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Siria: Situación límite

El pasado viernes por la noche, Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, bombardearon Siria. La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles fuera de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Una acusación hecha por los tres países y por diversos medios, pero aún no probada fehacientemente. Después del ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran costo” al régimen de Assad. Y el domingo, defendió el ataque, describiéndolo como “misión cumplida”.

Ya en Lampadia anunciamos el jueves pasado  que la situación internacional se estaba agravando dramáticamente, (El mundo pasa a una fase confrontacional). Efectivamente, el anuncio de Trump sobre su ausencia en la Cumbre de las Américas, estaba vinculada a las operaciones bélicas, que deben haber sido planeadas meticulosamente.

Las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Siria tienen larga data. Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó según EEUU, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU, perdiendo cara y presencia en el mundo.

Esta vez, sin embargo, el agresivo presidente de EEUU advirtió y cumplió. Después del denunciado uso de armas químicas en Damasco, Estados Unidos y sus aliados Francia y el Reino Unido, deliberaron durante una semana sobre cómo responder. Para luego, el viernes por la noche, atacar tres objetivos, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.

Probablemente, este ataque debió darse hace ocho años. Hoy tenemos que lamentar la muerte de cientos de miles de sirios, las desgracias de millones de migrantes, y el fortalecimiento de Rusia y Putin, su mayor soporte, junto con Irán.

Compartimos un mapa de Siria que explica lo que está sucediendo y los últimos movimientos de las fuerzas extranjeras y las bases militares:

Los ataques golpearon el “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le causaron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los ataques no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria.

Por su lado, Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques y el presidente ruso Vladimir Putin calificó los ataques como un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Pero, a diferencia de los temores expresados por muchos, Putin reaccionó con bastante cuidado afirmando que si esto vuelve a suceder “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por otro lado, no nos olvidemos que en un par de meses debe desarrollarse el campeonato mundial de futbol en Rusia, un evento en el que no participará EEUU, pero que Rusia debe cuidar con mucho esmero.

Todavía hay preocupaciones más importantes. Es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2,000 soldados estadounidenses en Siria, y se escale el conflicto.

¿Cómo llegamos a esta situación en Siria?

El ataque liderado por EEUU busca castigar a Assad, pero probablemente no alterará el equilibrio de poder en Siria, donde la guerra civil ya dura 8 años y no muestra signos de superarse. El conflicto que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad escaló hasta convertirse en una guerra civil a gran escala, y ahora es una de las más mortíferas de este siglo. En el camino, el conflicto sirio permitió que los extremistas del ISIS se multiplicaran, la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, que ha cambiado Europa para siempre, y exacerbó una lucha de poder internacional.

Recordemos que la guerra civil comenzó por problemas económicos y la falta de libertad en Siria, que causaron resentimiento hacia el gobierno autoritario de Assad, quien atacó y mató a cientos de manifestantes en 2011, encarcelando a muchos más, ya que se estaban produciendo otros levantamientos en todo el Medio Oriente, a favor de la democracia en un proceso conocido como la Primavera Árabe.

A medida que la indignación y la furia de la población se intensificaba, el creciente caos atraía a combatientes extremistas en toda la región, incluidos los remanentes de al-Qaeda en Iraq y una rama que se convirtió en el Estado Islámico, o ISIS. Eventualmente, se armó una rebelión siria completa contra el régimen de Assad. Algunos de estos grupos rebeldes comenzaron a luchar entre sí, así como con las fuerzas militares de Assad debido a las divisiones sectarias, complicando la situación.

Según las Naciones Unidas, 400,000 sirios han sido asesinados y más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Siria antes de la guerra, han sido desplazados. Alrededor de 5.5 millones de sirios han huido al extranjero causando una grave crisis migratoria en Europa.

La pobre gobernanza global

Esta no es la primera vez en que nuestras instituciones globales y los países más poderosos, se muestran incapaces de influir en terribles enfrentamientos relativamente recientes, y de evitar que escalen hasta llegar a proporciones de tragedia. La misma incapacidad se vio en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoeslavia a mediados de los años 90, en la que murieron más de 200,000 personas y se desplazaron millones de pobladores.

