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El Perú sigue perdiendo atractivo en inversiones mineras

El Perú sigue perdiendo atractivo en inversiones mineras

El Perú ha caído 10 puestos en el Índice de Atracción de Inversiones, según la Encuesta del Fraser Institute entre Compañías Mineras (Survey of Mining Companies 2015). Este informe presenta los resultados de la encuesta anual de empresas mineras y de exploración, que evalúa las políticas públicas, la incertidumbre regulatoria y otros factores que afectan la inversión en exploración e inversiones mineras.

La encuesta se distribuyó a más de 3,800 personas entre el 15 de septiembre y el 27 de noviembre de 2015. Las preguntas estuvieron mayormente relacionadas a la incertidumbre en relación con la administración, interpretación y aplicación de las regulaciones existentes. Las respuestas fueron utilizadas para clasificar provincias, estados y países en función de la medida en que los factores de política pública alientan o desalientan la inversión. Estos resultados se dividen en dos principales indicadores: el Índice de Atracción de Inversiones y el Índice de Percepción de la Política.

El Índice de Atracción de Inversiones tomó en consideración tanto la percepción minera como la política. Se construye combinando el índice de Mejores Prácticas del Potencial Minero, que clasifica las regiones sobre la base de su atractivo geológico, y el Índice de Percepción de la Política, un índice compuesto que mide los efectos de la política de los gobiernos sobre las actitudes hacia la inversión en exploración.

Según este informe, el Perú bajó 10 posiciones en el Índice de Atracción de Inversiones (del puesto 26 al 36). Esto se debe principalmente a los innumerables conflictos anti-mineros que el Estado ha sido incapaz de poner en su real contexto. Como hemos informado en diversas ocasiones, en el Perú se ha desarrollado una campaña para llevarnos a rechazar el desarrollo de este sector. A esta han contribuido una serie de ONGs, algunos académicos y muchos políticos, incluyendo a representantes del gobierno de Ollanta Humala. A diferencia de lo que sucede en Canadá y Australia, seguimos hablado de primarización de la economía, de exportación de “piedras sin procesar” y de que la inversión minera no tiene futuro por las condiciones de los precios de los commodities, que siguen siendo relativamente adecuados, y por la desaceleración de China. (Ver amplia información sobre la realidad de la conflictividad minera en el Perú, en nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo).

No se quiere entender que, innecesariamente, estamos tirando por la borda una riqueza que ha producido muchos beneficios económicos y sociales y que, aún hoy, con las condiciones de los mercados internacionales, puede crear mucha riqueza adicional para muchos peruanos, entre ellos al propio Estado. Esta riqueza es esencial para generar los recursos que nos permitan superar nuestras brechas sociales y económicas y, sobre todo, para que ante la revolución tecnológica en ciernes, podamos nivelarnos, lo más pronto posible, con los países más desarrollados.

Regresando al índice, es importante notar que a nivel regional, sin embargo, nuestro país todavía ocupa el segundo puesto, sólo detrás de Chile. Nos siguen México (posición número 37), Colombia (55), Brasil (56), Nicaragua (65), Salta en Argentina (71), Panamá (74), San Juan en Argentina (75), República Dominicana (81), Uruguay (99), Honduras (107) y Venezuela (108).

Para analizar la situación del Perú en perspectiva, hemos comparado sus resultados de los sub-indicadores con los de Noruega y Chile. Noruega, un país que ha sabido crear riqueza desde su sector extractivo, es uno de los líderes mundiales y Chile, a pesar de Bachelet II, sigue siendo el líder de la región. Como podemos observar en el gráfico siguiente, todavía tenemos mucho camino que recorrer para mejorar:

El segundo indicador es el Índice de Percepción Política, en el que el Fraser Institute afirma que las  decisiones para la inversión a menudo no se basan solo en el potencial minero puro de una jurisdicción. De hecho, los encuestados indican consistentemente que aproximadamente el 40% de su decisión de inversión está determinado por factores de política.

En este ranking, el primer puesto fue de Australia Occidental. El Perú, por su lado, obtuvo el tercer puesto de la región. Mejoró 3 lugares con respecto al año pasado, avanzando del puesto 58 al 55 de 109 países, con un puntaje total de 66.8.

En este indicador, nuevamente, Chile obtuvo el primer puesto en la región, con un score de 83.5, lo cual lo coloca en el puesto 26 a nivel internacional. En segundo lugar se encuentra México, en el puesto 47. Después de nosotros está Uruguay (56), República Dominicana (57), Panamá (68), Brasil (69), Colombia (70), Nicaragua (71), Argentina (85), Ecuador (86), Bolivia (95) y Venezuela (109).

En general, según el informe. La media de la atracción de inversión de América Latina y el Caribe se redujo ligeramente este año, sin embargo, Chile, Perú y México se mantienen liderando el puntaje de la región.

En las observaciones finales, es interesante remarcar los comentarios que algunos de los encuestados hicieron sobre el Perú. Un miembro de la directiva de una empresa de exploración minera que fue encuestado (que se mantiene anónimo en la encuesta), afirmó que: “La nueva declaración de 2012 afirma que todas las empresas de exploración están obligadas a dar un trato especial a las poblaciones indígenas antes de empezar con sus actividades, lo que resulta en un mayor alargamiento del tiempo requerido para la permisología.”

Por otro lado, Chile tiene un proceso más eficiente para permitir programas de exploración estilo ‘Brownfield’, afirmó el presidente de una compañía minera. Además: “Es fácil asegurar los derechos de explotación minera en el país”.

Esto muestra lo que nos hace falta en el Perú: destrabar nuestro crecimiento mediante la reducción de permisos y trámites que solo desalientan el sistema y reducen nuestro atractivo a la inversión. Para esto se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. Se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrenta la actividad minera y los proyectos de infraestructuras.

Por ejemplo en minería se requiere superar los siguientes trámites: En exploración (6), explotación (84), ambiente (47), agua (10), tributos (9), cierre de minas (13) más regulaciones generales llegando a un total de 241 normas que hoy regulan la minería en 130 instancias distintas.

Para retomar la senda del crecimiento y el ciclo virtuoso del Perú, urge seguir promoviendo un alto nivel de inversión, sobretodo en el sector minero. Esta es nuestra fuente principal de crecimiento de la economía, el empleo y de encadenamiento con los demás sectores. Hoy, sin embargo, estamos atrapados entre la tramitología y el caos político. Ver en Lampadia: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’.

Lampadia




Innovación: Actitudes y capacidades internas

Innovación: Actitudes y capacidades internas

El mundo productivo está en un proceso acelerado de cambio. Empresas muy grandes y tradicionales dejan de existir, de la noche a la mañana, aparecen nuevos productos que obliteran a los existentes o que crean nuevas necesidades que pronto se tornan universales. Este proceso está fundamentalmente comandado por empresas emergentes que no llevan el peso de su propio éxito de ayer como un freno a la aventura y la innovación.

En el siguiente artículo, John Thornhill, del Financial Times, analiza con precisión las actitudes necesarias para ajustar los instrumentos de navegación de las empresas, tanto en los que miran al exterior como al interior de las mismas.

El camino a la iluminación y al beneficio empieza dentro de la oficina

John Thornhill

Financial Times

1 de febrero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Las estructuras de incentivos de muchas empresas minimizan riesgos en vez de maximizar oportunidades 

La competencia solía ser fácil. Hasta hace poco, las empresas más competentes tenían una idea clara de quiénes eran sus rivales, cómo debían competir y en qué campo debían luchar.

