1

“Alianza del Pacífico está abierta a países promotores del libre comercio”

“Alianza del Pacífico está abierta a países promotores del libre comercio”

Enrique Peña Nieto, presidente constitucional de México

Entrevista de Gestión (17/7/2014, por Rocío Barja Marquina)

Desde México y en entrevista exclusiva a Gestión, el mandatario estimó que en el primer semestre del 2015 se materializarán los acuerdos en materia comercial del bloque, luego de las aprobaciones congresales.

¿Cuál es su opinión sobre el desempeño de la Alianza del Pacífico desde su creación a la fecha?

Hace tres años, Chile, Colombia, Perú y México decidieron establecer un área de integración profunda para complementarnos y proyectarnos hacia otras regiones del mundo, particularmente Asia-Pacífico. Desde entonces, hemos trabajado de manera decidida en este propósito. Hoy, nuestros países son reconocidos como un ejemplo de integración regional pragmática y abierta.

Estamos convencidos de que la integración económica regional constituye uno de los instrumentos esenciales para que América Latina avance hacia un pleno desarrollo económico y social sostenible, promoviendo una mejor calidad de vida para sus pueblos y contribuyendo a resolver los desafíos que aún afectan a la región.

¿Cuáles considera son los principales avances?

El haber alcanzado en febrero, uno de los acuerdos de libre comercio más amplios a nivel mundial, es un esfuerzo sin precedente en América Latina. En la negociación del Acuerdo Comercial de la Alianza del Pacífico, México puso sobre la mesa de negociación todo el universo arancelario, y logramos un acuerdo ambicioso, en el que solo se excluye el azúcar. Este avance solo había ocurrido cuando negociamos el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (Nafta).

¿Para cuándo prevé la entrada en vigencia de la Alianza del Pacífico?

En cuanto a la vigencia de la Alianza del Pacífico, estimamos que el Protocolo Adicional al Acuerdo Marco del bloque entre en vigor durante el primer semestre del 2015, luego de ser aprobado por los congresos de los cuatro países. Con ello, se podrán materializar los acuerdos en materia comercial y traducirse en beneficios palpables para nuestras respectivas sociedades.

¿Cuál cree que es el futuro del bloque a corto y mediano plazo, y qué objetivos debe alcanzar de manera concreta para no quedarse en solo discursos?

La Alianza del Pacífico tiene el claro objetivo de avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Esto lo hemos establecido en el Acuerdo Marco y lo hemos confirmado en avances concretos, como la suscripción del Acuerdo Comercial, que establece la desgravación arancelaria para el 100% del comercio de bienes –92% de manera inmediata y el 8% restante a un plazo máximo de 17 años–; la incorporación de México al MILA la eliminación de visados para turistas y viajeros de negocios; el Acuerdo Interinstitucional de la Alianza del Pacífico para un Programa de Vacaciones y Trabajo; y la oferta de becas para estudiantes e investigadores, entre otros.

En el corto y mediano plazo, seguiremos trabajando para consolidar a la Alianza del Pacífico como una de las regiones más atractivas y competitivas para hacer negocios. El potencial que se genere, con la puesta en marcha del Acuerdo Comercial y la extensa red de tratados de libre comercio con que contamos, deberá incrementar nuestra participación como bloque en las cadenas globales de valor, a fin de ser más competitivos en los mercados internacionales.

¿Habrá una segunda fase de la alianza?

Al concluir una primera etapa de negociación, orientada a temas predominantemente comerciales y económicos, se da paso a una segunda fase, que prioriza el establecimiento de instrumentos de vinculación de los Estados observadores y otros de integración regional, así como la adhesión de nuevos miembros y la incorporación de nuevos temas, como minería y educación.

Asimismo, los trabajos de la alianza continúan avanzando en temas de cooperación, facilitación migratoria, pequeñas y medianas empresas, mejora regulatoria, propiedad intelectual, innovación y transparencia fiscal.

Además de generar proyectos en materia agropecuaria y de medicamentos, y evaluar la creación de un fondo para el desarrollo de infraestructura.

Una de las características de la alianza es que los países que la integran están comprometidos con la apertura comercial de sus naciones. En ese sentido, ¿está Ud. de acuerdo con la posibilidad de incorporar a los países del Mercosur, especialmente a Brasil y Argentina al bloque?

Los países miembros –Chile, Colombia, Perú y México– queremos hacer realidad el ideal de integrar más a América Latina y hacerla más competitiva, productiva y próspera, para mejorar la calidad de vida de nuestras poblaciones.

Al respecto, la Alianza del Pacífico ha mostrado, en todo momento, ser un mecanismo abierto e incluyente que busca incorporar a países con visiones afines al desarrollo y promotores del libre comercio como motor de crecimiento. Aquellos que estén interesados en adherirse a los instrumentos de la Alianza del Pacífico, y compartan los principios y valores de esta iniciativa, tienen posibilidad de integrarse a ella.

