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Preservando la Clase Media

Preservando la Clase Media

El IPE acaba de publicar en El Comercio, la evolución y status de la Clase Media en el Perú.La clase media en el país pasó de concentrar 5.2 millones de personas en el 2004 a 13.4 millones en el 2018. Este grupo de ingresos es el más grande en territorio nacional, (…) al concentrar el 41.5% de la población nacional”.

La evolución de la clase media peruana es una de las mejores representaciones del desarrollo reciente del país.

Los peruanos necesitamos aprender y difundir las lecciones de nuestro desarrollo social y económico, así como aquilatar las de otros países, para entender las relaciones causa-efecto que puedan marcar la dirección de nuestras futuras políticas públicas.

El Libro Blanco de la Nueva Clase Media Peruana (Lampadia – Octubre, 2013)

Efectivamente, la Nueva Clase Media peruana resume y muestra en sí misma, el gran cambio de la economía y sociedad del Perú, desde que abrazamos el desarrollo en base a la inversión privada con la Constitución de 1993; que ahora algunos despistados pretenden desbaratar.

Recogiendo nuestro desarrollo reciente, el año 2012, el HSBC publicó dos estudios en los que preveía que el Perú podría llegar a ser la economía número 26 del mundo y tener, para el 2030, 70% de la población en la categoría de clase media y 10% en ingresos altos; y para el 2050, 50% en clase media y 40% en clase alta. Ver en Lampadia: The World in 2050 y Consumer in 2050.

Para ello, el HSBC nos recomendaba dos cuidados:

  • Aprovechar nuestros recursos
  • Crecer un promedio de 5.5% anual

Como podemos apreciar de la realidad, hemos despreciado ambos consejos, yendo en contra de la mejora del bienestar general. No aprovechamos nuestros recursos y hemos malogrado el crecimiento económico.

Es muy importante corregir estos errores, consecuencia de políticas públicas equivocadas, que gracias a Dios, el Perú tiene aún la capacidad de enmendar. veamos el informa del IPE:

INFORME DE EL COMERCIO – IPE

Clase media crece en el Perú

Repunte económico. La clase media en el país pasó de concentrar 5,2 millones de personas en el 2004 a 13,4 millones en el 2018. Este grupo de ingresos es el más grande en territorio nacional

Existe un consenso acerca del impacto positivo que tiene un mayor tamaño de la clase media sobre el desarrollo económico a través de más ingresos y mayor crecimiento económico. (Foto: Archivo)

El Comercio, 01 de julio de 2019

(Informe IPE | El Comercio) 

En el 2018, la clase media, entendida como aquellas personas con ingresos diarios entre US$12,4 y US$62 (definición del Banco Mundial), fue el grupo más importante en el Perú según ingresos, al concentrar el 41,5% de la población nacional. Dicha proporción resulta más del doble de la registrada en el 2004. Con ello, la clase media en el Perú pasó de concentrar a 5,2 millones de personas en el 2004 a 13,4 millones en el 2018. Vale la pena analizar con mayor profundidad este logro tan importante en el desarrollo económico y social del Perú.

SU RELEVANCIA

Existe un consenso acerca del impacto positivo que tiene un mayor tamaño de la clase media sobre el desarrollo económico a través de más ingresos y mayor crecimiento económico. Esto se debería a que una clase media más grande está asociada con más capital humano e infraestructura, lo cual repercute en mejores políticas económicas, más democracia y menos inestabilidad política. Además, la Cepal sostiene que una mayor clase media estaría relacionada con una reducción en la desigualdad.

¿CÓMO SE DEFINE?

Actualmente, no existe consenso sobre la definición de clase media, por lo que tampoco se cuenta con una metodología única para calcularla. Por un lado, se encuentran los enfoques basados en la tenencia de activos o características de las viviendas. Por otro lado, está el enfoque monetario que considera variables como ingresos y gastos de las familias.

