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¿Las cuarentenas son más buenas que malas?

¿Las cuarentenas son más buenas que malas?

Interesante debate producido en El Mercurio de Chile a raíz de una publicación de Axel Kaiser sobre la inconveniencia de las cuarentenas.

Kaiser y muchos estudios internacionales abogan más bien por promover políticas de protección focalizadas.

Algo que hemos reclamado en el Perú, donde se hace más importante, dado el volumen de gente que vive de su trabajo diario y no tiene condiciones mínimas para mantener un encierro.

Hay que hacer pruebas moleculares masivas, decenas de miles por día, cercar al virus y ayudar a los afectados directamente. Por supuesto con el apoyo de la sociedad civil, de los empresarios y de las iglesias.

En todo caso, lo más urgente ahora, es comprar todas las vacunas que se pueda. Como dice Antonio Pratto, miembro del ‘Comando Vacuna’, hay que convocar expertos en negociaciones internacionales del sector privado y visitar a todos los laboratorios que producen vacunas de calidad, para comprar todo lo que se pueda, aunque sea en lotes pequeños.

Basta de encierros inútiles con los cuales el gobierno deja de hacer lo importante y urgente.

Debate de cartas: Axel Kaiser vs cuarentenas

Fundación para el Progreso – Chile
15.03.2021

El pasado jueves 11 de marzo, Axel Kaiser, Presidente del Directorio FPP, publicó una carta en El Mercurio llamada “Irracionalidad: la otra pandemia” respondiendo a un lector llamado Kurt Reichard su carta llamada “Burocracia: la otra pandemia”. Luego de eso, una seguidilla de respuestas a Kaiser, generaron debate sobre qué tanta evidencia existe en torno a que las cuarentenas tengan un beneficio mayor en la salud de las personas del mal que provocan.

¿Las cuarentenas son más buenas que malas? Lee aquí el interesante debate de cartas al Director del Diario El Mercurio:

Kurt Reichard B: “Burocracia: la otra pandemia”

Publicada en El mercurio, 10.03.2021

El marzo del año pasado (2020), mi señora fue internada por coronavirus. Mientras permanecía en la clínica, la Seremi fue a controlarla en nuestro domicilio, donde obviamente no estaba.

Procedió entonces a cursas una infracción por no encontrarse cumpliendo la cuarentena en su domicilio. Por supuesto, oportunamente respondí la citación, informando que ella estaba internada en una clínica; ergo, junto con luchar por su vida, cumplía la cuarentena. Esto lo expliqué también a la PDI.

Pues bien, la semana pasada, 11 meses después de los hechos, me llega una sentencia del sumario sanitario, firmada por doña Daniela Zavando, Seremi Minsal de la RM, condenando a mi señora a pagar 50 UTM (algo más de 2,5 millones) por no respetar la cuarentena. En dicha resolución rechazan los descargos, porque dicen que no acredité representación de mi señora, quien, postrada en cama, no tuvo la diligencia de defenderse ella ni de concurrir a una notaría a darme poder.

En un último y delicado detalle, dan cinco días para apelar, los que vencieron hace 11 meses, ¡plop!

tengo 70 años y estaba agradecido del Gobierno por haberme vacunado. Me duró 5 días el agradecimiento.

Axel Kaiser: “Irracionalidad: la otra pandemia”

Publicada el El Mercurio, 11.03.2021

Señor Director:

La carta del lector Kurt Reichard, el día de ayer, viene a confirmar lo que ha sido el común denominador de buena parte de la política para combatir la pandemia: la irracionalidad. Hasta hoy no contamos con evidencia concluyente que demuestre que las cuarentenas cumplieron su propósito de disminuir el total de muertes y contagios, ni de que las barreras sanitarias regionales hayan conseguido su propósito. No contamos con evidencia de que el costo en términos de salud pública creado por la histeria mediática y estas políticas sea menor que el beneficio. Es más, la evidencia indica que será mayor y el mejor ejemplo es el daño gigantesco que se ha hecho a los niños con el cierre de escuelas, en circunstancias de que hace tiempo sabemos que estas no son focos de contagio. A ello se suma la destrucción de nuestras libertades, al punto de que ancianos y familias completas fueron puestos en calabozos por caminar al aire libre sin riesgo alguno de contagio cuando había cuarentena.

Otro ejemplo es la cuarentena obligatoria para quienes ingresan a Chile a pesar de contar con PCR negativo. Esto no solo es cuestionable porque en Chile todos los días entran cientos de personas ilegales sin control sanitario alguno, sino porque estudios señalan que la probabilidad de contagiarse en un avión es de uno en 4.300 o uno en 7.700 si no hay nadie en el asiento contiguo. Así las cosas, el problema no es solo la burocracia, sino la irracionalidad con que se ha enfrentado esta crisis, virus que por cierto ha infectado también el tratamiento de diversos temas de la vida colectiva y contra el que parece no haber vacuna posible.

