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La verdad sobre las emisiones de los autos eléctricos

Algo más de 100 años después de la revolución del automóvil, liderada por Henry Ford, quien transformó el transporte, hoy se desenvuelve una nueva revolución en el sector: la de los automóviles eléctricos y la de los vehículos sin conductor. En esta ocasión veremos el primer caso.

Así como la revolución de Ford se expresa con la célebre cita “si le hubiera preguntado a la gente qué necesitaban, me hubieran pedido caballos más rápidos”, la nueva revolución se ha disparado de la mano de los innovadores, las empresas de tecnología como Tesla, que han tenido un desarrollo sorprendente. Hoy, muchas las empresas automovilísticas ya se han embarcado en una carrera por desarrollar vehículos eléctricos que prometen ser ‘cero emisiones’

Pero es importante recalcar que el sector automovilístico todavía atraviesa el catastrófico escándalo de Volkswagen, en el que los vehículos fueron diseñados para engañar a las pruebas de emisiones, arrojando niveles de emisiones peligrosamente altas, las cuales contribuyen a una mayor contaminación, humo y problemas respiratorios. (Ver en Lampadia: Las sucias mentiras de VW exigen un escarmiento ejemplar). Increíblemente, lo mismo sucedión con Mitsubishi en Japón. Ahora, tras un artículo de Bjorn Lomborg, el presidente del Consenso de Copenhague, vuelve la incertidumbre sobre qué tan ‘limpios’ o ‘verdes’ son realmente los autos eléctricos.

Tesla, una pequeña empresa con una enorme influencia. Su desarrollo más espectacular es el de las baterías domiciliarias y para los vehículos eléctricos. Ver en Lampadia: La  ansiada energía renovable del futuro está en la puerta. En la industria automovilística, Tesla fue pionera en entrar en un mercado que los principales fabricantes habían ignorado: el de personas conscientes y preocupadas por el medio. El auto Tesla más conocido es el de Tesla Modelo S, un sedán con motor eléctrico, con una pantalla de computadora portátil y una aceleración tan feroz que se le ha llamado “Insane Mode” (Modo de locura).

Tesla afirma que sus autos son mucho más limpios que los de sus competidores, principalmente porque funcionan con baterías y son muy eficientes en la conversión de la energía almacenada. Un Tesla Modelo S puede viajar más de 425 kilómetros con una sola carga de batería de 85 kilovatios por hora, lo que equivale a menos de 3 galones de gasolina. Su equivalente (según EPA, United States Environmental Protection Agency) es de 142 kilómetros por galón, mucho mayor que el alcance del Toyota Prius.

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Los autos eléctricos Tesla pueden ser el comienzo de una revolución en la industria de los automóviles. Su éxito puede llegar a ser el punto de inflexión en el mercado, cambiando los criterios para la adquisición de automóviles. Ver en Lampadia: Tesla también innova en el mundo del automóvil.

Sin embargo, Bjorn Lomborg, presidente del Consenso de Copenhague y autor de The Skeptical Environmentalist y Cool it, publicó un artículo el 6 de abril en The Telegraph de Reino Unido (que fue reproducido en todo el mundo) afirmando que los autos eléctricos contaminan más que los de gasolina, puesto que la matriz energética sigue basándose en el uso del carbón, lo que indirectamente, es una emisión marginal por el consumo de electricidad de los autos eléctricos. En Lampadia nos queda claro que hasta que la electricidad no se genere con fuentes renovables y limpias, algo que ya está en proceso, ver: El futuro de la energía según Bloomberg.

Sus argumentos son contundentes. Con una vida útil de más de 150,000 kilómetros, un Tesla Modelo S va a emitir unas 13 toneladas de CO2 por generación de electricidad. La producción de baterías agregará otras 14 toneladas, con más de 7 más generadas por su producción. Esto totaliza unas 34 toneladas comparadas con lo que él llama un Audi A7 sport a gasoil, que emite 35 toneladas.

Líneas abajo compartimos un didáctico video de Bjorn Lomborg en el que explica todos sus argumentos de una manera fácil de entender, que hemos transcrito y traducido.

Ya han salido varios analistas a contradecir a Lomborg. Según Luke Tonachel, director del proyecto de vehículos y energías limpias del NRDC (Natural Resources Defense Council) de EEUU, afirma que “Lomborg saca a relucir la idea falsa de que las plantas de carbón son una fuente primaria de producción de energía para los vehículos eléctricos. En realidad, en los Estados Unidos, la principal fuente de energía del vehículo eléctrico no es el carbón. Como hemos comentado anteriormente, la nueva demanda de electricidad de los vehículos eléctricos se está cumpliendo en su mayor parte con las centrales eléctricas de gas natural y generación de energía renovable, como la solar y eólica.” En verdad, Lomborg equipara la producción marginal de autos eléctricos con la producción marginal de energía sucia (carbón), pues si no se demandara más energía por los nuevos autos, lo que se cortaría sería la más sucia.