¿Y qué naciones que compartan estos principios están en lista para adherirse al bloque?

Hasta el momento, solo Costa Rica, Guatemala y Panamá han expresado interés de adhesión a esta iniciativa de integración.

Asimismo, los países del Mercosur son importantes socios comerciales de los miembros de la Alianza del Pacífico, lo que nos impulsa a tener una relación cercana. Durante la pasada cumbre de Punta Mita, los presidentes de los cuatro países integrantes del bloque ratificamos la vocación del mecanismo como un proceso abierto, incluyente y dinámico. Asimismo, acordamos explorar nuevos espacios de colaboración.

Esto significa que …

Lo anterior nos impulsa a buscar coincidencias en el marco de los cuatro pilares de la alianza. Esto nos brinda un amplio espectro de áreas y temas para el desarrollo de modalidades de colaboración con los países del Mercosur, no solamente enfocarnos en la libre circulación de bienes.

¿Comparte la postura del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en el sentido de que es mejor consolidar la alianza antes de incluir a nuevos miembros?

En la medida en que la Alianza del Pacífico se fortalezca, podrá ofrecer más beneficios a futuros miembros. Por ello, estamos trabajando para que los instrumentos jurídicos en los que se fundamenta el bloque entren en vigor en los países miembros. Ello nos permitirá construir este proceso de integración sobre cimientos aún más sólidos.

Lo importante es que quienes integramos la alianza y quienes eventualmente se sumen a este mecanismo, mantengamos el firme compromiso de lograr una integración regional que permita enfrentar los retos de la economía internacional. Mientras esto ocurre, estamos llevando a cabo trabajos de relacionamiento externo. En ellos definimos áreas y modalidades de trabajo con Estados observadores y subrayamos nuestra voluntad por seguir avanzando juntos en el desarrollo de programas concretos, en el marco de los cuatro pilares de la alianza.

Presidentes de México y Perú firman hoy Acuerdo de Asociación Estratégica

Para el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el Perú es una nación hermana con la que su país comparte historia y lazos desde hace más de cinco siglos.

“La relación entre el Perú y México se ha ido consolidando hasta poseer, hoy en día, 12 instrumentos jurídicos en distintas materias”, señaló.

Detalló que de este total, destacan el Acuerdo de Integración Comercial, firmado en el 2011, que va más allá de un Tratado de Libre Comercio (TLC), ya que establece compromisos y beneficios en los rubros de comercio de bienes, servicios y capitales, protección de inversiones, mecanismos de solución de controversias y asuntos institucionales.

En el marco de la visita del presidente de la República del Perú, Ollanta Humala a México, indicó que ambos países refrendan su voluntad de mantener un diálogo político abierto y de confianza al más alto nivel, y esperan que ello favorezca el diseño de nuevos esquemas de colaboración en los distintos sectores.

Peña Nieto adelantó que durante la visita del presidente Humala hoy a México, ambos países suscribirán un Acuerdo de Asociación Estratégica, que considera los ámbitos político, económico-comercial, cultural y de cooperación. La firma de este acuerdo permitirá converger posturas en foros regionales y multilaterales, dinamizar los flujos comerciales y de inversión, así como consolidar la cooperación bilateral en diversas ramas.

“Estoy seguro de que el Perú y México continuarán construyendo una relación más sólida en la construcción de una región latinoamericana más fuerte”, dijo.




Piñera critica reformas económicas de Bachelet

Piñera critica reformas económicas de Bachelet

Y ADVIERTE SOBRE DECLIVE ECONÓMICO EXPRESIDENTE CONSIDERA QUE “VAN EN CONTRA DE LA FILOSOFÍA DE LA LIBERTAD”

(Expreso, 09 de Julio del 2014)

MADRID.-

El expresidente de Chile Sebastián Piñera criticó ayer las reformas anunciadas por su sucesora, la presidenta Michelle Bachelet, por considerar que pueden frenar el crecimiento económico, la creación de empleo y retrasar la lucha contra la pobreza en el país.

Piñeira intervino en un debate sobre el futuro de Chile, dentro del VII Foro Atlántico, que se celebra en la Casa América de Madrid bajo el lema “La consolidación económica e institucional de Iberoamérica: retos y desafíos”, en el que participaron políticos e intelectuales, como los escritores Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards o el exministro chileno Cristián Larrouler.

El expresidente considera que las reformas del gobierno de Bachelet “van en contra de la filosofía de la libertad”.

“Las ideas de la libertad dan buenos resultados”, dijo al destacar que los cuatro países que más crecieron en América Latina son los que integran la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y los que menos los dos del Mercosur, como Argentina y Brasil.

Al presentar la mesa redonda sobre Chile, Vargas Llosa destacó que “es el país que ha avanzado más rápidamente en América Latina hacia la modernidad” y con mayor reducción de la pobreza, alcanzando una “transformación extraordinaria”. 

