro que la inversión directa puede marcar una gran diferencia.

Diseñar un modelo de negocio para impulsar el crecimiento inclusivo también puede crear un impacto real. En India, Reliance Jio, la red IP más grande del mundo, que se basa en la tecnología de Cisco, proporciona acceso a datos a bajo costo y ha conectado a millones de personas en la India en línea.

A los seis meses del lanzamiento de Jio, India se convirtió en el usuario de datos móviles más alto del mundo, y consumió más de mil millones de GB de datos. El bajo costo de los datos a su vez produjo $ 10 mil millones, el ahorro anual de toda la economía de la India.

Como líderes empresariales, tenemos una verdadera oportunidad por delante. Millones de personas en todo el mundo quieren participar, involucrarse y participar en la economía digital; solo se les debe dar una oportunidad. En Cisco hemos establecido el objetivo de impactar positivamente a mil millones de personas para el año 2025, y estamos bien encaminados para alcanzar ese hito.

Al expandir nuestro enfoque más allá de nuestros propios balances y pensar más ampliamente acerca de cómo se puede extender el crecimiento, podemos ayudar a crear un entorno que sea aún más propicio para el crecimiento empresarial y un mayor poder de compra de los consumidores.

Esos son objetivos en los que todos creemos e invito a otros líderes empresariales a que se unan a mí para ver cómo podemos crear oportunidades para todos en todo el mundo. Lampadia




Los Millennials: una generación que va a cambiar el mundo

Los Millennials: una generación que va a cambiar el mundo

Se estima que los millennials serán casi el 50% de la fuerza laboral para 2020 y todavía tenemos mucho que aprender de la generación más grande y con mayor influencia en el mundo. Las diferencias generacionales han sido durante mucho tiempo un factor importante en la política de los Estados Unidos. Estas diferencias son cada vez más grandes y tienen el potencial de dar forma a la política en el futuro.

Estamos formando la historia de la humanidad

Desde temas de inmigración y raciales, hasta de política exterior y gobernanza, las dos generaciones más jóvenes, millennials y Gen X, se distinguen de la generación más antigua, los Baby Boomers. El aumento de la diversidad racial y étnica de los grupos de generaciones más jóvenes explica algunas de estas diferencias generacionales. En EEUU, más del 40% de los millennials no son blancos, la proporción más alta de cualquier generación adulta. Por el contrario, los baby boomers son 79% blancos. Pero incluso teniendo en cuenta la mayor diversidad de las generaciones más jóvenes, los millennials, expresan opiniones más liberales sobre muchos temas y tienen inclinaciones demócratas más fuertes que generaciones anteriores.

Según un reciente artículo de The World in 2019, una publicación de The Economist, estas diferencias de las generaciones se reflejan en las preferencias políticas. Los índices de aprobación de Donald Trump y su antecesor, Barack Obama, difieren notablemente de una generación a otra. Solo el 27% de los millennials aprueba el desempeño de Trump, mientras que el 65% lo desaprueba, según las encuestas del Centro de Investigación Pew realizadas en el primer año de Trump como presidente. Por otro lado, Trump tiene mejor aprobación con los Baby Boomers.

Los millennials son inclusivos, abiertos al mundo, creyentes en la ciencia y la tecnología y, sobretodo, muy conscientes de la desigualdad y preocupados por la pobreza en el mundo. Hay dos puntos que diferencian mucho a esta generación de las anteriores:

1. Los millennials se interesan en causas

Los jóvenes están realmente interesados ​​en temas desde el cambio climático, el matrimonio entre personas del mismo sexo y temas de identidad de género. También están cada vez más preocupados en la consciencia social, la pobreza, la igualdad de género, entre otros.

2. Los millennials adoptan un enfoque digital

Cuando los jóvenes quieren expresarse, ser escuchados, organizar a otras personas, siempre van primero a medios digitales, ya sean peticiones, donaciones, foros de discusión, lo digital es el primer punto de contacto para los jóvenes cuando se trata de política.