¿Cuál es la verdad de los vehículos eléctricos? En nuestra opinión, debemos contradecir a Lomborg, pues si bien es cierto que su análisis basado en relaciones marginales es correcto (hoy marginalmente un auto eléctrico produce más contaminación), el uso del carbón disminuirá sustancialmente en los próximos años y, sería absurdo esperar al cambio de la matriz eléctrica para desarrollar los autos eléctricos. Con un costo marginal ‘cero’ de electricidad producida con energía solar, es indudable que esta va a tomar mucho espacio adicional en el consumo final. Por lo tanto, en el mediano plazo, los automóviles eléctricos serán efectivamente mucho más limpios.   

Lampadia

Líneas abajo compartimos el video de Bjorn Lomborg y su último artículo:

¿Realmente ayudan los autos eléctricos al medio ambiente? El presidente Obama cree que sí. Lo mismo piensa Leonardo DiCaprio y muchos otros. El argumento es el siguiente:

Los autos normales funcionan con gasolina, un combustible fósil que bombea CO2 directamente del tubo de escape a la atmósfera. Los autos eléctricos funcionan con electricidad. No quemen gasolina. Ni gas, ni CO2. De hecho, a menudo los autos eléctricos son promocionados como “cero emisiones”. Pero, ¿lo son realmente? Miremos más de cerca. 

En primer lugar, se necesita energía para producir un auto. Más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono producidas en la vida útil de un auto eléctrico proviene de la energía utilizada para crear el auto en sí, especialmente la batería. La minería de litio, por ejemplo, no es una actividad verde. Cuando un auto eléctrico sale de la línea de producción, ya ha sido responsable de más de 25,000 libras de emisiones de dióxido de carbono. La cantidad utilizada para la fabricación de un auto convencional: sólo 16,000 libras.

Pero ahí no acaba la historia de las emisiones de CO2. Porque, si bien es cierto que los autos eléctricos no funcionan con gasolina, sí funcionan con electricidad que, en los EEUU, se produce mayormente gracias a otro combustible fósil: el carbón. Como le gusta señalar al capitalista de riesgo ‘verde’, Vinod Khosla, ” los autos eléctricos son autos cuya verdadera fuente de energía es el carbón”. El auto eléctrico más popular, el Nissan Leaf, emitirá 31 toneladas métricas de CO2 durante toda su vida útil de 90,000 millas (basado en las emisiones de sus producciones, su consumo promedio de energía eléctrica y su eventual desarme). Un auto comparable, el Mercedes A160 CDI, durante toda una vida útil similar emitirá sólo 3 toneladas más en total, considerando su producción, consumo de diésel y eventual desarme.

Los resultados son similares para un auto de última generación de Tesla, el rey de los autos eléctricos. Emite alrededor de 44 toneladas, que es tan sólo 5 toneladas menos que un Audi A7 Quattro. Por lo que, a lo largo de la vida útil de un auto eléctrico, emitirá sólo tres a cinco toneladas menos de CO2. En Europa, gracias al Sistema Europeo de Comercio, reducir una tonelada de CO2 actualmente cuesta US$ 7. Por lo tanto, el beneficio total de un auto eléctrico para el medio ambiente es de aproximadamente US$ 35. Sin embargo, el gobierno federal de Estados Unidos proporciona un subsidio de hasta $ 7,500 a los compradores de vehículos eléctricos. Pagar US$ 7,500 por algo que se podría conseguir por US$ 35 es una oferta muy pobre. Y eso no incluye los miles de millones más en subvenciones federales y estatales, créditos y deducciones fiscales que van directamente a los fabricantes de baterías y autos eléctricos.

La otra ventaja principal de los autos eléctricos es que supuestamente contaminan menos. Pero recordemos la observación de Vinod Khosla: ” los autos eléctricos son autos cuya verdadera fuente de energía es el carbón”. Sí, puede que sean alimentados con carbón, dirán los defensores, pero a diferencia de un auto normal, las emisiones de las plantas de carbón están muy lejos del centro de la ciudad, donde vive la mayoría de gente y donde los daños causados ​​por la contaminación del aire son mayores.

Sin embargo, una nueva investigación en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias encontró que mientras que los autos de gasolina contaminan más cerca de casa, la energía de carbón en realidad contamina más, mucho más. ¿Cuánto más? Bueno, los investigadores estiman que, si hay un aumento de 10% en la cantidad de autos que usan gasolina en 2020 en EEUU, 870 personas más morirán cada año por motivos de la contaminación adicional del aire. Si EEUU aumenta su total de vehículos eléctricos en 10%, 1,617 personas más morirán cada año por motivos de la contaminación adicional. El doble.

Pero, por supuesto, la electricidad procedente de fuentes de energía renovables como la energía solar y eólica generan energía sin emisiones de CO2para los autos eléctricos. ¿Entonces el proyectado aumento de estas fuentes de energía renovables hará que los futuros autos eléctricos sean mucho más limpios? Por desgracia, esto es todavía un pensamiento muy optimista. Hoy en día, EEUU obtiene el 14% de su energía eléctrica de fuentes renovables.

En 25 años, la Administración de Información de Energía de Obama estima que cifra habrá subido sólo 3 puntos porcentuales, llegando a 17%. Mientras tanto, los combustibles fósiles que generan el 65% de la electricidad de EEUU actualmente todavía generarán aproximadamente el 64% en 2040. A pesar de que los propietarios de autos eléctricos sientan una sensación virtuosa al usarlos, la realidad es que los autos eléctricos casi no reducen las emisiones de CO2, les cuesta una fortuna a los contribuyentes y, sorprendentemente, genera más contaminación que los autos tradicionales de gasolina.

