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Perú será la segunda economía de mayor crecimiento en Sudamérica

Los países de América Latina y el Caribe van a mostrar una contracción de -0.8% en su tasa de crecimiento en 2016, marcando un descenso más pronunciado que en 2015 (-0.5%), afirmó un nuevo informe publicado hace unos días por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Al mismo tiempo, elevó sus expectativas de crecimiento del Perú de 3.8% a 3.9%, indicando que nuestra economía será una de las de mayor expansión en la región.

La organización regional de las Naciones Unidas presentó su reporte “Estudios Económicos de América Latina y el Caribe 2016”, en el que se hace hincapié en la urgente necesidad de movilizar la inversión tanto pública como privada para promover la recuperación económica de la región y hacer frente a los desafíos impuestos por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (los nuevos objetivos de la ONU).

Foto: Impactoevangelistico.net

“La capacidad de los países para acelerar el crecimiento económico depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión. Estas políticas deben ir acompañadas de esfuerzos para cambiar la conversación entre el sector público y las empresas privadas. El aumento de la productividad es también un desafío clave para avanzar a lo largo de un camino de crecimiento dinámico y estable”, afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la conferencia de prensa en Santiago, Chile, donde se presentó el informe. No nos olvidemos de consejo de Ricardo Hausmann sobre la necesidad de tener una línea de banda ancha entre el gobierno y el sector privado a través de múltiple canales.

La CEPAL indica que, en el ámbito externo, la economía mundial mantendrá bajos niveles de crecimiento, acompañada por una lenta expansión en el comercio, que no ha logrado recuperar los niveles previos a la crisis financiera internacional. Además de esto, el informe señala que los bajos precios de las materias primas continúan deteriorando las exportaciones de la región y creando una mayor incertidumbre y volatilidad financiera. Ver la incidencia de esto en el Perú en el reciente informe de Lampadia.

En el ámbito regional, excluyendo a América Central y el Caribe, que si siguen creciendo un promedio de 3.8%, el informe prevé una contracción de -2.1% en 2016, debido principalmente a un deterioro de los términos de intercambio, una menor demanda externa y una importante desaceleración de la demanda interna, lo que refleja un descenso significativo de la inversión.

Con respecto a las nuevas proyecciones para América Latina y el Caribe, la CEPAL indicó que Bolivia sería el país de mayor expansión con un crecimiento de 4.5%, seguido del Perú.

Además, se prevé que Paraguay muestre un aumento de su PBI de 2.8%, seguido de Colombia (2.7%), Chile (1.6%) y Uruguay (0.5%). Por otro lado, los países que experimentarán una caída en su actividad económica serán Argentina (-1.5%), Ecuador (-2.5%), Brasil (-3.5%) y, por último, Venezuela (-8.0%), país que al cierre de este año, estaría acumulando una caída de su PBI de 17%.

El informe hizo hincapié en la importancia de la minería metálica como aporte al crecimiento de la economía del Perú, la cual creció 16.2% en 2015. “Durante el período aumentó especialmente la producción minera metalífera, gracias al buen rendimiento de las minas de Antamina, Antapaccay, Cerro Verde y Toromocho y la entrada en funcionamiento del proyecto minero Las Bambas. Sin embargo, la inversión privada se redujo de forma notable durante el año. Se proyecta que en 2016 el PBI aumentará un 3.9%, impulsado por el incremento de la producción minera (sobre todo en Las Bambas). Se espera que continúe aumentando el consumo privado y que la inversión privada siga contrayéndose.”

En general, en 2015, las regiones que más crecieron fueron las mineras (5.7%). Cusco, por ejemplo, obtuvo un buen resultado de 7.5% gracias a la consolidación de las operaciones de la mina Constancia. En el caso de Arequipa, la región creció 2.9% por el inicio de operaciones de la ampliación de Cerro Verde. También Tacna obtuvo un resultado de 7.1% por una mayor producción minera (10.5%). 

Líneas abajo compartimos los principales indicadores económicos publicados por la CEPAL sobre el Perú:

El principal componente del crecimiento de la economía es la inversión privada, especialmente en minería. El Perú es un reconocido productor mundial de cobre, oro, plata y zinc. La minería genera normalmente el 60% de los ingresos por exportación, con solo el 7% del PBI. Para poder retomar nuestra competitividad y reanudar el alto crecimiento que nos consagró como ‘La estrella de América Latina’, se tienen que tomar medidas para promover la inversión a la brevedad posible.

Sin embargo, en los últimos años se ha fomentado una serie de mitos anti mineros (que contamina, que se gasta el agua, que exporta piedras, que no se puede hacer minería en las cabeceras de cuenca, etc.). Además, de facto y paulatinamente, se instaló un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales, que además del empoderamiento de las autoridades regionales y municipales con capacidades discrecionales absolutas y con el dinero del canon en sus manos, pensaron que no necesitaban al sector privado y actuaron como si los ciudadanos y las empresas fueran sus enemigos. Todo esto, la parálisis de la inversión minera y sus efectos multiplicadores, terminaron desacelerando el conjunto de nuestra economía.

Esperamos que el actual gobierno sepa manejar mejor la conflictividad social (ver: El enfoque del nuevo gobierno sobre la Conflictividad Social), que es el mayor impedimento para la viabilidad de los grandes proyectos productivos y de infraestructuras, fundamentales para la reactivación del crecimiento. 