Quizás una de las cosas más resaltantes es lo eficaces que pueden ser los millennials para dinamizar la opinión pública y utilizar las redes sociales. Están llegando a la mayoría de edad en una era en la que la participación ciudadana está floreciendo y los movimientos de masas están emergiendo nuevamente. Involucrar a esta generación como ciudadanos activos en lugar de consumidores pasivos de medios de comunicación puede traer grandes cambios en el futuro. Son una generación que cree en el compromiso cívico y tiene confianza en su capacidad de influenciar el debate político. En el mundo, y en el Perú, necesitamos ambas cosas. Lampadia

La Siguiente Generación

Jonathan Rauch, Brookings Institution
Rauch es autor de “La curva de la felicidad: por qué la vida mejora después de los 50s” (Green Tree, 2018)
The World in 2019, The Economist
Traducido y glosado por Lampadia

¡Una generación para gobernarlas a todas! Los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, han sido la cohorte más numerosa de EEUU durante más de cinco décadas. Los cuatro presidentes desde 1993 han sido de esa generación. Pero, en 2019, terminará su turno en la cima del poder.

Las generaciones son conceptos blandos, pero con definiciones ampliamente aceptadas, el Pew Research Center considera que 2019 es el año en que los baby boomers serán superados en número. El grupo que los desplazará como la cohorte más grande, los llamados millennials, es muy diferente.

The Economist

Al crecer en la cima del éxito e influencia en Estados Unidos, y triunfantes en sus cruzadas por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam, los boomers se sintieron con derecho a gobernar. Con frecuencia confrontacionales y moralistas, se inclinaban a ver la política en términos apocalípticos y libraban guerras culturales primero contra generaciones anteriores y luego dentro de las suyas propias. Asistieron a la universidad más que cualquier cohorte anterior y sirvieron menos en las fuerzas armadas. Rebeldes de jóvenes, se volvieron ultra protectores como padres. Establecieron el Estado de Bienestar y los beneficios de pensiones para sí mismos, cargando a sus hijos con deudas gubernamentales insostenibles.

Los Millennials, nacidos entre 1981 y 1996, crecieron en un planeta diferente. Traumatizados por el 11 de septiembre, la crisis financiera y los simulacros de ataques en la escuela, y observando el poder relativo de su país en declive, han sido descritos como idealistas pragmáticos: esperanzados en mejorar el mundo, pero sin la racha mesiánica de los boomers. Son la primera generación que se siente como en casa en el mundo digital, pero también la última en recordar haber realizado proyectos de investigación en bibliotecas físicas.

En comparación con sus padres, están menos apegados a los partidos políticos y son más liberales socialmente. El matrimonio interracial, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la marihuana legal no les causa problemas. Y son más diversos desde el punto de vista racial: el 56% de ellos son blancos, según Pew, frente a casi las tres cuartas partes de los boomers. También son menos religiosos.

Sus puntos de vista sociales progresistas ya están forzando el cambio sobre las corporaciones y la cultura. Los Millennials esperan que las empresas sean locales, verdes y socialmente conscientes. No necesariamente esperan poseer casas y autos. Como demostraron un efecto poderoso en el movimiento #MeToo, no toleran las prácticas sexuales y laborales que sus padres daban por sentado.

Y a ellos no les gusta el presidente Donald Trump: su índice de aprobación está estratificado por edad, y los millennials son quienes más lo desaprueban. Con su diversidad racial y sus opiniones de izquierda, los millennials tienen los números para restablecer la política estadounidense.

¿Pero cuando? A diferencia de los boomers, que acuden a las cabinas de votación, los millennials se quedan en casa. En las elecciones presidenciales, solo la mitad fue a votar. Aunque su parte de la población elegible para votar pronto superará a los “baby boomers”, su influencia se queda muy por detrás. Los Boomers pueden mantener control del escenario por mucho tiempo después de que su acto se haya estancado. Lampadia




Compromiso Cívico

Compromiso Cívico

El Perú adolece de una clase dirigente pasiva, que no asume su rol en el debate nacional y en la generación de políticas públicas, y tampoco promueve la creación de instituciones que lo hagan, como en Chile y Colombia.

En el último CADE Empresarial, Eric Rey de Castro presentó a un político y a un empresario chilenos, que compartieron sus testimonios sobre el compromiso cívico de la clase dirigente chilena.