.Pedro Gazmuri Schleyer: “Bien común”

Publicada en El Mercurio, 12.03.2021

Señor Director:

En su edición de ayer, se publica una carta del señor Axel Kaiser en que afirma que no existe evidencia concluyente que demuestre que las cuarentenas cumplieron su propósito de disminuir el total de muertes y contagios, ni de que las barreras sanitarias regionales hayan conseguido su propósito. Ambas afirmaciones son falsas; existe ya abundante información que demuestra que ambas medidas tuvieron un efecto positivo en disminuir los contagios y las muertes.

En esa carta del señor Kaiser, como en otras de su autoría, prima al parecer el sesgo ideológico de establecer la libertad como un bien absoluto; hay un bien superior, que es el bien común, en particular la salud y la vida de los chilenos, especialmente de los más desposeídos, que han sido las víctimas prioritarias de esta pandemia.

Axel Kaiser: “Efecto de cuarentenas”

Publicada en El Mercurio, 13.03.2021

Señor Director:

En carta de ayer, un lector refuta mi afirmación de que no contamos con evidencia concluyente sobre que las cuarentenas y barreras sanitarias han reducido significativamente muertes y contagios en el país.

Lamentablemente, el lector, que de paso descalifica la libertad personal como ‘pura ideología’, no cita los estudios que avalan su postura, limitándose a expresiones que nos informan más sobre su estado de ánimo -seguramente afectado por las cuarentenas- que sobre la realidad. Pero estamos aquí para ayudarle. En diciembre de 2020 el American Institute for Economic Research compiló una lista de 24 estudios realizados por diversos expertos en distintos países concluyendo que las cuarentenas no servían al propósito que se planteaban. Puede consultarlos en la web de la institución. Este mes, la revista Nature y la OMS han publicado un nuevo estudio, realizado en 87 regiones del mundo, en el que señalan: ‘En conclusión, usando esta metodología y los datos actuales, en 98% de las comparaciones usando 87 regiones diferentes del mundo no encontramos evidencia de que el número de muertes / millón se reduzca al quedarse en casa’.

Otros estudios obtienen resultados similares, aunque hay una discusión en esta materia. En todo caso, la evidencia más relevante a la que me referí en mi primera carta y que es la decisiva a la hora de evaluar las medidas adoptadas es aquella que indique que, ponderando diversos factores, el costo total de todas las políticas de cuarentena fue menor que el beneficio. En el ambiente de irracionalidad imperante hoy -de la que la carta del lector es fiel reflejo- no sorprendería que demandar esa evidencia se considere una expectativa ‘puramente ideológica’.

Ivan Marinovic V: “Efecto de cuarentenas I”

Publicada en El Mercurio, 14.03.2021

Señor Director:

Pedro Gazmuri dice poseer evidencia que justifica las medidas tomadas por el gobierno chileno para evitar los contagios y reducir el número de muertes. Su evidencia sería tan incontrovertible que incluso le daría derecho a calificar las opiniones de Axel Kaiser como ‘pura ideología’ (menos mal no lo llamó fascista).

Vivo en California y acá nunca nos han prohibido salir a tomar aire libre, hacer deporte, o pasear con nuestros niños. ¿Podría Gazmuri revelar la evidencia que indique que esto fue un error de política?

Me parece triste la falta de aprecio por la libertad que parece dominar a muchos chilenos.

Pedro Gazmuri Schleyer: “Efecto de cuarentenas II”

Publicada en El Mercurio, 14.03.2021

Señor Director:

Axel Kaiser contesta una carta mía en la que refuto su afirmación de que las cuarentenas y cordones sanitarios no han tenido ningún efecto sobre la pandemia de covid-19 en Chile. Cita dos estudios: uno del American Institute for Economic Research y otro publicado en la revista Nature. El mencionado instituto es una reconocida organización empresarial dedicada al lobby para favorecer los intereses del comercio norteamericano; si uno revisa sus documentos, hay un propósito evidente de detener cualquier medida que afecte la actividad económica.

El artículo de la revista Nature aparece con una nota explícita de los editores, indicando que hay científicos renombrados que están refutando la información contenida en dicho artículo. Además, hay otros artículos de Nature, que no están siendo cuestionados por nadie, que contienen abundante información a favor de las cuarentenas.

Puedo agregar además información, a nivel internacional y nacional, que argumenta en sentido contrario de lo mencionado por Axel Kaiser:

– Un estudio internacional de Barbara Nussbaumer et al (2020) contiene el análisis de 29 estudios, en el que sí se demuestra el efecto de reducción de los contagios de las cuarentenas.

