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Estabilidad en un mundo en crisis

Estabilidad en un mundo en crisis

Ángela Merkel es uno de los mejores líderes en la historia del mundo moderno. Ella está terminando un mandato de 16 años como Canciller de Alemania, en los cuales ha debido enfrentar muchas crisis graves como líder europeo y global.

 

Con sus éxitos y fracasos se ha lucido manteniendo el Euro, la Unión Europea, la solidez de Alemania y un indiscutible liderazgo global.
 
Merkel sorprendió a todos con su nombramiento hace 16 años como la primera mujer que lideraría Alemania. Su performance ha sido, en balance, extraordinaria. 
 
Merkel merece todo nuestro respeto, ella es el mejor ejemplo posible de un líder inteligente, serio y comprometido con su tiempo, que supo desenvolverse e influir en los personajes más variados y complejos que han liderado a la humanidad durante los primeros 20 años del Siglo XXI.
 
La siguiente nota de la Deutsche Welle incluye un video en el que sus pares, líderes de los países más representativos del mundo moderno, y algunos historiadores como Niall Ferguson, comentan su gestión como un relato testimonial.
 
El video es largo, pero además de presentar el perfil de un líder extraordinario, es también una revisión de la historia de las últimas dos décadas, contada por sus protagonistas, que vale la pena revisar.
 
      Recomendamos enfáticamente su lectura

 

Deutsche Welle – Alemania
17 de setiembre, 2021

Como canciller federal, Ángela Merkel ha liderado Alemania los últimos 16 años. Durante este periodo ha capeado numerosas crisis internacionales sin huir de los conflictos ni temer enfrentarse a los más poderosos del planeta.

El 22 de noviembre de 2005 Ángela Merkel se convirtió en la primera mujer en ocupar la jefatura de Gobierno de la República Federal Alemana. Poco podría imaginarse en aquel entonces a cuántas crisis internacionales tendría que enfrentarse en sus 16 años de mandato: la crisis financiera, la crisis del euro, la crisis de la deuda, la Primavera Árabe, la guerra en Ucrania, la guerra civil siria, el terrorismo de Estado Islámico, la crisis de los refugiados… Además, muchos países experimentaron un auge del populismo, Reino Unido abandonó la Unión Europea y el presidente de EE. UU., Donald Trump, emprendió un curso de confrontación en lugar de cooperación.

Por si fuera poco, en 2020 una pandemia mundial provocada por el coronavirus puso a prueba una vez más a la canciller federal alemana y a todo el planeta. ¡Y eso sin olvidar el cambio climático!

  • ¿Cómo logró Ángela Merkel superar tales desafíos al tiempo que viajaba incansablemente de una visita de Estado o una cumbre internacional a otra?
  • ¿Dónde logró imponer su criterio y dónde fracasó?
  • ¿Ha seguido siempre una línea política reconocible?
  • ¿Se le puede tildar de voluble o simplemente ha sido pragmática?
  • ¿En qué lugar ha posicionado a Alemania en un mundo en el que EE. UU., la UE, Rusia y China luchan por aumentar su influencia y solucionar los problemas del planeta?
  • ¿Y cómo valoran a la canciller federal alemana y sus políticas los jefes de Estado y de Gobierno con los que Ángela Merkel se ha reunido a lo largo de estos años?
  • ¿Qué aprecian de ella los políticos internacionales y dónde creen que se ha equivocado?

Todas estas preguntas son respondidas por mandatarios de la talla del expresidente estadounidense George W. Bush, el expresidente francés Francois Hollande, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, el exministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis o el expresidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, así como por renombrados historiadores como Niall Ferguson.

Ver el video sobre ‘’Ángela Merkel en el siguiente enlace:

https://youtu.be/UORIBb2Iv98

Lampadia




Macron relanza Europa

Se aproximan las elecciones al Parlamento Europeo y con ello el fin de una feroz campaña entre dos grandes facciones partidarias. Aquella que ha sostenido firmemente la defensa del proyecto de la UE, compuesta por partidos como de la Unión Demócrata Cristiana en Alemania, presidido por AKK y anteriormente por Angela Merkel, y la República en Marcha en Francia, del que fue líder emblemático, Emmanuel Macron,  y aquella compuesta por partidos euroescépticos de tendencia nacionalista, como el Partido Conservador,  principal impulsor del Brexit en el Reino Unido.

Como escribimos previamente en Lampadia: ¿Fragmentación política en Europa?, este evento es de suma importancia en tanto determinará la dirección futura que tome el bloque europeo, en un contexto mundial de creciente hostilidad y animadversión hacia los “supuestos” males de la globalización y el libre comercio, de los cuales ya nos ocupamos en rebatir en anteriores publicaciones (ver Lampadia: Trampa ideológica, política, y académica, El legado del liberalismo de Margaret Thatcher).

En esta ocasión y a solo pocas semanas de las elecciones parlamentarias, la posta de la defensa de la UE la ha tomado el mismo presidente de Francia, Emmanuel Macron, a través de un discurso elaborado para la revista Project Syndicate y dirigido para todos los habitantes de este continente (ver artículo líneas abajo).

En él, Macron hace un llamado a los ciudadanos europeos a la reflexión, pero sobretodo, a rescatar un proyecto que ha sido vapuleado y criticado en los últimos años por los movimientos nacionalistas –cuyas alternativas de solución, como lo ha demostrado recientemente el Brexit sin un acuerdo de salida, no van más allá de decir no, sin un proyecto determinado- pero que guarda muchos más atributos que los de un simple “mercado común”.

En sus palabras, “[La UE] es un verdadero éxito histórico ya que ha permitido la reconciliación de un continente devastado, plasmada en un proyecto inédito de paz, prosperidad y libertad”.

En efecto, él destaca que gracias al proyecto europeo, los países del viejo continente han podido enfrentar satisfactoriamente las grandes crisis del capitalismo, las estrategias comerciales agresivas por parte de las potencias mundiales e inclusive la 4ta Revolución Industrial que aquejan a los países más atrasados como los emergentes.

Sin embargo, él también enfatiza en la necesidad de ahondar en ciertas políticas públicas que permitan adecuar a la UE en estos tiempos de descontento generalizado, las cuales se pueden caracterizar en torno a tres valores, que él considera fundamentales:

  • Libertad: Garantizar en los años venideros la libertad democrática en todos los países del bloque.
  • Protección: Garantizar, a la luz de la realidad de la diversidad de los países del bloque, la competencia leal y homologación de las condiciones de inmigración y defensa.
  • Progreso: Fortalecer los sistemas de seguridad social y emprender iniciativas contra el cambio climático.

Esperemos que los europeos que acudan a las urnas en las elecciones parlamentarias que acontecerán en el mes de mayo tomen en cuenta todo el progreso generado por la UE desde su fundación, que Macron ha esbozado tan elegantemente en el siguiente discurso. Lampadia

Por un Renacimiento Europeo

Project Syndicate
4 de marzo, 2019
Emmanuel Macron
Presidente de Francia
Glosado por Lampadia

Ciudadanos de Europa: Si me he tomado la libertad de dirigirme a ustedes directamente, no es solo en nombre de la historia y de los valores que nos unen, sino también porque hay urgencia. Dentro de unas semanas, las elecciones europeas serán decisivas para el futuro de nuestro continente.

Nunca antes, desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha sido tan necesaria. Y, sin embargo, nunca ha estado tan en peligro.

El Brexit es ejemplo de todo ello. Ejemplo de la crisis de una Europa que no ha sabido satisfacer las necesidades de protección de los pueblos frente a los grandes cambios del mundo contemporáneo. Ejemplo, también, de la trampa europea. La trampa no es pertenecer a la Unión Europea, sino la mentira y la irresponsabilidad que pueden destruirla. ¿Quién les ha contado a los británicos la verdad sobre su futuro tras el Brexit? ¿Quién les ha hablado de perder el acceso al mercado europeo? ¿Quién ha advertido de los peligros para la paz en Irlanda si se vuelve a la frontera del pasado? El repliegue nacionalista no tiene propuestas; es un «no» sin proyecto. Y esta trampa amenaza a toda Europa: los que explotan la rabia, ayudados por noticias falsas, prometen una cosa y la contraria.

Frente a estas manipulaciones, debemos mantenernos firmes. Orgullosos y lúcidos. Recordemos primero qué es Europa. Es un éxito histórico: la reconciliación de un continente devastado, plasmada en un proyecto inédito de paz, prosperidad y libertad. No lo olvidemos nunca. Hoy día, este proyecto nos sigue protegiendo. ¿Qué país puede actuar solo frente a las estrategias agresivas de las grandes potencias? ¿Quién puede pretender ser soberano, solo, frente a los gigantes digitales? ¿Cómo resistiríamos a las crisis del capitalismo financiero sin el euro, que es una baza para toda la Unión? Europa es también esos miles de proyectos cotidianos que han cambiado la faz de nuestros territorios: una escuela renovada aquí, una carretera asfaltada allá, un acceso rápido a Internet que está llegando al fin… Esta lucha es un compromiso diario, porque Europa, como la paz, no viene dada. En nombre de Francia, abandero esta lucha sin descanso para hacer avanzar a Europa y defender su modelo. Hemos demostrado que lo que nos dijeron que era inalcanzable –como la creación de una defensa europea o la protección de los derechos sociales– finalmente era posible.

Con todo, hay que hacer más y más rápido. Porque hay otra trampa: la del statu quo y la resignación. Frente a las grandes crisis mundiales, los ciudadanos nos dicen a menudo: «¿Dónde está Europa? ¿Qué está haciendo Europa?». Para ellos, se ha convertido en un mercado sin alma. Pero sabemos que no es solo un mercado, que es también un proyecto. El mercado es útil, pero no debe hacernos olvidar lo necesario de las fronteras que nos protegen y de los valores que nos unen. Los nacionalistas se equivocan cuando pretenden defender nuestra identidad apelando a la salida de Europa, porque es la civilización europea la que nos une, nos libera y nos protege. Pero los que no querrían cambiar nada también se equivocan, porque niegan los temores que atraviesan nuestros pueblos, las dudas que socavan nuestras democracias. Estamos en un momento decisivo para nuestro continente. Un momento en el que, colectivamente, debemos reinventar, política y culturalmente, las formas de nuestra civilización en un mundo cambiante. Es el momento para el Renacimiento Europeo. Así pues, resistiendo a las tentaciones del repliegue y la división, quiero proponer que, juntos, construyamos ese Renacimiento en torno a tres aspiraciones: la libertad, la protección y el progreso.

El modelo europeo se basa en la libertad individual y la diversidad de opiniones y de creación. Nuestra libertad primera es la libertad democrática, la de elegir a nuestros gobernantes allí donde, en cada cita electoral, hay potencias extranjeras que intentan influir en nuestros votos. Propongo que se cree una Agencia Europea de Protección de las Democracias que aporte expertos europeos a cada Estado miembro para proteger sus procesos electorales de ciberataques y manipulaciones. En este espíritu de independencia, también debemos prohibir la financiación de partidos políticos europeos por parte de potencias extranjeras. Asimismo, a través de reglas europeas, debemos desterrar de Internet el discurso del odio y la violencia, porque el respeto al individuo es la base de nuestra civilización de la dignidad humana.