Felipe Kast, Senador por la Región de la Araucanía del Congreso Nacional de Chile y Bernardo Larraín, Presidente de Sociedad de Fomento Fabril –SOFOFA, hicieron un par de presentaciones que consideramos muy importante compartir con nuestros lectores. Veamos algunas líneas y el video del CADE:

Felipe Kast

  • La importancia de cuidar las instituciones, pues estas no caen del cielo.
  • Compromiso con la defensa de ideas y combate del populista, que se presenta como supermán para conseguir votos, pero una vez en el gobierno cambia las reglas para peremnizarse en el poder.
  • No hay que pensar que a ti no te va ha pasar.
  • Las élites suelen mirarse el ombligo y se apartan de la lucha por sus ideas.
  • Las izquierdas buscan modelos económicos alejados del mercado.
  • El empresario es un agente social que debe debatir y defender sus ideas.
  • En Chile crearon Centros de Estudio o Think Tanks para fomentar debates profundos sobre políticas públicas que insidieran en el en largo plazo.
  • Los liberales debemos esforzarnos el doble, pues siempre estamos bajo la sospecha de trabajar por los empresarios .
  • Nuestro compromiso es con la libertad y la meritocracia.
  • En sus Centros de Estudios deben hacer política con contenido, proyectos colectivos, construir reglas de juego para todos, para un juego sin trampas.

Bernardo Larraín

  • Lo más importante es fortalecer las instituciones.
  • La experiencia chilena nos habla de cuatro lecciones:
    • Ideas: que institucionalizamos a través de Centros de Estudio.
    • Política: que institucionalizamos a través de partidos políticos fuertes.
    • Sociedad civil: que institucionalizamos a través de ONGs, fundaciones, etc.
    • Empresarios: que hicimos gremios fuertes.
  • Los Centros de Estudio que hicimos en los 90 aportaron a la política abrazando las ideas de la libertad.
  • A partir de 2010 se dio una sensación de malestar por el deseo de mejoras, espectativas, fragilidades y desigualdades.
  • Cuatro autocríticas:
    • El piloto automático, bajamos el impulso reformista.
    • La política no procesaba las demandas sociales en forma sustentable.
    • La economía se adormeció y la productividad se estancó.
    • Teníamos una porfiada desigualdad explicada por privilegios de origen.
  • Los empresarios tomamos comsciencia más allá de nuestro perímetro.
  • Faltó transparencia.
  • El empresario debe ser activo durante todos los gobiernos.
  • Nuestro role es promover políticas públicas.
  • Los empresarios somos más capaces de adaptarnos que la política.
  • Tenemos que asumir nuestros roles, no delegarlos.
  • Los gremios deben ser pro-positivos, no reactivos.
  • Los Centros de Estudio son una pieza importante para influir en las políticas públicas y defender el modelo liberal.

Excelentes lecciones para reflección del empresariado del Perú.

Veamos el video de la presentación de Kast y Larraín.

Lampadia




Ejemplo de Ciudadano, Jurista y Político

En estos días que extrañamos una clase dirigente que sepa hacerse presente en los momentos de debilidad de la Patria, en días en los que clamamos por ejemplos de virtud y compromiso cívico en la política, queremos destacar la figura del ínclito, don José Luis Bustamante y Rivero.

Bustamante y Rivero se desempeñó con pulcritud y generosidad como jurista, Presidente del Perú entre 1945 y 1948, y Juez de la Corte Internacional de la Haya entre 1961 y 1969, presidiendo la corte entre el 67 y 69. En 1980 coronó con éxito su labor de mediador en el conflicto limítrofe entre Honduras y El Salvador, y en un gesto que asombra y lo enaltece, rechazó el honorario que le ofrecieron ambos países, respondiendo: “La paz no tiene precio”.

El mes pasado en Arequipa, su sobrino Luis Bustamante Belaunde, Rector Emérito de la UPC, como vicepresidente del Patronato José Luis Bustamante y Rivero, con motivo de la donación de la ‘banda presidencial’ a la Universidad Católica San Pablo, nos regaló unas palabras que resaltan las virtudes de ese peruano ejemplar.

Hoy queremos compartir con nuestros lectores esas palabras, para recordar que los peruanos hemos producido grandes figuras públicas, y llamar, nuevamente, a nuestros mejores hijos a dar de sí, participando en la vida nacional.