– Un estudio de los investigadores Dandekar y Barbastathis, de MIT, que llega a la misma conclusión.

– A nivel nacional, el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile ha desarrollado abundantes estudios cuantitativos que demuestran que las cuarentenas tienen el efecto deseado.

– El profesor Jorge Marshall, experto en estadística aplicada de la PUC, ha publicado un artículo en que hace un análisis empírico de la evolución de la pandemia en 10 comunas diversas de la Región Metropolitana, en que también demuestra lo mismo.

Sería bueno que el señor Kaiser se acercara a dialogar con los expertos del Centro de Modelamiento Matemático de la U. de Chile, o de Espacio Público, liderado por el profesor Eduardo Engel, o de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, o del Colegio Médico, o de la Sociedad Nacional de Epidemiología; todos grupos de expertos que han ofrecido argumentos de sobra para recomendar la cuarentena.

En cualquier caso, nuestra discusión se zanjará en pocas semanas, al ver los resultados de estas cuarentenas sobre el número de contagiados.

Axel Kaiser: “Efecto de cuarentenas”

Publicada en El Mercurio, 15.03.2021

Señor Director:

Aunque es un avance que el lector Pedro Gazmuri cite estudios, ninguno de ellos permite afirmar lo que él cree, a saber, que el beneficio de las cuarentenas en términos de salud pública —muertos y patologías— es mayor que el costo. Mucho menos que son preferibles considerando además el daño económico y social que producen. Ni siquiera permiten concluir que las cuarentenas han sido más efectivas en reducir muertes por covid que lo que habría sido una alternativa de protección focalizada sin cuarentena.

Pero, además, el lector no leyó bien mi carta anterior. Si lo hubiera hecho, sabría que no cité dos estudios que refutan las cuarentenas, como afirmó, sino 25. Ninguno de ellos fue realizado por el American Institute for Economic Research, como sostuvo descalificando de paso a la institución de manera falaz. Lo que hizo el AIER fue compilar 24 estudios elaborados en diversos países del mundo por expertos independientes. En cuanto al estudio de Nature, la nota del editor solo señala que hay una discusión sobre sus conclusiones, algo esperable, que no lo invalida y que yo mismo mencioné en mi carta anterior.

El lector puede consultar además los trabajos de Jay Bhattacharya (Stanford), John Ioannidis (Stanford), del premio Nobel y biofísico Michael Levitt, las publicaciones de Martin Kulldorff (Harvard), Sunepta Gupta (Oxford) y la Great Barrington Declaration, firmada por 13.732 académicos y científicos del rubro médico de todo el mundo, además de 41.637 profesionales de la salud, todos rechazando las cuarentenas y promoviendo políticas de protección focalizada. También puede revisar un estudio de Galetovic y Núñez publicado por el CEP en noviembre del año pasado, que concluye que ‘no hay evidencia de que sea necesario cerrar la economía’ para controlar la enfermedad agregando que, en cambio, ‘hay evidencia abrumadora de que se debe proteger a las personas mayores de 65 años y aquellos que padecen de ciertas enfermedades’. El mismo estudio concluye que ‘mantener medidas estrictas de confinamiento no parece sostenible ni necesario’.

Por último, la discusión no se zanjará viendo la evolución de la pandemia en las semanas que vienen. Dado que el virus no tiene crecimiento exponencial ininterrumpido, sino ciclos, haya o no cuarentena, la tasa de contagios tenderá a caer luego de alcanzar su máximo. El lector podrá creer que eso avala las cuarentenas, pero, una vez más, estará equivocado.




Perú y la vacuna COVID 19

Perú y la vacuna COVID 19

CONTROL FINAL DE LA HUMANIDAD SOBRE EL VIRUS Sars-Cov-2

Dr. Ing. Raúl Delgado Sayán
Comando Vacuna
Para Lampadia

El lector comprenderá el inmenso grado de frustración que tanto los miembros del Comando Vacuna como el País entero estamos sintiendo con los recientes acontecimientos; pero ello no va a ser tratado en el presente artículo, porque esa tarea corresponde a otras instancias.  Lo más importante es reconocer que ahora la tarea transcendente de primerísima prioridad es que la gran mayoría de Peruanos que deseen libremente vacunarse, lo puedan realizar lo más pronto posible y antes de que culmine el año y que tengamos ya la suficiente cantidad de vacunas y la logística  para que, con el esfuerzo conjunto público y privado,  se puedan colocar alrededor de 120,000 a 150,000 dosis diarias, lo cual permitiría trabajando intensivamente 24/7, vacunar a 26 millones de personas en los próximos 12 meses. Ese es el gran reto que nos corresponde realizar.

EL PASADO Y EL COMANDO VACUNA. Oportunidades perdidas.

