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La otra agricultura

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 12 de julio de 2019
Para Lampadia

Simplificando en extremo las cosas, se podría decir que nuestro país tiene dos agriculturas. Una es la agricultura tecnificada de la Costa. Aquella que está focalizada principalmente en la producción y exportación de frutas y hortalizas. Aquella que empezó con el espárrago, pero que continuó con las uvas, paltas, mandarinas, y otras frutas. El arándano constituye un éxito muy reciente. El hecho es que en pocos años nos hemos convertido en una potencia mundial en este rubro.

Pero nuestro país tiene otra agricultura. La de siempre. La que – dicho sea de paso – ocupa la mayor extensión e involucra a la mayor cantidad de peruanos. Me refiero a la agricultura tradicional. La de la Costa donde predominan el arroz, caña de azúcar, maíz, algodón, y una variada gama de cultivos de panllevar. La agricultura de la Sierra donde predominan las pasturas – es decir, la ganadería – y cultivos como la papa, cereales, y hortalizas. Y la de la Selva con el café a la cabeza. Pero donde también destacan el cacao, arroz, maíz, y una gran variedad de frutas tropicales. La Selva – por cierto – también tiene vocación ganadera y forestal.

A lo que quiero llegar es que – en términos generales – la agricultura frutícola y hortícola de la Costa está bien, y la otra está mal. Las empresas agroexportadoras generan rentas, tributos, exportaciones, empleo formal y bienestar social. Mientras que la otra genera pérdidas, pobreza, informalidad, migraciones, y todo lo demás. La pregunta es ¿por qué la otra agricultura está mal?

En mi opinión la crisis de la otra agricultura se debe a 3 factores. Escasez de agua en los estiajes. Competencia desleal con productos subsidiados del exterior. Y baja productividad. Es decir, 3 factores que bien pudieron haber sido corregidos por el Estado… pero no. El Estado ha hecho muy poco a ese respecto.

La escasez de agua en los estiajes se resolvería con un programa masivo de Siembra y Cosecha de Agua. El Ministerio de Agricultura tiene el programa Sierra Azul. ¡Lindo nombre! Pero el programa ha sido un fracaso. Cientos de millones gastados en burocracia y consultorías innecesarias. Y nada en reservorios, plantaciones forestales, o cercos de pastizales. Además – valgan verdades – a muchos Gobernadores Regionales el tema les importa un bledo.

La libre importación de productos agrícolas subsidiados constituye una gran torpeza política. ¡Claro que queremos libre comercio! Pero con la cancha pareja. ¿Por qué no fuimos capaces de establecer aranceles compensatorios para contrarrestar los millonarios subsidios que se aplican en EEUU, Europa y otros países a productos como el algodón, azúcar, trigo, soya, leche, arroz, maíz, etc.? La verdad, no se entiende. Sobre todo porque los más perjudicados son los campesinos más pobres del país. ¡Qué injusticia!

Por último, tenemos el factor de la baja productividad. A ese respecto, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) es otro fracaso más. Nada que ver con el extraordinario Servicio de Investigación y Promoción Agraria (SIPA) de los años 60. El INIA es un monstruo burocrático – como muchos otros en el Estado – que cuesta un montón de plata, pero no sirve.

Agua en los estiajes. Aranceles compensatorios para contrarrestar los subsidios del exterior. Y asistencia técnica. Eso es lo que más necesita – y merece – la otra agricultura. Lampadia




Cajamarca… ¡agua sí, oro también!

Cajamarca… ¡agua sí, oro también!

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 31 de mayo de 2019
Para Lampadia

¡Cómo cambian los tiempos! Hoy – para muchos cajamarquinos – “Goyo Santos” es una mala palabra. Y “Marco Arana” también. Así están las cosas con los líderes más emblemáticos de la anti-minería cajamarquina.

Acabo de estar por Cajamarca y me ha impresionado el sentimiento de repudio ciudadano hacia ambos personajes. Y pensar que llegaron a ser recontra populares… en su momento.

