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BCR: ‘Isla de Excelencia’ pero no ‘Isla Lejana’

En general hay un buen nivel de consenso sobre la calidad del BCRP (Banco Central de Reserva del Perú) desde la promulgación de la Constitución de 1993 y de su nueva ley orgánica. Desde entonces, ha presidido una de las mayores batallas de la economía peruana, aplacar y eliminar la hiperinflación, el peor flagelo económico que generan los gobiernos ignorantes e irresponsables.

El BCRP actual es el ancla de la estabilidad macroeconómica del Perú, base de la gran recuperación de la economía y progreso social que permitió que nos alejáramos del ‘Estado Fallido’ de 1990 y que 25 años después tengamos un país con la capacidad y el potencial para llegar al desarrollo integral y la superación de la pobreza.

Muchas veces se ha calificado adecuadamente al BCRP como una ‘isla de excelencia’, pero curiosamente, en el reciente debate sobre el nombramiento de los directores del Banco por parte del Congreso, muchos personajes parecen haberse equivocado de isla y creen que el BCRP debe ser una especie de ‘isla alejada’ del país real, en el que solo se pueda respirar teorías y normas monetarias.

El personal del BCRP es altamente especializado y algo importante de entender es que su Directorio es, precisamente, su conexión con el mundo real, siempre ha necesitado y tenido, como ahora, directores de experiencias variadas, de gran capacidad profesional y personal y, con un compromiso por los temas nacionales.

En consecuencia, nuestro primer aporte a la discusión que se está desarrollando, es que el Directorio del BCRP tiene que estar absolutamente conectado al país en términos de su situación económica y social. Para ello, lo ideal, es tener directores que puedan interpretar la realidad del país sin el sesgo profesional de los economistas y menos de especialistas en teoría monetaria. Por ello, la nueva composición del directorio nos parece muy buena. Todos sus miembros son profesionales que pueden complementar sus puntos de vista con experiencias importantes, tanto en el Estado como en el mundo empresarial y académico y, con fojas de servicio muy sólidas, que solo pueden ser observadas por la segazón de la política. Además, a diferencia de otras instituciones del país, la representación del Banco la ejerce su presidente y no se tiene a los directores dando sus versiones personales.

Los siete miembros del nuevo directorio tienen cualidades sobradas para conformar un excelente equipo de trabajo que exprese la calidad del aporte de cada un de ellos. Los cuatro nombrados por el ejecutivo y los tres nombrados por el Congreso conforman un directorio de primer nivel.

Es evidente que por razones políticas se pretende ahora armar una gresca alimentada por todo tipo de comentarios sin fundamento. Elmer Cuba es un magnífico economista con vocación cívica. Rafael Rey ha probado de sobra ser una persona seria, capaz y transparente, que tiene un evidente compromiso con los temas nacionales. Es, sin lugar a dudas una persona que suma.

En el caso de José Chlimper, hasta antes del accidente del ‘audio’ tenia una foja de servicios al país impecable en sus distintos roles, como empresario, Presidente de IPAE, ministro, director del BCRP (hace cinco años) y político. Ésta puede ser contrastada por la orientación de sus ideas políticas, pero nunca por la calidad de sus actos. Para juzgar el tema del USB, un tema que él aclaró, sería interesante preguntarse ¿cuál hubiera sido la reacción mediática si José Chlimper no hubiera sido Secretario de Fuerza Popular y, más bien, hubiera sido el Secretario del Partido de Peruanos por el Kambio (PPK)? ¿Hubieran los medios esgrimido los mismos argumentos? ¿No hubieran validado su prestigio personal y dudado de la autoría de una maniobra indebida?

Los tres directores nombrados por el Congreso han entrado a la vida política, pero no como una fuente de vida y acceso a posiciones de poder, sino fundamentalmente, como actos de compromiso cívico, sin que en el proceso perdieran su naturaleza de profesionales independientes y con pensamiento crítico.

Invocamos pues, más calma y responsabilidad para opinar sobre el nuevo directorio del BCRP. Por nuestra parte, lo saludamos con entusiasmo. Lampadia  




Endeudamiento global llega a máximos históricos

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo está inmerso en un monto récord de deuda que llega al 225% del PBI global, 152 millones de millones de dólares (trillones en la nomenclatura de EEUU). Dos terceras partes del total, o unos US$ 100 MM (trillones), corresponde al endeudamiento del sector privado.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

La deuda global, tanto pública como privada, alcanzó el 225% de la producción económica global el año pasado, comparado con el 200% en el 2002, señaló el FMI en su nuevo reporte Monitor Fiscal (ver en Lampadia en la sección Documentos).

Aunque los perfiles de deuda varían entre países, el reporte indica que la magnitud del endeudamiento podría establecer el escenario para un desapalancamiento privado sin precedentes que podría frustrar una recuperación económica aún frágil. “El excesivo nivel de endeudamiento privado es un importante obstáculo para la recuperación global y un riesgo para la estabilidad financiera”, dijo en conferencia de prensa el director de asuntos fiscales del FMI, Vitor Gaspar. “Las recesiones de origen financiero son más largas y profundas que las recesiones normales”, agregó.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

El informe menciona que mientras Estados Unidos se ha desendeudado desde la crisis financiera 2008-2009, especialmente en el caso de las familias y de las empresas, el crecimiento de la deuda privada en China y Brasil es una preocupación importante, alimentada en parte por una larga época de tasas de interés bajas.

Además, el World Economic Outlook, otro informe publicado recientemente por el FMI, habla de las contradicciones económicas subyacentes que vienen alimentando toda una serie de crisis económicas. Estas incluyen la desaceleración del comercio mundial y el aumento de medidas proteccionistas, la disputa entre EEUU y la Unión Europea (UE) sobre el pago de impuestos por parte de Apple, la decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos de imponer una multa de US$ 14 mil millones a Deutsche Bank, la ruptura de las conversaciones patrocinadas por EEUU en torno a la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (Transatlantic Trade and Investment Partnership), y las acusaciones de políticos en Berlín de que EEUU está peleando una “guerra económica”.

Fuente: Fiscal Monitor, 2016

Por su lado, la directora del FMI, Christine Lagarde, está exhortando a que los gobiernos de los  países que integran el organismo y tienen “espacio fiscal”, es decir la capacidad de prestar y gastar más de manera sostenible, lo hagan para apuntalar un crecimiento persistentemente débil.

El contexto actual presenta retos importantes para las finanzas públicas de las economías de la región, especialmente las exportadoras de materias primas. Ante ello, el FMI recomienda que estas economías continúen implementando ordenadamente la consolidación de sus cuentas fiscales de manera que les permita mantener niveles bajos de deuda y preservar los márgenes de maniobra fiscal ante choques externos adversos, sin comprometer los niveles de inversión pública. Agrega que, en las economías con niveles relativamente bajos de deuda, la prioridad de política debe centrarse en reconstituir el espacio fiscal gradualmente, mientras que para los países más endeudados sugiere profundizar la consolidación fiscal.

El caso del Perú

Cabe señalar que la situación fiscal de la economía peruana es similar a la de los países de la región. El Perú registrará uno de los menores niveles de deuda pública entre economías emergentes y economías con similar calificación crediticia. Nuestra deuda pública bruta se ubicará muy por debajo de la mediana de países con calificación crediticia BBB+/A3 (52.7% del PBI), y de nuestros socios de la Alianza del Pacífico (43.3% del PBI). Por su parte, la deuda neta del Perú (restando los activos financieros) será de 9.2% del PBI este año  y se estima que al 2019 alcanzará el 15% del PBI, lo que refleja la solidez de las finanzas públicas.

Fuente: MMM Revisado 2017-2019
Fuente: MMM Revisado 2017-2019

En el Perú, tenemos un manejo fiscal prudente pues la deuda pública no supere el 27.0% del PBI al 2021. Para el año 2016, la proyección de la deuda pública alcanzará el 25.6% del PBI y para el periodo 2017-2019, la proyección de la deuda pública se estabilizará en alrededor de 27% del PBI, según el MMM Revisado 2017-2019.

En general, hemos tenido por muchos años un manejo bastante prudente de las cuentas fiscales. Lo que debería preocuparnos, no es tanto el nivel actual de deuda, sino la tendencia de deterioro acelerado del déficit fiscal (durante el primer trimestre se ubicó en 2.9% del PBI, mayor al 2.1 % registrado en 2015) y que a junio pasado llegó a 3.2% reflejando parte de la irresponsable fiesta con la que terminó su gobierno el nacionalismo. A diferencia de lo que esperaba el nuevo gobierno, la restricción fiscal marcará los límites de manejo del MEF, que ya a tenido que establecer normas restrictivas que permitan llegar a un cierre de año con 3% de déficit. En Lampadia hemos hecho un análisis al respecto: El déficit fiscal y la deuda pública regresan al podio.

Fuente: BCRP  Elaboración: Lampadia

Más allá del desmanejo del último gobierno, nuestra reducida deuda se debe a los efectos virtuosos de la apertura económica y comercial, la disciplina fiscal, las reformas de primera de generación y el nuevo marco constitucional de 1993, que permitieron el regreso de la inversión privada a todas las áreas de la economía haciendo que nuestro PBI se multiplicara casi siete veces desde 1990, reduciendo así el peso de la deuda. Todo esto se tradujo también en la disminución del servicio de deuda, pasando de 22% al 8% del presupuesto público en los últimos diez años. (Ver: De desahuciados a vigorosos).