Muchos peruanos han estado confundidos con lo que es el Comando Vacuna. Algunos pensaron que era una extensión del Comando Covid 19 creado por el Estado o que tenían el encargo del Gobierno de negociar y traer la vacuna al país. Nada más lejos de la realidad. Comando Vacuna son 4 ciudadanos peruanos, privados, independientes (ahora 3), totalmente separados del Estado; inmovilizados en sus domicilios en cuarentena y trabajando virtualmente por ser todos adultos bastante mayores, que aspiramos a ser una voz de la Sociedad Civil en el empeño de propiciar la temprana disponibilidad de vacunas que debía adquirir el Estado Peruano para beneficio de nuestros conciudadanos.  Se juntaron en junio de 2020 a raíz de los siguientes artículos de autoría del suscrito y publicados por Lampadia: (a quien le interese puede encontrarlos en la web).

  1. Como superar el déficit de Infraestructura hospitalaria. La rápida adquisición de la vacuna COVID 19, 19 de mayo de 2020
  2. Vacunación COVID 19.  El mundo ya tiene fecha: Setiembre 2020. Y en el Perú (¿?). Publicado el 03 de junio de 2020.

El objetivo fundamental fue informar a la población en general de manera sencilla a través de entrevistas en medios de comunicación escritos y televisados sobre este complejo tema de las vacunas, esperando tener acogida a través de esta difusión y generar una actitud más proactiva hacia las vacunas, que es en definitiva el arma principal de la humanidad para vencer y controlar finalmente al virus. El lector recordará que en aquella época escuchábamos desde nuestro encierro en conferencias de prensa de mediodía, las cifras diarias crecientes de infecciones y fallecimientos de nuestros compatriotas que nos sobrecogían y no se avizoraba la más ligera señal de vislumbrar luz al final del túnel. Nos propusimos:

  1. Lograr colocar en la agenda nacional el tema de las vacunas del cuál no se hablaba
  2. Informar a toda la ciudadanía sobre cómo había evolucionado la ciencia en la investigación y desarrollo de las vacunas a través de la unión de: la Medicina; la Biología molecular; la Bioquímica; la Genética y todas ellas con la Ingeniería Biomédica, de manera que hoy en día las vacunas no se descubren como antes , lo cual demoraba años, sino que gracias a la Ingeniería Biomédica las vacunas ahora se diseñan para lograr los resultados deseados y para ello existen 4 grandes plataformas de diseño, algunas más clásicas y otras de más avanzadas, como las de proteínas virales dentro de nano partículas o las más conocidas como genéticas de ARNm que no utilizan virus inactivados ni adenovirus modificados en vectores virales.
  3. Que al revés de las vacunas antiguas que demoraban años en descubrirse y que la mayoría de ellas no eran exitosas, en este caso la ciencia iba a lograr que todo fuera distinto y que antes de terminar el año de identificado el genoma del virus, hacia diciembre 2020 ya tendríamos alrededor de 3 a 4 vacunas con uso de emergencia autorizado para administrase de manera masiva a la población del mundo puesto que ya antes había sido declarado como Pandemia. En efecto la primera inoculación de fase clínica en humanos ocurrió el 23 de abril de 2020   en el Reino Unido.
  4. Instar a las autoridades del Perú para que al igual de lo que estaban haciendo otros países del mundo y dado que la demanda iba a exceder en varias veces la capacidad de fabricación para producir vacunas en Pandemia, entren pronto en acuerdos bilaterales con los laboratorios de avanzada para cerrar contratos de adquisición de vacunas, aunque fuera a riesgo de bien futuro , para estar dentro de los primeros países a ser suministrados de vacunas hacia finales de año 2020, tan pronto estas vacunas obtuvieran las respectivas autorizaciones.
  5. Que dadas las circunstancias antes descritas y siendo nuestro país de cifras de población mundial promedio, el Perú estableciera un portafolio de 4 a 5 vacunas a ser adquiridas de distintas plataformas, para no depender de solo una de ellas,  privilegiando de ser posible las de diseño más avanzado como las de ARNm; ello porque como veremos más adelante, eran las que tenían más posibilidades de lograr mayor eficiencia y por sus características no virales sino genéticas de laboratorio, eran más rápido y fácilmente adaptables a variantes y mutaciones futuras del virus.

