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Riqueza, desigualdad, tecnología

Riqueza, desigualdad, tecnología

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Un titular del diario español El País al comenzar el año muestra una información que tiene hondas repercusiones políticas: “Los más ricos del mundo aumentan un 30% su patrimonio en el último año” (2/1/22).

Eso significa, de acuerdo a la misma fuente, que las 20 mayores fortunas del mundo vieron crecer su patrimonio conjunto en 500,000 millones de dólares.

Ocho de los diez más ricos del mundo basan su fortuna en la tecnología, incluyendo a Elon Musk (Tesla), Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft), Larry Page y Sergey Brin (Google) y Mark Zuckerberg (Facebook).

El problema no es que esos magnates –la mayoría norteamericanos- hayan aumentado sus fortunas, sino que simultáneamente “la clase media de Estados Unidos vio reducida su riqueza”, según la La gaceta de la iberósfera (3/1/22).

En su último libro, “El corredor estrecho”, Daron Acemoglu y James Robinson señalan ese problema como una de las más importantes amenazas a la democracia y el libre mercado. Las cifras de la concentración de los ingresos que resumen esa situación son realmente preocupantes:

Ese 1 por ciento de los estadounidenses recibía alrededor del 9 por ciento de los ingresos en la década de 1970. En 2015 esa cifra había ascendido al 22 por ciento. El aumento ha sido aún más sorprendente para el 0.1 por ciento, que fue de alrededor del 2.5 por ciento en la década de 1970 y casi un 11 por ciento del ingreso nacional en 2015.”

A la luz de las últimas cifras resumidas al principio de este artículo, esa tendencia no deja de aumentar.

A fines del siglo XIX y principios del XX hubo una situación similar en los EE.UU., señalan Acemoglu y Robinson, cuando “magnates ferroviarios como Cornelius Vanderbilt y Jay Gould, industriales como John D. Rockefeller y Andrew Carnegie, y financieros como John Pierpont Morgan, estos ´barones ladrones´ no sólo invirtieron de forma masiva e impulsaron la expansión económica, sino que amasaron fortunas sin precedentes y abusaron de manera habitual de su poder económico y político.”

La respuesta fue un aumento de la capacidad del Estado para regular estos monopolios, empezando por la Ley de Comercio Interestatal de 1887, el primer paso hacia una regulación nacional de la industria, seguida de la Ley Antimonopolio Sherman de 1890, la Ley Hepburn de 1906 y la Ley Antimonopolio Clayton de 1914. Los presidentes sucesivos, Theodore Roosevelt y William H. Taft (republicanos) y Woodrow Wilson (demócrata), utilizaron estas leyes para deshacer los monopolios. 

Eso hasta ahora no ha sucedido en lo que va del siglo XXI.

Es necesario resolver este problema, porque está muchas veces en la base del éxito de políticas populistas, que utilizan engañosamente el crecimiento de la fortuna de los ricos y el estancamiento de los ingresos de la clase media para proponer –y, a veces, realizar- políticas que terminan arruinando el crecimiento y empobreciendo a todos, excepto a los populistas que se hacen del poder y amasan fortunas no producto del trabajo y la innovación, sino del uso corrupto del poder político.

En su excelente libro sobre el avance del populismo en el mundo, “El pueblo contra la democracia”, Yascha Mounk señala como en EE.UU. “de 1935 a 1960, el nivel de vida del estadounidense medio se duplicó. De 1960 a 1985, volvió a duplicarse de nuevo. Desde 1985 se ha mantenido básicamente plano: el hogar estadounidense medio no es más rico ahora que treinta años antes.” Ahora, dice Mounk, la mitad de los estadounidenses se quedan estancados sin que su situación mejore a lo largo de su vida, cosa que no ocurría antes.

Si eso sucede en EE.UU., en muchos otros lugares es peor. En el Perú, tres décadas de crecimiento –la de 2004 a 2014 espectacular-, se han visto bruscamente frenadas por gobiernos caviares con consecuencias políticas desastrosas.

En Chile acabamos de ver cómo, después de décadas de crecimiento y de mejora sustancial del nivel de vida de todos, la desigualdad ha sido un tema crucial en la campaña del populismo izquierdista para hacerse del poder y probablemente arruinar al país y empobrecer a todos.

Por último, otro problema de la realidad descrita aquí, es el que pronostica Eurasia Group: una de las amenazas más importantes del 2022 es lo que denomina el mundo tecnopolar un puñado de empresas tecnológicas son ahora tan poderosas como los estados-nación: actores geopolíticos con una influencia sin precedentes sobre la información a la que tenemos acceso”. (Gzero, 4/1/22).

“Es el 2022. Su información personal será pirateada. Los algoritmos alimentados con datos sesgados tomarán decisiones destructivas que afectarán la forma en que miles de millones de personas viven, trabajan y aman. (…) Lo único que todas estas realidades tienen en común es que emanan del espacio digital, donde un puñado de grandes empresas tecnológicas, no gobiernos, son los principales actores y ejecutores.” (3/1/22)




¿PERU S.A.?

¿PERU S.A.?

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

Después de la debacle que sufrió el país en las últimas dos décadas del siglo pasado, la primera del siglo XXI fue bastante buena para el desarrollo y crecimiento del país. La economía se solidificó, la clase media creció y la pobreza se redujo, ambas de manera importante. Como nunca, fuimos considerados como un ejemplo de la Región y el frente político estuvo bastante tranquilo.

Muchos pensábamos que finalmente estábamos despegando y todo esto en su conjunto, sirvió para darle a la población una grata sensación de bienestar. Esto prueba que, si nos lo proponemos, podemos conseguir buenos resultados.

Pero, como a los peruanos no nos gusta ir ganando y preferimos ir perdiendo, se comenzó a reducir la viada que traíamos y comenzamos a auto generarnos problemas en todos los frentes. Todo esto liderado por nuestros irresponsables e incapaces políticos y autoridades gubernamentales, que lamentablemente nadie les puso un paralé. ¡Un verdadero harakiri!

Nuevamente comenzó a reinar la informalidad, el desorden, la corrupción, la indecisión, el protagonismo y el aprovechamiento político, generándose una absurda y vergonzosa crisis política, que causó la renuncia del presidente y el cierre del congreso.   Todo esto a costa del bienestar de la población y del progreso del país. En este difícil escenario, para colmo de males, nos agarra el Coronavirus.

¿Porqué nos auto destruimos? ¿Porqué no aprovechamos las oportunidades? ¿Porqué somos tan individualistas? ¿Qué tendríamos que hacer para que esto no suceda y podamos ser ganadores? ¿Quién lo podría hacer? Y ¿Cómo? Estas son algunas de las preguntas que muchos nos hacemos y para tratar de responderlas me puse a analizar, que es lo que hacen bien los países que son mas exitosos.

Estos países, independientemente de los recursos naturales, ubicación geográfica y formato que utilicen, tienen buenos resultados, porque enfocan disciplinadamente en un propósito único en beneficio de la población y del país y porque quienes gobiernan tienen las competencias necesarias para gestionar eficazmente. ¡Punto!

Esto, que parece muy simple, es tremendamente complicado para la gran mayoría de países del mundo y mas aún para los que son poco disciplinados y tienen grandes diferencias en todos los frentes, como el nuestro.

Como yo carezco totalmente de experiencia en la administración pública, pero si tengo una larga experiencia de gestión en el sector empresarial privado, decidí comparar lo que hacen las empresas más exitosas del mundo y ver si tienen similitudes con lo que hacen los países exitosos y así establecer un paralelo entre ellos, el cual nos pueda servir para encontrar respuestas. En resumen, el resultado fue que si existen claras similitudes.

Primeramente, en cuanto a los formatos, las empresas pueden ser familiares (o de accionariado cerrado – S.A.C.) o públicas (de accionariado difundido S.A.). También existen las mixtas. En estas, los dueños (o socios) originales mantienen la mayoría, pero ceden parte del capital a otros accionistas. Estos formatos son similares a los de gobierno de los países. Así, la Monarquía (o Dictadura), se compara con la empresa familiar, el gobierno democrático, con la empresa pública y la empresa en tránsito con los gobiernos mixtos, como el Reino Unido, España o Japón.

En cuanto a los actores, la población de un país equivale a los accionistas, en una empresa. El parlamento, es el directorio; el Presidente es el CEO, su gabinete, es el equipo gerencial y el poder judicial y los reguladores, son los contralores y auditores, en las empresas.

En mi análisis distingo principalmente cinco características comunes, que son la base del éxito en ambos casos. La primera es tener un propósito único, que en los países exitosos es ¨Bienestar para la población y Progreso para país¨, mientras que en las empresas exitosas es ¨Satisfacción del Cliente e incremento del valor de la Empresa (para los accionistas)¨. Esto es algo que está solo a nivel sueño en el gobierno de nuestro país. Aquí no hay propósito único, porque todos los jugadores, especialmente los que tienen poder político, tienen su agenda propia. Es decir, hay miles de propósitos individuales y a nadie le interesa uno colectivo.

La segunda característica común es tener un marco de acción muy claro, simple y estable. En los países esto es la Constitución y las leyes. En las empresas son sus estatutos, códigos y procedimientos internos. Este marco es disciplinadamente respetado y cumplido a cabalidad, tanto en los países, como en las empresas exitosas.

En nuestro país, felizmente la Constitución esta protegida y hacerle cambios no es tan fácil (como quisieran algunos irresponsables). Sin embargo, las leyes y sus reglamentos son cambiados y manipulados a diestra y siniestra, por un congreso que actúa irresponsablemente, en base a consignas partidarias o a iniciativas populistas individuales o por burócratas ministeriales que ponen todo tipo de trabas, para hacer mas difícil cualquier proceso y así crear grandes oportunidades para la corrupción.

La tercera, es tener un Plan Maestro Nacional, en los países y un Plan Estratégico en las empresas. Estos deben abarcar todos los frentes, incluyendo el económico y deben ser de mediano/largo plazo. Lo mas importante es que deben trascender gobiernos (o gerencias en el caso de las empresas). Esto es fundamental, por eso en algunos países, este plan es una Ley Matriz. Los gobiernos (o gerencias) que heredan el Plan, tienen el deber de continuar su ejecución disciplinadamente, bajo la fiscalización del poder legislativo (directorio en el caso de las empresas).

Lamentablemente, esto está muy, pero muy lejos de que suceda en nuestro país, donde impera la indisciplina política y el ¨borrón y cuenta nueva¨, cada vez que se produce un cambio de mando. El único caso en que se ha conseguido esta trascendencia y que hoy es nuestro único salvavidas en la presente crisis, es el manejo económico ejecutado por el Banco Central de Reserva. ¡Un verdadero éxito!

La cuarta característica, tanto en los países como en las empresas, es tener un equipo de gestión probo y con las debidas competencias. Además, es muy importante en ambos casos, que este equipo funcione verdaderamente como tal y no como genios individuales. Esta es una gran debilidad en nuestro país, ya que los requisitos para ser presidente o congresista, son mínimos e irrisorios y por lo tanto, estos cargos resultan ocupados por personas que no tienen las calificaciones básicas necesarias. Esto no tiene punto de comparación con los procesos exigentes previos, que hay en los países exitosos y mucho menos, con los que hay en las empresas de éxito.