Una de las más crudas – y más temibles – declaraciones de intención de competencia fue la de Komatsu, el fabricante de equipos de construcción japonés en la década de 1970: Cuando los empleados ingresaban al trabajo, cruzando las alfombras de la empresa gritando: “¡Matemos a Caterpillar”. Las empresas marcaban sus operaciones y participación de mercado frente a sus competidores para saber dónde se estaban.

Hoy esa claridad estratégica se ha vuelto borrosa en muchas industrias, hasta el punto de la invisibilidad, gracias a la revolución digital y la globalización. Volando a ciegas, las empresas parecen estar más felices reduciendo costos y recomprando sus acciones que invirtiendo para el futuro. Tomemos como ejemplo el sector de las telecomunicaciones en Europa. Hace no mucho, la mayoría de compañías de telecomunicaciones eran monopolios nacionales con poca, o ninguna, competencia. Hoy en día, es difícil predecir dónde erupcionará la siguiente amenaza.

WhatsApp, el servicio de mensajería con sede en California, fundado en 2009, sólo tomo relevancia para la mayoría de las empresas cuando la adquirió Facebook por más de US$ 19 mil millones en 2014. Sin embargo, en su corta vida, WhatsApp ha tenido enormes y lucrativos ingresos en el mercado de la mensajería. Hoy, WhatsApp tiene cerca de 1,000 millones de usuarios enviando alrededor de 30,000 millones de mensajes al día. El mercado mundial de la mensajería de texto SMS es de tan sólo 20 mil millones al día.

Los fabricantes de automóviles se han percatado rápidamente de la amenaza planteada por la nueva generación de empresas de tecnología como Tesla, Google y Uber, todas con la intención de desarrollar “aplicaciones sobre ruedas” (apps on wheels). Empresas chinas e indias, de las cuales no conocíamos nada, están emergiendo de sus propios mercados como audaces competidores globales.

Como la fuerza motriz del capitalismo, la competencia le ofrece a las empresas un propósito, una misión y un sentido de dirección. Pero, ¿cómo pueden competir las empresas en un entorno de este tipo, que cambia de forma constantemente? Quizás hay dos respuestas (parciales).

La primera es hacer de todo para entender los cambios tecnológicos que están transformando el mundo, para identificar tempranamente las amenazas y oportunidades.

Gavin Patterson, director ejecutivo de BT, el grupo de telecomunicaciones británico, afirma que una de las funciones de los líderes corporativos es escanear el horizonte como nunca antes. “El CEO, tiene que estar en el puente mirando hacia el exterior,  buscando señales de lo que algo pueda pasar, tratando de adelantarse a los cambios, antes de que se conviertan en un peligro.”

Para ello, BT ha formado “equipos de exploradores” de innovación en Silicon Valley e Israel, y ha formado alianzas tecnológicas con universidades de China, EEUU, Abu Dhabi, India y Reino Unido.

Pero incluso si se prevés el peligro, no significa que puedas lidiar con él. Kodak inventó la primera cámara digital, pero falló en explotar la tecnología. Las estructuras de incentivos de muchas empresas están establecidas para minimizar riesgos en vez de maximizar la oportunidades. A menudo, la innovación es el juego de una empresa joven.

La segunda respuesta es que las empresas deben mirar hacia el interior, tan intensamente como lo hacen al exterior. Las empresas bien gestionadas disfrutan de muchas ventajas: marcas fuertes, gran cantidad de datos sobre consumidores, valiosos conjuntos de datos históricos, redes de personas inteligentes y fácil acceso a capital. Pero lo que a menudo falta es la ambición que distingue a las nuevas empresas de tecnología, su Habilidad de innovar rápidamente y su extraordinaria conexión con los consumidores. En ese sentido, la competencia principal de muchas empresas establecidas se encuentra dentro de sus propias organizaciones.

Larry Page, cofundador de Google, insta constantemente a sus empleados a seguir siendo radicales. En su carta de los fundadores de 2013, advirtió que las empresas tienden a crecer cómodamente haciendo lo que siempre han hecho y sólo de vez en cuando hacen cambios incrementales. “Esto… conduce a la irrelevancia en el tiempo “, escribió.

Google opera una regla de ‘70/20/10’, por la que los empleados son incentivados a pasar el 70% de su tiempo en su objetivo principal, 20% trabajando con otros equipos y 10% en ‘moonshots’ (proyectos que se consideran imposibles de alcanzar) ¿Cuántas empresas tradicionales se centran tanto en aventuras tan radicales?

Vishal Sikka, director ejecutivo del grupo de TI indio, Infosys, dice que las restricciones internas pueden ser mucho más dañinas que las amenazas externas. “La definición tradicional de la competencia es irrelevante. Cada vez competimos más contra nosotros mismos “, dice.

Citando a Siddhartha, el libro del alemán Hermann Hesse, Sikka argumenta que independientemente de las presiones del mercado las empresas siguen siendo los dueños de su propia salvación: “El conocimiento puede ser comunicado. La sabiduría no.” Y añade: ” Cada empresa tiene que encontrar su propia y única sabiduría.” Lampadia

 




Singapur piensa y planea su futuro

Singapur piensa y planea su futuro

Comentario de Lampadia

Probablemente Singapur ha sido el país más exitoso del mundo durante los últimos 50 años. Hace pocos meses ha celebrado su cincuentenario, solo meses después del fallecimiento de su fundador y líder, Lee Kuan Yew.

Como hemos difundido en publicaciones anteriores, Lee Kuan Yew (maestro de Deng Xiaoping de China) dirigió un Estado bastante autoritario, pero además de alcanzar un éxito económico y social espectacular, Singapur logró ser uno de los países más ordenado y con menos corrupción del mundo. Uno de sus desarrollos más importantes ha sido el establecimiento de la meritocracia entre los funcionarios públicos. Ver en Lampadia: 10 razones que explican el éxito de Singapur e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

Conferencia “The Future of us” en Singapur, mostrando el futuro del horizonte de  la ciudad en hologramas.

El ejemplo de Singapur es muy importante para el Perú, especialmente en medio de un proceso electoral. Por ello, compartimos un artículo de Peter Schwartz sobre los retos de los próximos 50 años de Singapur. Interesante ver como un país tan exitoso se avoca a pensar en su futuro. (Schwartz es un líder global en pensamiento futurista y estrategia de negocios. Su libro “The Art of the Long View” fue pionero en la planificación por escenarios. Ha sido jefe de planeamiento de Royal Dutch/Shell).

¿Ciudad del mundo o del olvido?

Escrito por Peter Schwartz

Publicado en el libro: SG100? [100 años de Singapur]

Editado por Chua Mui Hoong.

Traducido y glosado por Lampadia

 

El Singapur de 2065 podría ser una capital mundial de torres relucientes, talento creativo, mucho poder, influencia y riqueza; el centro más importante de una región de paz y prosperidad; y una inspiración para aquellos que sueñan con lo que se necesita para construir una mejor sociedad.

O, contrariamente, al 2065, Singapur podría ser una gloria ya desvanecida, no un mal lugar para vivir, pero con mejor pasado que futuro.

Hay una tercera posibilidad, la de una ciudad desarrollada con un crecimiento lento, pero eso  llevaría a la ciudad-estado hacia un declive lento pero inexorable.