Soy Bjorn Lomborg, presidente del Consenso de Copenhague.

 

Video producido por Prager University con Bjorn Lomborg

Presidente del Consenso de Copenhague

8 de febrero de 2016

Transcrito y traducido por Lampadia

 




El futuro de la energía según Bloomberg

El último informe de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), New Energy Outlook 2016; plantea una visión de largo plazo sobre la evolución de los mercados de energía en el mundo. De acuerdo con esta nueva edición del informe de Bloomberg, la inversión en la generación de energía mundial alcanzará los US$11.4 billones anuales durante los próximos 25 años; de esa cantidad US$2.1 billones (trillones en notación de EEUU) se destinarán a los combustibles fósiles y US$7.8 billones (trillones en notación de EEUU) se invertirán en energías renovables.

Esto significa que para el 2040, el 60% de la capacidad mundial de energía provendrá de fuentes de energía no contaminantes; siendo las tecnologías eólicas y solares las que se convertirán en las formas más baratas de producir electricidad en muchos países durante la década de 2020 y en la mayor parte del mundo en la década de 2030. Los costos de la energía eólica terrestre caerán según los pronósticos en un 41% y los costos de energía solar fotovoltaica disminuirán en un 60% para el 2040. 

Esta previsión de disminución de los costos en las tecnologías renovables se da en un contexto caracterizado, por un lado, la debilidad de los precios del carbón en la actualidad y que se mantendría a la baja; y los costos del gas con expectativas de algún crecimiento a futuro. Como hemos afirmado múltiples veces en Lampadia, es justamente la aceleración del desarrollo tecnológico lo que ha abierto la puerta al crecimiento económico en todo el mundo y permitirá que todos aprovechemos la sostenibilidad energética a la que se llegará, utilizando distintas fuentes de energía. Se estima que en un plazo relativamente corto (20 años para algunos) sustituiremos el uso de hidrocarburos por energía solar. (Ver en Lampadia: La ansiada energía renovable del futuro está en la puerta) y apreciar la velocidad de la reducción del costo de la energía solar en el siguiente gráfico:

La mayor parte de las inversiones previstas se direccionarán hacia Asia y el Pacífico; que sumarán tanta capacidad en los próximos 25 años como el resto del mundo combinado; siendo China el país que atraerá más de la mitad de las inversiones en dichas regiones.

La India deberá enfrentar un rápido aumento de la demanda de electricidad debido a la expansión económica y demográfica y la creciente electrificación. El carbón seguirá siendo el combustible dominante hasta el 2040, pero también la energía solar comenzará a desempeñar un papel más importante, pudiendo llegar a representar el 29% de la nueva capacidad instalada de energía.

Para Estados Unidos las previsiones de Bloomberg indican una fuerte inversión en energías renovables en los próximos 25 años, que le permitirán llegar al 50% de la capacidad instalada al 2040. Un fuerte salto si consideramos que, en la actualidad, las energías renovables representan menos de una quinta parte.

Para Europa, las previsiones marcan una significativa descarbonización; alcanzando las energías renovables el 70% de la generación en el 2040.

Otro aspecto con un pronóstico muy alentador es el del almacenamiento de energía, con una capacidad de almacenamiento, carga y descarga, de 759 GWh y con expectativas de inversión de más de 250,000 millones de dólares al 2040. En los próximos 12 años, BNEF estima un despliegue de 25 GW de dispositivos de almacenamiento, los cuales suponen aproximadamente la misma potencia que el conjunto de sistemas fotovoltaicos que hay instalados en las azoteas del mundo en la actualidad.

El Perú, al ser un país con un gran potencial de desarrollo, tiene y seguirá teniendo cada vez una mayor demanda de electricidad. Solo en el 2013, la demanda eléctrica en Perú se incrementó un 5.4% (casi al mismo nivel que el producto bruto interno, que creció un 5.8%). Sin embargo, la energía solar representa el 2.7% de la energía del Perú y se espera aumentar ese porcentaje a 5%. En el 2014, la energía hidroeléctrica representó aproximadamente la mitad de la matriz energética del Perú, con una capacidad instalada de 3.5 gigavatios. La otra mitad provino del petróleo y de las plantas termoeléctricas de gas natural, con 3.9 gigavatios.

Debemos aumentar estas cifras y adelantarnos a los otros países de Latinoamérica. La tecnología está para resolver los problemas y necesidades de la humanidad. No podemos quedarnos atrás. Para ello es indispensable retomar la senda del crecimiento alto y sostenido. Lampadia

UNA NUEVA MIRADA AL SECTOR DE ENERGÍA 2016

Publicado por Bloomberg

Junio 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

RESUMEN EJECUTIVO

Un precio más barato del carbón y del gas no descarrilarán la transformación y la descarbonización de los sistemas de energía del mundo. Para el año 2040, las fuentes de energía no contaminantes representarán el 60% de la capacidad instalada. La energía eólica y solar representarán el 64% de los 8.6TW de nueva capacidad de generación de energía que se añadirán en todo el mundo en los próximos 25 años, y casi el 60% de los US$ 11.4 billones invertidos.