Finalmente, la quinta característica común entre países y empresas exitosas, es tener un sistema de control y sanción justo, probo, firme y realmente independiente. Esto es absolutamente indispensable para el éxito, tanto de los países, como de las empresas. Mientras que en los países me refiero al Poder Judicial y a los entes reguladores, en las empresas me refiero a los Auditores (interno y externo) y a los oficiales de Cumplimiento. En ambos casos, la total independencia y la firmeza en las sanciones son claves para su efectividad.

En nuestro país ésta característica está también a un nivel casi inalcanzable, ya que actualmente, este frente es una verdadera vergüenza. Esto se sabía desde hace mucho tiempo, pero recién se desvelo en su verdadera magnitud. Este es un caso en que si aplicaría perfectamente el ¨borrón y cuenta nueva¨ y sanción ejemplar.

Como hemos visto, hay claras coincidencias entre las características claves que aplican tanto a los países, como a las empresas mas exitosas del mundo. Estas características, que no son ciencia nuclear, podrían ser aplicadas en cualquier otro país o empresa, que tenga un propósito único y quiera ser exitosa. Además, hay países que tiene recursos naturales y ubicaciones geográficas privilegiadas, como el nuestro. ¿Entonces cual es el problema?
La respuesta es muy fácil, ¡lo que no tenemos es capacidad GESTIÓN!

Creo que ya es hora que la población reconozca el rotundo fracaso de la irresponsable, incapaz y precaria clase política en la gestión del país y decida por una gestión idónea. También creo que en el Perú hay tres generaciones de gente profesional, experimentada, capaz y proba, que podrían asumir este reto y regresarnos a la senda de bienestar y progreso que, con mucho esfuerzo, estábamos consiguiendo en la primera década de este siglo.

¿Entonces, que piensan ustedes? ¿Creen que hay la posibilidad de desarrollar PERU S.A.? O tal vez son, como dice el vals de Felipe Pinglo, ¨Sueños de Opio¨. Lampadia




La importancia de la clase media peruana

La importancia de la clase media peruana

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

Muchos no saben que la principal fuerza detrás de la transformación, el crecimiento y la estabilidad económica del Perú de los últimos años, se debe a la pujante y emprendedora clase media. El Perú es el único país de la región, que viene creciendo todos los años, sin excepción, desde 1998 (21 años consecutivos) y esto, en gran medida, es por el tremendo desarrollo y esfuerzo de nuestra clase media.

Según un reporte reciente del banco BBVA, en el año 2004, el 28% de los hogares peruanos, eran considerados de clase media (entre la clase media consolidada y la emergente). Esta proporción casi se duplicó en los últimos 15 años, ya que en el año 2018 la clase media pasó a ser el 46%. Esto significa que los hogares de clase media, que hace 15 años eran un cuarto del total, ahora son la mitad.

Ver en Lampadia: LIBRO BLANCO de la nueva clase media peruana.

Lo interesante es que nuestra clase media tiene una composición y un comportamiento muy diferente a la de la mayoría de los países de la región. Mientras que en otros países la clase media está conformada mayormente por empleados dependientes, que reciben un salario mensual, la peruana la componen principalmente emprendedores independientes, que en su gran mayoría son informales. Es decir, la clase media peruana está conformada mayormente por pequeños y medianos empresarios que actúan como ¨mini-capitalistas¨. Personas que individualmente o en pequeños grupos y en base a un gran esfuerzo, producen y venden bienes y servicios, generando así sus propios ingresos y aumentando significativamente el consumo interno. Esto a su vez genera más negocios, creando así un círculo virtuoso, que favorece tremendamente a la economía del país, al darle mucho más dinamismo y solidez.

Hace un par de meses, nuestro vecino Chile, comenzó a tener grandes problemas de desorden callejero, violencia, saqueos, vandalismo, así como de multitudinarias protestas en contra del gobierno. Esta situación, que viene durando hace varias semanas y que aún no ha sido controlada totalmente, ha afectado fuertemente a los negocios y a la economía del país, ya que la gente dejó de trabajar para protestar y las empresas dejaron de producir. Esto le ha generado un tremendo problema político y sobretodo económico, al gobierno, del cual le será muy difícil recuperarse.

Apenas sucedió esto en Chile, hubo mucha preocupación en el ámbito de los negocios en nuestro país, ya que se pensaba que el contagio sería inminente, dado que la economía peruana había seguido la misma receta que se utilizó en Chile, aparte que nos encontrábamos viviendo una importante crisis política en ese momento. Pero esto felizmente no ocurrió. ¿Y porqué no ocurrió? Justamente por la diferencia que existe entre la clase media chilena, conformada en su mayoría por empleados formales asalariados, que se pueden dar el lujo de ¨parar¨ y protestar y la peruana que principalmente está compuesta por pequeños empresarios emprendedores, dueños de sus propios negocios, que no se pueden dar el lujo de ¨parar¨, porque si lo hacen no tienen ingresos y ¨no comen ese día¨. A estos pequeños empresarios, más les preocupa seguir produciendo y vendiendo para subsistir y para progresar, es decir se comportan como verdaderos capitalistas, a si sea en pequeña escala.

Esta realidad es probablemente la principal fuerza que le da solidez y estabilidad a nuestra economía.

Hasta allí todo bien, con excepto que esta fortaleza va en contra de la formalidad y de la tributación, que es una obligación que debería ser acatada por todas las personas que tienen ingresos. Es aquí donde está el gran dilema, ya que la formalización en este país es muy cara y burocrática y definitivamente afectaría a esta clase media emprendedora, que como vimos, es el motor de nuestra economía. Este dilema es un gran reto, que debería resolver la SUNAT, pero esta institución ha demostrado ser incapaz de resolverlo.

Aparte del tema tributario, en estos últimos días hemos podido descubrir otra debilidad de nuestra clase emprendedora. El tema del Covid-19, que tiene a todo el mundo encerrado en cuarentena, ha desnudado un gran problema para los emprendedores, ya que su modelo de negocio no les permite ¨parar¨ por el motivo que sea, porque si lo hacen, dejan de tener ingresos y por ende ¨dejan de comer¨.

En resumen, el tema de no poder dejar de trabajar de la clase media emprendedora, resulta positivo para evitar problemas como los de Chile, pero es muy negativo y peligroso para el caso que nos ocupa actualmente. El gobierno tiene un gran problema entre manos, pero felizmente es consciente de él y está tratando de solucionarlo con medidas aparentes. Sin embargo, esta no es una tarea solo para el gobierno, es también una misión y una gran oportunidad para las grandes empresas del país, para demostrar que pueden ser solidarios y devolver algo a favor de la clase emprendedora, que es el gran motor y soporte de nuestra economía. Lampadia




¿La desigualdad ha aumentado en los países ricos?

¿La desigualdad ha aumentado en los países ricos?

La desigualdad se ha tornado un tema recurrente en la clase política de los países desarrollados en los últimos años desde que el discurso antiglobalización empezó a calar en el electorado de importantes países de Occidente como EEUU con el ascenso de Trump y la misma UE con el surgimiento de las derechas euroescépticas y la persistencia de las izquierdas más radicales.

Así se empezó a cimentar un discurso, que no necesariamente se condecía con la evidencia (ver Lampadia: Trampa ideológica, política y académica), de que el libre comercio y la libre movilidad de personas había introducido grandes desigualdades tanto en los ingresos como de la riqueza al interior de estos países y que era necesario que el Estado redistribuya al respecto para no volver insostenible al sistema.

Hoy en día esta narrativa se ha importado también a América Latina, pero conceptualizando a otro enemigo que ni sus detractores  saben a ciencia cierta qué es lo que significa: el neoliberalismo. Tal ha sido la penetración de dicho discurso que ha llegado a levantar a las masas a acciones sumamente violentas que involucran la destrucción de infraestructura privada, como es el caso de Chile.

Pero, ¿qué tan cierta es esa premisa de que la desigualdad económica en los países ricos se ha incrementado en los últimos 30 años, que es cuando se empezaron a visualizar plenamente las reformas de mercado implementadas en el mundo occidental?

Un reciente artículo publicado por The Economist y que compartimos líneas abajo brinda evidencia sobre la veracidad de ciertos mitos o pilares sobre los cuales se erige ese argumento, analizando datos de EEUU, pero con limitada evidencia para el caso de la UE.

Como se puede desprender de este análisis, la evidencia no es concluyente respecto a que haya habido una alta concentración de riqueza en determinados grupos sociales como que tampoco es cierto que las clases medias no hayan experimentado un notable crecimiento  de sus ingresos en las últimas décadas. Esto reconfirma también la tesis que sostuvimos en Lampadia: Cuidado en el manejo de las cifras, de que en realidad los ingresos de que realizando ciertos ajustes a los ingresos familiares promedio en EEUU tomando en cuenta el tamaño de los hogares, las transferencias e impuestos, se tiene que dichos ingresos aumentaron en un 51% entre 1979 y 2014.

Fuentes: Oficina del Censo; CBO; BLS; BEA; NBER; The Economist

Asimismo, el artículo incide en que los otros tipos de desigualdades como las de servicios públicos, no han sido producto tampoco de un capitalismo que no funciona sino de una mala provisión de recursos púbicos que provee el Estado en los campos de la salud y la educación, por ejemplo.

Es imperativo que este tipo de análisis se difundan con mayor frecuencia para rebatir la justificación que dan ciertos grupos políticos para generar mayor redistribución del ingreso, lo cual implica necesariamente mayor inserción del Estado en la vida económica de las personas, a través de la mayor carga impositiva. Lampadia

Igualitarismo
La desigualdad podría ser menor de lo que piensas

Pero hay mucho por hacer para que las economías sean más justas

The Economist
28 de noviembre, 2019
Traducido y comentado por Lampadia

Incluso en un mundo de polarización, noticias falsas y redes sociales, algunas creencias siguen siendo universales y centrales en la política actual. Ninguna es más influyente que la idea de que la desigualdad ha aumentado en el mundo rico. La gente lo lee en los periódicos, lo escuchan sus políticos y lo sienten en su vida cotidiana. Esta creencia motiva a los populistas, quienes dicen que las élites metropolitanas egoístas han alejado la oportunidad de la gente común. Ha brindado ayuda a la izquierda, que propone formas cada vez más radicales de redistribuir la riqueza. Y ha causado alarma entre los empresarios, muchos de los cuales ahora afirman perseguir un propósito social superior, para que no se les vea suscribirse a un modelo de capitalismo que todos saben que ha fallado.

En muchos sentidos, el fracaso es real. Las oportunidades son restringidas. El costo de la educación universitaria en EEUU se ha disparado más allá del alcance de muchas familias. En todo el mundo rico, a medida que los alquileres y los precios de las viviendas se han disparado, se ha vuelto más difícil permitirse el lujo de vivir en las ciudades exitosas que contienen la mayor cantidad de empleos. Mientras tanto, la oxidación de las viejas industrias ha concentrado la pobreza en ciudades y pueblos particulares, creando focos de privación muy visibles. Según algunas medidas, las desigualdades en salud y esperanza de vida están empeorando.

Sin embargo, precisamente porque la idea de la desigualdad creciente se ha convertido en una creencia casi universal, recibe muy poco escrutinio. Eso es un error, porque los cuatro pilares empíricos sobre los que descansa el templo, que no se trata de vivienda o geografía, sino de ingresos y riqueza, no son tan firmes como podría pensarse. Estos cuatro pilares están siendo sacudidos por una nueva investigación.