¿Hacia dónde va Singapur? ¿Cuáles son las tendencias que marcarán sus posibilidades? ¿A qué debe aspirar en los próximos 50 años?

Como futurista, asociado por más de tres décadas con Singapur, he tenido el privilegio de mantener conversaciones periódicas con su primer Primer Ministro, Lee Kuan Yew, e intercambiar puntos de vista sobre hacia dónde se dirige el mundo. El éxito de Singapur se debe en gran medida a su liderazgo, convirtiéndose en uno de los más grandes líderes políticos y económicos del siglo 20. Murió en marzo del año pasado y el reto será sostener su legado.

Yo diría que Singapur se ha estado moviendo en la dirección correcta, manteniéndose abierto al talento e incentivando la innovación. La pregunta es si es que eso se puede sostener.

Desde su independencia en 1965, sus principales aspiraciones fueron la seguridad, estabilidad y prosperidad. Para el futuro, Singapur necesita tener sueños que continúen atrayendo al talento. Para que esos sueños se vuelvan realidad, tienen que unirse con las fuerzas motrices y el espíritu que dan forma a los nuevos tiempos, como lo hicieron durante su independencia.

¿Qué determinará si Singapur se convierte en una ciudad de nivel global o cae en el olvido? ¿Qué fuerzas moldearán su futuro? Algunas están fuera del control de su, como el equilibrio de poderes global y la estabilidad regional. Otros – como la calidad de la gobernanza o la capacidad para explotar nuevos conocimientos – están bajo el control de Singapur.

Fuerzas a largo plazo

Hay algunas fuerzas a largo plazo que son predecibles. La población no puede crecer mucho más, podría añadir alrededor de otro millón de personas, en su mayoría inmigrantes y sobre todo jóvenes. La población actual será inevitablemente mayor. Incluso si la mayoría siguen siendo sanos, fuertes y permanecen en la fuerza laboral por más tiempo, muchos serán tan mayores a mediados de siglo que aumentará considerablemente el nivel de dependencia. Al 2065, Singapur tiene que estar preparado para gestionar una población muy mayor y enferma  e invitar a jóvenes inmigrantes para sostener una población que envejece.

Como parte de mi trabajo con el Centro para los Futuros Estratégicos de la Oficina del Primer Ministro, estudié el impacto del cambio climático. La necesidad de adaptarse también es predecible. El clima será muy variable y aumentará el nivel del mar.

En cuanto a la energía, espero que la era de los combustibles fósiles ya haya terminado para el 2065. A menos que haya un gran avance en la energía renovable, Singapur será un país totalmente eléctrico, incluyendo los autos eléctricos, generados por la energía nuclear.

Incertidumbres por delante

Mientras algunas tendencias son predecibles, la mayoría son inciertas. La primera pregunta es si la economía va a ser capaz de sostener el crecimiento económico y si ese crecimiento será equitativo.

50 años de crecimiento lento todavía dejarían a Singapur increíblemente rico. Pero la creación de una vasta riqueza en manos de sólo unos pocos no será considerada como éxito.

Para que el crecimiento sea equitativo, tendrán que salir adelante nuevas industrias que empleen a un gran número de personas en trabajos de alto valor. Las personas necesitan ser entrenadas para llenar esos puestos de trabajo. No hay ninguna garantía de éxito en ambos retos.

La vieja economía industrial dará paso, inevitablemente, a una nueva economía basada en  ideas y habilidades en alta tecnología, salud, finanzas y turismo. Singapur está bien posicionado para tomar ventaja en los cuatro escenarios.

La incertidumbre más importante, bajo control de Singapur, es la continuación del éxito del sistema político y la gobernanza. Después del nacimiento de la nación, se cumplió con la visión de la primera mitad del siglo. ¿Podrá continuar así durante los segundos 50 años?

El éxito es el peor enemigo del cambio. ¿Por qué molestarse en cambiar cuando las cosas  funcionan? Pero es justamente ahí dónde se tiene más margen de maniobra y recursos para actuar. ¿Cómo debe hacer Singapur para no convertirse en una burocracia sofocante casada con el status quo? ¿Hará la burocracia espacio para los jóvenes ambiciosos? ¿Cómo puede el gobierno moverse y adaptarse al ritmo del mundo moderno? ¿Las iniciativas como la ‘Smart Nation’ de Singapur, será un modelo permanente del futuro gobierno? ¿El alto rendimiento y la casi ausencia completa de corrupción, lograrán sostener la legitimidad del sistema con su  pueblo?

Las respuestas a todas estas preguntas no están determinadas y serán hechas por la gente, la calidad de liderazgo y por eventos más allá de su control.

Las fuerzas más vitales y fuera de control de Singapur son la política y la economía de la región. La mayoría de las tendencias regionales en los últimos años han sido bastante positivas económica y políticamente. ¿Seguirán sus vecinos y socios, mejorando o recaerán en la incompetencia, la corrupción, la pobreza y la conflictividad? En el primer caso se dan las condiciones propicias para el éxito. El último escenario haría que sea muy difícil tener éxito.

En el peor de los casos, un gran conflicto que involucre a grandes países como China, Japón, India o Estados Unidos dañaría enormemente las perspectivas de la región y de Singapur. Por otro lado, el aumento de la integración y la coherencia puede inducir a todos a acelerar el crecimiento y la prosperidad.

La incertidumbre final es qué papel va a jugar Singapur en el mundo. Ya es un ejemplo de éxito para el desarrollo de muchas otras ciudades. Pero si se estanca y es atrapada por su propio éxito, su ejemplo se desvanecerá.

Si utiliza la plataforma de su éxito para aspirar a un papel aún más importante, entonces seguirá siendo un ejemplo brillante de cómo construir el éxito y seguir atrayendo el talento que necesita para sobresalir.

5 maneras de ser una capital mundial

Al 2065, el 80 por ciento de la población mundial vivirá en las ciudades.

Las ciudades están donde nacen las ideas, donde ocurre el crecimiento y donde se abordan los problemas. Entre las muchas grandes ciudades del planeta, solo unas pocas se destacan como las más importantes, incluso si no son las capitales de sus países. Estas incluyen Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Shanghai, Bombay y Sao Paulo. A ellas va el talento más brillante y es dónde se está creando el futuro.

En esta competencia entre ciudades, una ciudad-estado en la que escasea la tierra y no hay recursos minerales, no está en desventaja. Singapur puede competir con las mejores ciudades. ¿Cómo?

Singapur puede aspirar a una combinación de cinco objetivos para los que está bien posicionado. La medida del éxito no es cuántos puestos de trabajo son creados directamente. Más bien se trata de atraer el talento necesario para crear un ecosistema económico de constante evolución de nuevos sectores.

El mejor ejemplo de esto es el Bay Area de San Francisco, en el que vivo. El talento fluye y atrae aún más talento, conduciendo a una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. Esto es en lo que Singapur ya se está convirtiendo y lo que necesita para seguir creciendo.

Una población que envejece a nivel mundial va a querer el acceso a la mejor atención médica del planeta. Singapur ya es un centro de salud para la región con rápido crecimiento en investigación y desarrollo.

Singapur también ha realizado importantes inversiones para ampliar sus capacidades en  educación e investigación. En una economía mundial impulsada por el talento y nuevas ideas, Singapur tiene el potencial de ser otro Silicon Valley, generando tanto investigación básica como las ideas que crean valor económico, nueva riqueza y estatus. No es difícil imaginar el día en que los singapurenses – o las personas que trabajan en Singapur – ganen premios Nobel y creen el próxima Intel o Google.