Proteger nuestro continente

Fundada en la reconciliación interna, la Unión Europea se ha olvidado de mirar a otras realidades en el mundo. Ahora bien, ninguna comunidad genera un sentimiento de pertenencia si no tiene límites que proteger. La frontera es la libertad en seguridad. En este sentido, debemos revisar el espacio Schengen: todos los que quieran participar en él deberán cumplir una serie de obligaciones de responsabilidad (control riguroso de fronteras) y solidaridad (una misma política de asilo con las mismas reglas de acogida y denegación). Una policía de fronteras común y una Oficina Europea de Asilo, estrictas obligaciones de control y una solidaridad europea a la que contribuyan todos los países bajo la autoridad de un Consejo Europeo de Seguridad Interior. Frente a las migraciones, creo en una Europa que protege a la vez sus valores y sus fronteras.

Estas mismas exigencias deben aplicarse a la defensa. Pese a que en los dos últimos años se han registrado avances significativos, debemos establecer un rumbo claro. Así, un tratado de defensa y seguridad deberá definir nuestras obligaciones ineludibles, en colaboración con la OTAN y nuestros aliados europeos: aumento del gasto militar, activación de la cláusula de defensa mutua y creación de un Consejo de Seguridad Europeo que incluya al Reino Unido para preparar nuestras decisiones colectivas.

Nuestras fronteras también deben garantizar una competencia leal. ¿Qué potencia acepta mantener sus intercambios con aquellos que no respetan ninguna de sus reglas? No podemos someternos sin decir nada. Tenemos que reformar nuestra política de competencia, refundar nuestra política comercial: sancionar o prohibir en Europa aquellas empresas que vulneren nuestros intereses estratégicos y valores fundamentales –como las normas medioambientales, la protección de datos o el pago justo de impuestos– y adoptar una preferencia europea en las industrias estratégicas y en nuestros mercados de contratación pública, al igual que nuestros competidores estadounidenses o chinos.

Recuperar el espíritu de progreso

Europa no es una potencia de segunda clase. Toda Europa está a la vanguardia: siempre ha sabido definir las normas del progreso y en esta línea debe ofrecer un proyecto de convergencia, más que de competencia. Europa, que creó la seguridad social, debe establecer para cada trabajador, de este a oeste y de norte a sur, un escudo social que le garantice la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo, y un salario mínimo europeo adaptado a cada país y revisado anualmente de forma colectiva.

Retomar el hilo del progreso es también liderar la lucha contra el cambio climático. ¿Podremos mirar a nuestros hijos a los ojos si no logramos reducir nuestra deuda con el clima? La Unión Europea debe fijar sus ambiciones –cero carbono en 2050, reducción a la mitad de los pesticidas en 2025– y adaptar sus políticas a esta exigencia: Banco Europeo del Clima para financiar la transición ecológica, dispositivo sanitario europeo para reforzar el control de nuestros alimentos, y, frente a la amenaza de los lobbiesevaluación científica independiente de sustancias peligrosas para el medio ambiente y la salud, etc. Este imperativo debe guiar todas nuestras acciones. Del Banco Central Europeo a la Comisión Europea, pasando por el presupuesto europeo o el Plan de Inversiones para Europa, todas nuestras instituciones deben tener al clima como prioridad.

Progreso y libertad es poder vivir del trabajo y, para crear empleo, Europa debe ser previsora. Para ello, no solo debe regular a los gigantes del sector digital, creando una supervisión europea de grandes plataformas (sanciones aceleradas para las infracciones de las normas de la competencia, transparencia de algoritmos, etc.), sino también financiar la innovación asignando al nuevo Consejo Europeo de Innovación un presupuesto comparable al de Estados Unidos para liderar las nuevas rupturas tecnológicas como la inteligencia artificial.

Una Europa que se proyecta hacia el resto del mundo debe mirar a África, con quien debemos sellar un pacto de futuro, asumiendo un destino común y apoyando su desarrollo de forma ambiciosa y no defensiva con inversión, colaboración universitaria, educación y formación de las niñas, etc.

Libertad, protección, progreso. Sobre estos pilares debemos construir el Renacimiento Europeo.

  • No podemos dejar que los nacionalistas sin propuestas exploten la rabia de los pueblos.
  • No podemos ser los sonámbulos de una Europa lánguida.
  • No podemos estancarnos en la rutina y el encantamiento.

El humanismo europeo exige acción y por todas partes los ciudadanos están pidiendo participar en el cambio. Así pues, antes de finales de año, organicemos una Conferencia para Europa, junto a los representantes de las instituciones europeas y los Estados, con el fin de proponer todos los cambios necesarios para nuestro proyecto político, sin tabúes, ni siquiera revisar los tratados. Dicha conferencia deberá incluir a paneles de ciudadanos y dar voz a universitarios, interlocutores sociales y representantes religiosos y espirituales. En ella se definirá una hoja de ruta para la Unión Europea que traduzca estas grandes prioridades en acciones concretas. Tendremos discrepancias, pero ¿qué es mejor, una Europa estancada o una Europa que avanza a veces a ritmos diferentes, manteniéndose abierta al exterior?

En esta Europa, los pueblos habrán recuperado realmente el control de su destino. En esta Europa, estoy seguro de que el Reino Unido encontrará su lugar.

Ciudadanos de Europa: el impasse del Brexit nos sirve de lección a todos. Salgamos de esta trampa y démosle un sentido a las próximas elecciones y a nuestro proyecto. Ustedes deciden si Europa y los valores de progreso que representa deben ser algo más que un paréntesis en la historia. Esta es la propuesta que les hago para trazar juntos el camino del Renacimiento Europeo. Lampadia




Se avecina un nuevo líder político en la UE

Tras haberse desempeñado como secretaria general del Partido Unión Democrática Cristiana (CDU, en adelante) de Alemania desde marzo de este año, Annegret Kramp-Karrenbauer (más conocida como AKK) fue elegida como nueva líder del partido el pasado 7 de diciembre, luego de la renuncia de la poderosa Angela Merkel, que mantiene el cargo de Canciller.

Este hecho termina de confirmar los rumores que venían difundiendo los medios internacionales desde inicios de año, acerca de una posible salida de Angela Merkel del partido conservador alemán, después de haber gobernado el país por 13 años y haber liderado el partido por casi 18 años.

Al respecto, ¿Qué implicancias tiene el ascenso de AKK como líder del partido CDU para Europa y para el mundo emergente, a la luz de la imagen proyectada por su trayectoria política?

En primer lugar, la preocupación de los mercados financieros internacionales estaba centrada en el rumbo que tomaría Europa tras la salida de Merkel, una líder gubernamental  que ganó mucha experiencia encarando crisis importantes como aquella relacionada a la deuda soberana de la zona euro y la de los refugiados en el 2015-2016.

Al respecto, tal como indica un reciente artículo de The Economist,  “Las dos mujeres [Merkel y AKK] de hecho comparten un estilo discreto y un instinto para crear consenso”. Sin embargo, como indica esta revista británica, hay ciertos contrastes de Merkel con la posición política de AKK en lo relacionado al manejo económico y la política internacional, que vale la pena mencionar.

Así, AKK, a diferencia de Merkel, respalda los salarios mínimos y no comparte una visión de la reducción de impuestos. Además, tiene una posición más dura en lo concerniente a la inmigración y la seguridad externa, sin caer en el fundamentalismo que caracteriza a muchos de los partidos europeos de extrema derecha hoy en día.

Pero más importante aún es lo que el ascenso de AKK al liderazgo del CDU significa para Europa en el ámbito geopolítico. Como señalamos previamente en Lampadia: ¿Fragmentación política en Europa?, actualmente la Unión Europea se encuentra en un proceso de fragmentación a nivel de partidos políticos, puesto que está experimentando el paso de un sistema bipartidista tradicional, hacia uno en donde habrá una mayor presencia de partidos de extrema derecha e izquierda y de centro.

En este contexto, AKK, al igual que Macron, se presenta como una opción centrista que, como señalamos en Lampadia: Renovación de los liderazgos políticos europeos, podría convertirse en una garantía de continuidad del merkelismo en Alemania y del proyecto europeo en el continente, el cual ha sido fundamental para defender la globalización, la inmigración y el libre comercio, ejes centrales para el desarrollo del mundo emergente.

Consideramos, al igual que The Economist, que la política de AKK debe estar fundamentada en la profundización de los lazos de Alemania en las redes políticas europeas más allá de Francia, y reunir los rudimentos de una verdadera política exterior.

Reafirmamos nuestra posición de que la soberanía en Europa solo puede ejercerse efectivamente a nivel del conjunto, que es con la UE. Lampadia

Compartimos el artículo de The Economist que desarrolla los desafíos que enfrentará AKK, a la luz de la problemática actual del continente europeo.

Comienza la era AKK
Annegret Kramp-Karrenbauer asume el liderazgo de la CDU

Angela Merkel se prepara para dar paso a su sucesor escogido a mano

The Economist
13 de diciembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

“Los nacimientos más difíciles producen a los niños más hermosos”, dijo Annegret Kramp-Karrenbauer en 2011, luego de que un complicado proceso parlamentario la hubiera llevado al puesto más importante en Sarre, un pequeño estado en el suroeste de Alemania. Si es así, AKK, como es conocida universalmente, está en una posición cómoda. El 7 de diciembre, en un congreso del partido en Hamburgo, fue elegida líder de la Unión Demócrata Cristiana de centro-derecha de Alemania (CDU) por el más estrecho de los márgenes. Algunos partidarios de su rival, Friedrich Merz, un ex líder parlamentario de la CDU cuya campaña de la guerrilla había electrificado a la vieja guardia conservadora del partido, prometieron renunciar al partido con disgusto. Fue todo el camino para un partido gentil que no estaba acostumbrado a los giros y vueltas de la democracia interna.

Kramp-Karrenbauer se convierte en la cuarta persona en liderar el CDU en 45 años. Por ahora, ella cohabitará con su aliada, Angela Merkel, que ha tomado la inusual decisión de ceder el liderazgo del partido mientras sigue siendo canciller, quizás hasta que termine su mandato en 2021. En febrero, Merkel removió a Kramp-Karrenbauer de Sarre para nombrarla secretaria general de la CDU, una clara señal de que un sucesor estaba siendo preparado. Sobre el tiempo, murmuraron algunos; Merkel ha dirigido el país desde 2005 y el partido durante cinco años más.

El primer desafío de Kramp-Karrenbauer ha sido refutar la acusación de que ella es simplemente una clon del canciller. Las dos mujeres de hecho comparten un estilo discreto y un instinto para crear consenso. Los miembros de CDU que querían un retorno a un conservadurismo más veloz tienen derecho a sentirse derrotados.