Chile es un “caso de país exitoso, próspero» y con el margen de libertad es el más amplio, añadió el escritor y Premio Nobel de Literatura.

En el VII Foro Atlántico tendrá lugar otra mesa redonda bajo el título «América Latina, entre la Dictadura y la Democracia”, en la que participará la bloguera cubana Yoani Sánchez y está previsto que se proyecte un vídeo con un mensaje de la opositora venezolana María Corina Machado.

Se confunde lo estatal con lo público

Al abordar las protestas estudiantiles registradas durante su mandato, Piñera achacó ese malestar a que se confunde lo estatal con lo público, al indicar que el Estado debe garantizar la educación pero no puede monopolizarla.

Para Piñera, la mejor forma de garantizar la libertad es la democracia y la economía de mercado garantiza a su vez garantiza la libertad económica.

Durante los cuatro años de su mandato dijo que se crearon un millón de empleos, la renta per cápita en Chile pasó de una media de 15,000 dólares a 20,000 dólares “la mayor de América Latina”, el crecimiento económico del 3% al 5.3%.

En ese contexto, alegó que en los tres primeros meses del gobierno de Bachelet, el crecimiento económico “ha caído a la mitad” y se han perdido 60,000 empleos.




Chile hace peligrar Alianza del Pacífico

Chile hace peligrar Alianza del Pacífico

La Alianza del Pacífico es una iniciativa de integración regional, que fue promovida por el Estado peruano y que está conformada por cuatro países: Chile, Colombia, México y Perú. Estos se caracterizan por tener las mismas políticas macroeconómicas, haber negociado tratados de libre comercio (TLC) con economías desarrolladas, mantener TLC entre sí, y mirar al Asia-Pacífico. Además, 24 países de América Latina, Europa, Asia y Oceanía se encuentran en calidad de observadores del acuerdo, y Costa Rica y Panamá se encuentran en pleno proceso de incorporación. De esta forma, la Alianza del Pacífico constituye una plataforma de integración económica y comercial que se proyecta al mundo.

Es decir, estos países comparten una misma visión sobre cómo llegar al desarrollo y se encuentran enfocados en conseguirlo promoviendo el crecimiento de sus economías mediante la inversión privada, sin descartar la presencia de estados sólidos. Por eso llama la atención que Chile, con el nuevo gobierno de Bachelet, pretenda abrirle las puertas de la Alianza del Pacífico a Argentina y Brasil. Dos países que tienen una posición absolutamente contraria a la visión de los miembros de la alianza.

En América Latina existen otras iniciativas, más políticas que comerciales, que son cerradas a la globalización. Ejemplos de estos acuerdos son el ALBA, Unasur, Aladi o Mercosur, este último integrado por Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay y Paraguay. En efecto, en Lampadia ya hemos comentado que, a diferencia de la Alianza del Pacífico, el Mercosur constituye básicamente un bloque que defiende posturas políticas y se halla poco interesado en profundizar una agenda comercial de apertura al mundo (Ver: Medias verdades y grandes mentiras).

Por ello, la posible entrada de Brasil y Argentina a la Alianza del Pacífico desnaturalizaría a este bloque económico. Es imposible que la alianza avance “a dos ritmos”, como lo ha planteado Heraldo Muñoz, ministro de Relaciones Exteriores de Chile. Tanto Brasil como Argentina, que son los que lideran el bloque del Mercosur, han dado varias señales en los últimos años de su poca apertura comercial, al proteger sistemáticamente sus mercados para apuntalar sus industrias con medidas que han sido reclamadas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por el contrario, los países que conformamos la alianza tenemos las economías más abiertas de la región, y mantenemos políticas económicas que promueven el mercado y la inversión privada.

La semana pasada, José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores de México, lanzó un claro mensaje a Brasil al recordarle que la Alianza del Pacíficono es un foro político sino pragmático. Con ello, queda claro que México no dejará que Brasil, cuya agenda se basa en el distanciamiento de EEUU y el proteccionismo, tome eventualmente las riendas de la alianza. Si bien el realismo político nos obliga a mantener una política de buena vecindad con todos, debemos tener claro qué políticas (y socios) son los que nos llevan al desarrollo.

En la actualidad, la Alianza del Pacífico es considerada la octava economía mundial y representa la séptima potencia exportadora del orbe, se estima que en el 2018 se constituirá en el tercer bloque económico del planeta, solo superado por los países que integran el acuerdo Asia-Pacífico (Asean) y los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Por ello, Juan Manuel Santos, recientemente reelegido Presidente de Colombia, ha descrito al bloque como el nuevo “motor del desarrollo y la prosperidad”. A pesar de esto, en nuestro país, la izquierda ha intentado, permanentemente, bajarle la llanta a este acuerdo comercial.