El sombrío panorama que presenta el FMI sobre el sobreendeudamiento global plantea un mayor riesgo de nuevas crisis y menor capacidad de enfrentarlas. En este contexto, es altamente relevante preguntarse: ¿qué tan fuerte se encuentra la economía peruana para resistir nuevos shocks internacionales? Según Liliana Rojas-Suarez, “la capacidad de una economía de resistir el impacto de un shock externo adverso (la primera dimensión de fortaleza) depende de su posición externa previa al shock… Perú se encuentra entre los países emergentes más fuertes para enfrentar shocks externos y podrá manejar nuevas turbulencias internacionales sin que se produzca una crisis económica o financiera. Sin embargo, su fortaleza ha venido disminuyendo en los últimos años debido a restricciones internas de la economía y esto debe considerarse como una señal de alerta para las autoridades peruanas.” Ver en Lampadia: La importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Esto se debe a que, aunque el ratio de deuda externa (pública y privada) ha aumentado, las reservas internacionales vienen funcionando como una ‘muralla’ contra shocks externos. La solidez de la balanza de pagos ante eventos negativos en la economía mundial se puede evaluar considerando la posición de las reservas internacionales en relación al saldo de los adeudados externos de corto plazo o a la suma de estos pasivos con el déficit en cuenta corriente. En estos indicadores, la economía peruana cuenta con niveles de respaldo elevados a nivel de la región que se fueron construyendo de manera preventiva en el periodo de influjos de capitales y de altos precios de commodities. Esto significa que Perú puede satisfacer sus necesidades de financiamiento de corto plazo, aún en situación de crisis, lo que le da solidez a su calificación crediticia. 

Fuente: Reporte de Inflación, setiembre 2016
Fuente: Reporte de Inflación, setiembre 2016

Uno de los temas de debate es el referido a la utilización de las reservas fiscales para el impulso de la economía. El Perú tiene colchones fiscales muy importantes que llegan a unos 15 puntos porcentuales sobre el PBI. Además, nuestro nivel de deuda pública es de solo 25.6% del PBI, un nivel sustancialmente bajo en términos históricos y en relación a los indicadores internacionales. Debemos aprovechar este espacio fiscal que tenemos para apuntalar nuestro crecimiento y desarrollo para el beneficio de todos los peruanos, pero esto tiene que hacerse en un escenario de reducción del déficit fiscal y priorizando debidamente la inversión pública. Por ejemplo, es muy lamentable que hoy se tenga que concluir que estamos enganchados en la inversión en la refinería de Talara y que su costo llegará a US$ 6,000 millones (incluyendo IGV). Algo que nunca debió suceder, un proyecto que jamás debió acometerse.

Pero en este análisis no podemos dejar de mencionar que la cura a todas estas restricciones fiscales está en el crecimiento de la economía, que debiera ser la prioridad del gobierno, pues solo con un crecimiento de 7 a 8% anual podemos emprender la tarea de superar la pobreza y darle a nuestra población el estándar de vida que necesitan. Sin embargo, las señales del gobierno en el manejo de la crisis de Las Bambas, no muestran la claridad de objetivos, capacidad de comunicación y el liderazgo político que piden los tiempos y los albores de un gobierno que debería marcar un contraste notorio con la ensalada ideológica que paró la economía peruana en los últimos cinco años. Lampadia

Ver gráficos adicionales:

Fuente: McKinsey Global Institute
Fuente: McKinsey Global Institute



Estamos preparados para una subida de tasas de la FED

La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) prepara una posible subida de tasas. Las señales son cada día más claras y la gran pregunta es si esta vez los mercados emergentes están preparados para resistir el impacto. La última vez que la FED aumentó la tasa en diciembre de 2015, los flujos de capital hacia los mercados emergentes cayeron hasta 45%.

Ahora todas las señales indican que una nueva suba de tasas vendrá después de las elecciones presidenciales estadounidenses, cuando se tenga mayor certeza del panorama político.  ¿Qué ocurrirá entonces si Janet Yellen, presidente de la Reserva Federal, la lleva a un rango de 0.50% a 0.75%?

Fuente: www.activistpost.com

La respuesta parece clara: una subida en las tasas no dañaría a las economías de los mercados emergentes. A diferencia de hace unos años, ahora países emergentes como el Perú están bien preparados para las acciones de la FED, quienes además ya han digerido esta noticia y la ven venir hace varios meses.

El artículo del FMI que glosamos líneas abajo, indica que Tailandia tienen reservas equivalentes a tres veces su deuda externa de corto plazo. Pues el Perú tiene reservas de US$ 61,575 millones que equivalen a 32% del PBI y es 1.7 veces mayores a la deuda total (US$ 36,000 millones, 18% del PBI).

Uno de los miedos más fuertes de un fortalecimiento del dólar inducido por la FED es que causaría un debilitamiento de las divisas locales hace que el pago de la deuda en dólares sea mucho más caro. Pero el Perú ya se viene preparando para un escenario de alza de tasas de la Reserva Federal y, por consiguiente, de mayor volatilidad. Según Alfredo Thorne, “hemos reducido el costo en tasas de interés, hemos reducido el valor de la deuda y hemos tenido una demanda fenomenal, de cerca de S/24,000 millones, para un intercambio de S/10,250 millones”.

Además agregó que, “En intereses es cerca de S/120 millones y en capital, comparándolo con el valor presente neto de la deuda que canjeamos, llega a alrededor de S/80 millones. Hemos retirado US$600 millones de bonos globales [denominados] en dólares. Es una cosa muy difícil, nadie lo está haciendo. La proporción de soles en nuestro endeudamiento ha pasado de 45% a 47%. También hemos reducido los bonos de corto plazo, lo que nos ‘limpia’ la necesidad de amortizar en los próximos años.”

Al cambiar deuda pública en dólares a soles, se busca enfrentar de una manera más sólida una posible alza de tasas de interés en Estados Unidos. De esta manera se reduciría la concentración externa de obligaciones que tiene con organismos multilaterales.

Es importante resaltar que el Perú está en una situación muy especial en comparación al resto de los mercados emergentes. Casi no tenemos deuda, es de tan solo 25% del PBI, mientras que otros países como México o Colombia tienen alrededor del 50%. Además, Thorne recalcó algo esencial: “cuando Brasil perdió el grado de inversión, quedamos muy pocos emisores en la región con esa calificación y somos los que menos deuda tenemos ofertada en el mercado. Los inversionistas quieren que emitamos más, pero no tenemos ningún ánimo de endeudar más al país.”.

Esto nos defiende del otro gran miedo a la subida de las tasas: una fuga de capitales de las naciones emergentes buscando mayores rentabilidades. Sin embargo, desde una perspectiva macroeconómica, la subida de las tasas de interés si afectaría negativamente nuestro proceso de crecimiento, pues reduciría la inversión privada debido al mayor costo de financiamiento; y también al consumo privado, debido al mayor costo de la deuda. Pero al ser el Perú el país más atractivo para inversiones en  la región, podríamos evitar la mayor parte de las consecuencias negativas.

Por lo tanto, nuestra deuda es una de las más apreciadas en la región. Y la región en general se encuentra muy bien preparada para una subida de tasas. Lampadia

Los mercados emergentes están bien preparados para un aumento de la tasa de la FED, afirmaron los banqueros centrales durante el Panel de Discusión del FMI

Publicado por FMI

9 de octubre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

De izquierda a derecha: el gobernador José Darío Uribe Escobar, el primer gobernador Ksenia Yudaeva, el gobernador Lesetja Kganyago, y el gobernador Veerathai Santiprabhob (Foto: FMI)

• Tailandia y otros han acumulado reservas de divisas

• La sólida economía de EEUU beneficia a los mercados emergentes

• Los tipos de cambio flexibles ayudan a absorber los choques externos

Las economías emergentes están bien preparadas para manejar cualquier consecuencia de un aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal (FED), a diferencia de lo ocurrido en 2013, cuando fueron sorprendidos por la volatilidad de la moneda durante la llamada “taper tantrum” (amortiguamiento crónico), según los bancos centrales que participaron en un seminario del FMI.

Países como Tailandia han acumulado grandes reservas de divisas, lo que ayudará a absorber las salidas de capital que podría resultar de un endurecimiento de la política de la FED, señaló el gobernador del Banco Central de Tailandia, Veerathai Santiprabhob. En Tailandia, las reservas de divisas son tres veces más grandes que la deuda externa de corto plazo, dijo.

“Tenemos una reserva suficiente para hacer frente, los flujos de capital volátiles de  corto plazo “, señaló Santiprabhob, en una mesa redonda el 8 de octubre durante las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Washington DC.

Lo que es más, las proyecciones más recientes de la FED muestran que su objetivo para la tasa de fondos federales es poco probable que aumente mucho más de un rango de 0.25% a 0.5%, afirmó Santiprabhob.  “Creo que el mercado lo ha internalizado tan bien que no espera ver una interrupción importante en los flujos de capital”, dijo.

Una economía fuerte en EEUU

Lesetja Kganyago, el gobernador del Banco Central de Reserva de Sudáfrica, señaló que un aumento del tipo de interés de la FED podría ser positivo para los mercados emergentes, si es visto como un signo de fortaleza económica de Estados Unidos. “Una economía estadounidense fuerte es buena para la economía mundial, nos beneficiaríamos de eso”, señaló.