La situación de Venezuela va en la misma dirección, una crisis humanitaria abusiva, digitada por un régimen corrupto y la satrapía cubana de los Castro; que la sufrida población no puede remediar, y el resto de la humanidad no acierta a frenar. Ojalá, en Venezuela, no tengamos que lamentar otra gran tragedia. Ver en Lampadia: Venezuela Hora Cero

¿Qué pasará ahora?

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de paz y resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide el cese del fuego para permitir que la ayuda llegue a las zonas donde los civiles están atrapados. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones de paz han sido obstaculizadas por un tema importante: Assad y sus padrinos en Rusia e Irán.

La pregunta más importante ahora es si al Assad dejará de usar armas químicas. Seguro lo pensará dos veces antes de lanzar un nuevo ataque químico. Solo queda esperar a ver cuáles serán las reacciones internacionales. El tiempo y la comunidad internacional lo dirán.

Los peligros que genera Trump

Es importante notar que la decisión de Trump de bombardear Siria, arriesgando una reacción complicada de Putin, coincide con la ‘guerra comercial’ desatada hace un par de semanas por EEUU contra China, y la exacerbación de los enfrentamientos con México en relación al clamoroso muro fronterizo. A esto debemos sumar la creciente ola de despidos violentos de oficiales estadounidenses del más alto rango, por parte de Trump.

En suma, una escalada de acciones agresivas y extremas, que hacen temer la posibilidad de que, en cualquier momento, las cosas puedan complicarse más allá de lo controlable.

Debiera sernos claro, que la humanidad carece de los frenos necesarios para evitar tragedias humanas que destruyen la vida de millones de personas. Además, en el mundo globalizado, ningún acontecimiento de proporciones escapa de influir y afectar a todos. Más vale pues, estar bien informado y, en lo posible, influir en la formación de una mejor gobernanza global. Lampadia




Las agendas de Trump y Putin amenazan la estabilidad global

El mundo enfrenta una crisis de alto riesgo alrededor de Siria y Corea del Norte

Los ataques de 59 misiles contra Siria ordenados por el presidente de EEUU, Donald Trump, fueron una represalia al presidente sirio Bashar al-Asad por usar armas químicas contra 86 personas, entre ellas 27 niños, que murieron a causa del gas letal. Parecería que Trump está apostando a que Siria no tomará acciones al respecto y que los principales aliados militares de Assad, Rusia e Irán, también se abstendrán de responder militarmente, a pesar de que Siria dijo que al menos siete miembros del personal militar murieron en el ataque.

El ataque cambia radicalmente lo que ha venido defendiendo Trump antes y después de las elecciones de EEUU. Recordemos que Trump le exigía a Obama una actuación más contundente, pero sólo contra los yihadistas de Estado Islámico.

El Pentágono muestra las primeras imágenes de los misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra de la Armada estadounidense contra Siria. Fuentes: El Heraldo de Saltillo y 20 Minutes

Trump afirma que fue conmovido por las devastadoras imágenes del ataque químico que incluyó a mujeres y niños, por lo que ordenó un ataque con misiles a una base militar siria en represalia. Dentro de EEUU, los políticos han apoyado la medida de Trump en Siria, pero han advertido que para seguir adelante el presidente debe tener un plan y trabajar con el Congreso. 

El ataque de Trump ha sido ilegal y ha contravenido la Constitución de EEUU, pues lo llevó a cabo sin autorización expresa del Congreso.

Fuente: Criterio Hidalgo

Sin embargo, las reacciones al ataque de Estados Unidos han sido muy variadas a nivel internacional. Para algunos países, Trump ha desafiado a Rusia e Irán, aliados del régimen de al Assad, y podría cambiar el escenario de una guerra que dura ya seis años con un balance de más de medio millón de muertos y varios millones de refugiados.

Rusia

Recordemos que hace un par de años, Obama amenazó con atacar a Siria si se probaba el uso de armas químicas. Después de haberse probado el exceso de Assad, la amenaza de Obama quedó en nada, luego de que Putin, el autócrata ruso, asumiera la defensa de Siria.