Palabras en la ceremonia de donación de la banda presidencial del Dr. José Luis Bustamante y Rivero en favor de la Universidad Católica San Pablo

Arequipa, 20 abril 2018

En la vida de los pueblos y en el desarrollo de todas las sociedades, los símbolos están llamados a desempeñar un papel importante y revelador.  Desde la aparición de las primeras civilizaciones, la humanidad ha buscado y usado imágenes y objetos que representen sus aspiraciones y sus logros, sus victorias y sus sueños. 

Esos símbolos visibles, sus usos y sus mezclas, han revestido diversas formas y variados ritos según el tiempo vivido y de acuerdo con cada orden y de cada jerarquía.  Antoine de Saint-Exupéry hace decir a uno de sus personajes en El Principito que “los ritos son necesarios”.  Y así lo ha entendido la gente a lo largo y ancho de la historia. 

De este modo, en el orden religioso, aparecen los hábitos, los ornamentos, los báculos, los anillos, y las mitras.  En el orden político, los signos guardan relación con la naturaleza de los regímenes.  Cada sistema político ha empleado, para sus autoridades y sus mandos, un conjunto de signos materiales que los identifiquen y traduzcan de algún modo su origen, su naturaleza y su propósito. Esos signos han conformado una suerte de gramática cívica, y su empleo, su combinación, su supresión o sus cambios han sido parte de lo que podríamos llamar la liturgia civil o ciudadana.  Las monarquías emplean para sus reyes y reinas los tronos, las coronas, los títulos de nobleza, los sellos y los cetros.  Y en los regímenes republicanos —como el nuestro— son otros los distintivos, quizás deliberadamente más limitados, pero no por ello menos solemnes, como las cintas y las medallas para los representantes de los poderes del Estado, y, para sus más altos exponentes, un escueto bastón de mando y una banda generalmente sencilla cuyos colores la familiarizan con la bandera nacional.

La banda presidencial viene a ser, de este modo, en una república, la síntesis visible del poder que el pueblo reconoce en quien ejerce, gracias a su mandato y por disposición de la Constitución, la más alta magistratura de la nación, a la cual personifica, y quien en virtud de ello queda investido como su primer mandatario, esto es, quien ha recibido los mayores mandatos o poderes, y desempeña la más alta responsabilidad por voluntad de los ciudadanos que lo eligieron.  De allí que la sencilla banda presidencial resulte el signo tangible más representativo de un régimen político republicano. 

En nuestro país, la banda que en julio de 1945 fue solemnemente impuesta por el Presidente del Congreso, el Dr. José Gálvez Barrenechea, al recién elegido Presidente, el Dr. José Luis Bustamante y Rivero, es una que este recibió con la singular humildad que siempre lo caracterizó, que supo dignificar día a día con la limpieza de su trayectoria y con el testimonio de su ejemplo, y que jamás fue manchada por acto ni por omisión algunos que pudieran deshonrarla. 

Esta banda era apenas una promesa en el horizonte complicado e incierto de los umbrales de 1945 cuando el entonces Embajador del Perú en Bolivia recibe la invitación del recientemente constituido Frente Democrático Nacional para asumir la candidatura civil a la presidencia de la República y que, según su propia confesión, le plantea un problema de angustiosas proyecciones y abruma su sentido de responsabilidad, llevándole a redactar en el mes marzo el llamado Memorándum de La Paz, donde resume los ocho puntos que considera como requisitos básicos de su participación en el proceso electoral de dicho año.

Esta banda fue toda una meta de esperanza nacional cuando se cumple y desarrolla la campaña electoral, tan breve como intensa, del mencionado Frente Democrático Nacional, integrado por seis partidos y movimientos políticos de alcance nacional y por numerosas delegaciones y comités de carácter regional.

Esta banda encarnó el legítimo triunfo en una limpia victoria electoral, que alcanzó un porcentaje de votos no superado en la historia de las elecciones libres del país al sumar los dos tercios de los votos favorables frente a un tercio obtenido por el candidato contendor, esto es, lográndose una ventaja en la proporción de dos a uno.

