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El amor y el odio nublan la razón

El amor y el odio nublan la razón

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Durante la pasada campaña electoral, la mayoría de los periodistas de “centro izquierda”, por no decir “caviar”, se rasgaban las vestiduras y denostaron cuanto pudieron a KF (Keiko Fujimori), haciendo ver a la población que la solución a nuestros problemas como país, vendrían de la mano de PC (Pedro Castillo), ya que él personificaba al hombre sencillo del Perú, de campo, que tenía las manos, la mente y el corazón limpios y que sería, en las circunstancias de la segunda vuelta electoral, “la única vía para salvarnos de caer en las garras de una organización criminal, corrupta y sanguinaria”.

Ciertamente el odio profundo de esa izquierda, cultivado durante 20 años, que preveía frustradas con KF sus expectativas de seguir succionando de las ubres del Estado, tal como se los impidió el expresidente Fujimori en la década de los 90, los hizo perder la razón y no pensar en nuestro país. Muchos, entre los que me cuento, consideraron la increíble torpeza de KF al destruir lo que debió ser una década de apogeo económico y de magnífica reducción de la pobreza en el Perú, entre el año 2016 y el 2026. Muchos de estos analizaron, de cara a las últimas elecciones, varias otras opciones antes que KF, hasta que muy cerca a la víspera de la primera vuelta, concluyeron que, a pesar de todos sus errores, era la mejor opción. Pero otros, en cambio, quedaron nublados por el odio y se negaron a la reflexión. Para muchos confundidos, caviares o “cojudignos”, el odio por KF fue mucho mayor que su amor por el Perú y para casi el 30% de la población, el futuro político del Perú, les importó un bledo y prefirieron irse de viaje o simplemente “ver una pela”, antes de ir a votar.

Hoy, a una semana y algo más de 28 de julio, encuentro a todos los “odiadores” tradicionales de la prensa caviar, incluyendo los diarios que hicieron campaña destructiva contra KF, rasgarse las vestiduras y echarse ceniza en la frente, al ver que el profesor ha llegado al gobierno tratando de trasplantar el tipo de gente de los “Dinámicos de Junín”, al aparato del gobierno central. Es casi “un poema” leer algunos titulares y artículos de La República, ver y oír a RMP, AAR, ML, NL (cargador de Hugo Blanco), JO y hasta al caviar de “La Encerrona”, pregonar que los engañaron, que nunca imaginaron que PC sería un marxista, leninista, mariateguista, comunista y que no respetaría las reglas democráticas. Que PC es bueno y noble, mientras que Cerrón es el malo que, lo induce al mal y se le impone. ¡Pamplinas!

Ahora se quejan de la calidad de autoridades (ministros, viceministros, directores y asesores de ministerio), que están nombrando y los criterios de selección de estos. Reclaman, que se está creando, rápidamente, fuerzas populares del mejor estilo cubano y venezolano, que los ronderos ya empezaron a irrespetar a la policía y que el comandante general de la PNP, se ha puesto a disposición para entrenarlos y proporcionarles recursos. Que el dirigente nacional de rondas campesinas, no sólo se siente empoderado, sino que reclama entrenamiento policial, logística, armamento, presupuesto por 3 mil millones de soles al año y extender el ámbito de actuación de las rondas, a las áreas urbanas.

A las “joyas” puestas en los ministerios, no les pidieron su CV, sino que, al decir de alguna prensa, se requería que tengan prontuario; lo que se puede verificar con sus antecedentes policiales, judiciales, hojas de servicio en algunas instituciones del Estado, etc. En otros casos, no les importó no renunciar a la fiscalía para asumir un ministerio (incompatibilidad prohibida expresamente por la ley), como no le importa a otra, no renunciar a RENIEC para ser candidata (también expresamente prohibido por ley), pero que alguna mafia le permitió pasar por alto y no sólo eso, sino que ahora después de proclamada vicepresidente y nombrada ministra, quiere “guardarse el puestito” para dentro de cinco años, que termine este mandato. Esto es absolutamente indigno, pero esperar lo contrario, es como pedirle peras al olmo.

Bien dice el adagio que, “Obras son amores y no buenas razones” y por eso, resulta tan preocupante la falta de honestidad y entereza de los funcionarios, que imponen o gestionan “salidas” incorrectas a sus conflictos de intereses dentro del Estado y en estos casos, los exigen sin ningún empacho ni vergüenza.