La llamada “rabieta cónica” del año 2013 se produjo cuando el entonces presidente de la FED, Ben Bernanke, señaló que el banco central estadounidense podría comenzar  pronto a reducir o disminuir sus adquisiciones de bonos, que se habían estado utilizando para parar las tasas de interés de largo plazo. Como resultado, los inversionistas retiraron dinero de los mercados emergentes y compraron activos estadounidenses ante las expectativas de mayores rendimientos, empujando el precio del dólar más arriba.

En la discusión del panel, los bancos centrales concordaron que la FED ha mejorado sus comunicaciones desde 2013, ayudando a preparar a los participantes del mercado sobre cambios en la política de las tasas, como la decisión tomada el pasado diciembre de elevar el objetivo de los fondos federales por primera vez desde 2006.

“En el período previo a la subida de tasas el año pasado, la comunicación era muy clara”, afirmó Kganyago. “Esta vez la comunicación también es muy clara”, agregó en referencia a las expectativas que la FED subirá su tasa de nuevo antes de que finalice el año.

Tipos de cambio flexibles

En términos más generales, los panelistas afirmaron que los bancos centrales de los mercados emergentes han adoptado políticas que han ayudado a sus países a absorber los choques externos, tales como la caída de los precios del petróleo y otras materias primas.

En Sudáfrica, cuando los precios internacionales de los metales extraídos en el país cayeron junto con otras materias primas, la consiguiente disminución en el valor del rand amortiguó el impacto cuando se midió en moneda local, dijo Maurice Obstfeld, Consejero Económico del FMI y Economista Jefe, quien moderó el panel.

La situación era similar en Rusia, que adoptó un tipo de cambio flotante a finales de 2014, dijo Ksenia Yudaeva, primer gobernador adjunto del Banco de Rusia. “Ayudó a que la economía se ajuste muy rápido a este choque”, agregó.

“En Colombia, el Banco Central ha permitido que la moneda flote libremente desde 1999, y se ha aprovechado de los períodos en que el peso se fortaleció para acumular reservas de divisas extranjeras”, dijo gobernador del Banco de la República de Colombia, José Darío Uribe Escobar. También argumentó que la volatilidad en sí mismo no era un problema, especialmente si se asocia con un limitado traspaso a la inflación y a bajas exposiciones en moneda extranjera por los hogares y empresas.

“Al igual que Tailandia, Sudáfrica empezó a acumular reservas de divisas, pero las utiliza para intervenir en los mercados de divisas sólo para suavizar la volatilidad y proporcionar liquidez para operaciones de gran envergadura, y no para dirigir el tipo de cambio”, dijo Kganyago.

Estas políticas han ayudado a los bancos centrales de mercados emergentes a lidiar con  cualquier eventualidad, tales como la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

“Los problemas pueden venir de cualquier dirección. Nuestro trabajo es identificar las perturbaciones potenciales y estar preparados para reaccionar ”, dijo Yudaeva. Lampadia




El déficit fiscal y la deuda pública regresan al podio

En las últimas semanas se han escuchado noticias y alarmas sobre el déficit fiscal y la deuda pública, especialmente sobre los niveles del gasto público y su creciente impacto en la deuda pública.

En Lampadia creemos importarte explicar cual es la relación entre el déficit fiscal y la generación de la deuda pública. El déficit fiscal es un flujo monetario que se forma al realizar gastos superiores a los ingresos provenientes de los impuestos y demás ingresos tributarios. La deuda pública se alimenta por el déficit público que se acumula año tras año. Mientras se generen déficits fiscales, por pequeños que sean, la deuda continuará aumentando. Por tanto, no es extraño que en años de bajo crecimiento, cuando merman los ingresos públicos, la deuda aumente.

El debate que se está llevando acabo sobre las declaraciones del actual Ministro de Economía, Alfredo Thorne, quien afirmó en una conferencia de prensa que la última cifra de junio de este año indicaba que el déficit fiscal se encontraba en 3.2% (no en 2.5% como afirmó el ex ministro Alonso Segura) y que se le quería atribuir al nuevo Gobierno dejarlo en 1.8% el 2017, algo que, dadas las circunstancias de un mayor déficit de ‘apertura’, él considera inconveniente, por lo que planteó que esta cifra llegue a 2.5% y así obtener S/. 5.000 millones de gasto adicionales en el presupuesto. 

Fuente: Gestión

¿Cuáles son las proyecciones del BCR? Según el último Reporte de Inflación (Junio 2016), “el proceso gradual de consolidación fiscal proyectado llevaría a aumentar el saldo de deuda bruta de 23.3 % del PBI en 2015 a 28 % del PBI en 2018. En el caso de 2016, el resultado económico proyectado (déficit de 3 % del PBI), y la amortización de deuda generan una necesidad de financiamiento de S/ 27.0 mil millones, equivalente a 4.0 % del PBI (US$ 8,000 millones).” Teniendo en cuenta el déficit de 2016, se prevé un incremento de la deuda pública a 25.5 % del PBI. Veamos el cuadro inferior:

 Fuente: Reporte de Inflación Junio 2016, BCRP

En el Perú, hemos tenido por muchos años un manejo bastante prudente de las cuentas fiscales. Lo que debería preocuparnos, no es tanto el nivel actual de déficit y deuda, sino la tendencia de deterioro acelerado y, sobre todo, el origen de ambos. El aumento del déficit fiscal (durante el primer trimestre se ubicó en 2.9% del PBI, mayor al 2.1 % registrado en 2015) refleja básicamente la disminución de los ingresos fiscales durante este periodo en 0.5 % y el aumento de los gastos corrientes en 0.2 % del producto.

El punto es que el gobierno de Humala, no solo ha cortado los ingresos del Estado por su mal manejo de la inversión privada y pública, también ha incrementado notoriamente el gasto corriente. Un cruce muy peligroso. Los ingresos del Gobierno General crecían en promedio a 16% anual a principios del 2011, sin embargo en junio de este año el crecimiento de los ingresos se redujo a 6% anual y, en el lado del crecimiento del gasto del Gobierno General, este pasó de cero a principios del 2011 a 4% a junio del presente año.

Por lo tanto, ¿cuál es la situación actual de las finanzas públicas? Waldo Mendoza, Presidente del Consejo Fiscal, responde a esta pregunta diciendo que “en general, buena, pero mucho más debilitada que hace unos años. Las cuentas fiscales viraron de un superávit de más de 2% del PBI en el 2013 a un déficit fiscal anualizado por encima del 3% del PBI a mediados de este año. Es el déficit más alto desde el 2000”.

Fuente: BCRP  Elaboración: Lampadia

Empezando un nuevo gobierno, es razonable apuntar a tener algo de flexibilidad en cuanto al déficit, siempre y cuando apuntemos a recobrar un mayor nivel de crecimiento económico y a privilegiar el gasto en inversión más que en planillas. Lamentablemente hasta ahora, el gobierno no da mayores señales de poder recuperar el crecimiento, pues no muestra planes para enfrentar la conflictividad social alrededor de los proyectos de mayor impacto económico.

No solo eso, como hemos publicado en Lampadia, el sector turismo se estaría convirtiendo en un nuevo objetivo de conflictividad, sin que el gobierno reaccione con oportunidad y firmeza. Ver en Lampadia: Buscando las rentas del turismo por medio del conflicto

El Ministro de Economía, Alfredo Thorne plantea condiciones que le permitan invertir en cuatro grandes prioridades; agua y saneamiento, educación, seguridad y salud. En palabras del ministro, “vamos a hacer un fondo para cumplir con la meta del presidente de llevar agua todos los peruanos, porque un tercio no tiene acceso a este recursos. En educación hicimos un compromiso de aumento de los salarios”. También creará un grupo multidisciplinario, que incluirá a varios ministerios, para conseguir que la formalidad de la Población Económicamente Activa (PEA) llegue a 60% en el 2021.

Nosotros ya hemos adelantado algunas observaciones: La causa de los problemas en agua y saneamiento no es la escasez del recurso: como ya hemos mencionado en Lampadia (Ver: Cambiemos los paradigmas sobre el agua), el Perú cuenta con vastos recursos hídricos (somos el octavo país con más agua dulce del planeta). El problema está en el mal manejo que desde hace varios años vienen llevando acabo las empresas públicas prestadoras de servicios de saneamiento (Sedapal y las EPSs). Si somos consecuentes con la realidad de estas empresas, no deberíamos enterrar dinero fresco en Sedapal y las EPSs sin antes asegurar una estructura corporativa sana y el desarrollo de APPs, que nos permitan asegurar que las nuevas inversiones no correrán el mismo destino de las anteriores, costosas, inefectivas y de poquísima duración.

Además, en cuanto a educación, no nos parece una buena idea seguir haciendo aumentos desligados de compromisos ineludibles del magisterio, como que el Sutep se aleje de la ideología comunista (su estatuto sigue proclamando la lucha de clases) ya que no tiene propuestas pedagógicas, se opone a todas las reformas y específicamente a la meritocracia y está controlado políticamente por el Partido Comunista del Perú – Patria Roja, que con la Derrama Magisterial controla un patrimonio de más de 800 millones de dólares. O que se vincule a un gran cambio en la orientación del sistema educativo para traer a nuestros niños una educación para el siglo XXI y alejarnos de los obsoletos paradigmas que hoy nos condenan, en el mejor de los casos, a la mediocridad.