Como la ciudadanía puede dar fe de ello, agradecemos sinceramente a los distintos medios de prensa escrita y televisiva que con mucha amabilidad nos abrieron sus puertas con innumerables entrevistas y a la ciudadanía por el cariño y credibilidad que nos otorgaron. Sin embargo, lamentamos que nuestro mensaje no fue acogido por quienes tenían que tomar las decisiones por el lado del Gobierno. En algunas ocasiones fuimos tildados hasta de irresponsables por darles falsas esperanzas a la población lo cual – según ellos- iba a motivar que se confiaran y no se protegieran porque pensaban que ya venían las vacunas y así a las demandas de la ciudadanía y medios en general, que siempre pedían más transparencia en la información, las autoridades de ese entonces les replicaban: “estamos negociando”; “no podemos dar detalles por confidencialidad”; “garantizamos estar en primera fila”; “ya  hemos suscrito contrato con COVAX Facility”, que es esta última, el mecanismo multilateral que desde siempre se sabía que la mayoría de esas vacunas iban a venir hacia el 4 trimestre de 2021. Incluso para ese entonces era el único contrato que se había suscrito y efectuado pagos, situación que se mantuvo así hasta el cambio de Gobierno. En ese entonces aún no se había suscrito el Contrato con Sinopharm.

Más aún como es de conocimiento de la ciudadanía, el convenio aprobado en setiembre con Pfizer por 9.9 millones de dosis no se llegó a firmar por temas, que como se vio después eran perfectamente superables y como antes ya lo habían hecho otros países de la Región y en esa misma época se desechó, por declaraciones públicas de la titular del Minsa, expresando que el Perú no iba a suscribir contrato con Astra Zeneca Oxford por “falta de información” ; con lo cual se dejó de lado una oferta que existía de alrededor de 30 millones de dosis. En ambos casos esas dosis, que debimos obtenerlas para el primer semestre 2021 fueron direccionadas a otros países.

EL PRESENTE: Bajo la actual Administración.

Por declaraciones del Presidente Ing. Francisco Sagasti, con el cambio de Gobierno solo se encontró firmado el Contrato con Covax Facility. Se suscribió un denominado Convenio Marco con Sinopharm de China (virus inactivado) por 48 millones de dosis, pero del cual a firme solo se ha contratado a la fecha, según se conoce, un primer envío ya recibido de 1 millón de dosis para iniciar la fase 1 de vacunación y que podrán firmarse otros para envíos de cantidades aun inciertas los siguientes meses. Se procedió felizmente a firmar los contratos con Pfizer por 20 millones de dosis (el doble de lo anterior que se dejó de lado) y con Astra Zeneca por 14 millones de dosis. Estos últimos en su mayoría vendrían el segundo semestre de 2021, aunque el Gobierno informa que están en conversaciones para ver si se puede lograr un adelanto de estas vacunas para el segundo trimestre. Una muy pequeña cantidad de ambas vacunas recibiríamos como parte de una primera entrega de COVAX Facility en marzo y abril del 2021. Asimismo se ha anunciado estar en negociaciones (aún no suscritas) con Johnson and Johnson (vector viral) por 5 millones de dosis (importante porque es la única vacuna de 1 dosis) de las cuales 2 millones llegarían el 2 trimestre;  y de las que a continuación nombramos, que aún no se conocen  cifras totales aproximadas ni cronogramas de entregas; Gamaleya (Sputnik V); Curevac-Bayer, Novavax, Moderna.   

Lo más crítico por razones que explicaremos más adelante son las vacunas que podemos recibir el primer y segundo trimestre de 2021. Para el 1erTrimestre, si se suscriben lo prometido por Sinopharm, llegaríamos el 1er trimestre a 3.0 millones (1.35 millones de personas) y el 2º Trimestre a 9.5 millones de dosis (5.5 millones de personas debido a incluir J&J que es 1 dosis). Este cálculo no considera entregas de Sinopharm el 2º trimestre porque no han sido anunciadas, pero si entregas importantes de J&J y Novavax ambas que aún no se han suscrito.

En Conclusión para el tiempo presente y con el afán de dejar sentadas las bases para contar con las vacunas que permitan superar esta tragedia de la Pandemia y regresar a todas las actividades con ejecución normal para preservar salud y vida de la población, así como el desarrollo económico y social del Perú, es imprescindible que el Gobierno se concentre en garantizar el suministro de vacunas, con cronograma mensual razonablemente cierto de llegadas al país, para que durante todo el año 2021 lleguemos a vacunar entre el 75% a 80% de la población, que estimamos sea el total de personas que desee libremente vacunarse y que el Plan de Vacunación sea ya entregado y en marcha a las nuevas autoridades que resulten elegidas en los comicios del 11 de abril. Ojalá los esfuerzos en esta primera mitad sean tan vigorosos que permitan a nuestra ciudadanía celebrar el Bicentenario como rezan las primeras palabras de nuestro himno patrio: “Somos libres seámoslo siempre” …libres del virus por cierto y del encierro al que estamos siendo sometidos.