Fuente: Juventud Rebelde

Nuevamente, ante las acciones de Trump, Rusia volvió a ponerse al medio. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e indicó que el acuerdo de seguridad aérea sirio que ha estado en efecto con Estados Unidos, ha sido suspendido. Vladimir Putin ve la medida de Estados Unidos como una “agresión contra una nación soberana” bajo un “pretexto inventado”. Inclusive, Rusia vetó un acuerdo de la ONU exigiendo investigaciones serias a Siria.

Rusia en Siria: ¿qué viene después? Fuente: BBC Mundo

La justificación de los rusos para permanecer en Siria y apoyar a Assad es compleja. No cuentan con muchos aliados en el mundo y, de esta manera, buscan dejar claro que ellos no los abandonarán. Su concepción de la geopolítica permanece congelada en el hielo de la guerra fría, cada ganancia de ellos es una pérdida de occidente y viceversa. Resienten la marginación histórica de occidente y lo que ellos ven como una intrusión en sus esferas de influencia, desde la conversión de países de su antigua órbita en miembros de la UE y la OTAN, hasta los asuntos rusos en Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Transnistria, y otros.

Para Rusia, todo es parte de un gran ajedrez geopolítico de jugadas maestras y contra jugadas, basadas en la concepción de Putin sobre sus deseos de recuperar los territorios que Rusia perdió después del colapso del imperio soviético. Ver en Lampadia: Timothy Garton Ash.

Irán

El gobierno en Teherán, otro fuerte aliado de Al Asad en Siria, también condenó “enérgicamente” el ataque aéreo estadounidense diciendo que la “acción unilateral es peligrosa, destructiva y viola los principios de la ley internacional”. El Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que “Irán condena enérgicamente cualquier tipo de ataque unilateral. Estas medidas afianzarán a los terroristas en Siria y complicarán la situación en Siria y la región”.

Desde que se derrocó al Sha, Irán ha estado en guerra a través de proxies (proxy wars) con monarquías que muchas veces oprimen a mayorías chiitas. Por eso es que Irán apoya a al Assad, que es parte de los Alawitas, una rama del Chiísmo y, sobretodo, enemigos de los sunitas. Por eso apoyan a Hezbollah, al gobierno de Iraq y a los rebeldes en Yemen y las rebeliones en Bahréin. El apoyar a Assad le permite a Irán luchar contra lo que ve cómo una invasión de Arabia Saudita, EEUU y las monarquías del golfo que financiaron con armas y dinero a grupos extremistas (entre ellos a ISIS) con tal de derrocar a Assad. 

Corea del norte

Corea del Norte no dudó en hacer notar su descontento. Utilizó el ataque estadounidense para justificar la expansión de su arsenal nuclear, tan solo horas antes de que Washington anunciara el envío del portaaviones USS Carl Vinson, junto con su respectiva flota, a las inmediaciones de la península coreana.

En un comunicado del ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Pyongyang indicó que “las sucesivas administraciones de EEUU han atacado a aquellos países que no tenían armas nucleares” y añadió que si la última arremetida contra Siria pretendía ser un “mensaje” para la nación asiática “no nos asusta”.

Fuente: El Informante México

Recordemos que Corea del Norte es un país que representa un gran riesgo para el mundo moderno ya que cuenta con un desarrollo no controlado de armas nucleares y es gobernada por una dinastía anastía con poderes dictatoriales. Una guerra con este país sería devastadora.

Ante la respuesta de Corea del Norte, Trump no tuvo mejor idea que responder así:

“Corea del Norte está buscando problemas. Si China quiere ayudarnos, estupendo.
Si no, ¡resolveremos los problemas sin ellos! EE UU”- Donald J. Trump. Fuente: Twitter

Tanto EEUU como Rusia, han enviado a las zonas de conflicto en Siria y Corea del Norte, amenazantes fuerzas navales que establecen una situación muy parecida a la de la crisis de los misiles en Cuba. Un escenario de alto riesgo, incluso por errores de cálculo o acciones descontroladas de algún elemento aislado.

Trump envió un portaaviones a Corea del Norte. Fuente: The Times

Posteriormente a estas acciones, EEUU utilizó uso la ‘madre de todas las bombas’, MOAB, que habría matado en las cuevas de Afganistan hasta 90 miembros de ISIS. El misil tenía como objetivo “minimizar el riesgo que afrontan las fuerzas armadas afganas y estadounidenses”, según el Pentágono. Mas allá del objetivo anti-ISIS, esta parece ser una clara advertencia a Corea del Norte de la disposición de Trump para llevar la situación a medidas extremas. Así lo aseguró el comunicado oficial del Ejército de EEUU, el cual afirmó que sus operaciones seguirán adelante “hasta que el Estado Islámico de Afganistán quede destruido”.