Lampadia




Importantes mensajes del WEF 2016 desde Davos, Suiza

Importantes mensajes del WEF 2016 desde Davos, Suiza

Los líderes mundiales están reunidos en Davos, la popular estación de esquí suiza, para discutir de la geo-política, economía y del desarrollo mundial en un evento anual insignia del Foro Económico Mundial (WEF), que empezó esta semana. El tema de la reunión de este año es “El dominio de cuarta revolución industrial”, tema que hemos venido analizando en Lampadia durante los últimos largos meses. (Ver: El Foco en la Cuarta Revolución Industrial y La llegada de la Cuarta Revolución Industrial).

Hemos seleccionado 5 temas clave que dominan los debates del Foro Económico Mundial de este año y que consideramos más importantes para nuestros lectores:

1. Cuatro cambios que configuran el mercado de trabajo

La Cuarta Revolución Industrial está transformando al mundo del trabajo y le está dando rienda suelta a nuevas oportunidades de empleo y el crecimiento económico. (Fuente: WEF – Four changes shaping the labour market)

  • Cambio de la demografía, una fuerza de trabajo dinámica

Tendencias como el envejecimiento y la disminución de las tasas de natalidad significan que los días de abundante mano de obra están llegando a su fin en gran parte del mundo. Frente a esta escasez, los empresarios y los políticos se verán obligados a buscar métodos para atraer talento. Las empresas que no pueden encontrar el talento que necesitan en su país, tendrán que utilizar un método remoto de trabajo para emplear a personas en otros lugares. Alrededor del mundo, los empleadores están experimentando con nuevas políticas para emplear a los grupos sub-representados: mujeres, jóvenes, minorías, personas con discapacidad, inmigrantes, etc. (Ver en Lampadia: ¿Cómo podemos aprovechar nuestro bono demográfico?)

  • El aumento de la elección individual

En lugar de aferrarse a un puesto de trabajo para toda la vida, el objetivo de hoy es ser empleable: desarrollar las habilidades, la experiencia y los conocimientos necesarios para mejorar, independientemente del empleador. Idealmente, esto da a la gente más opciones y flexibilidad para avanzar en su carrera. (Ver en Lampadia: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)).

  • La revolución tecnológica

Como resultado de los rápidos cambios tecnológicos, las empresas hoy en día se enfrentan a ciclos económicos cortos y a la competencia global. Todas las industrias tendrán que transformarse. La automatización, facilitada por la inteligencia artificial, está a punto de tener un gran impacto en el empleo. (Ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

  • La sofisticación del cliente y el amanecer de datos

La gestión del talento ha pasado de un arte a una ciencia, ya que las organizaciones comienzan a utilizar data para el suministro a la contratación y retención. El objetivo es una mayor eficiencia y productividad, y se está transformando cómo las empresas piensan en talento. (Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?).

2. Las 10 habilidades que se necesitan para prosperar en la Cuarta Revolución Industrial
Dentro de cinco años, más de un tercio de las habilidades (35%) que se consideran importantes en la fuerza laboral de hoy habrán cambiado. Al 2020, la Cuarta Revolución Industrial nos habrá traído robótica avanzada, transporte autónomo, inteligencia artificial, aprendizaje automático, biotecnología y genómica. Esta evolución va a transformar la forma en que vivimos y la forma en que trabajamos. Desaparecerán algunos empleos, se crearán otros trabajos que ni siquiera existen en la actualidad y se convertirán en algo común. Lo que es seguro es que la fuerza de trabajo del futuro tendrá que adquirir nuevas habilidades para mantener el ritmo.

3. ¿Cómo puede América Latina evitar quedarse atrás?

En 2015 se aprobaron tres acuerdos globales que establecen una visión transformadora del desarrollo sostenible que integran las dimensiones económicas, sociales y ambientales. (Fuente: WEF – How can Latin America avoid being left behind?), según la CEPAL.

Se han expuesto las debilidades de la región

El crecimiento mundial aún no se ha recuperado de los efectos de la crisis económica y financiera de 2008-2009. En este contexto, los países de América Latina y el Caribe están encontrando dificultades en el aumento de las exportaciones, producción e inversión. La CEPAL estima que las economías de América Latina y el Caribe se contrajeron un 0.4% en 2015 y crecerá sólo un 0.2% en 2016, mientras que el valor de las exportaciones de bienes de la región se redujeron en un 14% en 2015.

¿Se quedará la región afuera de las nuevas revoluciones digitales y ‘verdes’?

La revolución digital actual está transformando la producción, el comercio y la distribución de bienes y servicios. La producción será cada vez más concentrada en unas pocas grandes empresas con presencia en todo el mundo, mientras que los mercados se volverán cada vez más fragmentados. [Estamos en contra de esta preposición de la CEPAL. Debe ocurrir todo lo contrario. Por ejemplo, hasta hace poco la innovación era el territorio de las grandes empresas, hoy está en cualquier garaje y en manos de jóvenes emprendedores. Pero no olvidemos que ese ha sido el prejuicio eterno de la CEPAL: ‘miedo al cuco grandazo’].

Los países tienen que desarrollar capacidades para el nuevo panorama tecnológico y ambiental, especialmente mano de obra calificada. Pero la región de América Latina y el Caribe aún tiene un largo camino por recorrer para convertirse en una región impulsada por la innovación.