El debilitamiento de los precios del carbón y del gas han reducido el costo de la electricidad proveniente de nuevas centrales eléctricas de combustibles fósiles. La recuperación de los precios del petróleo y el aumento de los costos de producción de LGN en EEUU tendrán una presión al alza sobre los precios del gas. 

• Al mismo tiempo, la energía eólica y solar son cada vez más baratas. Si bien actualmente ya son competitivas en un número de países, se espera que el costo de la energía eólica terrestre caiga un 41% en 2040, impulsado principalmente por la reducción de los costos de producción. En el caso de la energía solar ocurrirá lo mismo, empujando una reducción de precios de 60%.

La precipitosa disminución de costos de la energía solar la convertirán en la tecnología de menor costo en la mayoría de los países para el año 2030. Por su lado, la energía solar a pequeña escala representará poco más de un tercio de esta nueva capacidad.

Los países que no pertenecen a la OCDE verán los mayores beneficios de la nueva capacidad, especialmente China e India.

• Al 2027, la energía eólica y solar serán más baratas que la producida por los generadores de carbón y gas. Este es un punto de inflexión que se traduce en un rápido desarrollo de las energías renovables.

• En los próximos 25 años, los vehículos eléctricos representarán el 25% de la flota mundial de automóviles en 2040, ejerciendo una presión a la baja en los costos de las baterías a través del desarrollo de tecnología, economías de escala y experiencia en la fabricación.

La generación fotovoltaica a pequeña escala alcanzará la paridad en todas las principales economías desarrolladas en 2020, lo que llevará a que más del 10% de la capacidad de generación fotovoltaica global sea a pequeña escala.

• El costo de energía a gas ha caído junto con los precios del petróleo y el exceso de oferta en el mercado de LGN, lo que lo ha reducido el precio de las energías renovables.

Al aumentarse la capacidad eólica y solar en todo el mundo, el uso de estas tecnologías se elevará nueve veces en 2040, llegando a una participación de 30% del total mundial, comparado con el 5% en 2015. Para 2040, Alemania, México, el Reino Unido y Australia tendrán una participación promedio de energía eólica y solar de más de 50%.

El rol del gas como “combustible de transición” parece exagerado fuera de EEUU, ya que representa sólo el 16% de la generación mundial al 2040. Por su lado, la demanda aumentará cerca de 10% al 2026. Sin embargo, desde 2027, la generación de gas iniciará un lento declive en Europa y, a continuación, en EEUU y China.

• Europa verá una descarbonización significativa para el año 2040, con un aumento en el uso de las energías renovables de 70% al 2040. La energía solar representará casi la mitad de toda la nueva capacidad.

• La región de Asia y el Pacífico experimentará un crecimiento colosal en nueva capacidad de generación de energía en los próximos 25 años, con una capacidad instalada triplicada y una generación de electricidad duplicada. Las energías renovables representarán casi dos tercios de la energía generada. Sin embargo, el carbón seguirá siendo la mayor fuente de electricidad para la región en 2040.

• Los diferentes países de América seguirán diferentes caminos para lograr un cambio en la matriz energética. El gas natural tendrá un rol clave en la generación de electricidad en América del Norte durante la próxima década, representando el 15% de toda la nueva generación de energía. Al mismo tiempo, las energías renovables siguen creciendo. América Latina verá una gran inversión en energía renovable.

• En el Oriente Medio y África, las energías renovables aumentarán en 55% su capacidad de generación de energía al 2040. La energía solar y eólica representarán alrededor de 60% del total. La energía solar se está convirtiendo en una alternativa competitiva en comparación a la energía de gas y se convertirá en la opción menos costosa universal para el año 2030.

• Las emisiones del sector eléctrico mundial llegarán a su punto más alto en 2027 y después empezarán un lento declive con el mayor uso de las energías renovables. 

Lampadia




Más y mejores energías renovables junto con combustibles fósiles

Más y mejores energías renovables junto con combustibles fósiles

La energía eólica y solar crecen a velocidad récord, sus costos siguen bajando, pero los combustibles fósiles todavía no llegan a reemplazarse. El sector de las energías renovables ha aumentado su participación en el mercado de 9.1% en 2014 a 10.3% en 2015. Pero aún con ese aumento, no es suficiente como para reducir el número de emisiones de carbono, según un nuevo informe del PNUMA y Bloomberg New Energy Finance.

Las energías renovables representaron la mitad de toda la nueva capacidad eléctrica instalada en 2015 y los países han invertido US$ 286 millones en su desarrollo, el doble de lo gastado en carbón y gas. Pero, eso no es suficiente como para reducir la dependencia en los combustibles fósiles.

Según Bloomberg, el año pasado la participación del carbón aumentó en alrededor de 43 gigavatios y el gas natural en 40 gigavatios. Esta tendencia continuará dado que estos combustibles siguen siendo las formas más accesibles y confiables de proveer energía. Se espera que las emisiones globales del sector eléctrico no lleguen a su pico antes de 2026, dice el informe.

Esta misma tendencia se analiza en el informe de McKinsey, el cual afirma que el carbón y el gas natural proporcionarán la mitad de la electricidad mundial en 2040. Este informe también ve un aumento en las energías renovables en todo el mundo, casi tres veces las cifras actuales.