¿Qué pasó? Pues la economía regional está “chihuán”. No hay trabajo en Cajamarca. El comercio está parado. Los jóvenes migran en gran número a la Costa. El otrora cuantioso Canon Minero se ha reducido significativamente. El Gobierno Regional y los Gobiernos Municipales no tienen plata. Hay mucho desánimo – hoy – en Cajamarca.

Para los que conocimos Cajamarca antes y durante la bonanza minera, la explicación es muy sencilla. Allá en el 2012, Yanacocha – la gran mina de oro de Cajamarca – produjo 3´000,000 de onzas. Para que tengan una idea, el precio del oro bordea actualmente los US$ 1,300 / onza. Eso quiere decir que la producción de Yanacocha raspaba los US$ 4,000 millones por año.

El año pasado la producción cayó a 500,000 onzas. Es decir ¡seis veces menos! Y tal como van las cosas, la producción de oro caerá a 300,000 onzas al año. O sea ¡diez veces menos!

En el 2012 – y años siguientes – Cajamarca vivió la gran bonanza minera. El Canon Minero alcanzó su máxima expresión. Es decir, hubo plata para inversión en infraestructura para el Gobierno Regional, Gobiernos Locales, y Universidades. Pero más importante aún. Hubo mucho trabajo para los cajamarquinos. Se crearon muchas empresas proveedoras de bienes y servicios. Los hoteles y restaurantes andaban boyantes. Se construyeron centros comerciales, urbanizaciones, recintos deportivos, escuelas, hospitales, carreteras, reservorios, plantas de tratamiento de agua, etc. En esos años Cajamarca vivió un auténtico boom inmobiliario.

Pero ahí no quedó todo. Se plantaron muchos bosques de pinos. La ganadería e industria lechera prosperaron mucho en aquel entonces. La agricultura y la piscicultura, igual. Se construyó el Centro de Innovación Tecnológico en Joyería de Oro y Plata. Realmente, Cajamarca progresó mucho de la mano de su minería aurífera.

Ahora – en cambio – se habla del “Legado de Yanacocha”. Lo cual me suena a “testamento”. Es decir, como si la minería cajamarquina estuviera agonizando. ¡Una lástima!

Pero ojo. No todo está perdido. El oro de Cajamarca sigue allí. El problema fue que Goyo Santos y Marco Arana engañaron a la población para impedir su explotación. Es cuestión de cambiar de actitud. En vez de chillar “agua sí, oro no”, habría que corear todos “agua sí, oro también”.

¡Qué daño tan grande causan los anti-mineros! Y no me refiero a los que se oponen a la contaminación ambiental, con quienes me identifico plenamente. Me refiero a los anti-mineros como Santos y Arana que se oponen a la minería… simplemente porque sí. Pareciera que su objetivo es perpetuar la pobreza de los cajamarquinos. Porque ¡vaya que lo han logrado!

Cajamarca ganadera, forestal, agrícola, piscícola, turística, industrial, artesanal, comercial… y minera. He ahí la imagen del futuro económico deseado para Cajamarca. ¡No a la anti-minería chantajista y politiquera! ¡Agua sí, oro también! Ese es el grito que deben corear los cajamarquinos. Todo lo demás vendrá por añadidura. Cajamarca merece recuperar su bienestar. Lampadia




¡Te invito a conectarte con nosotros!

Reproducimos un video de Fernando Cillóniz, quién después de terminar su período de gobernador (Ica), se apresta a desarrollar una gira nacional para intercambiar ideas sobre la gestión pública.




El show de las peleas de perros por el agua

El show de las peleas de perros por el agua

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 15 de marzo de 2019
Para Lampadia

El show está entretenidísimo. Miles pueden dar fe de ello. “Egoísta” – le dijo el Gobernador arequipeño a su par puneño –. “Borracho… full tufo” – le espetó el Gobernador altiplánico a su vecino mistiano –. El show llegó también a territorio moqueguano. “Han intentado asesinarme de una puñalada” – denunció el Gobernador Aduviri, luego de izar la bandera puneña en las inmediaciones de Pasto Grande –. “Pasto Grande es nuestro” – gritaron los moqueguanos. ¡Show sí, agua no! parece ser la consigna.