La integración económica y tecnológica regional es una necesidad

La región de América Latina y el Caribe debe profundizar su integración económica y tecnológica para promover encadenamientos productivos, fortalecer el comercio intrarregional y apoyar la producción de las exportaciones. Las políticas industriales y tecnológicas son esenciales para aumentar el potencial de crecimiento a largo plazo de la región y mejorar sus perspectivas de desarrollo y requieren repensar las relaciones entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales con el fin de establecer un medio ambiente de “gran impulso” para el desarrollo sostenible.

[Lamentable la representación de América Latina en el WEF. En los últimos tiempos, la CEPAL, coincidiendo con el segundo gobierno de Bachelet en Chile, ha regresionado a posiciones que reflejan el espíritu de la teoría de la dependencia. Como hemos indicado anteriormente, no se está haciendo una buena lectura de la situación actual de la región. Las cifras agregadas están distorsionadas por el pésimo desempeño y tamaño de Brasil. Tampoco se pueden confundir las políticas económicas de Venezuela, Argentina y Brasil con las de Chile y Perú. Por otro lado, la caída del crecimiento de estos últimos países, se debe más a errores internos que a la negativa situación externa. Ver en Lampadia: Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros y Las economías de América Latina según The Economist.

4. 5 tendencias clave para el futuro de las energías limpias

(Fuente: WEF – 5 key trends for the future of clean energy)

Energía limpia superará a los combustibles fósiles

El sistema eléctrico se ha ido desplazando por la energía limpia. El World Energy Outlook 2015 afirma que la cuota de las energías renovables en la generación de energía mundial será de 26% en 2020.

Las nuevas fuentes de capital y productos financieros

Los inversores privados de los fondos soberanos, de pensiones y capitalistas corporativos han aumentado su participación en la tecnología de la energía, proporcionando capital para cosechar los beneficios de adoptar una visión a largo plazo.

El aumento de la distribución

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU han establecido acceso universal de acceso a la electricidad. El despliegue de soluciones de energía solar, a menudo en combinación con herramientas de desarrollo tales como la micro-financiamiento y el emprendimiento, están siendo rápidamente adoptados.

Los clientes comerciales e industriales toman la iniciativa

2015 fue un año récord para la compra corporativa de energía eólica y energía solar a gran escala. El 60% de la lista de los Fortune 100 y más del 40% de las compañías del  Fortune 500 ya tienen como objetivo las energías limpias. A finales de 2015, 53 compañías del Fortune 500 se han comprometido a ser 100% limpias.

Desarrollo de tecnología financiada por el Gobierno

En COP21 en París, 20 gobiernos se comprometieron a duplicar su I + D en energías limpias. La investigación es muy importante para apoyar temas de innovación de tecnologías para temas energéticos.

5. ¿Es ésta la generación que erradicará la pobreza extrema?

(Fuente: WEF – Is this the generation that eradicates extreme poverty?)

En septiembre, los líderes mundiales se reunieron para acordar por unanimidad un nuevo conjunto de objetivos que guiarán el desarrollo sostenible para los próximos 15 años. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM) reemplazarán los anteriores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Entre ellos demarcamos los principales retos:

  • Si bien se cumplió la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza extrema para el año 2015, falta lograr que la otra mitad también salga de ella.

  • La pobreza infantil está aumentando en 18 de los 28 países de la UE. La era de la austeridad no ha sido amable con los sistemas de protección social en muchos países.
  • La desigualdad de género sigue siendo amplia.
  • El rápido ritmo de la degradación ambiental está dañando los ecosistemas de los que dependen la supervivencia humana y el bienestar.
  • No puede haber desarrollo sostenible sin paz y estabilidad – por desgracia, el mundo sufre un gran déficit en ese sentido.

[En Lampadia hemos criticado el enfoque de las Naciones Unidas, que en contra de opiniones ilustradas, como la del Consenso de Copenhague, forzó la aprobación de más de 160 metas, siendo que muchas de ellas generarán un importante desperdicio de recursos escasos. Ver: Desarrollo: ¿169 mandamientos? (II)].

En los próximos días seguiremos ilustrando a nuestros lectores sobre el desarrollo de este importante evento. Lampadia




Desmitificando el tema de la desigualdad

Desmitificando el tema de la desigualdad

El tema de la desigualdad, como lo explica Andrés Velasco en el siguiente artículo de Project Syndicate que glosamos más abajo, ha entrado al debate político y a los medios de información sin el debido cuidado y rigurosidad que un asunto tan importante requiere.

Como hemos venido presentando en Lampadia, el ciclo virtuoso que hemos tenido en el Perú hasta su interrupción el 2011 (ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo), ha generado, junto con un crecimiento mayor al del resto del mundo y especialmente, de la región, una muy importante reducción de la pobreza y de la desigualdad. Ver en Lampadia: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento y El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva.

La reducción de la desigualdad no es común para procesos de crecimiento alto y sostenido. Lo normal ha sido que cuando un país crece alto y sostenidamente, se acentúe la desigualdad. Pero en el caso del Perú, hemos tenido un crecimiento pro-pobre y pro-clase media, que lamentablemente ha pretendido ser desconocido por el mundo político, especialmente por los movimientos anti-inversión y anti-economía de mercado.

Dice Velasco: “Por lo tanto, la afirmación que con frecuencia se escucha de que el aumento de la desigualdad es el hecho económico central de nuestros tiempos, probablemente se deba a una disparidad de otro tipo: el impacto desproporcionado que los medios noticiosos y los expertos de países ricos tienen en los debates internacionales”.