Considere, en primer lugar, la afirmación de que el 1% superior de los trabajadores se ha separado de todos los demás en las últimas décadas, que se apoderó después del movimiento “Occupy Wall Street” en 2011. Esto siempre fue difícil de probar fuera de EEUU. En Gran Bretaña, la proporción del ingreso del 1% superior no es mayor que a mediados de la década de 1990, después de ajustar los impuestos y las transferencias gubernamentales. E incluso en EEUU, los datos oficiales sugieren que la misma medida aumentó hasta 2000 y desde entonces ha sido volátil en torno a una tendencia plana. Se olvida fácilmente que EEUU ha implementado varias políticas en las últimas décadas que han reducido la desigualdad, como la expansión de Medicaid, seguro de salud financiado por el gobierno para los pobres, en 2014.

Ahora, algunos economistas han vuelto a analizar las cifras y han concluido que la participación en el ingreso del 1% superior en EEUU puede haber cambiado poco desde 1960. Argumentan que los investigadores anteriores manejaron mal los datos de devolución de impuestos que arrojan estimaciones de desigualdad. Es posible que los resultados anteriores no hayan tenido en cuenta la caída de las tasas de matrimonio entre los pobres, que dividen los ingresos en torno a más hogares, pero no a más personas. Y una mayor parte de las ganancias corporativas puede fluir a las personas de clase media de lo que se había dado cuenta anteriormente, porque poseen acciones a través de fondos de pensiones. En 1960, las cuentas de jubilación poseían solo el 4% de las acciones estadounidenses; para 2015 la cifra era del 50%.

El segundo pilar tambaleante es la afirmación relacionada de que los ingresos y salarios de los hogares se han estancado a largo plazo. Las estimaciones del crecimiento del ingreso medio ajustado por la inflación en EEUU en 1979-2014 van desde una caída del 8% a un aumento del 51%, y los partidarios tienden a elegir una cifra que cuente una historia conveniente. La gran variación refleja las diferencias en cómo se trata la inflación, las transferencias del gobierno y la definición de un hogar, pero las cifras más bajas son difíciles de creer. Si argumenta que los ingresos se han reducido, también debe afirmar que el valor de cuatro décadas de innovación en bienes y servicios, desde teléfonos móviles y transmisión de video hasta estatinas para reducir el colesterol, no ha mejorado la vida de las personas de ingresos medios. Eso simplemente no es creíble.

En tercer lugar, está la noción de que el capital ha triunfado sobre la mano de obra, ya que las empresas despiadadas, propiedad de los ricos, han explotado a sus trabajadores, han trasladado sus empleos a las fábricas extranjeras y automatizadas.

Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la disminución de la fortuna del trabajo se explica en la mayoría de los países ricos por retornos exorbitantes para los propietarios, no magnates. Despojar a la vivienda y las ganancias de los trabajadores por cuenta propia (que son difíciles de dividir entre el capital y el ingreso laboral), y en la mayoría de los países, la participación laboral no ha disminuido. EEUU desde 2000 es una excepción. Pero eso refleja un fracaso de la regulación, no una falla fundamental en el capitalismo. Los reguladores y tribunales antimonopolio estadounidenses han sido imperdonablemente laxos, permitiendo que algunas industrias se concentren demasiado. Esto ha permitido que algunas empresas saqueen a sus clientes y obtengan ganancias anormalmente altas.

El último pilar es que las desigualdades de riqueza (los activos que posee la gente, menos sus pasivos) se han disparado. Nuevamente, esto siempre ha sido más difícil de probar en Europa que en EEUU. En Dinamarca, uno de los pocos lugares con datos detallados, la participación en la riqueza del 1% superior no ha aumentado en tres décadas. Por el contrario, pocos niegan que los estadounidenses más ricos hayan salido corriendo. Pero incluso aquí, la riqueza es endiabladamente difícil de estimar.

No tan ricas cosechas

La campaña de Elizabeth Warren, una candidata presidencial demócrata, estima que la proporción de riqueza que posee el 0.1% de los estadounidenses más ricos aumentó del 7% en 1978 al 22% en 2012. Pero una estimación reciente plausible sugiere que el aumento es solo la mitad de grande como esta (Para los entendidos, la diferencia radica en el factor por el cual se aumenta la riqueza de los inversores del ingreso de capital que informan al recaudador de impuestos.). Esta imprecisión es un problema para los políticos, incluidos Warren y Bernie Sanders, que quieren impuestos sobre la riqueza, ya que pueden recaudar menos ingresos de lo que esperan.

El hecho de que se hagan afirmaciones dudosas sobre la desigualdad no reduce la urgencia de abordar la injusticia económica. Pero sí exige garantizar que los supuestos en los que se basan las políticas sean precisos. Aquellos, como el Partido Laborista de Gran Bretaña, que favorecen la redistribución radical de los ingresos y la riqueza, deben asegurarse de que la desigualdad sea tan alta como creen que es, especialmente cuando sus políticas conllevan costos impositivos como disuadir la toma de riesgos y la inversión. Según una estimación, el impuesto a la riqueza de Warren dejaría a la economía de EEUU un 2% más pequeña después de una década.

Hasta que se resuelvan estos debates, sería mejor que los formuladores de políticas se apeguen a un terreno más sólido. Los mercados de vivienda del mundo rico están privando a los jóvenes trabajadores de dinero y oportunidades; se necesita más construcción en los lugares que ofrecen empleos atractivos. La economía de EEUU necesita una revolución en la aplicación de las leyes antimonopolio para revitalizar la competencia. E independientemente de las tendencias en la desigualdad, demasiados trabajadores de altos ingresos, incluidos médicos, abogados y banqueros, están protegidos de la competencia mediante regulaciones y licencias innecesarias, y restricciones sin sentido a la inmigración altamente calificada, las cuales deben ser liberadas.

Tal agenda requeriría que los gobiernos asuman nimbys y grupos de presión corporativos. Pero reduciría la desigualdad e impulsaría el crecimiento. Y sus beneficios no dependen de un conjunto de creencias sobre el ingreso y la riqueza que aún podrían resultar erróneas. Lampadia




Preservando la Clase Media

Preservando la Clase Media

El IPE acaba de publicar en El Comercio, la evolución y status de la Clase Media en el Perú.La clase media en el país pasó de concentrar 5.2 millones de personas en el 2004 a 13.4 millones en el 2018. Este grupo de ingresos es el más grande en territorio nacional, (…) al concentrar el 41.5% de la población nacional”.

La evolución de la clase media peruana es una de las mejores representaciones del desarrollo reciente del país.

Los peruanos necesitamos aprender y difundir las lecciones de nuestro desarrollo social y económico, así como aquilatar las de otros países, para entender las relaciones causa-efecto que puedan marcar la dirección de nuestras futuras políticas públicas.

El Libro Blanco de la Nueva Clase Media Peruana (Lampadia – Octubre, 2013)

Efectivamente, la Nueva Clase Media peruana resume y muestra en sí misma, el gran cambio de la economía y sociedad del Perú, desde que abrazamos el desarrollo en base a la inversión privada con la Constitución de 1993; que ahora algunos despistados pretenden desbaratar.

Recogiendo nuestro desarrollo reciente, el año 2012, el HSBC publicó dos estudios en los que preveía que el Perú podría llegar a ser la economía número 26 del mundo y tener, para el 2030, 70% de la población en la categoría de clase media y 10% en ingresos altos; y para el 2050, 50% en clase media y 40% en clase alta. Ver en Lampadia: The World in 2050 y Consumer in 2050.

Para ello, el HSBC nos recomendaba dos cuidados:

  • Aprovechar nuestros recursos
  • Crecer un promedio de 5.5% anual

Como podemos apreciar de la realidad, hemos despreciado ambos consejos, yendo en contra de la mejora del bienestar general. No aprovechamos nuestros recursos y hemos malogrado el crecimiento económico.

Es muy importante corregir estos errores, consecuencia de políticas públicas equivocadas, que gracias a Dios, el Perú tiene aún la capacidad de enmendar. veamos el informa del IPE:

INFORME DE EL COMERCIO – IPE

Clase media crece en el Perú

Repunte económico. La clase media en el país pasó de concentrar 5,2 millones de personas en el 2004 a 13,4 millones en el 2018. Este grupo de ingresos es el más grande en territorio nacional

Existe un consenso acerca del impacto positivo que tiene un mayor tamaño de la clase media sobre el desarrollo económico a través de más ingresos y mayor crecimiento económico. (Foto: Archivo)

El Comercio, 01 de julio de 2019

(Informe IPE | El Comercio) 

En el 2018, la clase media, entendida como aquellas personas con ingresos diarios entre US$12,4 y US$62 (definición del Banco Mundial), fue el grupo más importante en el Perú según ingresos, al concentrar el 41,5% de la población nacional. Dicha proporción resulta más del doble de la registrada en el 2004. Con ello, la clase media en el Perú pasó de concentrar a 5,2 millones de personas en el 2004 a 13,4 millones en el 2018. Vale la pena analizar con mayor profundidad este logro tan importante en el desarrollo económico y social del Perú.

SU RELEVANCIA

Existe un consenso acerca del impacto positivo que tiene un mayor tamaño de la clase media sobre el desarrollo económico a través de más ingresos y mayor crecimiento económico. Esto se debería a que una clase media más grande está asociada con más capital humano e infraestructura, lo cual repercute en mejores políticas económicas, más democracia y menos inestabilidad política. Además, la Cepal sostiene que una mayor clase media estaría relacionada con una reducción en la desigualdad.

¿CÓMO SE DEFINE?

Actualmente, no existe consenso sobre la definición de clase media, por lo que tampoco se cuenta con una metodología única para calcularla. Por un lado, se encuentran los enfoques basados en la tenencia de activos o características de las viviendas. Por otro lado, está el enfoque monetario que considera variables como ingresos y gastos de las familias.

Este enfoque es el más empleado por los organismos internacionales debido a la facilidad de su medición, ya que permite la comparación internacional. Así, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) utilizan metodologías diferentes, pero todas muestran un aumento significativo de la clase media en América Latina.

CLASE MEDIA EN ASCENSO

Para analizar la evolución de la clase media en el Perú, el IPE utiliza el enfoque de seguridad económica elaborado por el Banco Mundial y actualizado por el BID. Esta metodología permite agrupar a los hogares de clase media que poseen un ingreso que les permite protegerse de los riesgos de caer en pobreza a lo largo del tiempo.

El rango de ingresos de las personas pertenecientes a la clase media se encontraría entre US$12,4 y US$62 per cápita por día. En contraste, el rango de ingresos del grupo de vulnerables está entre US$5 y US$12,4, y de los pobres, menor a US$5 per cápita por día. Bajo este marco conceptual, se estima que la clase media se duplicó más en los últimos 15 años en el Perú, pues pasó de concentrar al 19% de la población nacional en el 2004 al 41,5% en el 2018.

En ese sentido, este grupo de ingresos es el más grande del país, al superar al grupo de vulnerables (40%). Cabe resaltar que, en este período, la población aumentó en 3,2 millones de personas, mientras que la clase media aumentó en 8,2 millones.

Ello explica, en gran parte, por qué la población pobre (con un ingreso menor a US$5 per cápita por día) se redujo en 6,4 millones de personas.

DINÁMICA REGIONAL

El significativo incremento de la clase media esconde notables diferencias en el ámbito regional. Por un lado, Lima Metropolitana (que incluye al Callao) es la región con la mayor proporción de clase media (62%).

Sin embargo, entre el 2004 y el 2018, la mejora ha sido proporcionalmente mayor en Ica, en la cual la participación de la clase media se multiplicó 3,9 veces (55,9%), en Arequipa, 2,8 veces (55,9%) y en Moquegua, 2,4 veces (54,5%), versus una multiplicación de 1,6 veces en Lima Metropolitana.