La Alianza del Pacífico construye un orden económico y social en el que la libre iniciativa florece y los países integrantes avanzan hacia el desarrollo. Y cuando eso pasa, todas las aventuras estatistas, como las bolivarianas, quedan descartadas. Como dice Andrés Oppenheimer,en un momento en el que los inversores mundiales desconfían de los mercados emergentes, lo que más le convendría a Chile [y a Perú y a los otros miembros de la Alianza] sería promover la imagen de la Alianza del Pacífico como el dream team de las economías estrellas de Latinoamérica”.




Disputa pacífica de Chile y Perú

Disputa pacífica de Chile y Perú

Traducimos aquí el artículo aparecido en The Economist sobre el fallo de La Haya que pone fin al diferendo marítimo entre Perú y Chile. A Lampadia le parece relevante difundirlo por la neutralidad y desapasionamiento con que trata este episodio.

El 27 de enero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictó sentencia en un caso presentado en el 2008 por Perú, el cual reclamaba alrededor de 38.000 kilómetros cuadrados de Océano Pacífico. Las horas previas a la sentencia, peruanos y chilenos estuvieron paralizados. En un fallo que parecía arbitrario, pero ampliamente justo, el tribunal permitió a ambas partes reclamar la victoria.

La disputa se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1883), un conflicto por el control de la industria salitrera en el desierto de Atacama, en el que Chile derrotó a Perú y Bolivia, y se anexó la provincia costera de Antafogasta (Bolivia) y las provincias peruanas de Tacna, Arica y Tarapacá. Chile tenía que organizar un plebiscito después de diez años en los que las poblaciones de Tacna y Arica decidirían qué país querían pertenecer. No pudo hacerlo, así que con la mediación estadounidense, en 1929 se adjudicó Tacna al Perú y Arica a Chile, fijándose la frontera terrestre entre los dos países. En la década de 1980, los diplomáticos de Perú comenzaron a argumentar que mientras que la frontera terrestre se resolvió, la frontera marítima no lo estaba. En virtud de la Declaración de Santiago de 1952, Chile, Ecuador y Perú acordaron límites marítimos nocionales de 200 millas. El acuerdo estaba dirigido, principalmente, a intimidar a los foráneos, en especial a la flota ballenera de Aristóteles Onassis. La frontera de facto corrió hacia el oeste de la frontera terrestre. Desde la costa forma un codo en la frontera, desbalanceando el noroeste de Perú, este límite era favorable a Chile. Perú pidió a la corte tres cosas: fijar un nuevo límite que corriera equidistante entre las costas de los dos países; que la frontera debe comenzar en Punta Concordia, donde la frontera terrestre golpea el mar, y no en el hito No 1, 250 metros al norte, y que se le confirme un “triángulo exterior ” de 29.000 kilómetros cuadrados que se ubica a más de 200 kilómetros al oeste de Chile, pero a menos de 200 millas de la costa de Perú.

La Corte Internacional de Justicia aceptó el argumento de Chile de que la Declaración de Santiago y las convenciones posteriores eran un acuerdo tácito sobre la frontera marítima, pero sólo durante las primeras 80 millas náuticas. (También aceptó que la frontera se inicia en Hito 1, como Chile afirma). Posteriormente, se aceptó la alegación del Perú, y dibujó un nuevo límite trazado ampliamente hacia el sur-oeste. Chile se aferró a sus aguas costeras, que contienen la mayor parte de los peces en la zona en disputa. Pero Perú ha ganado unos 21.000 kilómetros cuadrados de los 38.000 que disputaba, más el triángulo externo. Algunos peruanos se sintieron decepcionados con que la Corte Internacional de Justicia no aceptara la reclamación en su totalidad. Sin embargo, la ganancia más importante del país es más bien simbólica: por primera vez han ganado una batalla a Chile, y lo han hecho por la vía pacífica, legal y por medio de la diplomacia profesional. El hecho de que la sentencia sea menos mala de lo que muchos chilenos temían, a su vez debería hacer más fácil para el gobierno de Chile implementar el nuevo marco rápidamente.

El tribunal conminó a los dos países para fijar los límites exactos. A Perú le preocupa de que, como en el pasado, Chile arrastre los pies en la ejecución del fallo. En cambio, Chile insiste en que lo hará. Ahora ambos países deben seguir adelante. Los peruanos han considerado durante mucho tiempo a los chilenos como abusivos y arrogantes, mientras que los chilenos han visto peruanos como perpetuos revanchistas. Con suerte, las relaciones entre los dos países, que ya han mejorado en las últimas dos décadas, deben mejorar todavía más. Perú y Chile son socios en la Alianza del Pacífico, un bloque de libre comercio de los países de América Latina, el comercio y la inversión entre ambos ha aumentado. “El fin de la disputa”, dijo el presidente de Perú, Ollanta Humala, “nos permitirá comenzar una nueva etapa en nuestras relaciones con Chile”, de la cooperación y la amistad. Finalmente superar el legado de una guerra del siglo XIX es un premio para los dos países.