Efectivamente, en los países más desarrollados, como EEUU y Europa, se ha producido un incremento de la desigualdad y, las noticias y los artículos y ensayos referidos a su realidad han inundado los análisis sobre la desigualdad en todo el mundo. La verdad es que ésta ha disminuido en los países emergentes que han absorbido buena parte de la producción global y que con la recuperación de los precios de los commodities del nuevo siglo (contrariando la teoría de la dependencia de la CEPAL), han logrado un incremento importante de riqueza en los países más pobres, como, notoriamente, se produjo en el Perú.

El artículo de Velasco y los enlaces a los estudios que refiere, muestran este tema con una perspectiva rigurosa, que incluye los impactos de las políticas redistributivas que se hicieron posibles gracias al crecimiento económico indicado. Ver líneas abajo el análisis de Velasco:

Nueva luz sobre la desigualdad del ingreso

Andrés Velasco, ex candidato a la presidencia de Chile, profesor de desarrollo internacional. Octubre, 2015. Project Syndicate. Traducción de Ana María Velasco

Los discursos de los políticos sobre la desigualdad tienden a ser parcos en cuanto a hechos, pero expansivos en cuanto a propuestas ideológicas. Una explicación caritativa para la baja calidad del discurso público sobre la desigualdad del ingreso en las economías en desarrollo y emergentes, es que en ellas los datos acerca de la distribución del ingreso suelen ser escasos o dudosos. Sobre un tema de la importancia de éste, los debates por lo general generan más calor que luz.

Pero esto podría estar llegando a su fin a través de un nuevo conjunto de estudios. Liderado por Nora Lustig, profesora de economía especializada en América Latina, un equipo del “Commitment to Equity Institute” de la Universidad de Tulane ha desarrollado extensas bases de datos relacionados con el estado de la distribución del ingreso, y asimismo con los efectos de las políticas públicas relativas a dicha distribución. De importancia crucial es que las cifras son similares a través de un conjunto amplio de países de ingresos medios y bajos, y también concuerdan con los datos existentes en relación a países avanzados. Las conclusiones preliminares que están surgiendo de estos estudios van a iluminar los debates políticos – y probablemente desagradar a los ideólogos tanto de derecha como de izquierda.

Empecemos, como afirma Lustig en un estudio reciente, con el hecho de que la desigualdad del ingreso a nivel mundial no va en aumento. La forma más frecuente de medir la desigualdad es empleando el coeficiente de Gini, el cual asigna el valor cero a la igualdad perfecta y 100 a la desigualdad perfecta (cuando una sola persona recibe todos los ingresos). En los países para los cuales existen datos, el puntaje promedio de este coeficiente (no ponderado según la población) declinó levemente, de 39 a 38, en el período 2000-2010.

Efectivamente, en los países ricos, durante este mismo período, el puntaje se elevó – de 29,8 a 30,4. Pero, en América Latina cayó estrepitosamente, de un escandaloso 55,1 en 2000 – que hacía de este continente la región más desigual del mundo – a un 50,2, todavía muy alto, diez años después. El valor de Gini también disminuyó en el sur de Asia. En el África Sub-sahariana, donde los datos son menos ciertos, parece haber permanecido relativamente constante.

Todavía más, la desigualdad al parecer está bajando precisamente donde era más aguda para empezar. Esto es válido para regiones, especialmente América Latina, tanto como para países, por ejemplo, Brasil y Sudáfrica.

Por lo tanto, la afirmación que con frecuencia se escucha de que el aumento de la desigualdad es el hecho económico central de nuestros tiempos, probablemente se deba a una disparidad de otro tipo: el impacto desproporcionado que los medios noticiosos y los expertos de países ricos tienen en los debates internacionales.

Otro conjunto de resultados que por cierto no va a ser del agrado de los derechistas fanáticos, es que las políticas fiscales redistributivas pueden tener y, de hecho, están teniendo, un impacto significativo en la reducción de la desigualdad. En una comparación de países de ingresos medios de Asia, África y América Latina, Lustig muestra que los coeficientes de Gini después de los impuestos y las transferencias (incluido el valor monetario de la educación y de los servicios de salud) son contundentemente más bajos que los correspondientes a los de los ingresos iniciales generados en el mercado.

La caída promedio para los nueve países emergentes que Lustig compara – entre ellos, Sudáfrica, que es en extremo desigual – es más de tres puntos (55,7 a 52,5). El mismo ejercicio, que trata a las pensiones como consumo diferido y, por lo tanto, abstrae del papel redistributivo de las pensiones entre las poblaciones de más edad en las economías avanzadas, arroja una caída de siete puntos en Estados Unidos y de un poco más de nueve puntos en la Unión Europea. Es decir, los países emergentes están progresando – aunque podrían hacerlo considerablemente más.

Sin embargo, esto no significa que los activistas deberían exigir mayores impuestos y más gasto público en todas las circunstancias. La calidad de los programas fiscales es de importancia fundamental. El tamaño del sector público en Brasil es casi el doble del de Chile – donde la recaudación tributaria anual equivale a alrededor del 20% del PIB, en contraste con alrededor del 40% (las estimaciones varían) en Brasil. En este último, además, el gasto social (tratando, otra vez, a las pensiones como consumo diferido) también es el doble: 16% en comparación con 8% del PIB en Chile.