EL FUTURO Y LA DERROTA DEFINITIVA DE LA PANDEMIA

No cabe la menor duda que todo evento aciago como el de la presente Pandemia deja lecciones aprendidas para que desde un punto de vista positivo la humanidad haya desarrollado y puesto en funcionamiento las herramientas más avanzadas que la ciencia le otorga para no solo derrotar esta Pandemia, sino estar preparado para las siguientes que puedan venir en el futuro. No me queda la menor duda que el final de la lucha para llegar al control del Covid 19 (Sars-Cov-2) está muy cerca. Este es un virus muy sofisticado, con su propio sistema de control de calidad en su reproducción tan exigente, que promueve la generación de variantes y nuevas cepas en los infectados, que bajan eficiencia en las vacunas, pero que las vacunas de plataforma avanzada están en mejores condiciones de ampliar su espectro respuesta muy rápidamente modificando las secuencias del código y los aminoácidos que contienen los mensajes genéticos de laboratorio y su nuevo reforzamiento de ser el caso.

Asimismo, en la medida en que la mayoría de la población esté vacunada, aún las nuevas variantes y cepas se van a encontrar con organismos mejor preparados y con grado de inmunidad suficientes para muy probablemente no desarrollar enfermedades severas.

El objetivo de los países ahora no debe ser sentarse a esperar para que le llegue la mejor vacuna. Nada más cierto ahora que el dicho: “La espera desespera” y más aún ahora cuando se produce con enormes costos de vidas. Debemos para este momento buscar vacunas seguras (todas lo son en diferentes medidas), que comience a generar pronta inmunidad en la mayoría de nuestra población. No es tarea fácil y ahora aún más complicada por el tiempo que hemos perdido. En la actualidad hay una demanda mundial total comprometidas de 12,848 millones de dosis y una capacidad estimada de producción, incluyendo ampliaciones, que debe oscilar entre 10,000 a 11,000 millones de dosis anuales y tanto es así que vemos que los laboratorios ya están incumpliendo compromisos adquiridos con países y economías del primer mundo que comprometieron y pagaron dosis mucho antes que el Perú.

En cuanto a las vacunas en si veamos en qué situación se encuentran las principales:

A la fecha están en fase pre clínica 181 proyectos de vacunas. Hay en fase clínica 67 vacunas entre fases 1,2 y 3 (casi con similares cantidades en cada fase) y solo 4 aprobadas para su uso (Pfizer; Moderna y las 2 chinas Sinopharm (Pekín) y Sinovac). Sin embargo, hay otras vacunas ya autorizadas para su uso temprano o limitado donde se encuentran: Astra Zeneca; Gamaleya; CansinoBio.

Ciertamente dentro de las que están en fase III (3) y que aún no tienen aprobación pero que la tendrán próximamente están las de; Johnson and Johnson ( vector viral con resultados bastante buenos en las pruebas por ser de una sola dosis y muy eficientes para prevenir enfermedad severa); Curevac Bayer (Alemania) que es ARNm (Estas dos últimas debían interesar mucho al Perú ya que una de ellas , la de Johnson es una dosis y logrará autorización a mediados de marzo y la Curevac, que está haciendo fase III en Perú (35,000 a nivel mundial de las cuales 6,000 son en Perú) y que probablemente entre abril y mayo podría estar solicitando autorización a nivel mundial.

Todo parece indicar que muchas de las 25 que están ahora en fase II (salvo las que estén vinculadas a laboratorios muy potentes como la de SANOFI GSK), se pueden quedar allí. Por lo menos esto ocurrirá hasta que encuentren alguna autorización de que puedan hacer pruebas con menos voluntarios y a su vez correlacionar con datos de otras vacunas y ensayos propios sobre el nivel de anticuerpos necesarios para garantizar inmunidad. El problema actual es la dificultad de encontrar voluntarios cuando ya hay gran cantidad de vacunas en circulación a nivel mundial, con lo cual se pierde el incentivo de los voluntarios por tener ya disponibles vacunas a las cuales puede llegar con certeza y a la gran cantidad de población que va a estar inmunizada y con defensas muy altas a finales del 2021, lo cual va a bajar el nivel de contagios considerablemente. Cuando esto se produzca la guerra con este virus –reitero- va a estar bajo control y probablemente tenderá a desaparecer y aún por más que mute sus efectos serán cada vez menores. Así será como la humanidad los controlará.

Si bien he ilustrado como ocurrirá finalmente el triunfo de la humanidad frente a esta guerra contra el Sars-Cov-2, en la presente batalla el Perú ya no debe esperar a tener la mejor vacuna disponible sino aquella que más pronto nos permita lograr una importante inmunidad inducida y para ello lo mejor es obtener la que más rápido podamos adquirir sin ninguna duda. Ya habrá tiempo más adelante de ser más selectivos para que en las futuras dosis y refuerzos migrar hacia mejores plataformas de vacunas, que permitan en los años venideros tener una cobertura más amplia y flexible hacia nuevas variantes y cepas o hasta para nuevos virus de esta familia.