Las regiones con menor porcentaje de clase media son Huancavelica, Apurímac, Amazonas Cajamarca. En estas regiones, el porcentaje de la clase media resulta menor al 20%. Huancavelica es la más baja al cierre del 2018 (11,1%) y la que menos aumentó desde el 2004.

Cabe mencionar que existe una importante diferencia entre Cajamarca y Apurímac en cuanto al incremento de su clase media. En Cajamarca, el ritmo de crecimiento de la clase media fue mayor al promedio nacional entre el 2004 y el 2009, año en el que llegó hasta 13,4%.

Sin embargo, desde entonces, se desaceleró fuertemente y solo aumentó hasta 17,8% en el 2018. En contraste, el Perú pasó de 30% en el 2009 a 41,5% en el 2018.

En el caso de Apurímac, el porcentaje de la clase media se mantuvo alrededor del 6% durante 2004-2009, desde el 2010 ha tenido una tendencia positiva y cerró en 16% el 2018.El incremento de la clase media durante los últimos 15 años suma 8,2 millones de personas.

En este período, en todas las regiones se redujo la pobreza, lo cual significó un incremento de la población vulnerable y, en mayor medida, de la clase media.

En ese sentido, en 15 de las 25 regiones, el incremento de la clase media superó el incremento de los vulnerables. Más aun, en Lima Metropolitana, Arequipa, Ica y Moquegua, solo se produjo un aumento de la clase media, mientras que los grupos de pobreza y vulnerables se redujeron.

BALANCE

El crecimiento económico de los últimos años se ha traducido en un notable incremento de la clase media. Dicho incremento, además, se ha producido en todas las regiones y, en más de la mitad, el incremento de la clase media superó el incremento de la población vulnerable.

Esto es importante porque indica la consolidación de la clase media en el país, sobre todo en las regiones costeras. Asimismo, el mayor incremento de la población vulnerable en algunas regiones de la sierra y la selva, debería centrar los esfuerzos de políticas públicas hacia dichas zonas para que logren convertirse en clase media, y no regresen a la pobreza. Lampadia




Clase media aumentó en mayoría de regiones

Clase media aumentó en mayoría de regiones

Cámara de Comercio de Lima
Mayo, 2019

 

“La evolución de la clase media peruana es una de las mejores
representaciones del desarrollo reciente del país.

Los peruanos necesitamos aprender y difundir las lecciones de nuestro
desarrollo social y económico, así como aquilatar las de otros países,
para entender las relaciones causa-efecto que puedan marcar la
dirección de nuestras futuras políticas públicas”.
Clase Media
El Libro Blanco de la Nueva Clase Media Peruana – Lampadia

 

El 2018 fue positivo sobre todo para Ica, Madre de Dios y Lambayeque, que registraron un aumento superior a 6 puntos porcentuales.

El crecimiento del PBI de 4,0% y la reducción de la pobreza a 20,5% mostraron una recuperación de la economía peruana en el 2018 y demostraron los beneficios potenciales que significa alcanzar un crecimiento económico sostenido. A estos resultados positivos se suma la expansión de la clase media cuya tasa creció en 4,5% alcanzando a 14,4 millones de personas al cierre del año pasado, esto es 44,7% de la población total.

Para el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de  Comercio de Lima ( CCL)el avance en la reducción de la pobreza ha permitido que la estructura social se incline hacia la consolidación de la clase media. En 2004, la clase media peruana representaba el 17,1% de la población y diez años después superó el 40%, manteniéndose por encima de dicho ratio hasta la fecha. La expansión de la clase media es uno de los logros relevantes del crecimiento económico sostenido a la par de la reducción de la pobreza global y extrema. El tamaño de la clase media resulta importante al dar un soporte al crecimiento económico impulsando un mayor consumo de bienes y servicios, generando mayores iniciativas emprendedoras y coadyuvando al orden social y político.

Metodologías Aplicadas

Al no haber una definición predominante de clase media existen variadas metodologías para clasificar a una persona como tal. Un estudio publicado este año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) bajo el título “Under Pressure: The Squeezed Middle Class” considera como clase media aquellos hogares cuyos ingresos están dentro de un rango específico alrededor de la mediana de la distribución de ingresos (entre 75% y 200% de la mediana).

Por su parte, un segundo enfoque sobre seguridad económica empleado por el Banco Mundial y seguido en el presente artículo asume como definición de clase media a las personas con un nivel de ingreso que les permita protegerse de caer en situación de pobreza a través del tiempo. Dicho rango se define entre US$10 y US$50 medidos bajo la metodología de paridad de poder de compra (ppc) del ingreso per cápita diario. El equivalente en moneda nacional sería de aquellos hogares que tienen un ingreso entre S/1.942 y S/9.709 al mes.

Así, para identificar la clase media en el Perú se ha tomado en cuenta el ingreso monetario neto compuesto por: i) ingreso neto de la actividad principal monetaria dependiente, ii) ingreso por actividad principal independiente, iii) ingreso neto de la actividad secundaria dependiente, iv) ingreso neto de la actividad secundaria independiente, v) ingresos extraordinarios por trabajo, vi) ingreso por transferencias corrientes monetarias del país, vii) ingreso por transferencias corrientes del extranjero, viii) ingreso por rentas de la propiedad monetaria y ix) otros ingresos extraordinarios. La información procesada se obtuvo de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2018 del Instituto Nacional de Estadística e Informática.

Balance a nivel nacional

Un balance en el territorio nacional nos indica que en 2018 la clase media creció como porcentaje de la población total en 19 regiones mientras que en cinco se redujo. Así, el año que pasó fue positivo sobre todo para regiones como Ica, Madre de Dios, Lambayeque y Piura  donde la clase media creció en más de 6 puntos porcentuales (p.p.). En cambio se redujo en regiones como Junín (-2,4 p.p.), San Martín (-1,2 p.p.), Pasco (-1,0 p.p.), Lima (-0,7 p.p.) y Arequipa (-0,4 p.p.).

En tres regiones costeñas la clase media supera el 60%, éstas son Ica (67,0%), Lima (62,8%) y Arequipa (60,2%). En otras seis regiones (cinco de la costa y una de la selva) la clase media se encuentra en el rango de 40% y 60%. En trece regiones la clase media se ubica entre 20% y 40%. En dos regiones, Apurímac y Huancavelica, la clase media apenas llega a 19,7% y 13,3%, respectivamente.

En cuanto a la composición de la clase media, el IEDEP la desagrega en clase media baja cuyos ingreso diarios fluctúan entre US$10 a US$20 y clase media alta de US$21 a US$50.

Los resultados señalan que 9,4 millones de los 14,4 millones se desenvuelven dentro de la  clase media baja y los 5 millones restantes se les considera clase media alta, con un nivel de representatividad del 34,5% del sector social medio. Este último segmento despierta el interés comercial dado el poder adquisitivo y la capacidad de ahorro que se genera en dichos hogares. Un atributo que se asigna a la clase media alta es que son menos propensos a ser afectados como consecuencia de crisis o shocks externos, ya que después de la clase alta son la categoría social con menor riesgo de caer en la pobreza.

Si bien en cada región del país, la clase media baja supera a la media alta, ésta última tiene una importante participación en regiones como Lima (40,3%), Moquegua (38,3%), San Martín (37,9%) y Arequipa (37,4%). En el resto de regiones al menos el 20% de la clase media se ubica en el segmento alto.

El crecimiento del empleo formal, la demanda interna y el PBI son indicadores que marcan la tendencia y se retroalimentan de la clase media. En los años 2007, 2008 y 2012, periodos en que el PBI se expandió en 8,5%, 9,1% y 6,0%, la clase media creció cada año por encima de los cuatro puntos porcentuales. Entre los años 2014 y 2017 de una marcada desaceleración económica la clase media pasó de 39,6% a 43,3% de la población total, menos de cuatro puntos porcentuales en todo dicho periodo.

Ante este panorama, es sustancial retomar el alto crecimiento de la década pasada, similar a los países líderes como India (7,3%) y China (6,3%), el cual consolidará la clase media en el Perú. Empero el IEDEP sostiene que si se deja de crecer a las tasas referidas, la clase media podría reducirse, lo que no significa que automáticamente pasan a ser pobres sino que se ubicarían en una franja intermedia llamada clase vulnerable. Si bien este segmento de la población no es o ha dejado de ser pobre, aún no gozan de la seguridad económica para pertenecer a la clase media.

Lampadia




El triunfo de la clase media

“En la década de 1830, antes de que comenzara la Revolución Industrial, casi no había clase media. Era la realeza y el campesino. Ahora estamos a punto de tener un mundo mayoritario de clase media”.

Homri Kharas, Director Adjunto de Economía Global y Desarrollo del Brookings Institute

El mundo ha logrado sobrepasar un hito increíble en el desarrollo humano: por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial forma parte de la clase media.

Entre los grandes triunfos de la humanidad, triunfos que muchas veces se ignoran o se ocultan, tenemos:

  • Por primera vez, la mayoría de la población mundial no es pobre o vulnerable a la pobreza y la clase media representa el grupo económico más grande del mundo.
  • Desde septiembre, alrededor de de 3.8 mil millones de personas son parte de la clase media o clase alta
  • Asia está impulsando el crecimiento de la clase media, ya que las empresas han aumentado la productividad y mejorado la tecnología de la manufactura para ser más rentables con el tiempo
  • Casi 3.6 mil millones de personas son de clase media, definidos como hogares que gastan entre US$ 11-110 por persona por día y el número continúa aumentando
  • Hoy día en el mundo:
    • Cada segundo, una persona escapa de la pobreza extrema
    • Cada segundo, cinco personas entran a la clase media
    • Cada dos segundos, una persona pasa de la clase media a la clase de los más ricos
  • Para 2030, la clase media está en camino de alcanzar los 5.3 mil millones de personas en todo el mundo

En un estudio publicado recientemente, “La expansión sin precedentes de la clase media mundial“, Homri Kharas, Director Adjunto de Economía Global y Desarrollo del Brookings Institute, considera que los hogares de clase media como aquellos que tienen suficientes ingresos discrecionales para:

  • Comprar bienes de mayor valor, como grandes electrodomésticos y vehículos.
  • Pueden darse el lujo de ir al cine o disfrutar de otras formas de entretenimiento
  • Pueden tomar vacaciones.
  • Y están razonablemente seguros de que ellos y sus familias pueden sobrellevar un shock económico, como una enfermedad o un período de desempleo, sin caer nuevamente en la pobreza extrema.

Según esa definición, ajustado al costo de la vida en las distintas regiones del mundo: “Fue solo alrededor de 1985 cuando la clase media llegó a mil millones de personas, aproximadamente 150 años después del inicio de la Revolución Industrial en Europa. Luego tomó 21 años, hasta 2006, para que la clase media llegara a dos mil millones. Gran parte de esto refleja el extraordinario crecimiento de China. Llegar a los tres mil millones en la clase media mundial tomó nueve años. Hoy estamos en camino de agregar otros mil millones en siete años y un quinto mil millones en seis años más, para 2028″.

Los ‘ultra ricos’, a menudo llamados “El uno por ciento” ahora representan el 2.5% de la población mundial. La actual clase media mundial constituye el 48% de la población mundial. Y juntos, representan más de la mitad de la población mundial.