De acuerdo a Lustig, no obstante, el efecto en la desigualdad que tiene la redistribución por parte del gobierno, es el mismo en los dos países: una caída de casi cuatro puntos en el coeficiente de Gini. Lo que Lustig no explora es que el contraste es aún más agudo si uno toma en cuenta que, en relación al PIB, el gobierno brasileño gasta considerablemente menos en infraestructura que el chileno. Es difícil no llegar a la conclusión de que parte del gasto público en Brasil sirve más bien para mantener convenientemente callados a ciertos grupos de interés políticos.

Un caso que vale la pena señalar es el de Bolivia, donde los gobiernos izquierdistas han aumentado de manera considerable el gasto en el sector del bienestar social. Sin embargo, según lo revela otro estudio, debido a que las transferencias monetarias no están enfocadas exclusivamente en los pobres sino que son universales, su efecto distributivo en general no es progresivo sino neutral.

Otro elemento de rotunda importancia es que los impuestos y las transferencias no constituyen la única forma de luchar contra la desigualdad. En estudios anteriores, Lustig y sus colegas muestran que una prima salarial en declive – es decir, una disminución en la brecha salarial entre trabajadores con mayor o menor preparación – explica parte del descenso en el coeficiente de Gini en los países latinoamericanos. No es fácil desentrañar el papel que desempeñan la oferta y la demanda en la reducción de la prima salarial, pero al parecer ambos factores han incidido.

Por el lado de la demanda, las devaluaciones de los tipos de cambio hicieron que las exportaciones no tradicionales se volvieran más competitivas y ayudaron a elevar la demanda de obra de mano relativamente no especializada. Por el lado de la oferta, un fuerte aumento en los años de escolaridad, y especialmente el acceso a estudios superiores, produjo un notable incremento en el número de profesionales y otros trabajadores altamente capacitados, lo que contribuyó a disminuir sus sueldos relativos.

Todo esto es positivo para la distribución del ingreso, pero los procesos políticos resultantes permanecen tensos. Es posible que los activistas estudiantiles que exigen (junto con el resto de la sociedad) una distribución más justa de los recursos, no deseen enterarse de que el aumento en el número de profesionales con frecuencia obedeció a la rápida y polémica expansión de universidades privadas – a veces con fines de lucro – y que esto explica parte de la disminución de la desigualdad.

De manera similar, a los hombres y mujeres jóvenes que con dificultad llegaron a la universidad con la expectativa de lograr una remuneración relativamente alta, al graduarse no les agrada descubrir que, por ejemplo, los sueldos de periodistas y psicólogos aumentan de modo mucho más lento que los de técnicos en computación o de operarios de maquinaria. En efecto, esta frustración es algo subyacente (aunque no siempre de forma manifiesta) en muchas de las últimas protestas estudiantiles en América Latina y en otros lugares del mundo.

En resumen, la desigualdad del ingreso resulta ser políticamente controvertida cuando empeora, como también cuando tiende a declinar. Estudios como los dirigidos por Lustig iluminan las inevitables controversias y, así, éstas podrían dejar de conducir a simples animosidades para dar paso a la creación de políticas mejores. L




El ‘Rey de Bolivia’: Evo hacia el quinto mandato

El ‘Rey de Bolivia’: Evo hacia el quinto mandato

El mes pasado, el parlamento boliviano aprobó una ley que permitiría que el presidente Evo Morales postule para otro mandato (por quinta vez) si es ratificado en un referéndum nacional el próximo año. La ley, aprobada en una maratónica sesión por más de dos tercios de los legisladores (típica de las nuevas ‘democracias’ de papel), enmendaría nuevamente la Constitución para eliminar los límites del mandato presidencial.

Esto iría en contra de los ideales de su propia ‘cacareada’ cultura indígena. En un reciente artículo de The Economist, uno de sus legisladores aymara, Rafael Quispe, afirma que Morales estaría haciendo campaña con el lema “También yo quiero ser rey”. “Esto está lejos de ser un gobierno de los indígenas”, dijo Quispe. “Los aymara tienen una regla, taqui muyu. Significa liderazgo de alternancia. En nuestras comunidades, se elige un líder por dos años, tres cuando mucho. No puede volver a serlo, aun cuando nos ruegue”.

Morales, que llegó al poder en 2006 y cuyo índice de aprobación está por encima de 60%, afirma que sería feliz de renunciar a la presidencia, pero dice que son sus seguidores quienes lo estarían presionando para que se quede (sorprendente, considerando la opinión de su propio legislador aymara mencionada líneas arriba). Pero la verdad es que con tantos programas asistencialistas (Morales distribuye dinero a manos llenas, casi un tercio de los bolivianos, poco más de tres millones, recibe algún tipo de ayuda estatal), no es extraordinario que mantenga una alta popularidad y apoyo del pueblo, a pesar de que el país siga siendo uno de los menos desarrollados de América Latina, debido a las políticas orientadas al Estado que disuaden la inversión privada y el crecimiento.

Siguiendo el libreto de las ‘nuevas democracias’, el presidente Evo Morales impuso una nueva constitución en 2009 para ampliar sus poderes ejecutivos y estatizar la economía. Se ha comprometido llevar a Bolivia hacia un “socialismo comunitario”.  Mientras tanto, la tasa de inversión privada es una de las más bajas de la región. La mitad de todos los bolivianos viven en la pobreza y casi el 60 % de los trabajadores son informales.