Muchas de las grandes ciudades del mundo son el hogar de instituciones globales como las Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud. El mundo necesita una Agencia de Protección Ambiental. Singapur podría ser su hogar.

Debido a su ubicación en el ecuador, Singapur es un lugar ideal para lanzar cohetes a órbitas terrestres. Al 2065, el costo de orbitar habrá caído drásticamente y más actividades económicas y turísticas se basarán en el lanzamiento orbital. Singapur podría ser un gran puerto espacial.

Finalmente, Singapur tiene una de las mejores organizaciones policiales, militares y de inteligencia de la región. Los problemas de seguridad seguirán siendo fundamentales para la estabilidad regional. El tamaño pequeño de Singapur le da la ventaja de ser considerado como ‘no amenazante’. Además, ya se le reconoce como especialmente competente.

Singapur podría dirigir nuevos esfuerzos de seguridad regional para hacer frente a la delincuencia y las tensiones interestatales. Lo peor que le puede pasar sería una guerra regional destructiva o un aumento dramático en el crimen. Su liderazgo en materia de seguridad podría ayudarlo a mitigar esos riesgos.

Al juntar todas estas fuerzas, es posible describir dos posibles futuros:

  • Si Singapur no logra convertirse en la potencia económica de las nuevas industrias, si su Gobierno se vuelve esclerótico y corrupto, si la región es caótica y violenta y si se aspira a mantener sólo el status quo – entonces, al 2065, Singapur será una ciudad olvidada e irrelevante de la que saldrá talento, una nación en decadencia, con un poco de gracia.
  • Si, por el contrario, tiene una transición exitosa a la economía de las ideas; si la vitalidad, la competencia y la legitimidad de su gobierno se mantienen; si la región es estable y próspera, entonces será una verdadera capital mundial, la ciudad del futuro en 2065.

La elección está en manos de la gente de Singapur. Lampadia




La disrupción del futuro inmediato

La disrupción del futuro inmediato

Siguiendo con nuestra exploración de la ‘tercera revolución industrial’, presentamos a continuación los planteamientos que sobre los grandes cambios disruptivos que está trayendo en el mundo de las personas, los negocios, las ciudades y los países, que nos ilustran Richard Dobbs (basado en Londres), James Manyika (basado en Silicon Valley – EEUU) y Jonathan Woetzel (basado en China), directores del Mckinsey Global Institute, en su libro: “No ordinary disruption, The four global forces breaking all the trends” (Las cuatro fuerzas globales que están rompiendo todas las tendencias).

Como hemos reseñado anteriormente (ver en Lampadia: La tercera revolución industrial), ésta no es una ‘disrupción ordinaria’. Es un cambio de paradigmas que requiere, según explican los autores, revisar nuestros principios básicos y rediseñar nuestra intuición, que gobierna en gran medida la forma en que tomamos decisiones.

Veamos un resumen del análisis que hacen los directores del Mckinsey Global Institute (traducido y glosado por Lampadia):

  • El futuro de las industrias, compañías, productos, tecnologías e inclusive países y ciudades, suben y bajan intempestivamente de modo completamente impredecible.
  • Velocidad, sorpresa y cambios rápidos de dirección en un inmenso mercado global impactan constantemente los destinos de compañías largamente establecidas y generan oportunidades para nuevos jugadores.
  • Nuestro mundo es una discontinuidad casi constante. Negocios que estaban protegidos por largos y profundos espacios encuentran que sus defensas son superadas con facilidad.
  • Esta nueva situación ‘norma’, un mundo en que China lidera el consumo global en un día feriado, con EEUU como el mayor productor de petróleo, con un APP móvil (aplicación de Internet) que se valoriza en 19,000 millones de dólares (WhatsApp) y con la India como el líder en exploración espacial, presenta dificultades existenciales a los líderes de compañías, organizacionales, ciudades y países.
  • El excedente demográfico que gozo el mundo mientras la población en edad de trabajar crecía en China y se unía al sistema de comercio global, se convertirá pronto en un déficit demográfico por el menor crecimiento de la población y el envejecimiento de la fuerza de trabajo.
  • Se está formando un mundo radicalmente diferente.
  • El mundo está ahora en el medio de una transición dramática como resultado de cuatro tendencias fundamentalmente disruptivas. Cualquiera de ellas puede ser considerada entre las más grandes fuerzas de la economía global, incluyendo la revolución industrial de las economías desarrolladas. La mayoría de nosotros fallamos en comprender su magnitud y las consecuencias que pueden resultar de una  segunda y tercera derivadas. Las cuatro juntas están produciendo un cambio monumental.

La primera es el cambiante centro de gravedad de la actividad y del dinamismo económico, a mercados emergentes como el de China y a ciudades de esos mercados. El Balance de poder en la economía global está cambiando hacia el este y el sur a una velocidad nunca vista antes, hacia el 2025 la mitad de las compañías grandes del mundo vendrán de los mercados emergentes. Tal vez, igualmente importante es que la activada económica esta cambiando dentro de esos mercados. Cerca de la mitad del crecimiento del producto global entre el 2010 y 2025 vendrá de 440 ciudades de los mercados emergentes.

La segunda fuerza disruptiva es la aceleración del alcance, escala e impacto económico de la tecnología. La diferencia, hoy día, es la profunda ubicuidad de la tecnología en nuestras vidas y su velocidad  de cambio. El ritmo de  multiplicación de la innovación y su alcance está destinado a cambiar y crecer a una velocidad exponencial más allá de lo que el poder la intuición humana puede anticipar, la tecnología ofrece la promesa de progreso económico para millones de personas en las economías emergentes a una velocidad que hubiera sido inimaginable sin la internet móvil. La tecnología permite a los negocios empezar y agarrar escala a velocidades impresionantes, usando poco capital. El ritmo furioso de la adopción de tecnologías e innovación está acortando el ciclo de vida de las empresas y forzando a los ejecutivos a tomar decisiones y a comprometer recursos con muchos mayor velocidad.

La tercera fuerza que está cambiando el mundo es la demografía. La población humana esta envejeciendo. Al 2013 aproximadamente el 60% de la población global vivía ya en países con ratios de fertilidad por debajo del ritmo de reposición.

La cuarta fuerza disruptiva es el grado en el cual el mundo se está conectado a través del comercio y movimientos de capital, personas e información. Que podemos llamar flujos.

Las cuatro disrupciones están afectando pautas largamente establecidas, prácticamente en todos lo mercados y para todos los actores de la economía mundial.