Pero la comparación puede ser exagerada, ya que Kramp-Karrenbauer tiene una perspectiva política distintiva. Su filosofía de “mercado social” está determinada por sus experiencias en un estado devastado por la desindustrialización: ella respalda los salarios mínimos y no comparte el celo de reducción de impuestos de algunos miembros del CDU. Ella tiene una visión católica de temas como el matrimonio gay y la edición de genes, e instintos más duros que su mentora sobre inmigración y seguridad. Tampoco las dos siempre se han puesto de acuerdo, señala Kristina Dunz, coautora de “I Can, I Want and I Will”, una biografía de AKK. En el 2012, Merkel estaba furiosa cuando Kramp-Karrenbauer terminó abruptamente su acuerdo de coalición en Sarre. “Me sorprendería mucho si alguien la llamara ‘mini-Merkel’ en un año”, dice Jo Leinen que ha conocido a Kramp-Karrenbauer durante décadas.

Otra diferencia importante, dice un aliado, es que Kramp-Karrenbauer enfrenta los problemas difíciles directamente, mientras que Merkel vacila hasta que su mano es forzada.

Kramp-Karrenbauer teme que las disputas sobre la decisión de la canciller de abrir las fronteras de Alemania a los refugiados en 2015-2016, que ella respaldó, puedan envenenar al partido por una generación. En el nuevo año, organizará una reunión de políticos locales y estatales de la CDU para hacer un balance de lo que funcionó y lo que no durante la crisis.

Sus partidarios esperan que tales movimientos ayuden a su objetivo de restaurar las fortunas de la bandera de la CDU. En 2017, Kramp-Karrenbauer se dirigió a la reelección en Sarre con más del 40% de los votos, una cifra que ha cobrado importancia totémica en un partido que últimamente se mantiene en torno al 30% en un panorama político fracturado. Una mujer CDU en su totalidad: se unió a los 19 años, y se abrió camino a través de interminables comités y cargos ministeriales, es una gran instintiva que buscará votos a la izquierda y a la derecha. En Hamburgo, llamó a la CDU el “último unicornio” en Europa, contrastándolo con los partidos moribundos de todo el mundo. Las encuestas sugieren que ella tiene un gran atractivo. Una toma justo después de su victoria grabó un golpe en el soporte de la CDU.

Dos pruebas quedan por delante. El primero está en la urna. Si a la CDU le va bien en las elecciones europeas y estatales en el 2019, Kramp-Karrenbauer estará preparada para convertirse en candidata a tomar la posta de Merkel, quien renunciará a más tardar en las próximas elecciones generales.

Sin embargo, la CDU puede no ser dueña de su destino. El flagrante Partido Socialdemócrata (SPD), su socio menor de la coalición, esperaba que la victoria de Merz le permitiera volver a ocupar el centro de la política alemana. La SPD ahora enfrenta preguntas difíciles. Si abandona la coalición el próximo año, Kramp-Karrenbauer podría enfrentar una elección general antes de lo que ella esperaba. Mientras tanto, la SPD le dará dolores de cabeza, comenzando con disputas por una prohibición de la publicidad del aborto, que ha tratado de eliminar, y el impuesto personal de “solidaridad” para el este de Alemania, que desea mantener.

De cualquier manera, Kramp-Karrenbauer debe comenzar a elaborar políticas distintivas sobre asuntos que el próximo gobierno no puede evitar, como impuestos, pensiones, energía y defensa. Ella necesita profundizar sus lazos en las redes políticas europeas más allá de Francia, y reunir los rudimentos de una política exterior. Y luego está el escuadrón incómodo del CDU que tiene que tratar. En Hamburgo, la Kramp-Karrenbauer extendió una rama de olivo al ofrecer el puesto de secretaria general de la CDE (el trabajo que acababa de abandonar) a Paul Ziemiak, jefe de su ala conservadora de jóvenes.

Sin embargo, los temores de una ruptura pueden ser exagerados. Más que cualquier otro partido, la CDU, que ha mantenido la cancillería durante 50 de los últimos 70 años, tiende a unirse detrás de sus líderes, especialmente si son ganadores de votos probados. Fue esa percepción lo que significó que una mujer sin pretensiones que asumió el liderazgo del partido en 2000, en medio del mayor escepticismo, ahora está ejecutando una estrategia de salida totalmente de su propio diseño. Lampadia




Macron propone un ‘Ejército Europeo’

Los lazos entre Europa y EEUU, que han sido la piedra angular de la estabilidad en el mundo durante décadas, se están viendo debilitados cada vez más, principalmente por las tensiones creadas por Donald Trump, las cuales han llevado a Macron y a la canciller alemana, Angela Merkel, a cuestionar públicamente si el continente todavía puede confiar en que Estados Unidos salga en defensa de Europa. Macron, respondiendo a estas tensiones, ha propuesto crear un ‘ejército europeo’.

Macron anunció su propuesta durante una gira en los campos de batalla para conmemorar el centenario del final de la Primera Guerra Mundial. Durante el evento, afirmó que Europa es la “víctima principal” ante la decisión de Trump de retirarse del histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio de 1987 (el cual prohíbe el uso de cohetes de alcance intermedio y corto, así como la prueba, la producción o el lanzamiento de nuevos misiles desde tierra).

Europa no podrá defenderse sin “un verdadero ejército europeo”, afirmó Macron en una entrevista. Durante la entrevista radial el jefe de Estado francés indicó que Europa se debe defender en solitario “sin depender solo de Estados Unidos” y de una manera más soberana. Macron subrayó que en la actualidad Europa enfrenta múltiples intentos de injerencia en sus procesos democráticos internos y en su espacio cibernético. “Actualmente vemos intentos cada vez más frecuentes de entrometerse en nuestro espacio cibernético y nuestra vida democrática, debemos protegernos, de China, de Rusia, e incluso de EEUU”, concluyó.

Las tensiones entre los líderes europeos y los Estados Unidos se vienen intensificando desde hace tiempo, especialmente desde que la administración Trump aumentó su gasto en defensa en Europa. Esto, sumado a una interminable guerra comercial liderada por el prepotente presidente de EEUU y una serie de comentarios suyos en twitter y en entrevistas, dejan claro que el liderazgo americano no es de fiar y Macron ha tenido que tomar una decisión de proteger a Europa de sus destructivas políticas.

Dicho esto, su contraparte alemana, la canciller Angela Merkel, ha anunciado su apoyo a la propuesta de un ejército europeo: “Un ejército europeo demostraría al mundo que entre los países de Europa no va a haber una guerra”. Eso sí, la canciller ha matizado que la creación de «un ejército europeo real» debería llegar ‘algún día’ (no a corto plazo) como complemento de la Alianza Atlántica: “No es un ejército que vaya a ir en contra de la OTAN, nadie quiere perjudicar una alianza que ha demostrado tanto su valía. No es una contradicción”.

Trump, por su lado, dejó ver su lado más infantil al responderle a Macron por su intención de crear un ejército europeo para protegerse de posibles ataques de los adversarios. “Emmanuel Macron sugiere construir su propio ejército para proteger a Europa de EE.UU., China y Rusia. Pero fue Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial que necesitó a Washington”, dijo a través de su cuenta en Twitter.

El mandatario estadounidense acotó que “es muy insultante, pero quizás Europa primero deba pagar su porción justa en la OTAN, que Estados Unidos subvenciona en gran medida”. Por su parte, Macron señaló (muy elegantemente) que prefiere eludir los mensajes en las redes sociales, ya que considera que los asuntos diplomáticos se atienden directamente y no mediante tuits.

Líneas abajo compartimos un artículo de The Economist en el cual se opone duramente a la propuesta de Macron:

Las llamadas de Emmanuel Macron para un ejército europeo están equivocadas

Los esquemas de defensa europeos deberían conectarse a la OTAN

The Economist
8 de noviembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

El campo de Noruega estaba lleno de soldados europeos en las últimas dos semanas. Un pelotón montenegrino perforado dentro de una compañía eslovena, que estaba envuelto en un batallón español, que a su vez estaba dentro de una brigada italiana. Todos fueron parte del mayor ejercicio de la OTAN desde la guerra fría. Sin embargo, esto no es exactamente lo que el presidente Emmanuel Macron tenía en mente cuando pidió el “verdadero ejército europeo” el 6 de noviembre. En una actitud gaullista, Macron instó a Europa a liberarse de la dependencia militar de Estados Unidos.

Macron no dijo exactamente a qué se refería. Aun así, su charla suelta de un euro-ejército es confusa, quijotesca e imprudente en un momento de creciente incertidumbre transatlántica.

Los federalistas europeos han soñado durante mucho tiempo con la integración de la defensa, pero han tenido poco que mostrar más allá de algunos proyectos conjuntos de equipos y operaciones antipiratería. El plan más ambicioso para un ejército común se derrumbó en la década de 1950 debido a la oposición francesa. Desde entonces, sin embargo, Francia ha impulsado planes menores para desarrollar fuerzas europeas autónomas. Gran parte de ellos fueron bloqueados por Gran Bretaña, que temía dividir a la OTAN (cuyo comando militar integrado Francia se retiró en 1966 y luego se reincorporó en 2009).

La defensa europea ha vuelto al primer plano por tres razones: Brexit eliminará a su oponente más obstinado dentro de la Unión Europea; Donald Trump ha sacudido la fe europea en la alianza de la OTAN; y Francia y Alemania han estado desesperadas por encontrar una causa común. Pero los líderes europeos no pueden ponerse de acuerdo sobre sus objetivos: en caso de que sea un símbolo de una unión cada vez más cercana, una gendarmería itinerante para vigilar la periferia del continente o, como lo expresó Macron esta semana, ¿una fuerza que podría derrotar a las potencias más grandes, como Rusia y China?

Alemania está interesada en utilizar esquemas de defensa de la UE, como la Cooperación Estructurada Permanente, un grupo de proyectos de la UE lanzados con fanfarria el año pasado, para unir a los países europeos grandes y pequeños. Macron, molesto porque esto le da prioridad a la política sobre el poder de fuego, propuso una Iniciativa de Intervención Europea: un club más pequeño de poderes más ambiciosos, abierto a los miembros que no son miembros de la UE, que planearían conjuntamente futuras campañas expedicionarias. Alemania vio esto como un intento de arrastrar a otros a las guerras africanas de Francia, pero de todos modos se inscribió a regañadientes.

Para todos estos planes, los europeos tendrían dificultades para librar incluso guerras medianas sin la ayuda extensa de Estados Unidos, como descubrieron durante su campaña aérea en Libia en 2011. Aunque su gasto en defensa está creciendo, todavía hay grandes brechas en sus arsenales. En Noruega, los europeos hicieron alarde de sus vehículos blindados, camiones cisterna de reabastecimiento de combustible y aviones de transporte. Pero los datos recopilados por el Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, un grupo de expertos, muestran que su stock de equipos en todas estas áreas se ha reducido. La UE se debilitará aún más cuando salga Gran Bretaña.