Con el Rey Morales, el crecimiento económico de Bolivia ha sido bastante alto. Cerró el 2014 con un PBI per cápita superior a los 3,000 dólares, cifra que triplica lo registrado en 2005, cuando el ingreso individual era apenas de 1,010 dólares. Sin embargo, el Banco Mundial prevé que en 2016 la economía boliviana tendrá un crecimiento menor al de otros años, estimando una tasa de 3%. Las cifras del FMI son un poco más alentadoras, le dan a Bolivia una tasa de 3.5%, casi un punto porcentual menos que la proyección de la CEPAL de 4.4% para la próxima gestión. 

Gran parte de este desempeño se puede atribuir a los precios del gas natural, el mayor recurso estratégico de Bolivia. La bonanza de las materias primas proporcionó un superávit presupuestario y los medios para proyectos de infraestructuras y muchos programas sociales. En 2014, las exportaciones de petróleo y gas natural representaron el 54 % de los ingresos totales de exportación de Bolivia y el 8% del PBI. La avidez por recursos fiscales, único mecanismo para mantener el bombeo del crecimiento y clientelismo, llega a tal punto que hace 3 meses, Morales dispuso la explotación petrolera en medio de las reservas naturales, ver en Lampadia: Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo.

La mayoría de los recursos de gas natural e infraestructura de Bolivia se encuentran en el sur-este del país, siendo su centro agrícola y económico. Pero, en la última década, el presidente boliviano ha ido consolidando el poder (y, por extensión, sus recursos de gas natural), lo que le ha permitido continuar con su agenda populista e impulsar la estatización de las industrias de energía y minería del país. Desde 2006, Bolivia ha logrado vender su gas natural a sus consumidores primarios, Brasil y Argentina, a precios cada vez más altos. Ha reinvertido casi todos esos ingresos en paquetes sociales que beneficiaron a sus electores, ganando suficiente respaldo para dominar tanto en las elecciones presidenciales de 2009 y 2014.

Con el ideólogo y mentor, el vice presidente Álvaro García Linera

Pero el boom del gas natural ha comenzado a disminuir, lo que limitará las opciones de Morales en los próximos años. Durante la última década, Bolivia intensificó su producción de gas natural para satisfacer la creciente demanda de Brasil y Argentina. Sin embargo, el descenso de los precios de las materias primas, debido en parte al ajuste de la economía China, ha ejercido presión sobre las economías de Brasil y Argentina, por lo que han reducido sus demandas de gas natural boliviano. Como resultado, las exportaciones de gas natural ascendieron a tan solo US$ 2,100 millones entre enero y junio de este año, una caída de más de 35% en comparación con el mismo periodo de 2014.

El modelo caudillista que encarna Morales se ve reflejado en sus políticas nacionalistas por las cuales existe una falta de inversión extranjera en los sectores claves de hidrocarburos y minería, además de rígidas normas laborales, que se suman a una percepción de aumento de la subyugación económica bajo su mandato, que ya ha expropiado más de 20 empresas privadas desde 2006.

El entorno empresarial es muy débil. Según las cifras del ‘Doing Business 2015’ del Banco Mundial, Bolivia ocupa el puesto 162 de 189 países. El riesgo de expropiación es muy alto y limita el incentivo de los inversores. En los últimos años, varias empresas han sido (re)nacionalizadas, en particular en los  sectores de hidrocarburos, electricidad y telecomunicaciones. Por ejemplo, en 2013, la empresa nacional de energía, TDE, (Transportadora de Electricidad) y la empresa encargada de operar en varios aeropuertos, SBSA (Servicios de Aeropuertos Bolivianos), ambas españolas, fueron estatizadas.

La nueva Ley de Servicios Financieros (aprobada en agosto de 2013) ilustra el creciente intervencionismo estatal con el que actúa el gobierno, ya que ahora cuenta con el poder de establecer mínimos en las tasas de depósitos y regular las tasas de préstamos, así como fijar las cuotas mínimas de crédito a los sectores productivos y de viviendas de interés social.

Bolivia, un país pobre, es parte del Alba y tiene una mejor performance que sus maestros venezolanos que han destrozado una economía relativamente rica. Morales, ha logrado mejorar los ingresos de Bolivia por la apropiación del sector primario, partiendo desde muy abajo, pero sin lograr desarrollar una avenida de prosperidad de largo plazo. (Ver el PBI venezolano).

Una economía no puede desarrollarse aplicando un enfoque dominantemente estatal, sobre todo si es un país pobre como Bolivia y necesita generar riqueza a mayor velocidad. Su modelo se sustenta únicamente, a diferencia del Perú, en la exportación de commodities capturados por el Estado, anula la creatividad de los bolivianos y condena a toda una generación a vivir del clientelismo mendicante. 

En términos políticos, no solo se ha instaurado una suerte de monarquía, también se ha entronizado el manejo de las turbas como formas antidemocráticas de la llamada ‘democracia directa’. Además, como sabemos, a mayor concentración de poder, más corrupción. Todavía hay que descorrer los velos que protegen los círculos de poder boliviano del escrutinio público. Lampadia




Venezuela: A más revolución, más pobreza

Venezuela: A más revolución, más pobreza

Comentario de Lampadia:

El artículo de Oppenheimer, que publicamos líneas abajo, basado en el estudio independiente de tres universidades venezolanas, desnuda al “socialismo del siglo XXI”: Hoy, la pobreza en Venezuela es mayor que cuando empezó la dictadura de Chávez.