Hace algunos años, The Economist analizó la emergencia de la nueva clase media global, liderada por la China y varios países del Asia. Ellos detectaron que este fenómeno abarcaba a más de 2,500 millones de personas, una evolución paulatina con graduaciones y diferentes niveles de consolidación.

Sin embargo, el crecimiento de la clase media ha sido mucho más explosivo de lo se pudo imaginar. En las últimas décadas, las naciones asiáticas, lideradas por China, han liberalizado sus economías, alejándose de la planificación estatal hacia mercados despolitizados. Si bien los números globales son impulsados por los desarrollos en las economías más grandes del mundo, especialmente en China y la India, se espera que la expansión de la clase media tenga una base amplia, pero se concentre en gran medida en Asia. La gran mayoría (88 %) de los próximos mil millones de personas en la clase media serán asiáticos.

El informe encuentra que es en esta región donde el crecimiento económico ha sido más beneficioso. “Estamos siendo testigos de la expansión más rápida de la clase media, a nivel mundial, que el mundo haya visto… la gran mayoría, casi el 90 % de los próximos mil millones de participantes en la clase media mundial estarán en Asia: 380 millones de indios, 350 millones de chinos y 2,010 millones de otros asiáticos”.

El problema para África, sin embargo, es que la clase media es bastante pequeña en la actualidad, mientras que habrá un “crecimiento sustancial” en la clase media del continente, “la base es tan pequeña que la expansión en el tamaño del mercado es limitada”. Por su lado, un reciente informe de Bill y Melinda Gates dan la alarma de que “décadas de progresos deslumbrantes en la lucha contra la pobreza y la enfermedad pueden estar a punto de estancarse” en África, donde la pobreza extrema se está concentrando fuertemente, particularmente en la República Democrática del Congo y Nigeria. Estos dos países albergarán a más del 40% de pobreza extrema del mundo para el año 2050. Por lo tanto, escribe Gates, reducir la pobreza en África debería ser “la prioridad mundial para las próximas tres décadas”. Ver en Lampadia: Visión de la reducción de la pobreza global al 2030.

Clase media en el Perú

Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep), entre 2011 y 2017, la clase media pasó de 9’847,000 personas a la cifra de 13’405,000, suponiendo un crecimiento acumulado de 36.1% en menos de 10 años.

Ya hacia el 2011, habíamos tenido un crecimiento notorio de la clase media.

En 2012, publicamos nuestro Libro Blanco de la nueva clase media peruana, donde monitoreamos las distintas publicaciones sobre la nueva clase media peruana.

El rápido crecimiento del PBI en los últimos años dio el impulso necesario para lograr estos resultados. César Peñaranda, director ejecutivo del Iedep, afirmó hace unos meses que “al dinamizarse la economía, aumenta la demanda por empleo a nivel nacional, lo que aumenta la posibilidad de conseguir mejor trabajo y, consecuentemente, ingresos más altos”.

Por lo tanto, una economía activa ayudaría a reducir la pobreza haciendo que personas de este grupo pasen al sector vulnerable y que estos últimos pasen a ser parte de la clase media. Y son esos trabajadores mejor pagados los que pueden mejorar su productividad a través de inversión en educación y salud.

La evolución de la clase media peruana es una de las mejores representaciones del desarrollo reciente del país. Los peruanos necesitamos aprender y difundir las lecciones de nuestro desarrollo social y económico, así como entender los procesos experimentados en otros países, para comprender las relaciones causa-efecto que puedan marcar la dirección de nuestras futuras políticas públicas.

Por eso, para lograr que más personas lleguen a la clase media y prevenir su descenso a la pobreza nuevamente, es necesario retomar la inversión privada y la senda de crecimiento del Perú. No perdamos todos los logros que hemos alcanzado en una década. Tenemos un gran potencial y no podemos desperdiciarlo.

Conclusiones

Según Brookings Institute, si bien los esfuerzos de desarrollo global se centran en elevar a los más pobres del mundo, por cada persona que sale de la pobreza extrema cada segundo, cinco personas entran en la clase media cada segundo. Esto es importante porque la clase media es el motor que impulsa la demanda en la economía global. A nivel mundial, la clase media ya está gastando US$ 35 mil millones anualmente y podría gastar hasta US$ 29 mil millones más en 2030, lo que representa aproximadamente un tercio del crecimiento del PBI proyectado para esa fecha.

Además, los hogares privados representan aproximadamente la mitad de la demanda económica mundial y dos tercios de esa proporción provienen de la clase media. Una clase media en crecimiento significa una economía global más fuerte y una población más grande a la que se dirigirán las empresas de todo el mundo.

El mundo ha llegado a comprender en gran medida que el libre comercio, la globalización y el libre mercado están elevando el nivel de vida. Como afirma Ian Vásquez en su artículo Mundo de clase media, “Que la globalización haya beneficiado en tal magnitud al mundo en desarrollo merece ser celebrado. (…) Hay que destacar el tremendo progreso que está viviendo la humanidad antes de que políticas basadas en relatos falsos lo empiecen a revertir.” La mayoría de personas han migrado hacia mercados despolitizados, mientras que muy pocos, especialmente Venezuela, se han movido hacia el socialismo y la planificación central.

Según Gallup World Poll, una encuesta global, “en la mayoría de países hay una clara correlación entre la suerte de la clase media y la felicidad de la población”. Las familias que entran a la clase media son notablemente más felices que aquellas que están estancadas en la condición de pobres o vulnerables. Contrariamente las personas de los países que reducen su clase media, conllevan altos niveles de estrés personal.

Los buenos líderes verán estos ejemplos y esperamos que elijan sabiamente. Pueden despolitizar los mercados para construir una nación de mayor seguridad económica y prosperidad, o pueden seguir el modelo socialista fallido que ahora está destruyendo la riqueza y los derechos humanos en países como Venezuela.

Por todas estas razones, es alarmante que el gobierno peruano haya abandonado la acción de gobierno y el procurar una mayor prosperidad, para entretenerse en niveles de confrontación política que no llevan a nada bueno. Las fortalezas del Perú están en su clase media, abandonada hoy día a su suerte, en una economía que pierde constantemente oportunidades de consolidación. Señor Presidente de la República, ¿cuándo vamos a dar un golpe de timón hacia el camino del bienestar común? Lampadia

Otros gráficos interesantes:

 




MEF sube impuestos al consumo de clase media y pobre

Como hemos indicado anteriormente, consideramos muy importante que se consolide el gobierno de Martín Vizcarra, que sigue siendo atacado desde las desleales izquierdas, las canteras del partido de PPK y por las insidiosas presentaciones de periodistas de Canal N, RPP y Canal 9, que echan carbón para reactivar las diferencias del gobierno con Fuerza Popular, haciendo caso omiso al llamado presidencial de ‘abandonar la política de odio y confrontación’.

Nuestro apoyo a la consolidación del gobierno, no nos inhibe de hacer críticas a políticas y medidas expresas, que en nuestra opinión desfavorecen el éxito de la gestión de Vizcarra, más allá del muy corto plazo.

Cuando el Ministro de Economía, David Tuesta, nos dijo que teníamos que crecer más, destacamos su declaración.

Pero cuando, antes de abrir el camino al crecimiento, o, aunque sea, prender una luz al final del túnel, habló de aumentar impuestos, lo criticamos.

Efectivamente, después de que el gobierno ha disminuido las posibilidades de activar los proyectos mineros en el corto plazo, algo indispensable para relanzar el crecimiento de la economía, el MEF se refugia en el aumento de los impuestos.

Como sabemos, el gobierno ha hecho un planteamiento muy tímido sobre la posibilidad de viabilizar la inversión minera, abriendo el espacio para que cualquier grupo de interés minoritario, anti-inversión y anti-minero, organice alguna turbamulta y frustre las inversiones. Los cuidados del gobierno sobre los temas sociales y ambientales, no estuvieron acompañados de explicaciones sobre la necesidad de promover esas inversiones, ni marcaron la línea entre preocupaciones sinceras y atendibles, y disculpas para que los enemigos de la superación de la pobreza, sigan paralizando la economía.

Nuevamente Chile se apresta ha sacarnos una mayor ventaja en la producción de cobre. El país es un hervidero  de iniciativas y proyectos.Toda la industria del cobre se vuelca a nuestro vecino, donde hasta se diseñan esquemas laborales para enganchar a los mineros peruanos, profesionales y trabajadores, en ciclos de producción y descanso, que eviten un desarraigo completo.

Mientras tanto en el Perú, donde perdimos el tren de las inversiones mineras en los albores del gobierno de Humala-Heredia, y hasta ahora no podemos ni acercarnos a la estación, estamos a la espera de que no se le ocurra a nadie iniciar una protesta contra alguno de nuestros proyectos, pues el gobierno no se anima a liderar a la población explicando las ventajas y beneficios de las inversiones mineras, máxime ahora que entramos en un ciclo de vacas fiscales flacas.

Ver en Lampadia: Chile consolida su ventaja sobre el Perú – La carrera del cobre, la madera y las startups

Ayer el MEF aumentó el impuesto selectivo al consumo de bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas, cigarrillos, combustibles y vehículos nuevos. Al estilo de la política tradicional, nos quieren vender el paquetito como una medida para desincentivar el consumo de bienes que producen externalidades negativas. La verdad es que el aumento responde a la necesidad de tener más recursos fiscales, nada más.

Los aumentos anunciados, en un momento de debilidad de la demanda por empleo, de menores ingresos de la población, son un golpe a los más necesitados, los pobres y la clase media.

El Perú tiene como crecer alto y sostenido. Para ello tenemos que recuperar la inversión privada, que está a la espera de mejores señales del gobierno. Si no tuviéramos opciones de hacerlo mejor, no quedaría otra que ajustar los cinturones de todos. Pero teniendo mil oportunidades de inversión, con generación de empleo y posibilidades de multiplicar los recursos fiscales, subir impuestos sin, siquiera iluminar el camino del crecimiento, linda en un facilismo cortoplacista empobrecedor.

¡Está bien que tueste, ministro, pero que no queme! Lampadia

 

 




Trump desata dañina ‘Guerra Comercial’

Tal como amenazó en su campaña electoral, Donald Trump inició la imposición de acciones comerciales y regulatorias que, lamentablemente, está iniciando una ‘guerra comercial’. La disculpa es China, el éxito de China y sus impactos, reales y aparentes, en la economía de EEUU.

Como se ve en el siguiente gráfico publicado por The Economist esta semana, análisis recientes confirman, como indicamos en Lampadia: Nuevas investigaciones sobre la desigualdad en EEUU, que la aseveración sobre el estancamiento de ingresos de la clase media de EEUU, es equivocada, o llanamente falsa. Según esta información, el ingreso medio real, habría subido en un 50% desde 1979, lo que le quita todo sustento al populismo desatado en EEUU y llevado al gobierno por Trump. (En los próximos días presentaremos esta información en detalle).

Según The Economist, 28 de marzo, 2018: Even if America wins concessions, worry. Donald Trump’s trade policy is economically muddled and politically toxic. (Incluso si EEUU gana concesiones, preocúpese. La política commercial de Trump es económicamente enlodada y políticamente tóxica):

“Los errores sobre la economía de Trump, explican porqué sus políticas son tan irresponsables. En lugar de juntarse con otros países [supuestamente] afectados para ejercer presiones legales a China, Trump a amenazado a sus aliados. En lugar de trabajar con las reglas establecidas en el sistema de comercio, que EEUU ayudó a crear, y que a pesar de sus imperfecciones, le ha servido bien, pasa por encima de ellas a voluntad. Es particularmente imprudente al afirmar que las tarifas al acero y aluminio se justifican por temas de seguridad nacional (una carta de excepción bajo las reglas de la OMC, que debe usarse con moderación). Si EEUU mete su nariz en la OMC, ¿por qué no lo harían otros?