En los próximos 25 años, las energías renovables representarán aproximadamente el 43% de las nuevas plantas de energía de África, 48% de Asia y el 63% de América Latina. Sin embargo, todo esto llegará a representar sólo el 17% de la oferta total de energía en 2040, mientras el carbón y el gas natural proporcionarán el 55%.

El informe de McKinsey también predice que el esquisto (shale) va a disminuir y que Arabia Saudita se reafirmará como el principal productor de petróleo del mundo en 2030. Para ese mismo año, alrededor de mil millones de personas aún carecerán de acceso a la electricidad, especialmente en las zonas más pobres de África, condenados a una suerte de Edad Media.

Conseguir más energía para más gente no es sólo una cuestión de conveniencia, es indispensable para el desarrollo económico y la salud de la humanidad, una obligación que no puede estar fuera de la ecuación del control de emisiones en el campo de la energía. Lampadia

Una revisión realista de las energías renovables

Por Scott Nyquist y James Manyika

McKinsey:  ‘A reality check for renewable energy’

Marzo del 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La energía eólica, solar y geotérmica está creciendo rápidamente. Sin embargo, la dependencia mundial en los combustibles fósiles no está cambiando en el corto plazo.

La revolución de la energía segura y limpia no es inminente. Según la información recopilada por ‘Mirando hacia adelante: Las 50 tendencias globales que importan’, un compendio anual de datos y gráficos sobre temas que van desde la economía hasta la demografía y la energía, la mayoría de las necesidades de electricidad del planeta seguirán siendo alimentadas por el carbón y el gas natural en el año 2040, a pesar de un fuerte crecimiento de las energías renovables no hídricas. El informe también espera que el fenómeno de esquisto disminuya y que Arabia Saudita se reafirme como el principal productor de petróleo del mundo en 2030.

‘Mirando hacia el futuro’ no tiene un punto de vista sobre estas tendencias; solo presenta la mejor información disponible a partir de una amplia variedad de fuentes, incluidos los gobiernos, consultorías, centros de investigación, empresas, e instituciones multilaterales. Su  objetivo es poner de relieve las cuestiones que importan mediante visualizaciones atractivas que hacen más fácil para los lectores captar una gran cantidad de datos interconectadamente, y por lo tanto comprender mejor, tanto la naturaleza de los problemas que enfrenta el mundo como la manera de abordarlos.

El libro detalla un mundo de energía lleno de disrupciones y contradicciones, mezclado con continuidades y una pizca de esperanza. Por ejemplo, mientras que el mundo trata de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero asociados, las energías renovables no hídricas podrían más que triplicar su participación en la canasta global 2040. El desarrollo de energías renovables no es sólo una tendencia de los países ricos. Entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que en su mayoría incluyen los países más desarrollados, las energías renovables se están expandiendo en un 4.6% al año. Entre los que están fuera de la OCDE, la cifra es de 7.4%. En los próximos 25 años, las renovables representarán aproximadamente el 43% de las nuevas plantas de energía de África, 48% de Asia, y el 63% de América Latina. Solo Asia proyecta añadir 1,587 plantas de energía renovable, casi el total del resto del mundo.

Aquí está la contradicción. Incluso después del auge de las energías renovables, su  participación en la producción mundial de electricidad será sólo de 17% en 2040, el carbón (31%) y gas natural (24%) continuarán siendo una fuente fiable de energía a bajo costo (Cuadro 1).

Otro combustible fósil, el petróleo,  ha cambiado bastante, pero el pronóstico a largo plazo es más de lo mismo. Las estimaciones preliminares son que EEUU ha superado a Arabia Saudita como el mayor productor de petróleo del mundo, gracias a la producción de esquisto. El desarrollo de esquisto ha sido realmente perjudicial para los mercados mundiales de petróleo, pues contribuye a mantener precios bajos. Sin embargo,  ‘Mirando hacia el futuro’ cree que la historia, o al menos la geología, se reafirmará. En el año 2030 o 2035, es probable que comience a declinar la producción de esquisto y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría volver a producir la mitad del petróleo del mundo (Cuadro 2).

En un mundo con tantos problemas, puede ser fácil pasar por alto el éxito. Una tendencia positiva es que más personas que nunca tienen acceso a la electricidad, aproximadamente el 82% de la población mundial. Desde 1990, la India ha mejorado el acceso en 25 puntos porcentuales y en China la electricidad es ahora casi universal. Por desgracia, África no está tan bien. Alrededor de 1.3 millones de personas carecen de electricidad, y casi todos ellos están en Asia meridional y África subsahariana. Alrededor de mil millones seguirán careciendo de acceso rápido en el año 2030 y los subsaharianos comprenderán casi tres cuartas partes de esa población (Cuadro 3). Conseguir más energía para más gente no es sólo una cuestión de conveniencia, es necesaria para el desarrollo económico y la salud. Las personas sin electricidad a menudo queman madera o estiércol para cocinar, que son fuentes de contaminación del aire que matan a más personas cada año que la malaria y la tuberculosis juntas.