Dicho esto, es verdad que tenemos que invertir en reformas importantes en educación, seguridad e infraestructuras, pero para ello, nos guste o no, nos complique la vida o no, tenemos que generar los recursos fiscales que nos permitan financiarlas y, estos provienen en gran medida del desarrollo de los grandes proyectos de inversión, que están paralizados o que avanzan a paso de tortuga, ya sea por conflictos sociales, tramitología, interferencias de la Contraloría u otras trampas anti crecimiento. Como ya hemos mencionado antes en Lampadia, el costo de oportunidad de ‘aumentar’ un punto el crecimiento es enorme en términos de generación de empleo, impuestos y bienestar. (Ver: Los costos de la desaceleración), o inversamente, de la aceleración.

Julio Velarde, Presidente del Banco Central de Reserva, afirma que con el actual déficit todavía existe espacio discal para avanzar en las reformas establecidas por el actual Gobierno: “A pesar de este déficit hay que reconocer que hay espacio fiscal. Si el dinero se gasta bien en infraestructura, hay margen para endeudarse. Aun así hay necesidad de invocar prudencia siempre. Inversión pública que se justifique, que amplíe potencial productivo.”

Hasta el 2011, el Perú atravesó por un ciclo virtuoso en, prácticamente, todos los aspectos económicos y sociales (exceptuando lo institucional), como inversión, crecimiento, empleo, reducción de la pobreza y la desigualdad, desnutrición infantil y en la reducción de deuda. Esto, como hemos explicado anteriormente, fue interrumpido por lo que llamamos ‘Punto de Inflexión’. Gracias a la administración de Ollanta Humala, el Partido Nacionalista y su gabinete de izquierda, que durante el primer año de gobierno, se sembró la administración pública de funcionarios resistentes al desarrollo de la inversión privada y se alejó al sector público y privado, como si fueran enemigos. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo. Increíblemente, el gobierno de PPK ha conservado el 39% de vice ministros del gobierno anti inversión privada de Humala (si se pondera por el peso de ciertos vice ministerios, ese porcentaje puede llegar a un equivalente de hasta 45%).

Fuente: Presentación del Minsitro Thorne en Canal N

En nuestra opinión, el potencial de crecimiento del país es mucho mayor del que plantea el ministro Thorne, que se limita a aceptar como límite del crecimiento, el llamado “crecimiento potencial” de 5%. Pero, si se toma en cuenta el potencial productivo del Perú en diversos sectores, como lo hemos explicado en Lampadia, Ver: El enorme Potencial Productivo del Perú, podemos crecer más alto y sostenidamente.  Volveremos en más detalle sobre esto posteriormente. 

La pregunta que debemos hacernos es hasta qué punto el plan de gobierno está incluyendo las reformas y las políticas necesarias para conseguir un crecimiento de mediano plazo que apunte al 6 o 7% anual, con una consiguiente mayor recaudación fiscal, una reducción de gasto no prioritario, priorizando el desarrollo de infraestructuras y consolidando las reformas que requieren un aumento del gasto corriente (gasto versus reforma).

Tenemos que aprovechar al máximo posible los próximos cinco años para recuperar el crecimiento, que es el camino al desarrollo integral. Lampadia

 




Invertir para crecer y crecer para distribuir

Invertir para crecer y crecer para distribuir

Según el último Reporte de Inflación del Banco Central de Reserva (BCR), la estimación de crecimiento económico para este año se mantiene en 4%. Este pronóstico está siendo impulsado principalmente por la entrada en operación de los últimos proyectos mineros que evitaron su paralización por los conflictos creados por los anti mineros. Según el informe, el crecimiento del PBI “se debe principalmente por los sectores primarios, los cuales se expandirán en 7 por ciento”. Además, para los años 2017 y 2018, se proyecta un crecimiento del PBI de 4.6% y 4.2%, respectivamente.

Evidentemente, estamos mucho mejor que los demás países de la región (mal de muchos consuelo de tontos), seguidos por Bolivia con 3.6% y Paraguay con 3.3%. Por su lado, Chile (inmerso en su regresión socialista bacheletiana) tendría un crecimiento de tan solo 1.8%. La misma tendencia se vería en la proyección de crecimiento en 2017, con el Perú liderando en la región con 4.6%.

Es fundamental resaltar que la aceleración del crecimiento del PBI en el primer trimestre 2016 de 4.4%, respondió principalmente al desempeño de los sectores primarios, los cuales se expandieron en 10% y en donde destaca la minería metálica con un 25% de crecimiento, la cual contribuyó con 2 puntos porcentuales al crecimiento del PBI global. Esto demuestra lo que hemos venido repitiendo sin cansancio en Lampadia: el principal motor del crecimiento de la economía peruana es la inversión privada, especialmente en minería. El Perú es un reconocido productor mundial de cobre, oro, plata y zinc. La minería genera normalmente el 60% de los ingresos por exportación, con solo el 7%  del PBI, tiene un alto valor agregado y genera encadenamientos productivos muy importantes con otros sectores de la economía.  

Según un reciente informe del INEI, “el comportamiento ascendente de la minería metálica está asociado a la entrada en producción del íntegro de la capacidad operativa de la planta concentradora de Cerro Verde, la consolidación de las operaciones de Hudbay Perú (Constancia), el megaproyecto cuprífero Las Bambas de Minera Las Bambas, el proyecto Inmaculada de oro y plata de la Compañía Minera Ares y el proyecto aurífero Shahuindo; a los que se suman los mayores volúmenes reportados por Antamina, Antapaccay, Buenaventura, Casapalca y Volcan, entre las de mayor influencia, además de la producción estimada de los productores artesanales informales de oro en las regiones de Madre de Dios, Puno, Arequipa y Piura.”

Sin embargo, durante el último trimestre, este dinamismo fue atenuado por la caída de hidrocarburos (-18.5 %) y de la manufactura no primaria (-4.0 %). Esta baja en hidrocarburos se debe principalmente a la menor producción de petróleo por la ruptura del Oleoducto Norperuano. Ya han pasado cuatro meses desde que se suspendió el servicio de transporte de petróleo del Oleoducto Norperuano, debido a las reparaciones ordenadas por Osinergmin para evitar que se repita el desastre ecológico de febrero pasado, cuando múltiples rupturas causaron el derrame de 3,000 barriles de crudo en la región amazónica, contaminando dos ríos utilizados por pueblos nativos como fuente de agua. Ver en Lampadia: Se le acabó la ‘Tina’ a Petroperú y La ‘Tina’ de Petroperú sigue rota, donde denunciamos que la paralización del oleoducto tendría para rato pues éste ya ha cumplido con creces su ciclo de vida.

Pero, a pesar de la importancia de la inversión privada (mayormente ligada a la minería) para nuestro crecimiento, ésta recién podría empezar a crecer a partir del próximo año. El informe estima que en el 2016 caerá 1%, una disminución con respecto a las proyecciones de marzo cuando el propio Banco Central consideraba un crecimiento de cero. 

Esta caída se debe a que en los últimos años se han fomentado una serie de mitos anti mineros (que contamina, que se gasta el agua, que exporta piedras, que no se puede hacer minería en las cabeceras de cuenca, etc.). Además, de facto y paulatinamente, se instaló un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales y culturales, que además del empoderamiento de las autoridades regionales y municipales con capacidades discrecionales absolutas (con el dinero del canon en sus manos, pensaron que no necesitaban al sector privado y actuaron como si los ciudadanos individuales y las empresas fueran sus enemigos). Así fue como se paralizó la inversión minera y sus efectos multiplicadores, lo que a su vez terminó desacelerando la economía en su conjunto. Ver en Lampadia: Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Según el  BCR, “la inversión privada disminuiría moderadamente en 2016 en un contexto de un ciclo contractivo mundial de inversión minera por menores precios de las materias primas, atenuado por mayores inversiones en proyectos de infraestructura”. Para el periodo 2017-2018 se espera que la inversión se recupere con tasas de crecimiento de 4.0% y 4.2%, respectivamente (con el impulso de proyectos de infraestructura).

Por otro lado, el BCR elevó su proyección de crecimiento de la inversión pública para este 2016 de 7.4% a 10.3%. Durante los primeros cinco meses del año la inversión pública ha tenido un mayor dinamismo por una recuperación de los gobiernos regionales. La inversión pública es otro factor que fomenta un mayor dinamismo de la demanda interna, debido a la ejecución de proyectos de infraestructura.

Según el BCR, las exportaciones crecieron 7.8 % en el primer trimestre y estima que tendrían un crecimiento de 6.4% para el 2016, mientras que las importaciones se incrementarían en 0.3%.  Las mayores exportaciones serían tradicionales, principalmente mineras, las cuales compensarían unas menores exportaciones no tradicionales, principalmente por menores ventas al exterior de productos pesqueros por problemas de oferta.

En el caso de la agroexportaciones, según el BCR, se han diseñado grandes proyectos de irrigación que fomentarán un mayor crecimiento de la industria. Según cálculos de ProInversión, gracias a estos grandes proyectos se duplicarán las hectáreas dedicadas a la agroexportación, lo que generaría un aumento de exportaciones de US$ 3,190 millones al año,  orientadas principalmente al mercado externo.