El resultado de una guerra comercial entre EEUU y China sería el de un espacio global que deteriora sustancialmente las posibilidades de crecimiento de los países emergentes. Por ejemplo, según Bloomberg, las primeras escaramuzas han determinado una disminución de la cotización del cobre, del orden de 10%, cayendo por debajo de los US$ 3 por libra. En el caso del Perú, esto significa una disminución de ingresos por exportaciones mayor a un millón de dólares.

Por su lado, una reciente encuesta de McKinsey muestra que “los cambios en la política comercial son las causas más citadas como riesgo del crecimiento global, el doble de veces que en la encuesta anterior”: 

El último evento de proteccionismo de Trump es en relación a las importaciones de acero. Efectivamente, las exportaciones de los excedentes de acero de China, han afectado severamente el mercado global. Esto tiene impactos en industrias pesadas en muchas partes del mundo, incluyendo al Perú, y lamentablemente hasta ahora no se ha podido llegar a acuerdos sólidos con la China. Ver en Lampadia: El acero chino inundará los mercados mundiales y Se vuelve a debilitar la industria del acero.

Pero las medidas que está tomando EEUU, van más allá del caso del acero, y más allá de China. Por lo tanto, puede traer el inicio de la temida guerra comercial, que consolidaría la ola anti-globalización y comercio internacional que amenaza al mundo en los últimos tiempos.

De El Comercio

El Lampadia hemos advertido sobre el riesgo que conlleva la gesta anti globalización y anti libre comercio. Hace tiempo sugerimos que el Perú tomara las banderas del libre comercio en los foros internacionales. Pero nuestros incapaces gobernantes, y nuestra distraída clase dirigente, no pestañaron.

Una guerra comercial tendría un impacto muy negativo en nuestra economía, ya que debilitaría sustancialmente el eco-sistema de libre comercio, indispensable para traer más riqueza del exterior a nuestro país y reducir la pobreza.

Pues en los próximos días tendremos otra oportunidad para plantear la defensa de nuestros legítimos intereses, y de dar el ejemplo de disciplina estratégica en la región. Aprovechemos el espacio de la Cumbre de las Américas en Lima, en la primera quincena de abril próximo en Lima, para hacer un planteamiento sólido en pro del libre comercio:

Expliquémosle al presidente Trump y a los demás líderes del continente, cómo, en un mundo globalizado, una medida específica, dirigida a conseguir un resultado particular, puede desencadenar una serie de reacciones y reverberaciones que pueden hacer daño a todos, incluso al propio EEUU, que, con sus aranceles al acero y aluminio, puede terminar perdiendo inversiones, empleos y crecimiento.

El siguiente artículo de Martin Wolf, del Financial Times, conocedor de la intransigencia de Trump, plantea una defensa del sistema de libre comercio, desde la perspectiva de lo que puede hacer China para evitar una ‘guerra comercial’. Lampadia 

Cómo puede China evitar una guerra comercial con Estados Unidos

Beijing debe reconocer el cambio de percepciones de los estadounidenses y hacer algunas concesiones

Martin Wolf
Financial Times
27 de marzo, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

 

¿Cómo debería responder China a la política comercial agresiva de Donald Trump? La respuesta es: estratégicamente. Necesita manejar una oleada creciente de hostilidad de EEUU.

De los acontecimientos ocurridos en Washington la semana pasada, el nombramiento de John Bolton como principal asesor del presidente de EEUU en seguridad nacional puede ser más trascendental que el anuncio de una acción comercial “sección 301” contra China. Sin embargo, el plan de imponer aranceles del 25 % a los 60 mil millones de dólares (aún no especificados) de las exportaciones chinas a los Estados Unidos muestra la agresión de la agenda comercial de Trump. Las tarifas propuestas son solo una de varias acciones dirigidas a las políticas relacionadas con la tecnología de China. Estos incluyen un caso contra China en la Organización Mundial del Comercio y un plan para imponer nuevas restricciones a sus inversiones en compañías de tecnología de EEUU.

Los objetivos de estas acciones estadounidenses no están claros. ¿Se trata simplemente de detener una supuesta mala conducta, como las transferencias forzosas (o el robo total) de propiedad intelectual? O, como sugiere el etiquetado de China como “competidor estratégico”, es para detener por completo el progreso tecnológico de China, un objetivo que es inalcanzable y ciertamente no negociable.

Trump también enfatizó la necesidad de que China reduzca su superávit comercial bilateral de Estados Unidos en US$ 100 mil millones. De hecho, su retórica implica que el comercio debe equilibrarse con cada socio. Este objetivo es, una vez más, inalcanzable ni negociable.

La visión optimista es que estos son movimientos de apertura en una negociación que terminará en un acuerdo. Una perspectiva más pesimista es que esta es una etapa en un proceso interminable de negociaciones tensas entre las dos superpotencias en el futuro. Una visión aún más pesimista es que las discusiones comerciales se romperán en un ciclo de represalias, quizás como parte de hostilidades más amplias.

Lo que suceda también dependerá de China. Debe reconocer el cambio en las percepciones de EEUU, de las cuales la elección de Trump es un síntoma. Además, en el comercio, los demócratas son mucho más proteccionistas que los republicanos.

¿Cuáles son las fuerzas que impulsan este cambio? El ascenso de China ha hecho que Estados Unidos tema la pérdida de su primacía. La autocracia comunista china está ideológicamente en desacuerdo con la democracia estadounidense. Lo que los economistas llaman “el choque de China” ha sido real e importante, aunque el comercio con China no ha sido la razón principal de los cambios adversos experimentados por los trabajadores industriales estadounidenses. Estados Unidos tampoco ha proporcionado la red de seguridad o el apoyo activo que necesitan los trabajadores y las comunidades afectadas.

Además, el acuerdo alcanzado cuando China se unió a la OMC en 2001 ya no es aceptable. Como dice Trump, Estados Unidos quiere una “reciprocidad” estricta. Finalmente, muchos empresarios argumentan que China está “haciendo trampa” en pos de sus objetivos industriales.

La experiencia muestra que las quejas nunca terminarán. Hace aproximadamente una década, las quejas se referían a los superávits en cuenta corriente de China, el tipo de cambio infravalorado y las enormes acumulaciones de reservas. Todo esto se ha transformado ahora: el superávit de la cuenta corriente ha caído a solo el 1.4 % del producto bruto interno. Ahora las quejas se han desplazado hacia desequilibrios bilaterales, transferencias forzosas de tecnología, exceso de capacidad y la inversión extranjera directa de China. China es exitosa, grande y diferente. Las quejas cambian, pero no el hecho que hay quejas.´

¿Cómo podría manejar China estas fricciones, exacerbadas por el personaje de Trump, pero arraigadas en profundas ansiedades?

En primer lugar, tomar represalias con contra medidas específicas, precisas y limitadas. Como todos los bullies, Trump respeta la fuerza. De hecho, él respeta a Xi Jinping.

En segundo lugar, desarmar las quejas legítimas o aquellas cuya reparación beneficia a China. La liberalización de la economía china es en interés propio de China, como demuestran los asombrosos resultados de 40 años de “reforma y apertura”. China puede y debe acelerar su propia liberalización interna y externa. Entre las quejas ampliamente compartidas de las empresas extranjeras, se encuentra la presión excesiva para transferir conocimientos técnicos como parte de las actividades comerciales en China. Tales “requisitos de desempeño” son contrarios a las normas de la OMC. China necesita actuar decisivamente en esto.

Tercero, haciendo algunas concesiones. China podría importar gas natural licuado de Estados Unidos. Esto reduciría el superávit bilateral, mientras que meramente reasignaría el suministro de gas en todo el mundo. Pero hacer lo mismo con los commodities en los que China es el mercado dominante del mundo sería mucho más problemático, ya que perjudicaría a otros proveedores. Es probable que Trump quiera que China discrimine contra los alimentos australianos o los aviones europeos. Ahí está el fin del sistema de comercio global liberal.

En cuarto lugar, multilateralizar estas discusiones. La cuestión de los excedentes en productos estándar como el acero no puede tratarse a un nivel puramente unilateral o bilateral. Como potencia global en ascenso, China podría desempeñar un papel central en la liberalización del comercio, fortaleciendo así el sistema y aumentando la participación mundial en la salud de la economía china. Operar a ese nivel global trae otro beneficio potencial: es difícil para las grandes potencias negociar bilateralmente, ya que tienden a ver las concesiones mutuas como humillantes.

Sin embargo, en el contexto global, una concesión puede verse como un beneficio para todos. Finalmente, al operar bajo la rúbrica de la OMC, China coloca a los europeos en una posición difícil. Los europeos comparten las ansiedades de Estados Unidos sobre las políticas de propiedad intelectual de China, pero también creen en las reglas. Si China tomara el camino correcto, los europeos podrían sentirse obligados a apoyarlo.

Estamos en una nueva era de competencia estratégica. La pregunta es si esto será manejado o conducirá a un colapso en las relaciones. La política comercial de Trump es una parte altamente desestabilizadora de esta historia. China debería tener una visión más amplia, por su propio bien y el del mundo. Lampadia




Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana

No nos da gusto haber tenido razón sobre el análisis de cómo se pueden hacer las cosas mal. Cuando escribimos haciendo ese tipo de advertencias, lo hacemos para permitir que los actores políticos tengan la oportunidad de pensar y rectificar. Lo frustrante es que en el Perú no seamos capaces de escuchar, pensar y dialogar.

Líneas abajo republicamos nuestro artículo del 4 de mayo de 2016, “PPK puede ser el Presidente más Débil de la Historia”, alertados por un post en Facebook de una de nuestras seguidoras. Consideramos que las advertencias que hicimos entonces, pueden ayudarnos a que el nuevo gobierno de Martín Vizcarra y la gente que lo acompañe en el ejecutivo, y también, la bancada de Fuerza Popular y su lideresa, Keiko Fujimori, así como los congresistas que entienden que el Perú debe desarrollarse desde la base de la democracia y la economía de mercado, recapaciten sobre la estrategia política con la que debemos llegar al Bicentenario.

Tenemos que recuperar el espíritu de la primera vuelta de las elecciones, expresadas por un 80% de los ciudadanos en las ánforas el 10 de abril, 2016. Entonces, los peruanos habíamos rechazado los cantos de sirena de las izquierdas con sus propuestas de hacer una constitución regresiva, anti inversión privada y auspiciada políticamente por los nefastos gobiernos de Venezuela y Brasil.

Esto implica que Martín Vizcarra convoque a su gobierno a quienes puedan ayudar a recuperar dos años perdidos en el enfoque de la política de gobierno, con quienes pueda iniciar una gesta de comunicación a los ciudadanos, para reflexionar con ellos, sobre las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que pueden hacernos ricos o regresarnos definitivamente a la pobreza.

En alguno de nuestros análisis recientes, dijimos que el gobierno de PPK estuvo llamado a ser el mejor gobierno de la historia, porque podía hacer la síntesis de cincuenta años de errores y aciertos. Los peruanos hemos visto como, en pocos años, nuestro país pasó de ser un Estado Fallido a Estrella Internacional, abandonando el estatismo y la sobre-regulación, con solo abrazar el libre mercado y la inversión privada, que nos permitieron crecer, reducir la pobreza, disminuir la desigualdad, crear una dinámica clase media y crear empleo a lo largo y ancho del país.