Pregunta: ¿Qué se puede esperar de una relación tan agresiva y tan propia de unos pandilleros púber? ¿En qué terminará esa pelea de perros por el agua? Obviamente, en nada. Nada de nada.

El manejo del agua en nuestro país es recontra deficiente. Muchos peruanos no reparan en la enorme cantidad de agua de lluvias que cae sobre nuestra serranía – todos los años, entre los meses de diciembre y abril – que se pierde en el mar, sin que nadie haga nada por evitarlo.

Este fenómeno se repite desde Cajamarca por el norte, hasta Puno por el sur. Repito. Nuestra temporada de lluvias es copiosa, como ahora. Pero pronto sobrevendrá el estiaje. A partir de mayo hasta noviembre, todo el país se secará. Sobre todo, la Sierra. Todos los años, la misma historia. Lluvia – sequía – lluvia – sequía. Aguas más, aguas menos; así es el ciclo hidrológico en nuestro país.

Por ello la solución pasa indefectiblemente por lo que se denomina “Afianzamiento Hídrico”, que no es otra cosa que guardar el agua de lluvias para disponer de ella en los estiajes. El objetivo es que todos los peruanos tengamos agua, todo el año, todos los años.

Para ello, la clave es evitar que el agua se pierda en el mar. Y ¿cómo se guarda el agua de lluvias? En reservorios. Los bosques y pastizales – cual esponjas gigantes – también guardan agua de lluvias. Incluso los acuíferos. Es decir, los reservorios subterráneos. Antes el agua se guardaba también en los glaciares alto andinos, pero – con el calentamiento global – estos se están derritiendo. ¡Una lástima!

A lo que quiero llegar es que, en vez de pelearnos como perros rabiosos, debemos aunar esfuerzos para construir reservorios, plantar árboles, y cercar pastizales. Todo esto debe hacerse preferentemente en la Sierra, donde llueve más, y el agua está libre de sedimentos. Y en la Costa hay que infiltrar la mayor cantidad de agua posible para rellenar los acuíferos.

Así se lograría el afianzamiento hídrico que tanto necesita nuestra población. Si procediéramos de tal modo, todos los peruanos tendríamos agua todo el año, todos los años. Empezando por la Sierra… ciertamente la región más afectada por la escasez de agua en los estiajes.

Un Canon Hídrico – similar al Canon Minero – podría financiar este gran proyecto, que podría denominarse “La Hermandad del Agua”. El 50% del Impuesto a la Renta que pagan las empresas agroexportadoras, bastaría – y sobraría – para construir miles de pequeños y medianos reservorios en la Sierra. Adicionalmente, el Canon Hídrico serviría también para plantar y cercar millones de hectáreas de bosques y pastizales andinos.

El problema es que, así como van las cosas, no habrá agua para nadie. Ni para la Costa, ni para la Sierra. El show de las peleas de perros continuará. Y el agua se seguirá perdiendo en el mar… como toda la vida. Lampadia




Decisiones políticas con consecuencias sociales y morales

Un niño que muere por diarrea, un adulto mayor que sufre una intoxicación, un barrio inundado, cortes diarios de agua, sobrecostos por compra de baldes de agua, escasez permanente, pérdidas de flujos de agua, perdidas de facturación; una larga lista de impactos sociales que no vienen del aire; vienen de malas decisiones que se toman con alegría y sin sentido moral.

Aguas servidas en San Juan de Lurigancho

Después de la desgracia de San Juan de Lurigancho, muchos dicen que es culpa de SEDAPAL. Pero eso no es correcto. Sus gerentes y trabajadores pueden ser más o menos responsables de lenidad, desidia y falta de capacidades; pero no son los principales responsables de las desgracias que trasuntan las primeras líneas de esta nota.