Este enfoque es el más empleado por los organismos internacionales debido a la facilidad de su medición, ya que permite la comparación internacional. Así, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) utilizan metodologías diferentes, pero todas muestran un aumento significativo de la clase media en América Latina.

CLASE MEDIA EN ASCENSO

Para analizar la evolución de la clase media en el Perú, el IPE utiliza el enfoque de seguridad económica elaborado por el Banco Mundial y actualizado por el BID. Esta metodología permite agrupar a los hogares de clase media que poseen un ingreso que les permite protegerse de los riesgos de caer en pobreza a lo largo del tiempo.

El rango de ingresos de las personas pertenecientes a la clase media se encontraría entre US$12,4 y US$62 per cápita por día. En contraste, el rango de ingresos del grupo de vulnerables está entre US$5 y US$12,4, y de los pobres, menor a US$5 per cápita por día. Bajo este marco conceptual, se estima que la clase media se duplicó más en los últimos 15 años en el Perú, pues pasó de concentrar al 19% de la población nacional en el 2004 al 41,5% en el 2018.

En ese sentido, este grupo de ingresos es el más grande del país, al superar al grupo de vulnerables (40%). Cabe resaltar que, en este período, la población aumentó en 3,2 millones de personas, mientras que la clase media aumentó en 8,2 millones.

Ello explica, en gran parte, por qué la población pobre (con un ingreso menor a US$5 per cápita por día) se redujo en 6,4 millones de personas.

DINÁMICA REGIONAL

El significativo incremento de la clase media esconde notables diferencias en el ámbito regional. Por un lado, Lima Metropolitana (que incluye al Callao) es la región con la mayor proporción de clase media (62%).

Sin embargo, entre el 2004 y el 2018, la mejora ha sido proporcionalmente mayor en Ica, en la cual la participación de la clase media se multiplicó 3,9 veces (55,9%), en Arequipa, 2,8 veces (55,9%) y en Moquegua, 2,4 veces (54,5%), versus una multiplicación de 1,6 veces en Lima Metropolitana.

Las regiones con menor porcentaje de clase media son Huancavelica, Apurímac, Amazonas Cajamarca. En estas regiones, el porcentaje de la clase media resulta menor al 20%. Huancavelica es la más baja al cierre del 2018 (11,1%) y la que menos aumentó desde el 2004.

Cabe mencionar que existe una importante diferencia entre Cajamarca y Apurímac en cuanto al incremento de su clase media. En Cajamarca, el ritmo de crecimiento de la clase media fue mayor al promedio nacional entre el 2004 y el 2009, año en el que llegó hasta 13,4%.

Sin embargo, desde entonces, se desaceleró fuertemente y solo aumentó hasta 17,8% en el 2018. En contraste, el Perú pasó de 30% en el 2009 a 41,5% en el 2018.

En el caso de Apurímac, el porcentaje de la clase media se mantuvo alrededor del 6% durante 2004-2009, desde el 2010 ha tenido una tendencia positiva y cerró en 16% el 2018.El incremento de la clase media durante los últimos 15 años suma 8,2 millones de personas.

En este período, en todas las regiones se redujo la pobreza, lo cual significó un incremento de la población vulnerable y, en mayor medida, de la clase media.

En ese sentido, en 15 de las 25 regiones, el incremento de la clase media superó el incremento de los vulnerables. Más aun, en Lima Metropolitana, Arequipa, Ica y Moquegua, solo se produjo un aumento de la clase media, mientras que los grupos de pobreza y vulnerables se redujeron.

BALANCE

El crecimiento económico de los últimos años se ha traducido en un notable incremento de la clase media. Dicho incremento, además, se ha producido en todas las regiones y, en más de la mitad, el incremento de la clase media superó el incremento de la población vulnerable.