Para ello es recomendable que en esta primera ronda de vacunación y conforme lo realizan los países más avanzados, garanticemos en este año tener disponible un stock de vacunas por encima de 35% a 40% de la población, objetivo debido a que es muy probable que ya existan en unos meses más: la autorización para niños y adolescentes; compatriotas que hoy manifiestan que no se vacunarían pero que cambiarán de opinión y la eventualidad de necesitar un refuerzo antes de fin de año, en el caso que baje el grado de inmunidad de aquellos que han recibido las dosis de la vacuna de virus inactivado en los meses de: febrero, marzo y abril, ofreciéndoles la posibilidad de migrar hacia vacunas de plataforma de diseño más avanzadas. El mercado de vacunas disponibles va a estar muy congestionado durante todo el año 2021 y la primera parte del 2022.

Esta aciaga experiencia ha permitido que la ciencia, la Medicina; la Biología Molecular; la Bioquímica; La Genética y la Ingeniería Biomédica, actuando en conjunto estén mucho más preparadas para el futuro. Ojalá nuestras autoridades tomen conocimiento y conciencia de ello y los nuevos candidatos no solo ofrezcan que van a luchar contra la Pandemia, sino que también se ilustren con estos conceptos de cómo será esta derrota y control del virus y eviten cometer los errores incurridos en el pasado. Luchar y derrotar este enemigo es tarea de todos. El camino está ya trazado. Lampadia




Vacunas para el Perú: ¿Dónde estamos?

Vacunas para el Perú: ¿Dónde estamos?

En Lampadia consideramos de interés público compartir con nuestros lectores la información sobre el desarrollo de las vacunas contra el covid-19 y la posición del Perú en la carrera por ponerlas a disposición de nuestra población, según las presentaciones de dos miembros del llamado ‘COMANDO VACUNA’.

Para ello reproducimos las ‘reflexiones con José Pardo’ que presenta a dos miembros del Comando Vacunas, CARLOS NEUHAUS y JAIME REUSCHE SR. quienes dan información sobre el estado de las diferentes opciones de vacunas que tenemos actualmente.

Fases de desarrollo de las vacunas:

Las opciones en el desarrollo:

Ver la presentación:




Gastemos mucho más en las vacunas

Gastemos mucho más en las vacunas

En contra de lo que debiera ser la prioridad en materia de gasto público a nivel mundial en plena pandemia – la búsqueda y compra masiva de una vacuna contra el covid 19 – sigue estando fuertemente relegado frente a otros esfuerzos como son los paliativos a la recesión y préstamos a las empresas.

En un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo, el popular medio británico da indicios de lo terrible que puede ser esto si se pretende preveer más muertes por covid en los próximos meses pues aún hay mucho entredicho – inclusive para las vacunas más avanzadas – de la eficacia de estas ya sea en cantidad de dosis, en diferentes grupos etarios, entre otros factores, sin contar los problemas de certificación y distribución que subyacen a la propia masificación universal. Como hemos comentado anteriormente, esto último es crítico para países del tercer mundo que sin la cooperación internacional seguirían décadas desprovistos de varias vacunas que hoy consideramos comunes (ver Lampadia: Filantropía en tiempos de pandemia).

En ese sentido, consideramos que estas advertencias deben volcar a los hacedores de política a reformular sus presupuestos propendiendo mayores recursos para estoquear a sus países de candidatas a vacunas en la mayor cantidad posible, no solo de aquellas que están teniendo éxito en las últimas fases, sino también de las que aún están en las primeras fases de evaluación. La necesidad es apremiante dados los riesgos advertidos por The Economist.

Esperemos pues que estas reflexiones calen en el comando vacuna de nuestro país y llame la atención al gobierno a seguir acrecentando recursos en este cometido ya que solo con ello saldremos permanentemente de la crisis sanitaria y económica de la que somos víctimas. Lampadia

Una dosis mayor
El mundo no está gastando lo suficiente en una vacuna contra el coronavirus

Mucho mejor gastar demasiado

The Economist
8 de agosto, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Considere el siguiente experimento mental. Si no come una pizza dentro de una hora, morirá de hambre. ¿Qué hace? La mayoría de las personas pediría inmediatamente una pizza, y no solo una Margherita, sino muchas, de varios salones diferentes. Con el fin de maximizar las posibilidades de que al menos una pizzería obtenga lo que necesita a tiempo, no le importaría que parte de la pizza se desperdicie.