Fuente: El País de España

Por su lado, el gobierno de Corea del Norte habría fracasado en una nueva prueba de lanzamiento de misiles, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos, con un objetivo claro (y fallido) de enviar un mensaje que habría ‘backfired’ y solo ha generado aún mayores actitudes contra el país.

La tensión con Corea del Norte aumenta las crecientes discrepancias de EEUU con Rusia debido a sus diferentes posiciones respecto a la guerra de Siria. De cualquier manera, esta situación sugiere que la relación geopolítica entre estos países podría ser muy volátil en los próximos meses, y está sujeta a las reacciones impulsivas de un presidente sin experiencia previa en política exterior, los aprontes de dominio global de Putin y los intereses nacionales de todos los países involucrados en las áreas sensibles. Lampadia




Obama duda, Putin se atreve y el mundo observa

Obama duda, Putin se atreve y el mundo observa

La anexión de Crimea a Rusia, el paralé que le puso a Obama en Siria a pesar de la comprobación del hallazgo de armas químicas y la última agresiva intervención militar rusa en Siria para apuntalar al gobierno genocida de Bashar Al-Assad con la disculpa del Estado Islámico (EI), ha puesto en jaque la presencia política de EEUU en el mundo y la capacidad de Barack Obama para acomodarse a la nueva realidad global. El conflicto generado por el EI es uno de los más brutales de la historia y Obama está conduciendo una suerte de ‘retirada a casa’ en muchos aspectos de los temas internacionales, dejando vacíos que crean mucha incertidumbre.

 

En lo militar, las tácticas de Putin, primero en Ucrania y ahora en Siria, son completamente inversas a las de Obama. El nuevo Zar ruso es rápido y decidido, mientras que las acciones del presidente de EEUU han sido débiles y tardías.

La situación actual es que Rusia afirma luchar contra el Estado Islámico (EI) o ISIS, cuando en realidad ataca a los enemigos de su cliente y socio, el dictador sirio Bashar Al-Assad, mientras que los EEUU bombardean a ISIS en Siria y tratan el conflicto como derivado y anexo al conflicto principal, el del vecino país de Irak.

Sin embargo, el 30 de octubre, la Casa Blanca habría cambiado de rumbo al declarar que “el presidente Obama está ordenando al Pentágono que envíen fuerzas especiales (terrestres) a Siria para ‘asesorar’ a la oposición en su lucha contra ISIS”. Esto tras haber declarado múltiples veces que Obama estaba en contra de tomar un rol más protagónico en el conflicto sirio y de haber afirmado que las acciones de Rusia son un error estratégico (y llamaba a esta conducta “paciencia estratégica”, una suerte del ‘appeasement’ de Chamberlain antes de la Segunda Guerra Mundial).

¿Qué motivó al líder americano a cambiar de opinión? Probablemente, las acciones de su contraparte, Vladimir Putin. Obama estaba perdiendo tanto relevancia como influencia en temas estratégicos como en la sangrienta guerra civil siria o la interminable lucha contra el Estado Islámico.

Pero a pesar de haber tomado un paso en la dirección correcta, ha rechazado todas las propuestas del Pentágono. No va a crear una zona de exclusión aérea en Siria para proteger a los refugiados y a los rebeldes anti-Assad (probablemente porque corre el riesgo de enfadar a Rusia y a su base doméstica en la zona) y no va a desplegar helicópteros Apache de ataque para ayudar a las fuerzas terrestres de la coalición (porque iría muy en contra de sus antiguas afirmaciones con las que acabó la guerra de Irak).

Increíblemente, su propuesta es enviar a 50 soldados estadounidenses de las fuerzas especiales para ayudar a las tropas kurdas que se encuentran luchando contra el Estado Islámico. No está claro cuál será su misión o en qué parte de Siria estarán, pero una fuerza tan pequeña es mucho más vulnerable a ser asesinada o capturada por las fuerzas del EI. El despliegue más parece ser un intento de la Casa Blanca de responder a su humillación frente a las acciones de Rusia, mostrando que al menos están haciendo algo en contra del Estado Islámico. Pero no parece tener la fuerza que debería.