¿Y qué pasa si algunos fantasean con las fuerzas del euro? Si eso los empuja a equipar a sus ejércitos adecuadamente, y deja de duplicar capacidades, tanto mejor. La fusión de unidades holandesas, rumanas y checas en el ejército alemán es prometedora. El peligro es que se creará poca nueva fuerza de combate, lo que dará a Estados Unidos más razones para sentirse exasperado con sus aliados. Los líderes europeos reprendieron a Estados Unidos por retirarse del tratado INF, un pacto nuclear de la guerra fría, pero hasta hace poco guardaron silencio sobre la violación descarada del acuerdo por parte de Rusia. Macron fue grosero al hablar de la necesidad de “protegernos” de Estados Unidos, comparando en efecto el aliado incómodo pero indispensable de Europa con Rusia y China.

Los europeos deben hacer más para defenderse, pero el único “ejército” europeo efectivo, o ejércitos, son fuerzas que se conectan firmemente a la OTAN. Cualquier otra cosa sería buena solo para desfiles ceremoniales, no para guerras reales. Lampadia




Macron y Merkel se unen para reformar la zona euro

Emmanuel Macron, el nuevo líder del mundo libre, que rompió la política tradicional anti-globalización francesa, va ahora por más. Se proyecta hacia la modernización de la Unión Europea (UE), logrando el apoyo de Angela Merkel y sorprendiendo, nuevamente, a cuanto conservador se pone al frente.

No perdamos de vista a Macron, el espacio de globalización y libre comercio, esenciales para el Perú, dependen, en buena medida de la visión y tenacidad de las ‘Marchas’ de Macron.

Durante su primer año en el cargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, delineó una serie de propuestas para reformar las instituciones europeas; ahora está lanzando una campaña para armar un paquete de propuestas de reforma de la Unión Europea. A pesar de todas las dificultades, se ha adherido a una filosofía coherente de cómo debería funcionar la política en el siglo XXI.

El presidente francés Emmanuel Macron ha planeado lanzar una nueva campaña política a nivel europeo. Aunque el lanzamiento oficial ahora se ha pospuesto, el último proyecto de Macron sigue siendo central para su presidencia y para su concepción del poder. “La Grande Marche pour l’Europe” de Macron imitará el programa que derrocó a los partidos políticos dominantes de Francia y transformó su partido ‘La République En Marche!’ en una fuerza política en 2017. En el transcurso de seis semanas, enviará a diez ministros y 200 parlamentarios para estudiar las opiniones de los franceses sobre Europa y los asuntos europeos. Los resultados luego serán considerados en el desarrollo de una plataforma que pueda vencer a los partidos populistas en las elecciones al Parlamento Europeo de 2019.

Macron ha persuadido a todos los demás estados miembros de la UE (con la excepción de Hungría y el Reino Unido) a realizar consultas públicas similares, que espera sientan las bases para las reformas a nivel de la UE. Del mismo modo, la visión de Macron para Europa parece reconciliar lo irreconciliable: su plan apunta tanto preservar la soberanía de los estados miembros como a profundizar la integración de la unión. Institucionalmente, esto significa apoyar a los organismos supranacionales y, a la vez, permitir una mayor flexibilidad en áreas donde los gobiernos nacionales, en lugar de Bruselas, están mejor posicionados para resolver problemas.

En cuanto a la política de defensa, Macron quiere trabajar dentro de los tratados existentes de la UE, y apoya las propuestas para un acuerdo de Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y un Fondo Europeo de Defensa. Pero también espera ir más allá de los marcos actuales de la UE e incluso de la OTAN para establecer una Iniciativa de Intervención Europea (EII), que operaría junto con las fuerzas expedicionarias británicas, estadounidenses y otras aliadas.

En cuanto a la migración, Macron quiere asegurar las fronteras exteriores de Europa y garantizar que la carga de acoger a los refugiados se comparta en toda la UE. En el corto plazo, él está presionando para un acuerdo entre los estados miembros sobre las cuotas de refugiados. Pero, a la larga, apoya una mayor armonización de los sistemas de asilo, o incluso la creación de una agencia central de asilo de la UE.

Macron también espera reconciliar ideas opuestas con respecto al euro. Mientras impulsa las reformas dentro de Francia que reducirán los riesgos de contagio financiero, también está pidiendo un presupuesto común de la eurozona y un ministerio de finanzas para hacer que la unión monetaria sea más resistente a los shocks futuros.

Más allá de estas áreas, Macron quiere impulsar la innovación en el ámbito digital, al establecer una versión europea de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, quiere proteger la soberanía nacional en la era digital a través de regulaciones y un enfoque fiscal común.

¿Qué piensa Angela Merkel de todo esto?

Angela Merkel se reunión con Emmanuel Macron este jueves pasado, y ambos han asumido en Berlín el reto limar sus diferencias y presentar un proyecto común al resto de socios comunitarios en temas como la unión monetaria, la unión bancaria, emigración, asilo, relaciones exteriores, defensa y mercado digital.

Los dos se proponen, además, profundizar su relación bilateral con una revisión del Tratado del Elíseo que sirva de base para una integración más profunda de los socios europeos que lo deseen en materias como impuestos de empresas o política de asilo. “El trabajo no falta, pero la voluntad tampoco”, ha asegurado Macron momentos antes de iniciar la primera de las reuniones que mantendrá con Merkel para llegar al prometido acuerdo entre Berlín y París. “De aquí al mes de junio tomaremos decisiones importantes para preparar las respuestas a los grande desafíos de Europa”, ha corroborado la canciller.

Los líderes observan el modelo de Humboldt Forum, un antiguo palacio convertido en museo
(Foto: bundeskanzlerin.de)

Merkel se mostró convencida de que el nuevo impulso es imprescindible porque la paz lograda desde 1945 ya no basta para justificar ante las nuevas generaciones la estructura de la UE. “Esta refundación, esta reorganización, debe ir más allá de la paz”, señaló la canciller. “Debemos demostrar que se puede lograr la prosperidad”.

Aún queda mucho por ver, pero ya está claro que Macron, junto con Merkel, han aportado un nuevo tipo de pensamiento a la política europea. En nuestra opinión, la soberanía en Europa solo puede ejercerse efectivamente a nivel del conjunto, de la UE. Lampadia




Davos en búsqueda de la inclusión y la globalización

Davos en búsqueda de la inclusión y la globalización

Más de 3,000 de los líderes políticos y económicos más influyentes del mundo, así como un puñado de celebridades, llegaron ayer a la ciudad suiza de Davos esta semana para la reunión anual que marca la agenda del año.

El Foro Económico Mundial, que comenzó el martes, ha reunido a élites de todo el mundo desde que comenzó como una pequeña reunión en la década de 1970. Este año, más de 900 directores ejecutivos y 70 líderes mundiales asistirán, entre ellos el controversial presidente estadounidense Donald Trump.

El tema de la cumbre del 2018, “Crear un futuro compartido en un mundo fracturado”, apunta a centrarse en hacer que la globalización funcione para aquellos que sienten que el sistema actual los está dejando atrás. La elección del tema viene de la elección de Trump, Brexit y el ascenso de la extrema derecha en algunas partes de Europa.

Este año, la atención se centrará en personas como el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro indio Narendra Modi. Otras figuras clave que asistirán incluyen a la primera ministra Theresa May, el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

Ayer, el líder indio Narendra Modi advertió que la “globalización pierde lentamente su brillo en favor de proteccionismo”. Modi afirmó a los delegados que “las fuerzas del proteccionismo están alzando la cabeza” contra el comercio y el comercio internacional. “Las negociaciones comerciales bilaterales y multilaterales han llegado a una especie de estancamiento”, dijo.

Modi, el primer primer ministro indio, que visita una cumbre del WEF en más de dos décadas, pidió la reforma de las instituciones internacionales, el compromiso continuo con un orden mundial basado en reglas y un mayor enfoque en la inclusión en la economía global durante su discurso. “Para una sociedad con diversas religiones, culturas, idiomas, atuendos y cocinas, la democracia no es solo un sistema político, sino una forma de vida”, dijo, y agregó que la inclusión es el “principio más importante” de su gobierno.

Por su lado, Justin Trudeau llamó la atención a otro tema vital, las campañas como #MeToo y Time’s Up. El primer ministro canadiense declaró que “Estos movimientos nos muestran que debemos tener una discusión crítica sobre los derechos de las mujeres, la igualdad y las dinámicas de poder del género. El acoso sexual en los negocios y en el gobierno es un problema sistémico y es inaceptable. Como líderes, debemos reconocer y actuar para demostrar verdaderamente que el tiempo se acaba.”

Entre los temas centrales en el mundo actual se encuentra el acoso sexual y el movimiento #MeToo, que comenzó en Hollywood pero se extendió rápidamente en otras industrias y en toda la sociedad en su conjunto. La política y la industria de servicios financieros no se han escapado del escándalo de acoso sexual.

Quizás tomando en cuenta esta tendencia global, por primera vez en sus 48 años de historia  los siete copresidentes de la conferencia (que suele ser abrumadoramente masculina) son mujeres. Dicho esto, solo el 21 por ciento de los asistentes son mujeres y la brecha salarial de género en muchas de las empresas representadas permanece firme.

Erna Solberg, primera ministra de Noruega, y Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezan la dirección de este Davos. Solberg afirma que “Estoy especialmente preocupada por la necesidad de crear una sociedad del bienestar sostenible. El crecimiento inclusivo es esencial para alcanzar ese objetivo. Y eso significa, entre otras cosas, que tanto hombres como mujeres deben ser capaces de formar parte del mercado de trabajo en los mismos términos”.

En otros temas, como sugiere la temática de la conferencia, lograr que la recuperación económica mundial actual funcione para todos es también una de las principales preocupaciones en Davos de este año. Uno de los eventos más destacados tendrá lugar el jueves, cuando la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el canciller estadounidense Philip Hammond y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, comparecerán en una mesa redonda sobre la reconstrucción de las finanzas globales.

Con los titulares probablemente dominados por la agenda proteccionista de Trump, dirigida directamente a los votantes que lo llevaron a la victoria en 2016, esperamos que se evidencie la necesidad de un mensaje más amplio sobre cómo más personas pueden cosechar los frutos de la globalización. Lampadia




El mundo necesita mejores líderes

Es difícil encontrar líderes que puedan ir más allá de las disputas diarias de la política moderna y establecer un norte genuino para su país, que tengan profundidad, visión y resiliencia. Para compensar la falta de ideas, capacidad y arduo esfuerzo, los líderes de hoy hablan en frases vendedoras o ‘virales’, apelan a las emociones y dividen sus países. Cuando los líderes son incapaces de ejercer un verdadero liderazgo, quienes sufren los resultados somos todos los ciudadanos.

Muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy son por la falta de liderazgo y de líderes apropiados. El liderazgo no se basa en el poder y los elogios otorgados al líder, sino en la mejora de aquellos a quienes el líder sirve. En su esencia, el liderazgo se basa en su gente. Su objetivo principal consiste en mejorar el statu quo e inspirar la creación de un cambio positivo.

Según los asertos más comunes, la generación de Millennials tecnológicos está desilusionada con casi todos los líderes actuales, convirtiéndose en una generación huérfana (Ver en Lampadia: La caída de nuestros líderes es una tragedia). De alguna manera las personas, especialmente los jóvenes, están perdiendo la esperanza y el respeto por los “viejos de la tribu”, por el establishment, que sienten que les ha fallado e interrumpido sus expectativas de un mundo mejor.

Fuente: striveleadership.org

En un reciente artículo de Project Syndicate (traducido y publicado líneas abajo), Kishore Mahbubani (uno de los principales pensadores de la geopolítica global) y Klaus Schwab (visionario de las tendencias a futuro como la Cuarta Revolución Industrial), se hicieron una gran pregunta: ¿qué diferencia a un líder del resto? ¿Qué cualidades debería tener un líder?

  • Para Mahbubani, la respuesta se centra en la “compasión, entusiasmo y coraje, así como en la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad”.
  • Para Schwab, los cinco elementos clave son “corazón, cerebro, músculo, nervio y alma”.

En esencia, ambas caracterizaciones dicen lo mismo, con palabras distintas.

Entonces, ¿tenemos actualmente líderes con estas cualidades? Lamentablemente, muchos dirigentes políticos no califican en la categoría de líderes y que dejan mucho que desear. Como hemos manifestado en Lampadia, (6/7/2015), Donald Trump debió ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana.

La realidad es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Este es un indicio más, de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

Pero si hay algunos ejemplos de liderazgo que pueden destacarse por ser auspiciosos, como el reciente advenimiento a las ligas globales de Emmanuel Macron en Francia, quien se está perfilando, desde sus primeros días en el gobierno, como una fuerza transformadora, que presenta con un lenguaje directo, y apunta mucho más allá de sus fronteras. Ver en Lampadia: Ha nacido un nuevo líder global. Y Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, quien se está consolidando como el modelo del líder con especial sensibilidad humanidad. Ver: Justin Trudeau, el modelo de un líder diferente.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Actualmente, especialmente en occidente, hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular.

En esta época de liderazgos tan débiles y de devaluación de la política, “debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan”, sin recurrir al populismo o cortoplacismo irresponsable. Más bien con visión y coraje, y hasta con capacidad de llamar al sacrificio, como hizo el gran Winston Churchill con su famoso: “Blood, sweat, toll and tears” (sangre, sudor y lágrimas)Lampadia

¿Qué hace que alguien sea un gran líder?

Dos destacados pensadores reflexionan sobre las características del liderazgo y de quienes lo representan en nuestros días.                                                                                                                                        

Kishore Mahbubani, Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur, es autor de The New Asian Hemisphere.

Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF), es autor de La Cuarta Revolución Industrial.

9 de agosto, 2017
Project Syndicate
Traducido y glosado por
Lampadia​

Hace no mucho tiempo, durante una cena en Singapur, intentamos definir qué cualidades hacen a un gran líder. Para Klaus, los cinco elementos clave eran corazón, cerebro, músculo, nervio y alma. Para Kishore, la clave eran compasión, entusiasmo y coraje, así como la habilidad para identificar el talento y comprender la complejidad. El nivel de superposición es revelador.

No es casualidad que ambas listas comiencen con el corazón. Al igual que Nelson Mandela y Mahatma Gandhi, un líder no puede alcanzar la grandeza sin mostrar una profunda empatía con su pueblo – un sentimiento que alimenta la lucha contra las injusticias que esas personas pueden enfrentar.

No es probable que estos líderes heroicos surjan en tiempos normales. Pero estos no son tiempos normales. Por el contrario, la desigualdad sin precedentes de hoy en muchas partes del mundo es precisamente el tipo de injusticia que podría estimular la aparición de grandes líderes con compasión por los que menos tienen. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el joven líder que irradia más esperanza hoy, fue elegido por su compromiso de ayuda a la gente común.

Luego está el “cerebro” – la capacidad de tamizar a través de las masas de información con la que estamos constantemente inundados, con el fin de tomar decisiones inteligentes en un mundo complejo y rápidamente cambiante. Aquí, algunos líderes actuales están mostrando mucha aptitud.

Por ejemplo, el crecimiento y continuo desarrollo de las economías de China e India reflejan que el Presidente Xi Jinping y el Primer Ministro Narendra Modi, respectivamente, comprenden los desafíos económicos y sociales y las oportunidades que implica la Cuarta Revolución Industrial. Saben que, en este complejo contexto, deben desarrollar nuevas industrias dinámicas que sitúen a sus economías en la frontera del progreso científico y tecnológico.

El uso inteligente de la nueva tecnología también está ayudando a aliviar la pobreza. Los mil millones de indios que se han inscrito en un Aadhaar, una tarjeta de identidad electrónica, ahora tienen acceso directo a prestaciones sociales sin barreras burocráticas. Los mil millones de chinos que utilizan sus teléfonos inteligentes para hacer pagos móviles, ahora disfrutan de acceso directo a todo tipo de productos de consumo que mejoran su estilo de vida.

Todavía nadie ha cuantificado de manera fiable el impulso al bienestar que tales avances tecnológicos producen. Pero el optimismo tanto en China como en India está aumentando. Según el Centro de Investigación PEW:

  • El 87% de los chinos se sienten positivos sobre la situación económica actual de su país
  • El 82% cree que sus hijos tendrán una mejor condición de vida que la que mantienen hoy en día.
  • El 83% de los indios se sienten positivos con respecto a la economía.
  • El 76% piensa que sus hijos tendrán mejores oportunidades.

La tercera cualidad crítica de un gran líder es el valor – o el nervio, como dice Klaus. La oleada de refugiados en Europa, especialmente los solicitantes de asilo sirios en 2015, llevó a una explosión de sentimientos populistas, con cada vez más líderes políticos llamando a cerrar las fronteras. Algunos líderes débiles se rindieron bajo la presión, alineando su retórica con la de los populistas o siendo arrasados por sus competidores.

La canciller alemana Angela Merkel no lo hizo. Ella dio un ejemplo muy poderoso al aceptar un millón de refugiados. Al principio, su posición con los votantes – e incluso muchos dentro de su propio partido – se debilitó, hasta el punto de que algunos comenzaron a escribir su epitafio político. Pero su notable coraje acabó dando sus frutos. Ahora es reconocida mundialmente como una de las líderes más fuertes de nuestro tiempo.

El presidente Joko “Jokowi” Widodo de Indonesia, con su manera tranquila, ha mostrado un valor similar. Indonesia, al igual que Europa, se enfrenta a la creciente presión de las voces nacionalistas y populistas que buscan desplazar los cinco principios de la tolerancia -la “Pancasila” – que sustentan la condición de Estado indonesio.

El encarcelamiento del aliado político de Jokowi, el ex gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, también conocido como Ahok, por motivos de blasfemia contra el islam ha reforzado esa presión. Sin embargo, Jokowi, al igual que Merkel, ha seguido luchando contra los extremistas, incluso proscribiendo al grupo extremista Hizb ut-Tahrir.

Por supuesto, transformar el coraje en un cambio positivo requiere músculo – la influencia y la autoridad para actuar – lo que requiere una comprensión astuta de las realidades políticas. Esa astucia era vital para provocar el poderoso cambio en el sistema político de Irlanda, por ejemplo, un país profundamente conservador que eligió a Leo Varadkar, un homosexual de origen indio, como su primer ministro.

El Papa Francisco muestra cómo estas diversas cualidades pueden unirse para producir un fuerte liderazgo. La astucia, el coraje, la moralidad y la inteligencia han respaldado sus esfuerzos por cambiar la posición y la percepción de la Iglesia Católica Romana en el mundo.

Por ejemplo, mientras la tradición prohíbe al Papa endosar la homosexualidad, el Papa Francisco tuvo el valor de decir: “Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesta, ¿quién soy yo para juzgar a esa persona?” De la misma manera, el Papa Francisco se salió de la línea tradicional de la Iglesia para sugerir que las mujeres expuestas al virus Zika que asoló partes de América Latina el año pasado podrían usar anticonceptivos artificiales.

Asimismo, el Papa Francisco ha demostrado coraje y sabiduría al impulsar una estructura de iglesia más descentralizada y tener la visión de una iglesia inclusiva que es un “hogar para todos”. En otro movimiento astuto, incentivó gradualmente la rotación de altos funcionarios en el Vaticano.

El Papa Francisco también tiene lo que Klaus llamaría el alma de un líder. La mayoría de los líderes sucumben, en un momento u otro, a los cómodos adornos de la oficina. Sin embargo, el Papa Francisco sigue viviendo una vida sencilla y humilde, sin las ventajas que a menudo se asocian con el liderazgo, incluso en el ámbito religioso.

En un mundo que está cambiando más rápidamente que nunca, debemos buscar líderes que puedan proteger y servir a los intereses de las personas que se supone que representan. Esto significa no sólo criticar los fracasos de los líderes débiles, sino también destacar los éxitos de los más fuertes. Pueden ser raros, pero sí existen, y debemos celebrarlos. Lampadia




Gran Bretaña sigue jugando a ser el perdedor

El mes pasado la primera ministra británica, Theresa May, convocó a elecciones generales, para tener un supuesto mejor mandato para la negociación del Brexit.

Algo que llama mucho la atención, es su renuencia a hablar de los detalles de su visión de la Gran Bretaña después del Brexit. Algo increíble y totalmente contrario a lo que en su momento planteó, en detalle Margaret Thatcher, cuando ofreció hacer un giro de timón sobre la dirección del país, del socialismo que lo había empobrecido, al liberalismo que lo hizo renacer. May quiere que el apoyo de los británicos se de a ciegas.

Que clamorosos líderes políticos manejan hoy día países muy importantes para el conjunto de la humanidad, como May en el Reino Unido, Trump en EEUU y Putin en Rusia. Veamos a continuación el artículo del Financial Times, publicado esta mañana, sobre este desarrollo. Lampadia

La elección del Brexit deja a Gran Bretaña como el perdedor

May se niega a hablar en detalle sobre la vida fuera de la UE
 
Theresa May, Tim Farron y Jeremy Corbyn. Fuente: FT Montage

Financial Times
Philip Stephens
1 de junio de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Es hora de aclarar esto. ¿Acaso Gran Bretaña está decidida a abandonar el mercado único más rico del mundo con el fin de volver a solicitar acceso en términos mucho menos favorables al mismo mercado? Bueno, sí. Olvídenlo; eso no sucederá. Los británicos pueden anhelar el pasado, pero no son tan tontos.