En Lampadia hemos seguido la situación venezolana de cerca, tratando de ilustrar los grandes errores de las “ideas muertas” con que justificaron su toma y abusivo mantenimiento en el poder.

Lo peor es que los problemas venezolanos no solo se han hecho aparentes en lo económico y social. También han llegado a extremos en lo político, pues fueron el ejemplo de la anti-democracia.

Sin embargo, Chávez y Maduro han contado con el padrinazgo brasileño,  la complicidad de los países del Alba y el vergonzante silencio del resto de países de la región.

La dictadura y la pobreza de los venezolanos son una mancha profunda en la historia de Latinoamérica, una gran vergüenza para todos.

El récord de pobreza en Venezuela

Andrés Oppenheimer

El Nuevo Herald

02/04/2015

La historia reciente de Venezuela debería ser de enseñanza obligatoria en todas las universidades del mundo, como ejemplo de un milagro económico al revés: a pesar de haberse beneficiado del boom petrolero más grande de su historia, el país hoy en día tiene más altos niveles de pobreza que antes.

Un nuevo estudio realizado en conjunto por tres importantes universidades venezolanas — la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar — muestra que el 48.4 por ciento de los hogares venezolanos se encuentra por debajo de la línea de pobreza en el 2014, frente al 45 por ciento de los hogares en 1998, antes de que el difunto presidente Hugo Chávez asumiera el poder y el país se beneficiara de casi una década de aumento en los precios del petróleo.

Luis Pedro España, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y coautor del estudio, me dijo en una entrevista telefónica que la encuesta nacional de 5,400 personas fue realizada en octubre del 2014, y utilizó la misma metodología que un estudio similar realizado en 1998 por la oficina de estadísticas del gobierno de entonces.

El nuevo estudio de la pobreza contrasta con las cifras del gobierno del presidente Nicolás Maduro, según las cuales la pobreza ha disminuido bajo la “revolución socialista” de Chávez.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) del gobierno de Venezuela, la tasa de pobreza ha caído del 44 por ciento de los hogares en 1998 al 27.3 por ciento de los hogares en el 2013. Sin embargo, el INE no ha publicado las cifras del 2014.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), que utiliza cifras oficiales de Venezuela, informó recientemente que la pobreza en aquel país —incluyendo la pobreza extrema — se incrementó casi 10 puntos porcentuales durante el 2013. Sin embargo, la CEPAL tampoco proporcionó cifras para el 2014.

Cuando le pregunté a España por la disparidad entre su estudio y las estadísticas oficiales de pobreza, dijo que se ha producido una “brutal caída del poder adquisitivo de los venezolanos en 2014”, y que la disparidad radica en gran medida en que las cifras del INE y la CEPAL no reflejan las cifras del 2014.

Venezuela, que tras la destrucción de gran parte de su sector privado depende de las exportaciones de petróleo para el 96 por ciento de sus ingresos externos, es uno de los países más afectados por el colapso de los precios mundiales del petróleo. Después de que pasaron de $9 dólares por barril cuando Chávez fue elegido en 1998 a un récord de $145 por barril en el 2008, los precios del petróleo han caído a cerca de $45 por barril actualmente.

La gestión de Chávez y su sucesor, Maduro, espantó a la inversión nacional y extranjera, y dio lugar a una escasez generalizada de leche, papel higiénico y otros productos básicos, junto con una tasa de inflación anual del 64 por ciento, la más alta del mundo.

“Y todo indica que el 2015 va a ser peor”, dice España. “Todos los indicadores económicos muestran que nos estamos dirigiendo hacia una inflación del 100 por ciento o 120 por ciento este año, que será un récord en la historia de Venezuela”.

Maduro culpa a una supuesta “guerra económica” de la oligarquía y el imperialismo, y cita como ejemplo las recientes sanciones anuncias por Washington. Sin embargo, Estados Unidos dice que las sanciones se limitan exclusivamente a la revocación de visas de entrada para funcionarios venezolanos acusados de corrupción o abusos a los derechos humanos.

Mi opinión: Es difícil recordar otro caso de un país que haya recibido tanto dinero en los últimos años, y haya terminado más pobre que antes. Según el Banco Central de Venezuela, el gobierno obtuvo $325,000 millones dólares de exportaciones de petróleo entre 1998 y 2008 —más que el producto bruto interno de varios países latinoamericanos juntos.

Pero en lugar de aprovechar los buenos tiempos para invertir en educación, ciencia, tecnología e innovación, o por lo menos crear un colchón financiero para los años de las vacas flacas, Venezuela se embarcó en una fiesta populista de subsidios, corrupción y expropiaciones sin sentido. Es una película que hemos visto una y otra vez en América Latina, y que invariablemente termina mal.

Ahora, se ha caído el último argumento del mal llamado “Socialismo del siglo XXI”, que es el haber supuestamente reducido la pobreza. Como lo muestra el nuevo estudio de las tres universidades, el petro-populismo de Venezuela solo dio lugar a una ilusión pasajera de justicia social, y dejó al país con más pobres que antes.