Los verdaderos responsables son los políticos que diseñaron y mantienen la empresa pública llamada SEDAPAL. Ellos tomaron la decisión de crear y mantener SEDAPAL y las demás EPS que a lo largo y ancho del país siembran desastre tras desastre.

Ellos, los políticos, son los responsables de haber tomados decisiones que se acomodaban a intereses políticos de corto plazo, confundiendo la popularidad, el populismo y la ideología, con decisiones de gobierno. Ellos tienen que asumir las consecuencias sociales y morales de los males que terminan imponiendo a una población inerme ante su gran irresponsabilidad.

Pero los políticos no son los únicos responsables de esta situación. También llevamos culpa en la sociedad en su conjunto, especialmente en la clase dirigente no política, por no combatir el error.

Hoy por hoy, de poco sirve ya, señalar responsables de las decisiones del pasado. Hoy tenemos que hacer responsables a los políticos que no corrijan esta barbaridad, sobre todo, siendo conscientes de que hay estructuras de servicio alternativas.

Veamos:

Una empresa privada, en una o más concesiones bien diseñadas, pueden ofrecer cobertura universal de agua y desagüe, servicio de agua las 24 horas, agua de buena calidad, y menores costos de servicio a los más afectados que hoy tienen que comprar el agua en baldes, mejor disposición de aguas servidas, y menos desperdicio del recurso; que SEDAPAL y todas las EPSs.

Un buen contrato de concesión establece ‘KPIs’ detallados o indicadores clave de rendimiento o performance, con los que se miden los alcances de la concesión en aspectos de inversión, mantenimiento y servicio. Según ellos se puede remunerar y castigar al concesionario. Además, por supuesto, en los contratos se incluyen las responsabilidades sobre todo tipo de contingencias. (KPI = key performance indicator).

En resumen, así como la calidad de servicio eléctrico y de telecomunicaciones cambió en el Perú, luego de las respectivas privatizaciones y concesiones, una concesión moderna puede ser muy específica en la fijación y monitoreo de los respectivos estándares.

Como con todas las trampas políticas que llevan a situaciones como las del servicio de agua y desagüe en el país, para salir de ellas solo hace falta liderazgo político. Un liderazgo que debe basarse en una comunicación efectiva a los ciudadanos de los pro y contra de de las estructuras alternativas del servicio público, así como el combate de ideas a los trasnochados que hasta ahora pululan sin ser contrastados.

Pero además del requisito de liderazgo, desde hoy, luego de las reiteradas desgracias producidas por el servicio de agua y desagüe en el Perú, tenemos que hacer responsables de cualquier nuevo evento y de la pésima calidad de servicio, a los políticos, en cuyas manos está cambiar la organización actual.

No reaccionar ahora, e iniciar la ruta de corrección de los defectos que nos impactan todos los días es, sin dudas, inmoral.

Hay responsables, señalémoslos. No más decisiones políticas con consecuencias sociales y morales. Lampadia




¡Felices Fiestas!… Ica

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Lima, 21 de diciembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Los iqueños tenemos motivos de sobra para celebrar – felices – estas fiestas de Fin de Año. Ciertamente, no me refiero a los amargados de siempre para quienes todo está mal… nada está bien. Aquellos que lo único que hacen es insultar a través de las Redes Sociales, donde vomitan sus groserías y maledicencias. Eso sí… nunca dan la cara. Son devotos del dios cobardía.

En fin… ¡allá ellos! Mejor celebremos con alegría lo que tenemos a nuestro alcance, y lo que tenemos por venir… “en el nombre del agua, la salud, la educación, y la justicia”.

En el nombre del agua… hemos logrado la Hermandad con Huancavelica y Ayacucho. Gracias a ella, hemos construido decenas de reservorios en las cabezadas de nuestras cuencas. Y con el agua almacenada en dichos reservorios, hemos plantado miles de hectáreas de bosques, y cercado otras tantas hectáreas de pastizales.