Y he aquí el ejemplo final de la contradicción y continuidad. La contradicción: si reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es una prioridad urgente, ¿por qué no es la generación de energía nuclear más popular? Por el momento, la energía nuclear es la única generación ‘cero emisiones’ para mantener las luces encendidas 24/7, pero se prevé que su participación permanezca en un 12%. En cuanto a la continuidad: la fusión nuclear sigue siendo prometedora. El potencial de la fusión siempre ha sido tentador. Podría ser 20 veces más eficiente que la fisión, y los residuos creados son en forma de helio no radiactivo. En asociación con otros seis países, Francia, que genera más del 75% de su energía en plantas nucleares, está programando abrir una planta de fusión en demostración en 2019. Sin embargo, todavía existe incertidumbre acerca de la viabilidad de la tecnología.

En el futuro previsible, los datos publicados por ‘Mirando hacia adelante: Las 50 Tendencias que importan’ apuntan a una estrategia de energía mundial, asumiendo que existe una, de “todas las opciones anteriores”. O, más precisamente, más de todo lo anterior. Más renovables y más combustibles fósiles. Mayor acceso a la energía, y más muertes relacionadas con la falta de acceso. Mucho petróleo en América y más petróleo de la OPEP. Si hay un único hilo conductor de todas estas tendencias, es que no ha llegado una revolución energética global. Lo que está fuertemente en curso, es una evolución de la energía. 




Reconversión del CO2 permitirá limpiar el aire y ayudar a países pobres

Reconversión del CO2 permitirá limpiar el aire y ayudar a países pobres

Una nueva tecnología permite cambiar el dióxido de carbono (CO2), el gas más abundante del efecto invernadero (causante del cambio climático), en un valioso producto. Durante mucho tiempo, este tipo de desarrollo ha sido el sueño de científicos y la insistencia de Lampadia sobre Una Solución al Cambio Climático:

“Lamentablemente, casi el 100% de los ingentes fondos usados en los temas del calentamiento global se dedicaron a sustentar los cálculos de sus eventuales efectos y muy poco a buscar nuevas tecnologías que permitan que el CO2 pueda recuperarse de la atmósfera de forma masiva y económica. Si no se desarrolla esa tecnología, condenaríamos al África a quedarse sin electricidad (inaceptable), pues solo pueden generar electricidad (económicamente) mediante sus reservas de carbón.”

Hasta ahora no se había encontrado una solución eficiente y económica para recuperar el CO2 de la atmósfera. Se especuló sobre la posibilidad de expulsarlo al espacio, pero se descartó, pues no podíamos perder el carbón para siempre. Tampoco se logró que se pueda depositar eficientemente en el subsuelo. La verdad es que la mayor parte del inmenso financiamiento de los temas climatológicos estaba dirigido a la sustitución de los hidrocarburos y el carbón, dejando sin suficiente financiamiento la posibilidad del uso de hidrocarburos en procesos límpios, algo muy deseable desde una perspectiva holística.

El Boeing Dreamliner utiliza nanofibras para crear fuertes compósitos de carbono utilizados en el cuerpo del avión.

Ahora, un equipo de químicos reporta haber desarrollado una tecnología para convertir eficiente y económicamente el CO2 atmosférico en nanofibras de carbono de gran valor para los productos industriales y de consumo.

Debido a su eficacia, este proceso de bajo consumo de energía se puede ejecutar utilizando sólo unos pocos voltios de electricidad o la luz solar para transformar una gran cantidad de dióxido de carbono.

La importancia de esta tecnología es la implicancia que tendrá en la matriz energética del mundo. Una de las preocupaciones siempre ha sido las consecuencias negativas del carbón en la producción de energía. Ahora se podrá absorber este gas de tal manera que compense considerablemente las emisiones del gas invernadero, creando además un material muy útil para la humanidad.

Este desarrollo es un claro ejemplo de los beneficios que produce la tecnología que, además, viene reduciendo el costo de la energía solar de manera espectacular. Ver el siguiente gráfico y el artículo de Lampadia que explica este avance: Revolución Tecnológica.

A continuación compartimos la información de la ‘American Chemical Society’ sobre el desarrollo de la transformación del CO2 en Nanofibras de carbono:

Absorber el CO2 de la atmósfera para crear nanofibras de carbono

Por Nick Lavar, publicado el 20 de agosto 2015 en el portal gizmag.com.

Traducido y glosado por Lampadia

Los investigadores dicen que con un área física menor al 10 % del tamaño del desierto del Sahara, el método podría reducir la concentración de CO2 en la atmósfera a niveles preindustriales dentro de 10 años (Fuente: Shutterstock)

Las nanofibras de carbono tienen un enorme potencial. Algún día se podrán utilizar en chalecos antibalas más resistentes, músculos artificiales o en la reconstrucción de corazones dañados, sólo por nombrar algunas posibilidades. Los científicos han desarrollado una técnica que podría retirar el dióxido de carbono de nuestra atmósfera y transformarlo en nanofibras de carbono, lo que resultaría en materias primas para su uso en cualquier cosa, desde ropa deportiva hasta aviones comerciales.

El equipo de la Universidad George Washington,dirigido por Stuart Licht que trabaja en este proyecto lo describen como un enfoque de “diamantes del cielo”. Esto es en parte porque los diamantes están hechos de carbono y también por lo valioso que estas fibras podrían llegar a ser.