  • Nuestro mundo va cambiar radicalmente desde el cual muchos de nosotros crecimos, prosperamos y formamos las intuiciones que son vitales para nuestra toma de decisiones.
  • Las mismas fuerzas que sacaron a mil millones de personas de la pobreza extrema ente 1990 y 2010, ayudaran a impulsar a cerca de 2,000 millones más hacia una clase de consumidores globales en las próximas dos décadas. La rápida diseminación de la tecnología va empoderar a individuos y consumidores en números sin precedentes.
  • El nuevo mundo será mas rico, mas urbanizado, mas capaz y mas sano que el que esta reemplazando.
  • Vivimos, de muchas maneras, en una era de recurrentes milagros. Éstos desarrollos pueden causar destrozos de los pronósticos y los planes que fueron hechos simplemente por extrapolación de experiencias recientes para un futuro de corto y largo plazos.
  • La intuiciones todavía soportan mucho de nuestra toma de decisiones. Si vemos al mundo a través de una espejo retrovisor y hacemos decisiones sobre la base de intuiciones construidas sobre nuestra experiencia, podremos estar muy errados. En el nuevo mundo, ejecutivos, creadores de políticas publicas e individuos necesitamos escudriñar nuestras intuiciones  desde sus principios básicos y simplemente cambiarlas cuando sea necesario. Esto será  principalmente cierto para organizaciones que han gozados de un gran éxito.
  • Tenemos que repensar los supuesto a que dirigen nuestras decisiones en temas cruciales como el consumo, los recursos, el trabajo, el capital y la competencia. Debemos pensar diferente sobre estrategias, la construcción de planes de negocios, sobre como acercarse a los mercados, la evaluación de competidores y la asignación de recursos.
  • Ahora, el nuevo gran ejercito de consumidores de clase media del mundo emergente impulsa el crecimiento del gasto global.
  • Los precios de los commodities cayeron prácticamente a la mitad durante el siglo XX en términos reales. Pero esa tendencia se empezó a rompe en el año 2000. En los primero años del nuevo siglo, las caídas de precios de commodities de los 100 años anteriores fueron completamente borrados por la bullente demanda de la economía emergente que coincidió con la disminución de reservas de muchos recursos.
  • El crecimiento de la fuerza laboral global caerá en un tercio hacia el 2030. AL mismo tiempo la tecnología está agitando los mercados laborales como nunca antes. La computadoras están empezando a reemplazar a trabajadores del conocimiento. Al 2025 las computadoras pueden hacer el trabajo de 140 millones de trabajadores del conocimiento y los robots pueden hacer el trabajo de otros 75 millones de personas. Hacia el 2020 veremos una extraña dicotomía, la carencia de 85 millones de trabajadores con grados académicos y 95 millones de personas poco capacitadas que podrán estar desempleadas.
  • Hoy día la competencia viene de una ola de crecimiento rápido de nuevos jugadores que no están el radar estratégico y, que no aparecen en él hasta que  alcanzar masa crítica. Ellos tienen bases de costos mucho más bajas, tiempos más cortos para llegar al mercado, un despiadado conocimiento de sus competidores occidentales y, la disposición para aceptar menores retornos económicos.
  • Mientras que ésta era está llena de oportunidades, también es profundamente intranquilizante.

Dado el impacto revolucionario de estos cambios, venimos alertando al país de la necesidad de prepararnos. Eso implica la necesidad: de crear riqueza en el menor tiempo posible, de nivelar a nuestra gente en la educación para el futuro, de mejorar nuestros niveles de salud, de mejorar sustancialmente nuestras instituciones, de mejorar infraestructuras y de adaptar y adoptar tecnologías educativas, de salud y de producción que le den a nuestra gente y a nuestras empresas las mejores posibilidades de desarrollarse.

Pero sobre todo, mientras avanzamos en todos los frentes, de ver la manera de asegurar la generación de empleo de calidad para toda nuestra población trabajadora. Insistimos, que la única manera de hacerlo pronto, es aprovechando nuestros múltiples y abundantes recursos naturales. Para ello necesitamos un cambio drástico del ambiente de inversión y un gobierno que no nos haga perder otros cinco años. Lampadia

 

 

 

 




Seis pilares que trajeron al desarrollo a Occidente

Seis pilares que trajeron al desarrollo a Occidente

Ahora que nuestra economía se desacelera y, por ende, nuestro camino hacia el desarrollo se complica, parece pertinente repasar que condiciones llevaron a las naciones al progreso. El 2012, el historiador británico Niall Ferguson dio inicio a un enorme revuelo y a acalorados debates tras publicar “Civilización: Occidente y el resto”. Ferguson, en una prueba de erudición y enorme capacidad narrativa, efectúa en esta obra un repaso por la historia de los últimos cinco siglos con el propósito de  responder la siguiente pregunta: “¿Qué tenía la civilización de Europa occidental a partir del siglo XV que le permitió triunfar sobre los imperios en ‘apariencia’ superiores de Oriente?” Es decir, ¿que llevó a la que él denomina “civilización occidental” a alcanzar la hegemonía global cuando en el 1500 era más atrasada y caótica que los poderosos imperios chino, otomano y mongol? 

 

Ferguson inicia su amplia disquisición definiendo el término “civilización”. El historiador, aleja a este concepto de los aspectos culturales, artísticos y de refinamiento a los que se le suele vincular y lo aterriza en elementos más básicos de la vida y condición humana. “Una civilización es la mayor unidad de organización humana… Las civilizaciones son en parte una respuesta práctica de las poblaciones humanas a su entorno –a las necesidades de comer, beber, abrigarse y defenderse-, pero tienen también un carácter cultural; a menudo aunque no siempre religioso; y a menudo aunque no siempre de comunidad lingüística”, señala.

La civilización occidental tal y como la conocemos hoy se forjo en la Europa del siglo XV, fue allí que se gestaron seis condiciones que la llevaron a obtener la supremacía mundial hasta el presente siglo, en la que como señala Ferguson, empieza a ser desplazada por la civilización asiática. Occidente estaría perdiendo el monopolio de sus  “resortes de poder”, mientras el Oriente crece sobre nuevas fortalezas. 

 

 

Estas seis “complejas instituciones” fueron la clave. “Para utilizar el lenguaje del informatizado y sincronizado mundo de hoy, podríamos decir que estas fueron seis aplicaciones asesinas (lo que en inglés se conoce como killers apps), las que permitieron a una minoría de la humanidad originaria del extremo occidental de Euroasia, dominar al mundo durante casi medio milenio”. “Killer App” se usa en el mundo de las aplicaciones (Apps) para denominar aquellas que al adoptarse eliminan el uso de otras. Por ejemplo, el correo electrónico desplazó al correo tradicional. Así estas nuevas instituciones fueron adoptadas de tal forma que eliminaron antiguos comportamientos y conductas.

  1. Competencia: una descentralización tanto de la vida política como económica, que sirvió de trampolín tanto a los estados-nación como al capitalismo”. La fragmentación política de la Europa de entonces llevó a una competencia por buscar la supremacía, que permitió el surgimiento de instituciones políticas y económicas más modernas y versátiles.
  2. Ciencia: un modo de estudiar, comprender y, en última instancia transformar el mundo natural, que dio a Occidente (entre otras cosas) una importante ventaja militar sobre el resto del mundo”. El método científico permitió el desarrollo. 
  3. Derechos de propiedad: El imperio de la Ley como medio de protección para los propietarios privados y para resolver pacíficamente las disputas entre ellos, constituyó una base más estable para la formación de gobiernos representativos”. Los ciudadanos-propietarios forman y defienden a los estados democráticos. Son la base sobre la que se construyen las repúblicas.
  4. “Medicina: una rama de la ciencia que permitió una importante mejora de la salud y la esperanza de vida, y que se inició en las sociedades occidentales, pero también en sus colonias”.
  5. “La sociedad de consumo: una forma de vida material en la que la producción y la compra de ropa y otros bienes de consumo desempeñan un papel económico central, sin la que la Revolución industrial habría sido insostenible”.
  6. “La ética del trabajo: un marco moral y un modo de actividad derivado (entre otras fuentes) del cristianismo protestante, que proporciona el pegamento que mantiene unida la sociedad dinámica y potencialmente inestable creada por las aplicaciones”.