Ahora que ya estamos metidos en el grave problema político, son los mismos comunicadores los que deben de explicar a la población y con insistencia, la estafa de la que el Perú y sus ciudadanos hemos sido objeto. Que nos han timado como a niños y que nos han dado gato por liebre. Que PC se presentó como demócrata honrado, pero que resultó un fraude con esquemas dictatoriales y que está pretendiendo copar la administración pública con gente no calificada, sin experiencia seria y con muchos procesados y sentenciados por la justicia.

Creo que, desde el Congreso, la Fiscalía, la Contraloría, pero con todo el respaldo masivo de la ciudadanía, debemos corregir muy rápidamente el tremendo error que, voluntaria o inadvertidamente, ha cometido la población electoral.

Dicen que “no hay mal que por bien no venga” y quien sabe, esta sea una gran oportunidad para hacerle ver a nuestra ciudadanía, empezando por la más joven, la necesidad de involucrarse en política y de estar muy activo y vigilante de los procesos electorales.

Ya Platón decía: “El precio de desentenderse de la política, es el ser gobernado por los peores hombres”. Lampadia




Análisis de los resultados de la primera vuelta electoral

Análisis de los resultados de la primera vuelta electoral

Webinar organizado por Pepe Pardo con la participación de Cecilia Villegas, Oswaldo Hundskopf, Enrique Ghersi y Pablo Bustamante.

Veamos los resultados principales de las elecciones:

Un primer tema que llama la atención es el ausentismo, que en promedio ha sido de casi 30%, pero que en algunas zonas ha superado el 37%, especialmente en los distritos más acomodados de Lima. Una falta de civismo muy criticable.

El ausentismo y los votos en blanco y nulos, nos llevaron a votos válidos de solo 58%. Pero lo que más debe llamar nuestra atención, es que el partido más votado solo consiguió el 11% de los votos, una representación muy baja.

Si vemos la orientación política de los electores en tres bloques, vemos que los que no optaron por una izquierda, en general bastante radical, representan ceca del 70% de los electores.

En el caso de Acción Popular, que colocamos al centro, hay que reconocer que su líder es de izquierda extrema, pero no necesariamente así, sus votantes.

Las principales ideas fuerza de los candidatos, que resumimos líneas abajo, nos permiten ver que la segunda vuelta presenta dos visiones completamente opuestas del país, una basada en la defensa de la economía de mercado y la democracia, respetando nuestra Constitución; y otra que pretende alterar profundamente la economía y también la democracia, planteando, por ejemplo, la disolución del Tribunal Constitucional.

Ver el Webinar en el siguiente enlace:




¿Es tiempo del OTRO SENDERO?

¿Es tiempo del OTRO SENDERO?

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

“No es tiempo de egoísmos y mezquindades PARTIDARIAS que pueden dejar al Perú en la terrible paradoja de tener que elegir entre la candidata de Maduro o el amigo de Abimael.”

A menos de 40 días de las elecciones generales hay un escenario electoral que exige definiciones. Veamos:

El escenario

  1. Lescano y Mendoza se han distribuido el histórico voto izquierdista, dejando en OFF SIDE a Arana, Humala, Castillo. Quedan algunos puntos por conquistar en este sector, a los cuales apela Mendoza con su radical pedido de Asamblea Constituyente. Sin embargo, este éxito es relativo, ya que se ha dado a costa de alejarse del voto de centro. Para que pudieran crecer, tendrían que renegar de mucho de lo que han dicho.
  2. Las candidaturas de centro no levantan. El desgaste político de los caviares en el Gobierno (Partido Morado / Guzmán / Vizcarra) y en el Congreso (Acuña / Acción Popular/ Somos Perú), ha pasado factura. La artificial candidatura de Forsyth de desinfla cada día y el elector de centro, que había crecido en las elecciones parlamentarias de 2020 no encuentra alternativas viables. Lescano y Mendoza radicalizados, han dejado de ser una opción para el votante moderado. La atomización de candidaturas en este sector agrava la situación.
  3. En la derecha, la atomización también pasa factura y ninguno de los candidatos pasaría a segunda vuelta pese a conseguir más votos que la izquierda. Keiko, López Aliaga, De Soto y Urresti suman 24% de votos, más que los 20,2% cosechados por los dos candidatos de izquierda, según el último sondeo del IEP. La derecha dividida siempre será vencida.