Además, la Hermandad del Agua ha propiciado el respaldo huancavelicano a la Iniciativa Privada Cofinanciada para el afianzamiento hídrico de Huaytará – Ica y Castrovirreyna – Pisco. O sea… ¡el sueño del Agua Grande se hace realidad!  

En el nombre de la infraestructura… tenemos obras nuevas muy interesantes. La autopista Chincha – Pisco. El aeropuerto de Pisco… modernísimo. El Puerto de Pisco… en pleno proceso de construcción. Y las carreteras de penetración Chincha – Villa de Armas – Huancavelica, e Ica – Los Molinos – Huaytará.

Por venir… tenemos la autopista Pisco – Ica. La Vía de Evitamiento de Ica. Y la autopista Ica – Desvío Quilca, en Arequipa. También vienen… el Tren de Cercanías Lima – Ica. El Tren Apurímac – Marcona. Y el nuevo Puerto de Marcona.

En el nombre de la salud… pregunto: ¿gente amargada… tanto les cuesta reconocer nuestros logros? Dicho sea de paso… ¡qué impertinente resultó la reciente visita del Gobernador Regional electo – al Hospital Regional – con un séquito de periodistas chantajistas para fotografiar bolsas de basura… listas para su disposición final! ¿Tanto les gustan las vísceras encarroñadas? Peor aún… ¡qué irresponsable la idea de ir – en mancha – a las salas de cirugía y a la UCI, después de haber estado en contacto con materiales contaminados! ¿Chantaje? ¿Arrogancia? ¿Figuretismo?… ¡Pésimo ejemplo!

Aun así, en Salud tenemos mucho que celebrar. Cero colas en nuestros hospitales. Más y mejores servicios asistenciales. Epidemia de Dengue controlada. Mayor nivel de satisfacción de los pacientes. ¡ETCÉTERA!

Sigamos. En el nombre de la educación… estamos muy felices. Más matrículas escolares. Mejores aprendizajes. Hemos triplicado el medallero olímpico escolar. SINFÓNICA – nuestro coro de 1,800 niños – es el deleite de muchos iqueños. Y TECNOLÓGICA ya lanzó al mercado sus primeras “Startups”.

Finalmente, en el nombre de la justicia… ¡qué bien hicimos en darle duro a los corruptos! Estábamos dominados por varias mafias. En Transportes, coimeaban a sus anchas… y no pasaba nada. En Salud, abandonaban el Hospital… y no pasaba nada. Incluso, cobraban como si hubieran trabajado normalmente. Todo amparado por el Colegio Médico de Ica. En Educación, manoseaban a las alumnas… y no pasaba nada. Las mafias incluían a Congresistas, Consejeros Regionales, periodistas, etc. Hasta los “Número 1” estaban metidos en la danza. Pues bien – por fin – esta vez perdieron los corruptos.

Por todo ello – a pesar de los amargados – celebremos felices estas Fiestas de Fin de Año. ¡Salud Ica! Lampadia




Ejemplo de Gobernanza

Tal como en sus inicios, los CADE se realizan todos los años en Paracas, en la región Ica. Desde hace cuatro años el gobernador de Ica, Fernando Cillóniz Benavides ha acogido la reunión de ejecutivos y dado toques especiales a cada reunión.

Estando el mandato de Cillóniz próximo a terminar, el CADE decidió hacer un homenaje a Cillóniz, no solo por su hospitalidad, sino, sobre todo, por su gestión en Ica. Una gestión que se ha distinguido por su lucha contra la corrupción en distintos estamentos de la estructura de la región, y más allá de ella, evitando injerencias externas para aprovechamientos particulares.

Pero Cillóniz también se distinguió por lograr realizaciones como la Hermandad del Agua con Huancavelica, que permitirá a ambas regiones beneficiarse con recursos económicos y disponibilidad de agua durante todo el año.