Esto es importante porque indica la consolidación de la clase media en el país, sobre todo en las regiones costeras. Asimismo, el mayor incremento de la población vulnerable en algunas regiones de la sierra y la selva, debería centrar los esfuerzos de políticas públicas hacia dichas zonas para que logren convertirse en clase media, y no regresen a la pobreza. Lampadia




Hagamos el balance de lo avanzado y miremos al futuro

Hagamos el balance de lo avanzado y miremos al futuro

Durante los últimos 20 años se ha producido en el Perú, una gran transformación económica y social que avanza cada vez más rápido y cubre mayores espacios de la vida nacional. ¿Cuál debe ser la perspectiva de análisis para evaluar nuestra situación actual y poder así establecer la agenda pendiente? ¿Puede ser la de Grecia, España o Irlanda?, países que, lamentablemente, van ahora de más a menos, y que al enfrentar graves problemas de crecimiento, desempleo y pobreza, empiezan a acusar un aumento de la desigualdad.

En cambio, el Perú va de menos a más, ¿Cuál debe ser nuestra perspectiva? Debe ser la del vaso medio lleno, donde lo importante, más que criticar y falsear la realidad, debe ser cómo terminamos de llenar el vaso.

Todos los indicadores económicos y sociales del país nos dicen nítidamente que los peruanos estamos yendo de menos a más en un proceso de desarrollo sólido, aunque aún insuficiente para superar el inmenso atraso que hemos acumulado por décadas. En los últimos veinte años han mejorado muchas cosas, más notoriamente del 2001 al 2011, etapa en la que  se ha incrementado la inversión, acelerado el crecimiento y reducido rápidamente la pobreza y la desigualdad.

También hemos presenciado una reducción significativa de la desnutrición y de la mortalidad infantil, un aumento sustancial de los ingresos y del empleo adecuado, una mejor distribución de ingresos y empleo a lo largo y ancho del país, habiendo crecido más fuera de Lima, en lo rural y en la sierra y la selva sobre la costa. Asimismo, ha mejorado la sensación de optimismo y felicidad de los peruanos.

 

En este contexto positivo y elegantemente optimista que vivimos ahora, nos sorprende ver que sectores informados como el diario Gestión, escriben editoriales y notas periodísticas en las que se afirma, por ejemplo, que solo el 10% de los peruanos tiene empleo adecuado cuando en verdad son ocho o diez millones de personas las que lo tienen. Estamos hablando del 50 o 60% de la PEA, dependiendo la fuente (INEI o Ministerio de Trabajo). Además, entre el 2005 y el 2011, el subempleo ha bajado de 68 a 43% de la PEA.

En base a la Encuesta de Hogares (Enaho) 2005 – 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INEI), Macroconsult ha informado que la población adecuadamente empleada se incrementó en 97.6%, pasando de 4.2 millones a 8.3 millones de personas. Para el mismo período, el Ministerio de Trabajo afirma que el empleo adecuado aumentó 90.4%, pasando de 5.2 millones a 9.9 millones.

En esos mismos editoriales y artículos se nos pretende persuadir de que estamos mal porque los peruanos promedio todavía no tenemos ingresos que nos permitan viajar al extranjero, o pagar seguros privados, por ejemplo.

Frente a la confusión que genera la desinformación, proponemos hacer un análisis objetivo de las cifras que reflejan la situación económica y social del Perú, para, desde esa perspectiva, preguntarnos qué es lo que nos hace falta para avanzar hacia el bienestar general y nivelar el piso de oportunidades para todos los peruanos. ¿Cómo hacemos para seguir creciendo y reduciendo la pobreza y la desigualdad, y creando oportunidades para todos? Nuestras obvias carencias están en educación, instituciones, infraestructuras y clima de inversión, entre otros. Basta de jugar al gana-gana, hagamos el balance de lo avanzado y conciliemos la agenda pendiente.

El banco global HSBC dice que para el 2050 podemos ser la economía número 26, ¿vamos a dejar pasar esta oportunidad?