¿Dónde crecer?

  • En la izquierda buscando el resto del bolsón rojo que históricamente llega al 25%. Hay 5% por conquistar que será decisivo.
  • El saldo del bolsón de derecha no alcanza para posicionar a alguno de los candidatos de este sector. Si bien existen varios millones de electores pro mercado, los electores históricos de la derecha son solamente un tercio del electorado y hay demasiados disputando ese voto.
  • El elector de centro, que se ha quedado sin opciones típicas de centro. López Aliaga y Fujimori les repelen tanto como Lescano o Mendoza.
  • El gran grupo de electores desinteresados. Los que no participan, los que votan en blanco, nulo o viciado. Allí hay por lo menos 12 millones de votos, mucho más de lo que hay en los ya decididos hasta la fecha. Pero atraerlos, es aún más difícil.

¿Qué líneas seguir para crecer?

  • Hay que seducir al votante desinteresado con la política. El elenco estable de la política probablemente no lo consiga. Las candidaturas novedosas y las propuestas diferentes son las que podrían atraer a este votante. Hay pocas.
  • La izquierda tendrá que moderarse si quiere crecer. Siendo más roja se canibalizará entre ella, no conseguirá el voto de centro y puede ser superada por las candidaturas de centro las de derecha si estas comienzan a hacer mejor su tarea.
  • En la derecha hay que despejar. Hay demasiados en disputa. La disputa entre ellos los afectará a todos.
  • Hay que atraer el voto de centro. Algunas candidaturas son más atractivas para ello. La de Hernando De Soto en la derecha o la de Humala en la izquierda.

Las candidaturas inviables

  • El anti voto es tan importante como el voto recabado. Keiko Fujimori, Ollanta Humala y Verónica Mendoza tienen un elevado anti voto que hace inviables sus candidaturas en una segunda vuelta. Obviamente hay grados de rechazo, pero es un factor a tener en cuenta.
  • Los procesos contra Lescano por acoso sexual y el conservadurismo católico de López Aliaga que lo lleva a tener posiciones políticamente incorrectas en temas como la homosexualidad, la violación o la eutanasia también son factores a considerar al momento de evaluar la viabilidad futura de estas candidaturas.

¿Será entonces el momento del OTRO SENDERO?

Para quienes votamos por la derecha, todos estos elementos nos llevan a considerar que la mejor opción electoral de derecha sería Hernando de Soto. La opción viable, mejor dicho, pese a su actual posición en las encuestas y su campaña tan tibia.

El mismo no se reconoce como un candidato de derecha, pero al ser un liberal tiene un ADN ideológico compatible con el mercado, con las libertades políticas, con la libertad e inclusión económica, en contra del mercantilismo que tanto daño le ha hecho a nuestra economía.

De Soto generó el viraje ideológico del Perú en 1987. Detuvo junto con Vargas Llosa la estatización financiera impulsada por el Apra y la izquierda en los 80´s. Interpretó en el peruano pobre e informal a un emprendedor que se subvierte frente al Estado en lugar de un obrero oprimido como lo mandaba el catecismo marxista.  Le dio imagen, rostro y ciudadanía al informal que vende golosinas, levanta talleres informales, transporta en combi o construye sin licencia, al margen del Estado.  No lo vio como una expresión del desborde popular que mostraba Matos Mar. Lo vio como el motor del Perú que ha explicado el crecimiento de Lima, las grandes ciudades y del país en los últimos 30 años.

De Soto trazó un sendero distinto al de Abimael. Dibujó el OTRO SENDERO por el cual hemos transitado desde 1990.

Hoy que Lescano y Mendoza podrían disputar la presidencia, con ideas filo senderistas, creo que le ha llegado el momento a De Soto de dejar la academia, de abandonar la comodidad de los think tanks globales, de dejar las consultorías internacionales y de asumir el reto que la libertad del Perú demanda: Mostrarles a los peruanos que hay otro sendero que seguir. No se si el lo quiera o esté a la altura de este reto. No lo sé, pero los que estamos en este sector, lo demandamos.