Aunque se puede discutir sobre estas condiciones y si son enteramente occidentales o no. Lo que es cierto es que la construcciones de los modelos políticos occidentales, la forma en que se organizaron los Estados de hoy, surgieron en Europa. Su aplicación ha servido para que, incluso las naciones asiáticas salten al desarrollo.

Todos los estados del siglo XX adoptaron el funcionamiento del Estado occidental, lo imitaron y siguieron los tres modelos que surgieron en Occidente: el capitalismo liberal, el nacionalsocialismo o fachismo y el comunismo. Luego de 1945, el segundo fue descartado y entre 1989 y 1991, tras el derrumbe del imperio soviético el último entró en desuso.

Así, ni la crisis del 2008 ha generado que se adopten otros modelos, aunque del Asia aparezcan construcciones políticas que por eficiencia amenacen a la democracia liberal como la hemos concebido hasta hoy (Ver en Lampadia (L): Bienestar y buenas instituciones, fundamentales, para la democracia) . No así, el manejo económico, el sistema de libre mercado adoptado en Asia y en especial en China, luego del comunismo maoísta, ha probado con creces su capacidad para combatir la pobreza y llevar al desarrollo a las naciones (Ver en L: ¿Crisis china? ¡Miremos al monstruo sin soponcios! e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú).

Lo que viene está aún por definirse, como advierte Ferguson, no hay futuro, sino futuros posibles. Predecir hacia dónde va la humanidad es difícil, pero todo apunta a que Oriente recuperará la supremacía que perdió hace quinientos años.

Por ende, los peruanos haríamos bien en reflexionar en cómo nos moveremos en ese nuevo escenario global. Recordemos las palabras de Ferguson en Chile hace unos meses: “Están ejerciendo su derecho a ser estúpidos”. Definamos si estamos dispuestos a para dar un gran salto adelante: fortaleciendo nuestra economía de mercado, reformando nuestras instituciones e implantando la meritocracia y la Gobernanza en el Estado, combinando algunos de los pilares de occidente con las nuevas fortalezas públicas de oriente, como la meritocracia en el Estado. Lampadia

 

 

 




Las IDEAS y sus consecuencias

Las IDEAS y sus consecuencias

Arnold C. Harberger, University of Chicago

Presentación en la Reunión de the Mont Pelerin Society en Lima, Perú, marzo 2015

 

Traducido, glosado y comentado por Lampadia

El Profesor Arnold Harberger, de 90 años de edad, uno de los pocos sobrevivientes de esa generación de economistas de la Universidad de Chicago que formaron a muchos jóvenes economistas de la región desde los años 60, compartió en el Perú una lección magistral de economía llena de sentido común en la que también aprovechó para desmitificar el prejuicio sobre los llamados “Chicago Boys”.

Efectivamente, los Chicago Boys no fueron los soldados de Pinochet, que impusieron reformas neoliberales a sangre y fuego. Más bien fueron profesionales comprometidos con sus países y que, sin lugar a dudas, fueron los responsables de la recuperación de América Latina de las nefastas políticas Cepalinas y de la Getulio Vargas, que solo trajeron estancamiento económico, empobrecimiento y una cultura de resentimiento. Esta última actuó como una suerte de lluvia ácida que desde los años 60 quemó las neuronas de gente muy valiosa. No solo perdimos treinta años de desarrollo, también perdimos casi una generación completa de los mejor de nuestra clase profesional y académica.

Nadie puede negar que la región es hoy día otro planeta. Por eso el Profesor Harberger afirma sentirse orgulloso de los economistas que transformaron eventualmente Chile, Panamá, Uruguay, Argentina y México. Reconociendo también los aportes de otras escuelas en Brasil y Perú.

La presentación de Harberger tiene dos partes importantes. Una primera donde explica la naturaleza de las enseñanzas de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, y una segunda donde abunda, con ejemplos sencillos, sobre las relaciones entre las buenas ideas y sus consecuencias.

Uno de los mayores problemas de aprendizaje de los pueblos, sobre las políticas públicas, es que casi nunca se hacen y comunican las relaciones causa-efecto entre las políticas y los resultados. Esta es una falla de los políticos, que de repente no las entienden, pero sobre todo de los economistas, que suelen ser pésimos comunicadores.

Por ejemplo, en el caso del Perú, pasamos de treinta años de estancamiento, empobrecimiento, falta de inversión y crecimiento; a veinte años inversión, crecimiento, disminución acelerada de la pobreza y la desigualdad y recuperación de la confianza de los ciudadanos en el futuro. Pero, ninguno de los gobiernos que navegaron sobre este proceso espectacular, supo, trató y/o logró comunicar a los ciudadanos el antes y después, el origen y el destino, la causa y el efecto de uno de los procesos de cambio más espectaculares de la historia económica mundial: “La Gran Recuperación de la Economía Peruana desde 1993”.

Por esta razón es que creemos de vital importancia aprovechar la extraordinaria presentación del Profesor Harberger para divulgar algunas lecciones que nuestros líderes locales no supieron aportar. A continuación presentamos una traducción libre de la presentación del gran Profesor de Economía de la Universidad de Chicago en Lima:

Me han asociado a la gran ola liberalizadora y de reformas que ocurrió en América Latina mayormente en los años 70. Esa asociación ha sido exagerada, pero existe en cierta medida.

Para referirse a esta época siempre se cita a los llamados Chicago Boys. Esa etiqueta vino de Chile, donde había más Chicago Boys que en otras partes. Peroellos también fueron importantes en Uruguay (80s), Argentina (90s), México (70s), y Panamá (60s).

Pero quiero enfatizar, que las buenas ideas sobre economía, no pertenecían solo a los Chicago Boys de la región. Entre muchos otros teníamos a Hernán Büchi, Jorge Cauas, y José Piñera en Chile, Alejandro Vegh Villegas en Uruguay, Domingo Cavallo en Argentina, Pedro Aspe en México, Roberto Campos en Brasil y Hernando de Soto y Carlos Boloña en Perú.

También quiero reconocer reformistas fuera de Chicago. Tanto ellos como sus alumnos, también fueron determinantes en la económicamente complicada Latinoamérica. Algunos nombres importantes:

Los Premios Nobel: Gary Becker, Bob Fogel, Milton Friedman, James Heckman, Bob Lucas, Bob Mundell, Theodore Schultz, Larry Sjaastad y George Stigler.

No es posible que un grupo de estudiantes, expuestos a las enseñanzas de estos Profesores durante un tiempo importante, se pierdan una gran educación económica.

Déjenme elaborar un poco sobre las ideas económicas de la Escuela de Chicago de ese entonces y hasta ahora:

Seguro se sorprenderán cuando les aseguro que durante mi tiempo en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, nunca he presenciado prédicas o enseñanzas de naturaleza ideológica. Milton Friedman me enseñó sobre la oferta y la demanda y sobre cómo funcionaban los mercados de bienes, de capital y de trabajo.Capitalism and Freedom” y“Free to Choose”, no estaban en su lista de lecturas. Si figuraban: Notas sobre la teoría de precios y su “Monetary History”de EEUU.

No había el más mínimo sesgo político en el Departamento de Chicago. Friedman estaba orgullosos de señalar de que de los tres más importantes departamentos de economía, el de Chicago estaba dividido a medias entre republicanos y demócratas, mientras los demás (Harvard y MIT) eran tremendamente demócratas.