Recientes avances en la relación con China

Recientes avances en la relación con China

La economía China ya representa en la actualidad el 15% de la producción mundial y de acuerdo a la OECD, en el 2016 superará a EEUU como la primera economía del planeta, al ajustar el producto por diferencia de precios. Desde su adhesión la OMC en el 2001, China ha acelerado su proceso de apertura económica convirtiéndose en el nuevo motor de la economía mundial. En la actualidad este país es el principal socio comercial de Brasil, Chile y Perú, y el segundo de Argentina y Colombia. Como ya señalan algunas voces, todo indica que en el futuro la relación entre Latinoamérica y China, en especial para el Perú, no será solo importante, sino vital.

Aunque no ha tenido mucho rebote en la prensa local, el último trimestre del año ha sido muy productivo para avance de nuestra relación comercial con China. En octubre, el presidente Humala anunció que el Perú buscará potenciar su presencia comercial en el Asia, para lo cual se instalarán dos almacenes, en Indonesia y China, que funcionarán como centro de distribución de nuestros productos. El Perú viene negociando un acuerdo comercial con Indonesia, y este país representa un punto focal hacia el sudeste asiático, por su cercanía con Japón y Corea del Sur. En el caso de China, el importante tamaño de su mercado permitirá ampliar la base de empresas exportadoras, principalmente medianas y pequeñas. 

Asimismo, a finales de noviembre el Ministro de Agricultura, Milton Von Hesse, anunció que el Perú contará desde el próximo año con un agregado comercial especializado en temas agrícolas en China, y su ámbito de trabajo incluirá los mercados de Corea y Japón. En esos mismos días el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) envió una misión técnica a Beijing para promover la entrada de la palta Hass, exponer el sistema sanitario peruano en frutas y vegetales y resolver la entrada de cítricos al mercado chino.

Por otro lado, el 27 de noviembre se llevó a cabo en Costa Rica la VII Cumbre empresarial China – América Latina y el Caribe, en la cual las cámaras de comercio de Chile, Colombia, México y Perú firmaron un acuerdo para crear la Unión Intracameral China-Alianza del Pacífico (UICAP), que buscará generar mecanismos de cooperación “para promover y articular una mayor movilidad de bienes, servicios, personas y capitales entre China y los países que integran la Alianza del Pacífico”. La idea es que la UICAP sirva como una plataforma para trabajar agendas conjuntas, proyectos y políticas para fortalecer el intercambio comercial y el flujo de inversiones. Igualmente, el 9 de diciembre se realizó en Beijing el “Foro de Inversión Alianza Pacífico”, mediante el cual embajadores y representantes de Perú, Colombia, Chile y México pudieron exponer las enormes oportunidades de inversión en proyectos agrícolas, energéticos e infraestructuras.

¿Qué demanda China de la Alianza del Pacífico? Con una población de 209 millones de habitantes, La Alianza ya representan la octava economía a nivel mundial, realizando más del 50% del comercio de la región con el resto del mundo. Además, representa el potencial acceso a un mercado de 3 mil millones de personas, mediante el aprovechamiento de los acuerdos comerciales que los miembros han firmado con más de 60 países del orbe. China, a pesar de sus enormes números, no lo tiene todo, y no demanda solo recursos naturales, como comúnmente se piensa. En China, más de un millón de hogares califican como “hogares adinerados”, que poseen más de US$ 100 millones en activos, y los cuales demandan productos de alto valor, como lana de alpaca, cacao, o productos gastronómicos sofisticados. Pero también China ofrece una enorme oportunidad para la exportación de servicios. Así por ejemplo, la gran expansión urbanística que viene experimentando el gigante asiático ha motivado que Chile haya empezado a exportar arquitectos y servicios relacionados. Costa Rica exporta a China piezas de cómputo, software y servicios relacionados. 

El Presidente de la Cámara de Comercio Peruano-China, José Tam, explicó en el Foro de SinoLATAM “Creciendo con China” realizado en la Universidad del Pacífico que Perú tiene mucho que ganar de una estrategia comercial inteligente con China. Así, Tam remarcó que el Perú debería apuntar a conquistar las ciudades chinas que tienen en promedio un millón de habitantes, debido a que son más fáciles de abastecer. En palabras de Tam, en China “todo está por descubrirse”.

Pero el Perú puede ganar aun mucho más de su relación con China. Recordemos que este país invierte el 8.5% de su PBI en infraestructura, mientras que el Perú solo el 2.3%. Además, China cuenta con la red de ferrocarriles de alta velocidad más extensa del mundo (aproximadamente 12 mil km para el año 2012) y el segundo sistema de carreteras más grande del mundo. Es el primer productor de energía hidroeléctrica y en el año 2015 planea lanzar 56 nuevos aeropuertos, expandir 91 y reubicar 16. Al mismo tiempo, Perú tiene una brecha de infraestructura de cerca de US$ 88 mil millones, reservas que China se tarda solo 3 meses en acumular. Es decir, una alianza con China para cerrar nuestra enorme brecha de infraestructura en 10 años les representaría a los asiáticos solo “9 días de trabajo”. 