En realidad, la Casa Blanca parece estar apostando a que Rusia cometa algún error en Siria. Pero si Putin tiene éxito, y aprovecha las ganancias del campo de batalla en su estrategia política, entonces “tendrá una influencia mucho mayor en el Medio Oriente, que se traducirá en una Rusia mucho más envalentonada en Asia y Ucrania”, dijo Vali Nasr, un ex alto funcionario del Departamento de Estado en el gobierno de Obama y ahora decano del departamento de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

El objetivo de Rusia “es apuntalar a Assad y consolidar su posición en la parte occidental del país y lograr una posición ventajosa en cualquier proceso internacional para resolver el conflicto”, dijo Stephen Hadley, quien se desempeñó como asesor de seguridad nacional durante el segundo mandato del presidente George Bush. “Creo que Rusia ya está en camino para lograr ese objetivo.” Como tan elocuentemente lo describió The Economist, “como judoka, Putin sabe el arte de explotar la debilidad de un rival: cuando Estados Unidos da un paso atrás, él empuja hacia adelante.”

No se puede negar el eventual beneficio personal de Putin si tiene éxito en Siria. En palabras de The Economist, “Aún más importante para Putin es su permanencia en el poder en su país y Siria puede ser de utilidad. El bombardeo ofrece un nuevo espectáculo y uno muy necesario en un momento en que la guerra en Ucrania, que dominó los medios por un tiempo, está empezando a congelarse y la euforia por la anexión de Crimea se está desvaneciendo. Además, la economía rusa, afectada por las sanciones y la caída de los precios del petróleo, se ha ido contrayendo rápidamente. Durante sus dos primeros mandatos presidenciales, Putin pudo jactarse de los crecientes ingresos. En su tercer mandato, parece confiar más en el teatro de la guerra y en un falso orgullo [nacionalista] fabricado para desafiar a EEUU. Siria ofrece una distracción útil de Ucrania, pero estratégicamente se trata de Estados Unidos.”

No se puede negar que se está haciendo un esfuerzo para lograr una solución o tomar mayores acciones con respecto al conflicto de Siria. Cuando diplomáticos de diecisiete países se sientan juntos por primera vez y tienen “un debate franco y constructivo” durante más de siete horas para emitir una declaración conjunta explicando en nueve puntos su “comprensión mutua” sobre Siria, significa que hay un encomiable esfuerzo, aunque tal vez tardío.

Sin embargo, la declaración conjunta elude, estratégicamente, la controvertida cuestión del futuro del presidente Bashar Al-Assad y se centra en la búsqueda de un acuerdo para la lucha contra el terrorismo. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon afirmó que “el futuro de Siria o el futuro de todas estas conversaciones de paz y negociaciones no deben centrarse en el futuro de un solo hombre. Básicamente, creo que depende del pueblo sirio, ellos tienen que decidir el futuro del presidente Assad”.

Según un reciente artículo de The Economis (ver enlace más abajo) “En Siria, el titubeo de Obama significa que sus opciones se vuelven cada vez más difíciles y más arriesgadas. Putin defiende descaradamente a un tirano y está profundizando una división entre los sunitas y chiítas de la región. Estados Unidos debe mantenerse firme en que Assad no permanezca en el poder y establecer una visión de qué debería hacerse. Se necesita hacer más para proteger a la población mayoritariamente sunita: crear zonas protegidas; imponer zonas de exclusión aérea para detener el bombardeo de Assad y promover una fuerza sunita moderada. Esto bien puede significar forzar a que los aviones rusos no vuelen.”

Parece que el enfoque general de la administración de Obama está en una difícil disyuntiva sobre Siria tras la intervención militar rusa. Está claro que Obama está intentando ver cómo proceder y no está seguro de las posibles consecuencias de las operaciones militares rusas. La gran pregunta es, ¿qué harán ahora? El tiempo pasa y cada vez la decisión se torna más difícil. Lampadia

Ver en Lampadia los siguientes enlaces: Putin se atreve, Obama titubea y Un nuevo espectáculo para las masas