La observación más frecuente -y esto se aplica a los encargados de formular políticas en Tokio, Pekín, Delhi y otros países, así como en Washington- es que de alguna manera Brexit simplemente no va a suceder. El gobierno de Theresa May, los votantes, la Alemania de Angela Merkel, la Francia de Emmanuel Macron – alguien, en algún lugar – descarrilarán el proceso. Gran Bretaña terminará de alguna forma como un miembro asociado de la UE.

Gran Bretaña, por sus propias luces, ha construido su prosperidad como una gran nación comercial. Sin embargo, para 2019, será la única economía europea significativa que se encuentre fuera de los tres bloques comerciales del continente: el Espacio Económico Europeo, el Área de Libre Comercio Europea y la UE. Esto realmente no tiene sentido.

Por su parte, May está luchando en una elección para demostrar que tales oponentes están equivocados. Cuando la primera ministra convocó a elecciones para el 8 de junio, dijo que necesitaba un nuevo mandato para negociar el Brexit. La campaña conservadora, débil y vacilante, plantea que solo Theresa May “obtendrá el Brexit correcto”, “hará del Brexit un éxito “, obtendrá “el mejor acuerdo”.

Las campañas electorales, con su tendencia a elevar la ofuscación sobre el argumento y el lema sobre el hecho, suelen ser desalentadoras. Ninguna más que esta. Brexit es la elección política y económica con consecuencias más importantes que la nación ha enfrentado desde 1945. Sin embargo, más allá de las débiles afirmaciones de ser una negociadora difícil, May se niega a hablar sobre la vida fuera de la UE.

Ella ha prometido anteriormente que Gran Bretaña abandonará el mercado único y la unión aduanera y desterrará el Tribunal de Justicia Europeo. Eso suma a un Brexit bastante duro. Sin embargo, también habla de una asociación “profunda y especial” post-Brexit. Al electorado, sin embargo, se le niega cualquier debate, o cualquier oportunidad de interrogar al gobierno sobre las implicaciones o alternativas.

En su discurso May promete recortes draconianos en el número de inmigrantes. Pero no  permite se discutan las consecuencias.

Brexit va más allá de la economía, por supuesto. Tendrá un impacto significativo en la defensa y la seguridad, en el papel histórico de Gran Bretaña en la configuración de las respuestas europeas a las amenazas externas y en la recopilación de información y de datos utilizados para rastrear el terrorismo.

Esta semana, la senadora alemana Merkel protagonizó titulares cuando comentó que los europeos continentales ya no podían estar seguros de que EEUU y el Reino Unido eran socios confiables. Alemania, Francia y el resto tendrían que tomar el control de su propio destino.

La importancia de las palabras de Merkel radican en el reconocimiento de la rapidez con que el mundo está cambiando. Los pilares del orden de la posguerra, ya sea la alianza atlántica o las instituciones que dan forma a los valores compartidos del oeste, ya no pueden darse por sentados. La ausencia de certeza se ha convertido en una suposición organizadora de la seguridad europea. Y este, aunque sea difícil de creer, es el momento en que Gran Bretaña elige separarse de su propio continente.

Es triste decir que los políticos en las capitales más lejanas probablemente estén equivocados en suponer que algo descarrilará al Brexit. Como han descubierto los liberales demócratas pro-europeos, la nación no está de humor para reabrir el debate sobre el referéndum.

La campaña electoral ha demostrado que May no es nada fuerte y estable. Frágil y propensa a revertirse es una descripción más cercana. Ella puede esperar ganar el 8 de junio sólo debido a la auto-indulgencia de Jeremy Corbyn, un líder laborista que ha llevado a su partido a la irrelevancia lejana de las franjas de la extrema izquierda.

¿Y entonces? Según May, se irá directamente a la batalla de Bruselas. Esta lucha tiene la capacidad de dañar a ambos lados, pero hay una certeza irreducible. Con o sin acuerdo, Gran Bretaña surgirá como el perdedor. Lampadia




“Europa no puede confiar en EEUU”

La verdad es que en Lampadia estamos hartos de tener que seguir reportando todas las semanas sobre los desvaríos y amenazas de Donald Trump a la armonía y sensatez de la geopolítica global, pero los peruanos debemos conocer de primera mano los acontecimientos que perfilan nuestro futuro.  

Cada nuevo paso de Trump, genera una nueva decepción o escándalo. Las últimas reacciones contra este advenedizo de la política estadounidense, fueron luego de su visita a Europa. Veamos los calificativos que se ganó:

Angela Merkel afirmó que Europa ya no podía “confiar en EEUU”, palabras que parecen marcar el final de una alianza que definió el orden mundial desde la Pos-guerra.

La canciller alemana advirtió que “Los tiempos en los que podemos contar con los demás parecen haberse terminado, como he experimentado en los últimos días. Nosotros los europeos tenemos que tomar nuestro destino en nuestras propias manos. Por supuesto, tenemos que tener relaciones amistosas con EEUU y con el Reino Unido y con otros vecinos, incluido Rusia. Pero tenemos que luchar por nuestro propio futuro.”

Fuente: RTS Project Earth

Angela Merkel, ha criticado la actitud de Trump hacia el acuerdo climático, “La discusión sobre el cambio climático ha sido muy complicada si no muy poco satisfactoria. No hay ningún indicio de que Estados Unidos vaya a continuar actuando según lo establecido en el Acuerdo de París”.

Fuente: Washington Times

La actitud de Trump durante su primer viaje por Europa como presidente, solo puede ser descrita como desastrosa. Nadie lo describió mejor que el periódico alemán Der Spiegel en un descarnado editorial que afirma que Trump es “incapaz” y “un riesgo para el mundo”:

“Donald Trump no es apto para ser presidente de Estados Unidos. No posee el intelecto requerido y no comprende el significado del oficio que ocupa ni las tareas asociadas con él. No lee. No se molesta en leer archivos importantes e informes de inteligencia y sabe poco sobre los temas que ha identificado como sus prioridades. Sus decisiones son caprichosas y se entregan en forma de decretos tiránicos”.

Es un hombre sin moral. Como se ha demostrado cientos de veces, es un mentiroso, un racista y un tramposo. Me siento avergonzado de usar estas palabras tan agudas y fuertes. Pero si se aplican a alguien, se aplican a Trump. Y una de las tareas de los medios es continuar diciendo las cosas como son: Trump tiene que ser removido de la Casa Blanca. Con rapidez. Él es un peligro para el mundo”.

Y es que el mundo se tiene que unir en contra de Trump. Es la mayor amenaza para los Estados Unidos y el resto del mundo. En Lampadia vimos hace tiempo quién era Trump y en junio de 2015 publicamos en nuestro ticker: “Debemos declarar a Donald Trump persona non grata a la humanidad”. 

Como afirma un reciente artículo de Bernard-Henri Lévy en Project Syndicate (glosado líneas abajo), “El malestar de la opinión pública es cada vez más evidente. (…) Tal vez la masa de la oleada populista se convierta otra vez en el gran pueblo estadounidense, un pueblo de ciudadanos. Cuando eso suceda, Trump será historia.” Lampadia

Europa no puede confiar en EEUU y afronta una vida sin Reino Unido, dice Merkel

“Debemos tomar el destino en nuestras propias manos”, dice el canciller alemán​

Fuente: Financial Times

 “Por supuesto que necesitamos tener relaciones amistosas con EEUU y con el Reino Unido, y con    otros vecinos, incluida Rusia”, dijo Merkel. Pero agregó, “tenemos que luchar por nuestro      propio  futuro”.

La canciller alemana habló un día después de que los líderes de las naciones del G7 se enfrentaron en una cumbre en Sicilia. Donald Trump, en su primera visita a Europa como presidente de Estados Unidos, se negó a decir si apoyaría los acuerdos climáticos de París, que Barack Obama prometió que Estados Unidos adoptaría en 2015.

Merkel calificó las discusiones como “muy insatisfactorias”, agregando que “no hay indicación de que Estados Unidos se quede en el acuerdo de París”. Trump escribió en Twitter que tenía la intención de decidir sobre el acuerdo de París la próxima semana.

Durante el viaje a Europa, Trump también apuntó a Alemania por su superávit comercial con Estados Unidos, lo que llevó a Merkel a rechazar las críticas como “inapropiadas”.

El presidente estadounidense también se enfrentó con jefes de Estado europeos a principios de semana en una cumbre de la OTAN en Bruselas, donde los reprendió por no cumplir un objetivo de gastar el 2 % del producto bruto interno en defensa.

Trump, que llamó a la OTAN “obsoleta” en la campaña presidencial del año pasado, no respaldó el Artículo 5 del compromiso de la alianza de seguridad con la defensa mutua, incluso cuando se encontraba frente a un nuevo monumento en la sede de la OTAN en honor a la defensa mutua.

  Patrick McGee en Frankfurt y George Parker en Taormina, Financial Times
  28 de mayo, 2017, Traducido y glosado por Lampadia

¿No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista? Veamos las opciones de los estadounidenses para salir de Trump:

Cómo despertar de la pesadilla Trump

Project Syndicate
BERNARD-HENRI LÉVY
Fundador del movimiento “Nouveaux Philosophes”
24 de mayo, 2017
Traducción: Esteban Flamini
Glosado por Lampadia

El pueblo estadounidense tiene tres formas de escapar del mal trago de la presidencia de Donald Trump. Pero que lo haga, y cuándo, es una cuestión irreductiblemente política, no una que dependa de posibilidades legales.

  • En primer lugar, está el método nixoniano, donde el presidente, desgastado por la lucha, asustado y deseoso de evitar el proceso legal en su contra que empieza a organizarse, renuncia al cargo.
  • En segundo lugar, está el artículo 4 de la 25.ª Enmienda de la Constitución, ratificada en 1967, que detalla un mecanismo para que el vicepresidente y el gabinete puedan actuar en reemplazo de un presidente muerto o impedido de gobernar por motivos de salud.
  • Por último, queda el recurso al juicio político, un tema del que se habla cada vez más abiertamente en Washington. El juicio político es un procedimiento para la destitución de un presidente, vicepresidente u otros altos funcionarios del ejecutivo sospechados de “traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”.

Pero hay dos grandes razones para dudar de que un juicio político vaya a librar al mundo de Trump. En primer lugar está el equilibrio de poder en el Senado: haría falta que al menos 19 senadores republicanos se unieran a los demócratas para condenar a Trump. Por el momento, hay como mucho cinco dispuestos a hacerlo.

En segundo lugar, los jefes del Partido Demócrata son reacios a ver al ultraconservador vicepresidente Mike Pence asumir el puesto que quedaría vacante tras la caída de Trump.

En las democracias posmodernas, el único jefe es la opinión pública. Y la opinión pública funciona según una lógica propia.

  • ¿Cuánto tiempo más tolerará el pueblo estadounidense las dosis casi diarias de nuevas pruebas de conflictos de intereses?
  • ¿Y los vínculos financieros con Rusia de Trump y sus colaboradores?
  • Y para terminar, está la grosera obstrucción de la justicia que supone el despido del director del FBI, James Comey.

El malestar de la opinión pública es cada vez más evidente.