El mundo tiene hambre de una vacuna contra el covid-19. Hasta ahora, se han registrado alrededor de 700,000 muertes por la enfermedad, y el total está aumentando a un ritmo de aproximadamente 40,000 por semana. Si también incluye muertes no registradas, los números reales son mucho más altos. Mientras tanto, la economía mundial está experimentando su contracción más aguda desde la Gran Depresión, de quizás el 8% del PBI en la primera mitad de 2020.

Ante esta catástrofe, es probable que los científicos produzcan una vacuna mucho más rápido de lo que casi cualquier persona podría haber predicho al comienzo de la pandemia. Sin embargo, los esfuerzos mundiales para fabricar y distribuir vacunas no están a la altura. Se han dedicado unos US$ 10,000 millones a la causa, el equivalente a pedir una pizza, en lugar de las varias que se necesitan.

Las cifras son confusas, pero en un cálculo aproximado, el mundo ha comprado alrededor de 4 mil millones de dosis de vacunas covid-19 para su entrega a fines del próximo año, lo que en teoría es suficiente para darle una dosis a la mitad del planeta. En la práctica, sin embargo, muchas menos personas obtendrán protección contra la enfermedad. Algunas de las vacunas en producción no obtendrán la aprobación reglamentaria, y un candidato potencial que alcance un ensayo clínico a gran escala, como lo han hecho varios, aún tiene un 20% de posibilidades de fracaso. Otros serán aprobados, pero pueden no proporcionar protección total. Puede que no sean adecuados para las personas mayores, por ejemplo, o pueden evitar que las personas mueran por covid-19 pero que no se lo pasen a otros. Otras vacunas requerirán más de una dosis para ser efectivas. Debido a estas contingencias, incluso aquellos países, como Gran Bretaña y EEUU, que han comprado más de dos dosis para cada uno de sus ciudadanos aún no han comprado lo suficiente.

En lugar de ver las vacunas no probadas como una extravagancia, el mundo necesita pensar en ellas como una póliza de seguro. La investigación sugiere que, si se están desarrollando diez o más vacunas, hay un 90% de posibilidades de encontrar una que funcione. Una vez que uno de estos candidatos demuestre ser efectivo, será necesario distribuir miles de millones de dosis rápidamente. Pero es imposible saber de antemano qué candidato tendrá éxito. Por lo tanto, los gobiernos deberían ayudar a las empresas farmacéuticas a producir grandes cantidades de una variedad de vacunas diferentes, idealmente, sumando decenas de miles de millones de dosis en total, mucho antes de que se otorgue o no la aprobación regulatoria. Por lo tanto, la vacuna ganadora podría comenzar a llegar rápidamente a las personas, incluso si las dosis de vacunas fallidas pudieran desecharse sin usar.

Eso puede parecer deliberadamente e innecesariamente lujoso. Sin embargo, incluso aumentar diez veces el financiamiento de vacunas a US$ 100,000 millones o más, en línea con las propuestas más ambiciosas, palidece en comparación con los US$ 7 trillones que los gobiernos de todo el mundo han gastado o prometido desde que comenzó la pandemia para preservar los ingresos y el empleo. La verdadera extravagancia sería esperar hasta que emerja un candidato a vacuna exitoso antes de apresurarse a impulsar la producción. En términos de la producción económica que se ahorra, por no hablar de vidas, tendría sentido que el mundo gastara hasta US$ 200,000 millones en presentar una vacuna eficaz de covid-19 en solo una semana.

Para algunos, la perspectiva de una inversión tan fuerte aumenta el temor al “nacionalismo de las vacunas”, en el que los países ricos gastan más que los pobres en un intento de arrinconar el mercado para sus ciudadanos. El mundo en su conjunto puede obtener el mayor beneficio de los suministros limitados de vacunas al agrupar recursos y asignar dosis en función de las necesidades: los trabajadores de la salud primero, las personas vulnerables después, y así sucesivamente. Alrededor de 80 países están interesados en tal acuerdo. Desafortunadamente, sin embargo, es probable que los políticos en algunos países con capacidad de fabricación pongan a su propia gente primero. Una forma de minimizar la disputa internacional sobre quién recibe las vacunas y cuándo es maximizar los suministros por adelantado y difundir la capacidad de fabricación. Las vacunas para los países más pobres tendrían que ser subsidiadas, tal vez a través de GAVI, la alianza que ya paga otras vacunas allí.

La idea de sobreproducir deliberadamente algo no es fácil para los políticos, especialmente en un mundo donde hay tantos reclamos sobre fondos públicos. Frente a una gran capacidad de fabricación que resulta inútil, los políticos corren el riesgo de ser acusados de malgastar dinero, como lo fue el gobierno británico cuando los hospitales de emergencia que había construido al principio de la pandemia no eran necesarios. Sin embargo, los políticos deben ser racionales. Usted compra un seguro antes de saber lo que sucederá, no después. Lampadia