Es hora de ser más agresivos para estrechar nuestros lazos con China, y más creativos para el diseño de políticas de cooperación mutua. Los chinos cuentan con el expertise y los recursos donde se encuentran nuestras brechas.   




Alianza del Pacífico: El gigante de Latinoamérica

Alianza del Pacífico: El gigante de Latinoamérica

Las declaraciones de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), acerca de que los países de la Alianza del Pacífico (Perú, Chile, Colombia y México) lideraran el crecimiento en América Latina confirman una constante de nuestro proceso político, económico y social: mientras algunos dentro del país se dedican a bajarle la llanta y a lanzar piedras en contra de este acuerdo comercial que fortalece nuestro modelo económico, desde afuera, solo nos llegan elogios y reconocimientos. Los detractores de la Alianza del Pacífico (AP) le han inventado todo tipo de fantasmas: desde que es una conspiración de Estados Unidos hasta que este acuerdo económico busca debilitar Unasur, Mercosur y el Pacto Andino. Sin embargo, las cifras y los resultados nos van indicando que una cosa es la integración política, los discursos ideológicos, y otra diferente la integración económica.

Lagarde, una de las más altas autoridades en el ámbito económico mundial, ha precisado que se espera un crecimiento para Latinoamérica de 3.1% el próximo año (para el 2013 el crecimiento sería de solo 2.7%), que estará liderado nuevamente por los países de la Alianza del Pacífico. Según las estimaciones del FMI para el 2014, Perú, Chile, Colombia y México, crecerán 5.7%, 4.5%, 4.2% y 3%, respectivamente. Es decir, el Perú liderará a los líderes.

Pero eso no es todo. Según las proyecciones del FMI, el PBI de la Alianza del Pacífico tendrá un avance de 34.6% en los próximos 5 años. En el 2018 se constituirá en el tercer bloque económico del planeta, solo superado por los países que integran el acuerdo Asia- Pacífico (Asean) y los llamados  Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Hoy la AP representa la sexta economía del mundo por encima de Rusia y Brasil y para el 2018 será la quinta por encima de la propia Alemania. ¿Cómo entender, pues, las críticas de algunos contra la Alianza del Pacífico? ¿Cómo negarle al país la posibilidad de integrar el bloque económico que ya es el nuevo gigante de Latinoamérica? A veces la ideología enceguece tanto que se puede ir contra los intereses nacionales.

La Alianza del Pacifico acumula tantas buenas noticias que, en ocasiones, olvidamos resaltar hechos de enorme trascendencia. Por ejemplo, el 2 de noviembre pasado se admitió, nada más y nada menos, que a Alemania, Italia Holanda, Reino Unido y Suiza como nuevas naciones observadores del mecanismo de integración. Vale anotar que, en calidad de observadores, también están Uruguay, Canadá, Guatemala, Panamá, Paraguay, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, República Dominicana, España, Francia, Portugal, Turquía, Japón, China, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.

La oposición en contra de Alianza del Pacífico de las minorías radicalizadas del Perú nace del prejuicio ideológico y de la negación de la economía de mercado que, en la última década, ha reducido la pobreza y la desigualdad sin precedentes en la historia. Estos sectores saben que la AP construye un orden económico y social en el que la libre iniciativa florece y los países integrantes avanzan hacia el desarrollo. Y cuando eso pasa, todas las aventuras estatistas y bolivarianas están descartadas.




Alianza del Pacífico derrotará pobreza con más rapidez

Alianza del Pacífico derrotará pobreza con más rapidez

Durante la presentación de la Alianza del Pacífico en Nueva York, los presidentes Sebastián Piñera de Chile, Juan Manuel Santos de Colombia, Ollanta Humala del Perú, e Ildefonso Guajardo, ministro de Economía de México, resaltaron la convergencia de políticas de desarrollo de los miembros de la alianza, su compromiso político por fortalecerla y las ventajas de la unión para acelerar y profundizar el crecimiento y el desarrollo de sus sociedades.

El Presidente Humala aceptó la posibilidad de que el Perú le venda gas a Chile, siempre y cuando el país sureño pague un buen precio, se busque un mayor valor agregado y se cubran previamente las necesidades del país. Esto fue ante la pregunta del moderador. El Presidente supo manejar la situación con buena cintura.

La reunión se desarrolló ante decenas de empresarios estadounidenses y fue moderada por Moisés Naím del Fondo Carnegie para la Paz. Los mandatarios hablaron de la necesidad de integrar sus infraestructuras, energía, transporte aéreo y la homogenización de los servicios aduaneros y la acreditación de empresas.