 

El Perú cuenta con un gran potencial de crecimiento en distintos sectores productivos. En el minero tenemos el potencial de multiplicarnos por 5; igual o más en energía; en forestería, podemos multiplicarnos por 30; podemos desarrollar acuicultura en nuestros ríos, cochas y mares; etc. El Perú es infinito en comparación al tamaño de nuestra población. Solo necesitamos un gobierno que entienda esa realidad, nos libere de las abusivas manos de la burocracia y permita que nuestra capacidad creativa se encargue del resto. Ya es hora de poner en valor nuestros recursos y actuar en pro de un desarrollo integral, duradero y sostenible. ¡No hay disculpas que valgan! Lampadia




Bancos Centrales siguen apoyando recuperación de economías

Bancos Centrales siguen apoyando recuperación de economías

La crisis del 2008/9 sigue teniendo impactos importantes en la economía global. En el caso de los países más ricos, sus economías no recuperan aún un ritmo de crecimiento que permita mejorar la sensación de bienestar. Además, los europeos no logran reducir el nivel de desempleo ni las inmensas deudas públicas que han acumulado.  Para colmo de males, se ha hecho evidente un aumento importante enla desigualdad en sus países.

Probablemente, este último tema es el más grave y su solución va más allá del artículo de Martin Wolf, sobre la política monetaria, que compartimos líneas abajo. Sobre éste, cabe resaltar lo asertivas que han sido las autoridades monetarias para enfrentar sus problemas con todas las armas necesarias.

Los riesgos de los tratamientos radicales de los bancos centrales

Martin Wolf

Financial Times

25 de mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La política monetaria extrema puede tener consecuencias no deseadas

Ingram Pinn illustration©Ingram Pinn

¿Hemos llegado a los límites de la política monetaria? No. El botiquín de los bancos centrales todavía está lleno. Sin embargo, el uso agresivo de ‘curas’ antiguas o el uso de nuevas ‘curas’ crean riesgos políticos, financieros y económicos. Peor aún, dichas acciones no puede resolver algunas de las dificultades más grandes que enfrentan las economías de altos ingresos. En un mundo ideal, por lo tanto, la política monetaria, no debería seguir siendo “el único juego en la ciudad”. Desafortunadamente, no vivimos en un mundo ideal. En el mundo real, los bancos centrales deben seguir siendo nuestros médicos de cabecera.

Los bancos centrales han empleado los tratamientos más radicales que nunca antes. Los principales bancos centrales de las economías avanzadas han fijado tasas de interés a corto plazo cercanas a cero. El Banco de Japón las aplica desde 1995. La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y el Banco de Inglaterra han utilizado tasas ultra bajas desde principios de 2009. En 2013, el Banco Central Europeo (BCE) hizo lo mismo – aunque muy lentamente.

Estos bancos también han ampliado considerablemente sus balances a través de la flexibilización cuantitativa [compra de activos financieros del sector público y privado] o, en el caso del Banco de Japón, “flexibilización cuantitativa y cualitativa” (que incluye el alargamiento de los vencimientos de los activos adquiridos). Al igual que la FED, el Banco de Inglaterra ha dejado de comprar activos. Pero, su balance es más grande, en relación con el PBI  del Reino Unido, que a lo largo de su larga historia. El Banco de Japón y el BCE todavía están expandiendo sus balances (ver gráficos).

Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, señaló en Shanghai en febrero: “la innovación del Banco Central ha. . . llegado a tasas negativas, con alrededor de un cuarto de la producción mundial que se genera en economías en las que las tasas son, literalmente, altísimas”.

Sin embargo, incluso después de años de tales esfuerzos, EEUU es la única economía de altos ingresos que ha alcanzado su meta de inflación. Por ello la FED ha iniciado un ciclo de ajuste, cautelosamente, con la tasa de fondos federales aún por debajo de 0.5%.

Una respuesta a este aparente fracaso es el argumento de que cumplir con la meta de inflación no importa. Algunos incluso argumentan que la deflación tiene méritos. Este punto de vista es erróneo, por tres razones.

En primer lugar, si la inflación es cero o, aún peor, si resulta negativa, se hace más difícil conseguir los cambios necesarios en los precios relativos y los salarios. El obstáculo aquí es la rigidez de los salarios nominales. Esta dificultad es especialmente importante en una unión monetaria de varios países, como en la zona euro.

En segundo lugar, con deflación, los tipos de interés reales negativos sólo son posibles si hay tipos de interés nominales muy negativos. Sin tasas de interés reales negativas, los países podrían terminar en un período prolongado de demanda disminuida, alto desempleo y débil inversión.

En tercer lugar, con deflación, la carga real que implica un determinado nivel de deuda nominal va en aumento. Este riesgo de crear “deflación de la deuda”, una condición explicada por el economista estadounidense Irving Fisher, en la década de 1930. Mientras que Japón logró estabilizar la deflación a un ritmo lento, esto puede ser debido a su uso agresivo de la política fiscal. Descartado esto en la zona euro, los riesgos de la aceleración de la deflación pudieran ser mayores en esta.

Es importante que los bancos centrales alcancen sus metas de inflación. Esto incluye tasas nominales muy bajas o incluso negativas. Mario Draghi, presidente del BCE, afirmó recientemente, que muchos se quejan de que estas bajas tasas de interés son un problema en sí mismas. “Pero”, responde, “no son el problema. Son el síntoma de un problema subyacente, que es una insuficiente demanda para inversión en todo el mundo, para absorber todos los ahorros disponibles en la economía”.

La pregunta es qué tan bien puede la política monetaria remediar tal deficiencia crónica de demanda. Una respuesta es que los bancos centrales poseen muchas maneras de aplicar las nuevas medidas de estímulo monetario: las bajas e incluso negativas tasas de interés, compra de activos, metas más altas de inflación, la financiación monetaria pura y simple de los déficits públicos y el envío directo de dinero a los hogares

Ben Bernanke, ex presidente de la FED, demuestra la potencia de este tipo de herramientas. Él puede ser incluso demasiado cauteloso acerca de qué tan bajo pueden ir las tasas negativas, con el argumento de que “más allá de un cierto punto, la gente simplemente elegirá mantener con ellos,  el dinero que paga cero interés”. Pero la creación de un sistema de pagos basado en efectivo es una tarea difícil y costosa. Como argumenta Martin Sandbu, Director de Roller Agency (agencia desarrolladora de software), sería posible que el banco central o los bancos, limiten el acceso a dinero en efectivo o impongan cargas sobre la conversión de los depósitos en dinero en efectivo. Algunos economistas recomiendan incluso la abolición del dinero en efectivo.

Sin embargo, ir más lejos lleva a dificultades significativas:

En primer lugar, mientras menos convencional es la política, más difícil es calibrar sus efectos. Es necesario crear suficiente demanda adicional, pero no demasiada, junto con efectos secundarios manejables. Esto es muy difícil de hacer, entre otras cosas, porque la política monetaria se maneja a través de muchos canales. Por otra parte, los efectos pueden ser impredecibles. ¿Acaso las tasas negativas, por ejemplo, aumentan la confianza al mostrar que los bancos centrales no están fuera de municiones, o la dañan al demostrar la gravedad de la enfermedad?

En segundo lugar, algunos remedios pueden ser peor que la enfermedad. Tal vez la mayor preocupación es que los riesgos de una política monetaria extrema distorsionen el precio de los activos y la generación de nuevas burbujas financieras. Otra crítica es que la confianza en los tratamientos de política monetaria alivian la presión sobre los gobiernos para llevar a cabo las necesarias reformas estructurales. Otra vez, las políticas aparentemente diseñadas para afectar el tipo de cambio podrían ser vistas como mecanismos para empobrecer al vecino.

En tercer lugar, una política monetaria extrema tiene objeciones políticas. Por ejemplo, los acreedores se oponen a todas las políticas destinadas a reducir las tasas de interés. Una vez más, la gente teme que la financiación directa del déficit público no haría más que alentar el despilfarro fiscal.

Aparte de estas objeciones, hay otras dos importantes dificultades, al depender de una fuerte política monetaria.

Una de ellas es que, si la dificultad fundamental es un exceso de ahorro sobre inversión, la política fiscal sería un remedio mejor orientado. En Japón, por ejemplo, la gran dificultad ha sido el exceso de ahorro del sector de sociedades no financieras. La solución obvia sería mayor tributación de los beneficios no distribuidos. El aumento de los impuestos al consumo está simplemente mal dirigido. Una alternativa sería que los gobiernos aumenten el gasto en inversiones públicas de alta prioridad.

Otra objeción es que la debilidad de la demanda no es la única dificultad. Es, al menos igual de importante, la disminución del crecimiento de la productividad y, en un buen número de países, la falta de flexibilidad de los mercados. Por tales razones, un paquete más completo debería incluir reformas estructurales. Estos últimos no son una panacea, sobre todo a corto plazo, como ha señalado el Fondo Monetario Internacional. Pero necesitan ser parte de la receta.

La política monetaria no se ha agotado, y el uso activo de la misma es esencial. Pero una confianza excesiva en la política monetaria es problemática.