El sistema toma dióxido de carbono y lo baña en carbonatos fundidos a una temperatura de 750 ° C. A continuación, es introducido el aire de la atmósfera, por medio de una corriente eléctrica directa de electrodos de níquel y acero. Esto disuelve el dióxido de carbono y las nanofibras de carbono comienzan a acumularse en el electrodo de acero.

“Hemos encontrado una manera de utilizar el CO2 atmosférico para producir nanofibras de carbono de alto rendimiento”, dice Licht. “Tales nanofibras se utilizan para hacer fuertes compuestos de carbono, tales como los utilizados en el Boeing Dreamliner, en el equipamiento deportivo de alta gama, palas de turbina eólica y una serie de otros productos.”

Otro de los puntos fuertes del método es la pequeña cantidad de energía necesaria para que funcione. Es un sistema híbrido que incorpora células solares y un colector de energía térmica que se utiliza para llevarlo a la temperatura requerida, un proceso que dice utilizar tan poca energía como un solo voltio de electricidad.

“El crecimiento de nanofibras de carbono puede ocurrir con menos de 1 voltio a 750 ° C, que por ejemplo, es mucho menor que los 3 a 5 voltios utilizados en la formación industrial de aluminio a 1,000 ° C “, explica Licht.

Licht afirma que si los investigadores amplían sus operaciones para cubrir un área física de menos de 10 por ciento del tamaño del desierto del Sahara, sería suficiente para reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera a niveles preindustriales dentro de 10 años. Y estarían suministrando muchísimos materiales para la producción futura al mismo tiempo.

Con la investigación todavía en la fase experimental, el equipo ahora está buscando la mejor manera de escalar el proceso y ver cómo se pueden producir nanofibras de un tamaño consistente. “Estamos incrementando el tamaño rápidamente”, dice Licht. “Y pronto debería estar en el rango de decenas de gramos (0,04 onzas) de nanofibras por hora.”

La investigación está siendo presentada en la 250a Reunión y Exposición Nacional de la American Chemical Society en Boston esta semana.

Se puede escuchar al mismo Licht describir la investigación en el siguiente vídeo:

Transcrito y traducido por Lampadia:

https://www.youtube.com/watch?v=nSXYKdsNg7A

TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO:

Buenos días, soy Christine Suh. Bienvenidos a esta conferencia de prensa de la 250va Reunión Nacional y Exposición de la American Chemical Society en Boston.

Nos acompaña hoy el Dr. Stewart Licht de la Universidad George Washington, que va a hablar con nosotros sobre un nuevo enfoque para la eliminación del CO2 de la atmósfera y convertirlo en nanofibras de carbono. Dr. Licht:

Muchas gracias. Una de las amenazas que enfrenta nuestro planeta es el cambio climático. En lugar de tratar de sobrevivir a las consecuencias del cambio climático como las inundaciones, los incendios forestales,la hambruna, los trastornos económicos, la muerte humana y la extinción de especies, debemos mitigar el gas de dióxido de carbono del efecto invernadero. Existen muchos intentos de reducir el dióxido de carbono con otras sustancias como soplar CO2 al océano o burbujearlo dentro de la tierra u otros métodos de secuestro, pero estos métodos están llenos de incertidumbre, altos costos y es poco probable que tengan éxito.

Reportamos hoy que hemos encontrado una solución viable para mitigar el cambio climático. En lugar de secuestrar el dióxido de carbono en la atmósfera, se puede transformar directamente en productos de carbonos estables, útiles, compactos y valiosos. En este simple procedimiento, el dióxido de carbono se convierte en nanofibras de carbono. Las nanofibras de carbono son una sustancia valiosa basadas en carbono puro, que tienen una fuerza mayor a la del acero y propiedades útiles para edificios, la nanoelectrónica, la catálisis industrial y baterías de iones de litio de alta capacidad.

Hasta ahora las nanofibras de carbono han sido demasiado costosas para la mayoría de aplicaciones. Aquí han crecido de manera eficiente y a muy bajo costo, utilizando la energía solar. Han crecido en un reactor electroquímico.Los reactores electroquímicos ilustrados en nuestra animación…si podemos mostrarlo…

En la animación aquí, mostramos electrodos sumergidos en el carbonato de litio fundido. A continuación, se suministra electricidad, un ejercicio sencillo entre los dos electrodos en el inferior el cátodo con la sustancia común carbonato de litio, se divide en carbono y óxido de litio. Este carbonato en el electrodo de cobre simplemente libera oxígeno puro. El óxido de litio que se formó en el electrodo inferior reacciona con el dióxido de carbono atmosférico para hacer más carbonato de litio y lo que esto significa es que el carbonato de litio se recarga continuamente. La reacción final es que el dióxido de carbono entra desde el aire y el carbono se forma en un electrodo y oxígeno en el otro.

Pero este carbono está en una forma muy especial. Está en la forma de nanofibras de carbono y esta química, una química muy específica, es muy sencilla. Es muy sencillo hacer las nanofibras de carbono y está delineado en nuestra nueva publicación. Se encuentra disponible en línea, gratis, como un artículo de acceso abierto. Las referencias se dan en la animación. Además, si está interesado en la química específica, me puedeenviar un correo electrónico, mi dirección de correo electrónico también está en la animación y te enviaremos la animación completa de ese proceso de dos minutos.