El tablero electoral antes descrito lo hace posible.  No será fácil, pero el elector de esta zona exige que se despeje el camino en favor de una candidatura viable como esta. Insistir en otras opciones es entregar la plaza antes de la batalla. La renuncia en favor de esta candidatura no implica renunciar a la cuota congresal, con la cual se podría armar una gran coalición de derecha y centro derecha que gobierne y que haga viable al futuro gobierno.

No es tiempo de egoísmos y mezquindades PARTIDARIAS que pueden dejar al Perú en la terrible paradoja de tener que elegir entre la candidata de Maduro o el amigo de Abimael. Lampadia




El disfraz de Lescano

El disfraz de Lescano

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La encuesta del IEP publicada ayer confirma el ascenso de Yonhy Lescano y coloca a Verónika Mendoza en segundo lugar, aunque prácticamente empatada con los tres que le siguen:

Si estas tendencias se confirman en la encuesta de Ipsos que debe salir el 14, es posible que una parte de quienes pensaban votar por Hernando de Soto u otros candidatos se inclinen al final por Keiko Fujimori o Rafael López  Aliaga (que ha tenido un crecimiento muy veloz) para evitar que la segunda vuelta quede copada por candidatos de izquierda.

Pero hay acá un error de percepción, porque lo que pasa es que muchos no ven a Lescano como un candidato de izquierda. Según esta encuesta, la intención de voto por el candidato de Acción Popular está igualmente distribuida entre quienes se identifican a sí mismos como de izquierda, centro y derecha. Más claro aún, resulta que Lescano recibe una intención de voto proporcionalmente más alta en el sector AB que en C y D/E.

La marca de Acción Popular, asociada al centro político, disfraza el izquierdismo de Lescano. En el sector AB Lescano es conocido como defensor de los consumidores, pero es probable que aún no se conozca la verdadera naturaleza de sus propuestas. Cuando ello ocurra, podría perder votos en el AB (y también en los demás niveles) y entre los que en esta encuesta se auto califican como de derecha. Esos votos podrían ir a López Aliaga –que, además, tiene techo para crecer en sectores populares, aunque su extracción social no le ayude- o a Keiko Fujimori.

De hecho, las contradicciones entre el discurso del candidato presidencial (y el propio plan de gobierno) y el discurso de algunos candidatos al Congreso ya ha aparecido.

  • Lescano propone nueva Constitución cambiando el capítulo económico, por ejemplo, para que los recursos mineros extraídos no sean de las empresas mineras sino del Estado. Es decir, la nacionalización a la boliviana de los recursos naturales, el modelo Evo Morales[1] (lo que, por supuesto, alejará toda inversión minera, como ha ocurrido con el gas en Bolivia).
  • Y también que el BCR ponga controles o topes a las tasas de interés de los bancos.
  • El plan de gobierno, por su parte, propone “desglobalizar la economía”, una suerte de retorno al proteccionismo de los 70, entre otras medidas.  

Pero la candidata al congreso María del Carmen Alva, sobrina de Javier Alva Orlandini, aclaró el sábado en El Comercio[2] que probablemente no haya consenso en la bancada para una nueva constitución y que si bien se requiere modificar la parte política, el capítulo económico no se va a modificar. Agrega, “nosotros estamos de acuerdo con la economía social de mercado, esto no se va a modificar… Y el rol subsidiario del Estado, tampoco”.

El candidato Pedro Morales también ha remarcado que AP cree en el rol subsidiario del Estado y en una economía social de mercado, de modo que no debe cambiarse el capítulo económico de la Constitución.

En cuanto a la nacionalización a la boliviana de la minería, Alva señaló claramente que “esta es una idea debatible, y se verá en el próximo Congreso si tiene consenso. Acción Popular está a favor de la inversión minera, … Nosotros queremos una minería responsable, … Acción Popular no va a presentar ninguna norma que desaliente la inversión privada, de ninguna manera… Acción Popular es un partido de centro, que cree en la inversión privada y extranjera, …”.

Precisó también que “Acción Popular no va a plantear control de precios de ninguna manera…, sino que así como existe Osinergmin y Osiptel, que son reguladores, ver la posibilidad de crear un regulador autónomo del Minsa…, que vea la calidad de las medicinas que se compran y que los precios no se disparen”.