El peor de los casos nunca es inevitable. Tal vez la masa de la oleada populista se convierta otra vez en el gran pueblo estadounidense, un pueblo de ciudadanos. Cuando eso suceda, Trump será historia. Lampadia




Acción global para enfrentar el terrorismo y el radicalismo nacionalista

Lamentablemente, en los últimos años, el número de ataques terroristas han aumentado en diversas partes del mundo. Eventos como el ataque en Charlie Hebdo, París, Bruselas, Orlando, Niza y Alemania nos muestran una triste realidad: el terror ha aumentado y se ha globalizado con diversas consecuencias. La creciente frecuencia e intensidad de los atentados de origen radical, así como los nuevos objetivos civiles generan conmoción en los ciudadanos. La respuesta social al incremento de la inseguridad, vinculado a los ataques terroristas, ya está provocando una mayor influencia de los partidos de corte nacionalista o radical.

Fuente: The Atlantic

En palabras de Moisés Naím, “el más sorprendente de los datos sobre el terrorismo jihadista en Estados Unidos es que, desde el 11 de septiembre de 2001 hasta hoy, sólo 45 personas fueron asesinadas por terroristas islamistas en ese país. En comparación, en Bruselas los terroristas se cobraron 31 vidas en un solo día y los ataques de noviembre pasado en París mataron a 130 inocentes. En 2014 hubo un total de 37,400 asesinatos perpetrados por terroristas en todo el mundo.

Estas terribles cifras son reforzadas con el último informe de Europol (Oficina Europea de Policía), el cual afirma que “seis de los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE) fueron objetivo de hasta más de 200 atentado terroristas en 2015”. Asimismo, indicó que desde comienzos de 2016 se evidencia un notable incremento en agresiones de esta índole, con marcado predominio en naciones como Francia y Bélgica. 

Fuente:  Europol/BBC

El informe en cuestión se centra en el análisis de un 2015 que marcó el inicio de un alza en amenazas por grupos extremistas o individuos radicalizados en el mundo y las consecuencias de esas acciones terroristas son devastadoras. Probablemente una de las consecuencias más importantes y mediáticas de los últimos dos años es la enorme crisis migratoria que está transformando la realidad económica, social y política de Europa. Pero también tiene impactos en el gasto público, la seguridad, los viajes, la convivencia, la integración dentro y entre países y moldean las agendas geopolíticas.

Miles de inmigrantes marcharon a través de la frontera entre Croacia en Eslovenia Fuente: The Telegraph

La crisis migratoria específicamente está produciendo en Europa un fenómeno irreversible, que se estima, seguirá agravándose en el próximo futuro, como lo describió y auguró Arturo Pérez-Reverte, ver en Lampadia: Los godos del emperador Valente:

“A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar.

Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Los ‘godos’ seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse.

No hay forma de parar la Historia. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima estación”.

Las consecuencias de esta migración ya están aquí. Alemania recibió a más de 1 millón de refugiados en 2015, lo cual ha generado una inmensa presión interna sobre Angela Merkel, el canciller alemán, a cerrar las fronteras de su país a los nuevos inmigrantes. Incluso antes de los ataques de París (2015), Suecia, que ha recibido a más inmigrantes per cápita que cualquier otro país de la UE) había anunciado un cierre parcial de sus fronteras a nuevos refugiados, aunque sea como una medida temporal. 

Homenaje a las víctimas de los ataques terroristas en París. Fuente: Le Monde

Quizás el caso más reciente es el Brexit, donde la mayoría de la población del Reino Unido votó por separarse de la Unión Europea. Una de las razones principales fue la desconfianza de los ingleses ante la laxitud de los europeos a la hora de aceptar inmigrantes. Cada vez existe un mayor impulso para aumentar el control del Estado en materia de seguridad, además de fomentar un mayor nacionalismo como rechazo a la amenaza de la inmigración, especialmente por miedo a ISIS y cualquier otro ataque terrorista. Ver en Lampadia: Entendamos los factores que impulsan el Brexit.

Y no podemos dejar de mencionar el peligro que acecha al planeta ante la posibilidad de que Donald Trump sea elegido como presidente de EEUU, quien se aprovecha de los miedos de la población para obtener más votos. Múltiples veces ha prometido que, si llega a la Casa Blanca, aumentará las barreras a la immigración. Ver en Lampadia: En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes.

Además, todo esto ha debilitado la presencia de EEUU en el mundo y la imagen de Barack Obama, quien es criticado duramente por su inacción contra los ataques terroristas, especialmente en lo correspondiente a ISIS. Trump mismo lanzó una serie de tuits en los que exigió al presidente Obama que reconozca que la masacre de Orlando se trató de un acto de terrorismo islámico: “¿Va el presidente Obama finalmente a mencionar las palabras terrorismo radical islámico? Si no lo hace debería renunciar”, aseguró en su cuenta de Twitter. 

Fuente: WordPress

El peligro de ISIS es mayor a cualquier amenaza terrorista, es un fenómeno nuevo y más complejo. Se ven como una nación. Como Graeme Wood describió en un artículo del Atlantic, “rechazan la paz por principio; tienen hambre de genocidio; su visión religiosa es totalmente incompatible con cierto tipo de cambios, que incluso podrían garantizar su supervivencia, y se considera a sí mismo un heraldo –y jugador fundamental– del inminente fin del mundo.” Además, usan su control del territorio y recursos para promover esos principios básicos a través de la creación y la difusión de una propaganda con una crueldad nunca antes vista. Al-Qaeda grabó de vez en cuando unas decapitaciones individuales, pero ISIS publica videos de la decapitación de 21 cristianos en una sola sesión.

Todos estos crueles actos han tenido repercusiones en el mundo. Los recientes atentados en Francia y Bélgica, las matanzas en EEUU, el alzamiento de los partidos nacionalistas en varios países o el reciente intento golpe de Estado en Turquía nos deben hacer reflexionar sobre los cambios a los que se enfrentan los ciudadanos de occidente. Evidentemente, el desorden desquiciante del que habla Pérez Reverte, ya está en el día a día.

Las economías occidentales están basadas en la estabilidad política que garantiza un sistema democrático asentado en la protección de las libertades y el fomento de la economía de libre mercado.

¿Qué se está haciendo para superar este proceso de múltiples raíces y consecuencias?

¿Qué se puede hacer?

En algunos momentos de crisis, la humanidad recurrió a grandes conferencias mundiales que lograron movilizar a lo mejor de sus capacidades en personas e instituciones que se abocaron a reflexionar y diseñar algunas soluciones ante los grandes retos que tenían por delante.

Este parece ser un momento que reclama una reacción global, que  permita empecemos a hilvanar una estrategia efectiva para coordinar esfuerzos que contrarresten la amenaza de ISIS, los impactos negativos de la ola migratoria y los peores desarrollos políticos extremistas. Este esfuerzo debería dar tranquilidad y esperanza a los ciudadanos del mundo libre. El vacío actual de planteamientos amplios y sólidos, está permitiendo que se apoyen socialmente las peores respuestas que se multiplican desde el lado de los extremismos nacionalistas y populistas. Creemos que es la hora de convocar a una gran conferencia global por el orden y la paz del mundo. 

Lampadia




Los grandes líderes globales del 2016

Los grandes líderes globales del 2016

La revista Fortune publicó recientemente una diversa e impresionante lista de los 50 líderes más importantes del mundo del 2016; líderes inspiradores, capaces de cambiar el mundo, que no son necesariamente políticos.

Este año, sus nombres van desde el fundador de Amazon, Jeff Bezos, hasta el principal periodista mexicano, Jorge Ramos. Personas de distintos ámbitos como el entrenador de fútbol americano de Alabama, Nick Saban y el dramaturgo Lin-Manuel Miranda, que destacan como líderes en todos los ámbitos de la vida. Además, es interesante e importante notar como casi la mitad de la lista corresponde a mujeres. Este año fueron elegidas 23 líderes mujeres, un gran avance en comparación con 15 del año pasado y 19 del 2014.

¿Cómo se escogen a estas personas? Según el editor jefe de Fortune, Geoff Colvin, todos los candidatos son juzgados por su liderazgo dentro de ámbitos profesionales, industrias o campos de servicio o de gobierno. Para estar en la lista no es suficiente ser brillante, admirable, o incluso poderoso. En general son líderes singulares con una visión que inspira a otros a actuar de la misma manera y que cuentan con una gran cantidad de seguidores para lograr el bien común.

Hay una notable falta de líderes políticos en la lista de este año y una sorprendente cantidad de personas que no son muy conocidas. Fortune explica esto diciendo que “el mundo está lleno de gente de la que nadie nunca ha oído hablar que se dedica a reclutar seguidores para mejorar la vida de las personas en formas que nunca imaginamos. El profesor que dirigió a un grupo que descubrió la crisis de agua en Flint, Michigan; el funcionario del gobierno en Nueva Delhi que arriesgó su carrera para luchar contra la contaminación; el alcalde italiano que le dio la bienvenida a los inmigrantes del Medio Oriente a su pequeña ciudad, mejorando su economía y sus perspectivas a futuro.”

Y es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Ni siquiera el actual presidente de EEUU, Barack Obama, aparece en la lista. Este es un indicio más de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

En Lampadia hemos analizado múltiples veces la falta de liderazgo en el mundo: La caída de nuestros líderes es una tragedia. Acá tomamos algunas conclusiones: primero, tomar nota de la velocidad a la que todo  puede cambiar, ya sea por hechos objetivos o por imágenes y, segundo, el choque entre expectativas y realidades, la intolerancia y exigencia de la sociedad, que no está dispuesta a retroceder o a dejar de avanzar, según sea el caso del país en cuestión (por ejemplo: EEUU o Brasil).

Fortune deja claro esto con una frase: “Ni demagogia, ni proxenetismo, ni el populismo es liderazgo.” El verdadero líder va adelante, dirigiendo el rebaño. Por ejemplo, para desarrollar sus nuevos productos, Steve Jobs, nunca hizo un estudio de mercado (preguntar qué se necesitaba), pues sus innovaciones no estaban en la mente de la gente, sino en la de un líder preclaro. Henry Ford decía: “si yo le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que caballos más rápidos”.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Las personas que nos conducen a través de desastres naturales o crisis locales no están destacando por su liderazgo. Su ausencia casi universal de la lista Fortune es un recordatorio de que en la actualidad, hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular.

Aquí les presentamos las personalidades que ocupan los primeros 10 lugares de la lista de los 50 grandes líderes del mundo:

1. Jeff Bezos

A sus 52 años, el fundador de Amazon fue elegido por la revista Fortune como el más grande líder del año. Él sigue innovando desde hace 20 años. El despliegue de la compañía de comercio electrónico a más negocios ha llevado a que su figura también evolucione.

2. Angela Merkel

La canciller de Alemania ha dominado la política de Europa por una década. Ella es la única líder continental cuyo mandato es anterior a la crisis financiera del 2008 y es ganadora de tres elecciones generales tras competir con un sinnúmero de rivales dentro del partido.