La gestión de Cillóniz ha sido un verdadero ejemplo de GOBERNANZA en todo el sentido de la palabra. Veamos la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

Arte o manera de gobernar que se propone como
objetivo el logro de un desarrollo económico,
social e institucional duradero, promoviendo un
sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil
y el mercado de la economía.

Sin más, queremos compartir la ceremonia de reconocimiento organizada por CADE:

 




Lo logramos…

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 23 de noviembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

En el nombre del agua… establecimos la “Hermandad del Agua” entre Ica y Huancavelica. Ambas regiones estamos trabajando para que nuestros pueblos tengan agua. Hemos construido 60 reservorios en las alturas de nuestras cuencas. Hemos creado la Mancomunidad Regional Huancavelica – Ica (MANRHI). Hemos puesto en funcionamiento el Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE), para que todas nuestras cuencas – de arriba a abajo – tengan agua todo el año.

Lo mismo hemos logrado con Ayacucho. Hemos creado la Mancomunidad Municipal de las Cabezadas del Sur de Lucanas – Ayacucho (MANSURLA). A través de ella estamos construyendo reservorios – en Lucanas, Ayacucho – para tener agua desde las cabezadas hasta la desembocadura de Río Grande en Palpa y Nasca.

En el nombre del agua… logramos dotar de agua potable – las 24 horas del día – a 175 mil iqueños, cuando – antes – apenas tenían agua esporádicamente.

En el nombre del agua… salvamos a Huacachina del abandono e indolencia de nuestras autoridades municipales. Después de tomar control de la situación – que era de agonía y muerte inminente –restablecimos el espejo de agua a sus niveles ancestrales. Y con el apoyo de vecinos del lugar – y de la Policía Nacional – impusimos el orden y la limpieza en el espacio más querido y emblemático de Ica.

En el nombre de la salud… ¡eliminamos las colas en todos nuestros hospitales! Ahora hacemos diagnósticos de cáncer, tratamientos de quimioterapia, y cirugías oncológicas generales y ginecológicas. ¡Se acabó el martirio de tener que ir a Neoplásicas en Lima! Estamos a la vanguardia en cirugías cardiovasculares y en diagnósticos y curaciones urológicas complejas.

Estamos haciendo intervencionismo en gastroenterología, neurología y neurocirugía. Nuestros servicios de dermatología, oftalmología, hemodiálisis, psicología, y psiquiatría son de primera. Tenemos un estupendo sistema de telemedicina con el Instituto Nacional del Niño de San Borja… y con otros hospitales del país. Los pacientes – y sus familiares – están muy agradecidos.

En el nombre de la salud… con el apoyo entusiasta de más de 240 mil escolares, controlamos la epidemia del Dengue.

En el nombre de la educación… nuestros escolares mejoraron su nivel de aprendizaje. En el ámbito artístico 1,500 niños de “SINFÓNICA” – un coro de niños dirigido por Sinfonía por el Perú de Juan Diego Flórez – son el deleite de todos los iqueños. El fútbol escolar progresó a través del Centro de Alto Rendimiento bajo la dirección de la Federación Peruana de Fútbol.

En el nombre de la justicia… combatimos a las mafias que estaban enquistadas en todas nuestras dependencias. La Dirección Regional de Transportes – nuestra abanderada en la lucha contra la corrupción – no solo derrotó a la más brava de todas las mafias, sino que está entregando brevetes ¡el mismo día del examen de manejo… sin coimas de por medio!

En el nombre de la justicia… logramos confrontar – y desenmascarar – a congresistas y consejeros regionales que – en vez de fiscalizar – más se dedicaban a exigir prebendas para beneficio propio. Jamás cedimos al chantaje de periodistas amorales que – con Pillaca a la cabeza – son muy conocidos en Ica.

Era cuestión de liderazgo, integridad, idoneidad y vocación de servicio. Afortunadamente – en Ica – tenemos mucha gente que reúne esos atributos. Gracias a ellos… ¡lo logramos! Lampadia




Canon Hídrico para perpetuar la hermandad “huancaveliqueña”

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 9 de noviembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La hermandad del agua entre Ica y Huancavelica es una cosa buena. Tan buena como que de allí salió la idea de crear el término “huancaveliqueño”. Como que iqueños y huancavelicanos siempre formamos parte de una misma región… por lo que jamás – Ica y Huancavelica – debimos ser dos regiones separadas.