Aquí hay una confusión que sí es común tanto a Lescano como a muchos de sus candidatos. Morales, por ejemplo, sostiene que “la educación, vivienda, salud, sobre todo los servicios básicos, se han convertido en un negocio y el Estado no hace nada”. Pero hacer empresa en educación, vivienda y salud es bueno, no es malo. Ayuda a ampliar y mejorar los servicios. Y no puede haber empresa sin utilidades. Las utilidades no son malas. Son el motor de la inversión. No se puede creer en la economía de mercado y en el principio de subsidiariedad, y proscribir la inversión privada de esos sectores. Es una contradicción. Y la manera de asegurar que no haya precios excesivos, es la competencia.

Más bien quien es muy malo dando esos servicios, es el Estado. Allí está el problema, no en el sector privado. Lo que debe plantearse es una reforma profunda de los servicios públicos, introduciéndoles precisamente elementos de gestión empresarial, meritocracia y gestión por resultados, lo que implicará enfrentarse a grupos de interés enquistados. Lampadia




Ni izquierda ni derecha, sino todo lo contrario

Ni izquierda ni derecha, sino todo lo contrario

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

En política las etiquetas ¨Derecha¨ e ¨Izquierda¨ son muy antiguas y se originaron en Francia en 1789, en la Asamblea Constituyente luego de la revolución. En dicho foro los diputados a favor del veto real (en su mayoría la aristocracia y el clero) se sentaban a la derecha del presidente de la asamblea y los contrarios al veto (que se autodenominaban patriotas) a la izquierda.

Según el director de la revista Le Débat, el filosofo francés Marcel Gauchet, el verdadero nacimiento de la dicotomía derecha-izquierda en la política data del periodo de la Restauración (1814-1830), dónde a un lado estaban los realistas y los contra-revolucionarios (la derecha) y del otro los liberales herederos de la revolución y partidarios de la monarquía constitucional (la izquierda). Entre estos extremos (el centro) se ubicó una pequeña minoría integrada por los constitucionalistas y los independientes.

Esta dicotomía política se extendió por toda Europa y luego a América a partir de 1830.

En general y hasta muy avanzado el siglo XX, la derecha ha representado a los que sostienen que determinados órdenes sociales son necesarios y se apoyan en el derecho natural y la tradición. En el frente económico la derecha enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo estatal, la propiedad privada y la generación de riqueza a través de la libre competencia.

La izquierda por su parte agrupa a los que defienden la igualdad social en contraposición a las jerarquías entre individuos y en el frente económico privilegian al estatismo y a la propiedad social frente a la propiedad privada. La primera vez que se utilizó ¨la izquierda¨ fue para referirse al republicanismo durante la revolución francesa y al liberalismo clásico. Después se utilizó para referirse al socialismo, al comunismo, a la socialdemocracia y a varias formas de anarquismo.

Desde mediados del siglo XIX y en la mayor parte del siglo XX tanto la derecha, como la izquierda trataron de implantar sus respectivos sistemas en el mundo. Mientras que el bloque de Europa Occidental y USA eran los promotores de la derecha y su sistema económico capitalista de libre mercado, Rusia y China eran los líderes de la corriente de izquierda, con sus sistemas socialismo y comunismo.

En 1989 tras la caída del muro de Berlín, se confirmó la derrota y el fracaso del sistema socialista y se inició un periodo de economía de libre mercado en la mayor parte del planeta, lo que generó crecimiento económico, desarrollo y disminución de la pobreza en la gran mayoría de los países que adoptaron este sistema.

Los países Latinoamericanos siempre han sido ¨caldo de cultivo¨ para las causas de la izquierda. Esto debido al alto nivel de pobreza, así como la importante brecha entre los ricos y pobres del país. En las décadas de los 70s y 80s, Latino América estuvo fuertemente amenazada por grupos y movimientos revolucionarios de izquierda, que intentaron tomar los gobiernos por la fuerza. Argentina, Uruguay, Colombia, Chile y Perú sufrieron mucho por este tema. En el Perú el terrorismo originó mas de 70,000 muertes generadas por los sanguinarios grupos terroristas de izquierda Sendero Luminoso y MRTA.