En la reunión ante los inversionistas estadounidenses quedó absolutamente claro que, en América Latina, existen dos tipos de integración: aquella que prioriza la unidad ideológica y política (Unasur, Mercosur y Celac) y la que prioriza la integración económica y social, tal como sucede con los países integrantes de la Alianza del Pacífico. El presidente Piñera se encargó de poner los puntos sobre las íes sobre el tema y la firmeza de sus criterios, se entendió como una respuesta a las recientes declaraciones de Rafael Correa, presidente de Ecuador, quien fustigó duramente a los países que integran a la alianza. Piñera precisó que los países de la Alianza del Pacífico no estaban en contra de nadie y que el proceso de integración de Perú, Chile, Colombia y México no debería “entenderse como una guerra dentro Latinoamérica”.

El Mandatario colombiano elevó el tono de la polémica y sostuvo que Correa “tiene razón en diferenciar las formas de manejar la economía” y que esto supone una competencia sana para ver qué propuesta tiene más éxitos en derrotar la pobreza y el hambre. Con objeto de ilustrar a los peruanos sobre la trascendencia del mencionado evento en Nueva York, aquí reproducimos el video completo de la presentación de los jefes de estado de la Alianza del Pacífico




La izquierda sin caretas

La izquierda sin caretas

No a la Alianza del Pacífico, no a la Constitución del 93, no al modelo económico, no a Castilla. Sin caretas, la izquierda ataca nuestro proceso de desarrollo por aire, mar y tierra. El menor crecimiento económico por la caída de la confianza ciudadana y el descenso de la popularidad presidencial han reavivado las ambiciones políticas de la izquierda agrupada FRENAIZ, que insisten en un cambio de modelo económico, en el relevo de Miguel Castilla y la alucinación de que dirigentes izquierdistas retornen al régimen que critican desde el día en que fueron licenciados. Sin temor a equivocarnos, se puede afirmar, que buscan un cambio de timón gubernamental, porque creen que el gobierno de Humala es “un espacio en disputa”.

Para alcanzar sus objetivos se le imputa a Castilla la responsabilidad del menor crecimiento no obstante que todas las encuestas nos indican que la desaceleración se explica fundamentalmente por una dramática caída de la confianza.Lo acusan de la disminución del canon, pero sabemos que la causa está en la reducción de los precios de los metales.

La izquierda se ha propuesto magnificar todos los problemas y escalarlos a niveles de crisis. Aquí en el Perú al menor crecimiento quieren llamarle crisis. Y, a pesar de que Estados Unidos se recupera, Europa se estabiliza y China se ajusta convenientemente, siguen hablando de crisis y nos pintan un apocalipsis, porque explotamos nuestros recursos naturales. Confunden la estructura de las exportaciones con la participación de los sectores primarios en el PBI. Nos dicen que exportamos piedras pese a que nuestra industria ha crecido siete veces, las exportaciones no tradicionales se han multiplicado en más de 200% en la última década y como dice Richard Webb, la economía peruana se está diversificando a todo galope. Los argumentos económicos no importan, juegan con las fotos y esconden las películas, los procesos de avance del país. Solo vale la ideología y la búsqueda del poder.

Exigen la renuncia del Ministro Castilla. Alucinan a Félix Jiménez, con el mamotreto de la Gran Transformación, sentado en el despacho, pero el Perú ya no es la ficción con la que construyen sus ilusiones. Exigen el cambio de la Constitución, porque saben que el modelo constitucional ha desterrado al estado empresario y representa el marco jurídico sobre la cual ha prosperado la economía de mercado, permitiéndonos reducir la pobreza y la desigualdad sin precedentes en la historia.

Asimismo enfilan contra la Alianza del Pacífico contraponiéndola con la CAN, el Mercosur, Unasur y CELA, porque  en esta alianza se reúnen México, Colombia, Chile y Perú, las cuatro naciones con más apertura comercial, crecimiento y desarrollo, pero también con mayor estabilidad democrática a diferencia de los países bolivarianos, donde unos dictadorzuelos se han apoderado de sus respectivas sociedades en medio de colas, desabastecimiento y carencias de hasta  papel higiénico.

A la izquierda no le interesa el Perú. Solo vale la ideología y el interés partidario. Pero el problema histórico para ella es que el modelo que propone ya fracasó en el país en toda su magnitud entre los 60 y 80s, cuando el 60% de los peruanos se empobreció y Sendero Luminoso llegó a controlar un tercera parte del territorio.Tampoco aprenden de las experiencias de otros, ni de las buenas, ni de las malas. Como dice Fernando de Szyszlo, falta amor por el Perú.




“La Alianza del Pacífico es la que tiene más cohesión”

“La Alianza del Pacífico es la que tiene más cohesión”

Después de casi tres años de formada, la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia, Chile y México) toma fuerza, se convierte en una promesa concreta  y  otros países buscan montarse  en el bus de la esperanza. El  mandatario  colombiano, Juan Manuel  Santos, habló con El Comercio sobre este organismo y lo que será su gestión  en el próximo año en que su país ejercerá la presidencia.