No nos olvidemos que ese proceso virtuoso fue interrumpido el 2011 por el gobierno de Ollanta Humala, interrupción que no supo corregir el gobierno de PPK, llevándonos a una de las peores crisis de nuestra historia.

Hoy toca mirar el futuro con grandeza. Con la grandeza de nuestros pueblos, con la grandeza de los recursos que nos dio la naturaleza, y con la grandeza de tantos peruanos que superaron el abandono y la adversidad en sus tierras y vinieron a Lima a construir un nuevo Perú, que no puede fallarles ahora.

Hoy toca mirar el futuro con grandeza. Con la grandeza de nuestros pueblos, con la grandeza de los recursos que nos dio la naturaleza, y con la grandeza de tantos peruanos que superaron el abandono y la adversidad en sus tierras y vinieron a Lima a construir un nuevo Perú, que no puede fallarles ahora.

Hoy toma el gobierno, Martín Vizcarra, un provinciano que puede conducirnos a la grandeza. El Perú es Infinito, hagámoslo infinito para todos. Lampadia

Cuidado con el abrazo del oso
PPK puede ser el Presidente más Débil de la Historia

El pasado 11 de abril [2016] propusimos en Lampadia (El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado) que en la segunda vuelta electoral aprovechemos la extraordinaria oportunidad de vivir unos días de civismo, un período de aprendizaje y reflexión sobre propuestas serias que nos permitan a los ciudadanos ponderar las políticas públicas que pueden llevarnos al desarrollo integral, revisando las agendas de gobierno con énfasis en los cómos.

Así se evitarían los tradicionales enfrentamientos politiqueros y se recogería el mandato popular que optó por dos fuerzas pro economía de mercado que están supuestas a seguir construyendo sobre lo avanzado.

Lamentablemente, las cosas parecen ir por otro lado. PPK y PPK, en vez de desarrollar una compulsa constructiva con Fuerza Popular (FP), parecen preferir un autodestructivo acercamiento con la izquierda tradicional con gestos y frases que solo pueden ser calificadas como un despropósito.

Por ejemplo, en la mañana del 11 de abril, al día siguiente de las elecciones, sin haber felicitado a Keiko por el resultado de la votación, PPK deslizó la posibilidad de visitar a Santos en la cárcel, para terminar desairado por el líder de Democracia Directa. Además, Martín Vizcarra, el candidato a la primera vicepresidencia, declaró a los pocos días que “con Marco Arana coincidimos plenamente en lo que queremos como resultado para la pobreza” (Arana, el ex cura anti minero, no ha hecho nunca una propuesta para superar la pobreza). Mercedes Araoz y Juan Sheput hicieron invocaciones parecidas. Esta es una estrategia de alianzas destructiva para el país, pues, conociendo a nuestras izquierdas, no durará siquiera dos meses, porque para ellos el voto por PPK sería un componente de su estrategia anti-sistema, terminarían atacando PPK, aún antes de que asuma su eventual gobierno.

Consideramos que el enfoque de PPK para la segunda vuelta es un error grave no solo para su colectivo político, sino, especialmente, para el Perú, porque para convocar el respaldo de la opinión pública a las medidas de reactivación económica y a las reformas que necesita el país, o sea para neutralizar la izquierda radical, que contará  con una bancada agresiva y numerosa, se va a necesitar un gobierno sólido y con una postura política coherente.

La incoherencia de PPK es grave, considerando sus debilidades políticas estructurales. Veamos:

  • Ningún otro presidente electo habría sacado menos votos en la primera vuelta. PPK logró apenas  21% de los votos válidos. El 2006, Alan García sacó 24.3%.
  • No hay que olvidar que parte de estos votos fueron una opción táctica de terceros  que votaron para impedir que el Frente Amplio llegue a la segunda vuelta, y otra parte ha sido producto de la exclusión de Guzmán y Acuña. ¿Cuantos fueron los votos propios de PPK? ¿Cuántos son los peruanos que lo defenderán en una situación de dificultad?
  • Ningún otro presidente, en muchas décadas, tendría una bancada más reducida en el Congreso, pues tan solo el 18% de los congresistas ingresarán por su agrupación. En el inconcluso primer gobierno de Belaúnde, la bancada oficialista llegó al 28% del congreso, 10% más que PPK. Además, no debemos olvidar el antecedente de que de los 18 congresistas que ingresaron con PPK el 2011, ninguno siguió vinculado a él cinco años más tarde. Tampoco hay que olvidar que, su capacidad de comando y control sobre su propia organización política (PPK) se muestra muy limitada. El manejo del conflicto con Heresi no habla bien de su capacidad política.
  • Ningún otro presidente seria electo al cargo con una edad más avanzada. Belaúnde, en 1980, representa el máximo histórico con 68 años.
  • Ningún otro presidente obtuvo en primera vuelta una representación geográfica y poblacional tan reducida. Solo ganó en una región, en tres de 196 provincias (perdió en 98.5% de las provincias). En la mayoría de ellas ha quedado en 3º o en 4º puesto. Los  conflictos sociales surgen principalmente en las regiones donde PPK tiene muy escaso respaldo político.
  • Ningún otro presidente llegaría al poder apoyado por una coalición o convergencia política con tantos intereses contrapuestos y hostilidades profundas.
  • La izquierda que hoy lo apoya, lo hace por oposición al Fujimorismo, y se volverá su más radical opositor, para posicionarse como alternativa para el 2021.
  • Además, en este proceso, habría generado brechas complicadas con FP.

Consecuencias:

  • Si mantiene dicha estrategia (inconsistente), con las debilidades indicadas, el eventual gobierno de PPK no tendría capacidad de hacer mucho, sería muy vulnerable para la izquierda anti-sistema.
  • Su capacidad para resolver algún conflicto como Tía María o Conga, cuando los  genere la izquierda anti-sistema, sería muy reducida, abriendo el camino para que esos conflictos se escalen o multipliquen.
  • Su capacidad de hacer reformas dependerá del apoyo de FP para pasar cualquier iniciativa en el Congreso, pero ¿Qué razones tendría el FP para asumir los costos políticos de las reformas en defensa del gobierno de PPK? ¿Qué podría ofrecer PPK a FP desde una situación de debilidad? FP ya ha anunciado que su eventual estrategia pasaría por otorgar facultades legislativas en vez de aprobar las normas en el Congreso.
  • La imagen de estabilidad política ganada por el Perú en la primera vuelta, se deterioraría rápidamente por las inestabilidades e inconsistencias del gobierno de PPK.
  • La mediatizada y desarticulada colaboración con FP, que no sería la de una acción de gobierno consistente que produzca resultados claros, facilitaría que la izquierda desprestigie las políticas públicas ‘pro-modelo’, beneficiándose de una confrontación esencialmente política que propicie espacios al populismo.

Esperamos que PPK y PPK entiendan el callejón sin salida al que parecen estar entrando. Sus aprontes hacia las izquierdas pueden ser una táctica electoral políticamente entendible, pero son al mismo tiempo una traición al mandato popular que rechazó el tener en la segunda vuelta una alternativa anti-mercado. Lampadia

 




La India continúa su marcha a la modernidad

India sigue siendo la economía grande con mayor crecimiento en el mundo, logrando un crecimiento de 7 % anual, y encaminándose a convertirse en la tercera economía más grande del mundo para 2027. Esto ha convertido a la India en un destino favorito de las empresas más grandes del mundo, pero como explica The Economist, el mercado de eventuales consumidores es muy pequeño, y en esencia, a diferencia de China, adolece de la ausencia de una clase media.

Por lo que su desarrollo es una de los objetivos más importantes del gobierno. El enfoque del gobierno de Narendra Modi es expandir la clase media de la India, para lo cual busca que la economía del país continúe creciendo consistentemente durante las próximas dos décadas, como afirma el artículo de The Economist líneas abajo.

El ministro de Finanzas de la India, Arun Jaitley, en una reunión de líderes e inversionistas empresariales estadounidenses, dijo que “la India tiene una de las economías más abiertas del mundo. Estamos ascendiendo en la clasificación de facilidad de hacer negocios todos los años. Los permisos que solían tomar años ahora son rutinarios, y no es necesario presionarlos”. Jaitley agregó, “Pero también nos damos cuenta de que abrirles la puerta no es suficiente. Tenemos que crear una atmósfera acogedora y eso es lo que está haciendo el gobierno”.

Además, Modi está buscando incentivar a la gente a salir de la informalidad. En este propósito, la India ha tenido tremendos fracasos, como la desmonetización, y aciertos, como la bancarización y digitalización. “Un esquema del gobierno para proporcionar cuentas bancarias a todos los ciudadanos, y tenerlos vinculados a teléfonos móviles e identificaciones nacionales biométricas, y pagos digitales. Los trámites con las autoridades se realizan cada vez más en línea, donde es más difícil hacer sobornos. Eso hace que la perspectiva de ser un negocio formal sea menos aterradora”, según The Economist.

Muy buenas lecciones para el Perú, donde más allá de la retórica, no hemos avanzado ni un milímetro en el objetivo de formalizar la economía, una de las principales promesas de PPK.

En Lampadia seguimos a Narendra Modi desde su postulación a asumir uno de los gobiernos más difíciles y complejos de la tierra. Los mensajes de Modi, después de décadas de un socialismo improductivo, y una pérdida de desarrollo relativo con su inmenso vecino, la China, hacían prever un giro sustancial hacia la economía de mercado y el impulso de la inversión privada, el único sistema económico y político que ha probado crear riqueza y prosperidad. Bastaba ver su lema: “No red tape, only red carpet for investors” (nada de tramitología, solo alfombra roja para los inversionistas). Ver: La visión de país y reformas que el Perú necesita.

A medida que la India consolida el crecimiento de su economía, aumenta su importancia global y se constituye como un balance en el desarrollo geopolítico global.  Especialmente en días en que el escenario geopolítico global ha cambiado para peor, con “una China en dictadura”, Rusia en manos de Putin, y el estilo y acciones de Trump. Ver en Lampadia: Los albores de un nuevo mundo signado por divergencias. Tan es así, que uno de los líderes políticos más comprometidos con la globalización, Emmanuel Macron, de Francia, acaba de firmar un acuerdo de cooperación militar con la India, para cuidar la influencia de China en el océano Índico. 

Lo cierto es que en la India parece estar instalándose una nueva idea de cómo deben hacerse las cosas en el plano económico. Sus repercusiones se sentirán seguramente en todo el mundo, y esperamos que se aquilaten debidamente en el Perú. La aceleración de su ritmo de crecimiento puede ser enormemente favorable para nuestra economía, abriéndose un mercado prácticamente virgen para nuestras exportaciones. Miremos más de cerca de la India y a Modi, también llamado como el ‘modifier’ (modificador). Lampadia

El medio que falta en India

India tiene un vacío donde debería estar su clase media

Algo que debería preocupar al gobierno y a las empresas

The Economist
13 de enero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

¿Dónde después de China? En las últimas dos décadas, el país más poblado del mundo se ha convertido en el objetivo de mercado de casi todas las empresas globales que buscan crecimiento. A medida que su economía se desacelera, las empresas buscan el siguiente grupo de consumidores para continuar su desarrollo.

Para muchos, India se siente como el aparente heredero. Y muchos piensan que su clase media se encuentra en las primeras etapas del camino hacia la prosperidad que creó cientos de millones de consumidores chinos.