Una dificultad radica en los límites políticos de la acción futura. Otra limitación es la necesidad de calibrar la política y mitigar los efectos secundarios. La política fiscal debe desempeñar un papel mucho más importante en la gestión de la demanda. Más importante aún, la política monetaria puede paliar, pero no curar, los problemas estructurales de bajo crecimiento y mercados inflexibles. Todavía necesitamos una política monetaria activa. Pero no es todo lo que necesitamos. Lampadia




Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

En la 32 edición de Perumin se desarrolló la siguiente presentación: 

En una de las primeras láminas se destacó la siguiente frase de Mark Twain sobre lo difícil que es borrar los engaños: 

Después del análisis del presentador se reiteró la frase de Madeleine Albright sobre los problemas de comunicación y focalización de las políticas públicas entre el sector privado, el Estado y los políticos: 

En el Perú hay muchas cosas a medias y algunas que no hemos iniciado. Entre los grandes retos del país están con claridad los vinculados a nuestras precarias instituciones, la necesidad de una revolución educativa, una mejora sustancial en la salud, mejoramiento y multiplicación de las infraestructuras y un mayor desarrollo tecnológico.

Sin embargo, un país pobre como el Perú necesitará, sin lugar a dudas, recursos económicos muy importantes para cerrar dichas brechas. Además, no tenemos mucho tiempo para hacerlo pues estamos entrando a una nueva revolución industrial que nos exige nivelar el piso de los peruanos, especialmente el de los más pobres, con el nivel de vida de las poblaciones de los países más desarrollados.

El Perú, país bendito por la calidad de su gente y de sus múltiples recursos naturales, tiene como enfrentar los retos del desarrollo, pero eso pasa por aprovechar nuestros recursos, por ponerlos en valor y por no esperar a que pierdan contenido económico. Entre los recursos naturales del país, los recursos mineros encierran un potencial especialmente importante, no solo por su aporte directo al crecimiento de la economía y de los recursos fiscales, sino también por su capacidad de dinamizar el conjunto de la economía, dados sus profundos encadenamientos intersectoriales y el espacio de diversificación que puede crear.

Desde esa perspectiva, tomando en cuenta nuestro potencial de crecimiento productivo y nuestro tamaño relativo al mundo al que podemos vender nuestros productos, no aprovechar nuestras capacidades es inmoral, es decirle a los pobres que para la clase dirigente del país son más importantes las posiciones de poder y los intereses particulares, que la superación de su condición de atraso.

Ver la presentación completa (Power Point): El Rol de la Minería

Ver presentación en video: Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Lamentablemente, desde el 2011 hemos parado el principal motor de la economía peruana, ya sea alentando mitos como “Agua sí, Oro no”, permitiendo el desbande de los grupos anti mineros y multiplicando la normatividad que se ha convertido en una trampa imposible de superar. Así hemos perdido inversiones de más de US$ 22,000 millones en lo que va de este régimen. Ver en el siguiente cuadro los datos que presentó Julio Velarde, el Presidente del Banco Central de Reserva en Perumín sobre la tramitología minera:        

La clase dirigente que ha permitido este descalabro tiene una inmensa deuda con nuestra gente. Tenemos que comprometernos en analizar de mejor manera la realidad del país, sus capacidades, oportunidades y necesidades, para pasar a una acción concertada y consensuada en pro del desarrollo integral, duradero y sostenible. Lampadia

 

 

 




Seguimos sin dar pie con bola

Seguimos sin dar pie con bola

El Ministerio de Economía y Finanzas publicó recientemente una proyección del crecimiento del PBI peruano que está entre 3.5% a 4.5% para este año, y el Banco Central de Reserva acaba de reducir la suya a 3.9%. Estas estimaciones, sin embargo, son todavía optimistas comparadas a las del FMI de 3.8%, Citibank de 2.8%, Apoyo Consultoría de 2.4%, y el Bank of America-Merryll Lynch de 2.1%.

Según el Marco Macroeconómico Multianual (MMM), la aceleración del crecimiento de la economía respecto del 2014 “se evidenciará de forma más clara en la segunda parte del año en función a la recuperación de los sectores pesquero y minero, así como a la estacionalidad del impulso fiscal, principalmente de la inversión pública, en un escenario de proceso de aprendizaje de las nuevas autoridades de los Gobiernos Regionales y Locales”.

Veamos las cifras:

Si miramos atrás al 2014, la tasa de crecimiento del Perú se desaceleró fuertemente, llegando a un crecimiento detan solo 2.35%, principalmente debido a la caída dela inversión privada y pública, así como por las menores exportaciones.

El BCR espera un repunte en la actividad minera (¿?) para este año,ajustando sus estimaciones de enero de un 6.3%a un 6.8%. En marzo de este año, la economía peruana se  expandió en 2.68% impulsada principalmente por un mayor dinamismo de la minería, los sectores del comercio y de las telecomunicaciones.

Sin embargo, existen muchas razones que nos llevan a avizorar un panorama más sombrío. Por ejemplo, es probable que el sector construcción sólo logre crecer 1.9 %, a pesar de una previsión anterior de 5.7 %, en parte debido al estancamiento de las obras públicas en provincias después de las elecciones locales a finales del año pasado.

También se ha reducido la previsión de las inversiones públicas, que probablemente crezcan sólo 4 % este año, en lugar del 12 % proyectado, mientras que la inversión privada aumentaría solo en un 1 % en lugar de 3 % (ya suena a ciencia ficción el ritmo de crecimiento de dos dígitos que teníamos hasta hace un par de años).

La actividad de hidrocarburos, es el sector con mayor reducción,- 9.6%, debido a la menor explotación de líquidos de gas natural porlos trabajos de mantenimiento en la planta de Las Malvinas (Camisea). Además, la producción de petróleo crudo se redujo en 5.2%.

Por lo tanto, ésta optimista proyección del MMM para el periodo 2016 – 2018 (que contempla un crecimiento del PBI en torno a 5.5%), sería solo justificable por una mayor inversión en infraestructuras y mayor producción minera. 

Si queremos llegar, o al menos acercarnos, a estas metas, debemos cambiar la situación actual: estamos estancados por unos pocos radicales ‘anti-inversión’, ´anti-progreso´ y ‘anti-extractivismo’, que han secuestrado el desarrollo del país, ahuyentado miles de millones en inversiones y evitado la creación de empleo de calidad.

La minería peruana tiene un potencial para multiplicarse por 5; igual o más en energía; en forestería podemos multiplicarnos por 30; podemos desarrollar acuicultura en nuestros ríos, cochas y mares; etc. El Perú es infinito en comparación al tamaño de nuestra población. Solo necesitamos un gobierno que entienda esa realidad y permita que nuestra capacidad creativa se encargue del resto. Ver en Lampadia: Nuestro potencial productivo supera las limitaciones coyunturales.

Si embargo, la situación ya está en un punto de quiebre: como vamos, para el 2018 no habría inversión minera. Y sin Tía María, las cifras del 2017 se reducirían sustancialmente. Así habríamos perdido el motor más grande de nuestra economía. Ver en Lampadia: Hay que prender el motor de la inversión privada.

El gobierno sigue con su fútil intento de vender sebo de culebra, pero parece repetirse la situación del año pasado en que hubo que corregir todas los pronósticos de crecimiento, mes a mes. En Lampadia venimos advirtiendo esto desde hace más de un año. Ver: Otra vez La Parada (esta vez en la inversión).

“El optimista no es el que cree que Dios se encargará, el optimista es el ser dispuesto a la acción”. Podemos hacer todas las ofrendas y ofrecimientos, pero mientras el gobierno no tome medidas efectivas para impulsar la inversión privada, seguiremos cosechando las malas hierbas que se sembraron.

Después de haber labrado nuestra miseria a lo largo de 30 años (60s, 70s y 80s), tuvimos una recuperación espectacular de la economía y de los indicadores sociales más importantes, en la que lamentablemente, no nos acompañó el Estado ni una mejora equivalente de nuestro clima institucional.

Hacia abril del 2011 se generó una confusión general que nos llevó a elegir un gobierno que negaba nuestros logros y que por sus venas llevaba la grasa que terminaría de tapar las arterias de nuestro crecimiento y bienestar. Desafortunadamente las dosis de ‘Lipitor’ recetadas en la hoja de ruta, no fueron suficientes para corregir la dieta de malas ideas.Asimismo, fuimos tolerantes con los brujos que recetaban “ideas muertas” y dejamos que las prediquen sin contrastarlas, a lo largo y ancho del país. Perdimos el mejor momento de desarrollo integral de nuestra historia. Ahora solo nos queda la receta de Churchill: “Blood, sweat, toll and tears” (Sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas).

Resiliencia, ¡a pararse y empezar de nuevo! Lampadia




Hay que prender el motor de la inversión privada

Hay que prender el motor de la inversión privada

Es impresionante observar cómo, en el bastante sombrío panorama económico que se presenta este año, nos estemos disparando al pie y, así, seguimos trabando nuestro progreso.

A pesar de las ‘optimistas’ proyecciones oficiales para la economía (expansión de 4.8%) y nuestro constante positivismo, los analistas siguen corrigiendo sus estimaciones de crecimiento hacia la baja. Por ejemplo el FMI ya redujo a 3.8% su estimado de crecimiento para Perú en 2015, y nos incluye en el grupo de países con 35% de probabilidades de recesión.

Según informó el BCR recientemente, el ingreso de capitales privados al Perú ha sido de US$ 7,000 millones en el 2014, monto que ha sido aplaudido y se ha afirmado que habría “ido en aumento en los últimos años”. Esto no es cierto. Según los datos oficiales del BCR, y como se puede ver claramente en el gráfico inferior, los montos netos han ido en aumento hasta el 2012, y desde entonces han comenzado a disminuir. En el 2014 la cuenta financiera del sector privado fue menos de la mitad que la del 2013.