— Usted ha calificado esta  alianza como la más importante de la región. ¿A qué se debe esta afirmación?

Yo participé muchísimo en el proceso de integración de la CAN (Comunidad Andina). Fui ministro de Comercio Exterior y de Hacienda, he estudiado todos los procesos de integración que ha ensayado América Latina. Creo que este es el que tiene  más cohesión, más futuro y donde en apenas dos años y medio se ha avanzado mucho más de lo que se avanzó en otros  acuerdos, en 10, 20 o 30 años.  Aquí hay una comunidad de intereses, son economías que están todas con un crecimiento relativamente alto, nuestro promedio es más alto que el promedio latinoamericano. Compartimos visiones, formas  de enfocar nuestro desarrollo. Todo eso nos hace más propicios a lograr una integración más profunda y más exitosa.

— Colombia va a asumir la presidencia pro témpore. ¿Cuáles van a ser las acciones que tomarán?

Hemos avanzado muchísimo en estos dos años y medio. Tenemos acuerdos comerciales y lo que avancemos hoy va a ser muy importante porque estamos progresando en lo más difícil, en temas en que los países generalmente se estancan. Pero no solamente es la parte comercial, es la parte de inversión. Ya las bolsas están integradas. Hay medidas que están liberando todas las inversiones financieras. En la parte de tránsito de personas se eliminan visas. No es que nos estemos quedando en la retórica, estamos ya actuando en cosas concretas, y lo que creemos es que esto es una integración que va mucho más allá de lo que es un acuerdo de libre comercio, porque con todos los países de la alianza tenemos acuerdos bilaterales.

— Pese a estos acuerdos, existen muchas barreras arancelarias. ¿Este será uno de los principales propósitos en el período que liderará Colombia?

 Será uno de los propósitos, pero queremos ir más allá que un simple acuerdo de libre comercio. Las barreras arancelarias tienen que ver exclusivamente con el comercio, pero hay barreras de otros tipos: fitosanitarias, a la

prestación de servicios, al movimiento de capitales, a las cadenas productivas. Entonces queremos ser prácticos y con ese frente pragmático realizar avances que tengan impacto. Por ejemplo, una cosa que es marginal pero muy significativa: las embajadas compartidas, los cuatro países representados en uno donde no teníamos presencia. Aspectos de esa naturaleza son prácticos pero que tienen un gran contenido.

— Hay sectores descontentos con la Alianza del Pacífico, entre ellos el agrario que se manifiesta gravemente afectado…

Siempre hay sectores que no les gusta ningún tipo de competencia. Eso es una constante en cualquier acuerdo comercial. Por ejemplo el azúcar. En el caso colombiano somos los más productivos en el mundo. ¿Entonces cuál es el miedo a abrir el mercado de azúcar si nosotros estamos exportando al Perú, a Chile, y podemos exportar a México? ¿Por qué los azucareros van a decir que no quieren que abramos los mercados en la alianza? Muchas veces es puro temor al cambio y a la competencia. Aquí no estamos haciendo nada irresponsable.

— Dentro de la alianza, el Perú y Chile llevan una ventaja en el comercio con Asia. ¿Existe algún mecanismo que permita que los TLC existentes con  estos países sirvan de plataforma para los otros miembros?

Para Colombia es un desafío reducir esa brecha que tenemos con el Perú y Chile en su comercio con Asia. Nosotros quisiéramos más comercio con Asia, por eso estamos negociando tratados de libre comercio con Corea y Japón. Eso nos va a permitir incrementar nuestro comercio.

— Si bien la Alianza del Pacífico es potencialmente económica, también es política. Comparten similares sistemas democráticos y miradas económicas ¿Qué sucede con países como Ecuador?

Nosotros no somos un grupo excluyente. Hay una serie de condiciones mínimas, pero yo no le veo a Ecuador ningún tipo de diferencia fundamental que diga que no puede ser miembro de la alianza. Ecuador sería más que bienvenido si quiere ingresar. Lo que pasa es que no ha querido, aunque ya está pidiendo estatus de observador. Qué mejor que tener a Ecuador dentro de esta alianza. Ojalá se interese porque además es un socio natural y está en la mitad de Colombia, el Perú y Chile.

— La oposición venezolana sigue reclamando que no se ha cumplido lo que pactaron los presidente de Unasur en Lima, el pasado abril, e insiste en que los mandatarios deben volver

a reunirse. ¿Usted estaría de acuerdo en esta petición?

Hay que ver realmente qué se pretendería con esa nueva reunión. A nosotros lo que más nos interesa es que en Venezuela se distensione el ambiente y pueda haber algún tipo de diálogo. El país que más sufre con cualquier problema en Venezuela es Colombia, y por eso nos interesa que la situación en Venezuela se normalice. Estamos más que dispuestos a ayudar si es que ellos así lo solicitan. Colombia estará lista a ayudar cuando sea requerido.-

(Publicado por El Comercio, 24 de mayo, 2013)