En fin – como dice el dicho – más vale tarde que nunca. Durante el presente período de gestión regional (2015 – 2018) hemos creado la Mancomunidad Regional Huancavelica – Ica (MANRHI). Algo así como la “Mancomunidad Regional Huancaveliqueña”, la cual es un ejemplo a seguir para el resto del país. Sobre todo, para las regiones costeras que dependen del agua de sus vecinos andinos.

Tal es el caso de Piura y Lambayeque con Cajamarca. Lima con Pasco y Junín. Y Arequipa, Moquegua y Tacna con Apurímac, Cusco y Puno. Por solo mencionar algunos ejemplos concretos.

El objetivo es tener agua. Agua todo el año. Para ello es preciso mancomunarse entre sí. Ese es – precisamente – el rol fundamental de la MANRHI. Agua – todo el año – para Castrovirreyna y Huaytará en Huancavelica. Y agua – también, todo el año – para Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca en la Región Ica.

Ojo… nadie en el Perú tiene agua – de lluvia – todo el año. Ni siquiera la Amazonía. Y si hablamos de estiajes… no hay estiajes más severos que los de la Sierra. Es verdad que – en la Costa – pataleamos en los estiajes. Pero nunca tanto como la Sierra – sobre todo entre los meses de junio y setiembre de cada año – cuando la sequía se junta con el frío y todo se seca… todo se congela.

Se trata entonces de darnos la mano – Costa y Sierra – para construir reservorios, cercar pastizales, y plantar bosques en las partes altas de nuestras cuencas, para guardar las aguas de las lluvias y disponer de ellas en los estiajes.

Pues bien… los “huancaveliqueños” hemos avanzado mucho en todo ello. Aparte de la MANRHI, ya tenemos el Consejo de Cuenca definido. El Proyecto Especial Tambo – Ccaracocha (PETACC) está – por fin – adscrito a la MANRHI. Es decir, a ambas regiones. Incluso, Ica ya está aportando recursos al Mecanismo de Retribución por Servicios Eco-sistémicos (MERESE) para ejecutar proyectos de Siembra y Cosecha de Agua… en territorio huancavelicano.

¿Qué queda por delante? Pues aparte de darle tiempo al tiempo para tener más reservorios y bosques… y más agua en los estiajes, y – por ende – más progreso y bienestar para los “huancaveliqueños”, quisiéramos persuadir – y convencer – al Congreso de la República, y al Gobierno Central para establecer el Canon Hídrico… similar al Canon Minero.

Es decir… destinar el 50% del impuesto a la renta que pagan las empresas agroexportadoras de la Costa, a la construcción de reservorios y/o plantaciones forestales en las partes altas en las regiones donde operan dichas empresas.

Con eso cerraríamos con broche de oro la hermandad del agua entre Ica y Huancavelica. Con el Canon Hídrico hermanaríamos a la Costa con la Sierra… a perpetuidad. Y con muchos más recursos que el MERESE, el cual – a fin de cuentas – es un aporte voluntario.

Es cuestión de decisión política. Si queremos hermanar – de veras – a la Costa con la Sierra a través del agua… ahora es cuando. ¡Sí al Canon Hídrico! Lampadia




Agro-exportaciones y eficiencia hídrica

Benjamín Cillóniz
Especialista en producción y comercialización agrícola
Para Lampadia

Más de uno debe haber escuchado que el agua será el causante de las guerras del futuro. Lamentablemente, eso ya se está dando en el Perú y debemos evitarlo. Cada vez, vemos y oímos más acusaciones en contra de empresas privadas, por – supuestamente – estar dejando sin agua a la población. Prácticamente todas las acusaciones vienen de organismos o personas que tienen algún tipo de objetivo en contra de las empresas privadas y omiten – o quizás desconozcan – datos claves en sus investigaciones.