Nanofibras de carbono son un producto muy valioso en comparación con el carbón, que cuesta alrededor de US$ 40 por tonelada o del grafito, que cuesta alrededor de US$ 1,000 por tonelada. Las nanofibras de carbono valen US$ 25,000 la tonelada. Pensamos que esto le dará un gran incentivo para convertir el dióxido de carbono directamente en nanofibras de carbono de la atmósfera y proporcionar un camino razonable para reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.

Hoy en día, las nanofibras de carbono se están utilizando en compuesto de carbono, en aplicaciones para el Boeing Dreamliner, un reemplazo de peso ligero para el cuerpo del avión (en lugar de aleaciones de magnesio de aluminio). Hay una variedad de aplicaciones para ellos y creemos que este proceso reducirá sustancialmente el precio de las nanofibras de carbono, lo que elevarásu demanda.

Creemos que el mercado de nanofibras de carbono recién está empezando. Es la misma situación que el mercado de los plásticos a principios de la Segunda Guerra Mundial. Está a punto de despegar. Habrá una maravillosa variedad de aplicaciones, desde la construcción de materiales hasta usos de energía renovable y la nanoelectrónica y con eso nos proporcionan un maravilloso buffer para almacenar el dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera de una forma compacta y estable.

 




Cediendo la posta del crecimiento

Cediendo la posta del crecimiento

Colombia supera al Perú y se convierte en la economía de mayor expansión en la región

Mientras se alista para empezar su segundo mandato como presidente de Colombia el 7 de agosto, el primer nombre que Juan Manuel Santos ha escrito para su gabinete es el de Mauricio Cárdenas, quien mantiene su puesto como ministro de Finanzas. Era de esperarse, pues impulsada por un auge de la inversión, la economía del país creció 6.4%. 

Esta es una grata excepción a una tendencia regional: América Latina en conjunto crecería menos de 2% este año, la peor cifra desde el 2009. El ?n del auge de los commodities que sustentó a la región por más de una década, el desvanecimiento de la era del dinero barato en tanto los países ricos se preparan a subir las tasas de interés y una serie de factores locales han pasado su factura.

La caída ha sido especialmente abrupta en Perú, donde la economía está sufriendo lo que Luis Miguel Castilla, el ministro de Economía, llama un “traspié”. Incluso si se recupera en el cuarto trimestre, como espera Castilla, una proyección de crecimiento de más del 4% este año parece demasiado optimista. Para un país que ha tenido un crecimiento al estilo asiático, con un promedio de 6.4% anual entre el 2003-13, la des- aceleración es una sorpresa desagradable. Colombia ha superado al Perú para convertirse en el país de mayor crecimiento entre las economías  más grandes de América Latina.

Ambos países son exportadores de materias primas. Ambos son miembros del bloque de libre comercio llamado Alianza del Pací?co. Entonces ¿por qué a Colombia le está yendo mejor que al Perú?

La respuesta comienza con lo que Victor Bulmer-Thomas, historiador británico de economía de América Latina, ha llamado “la lotería de los commodities”. Las principales ex- portaciones de Colombia son el petróleo y el carbón, cuyos precios se han mantenido en los últimos años; mientras que la mitad de las exportaciones peruanas dependen del cobre y el oro, cuyos precios se han reducido. Por lo tanto, el valor de las exportaciones peruanas cayó en 9% el año pasado, mientras que el de Colombia se redujo ligeramente.

Al momento de explicar el crecimiento de Colombia, Cárdenas también apunta a una serie de reformas. El año pasado el Gobierno dispuso tasas hipotecarias más bajas y una subvención pública. Una ley del 2012 redujo los onerosos impuestos sobre la nómina (mientras que aumentó los impuestos para los más ricos). Las asociaciones público-privadas planean invertir hasta US$ 25,000 millones para el 2018.

Por el contrario, el Perú está sufriendo lo que Castilla llama un año “complicado”. En primer lugar, el sol se depreció alrededor de un 9% en el 2013. Otros contratiempos han incluido contracciones relacionadas con el clima en la pesca y la agricultura, un estancamiento en la inversión de los gobiernos regionales a causa de los escándalos de corrupción e inesperados problemas técnicos en dos grandes minas de cobre. En respuesta, el Gobierno está paleando dinero para la economía. Boni?caciones adicionales y aumentos salariales para empleados estatales, así como préstamos adicionales para pequeñas empresas equivalen a más del 1% del PBI. Castilla reitera  que la economía se recuperará en el cuarto trimestre y volverá a crecer un 6% en el 2015 y el 2016. Con nuevas minas de bajo costo a punto de ponerse en marcha, la producción de cobre aumentaría en 20% el próximo año, mientras que se espera el inicio de las obras de construcción en las asociaciones público-privadas por un valor de US$ 18,000 millones.

La mayoría de analistas predicen que el Perú pronto recuperará su ventaja sobre Colombia. Pero eso no es seguro. Francisco Rodríguez, economista de Bank of America, sostiene que la potencial tasa de crecimiento del Perú va a ser menos del 5% y puede caer aún más. Solo “si no hacemos nada”, responde Castilla. 

Las loterías dan oportunidades a los países. El desarrollo proviene de su utilización para crear economías más productivas. En ese sentido, Colombia ahora tiene una ventaja sobre Perú; pero ambos están en mejores condiciones que muchos de sus vecinos sudamericanos.