Al igual que la caída del muro de Berlín significó la derrota del socialismo y del comunismo en el mundo en 1989, la captura de Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso en 1992 significó la derrota del terrorismo de la izquierda comunista en el Perú. A partir de esos eventos la izquierda sufrió un gran deterioro por lo que tuvo que retroceder, esconderse y replantear sus estrategias. Rusia y China los promotores del socialismo y comunismo (la izquierda), también tuvieron que reinventarse y ahora ambos mantienen un sistema mixto con economías capitalistas, pero con control estatal.

Las ideologías de izquierda no solo fueron derrotadas, sino que no tuvieron un solo caso exitoso y por lo tanto nada positivo que mostrarle al mundo. En nuestra región, los casos de Cuba y recientemente Venezuela, no solo son ejemplos vivientes del fracaso, al exhibir una gran pobreza y caos económico, sino que también han revelado una corrupción a gran escala que ha enriquecido desmesuradamente a los líderes de las revoluciones y a sus familiares y amigos.

El Perú no fue ajeno al éxito de la economía de libre mercado ya que, después de casi 25 años de crisis social y económica en las décadas de los 70s y 80s y luego de la derrota del terrorismo, consiguió estabilizarse y vivió un periodo de franco crecimiento, desarrollo y modernización por mas de 20 años.

  • En ese periodo se logró incrementar el PBI per cápita de US$ 1,000 a mas de US$ 7,000.
  • Las exportaciones crecieron de US$ 3,500 millones a US$ 47,700 millones y conseguimos los mejores indicadores de solidez macroeconómica de la región.
  • En el frente social, el índice de pobreza se redujo drásticamente de 60% a 20%.
  • Además, la pujante clase media conformada principalmente por millones de emprendedores mini capitalistas, se duplicó y se convirtió en el principal motor de la economía.

Todo este éxito, que sería muy mezquino desconocer, fue basado en la economía de libre mercado.

Sin embargo, cuando todo va muy bien nadie se preocupa por hacer mantenimiento, ni ajustes para adecuar los sistemas a los nuevos tiempos. ¿Si no está roto para qué arreglarlo? Esto ha sucedido con el sistema capitalista en el mundo incluyendo al Perú. No se le ha dado mantenimiento al sistema, ni se le ha ido adecuando a los tiempos en que vivimos. No se le ha socializado. Nos ¨hemos dormido en nuestros laureles¨.

De esto se dio cuenta la izquierda y con métodos renovados comenzaron a introducir nuevamente su ideología fracasada. Lo diferente es que esta vez han dejado de lado la violencia y la han cambiado por una sistemática penetración a la educación, así como a los medios de comunicación periodísticos y a las protestas callejeras, aprovechándose del descontento ciudadano por el desgaste del sistema político y económico actual.

Además, se han aprovechado de la crisis ocasionada por la pandemia que aqueja a todo el mundo para acelerar su proceso de crear el caos. En Latinoamérica, los casos de Argentina, México, Chile, Colombia y Perú son claros ejemplos de esto.

Dado que ahora se conoce esta situación, no se puede perder tiempo y se debe revisar y ajustar el modelo de libre mercado a nivel mundial. Todavía estamos a tiempo. Tal como comentó el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab en la CADE Ejecutiva Virtual, no debemos pensar solo en el capital financiero, sino también en el natural, el social y el humano. El reconoce que el sistema capitalista ha sido muy exitoso en lograr que los países como el Perú tengan un gran desarrollo y logren reducir la pobreza, pero sostiene que aún enfrentan retos que tienen que abordar como la inclusión y la sostenibilidad.

Lo que queda bastante claro es que los términos ¨derecha¨ e ¨izquierda¨ ya están totalmente desgastados y obsoletos. También es claro que el sistema socialista fracasó y no tiene ningún ejemplo exitoso que mostrar, por lo cual sería inútil tratar de revivirlo. Por último, también queda claro que el sistema capitalista de libre mercado ha tenido mucho éxito, pero ha tenido algunas falencias sociales y de gobernanza que tiene que abordar. Iniciativas como Capitalismo Consciente, ESG (Environment-Social-Governace) entre otros esfuerzos, deben ser activados rápidamente por los gobiernos y también por las empresas privadas.

En una reciente encuesta de IPSOS (septiembre 2020), solo el 22% de los peruanos encuestados se auto definía como de izquierda (10%) o de derecha (12%). La gran mayoría (el 78%) se definía de centro. Es decir que concuerdan con ciertas cosas de la derecha y ciertas otras de la izquierda. Otro tema interesante que se encontró en este estudio es que la mayoría de los electores no conoce los conceptos de izquierda y derecha y entre los que lo conocen, existe mucha confusión. 