3. Aun San Suu Kyi

Premio Nobel de la paz, ella ha trabajado por años para que Myanmar, la antigua Birmania, transite a la democracia después de más de 50 años de dictadura militar. Ver nuestro análisis al respecto: Myanmar (Birmania) llega a la democracia

4. Papa Francisco

Al igual que Jeff Bezos y Tim Cook, el Papa figura en varias de las listas de Fortune. Este último año ha sido el año de Francisco el diplomático. El primer Papa latinoamericano jugó un papel clave en la negociación de un acuerdo entre los EEUU y Cuba, escribiendo cartas a ambos presidentes, Barack Obama y Raúl Castro, alentando a ambas naciones a encontrar un terreno común, señaló Fortune.

5. Tim Cook

El CEO de Apple cayó cinco posiciones respecto a la lista del 2015. Su posición respecto al pedido del FBi para desbloquear un iPhone fue la que decidió su lugar en la lista de este año.

6. John Legend

Además de vender más de 6 millones de discos, el cantante de 37 años también se distingue por su labor filantrópica. El año pasado lanzó la campaña (sin fines de lucro)  Show Me, orientada a la educación y lideró #FreeAmerica, iniciativa para enfrentar el encarcelamiento masivo.

7. Christiana Figueres

La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático trabaja convenciendo a las naciones a comprometerse con la reducción de emisiones de carbono.

8. Paul Ryan

Este político estadounidense fue compañero de fórmula presidencial de Mitt Romney y juega un influyente rol en ese país como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

9. Ruth Bader Ginsburg

A sus 82 años, la juez de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se convirtió en un icono pop tras defender los derechos de las mujeres y los homosexuales. El meme que la reputaba #RBG ha sido uno de los más compartidos en Estados Unidos.

10. Sheikh Hasina

La primera ministra de Bangladesh, la nación con la cuarta mayor población musulmana del mundo, ha comprometido a su país en asegurar la protección legal para mujeres y ayudar a lograr una mayor educación, libertad financiera y poder político.  

Estos hombres y mujeres están transformando el mundo e inspirando a otros a hacer lo mismo. Sigamos sus buenos ejemplos y busquemos líderes de su altura. (Ver la lista de los 50 líderes en el gráfico inferior). Lampadia

 

 




Desmitificando al ‘Cuco’ del FMI

Desmitificando al ‘Cuco’ del FMI

Comentario de Lampadia

En el Perú estamos a días de la reunión anual del FMI (Fondo Monetario Internacional) y del BM (Banco Mundial), que se desarrollará en Lima, en el complejo del nuevo auditorio del Banco de la Nación, el Museo de la Nación, el Gran Teatro Nacional y la Biblioteca Nacional. Reunión que se llevará a cabo en Latinoamérica después de cincuenta años.

El la historia política global y muy claramente en la peruana, el FMI y el BM han sido una suerte de ‘punching balls’ de las izquierdas anti mercado. Ambas instituciones han sido demonizadas y junto con el llamado ‘Consenso de Washington’, acusadas de haber propiciado programas de ajuste y privatizaciones (que terminaron siendo muy exitosos y explican los buenos años de crecimiento de Latinoamérica, hasta hace pocos años).

La verdad, como explica Ricardo Hausmann en el artículo que presentamos líneas abajo, es lo contrario. Si bien faltan algunas reformas a este tipo de instituciones, como mejorar los pesos de sus miembros en función del mundo de hoy, si han tenido contribuciones muy importantes para la salud económica y social de muchos países,  desde el Reino Unido en los años 70, hasta prácticamente todos los países menos desarrollados como el Perú.

En nuestro caso, el deterioro de nuestra economía que empezó a labrarse en los años 60, nos llevó a que  a principios de los años 80, nos alejáramos de estas instituciones y nos convirtiéramos en un paria internacional. Fue justamente con el apoyo del FMI y del BM, que regresamos al mundo global y que pudiéramos recuperar la economía del país. Ver en Lampadia: Detalles no revelados de cómo se liberalizó la economía en los noventa – Crónica de una Reinserción.

Compartimos a continuación el artículo de Hausmann:

 

No teman al FMI

Por Ricardo Hausmann

Publicado por Project Syndicate el 28 de setiembre 2015

En muchos lugares del mundo, el Fondo Monetario Internacional es la organización a la que todos aman odiar. Según algunos, el FMI es malo para los pobres, las mujeres, la estabilidad económica y el medio ambienteJoseph Stiglitz, cuya influencia es más amplia debido a su premio Nobel, culpa al FMI de causar y luego empeorar las crisis económicas que se le pidió que resolviera. Supuestamente, hace esto para salvar a los capitalistas y a los banqueros, no al ciudadano de a pie. Si bien no es cierta, esta creencia hace enorme daño y limita el bien potencial que el FMI puede hacer.

Para empezar, consideremos la forma en que el mundo enfrenta las crisis de refugiados, como la de Siria, y la forma en que enfrenta las crisis económicas. Como su nombre lo indica, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados no es una institución, sino una persona, quien está a cargo de una “oficina”, no de una organización plenamente dicha. Es esta debilidad la que llevó a la Canciller de Alemania, Angela Merkel, a apremiar a sus socios de la Unión Europea para que respondieran de una manera más coherente al incesante flujo de personas en busca de asilo.

Por el contrario, el sistema para evitar y resolver las crisis financieras está anclado en una institución plenamente constituida: el FMI. Puede que ésta no sea perfecta, pero en comparación con cuestiones como las de los refugiados, los derechos humanos o el ambiente, está a años luz.

Es fácil no comprender bien lo que hace el FMI. La mayor parte de sus esfuerzos están dirigidos a la prevención de crisis. Como lo expresara Franklin D. Roosevelt en 1944, en la Conferencia de Bretton Woods, donde se establecieron el FMI y El Banco Mundial, “Las crisis económicas son fuertemente contagiosas. Por ello, la salud económica de cada país es un tema de preocupación para todos sus vecinos, próximos o distantes”.

Es por esta razón que los 44 países asistentes, y los 188 que hoy día pertenecen al FMI, acordaron que: “Las naciones deben consultar y acordar los cambios monetarios internacionales que afectan entre sí… y deben ayudarse mutuamente para superar las dificultades cambiarias de corto plazo”. A nivel operacional, esto se expresa en las llamadas consultas del Artículo IV. Estas discusiones formales sobre políticas económicas entre el FMI y los gobiernos de los países miembros, que por lo general se realizan anualmente, se redactan, pasan por la revisión de la Junta de Directores Ejecutivos del Fondo (donde están representados los 188 países) y se publican para que cualquiera pueda acceder a ellas en línea. Esto constituye un estándar de vigilancia y de transparencia colectiva al que deberían aspirar las organizaciones que se ocupan de otros temas.

El FMI ha sido instrumental en el desarrollo de las herramientas que los países emplean para medir, evaluar y mejorar su posición macroeconómica en un momento determinado: la política fiscal y monetaria, así como la estabilidad financiera, cambiaria y de precios. Además, ayuda a los países a encontrar mejores maneras de implementar medidas en todos estos aspectos, y procura identificar lecciones amplias provenientes de la experiencia de muchos países que sirvan para iluminar las opciones que cada país en particular pueda tener.

A través del diálogo, así como de la investigación, asesoría, asistencia técnica y capacitación, el FMI ha contribuido a la creación de una comunidad de prácticas a nivel mundial. Hoy día, es más fácil ser presidente de un banco central o ministro de hacienda, que ser ministro de salud o de justicia. Esto no se debe a que los desafíos sean menores, sino a que la comunidad de prácticas a nivel internacional, liderada por FMI, proporciona un apoyo que simplemente no existe en otros ámbitos.  

Las actividades más polémicas del FMI se producen durante los momentos de manejo y resolución de crisis. Los países solicitan la ayuda financiera del FMI cuando están en problemas y han perdido, o temen perder, su acceso a los mercados internacionales. El FMI puede movilizar cientos de miles de millones de dólares de sus países miembros con el fin de darles a los deudores tiempo para recuperarse. Sus recursos eclipsan los montos que la comunidad internacional puede movilizar para otros objetivos, debido a que su dinero se presta y se supone que se debe devolver.

A cambio de su apoyo financiero, el FMI típicamente exige que los países corrijan los desequilibrios que condujeron a sus problemas, no sólo para que puedan repagar su deuda, sino también para su propio bien, para restaurar su solvencia y, por lo tanto, su acceso a los mercados de capital. Pero es muy fácil confundir el dolor causado por la crisis misma con el que causa el remedio.

Sin lugar a dudas, es inevitable que el FMI cometa errores, lo que obedece en parte a que los problemas y las cuestiones que debe enfrentar cambian constantemente, de modo que nunca sabe si el estado actual del conocimiento es adecuado para los nuevos desafíos. Sin embargo, siendo una organización lo suficientemente abierta, puede y debe responder a las críticas.

Ahora, consideremos la alternativa. Un mundo sin el FMI sería muy parecido a lo que hoy es Venezuela. Hugo Chávez pasó a ser el regalón de los detractores del FMIincluso Stiglitz, cuando suspendió las consultas del Artículo IV en 2004. Como consecuencia, los venezolanos perdieron el acceso a la información económica básica que el país tiene la obligación de compartir con el mundo a través del FMI. El quiebre impidió que la comunidad internacional se expresara cuando el país emprendió políticas verdaderamente irresponsables, gastando en 2012 como si el precio del petróleo estuviera a US$197 por barril en lugar de US$107.

Con el colapso del precio del petróleo desde entonces, la economía está cayendo en picada: el PIB se contrae a un ritmo récord, la inflación sobrepasa el 200%, la moneda se ha hundido a menos del 10% de su valor previo, y ha surgido una escasez masiva.

Venezuela ha tratado de financiarse con la ayuda del Banco de Desarrollo de China, el que se abstiene de imponer el tipo de condiciones que desagradan a quienes despotrican contra el FMI. El BDC otorga préstamos en términos secretos, para usos corruptos que no se divulgan, y que incorporan privilegios para empresas chinas en sectores como telecomunicaciones (Huawei), línea blanca (Haier), automóviles (Chery) y la perforación de pozos petrolíferos (ICTV). Los chinos no han exigido que Venezuela haga nada para aumentar la probabilidad de recuperar su solvencia, tan sólo exigen más petróleo como garantía. Sean cuales sean las deficiencias del FMI, en comparación, el BDC es una vergüenza. 

La tragedia es que la mayor parte de los venezolanos (y muchos ciudadanos de otros países) creen que el papel del FMI no es ayudar sino perjudicar. En consecuencia, evitan los recursos masivos y los conocimientos que la comunidad internacional puede ofrecer en un momentos de crisis económica con el fin de disminuir el dolor y acelerar la recuperación. Esto los ha hecho quedar en una situación mucho peor de la que los detractores del FMI pueden llegar a reconocer. L