Más sobre los perjuicios de la Teoría de la Dependencia

Más sobre los perjuicios de la Teoría de la Dependencia

En el artículo Grave error de lectura de América Latina explicamos cómo a partir de los años 50’, la llamada “Teoría de la Dependencia” desarrollada en la CEPAL y profundizada en la Fundación Getulio Vargas de Brasil, influyeron decisivamente en la formulación de políticas públicas en América Latina hasta el final de la década de los 80 (con excepción de Chile), constituyéndose en el soporte ideológico para promover modelos políticos estatistas y autárquicos, opuestos al comercio internacional, a la globalización y libertad económica.

A grandes rasgos, la Teoría de la Dependencia sostiene que los países en vías de desarrollo (“periferia”) mantienen una relación de desventaja -que extiende su situación de subdesarrollo- con los países desarrollados del “centro”. Esta teoría establece un modelo de análisis bajo el cual las economías de la periferia dependen de la exportación de recursos naturales (RRNN) a los países avanzados. Estos demandan dichos productos como insumos de sus industrias, intensivas en capital y tecnología. Por su parte, los países industrializados del “centro” venderían  a la “periferia” bienes manufacturados, de forma que su beneficio se basa en comprar RRNN a precios bajos y exportar manufacturas a precios altos. La idea central de esta teoría es que las condiciones de los países subdesarrollados empeorarían a través del tiempo debido a que la continua mejora tecnológica en los países del “centro” deterioraría permanentemente los términos de intercambio, incrementando los manufacturados y reduciendo el de los commodities.

La Teoría de la Dependencia le otorgó al Estado un rol predominante en la economía y en la estructura productiva a través de la aplicación, entre otros, del modelo de sustitución de importaciones que protegía la industria doméstica. Así, la aplicación de altos aranceles a las importaciones y extensos subsidios internos para estimular a los sectores considerados “estratégicos” por la burocracia, especialmente la industria y la manufactura, fueron las recetas aconsejadas por esta escuela de pensamiento económico. Esta misma filosofía de desarrollo endógeno (hacia adentro), fue aplicada posteriormente en los procesos de integración sub regionales.

 

No obstante, la evidencia empírica ha desacreditado extensamente las ideas y políticas derivadas de la Teoría de la Dependencia. Entre los años 50 y 60 que empezaban a germinarse estas ideas, mientras el Perú optaba por la autarquía y darle la espalda al mundo, en el Asia los llamados tigres asiáticos (Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del Sur) se abrían a la inversión privada permitiendo la entrada de nuevas tecnologías e invertían fuertemente en capital humano. En 1950 el Perú tenía un ingreso per cápita 5 veces superior al de Corea del Sur (US$ 3,487 vs US$ 743). En 1992, el Perú tuvo un PBI per cápita de US$ 4,446 y Corea del Sur nos dobló, llegando a US$ 11,146. Es decir, la Teoría de la Dependencia y la autarquía económica nos costaron muy caro.

Posteriormente, luego de que el Perú abandonara estas ideas, en el 2012, alcanzamos un ingreso per cápita de US$ 9,278 (ajustado por poder de compra), pero  Corea del Sur ya había agarrado  otra viada, y creció hasta llegar a US$ 26,199.

No solo eso, la predicción de un continuo deterioro de los términos de intercambio entre los países en vía de desarrollo y los países industrializados nunca se dio. De hecho, la evolución de los términos de intercambio nos ha enriquecido en los últimos 20 años, y en el mundo moderno es viable acceder a tecnología de punta a precios cada vez menores. Más aún, hoy día está surgiendo un nuevo paradigma industrial, por ejemplo, con las impresoras 3D, que permitirán acceder a productos sofisticados con solo una computadora personal, un software y una impresora, sin grandes montos de inversión.

La Teoría de la Dependencia también ha generado de parte de sus seguidores un claro desprecio hacia el aprovechamiento productivo de los recursos naturales. Sin embargo, contradiciendo esto, Australia y Noruega, productores de RRNN, lideran el Índice de Desarrollo Humano. Esto evidencia, una vez más, que es viable lograr una convergencia hacia el “centro” a partir de políticas adecuadas que estimulen el crecimiento duradero aprovechando los RRNN y sin crear  industrias artificiales.

El balance de la aplicación de la Teoría de la Dependencia ha sido, sin duda, desastroso. A la subsecuente falta de competencia derivada de limitar el mercado solo a las posibilidades domésticas, se añadió que el control del tipo de cambio beneficie al sector transable con mayores márgenes (otra típica receta de esta escuela). No dejemos de recordar estas “ideas muertas”, porque todavía tienen acólitos que las promueven.




Grave error de lectura de América Latina

Grave error de lectura de América Latina

Por: Lampadia 
22 de Abril del 2014

La teoría de la dependencia emergió en los años 50 a partir del trabajo del economista argentino Raúl Prebisch para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL). El desarrollo teórico y político de esta escuela de pensamiento tuvo una fuerte influencia en la formulación de políticas públicas en América Latina hasta finales de la década de los 80, que nos llevó a cerrar nuestras economías. Chile fue el único país de la región que abandonó esta tesis. Los países asiáticos, que en los años 50 eran mucho más pobres que nosotros, también la  rechazaron y abrieron sus economías, sobrepasándonos al punto de que hoy, son varias veces más ricos que nosotros.

El gráfico anterior ilustra la diferencia entre la teoría de la dependencia y la realidad, o de alguna forma, lo que podríamos llamar la diferencia entre la “curva de la muerte” con la que nos amenazaron, y la “curva de la vida” que nos dio la realidad. Mañana, profundizaremos este análisis. Lampadia