Esta banda fue la serena posesión de quien hizo de su tarea de gobierno un monumento de respeto a la Constitución y la ley, y cumplió un papel decisivo en la construcción en nuestro país de un Estado de Derecho, en el cual la autoridad se somete a las limitaciones de su poder en lugar de utilizarlo para someter a los demás a sus dictados.

Esta banda fue callada herramienta en la laboriosa misión —aún penosamente inconclusa— de la edificación de una democracia representativa como pareja inseparable de la idea republicana de un gobierno civil que busca incansablemente un sistema de libertades y el juego responsable y constructivo de las distintas opciones partidarias.

Esta banda se vio luminosamente honrada al compartir su titular las tareas del gobierno con ilustres peruanos que sirvieron al país como ministros tan competentes como leales, entre los que cabría recordar, por citar tan solo algunos nombres en orden alfabético, el Dr. Luis Alayza Paz Soldán, el Dr. Jorge Basadre, el Dr. Rafael Belaunde Diez Canseco, el Dr. Javier Correa Elías, el Dr. Honorio Delgado, el Dr. Luis Echecopar García, el Ing. Rómulo Ferrero Rebagliati, el Dr. Enrique García Sayán, el Dr. Alberto Hurtado, el Dr. José León Barandiarán, el Dr. Julio Ernesto Portugal, el Gen. Armando Revoredo, el Dr. Óscar Trelles, el Dr. Luis E. Valcárcel, el Ing. Pedro Venturo o el Dr. Julio César Villegas.

Esta banda fue la silenciosa compañera en la soledad y en los infortunios propios del poder cuando este se ejerce dentro de las limitaciones de la ley, y muy particularmente cuando el comportamiento partidario en el Congreso impuso el ausentismo entre los miembros de una de sus Cámaras, impidiendo su funcionamiento, causando el receso parlamentario y obligando a la adopción de medidas extraordinarias para evitar la parálisis institucional, política y económica del país.

Esta banda fue la gloriosa testigo de singulares decisiones históricas que supusieron el cambio del mapa nacional con la declaración extensiva de las aguas jurisdiccionales y la proclamación del dominio marítimo o mar territorial —esto es, el derecho a la propiedad del territorio subyacente a dichas aguas y al aprovechamiento soberano de sus recursos— dentro del zócalo continental hasta el límite de las 200 millas al oeste de la costa, según el Decreto Supremo 781 de 1 de agosto de 1947.

Esta banda fue también la víctima paciente de la aguda confrontación de intereses egoístas que buscaban desplazar y desnaturalizar al interés nacional, que comenzaron por complotar silenciosas conjuras hasta realizar osados boicoteos que impactaron la normalidad institucional y desembocaron en la franca traición que culminó en el asalto armado al poder a través del cuartelazo de octubre de 1948.

Esta banda fue, a la vez, la solidaria compañía de quien se resistió a toda costa a renunciar a la presidencia de la República como consecuencia de ese golpe de Estado y que hubo de ser hecho prisionero y forzado al destierro y al doloroso exilio antes que faltar al compromiso nacido de las urnas y olvidar su responsabilidad de gobernante.

Y esta banda fue, finalmente, y al término de la indigna dictadura que despojó a su titular del mandato electoral, muda espectadora de la genuina reivindicación que la nación entera supo rendir al presidente derrocado, poniendo a cada quien en el lugar ganado en verdad y en justicia ante la historia.

La banda presidencial fue legada por el Presidente Bustamante y Rivero a su hijo, don José Luis Bustamante y Rivera, quien a su vez lo hizo en favor de su hijo mayor, don José Luis Bustamante Gubbins.  La decisión de donarla el día de hoy a la Universidad Católica San Pablo dice muchísimo de la profunda generosidad y del admirable desprendimiento de José Luis Bustamante Gubbins, su esposa y sus hijos.  Pero dice también mucho de la institución universitaria receptora que, al tomar posesión de ella, recibe el símbolo y el mensaje de una porción especialmente importante de la historia nacional y, con ella,  asume, o más bien, reafirma el compromiso que le corresponde —como institución educativa y como faro de la conciencia nacional— de recordar permanentemente al país el sentido de la vida de José Luis Bustamante y Rivero como ejemplar testimonio de servicio al Perú y como singular modelo de conducta para todos los peruanos.

Ver reseña biográfica en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Luis_Bustamante_y_Rivero
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