Por eso creo que es el momento de dejar de pensar en estas etiquetas y pensar en temas y en soluciones reales que enfoquen en el ¨bienestar de los peruanos y el progreso del Perú¨. Hay que tomar las buenas ideas que le sirvan al Perú. Hay que informarnos y saber que candidatos nos dan confianza que promoverán estas soluciones. No nos dejemos llevar por ideologías obsoletas, ni por demagogias, ni por populismo barato, que solo les sirve a los malos candidatos para ser elegidos y posteriormente dar rienda suelta a sus objetivos personales.

¨NO VOTEMOS POR LA DERECHA NI POR LA IZQUIERDA, VOTEMOS POR EL PERÚ¨ Lampadia




La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las elecciones congresales del 26 de enero han producido algunos resultados que no han sido suficientemente analizados, y revelan una tendencia que habría que preguntarse si se manifestará en las elecciones presidenciales del 2021.

El siguiente cuadro, que compara los porcentajes de votación congresal del 2016 con los del 2020 por partidos, nos sirve para darnos una idea de hacia dónde fueron los votos que perdió Fuerza Popular y los que obtuvo PPK que esta vez no participó.

Fuerza Popular perdió 29.1 puntos porcentuales entre ambas elecciones. Suponemos que los votos del FREPAP y de Podemos vinieron principalmente de allí, pero vemos que ambos sumados alcanzan 16.76 puntos, bastante menos. De modo que hay casi 13 puntos que se han ido a otros grupos, la mayor parte quizá de izquierda, como veremos.

Y ¿dónde fueron a parar el 16.46% de los votos que obtuvo PPK el 2016?   Si sumamos los porcentajes del Partido Morado, Somos Perú y ese adicional de 3.06 que obtuvo Acción Popular en esta elección en relación al 2016, llegamos a un 16.51%, proporción casi idéntica a la que tuvo PPK el 2016.

Por su parte, el Frente Amplio obtuvo un 13.84% de los votos el 2016 y bajó a 6.16% en esta elección. Pero si le sumamos el porcentaje obtenido por UPP, llegamos a un 12,93, similar al 13.84 del 2016.

Sin embargo, esto último no se puede calcular así, porque la verdad es que si sumamos el porcentaje obtenido por todas las agrupaciones de izquierda, incluyendo las que no pasaron la valla (Juntos por el Perú, Democracia Directa, Perú Libre, RUNA), vemos que las izquierdas sumaron en total 26.6% de los votos el 2020, 8.33 más que el 2016.

De modo que si clasificamos los partidos que participaron en ambas elecciones congresales -hubieran o no pasado la valla- en las categorías clásicas de derecha, centro e izquierda, constatamos que la tendencia más clara ha sido la del crecimiento de la izquierda entre ambas elecciones.

También parece haber crecido el centro en detrimento de la derecha, pero puede ser un tanto subjetivo tipificar un partido en la derecha o en el centro. Lo que es indubitable es cuando el partido es de izquierda.

Ahora bien, la pregunta es si esta es una tendencia que pueda manifestarse en las elecciones del 2021, en el sentido de que una candidatura de izquierda pueda pasar a la segunda vuelta.

Puede ocurrir, si la izquierda se une. Y se daría una cuasi unión de facto, en la medida en que la mayor parte de los candidatos presidenciales potenciales de la izquierda están en la cárcel o prófugos. Antauro Humala recién recobra su libertad el 2024. Eso deja a Verónika Mendoza sola junto con Marco Arana, quien tendría poco arrastre.

En general, sin embargo, una elección solo congresal carece de poder predictivo porque en ella no participan candidatos presidenciales. Lo que se ve hasta ahora es que hay tres grandes corrientes o demandas.

  • Una, que podemos llamar anticorrupción, tendría como candidato principal a Salvador del Solar, si se presenta.
  • La segunda, que responde a la demanda por seguridad y orden, se encarnaría en Daniel Urresti.
  • Y la tercera, que reflejaría una demanda por mayor igualdad (de izquierda), sería encabezada por Verónika Mendoza.

Veremos. Lampadia