¿Cómo podemos medir los costos y beneficios de nuevas políticas y reformas, cuando se insertan en un mundo lleno de distorsiones?

Felizmente, la economía tiene las herramientas para lidiar con estas situaciones, y estas son exactamente las herramientas que nos dicen que una economía ampliamente competitiva y el libre mercado a nivel global, producen los mejores resultados.

Si hubiera una solo lección que fuera el objetivo de mi enseñanza de economía, sería el tratar de dar a mis estudiantes las guías sobre como pilotear el bote de políticas, no solo en las aguas calmadas de un estado ideal de cosas, sino también, y mayormente, en medio de las aguas turbulentas que nos presenta la realidad.

Así es como los estudiantes que lideraron las reformas en Chile, Panamá, México, Uruguay y Argentina llevaron con ellos el gran mensaje de sus profesores de Chicago, así como algunos consejos sobre el arte de pilotear los botes en aguas movidas. He seguido su trabajo durante medio siglo y debo admitir que me siento inmensamente orgulloso de lo que han logrado. Definitivamente, mi rol ha sido el de un profesor en el aula y el de un cheerleader mientras ellos ponían en práctica sus reformas. Y puedo decir más o menos lo mismo por mis colegas de Chicago.

Las malas ideas tienen malas consecuencias. Miremos los siguientes casos:

  • Allende en Chile
  • Isabelita Perón en Argentina
  • Alan García (en su primer gobierno) en Perú
  • Chávez y Maduro in Venezuela

Pero a veces hay cosas que nos sorprenden, como Argentina conNéstor Kirchner y Cristina Fernández.

No conozco una sola genuinamente buena política o reforma hecha durante su gobierno. Más bien todos sabemos de los malos pasos que dieron. Sin embargo, hasta hace poco, continuaba el crecimiento económico a un ritmo sorprendente. (Aunque los datos de los últimos años sean sospechosos).

La mejor explicación del crecimiento durante los Kirchner-Fernández es que:

  • Heredaron un muy buen paquete de políticas de los años anteriores
  • Se beneficiaron de excelentes precios de sus principales exportaciones

Lección: Las malas políticas se puede escapar de las malas consecuencias con mucha suerte [y por algún tiempo].

La siguiente lección:

Las consecuencias de las buenas políticas se encuentran en niveles, no en tasas de crecimiento.

Si liberalizamos las barreras arancelarias y hacemos la economía X por ciento más eficiente, seguirá siendo más eficiente mientras que esa política se mantenga. Puede volverse más eficiente rápidamente o gradualmente, según se adapte la economía.

Si buscas el efecto en el ritmo de crecimiento, te puedes decepcionar. Si aprecias el efecto en el nivel de producción, podrás estar satisfecho.

Mientras continuo con este tema de ideas y sus consecuencias tengo que mencionar que en mi mente hay un paso intermedio entre las ideas y sus consecuencias. Ese paso se refiere a las políticas económicas y alas otras acciones de gobierno. Veamos:

El crecimiento se produce por muchas causas:

El incremento en la cantidad de trabajo

El incremento en la calidad del trabajo

El incremento de la inversión

Por la tasa de retorno de la inversión

Y lo más importante de todo, por reducciones reales de costos, como:

  • Una mayor eficiencia económica
  • Avances tecnológicos
  • Mayor productividad (Productividad Total de Factores – PTF)

Estas fuerzas trabajan separada e individualmente. No sobre toda la economía, pero si pueden trabajar sobre:

  • Un sector
  • Una industria
  • Una empresa productiva
  • Una rama de una empresa

Los efectos de la mayoría de cambios de política, prácticamente se pierden entre las miles de deferentes fuerzas que afectan una economía en un momento determinado.

(…) Los beneficios de una reducción de aranceles vienen del re-direccionamiento de recursos que salen de actividades ineficientes, protegidas por la sustitución de importaciones, hacia exportaciones económicamente eficientes que reflejan las ventajas comparativas de un país.

Una reforma masiva con un efecto importante en las importaciones y exportaciones del país, incrementa la eficiencia económica, pero su beneficio no es inmediato, se da gradualmente, mientras los recursos se expulsan de las actividades protegidas artificialmente y se canalizan hacia actividades de exportación eficientes.

Si una reforma de este tipo, produce un efecto limitado en el crecimiento, puedes estar seguro que otras típicas reformas más pequeñas, tendrán efectos que serán muy difíciles de detectar y separar de las miles de fuerzas que afectan el crecimiento de un país.

Mi última lección:

Cuando trates de medir el efecto de los cambios de política, deja de mirar la tasa de crecimiento, mira, en cambio, las mediciones directas de los efectos de la reforma. Por ejemplo:

  • Para una reducción de un arancel, mide el incremento de la importación de los ítems liberalizados.
  • Para inversiones en educación, mide la tasa de retorno a través de los ingresos marginales de los graduados de la educación secundaria versus losde primaria, o de los graduados de la universidad versus los de la secundaria.
  • Para inversiones en una autopista, mide el ahorro en los tiempos de viaje.

Las historias de crecimiento que mencionamos al principio son incitantes y la gente  tiende a hacer generalizaciones de ellas. Seguir este camino es muy traicionero:

Los cambios de política tienen efectos grandes y visibles, solo cuando se hace un importante paquete de reformas, empezando de una situación inicial, tremendamente distorsionada.

Para mostrarles lo que implico por una situación tremendamente distorsionada, recordemos la que tenía Chile a principios de 1973:

  • 13 tipos de cambio distintos, desde 25 Escudos a 1,325 Escudos por dólar.
  • Control de precios sobre 3,000 productos.
  • Mercados negros para la mayoría de ellos.
  • Los precios de los mercados negros eran 5, 6, y 7 veces los de los precios oficiales.

Con semejante punto de partida y con muchas buenas reformas aplicadas al mismo tiempo, uno podía esperar una acumulación de beneficios suficientemente grande como para producir resultados medibles y notorios sobre el crecimiento.

En la mayoría de los casos, sin embargo, las reformas que se aplican son mucho más pequeñas que las de Chile. Sus beneficios deben pensarse como cambios en el nivel de la eficiencia económica, y deben ser valorados y apreciados como tales.

Si en estos casos, usted pretende encontrar grandes resultados, se decepcionará en la mayoría de las veces.

Mi invocación es que busquen resultados realistas como producto de las buenas reformas políticas. Cuando lo hagan así, examinando en detalle los efectos de políticas individuales, podrán confirmar las lecciones del buen manejo económico.




Viviremos peligrosamente

Viviremos peligrosamente

Por Carlos Alberto Montaner. Periodista y escritor cubano

(El Comercio, 04 de Enero de 2015)

El 2015 será un año extremadamente inestable en el Mediterráneo, pero la onda expansiva alcanzará a todo el planeta. La globalización también es eso.

La sacudida comenzará en Grecia con la probable elección del partido Syriza. La palabra es un acrónimo en griego que puede traducirse como Coalición de la Izquierda Radical. 

Y bien que lo es. Se trata de una amalgama antisistema, dominada por los marxistas, presidida por Alexis Tsipras, ingeniero de 40 años, líder estudiantil comunista en su juventud.

En Syriza se juntan estalinistas nostálgicos, trotskistas, anarquistas, anticapitalistas, antiglobalizadores, verdes que odian los transgénicos, antiamericanos, eurófobos, antieuros, y, por supuesto, propalestinos-anti Israel.