Sin embargo, la clase media india apenas existe. Las empresas se dirigen a una parte minúscula de la población.

  • El 1% superior de los adultos de la India, un rico enclave de 8 millones de habitantes que gana al menos US$ 20,000 al año, equivale aproximadamente a Hong Kong en términos de población e ingreso promedio.
  • El siguiente 9% se asemeja a Europa central, en el medio de la riqueza global.
  • El siguiente 40% de la población vive en las condiciones de sus vecinos pobres del sur de Asia, Bangladesh y Pakistán.
  • Los quinientos millones restantes, están a la par de las zonas más pobres de África.

Alejándonos del centro

Peor aún, las posibilidades de que India desarrolle una clase media que coincida con la del Reino Medio (China), están cayendo debido a la creciente desigualdad. India ha hecho un buen trabajo al conseguir que los que ganan menos de US$ 2 por día (a paridad de poder adquisitivo) aumenten a US$ 3, pero no ha coincidido con los registros de otros países en conseguir que esos US$ 3 al día suban a US$ 5, y que los que ganan US$ 5 suban a US$ 10, y así sucesivamente. Las personas de ingresos medios en países en la etapa de desarrollo de la India normalmente obtienen más beneficios del crecimiento.

Las razones de este fracaso no son misteriosas. Décadas de intervención estatal significó que cuando algo de liberalización llegó a principios de la década de 1990, solo unos pocos pudieron beneficiarse. La mano de obra es lamentablemente improductiva, lo cual no es sorprendente dado el estado abismal del sistema educativo de la India, que genera millones de adultos equipados solo para el trabajo de mando bajo. Sus graduados continúan trabajando en pequeñas empresas o microempresas, que operan informalmente; estos “emplean” al 93% de todos los indios. El hecho de que apenas una cuarta parte de las mujeres trabaje, una participación que ha experimentado un precipitado declive en la última década, solo empeora las cosas.

Una buena política puede hacer mucho para mejorar las perspectivas. Sin embargo, la esperanza debe ser atemperada por el realismo. La India está bendecida con un sistema democrático profundamente arraigado, pero eso no es un escudo contra las malas decisiones. La repentina y brutal “desmonetización” de la economía en 2016 tenía como objetivo los peces gordos, pero terminó lastimando a todos. Y el camino hacia la prosperidad caminado por China, donde la manufactura produjo los empleos que aumentaron los ingresos, se está reduciendo a medida que la automatización limita las oportunidades para el trabajo en las fábricas.

Todo esto significa que las empresas deben lidiar con la India que existe hoy en lugar de la que desean que surja. Una estrategia es esperar a que los indios desarrollen el gusto por los productos que la clase media mundial disfruta -los automóviles, vacaciones en el extranjero- puede llevar a décadas de frustración.

Gran mercado, menores oportunidades

Las empresas harían mejor en “indianizar” sus negocios, por ejemplo, vendiendo mercancías utilizando los idiomas regionales preferidos por cientos de millones de indios. El precio importa. Los servicios ofrecidos al mismo precio en India que Indiana atraerán a millones, no a mil millones.

Las empresas más inteligentes entienden qué tipo de “habilitadores” permitirán a los indios obtener acceso a nuevos productos. La electrificación impulsa la demanda de refrigeradores. Los datos móviles baratos (India se encuentra en medio de una guerra de precios de datos que ha beneficiado enormemente a los consumidores) son una bendición para los servicios de transmisión. Un aumento en el financiamiento al consumo ha puesto los productos pequeños y deseables al alcance de más indios.

La tarea de crear una clase de consumidores es responsabilidad de los políticos, y los sucesivos gobiernos han fracasado en gran medida. Las empresas que esperan que la clase media de la India les brinde crecimiento no deben ilusionarse, tendrán que trabajar muy duro para convertir el potencial en ganancias.

Más allá de una formalidad

Las lecciones del intento de Modi por formalizar la economía india

La mejor manera de sacar a las empresas de la informalidad es promover el crecimiento económico

The Economist
1 de marzo de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Para la descomunal burocracia, esto es un gesto reflexivo. Cada año, el presidente de la Junta Central de Impuestos Directos de la India envía un “Certificado de Agradecimiento” a cada residente que ha pagado más de 100,000 rupias (US$ 1,500) en impuestos. Incluso hay instrucciones útiles sobre la mejor manera de imprimir este “reconocimiento de su contribución a la construcción de nuestra gran nación”, en caso de que uno quiera enmarcarlo.

En un país de 1,300 millones de personas, menos de 400,000 de estos preciosos certificados fueron otorgados en la última entrega. No muchos indios ganan suficiente como para pagar ese tipo de impuesto y muchos de los que sí lo hacen, no lo pagan. Quizás la mitad de la actividad económica de la India implica eludir los impuestos. Es por eso que Narendra Modi, el primer ministro, se ha propuesto formalizar la economía.

Tener una economía más formal tiene sentido. Los impuestos pagan por los servicios públicos. La desenfrenada informalidad de la India es una de las razones por las cuales su relación entre impuestos y PBI se ha estancado en un mísero 15% durante décadas, lo que obstaculiza la educación y la atención médica. Los empleos formales pagan hasta 20 veces más que los informales, según un cálculo del gobierno, y las empresas formales tienen más probabilidades para innovar, crecer y exportar. Tener a personas y empresas operando al margen de las normas, es una afrenta a la idea de una sociedad justa. 

Pero es fácil equivocarse con la formalidad. Pero plantearlo como un fetiche puede confundir los medios con los fines. Los países tienden a volverse más formales a medida que se hacen más ricos porque las empresas formales se expanden para desplazar a las informales. De hecho, las políticas draconianas para expandir la recaudación de impuestos a menudo obstaculizan el crecimiento que las genera.

La principal política de formalización de Modi fue la “desmonetización” de la mayoría de los billetes en 2016. Su costo: varios trimestres de crecimiento por debajo del promedio. Causó tal dislocación que es difícil ver que otros lo emulen (incluso los planificadores centrales de la pantomima de Venezuela regresaron después de anunciar que eliminarían sus propios billetes). La mayoría de los indios trabajarían en el sector formal si pudieran, pero los empleos son escasos.

Un mejor enfoque es tentar a la gente a salir de la informalización. Un esquema del gobierno para proporcionar cuentas bancarias a todos los ciudadanos, y tenerlos vinculados a teléfonos móviles con identificaciones nacionales biométricas, a multiplicado los pagos digitales, que son más fáciles de rastrear e imponer. Los trámites con las autoridades se realizan cada vez más en línea, donde es más difícil hacer sobornos. Eso hace que la perspectiva de ser un negocio formal sea menos aterradora. Un nuevo impuesto sobre bienes y servicios da derecho a las empresas formales a reembolsos que no están disponibles en la economía informal. El número de empresas registradas ha aumentado en un 50%.

Incentivemos a las personas, no las coaccionemos

Los mejores resultados son aquellos que conducen a la formalización como un subproducto de la elaboración de reglas sensatas. Las pequeñas empresas no se convierten en grandes (generalmente formales) porque cientos de leyes laborales no reformadas hacen que hacer negocios sea legítimamente una pesadilla. Los tribunales en los que confían las empresas formales a menudo no ayudan. Modi tiene razón en que una economía más formal es algo bueno, pero ha pasado por alto las soluciones más efectivas.

Lampadia




Reflexiones sobre la política de nuestros días

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

La elección por el voto popular no conlleva la ‘iluminación’ por parte del Espíritu Santo. Más bien, en el mundo en general, y en el Perú en particular, los ciudadanos que acceden a la política, y ocupan las curules parlamentarias, llegan cada vez menos preparados para entender y diseñar las políticas públicas que permitan emprender y consolidar los caminos de la prosperidad.

Los problemas más complejos de los seres humanos, como la derrota de la pobreza, no se resuelven por arte de magia, ni de un día a otro, su superación supone procesos largos y consistentes, y más esfuerzos que celebraciones.

Sin embargo, el perfil de los políticos modernos, desde el Reino Unido, España y EEUU, hasta Chile, Brasil y Perú, es de personajes más osados que ponderados, con menor preparación y menos experiencia, y completamente orientados al corto plazo; a diferencia de los ‘políticos por vocación’, que, en décadas no muy lejanas, comprometían su vida a la política, desde la base de partidos políticos que hacían gala de visiones e idearios de largo plazo.

Hoy la política se aloja solo en el corto plazo. Los partidos políticos no representan cuerpos de pensamiento, son solo vehículos de acceso al poder. La multiplicación de movimientos políticos y la alta rotación de congresistas, de un período a otro, no permiten el empoderamiento de políticos experimentados, que ostenten liderazgos amplios.

Hoy día, además de los retos tradicionales del desarrollo, tenemos que enfrentar, adaptarnos y sacar provecho, de la ‘cuarta revolución industrial’, que está transformando dramáticamente la vida de los países, las empresas y las personas, en todo el espacio global.

Las tecnologías que configuran un nuevo mundo, avanzan exponencialmente, y el cambio es paradigmático. Si en 1920, la vida de una empresa era en promedio de 67 años, hoy día no pasa de 15. En los próximos siete años, 4,200 millones de personas se incorporarán al mundo híper conectado, trayendo una fuerza inmensa de innovación y cambio, como explicó hace pocos días en Lima, Peter Diamandis, en el Sura Summit.

Con esta revolución estamos transitando al mundo de la abundancia, donde puedes apostar por crecer diez veces en vez de 10%, donde aumentará la longevidad, y donde podremos empoderar a las mentes más jóvenes en todas partes del planeta.

Algunas evidencias de la Abundancia, según Diamandis

  • Durante los últimos 200 años el PBI global se multiplicó por 100
  • En 300 años, el índice de mortalidad ha caído precipitadamente
  • Hace 30 años se firmó el Protocolo de Montreal para prevenir la pérdida de ozono y mejorar el ambiente
  • El acceso a la electricidad es un indicador clave del crecimiento económico, calidad de vida y superación de la pobreza. Al 2017, la energía eólica ya es más barata que la energía nuclear en el R.U. (con la mitad de subsidios)
  • A pesar de los titulares, mejoramos continuamente con menor escasez de alimentos y menos hambre. La desnutrición en el mundo global ha bajado de 18.6% en 1991, a 10.8% en el 2015

Esta nueva realidad global, hace cada vez menos adecuada la capacidad y el carácter de nuestros políticos para entender el mundo y los caminos de la prosperidad. Ya podemos ver que la política desaprensiva y disfuncional de nuestros días, produce resultados contrarios al bien común, pero eso sí, llamativamente desplegables en la llamada ‘sociedad del espectáculo’.

En este entendimiento y reflexión es que en Lampadia, insistimos en exhortar a la clase dirigente a participar activamente en el debate nacional. Pues solo exponiendo visiones de largo plazo, estudios, análisis y benchmarks; desde la sociedad civil, desde el conocimiento del nuevo mundo real, podremos evitar que las políticas públicas sean producto de la inspiración de una noche o la expresión de ruidosas movilizaciones callejeras, recogidas por los intonsos de la política; y ver más bien, que estas se nutran de la rica y amplia oferta de bienestar del mundo exponencial.

En el mundo exponencial, no llegaremos a ninguna parte con políticos de pensamiento lineal. Necesitamos mejorar la calidad de los partidos políticos, atraer a las mentes de avanzada a la política, y comprometer a la clase dirigente en el pensamiento y acción que nos hagan un país próspero para todos. Lampadia