Mientras que la tendencia hasta el 2012 fue al alza, hubo dos momentos claros de caídas antes del año pasado. Uno fue en el 2009, fácilmente explicado por la crisis financiera mundial del mismo año. El otro fue en el 2011, año electoral de gran incertidumbre política y el desastre de la suspensión del proyecto minero Conga en Cajamarca, en el cual no sólo se perdió la inversión de US$ 4,000 millones, sino que generó un efecto domino negativo y paulatino en toda la economía peruana, agravado por el pésimo ambiente político fomentado por el propio Presidente de la República. Tal vez hay que pedirle a Nadine que vuelva a acercarse a su esposo, ella nunca le dijo panzón a nadie, ni habló de cloacas. Una mujer inteligente puede ser un buen balance para un militar solo y acorralado por sus desconfianzas.

El estudio enlazado más abajo demuestra el beneficioso impacto que tendrían,si se pusieran en marcha, las inversiones mineras en la vida de todos los peruanos. Como afirma un estudio del impacto macroeconómico de la minería, “no parece haber otra actividad económica con un aporte macroeconómico potencial tan positivo como la minería”.  Además, afirma que “de concretarse todos los programas de inversión, la producción de cobre podría incrementarse en 140% para el 2024, equivalente a un ritmo de crecimiento promedio anual de 28%. Aproximadamente el 64% de la nueva producción de cobre se ubicaría en el sur del país”.

Los diversos proyectos mineros en marcha cuentan con una cartera de inversiones que asciende a US$ 63,928 millones hasta el 2020, en materia de modernización, exploración y explotación. La mayor parte de las inversiones proviene de China (20.4%), Estados Unidos (15.8%) y Canadá (12.3%); tan sólo el 7.2% de la cartera estaría financiada con capitales peruanos. Estas inversiones habrían alcanzado una participación en el PBI nominal de 3.5% en el 2014 y llegarían a 2.8% en el 2015.

Sin embargo, la inversión en minería ya se está contrayendo. En el 2014 llegó a US$ 8,700, que significaría 11% menos a las cifras récord del 2013 (US$ 9,700). Además, según el Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Carlos Gálvez Pinillos, las proyecciones de nuevas inversiones mineras son preocupantes:

Esta tabla muestra la gravedad de la situación. Para el 2018, no habría inversión minera. Y, si no sale Tía María, las cifras del 2017 también se reducirían sustancialmente. Sin una mayor inversión en esta industria, no podremos retomar la senda de crecimiento que tuvimos hasta el 2013. Ha sido la inversión privada, liderada por la minería, la que ha permitido un crecimiento sostenido del PBI, multiplicando por 4 el PBI per cápita, reduciendo la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y mortalidad infantil. Ver en L: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento.

Además, ante el negativo contexto internacional, es necesario incentivar con fuerza la inversión minera para aumentar los volúmenes de producción y compensar la caída de los precios de los metales. Toromocho, Constancia, Tía María, Las Bambas y Cerro Verdeson los proyectos mineros que podrían duplicar la producción de cobre en el Perú al 2016.

A nivel mundial, las inversiones están cayendo. Esto se debe principalmente  al aumento de  la tasa de interés en Estados Unidos, lo que incentivaque los capitales regresen a EEUU,por lo tanto, se vuelven más rentables comparativamente. Entonces, en un marco en el que tenemos que ser más competitivos porque concursamos por menos dinero y en el que debemos ofrecer mayores seguridades para atraer a los inversionistas, no se ha hecho nada concreto para fomentar la inversión. No se ha concretado ninguna ley, peor aún, le ponemos más trabas a los pocos proyectos que actualmente tenemos sobre la mesa y nos ayudarían en el futuro. Ver en L: La titánica tarea de invertir en el Perú

Se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. Se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrenta la actividad minera y los proyectos de infraestructuras. Por ejemplo en minería se requiere superar los siguientes trámites: En exploración (6), explotación (84), ambiente (47), agua (10), tributos (9) y cierre de minas (13), llegando a un total de 180 normas que hoy regulan la minería en 130 instancias distintas. Hemos pasado de 1 (una) norma en los 90’s a 180. Ver en L: Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Es increíble que el “outsider” (Julio Guzmán) que pretende gobernar el Perú, no tenga una opinión formada sobre el impacto de la minería en el país, afirmando: “No estoy a favor ni en contra de la minería”. ¿Se imaginan ustedes al Presidente de Australia o al de Canadá diciendo algo similar? Agregando luego “que lo que necesitamos es una nueva minería” (lo mismo que decía Lerner de Primer Ministro). ¿Qué cree que es lo que tenemos? ¿La Cerro de Pasco Corporation? Además, dijo que “estábamos obsesionados con los grandes proyectos”.

Este “outsider técnico”,¿no entiende que si no aprovechamos nuestras capacidades y reservas productivas para crear riqueza lo más rápido posible, no vamos a tener los recursos para luchar contra la pobreza, hacer una mejora inmensa en educación, salud, infraestructuras e innovación? Con la tercera revolución industrial encima, si no nos ponemos al nivel de los países más desarrollados lo más pronto posible podemos condenar a nuestra población a la condición de “SUB-HUMANOS”. Ojalá que Guzmán haya tenido un traspie y no sea una nueva decepción para la política peruana. Una triste continuación del pensamiento de sus ex jefes en el Estado:Lerner, Burneo y Jimenez.

El Perú ya no llegará a la meta de producir 5 millones de toneladas anuales de cobre al 2021, como se preveía hasta el 2013, debido a la paralización de los proyectos mineros. Pero todavía podemos retomar el camino correcto, comenzando por otorgarle a Tía María la licencia de construcción que le corresponde, y que ha debido entegarse hace un año. Es un proyecto minero demasiado importante para el desarrollo del país y de la región Arequipa, como para que una cúpula que solo desea obstruir los avances de la Nación por evidentes intereses políticos, impida su ejecución. Ver en L: Tía María y economía peruana en UCI.

No podemos permitir que unos pocos radicales ‘anti-inversión’ y ´anti-progreso´ tengan secuestrado el desarrollo del país y de miles de millones en inversiones.Lampadia




Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Por José Carlos Reyes

(Gestión, 18 de Febrero de 2015)

Economista estima que la economía crecería entre 3% y 3.5%. Advierte que aún no se recupera, pues el PBI desestacionalizado cayó tanto en noviembre como en diciembre del 2014.

El Gobierno podría volver a fallar en cumplir la meta de crecimiento trazada para este año, e incluso también será difícil que se supere la tasa de expansión de 2.3% registrada en el 2014.

Para el economista Pablo Secada, este 2015 el PBI crecería solo “un cachito más” que el año pasado: “entre 3% y 3.5%”. Ello debido a que los últimos datos del INEI no muestran una recuperación y tampoco repunta la confianza empresarial.

Refirió que si se observa el PBI desestacionalizado -que compara el PBI de un mes con el anterior- en diciembre y noviembre pasados la economía retrocedió, a diferencia de lo ocurrido en meses previos (ver cuadro).

“En noviembre y diciembre la actividad económica retrocedió. Entonces, hemos terminado el año no recuperándonos, sino retrocediendo”, indicó a Radio Exitosa.

Incertidumbre

Asimismo, Secada subrayó que actualmente la confianza empresarial está “estancada”, y si en algún momento se recupera, sus efectos en la economía se sentirían recién luego de dos trimestres.

“No es que mañana mismo se gira el cheque. El dinero entra en dos trimestres. Por ejemplo, mientras pides la maquinaria y llega, luego recién la pagas”, anotó.

Cabe recordar que tanto el Ministerio de Economía (MEF) como el Banco Central de Reserva estiman que este año el PBI crecería alrededor de 4.8%, impulsado por la recuperación de la minería y pesca, la baja del precio del petróleo, el avance de las obras de infraestructura y los efectos del paquete fiscal lanzado a fines del 2014.

Sector externo “no ayuda

No obstante, Secada remarcó que este año el “sector externo no ayudará”, pues se prevé una baja en la demanda, incluida la de los minerales, del mercado chino y europeo. “Si bien no es un panorama de crisis, como en algún momento lo dijo el presidente, la economía mundial no te va a ayudar. Básicamente, lo que te queda es el consumo privado y el gasto público”, sostuvo.

Pero advirtió que en el primer caso el consumo privado ha venido desacelerándose, al crecer antes a 6% anual y ahora a solo 4%. Mientras que el gasto público viene avanzando muy lento, no solo a nivel de las regiones y municipios, sino también de parte del gobierno central (Gestión 12.02.2015). “Entonces, no sabemos de dónde va a salir el crecimiento (adicional para este año)”, anotó.

“Fallas” en concesiones

Secada, analista del Instituto Peruano de Economía (IPE), también advirtió sobre fallas en los contratos de concesión de los proyectos de infraestructura elaborados a nivel del MEF y el Ministerio de Transportes para luego ser promovidos en ProInversión. “El diseño es pobre, los contratos están mal hechos, pues no se define bien de quién es el riesgo. Por ello, al final, se presentan pocas empresas postoras”, anotó el analista.




La Franja de Precios viene de (otro) pasado

La Franja de Precios viene de (otro) pasado

Existen algunos mecanismos proteccionistas que son rezagos de un pasado en el que dichas seguridades pudieron ser necesarias, pero ahora van a contrapelo de nuestras regulaciones comerciales y nuestro afán de lograr una economía abierta. Sin embargo, todavía siguen vigentes y están teniendo un impacto en la economía local.