Esta montonera comenzó a gestarse hace unos años en las protestas contra las reuniones internacionales del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial.

Los participantes acamparon en diversas plazas emblemáticas, desde Wall Street en NY hasta la madrileña Puerta del Sol, o se pelearon a pedradas contra las fuerzas del orden en media docena de ciudades, y hasta contaron con un manifiesto elemental, ¡Indignaos!

El programa de Syriza es perfecto para cautivar a un porcentaje elevado de los electores y, simultáneamente, hundir aun más al país. Le habla a una sociedad que tiene un 28% de desempleados y una deuda exterior del 200% de su PBI. Le propone a los votantes salir de la crisis con más Estado –aunque ya le entregan al sector público el 44% de toda la riqueza que se produce–,  gastando más y manteniendo el mítico “estado de bienestar”, con servicios buenos y “gratis” para todos.

Tsipras habla de derechos y no de responsabilidades. Rechaza la austeridad de la señora Merkel, tan ridículamente preocupada por el dinero que le entregan los laboriosos alemanes para que lo custodie, y la insolencia de los bancos y tenedores de bonos que pretenden cobrar los intereses pactados o los que se derivan del creciente riesgo-país.

Naturalmente, Tsipras combate la corrupción de los políticos y empresarios, que es mucha, pero no menciona la del “pueblo”, que defrauda a la Hacienda, simula enfermedades para recibir pensiones –es el país desarrollado con más “ciegos legales” del planeta–, cobra empleos en los que no trabaja, cuenta con centenares de profesionales sufridos, que pueden jubilarse a los 50 o 55 años con un 96% del salario, y, pese a tener un desastroso sistema público de enseñanza, posee cuatro veces más profesores per cápita que Finlandia, el país que mejor transmite los conocimientos, de acuerdo con las pruebas PISA.

El predecible triunfo de Syriza posiblemente impulse el de “Podemos” en España, una formación similar, dirigida por el joven profesor comunista-chavista Pablo Iglesias, con el agravante de que este viene de contribuir decisiva y alegremente a la destrucción de Venezuela, mediante diversos tipos de asesorías dados por una fundación afín a su grupo.

Iglesias y Tsipras, además de la ideología comunista, comparten un dato biográfico elocuente. Ambos han vivido siempre dentro del ámbito público, subsidiados o becados por el conjunto de los ciudadanos por medio de impuestos.

Quizás ello explica que ninguno de los dos advierta que los problemas de España y Grecia no derivan del mercado o de la distribución de ingresos, sino de la debilidad del tejido productivo. Ambos países, por cierto, exhiben un bajo coeficiente GINI (32 y 34,3 respectivamente. Mejores que Canadá y Nueva Zelanda).

Lo que España y Grecia necesitan es más capitalismo, pero del bueno, el que se funda en la competencia y la meritocracia y no en el compadreo y la coima. Requieren muchas más empresas exitosas y competitivas en la esfera privada, porque ya sabemos a qué círculo del infierno nos conducen las empresas públicas. Lo que también necesitan, son estados eficientes y honrados que ahorren y administren escrupulosa y transparentemente el dinero de los contribuyentes.

Ninguna persona sensata tiene nada en contra del estado de bienestar, siempre que la sociedad que lo disfruta lo haya elegido democráticamente y trabaje para costearlo. Como hacen, por ejemplo, los daneses o los austriacos.

Lo que resulta un disparate injustificable –la frase es de Ricardo López Murphy con relación a Argentina, tan parecida a Grecia y España–, es “trabajar como en Sicilia y querer vivir como en Suecia, pero culpando a Estados Unidos o a Alemania cuando, lógicamente, no se consigue”.




Otra Norma Contra-Propósito

Otra Norma Contra-Propósito

Esta semana se reanudará en el Congreso la discusión del proyecto de ley Nº 2102/2012-CR, que propone la creación de un organismo regulador de precios de medicamentos. Indecopi ha presentado objeciones al respecto, pero estas parecen no haber sido suficientes para convencer al Congreso. La propuesta, que “busca poner  los medicamentos al alcance de todos los ciudadanos”, muestra un total desconocimiento de los fundamentos más básicos de la teoría económica y tendría el efecto contrario, como lo hemos explicado antes en el artículo Normas Contra-Propósito.

Uno de los argumentos expuestos en el proyecto de ley a favor de un organismo que controle los precios de los medicamentos es que “existe un oligopolio encubierto por los grandes laboratorios farmacéuticos que fijan el precio de venta”. Argumento errado de por sí pues este tipo de prácticas se encuentran reservadas para los monopolios naturales (servicios públicos).Más aún, como señala Augusto Rey, presidente de ALAFARPE (Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos), a la fecha no existe ninguna prueba que sustente tal afirmación. La Comisión de Libre Competencia del INDECOPI concluyó en enero del año en curso una investigación orientada al mercado de productos oncológicos, señalando que no existían indicios que sugirieran la existencia de prácticas colusorias que afectarán el precio de medicamentos.

El proyecto tampoco toma en cuenta que un paciente no puede cambiar libremente un medicamento por otro. Por ejemplo, un paciente a quien se le ha recetado ácido valproico para tratar un desorden bipolar no puede sustituirlo por paracetamol (distribuido por GlaxoSmithKline bajo el nombre Panadol). Sucede que en el mercado de medicamentos existe un concepto que quienes proponen esta ley parecen no conocer: la patente. La idea detrás de las patentes es otorgaral laboratorio que desarrolla el medicamento un monopolio temporal para su comercialización. Dado que los laboratorios de investigación necesitan realizar grandes inversiones para desarrollar una nueva molécula que dé origen a un nuevo fármaco, es necesario que luego perciba ingresos que le permitan recuperar la inversión del producto exitoso, pero también de los que no lo fueron. De lo contrario: ¿por qué alguien invertiría en un negocio en el cuál sabe que va a perder dinero?

Por un lado, entonces, una entidad reguladora que controle los precios de los medicamentos terminaría impidiendo el acceso a fármacos de última generación. Por el otro, resulta redundante para medicamentos de uso terapéutico pues existe amplia competencia, lo que ha tenido como consecuencia una caída constante en los precios de adquisición para la seguridad social y el MINSA.

Si no hay incentivos para entrar al mercado, los medicamentos más recientes simplemente dejarían de comercializarse. Como sucedió durante el tiempo en que hubo control de precios en el Perú, quedarían en el mercado solamente los medicamentos de bajo costo y mala calidad, o aquellos que maneje el mercado negro, excluyéndose los medicamentos de última generación y de buena calidad, tal como declaró anteriormente para Lampadia Carlos Adrianzén, decano de la Facultad de Economía de la UPC (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas). Esta norma terminaría por afectar más a los pobres, que no pueden traerlo por Courier o en sus maletas, como una familia acomodada.

Durante el control de precios se generó un éxodo de laboratorios que recalaron en Colombia y Chile, y el desabastecimiento de los fármacos de última generación. Mientras tanto, los programas del gobierno de turno no hacían sino apelar al precio más bajo posible sin considerar la calidad, plantea Rey. ¿Por qué no contar en el Perú con productos innovadores, además de medicinas genéricas de calidad, compartiendo un mercado público y privado que promueva la competencia? De lo contrario se estaría condenando a los pacientes que necesitan estos medicamentos a no poder acceder a los tratamientos adecuados.