Los precios internacionales de algunos commodities, como por ejemplo el maíz amarillo duro, han caído sustancialmente en los últimos meses.A finales de octubre (2014), el maíz amarillo duroha llegado a cotizarse en US$ 3.04 por bushel (25.5 Kg), una reducción de más de 35% del precio promedio en el mismo período del año pasado. Sin embargo, esta baja de precios no se ha visto reflejada en la economía local. Esto se debe principalmente a la existencia de un mecanismo compensatorio: el Sistema de Franja de Precios.

En el caso del maíz amarillo duro, la cotización internacional, expresada en toneladas, sería de US$/TM 126 a setiembre de este año, lo que reflejarían una reducción de su precio de 26% con respecto a diciembre del 2013 (US$/TM 161.4), que no se ha visto trasladada al consumidor. En realidad, en el Perú, el precio a aumentado un 29%, pasando de US$/TM 243 en diciembre a US$/TM 309 en setiembre de este año.

La sobretasa, enmarcada en rojo en el gráfico, es producto de la Franja de Precios. Es un instrumento de política comercial utilizado, en teoría, para estabilizar los costos de importación y los precios internos de cuatro productos agropecuarios: maíz amarillo duro, arroz pilado, azúcar blanca y leche entera en polvo.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF): “El instrumento consiste en fijar un nivel superior y otro inferior para los precios internacionales de cada producto importado (la Franja) y aplicar derechos arancelarios adicionales, en casos donde el precio internacional cae por debajo del nivel inferior de la Franja, o rebajas arancelarias, cuando el precio de internacional excede al límite superior.” Su objetivo sería mantener precios estables tanto para el productor (Precio Piso) como para el consumidor (Precio Techo).  Esto se puede visualizar más fácilmente en el siguiente gráfico sobre el arroz:

Según el DECRETO SUPREMO Nº 115-2001-EF, los límites de esta banda se calculan mediante un “intervalo de confianza”, en el cual se toman las cotizaciones promedio mensuales FOB de los últimos 60 meses correspondientes al producto en el mercado internacional de referencia y luego se determina el intervalo, sumándole al promedio de la serie una desviación estándar para establecer el límite superior y restando una desviación estándar para establecer el límite inferior.

Si la cotización internacional de referencial es inferior a precio CIF, se aplica un derecho variable adicional, el cual equivaldrá a la diferencia entre estos dos precios, multiplicada por uno más la tasa asociada a los costos de importación del producto.

En el caso en el que el precio de referencia CIF sea superior al precio techo CIF, se aplica una rebaja arancelaria. La magnitud de esta rebaja es igual a la diferencia entre el precio de referencia y el precio techo, multiplicada por uno más la tasa asociada a los costos de importación del producto. En ningún caso las rebajas arancelarias excederán la suma que corresponda pagar al importador por derecho ad-valorem y sobretasa adicional arancelaria correspondiente a cada producto.

Este mecanismo tiene varias debilidades. La primera corresponde al cálculo del precio piso. El limite inferior no es la resta del precio promedio menos la desviación estándar como se afirmaba inicialmente, sino que, tras una modificación (por el Artículo 2 del Decreto Supremo N° 153-2002-EF), se utilizan los valores registrados dentro del intervalo de confianza para calcular un nuevo promedio, el cual se define como Precio Piso.

Además, el precio techo está invalidado tras la eliminación del arancel (en el caso del maíz), dado que la rebaja solo se daría como devolución del arancel pagado. Esto significa que la franja, en realidad, solo funcionaría como un precio base.

Todo este proceso aumenta el precio del maíz en una sobretasa equivalente al 29% del precio final. Esta alza en precios, en un momento en el que el precio internacional se ha reducido, le resta competitividad al Perú.

Este precio, sin embargo, no afectaría de manera considerable el precio del pollo, en el corto plazo, pues otros factores y la oferta y demanda, pueden desconectar su correlación temporalmente. Pero, es evidente que en el mediano y largo plazo si lo afecta, pues el insumo del maíz es importante componente de sus costos, de hasta algo menos del 40%.

Es un mecanismo de la franja creado para estabilizar precios y proteger a los campesinos productores de dichos productos agropecuarios, sin embargo, no están acordes con el proceso de liberalización de la economía peruana en los últimos años.

Sería un buen momento para actualizar estos mecanismos, de una manera gradual (para permitir la adaptación de los productores al nuevo sistema), y eliminar cualquier distorsión del manejo de precios de nuestra economía. Lampadia




El mito del modelo primario exportador

El mito del modelo primario exportador

Algunos economistas y líderes de opinión que se resisten a aprender de los procesos económicos y sociales que han dado lugar a la reducción de la pobreza y a la creación de una nueva clase media -tanto a nivel global como en el Perú- siguen alimentando mitos sobre las características del proceso de desarrollo peruano de los últimos años.

“Exportamos piedras”, dice Waldo Mendoza (1); ” el neoliberalismo nos ha llevado de regreso al modelo primario-exportador, que -como en los 50s- genera enclaves de grandes empresas mineras”, señala Pedro Francke (2), “es un modelo primario exportador, extractivista y desindustrializador”, asevera Félix Jiménez (3); “su desarrollo intenso genera divisas y utilidades pero poco empleo y articulaciones con el resto de la sociedad”, afirma Germán Alarco (4); “el desarrollo económico basado en vender piedras  tiene sus límites”, agrega León Trahtemberg (5).

“El problema es que la exportación primaria minera o petrolera no genera eslabonamientos internos, en consecuencia sus efectos multiplicadores de empleo e inversión van más bien al exterior”, sostiene Efraín Gonzales de Olarte (6).

Efectivamente  el 78% de los ingresos monetarios de nuestras exportaciones corresponden a productos tradicionales (sobre todo minerales),  pero lo riguroso es distinguir entre precios y volumen. En volumen (toneladas), entre el 2002 y el 2011, nuestras exportaciones no tradicionales han crecido en 222% mientras que las tradicionales solo aumentaron en 90%. (Ver Cuadro 1).

Cuadro 1

Hablando de precios, no se atreverían a afirmar lo mismo de Noruega con su 84% de exportaciones tradicionales, Australia con 77%, Nueva Zelanda con 73%, y Canadá con 44%, países muy exitosos que han sabido sacar provecho de sus recursos naturales y donde nadie se atreve a menospreciar una de las bases más importantes de  su éxito económico.

Además, nuestras exportaciones tradicionales incorporan un alto valor agregado. Por ejemplo, si en el 2010 hubiéramos exportado cobre refinado en vez de concentrados, solo hubiéramos obtenido 3.3% más de valor y en el caso de alambrón 8.2%.  (Ver Cuadro 2).

Cuadro 2

Abundando en rigurosidad podemos ver que según la Tabla Insumo Producto (TIP –  base 2007) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y publicada por el IPE (Efecto de la minería sobre el empleo, el producto y recaudación en el Perú), la minería aporta solo el 13.2% del PBI, mientras que nuestro renovado sector manufacturero contribuye con el 16.5%, siendo ahora una industria más grande, exportadora y competitiva a nivel global.

Asimismo, a semejanza de los países más desarrollados, nuestro sector servicios es el de mayor contribución al producto con un 49% de participación. ¿Somos entonces un país primario exportador?

Nuestro sector industrial produce ahora maquinaria y equipo,  alimentos y bebidas,  confecciones, productos químicos, caucho y plásticos e industria del papel e imprenta. Pedro Olaechea, ex presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, destaca por ejemplo la enorme importancia del clúster minero-industrial que genera más de 300,000 empleos formales. A su vez, como explica el IPE, éste demanda el 10% de la producción industrial y genera nueve empleos en otros sectores por cada puesto de trabajo minero.  

Una mirada desapasionada a la economía debería llevarnos a encontrar en la explotación racional de nuestros recursos naturales una gran palanca de desarrollo.

Lamentablemente en el Perú, en las décadas de los 60, 70 y 80 paralizamos la inversión privada, especialmente la vinculada a los recursos naturales. El consiguiente empobrecimiento de nuestra economía generó brechas económicas y sociales que hasta ahora no podemos cerrar. Así tenemos que entre otras falencias, las remuneraciones de los maestros, enfermeras y policías no alcanzan aún un buen nivel adquisitivo.

La explotación racional de nuestros recursos naturales debe ayudarnos a cerrar dichas brechas. Si desarrolláramos la cartera de proyectos mineros, que suma  US$53,000 millones,  se generarían 2.4 millones de empleos estables, el PBI crecería adicionalmente en US$44,505 millones, las exportaciones en US$30,276 millones anuales y los ingresos fiscales en S/. 25,727 millones cada año. Es evidente que con estos recursos podríamos construir muchos hospitales, postas, escuelas y  carreteras, así como aumentar las remuneraciones de los servidores públicos.

¡Basta de mitos y más respeto por la ciudadanía!

1/ Diario Gestión, 18 de octubre, 2012
2/ Coordinadora Nacional de Radio, 13 de marzo, 2010
3/ La República, 14 de febrero, 2010
4/ La Primera, 27 de octubre, 2012
5/ Programa Chema a las 10, Canal 10 RPP, 10 de setiembre, 2012
6/ Blog.pucp.edu.pe, 03 de diciembre, 2009