Voy a referirme puntualmente a la acusación de una ONG que asegura que los cultivos de espárragos en la región de Ica, vienen dejando sin agua a su población, con el claro objetivo de afectar la demanda de espárragos peruanos en los mercados de destino.

Es sabido que la agricultura es la actividad económica que mayor cantidad agua consume. Comparativamente hablando, los seres humanos consumimos muy poca agua en nuestro día a día. No por eso debemos dejar de ser eficientes y responsables en su uso, pero es importante entender que el agua que se requiere para regar una hectárea de cualquier cultivo, alcanza para dotar de agua a muchísimas personas. No se olviden que Lima es la segunda ciudad más poblada del mundo, instalada en un desierto, después de El Cairo y no creo que podamos decir que somos eficientes en el uso de agua en esta ciudad. La cantidad de hectáreas que habría que sacrificar para dotar de agua a la población de Ica es muy baja y les aseguro que nadie sería tan ingenuo de no aprovechar la posibilidad de mantener contenta a la población, en un negocio donde el principal componente es la mano de obra. Sin embargo, el problema no es de cantidad sino de distribución y para solucionar esto, dependemos de los alcaldes. Duele decirlo, pero no puedo ser optimista en que vayamos a tener alcaldes que contribuyan de manera eficiente, sincera y desinteresada en la solución del problema. Ojalá, todas estas ONG se preocuparan tanto, o más, de la corrupción, antes de atacar a una industria que es un ejemplo de éxito.

La población de Ica ha aumentado de manera importante gracias al pleno empleo que se consiguió como consecuencia del auge agroexportador en la región. Auge en el cual el espárrago fue la punta de lanza. Lamentablemente el ordenamiento urbano es un desastre y las invasiones son un gran problema hoy en día. Por el lado de los cultivos, las inversiones se han dado principalmente en zonas que antes eran un desierto. Una inversión agraria es ineficiente con menos de 100 hectáreas y es casi imposible encontrar unidades de esta extensión en el valle viejo debido a la atomización que dejó la reforma agraria. El crecimiento de la población y la generación de puestos de trabajo fuera de los centros urbanos tradicionales está haciendo que tierras agrícolas se conviertan en zonas urbanas, y cada vez que una parcela es vendida para un proyecto urbano, quedan disponibles muchos metros cúbicos de agua que ya no serán usados en producción agrícola. Hay suficiente agua para la población actual y futura de Ica, pero hay que llevarla a los hogares y eso tiene que realizarse mediante obras municipales que sin duda alguna contarían con el apoyo de los agroexportadores.

Es absolutamente cierto que la situación hídrica en Ica y Villacurí no es buena. ¿Que esperaban? ¡Si a pesar de ser una de las zonas climáticas más favorables en el mundo para hacer agricultura, Ica no ha recibido ni un dólar de inversión pública para su afianzamiento hídrico! El sector privado viene generando un crecimiento destacable, con altísimas inversiones y haciendo uso de los recursos de suelo y agua que tiene la región. Dejar estos recursos durmiendo, solo generaría menos puestos de trabajo, lo cual llevaría a tener una menor población en Ica y les aseguro que seguiríamos con los mismos problemas de agua para la población. La dotación de agua para desarrollar agricultura – y por ende para la población – en las pampas y valles comprendidos entre Villacurí y Nazca debería ser algo prioritario para el estado. En pocos lugares del mundo se logran los rendimientos que se ven en estas zonas y ciertamente el Perú necesita a gritos, que este foco de generación de empleo y descentralización siga creciendo.

Como medida de emergencia para no poner en riesgo las inversiones ya existentes, se prohibió la perforación de nuevos pozos, pero poco se ha hecho para traerle más agua a Ica y aprovechar como país, esa bendición que recibimos con una región tan propicia para producir, espárragos, uvas, paltos, cítricos, arándanos etc.  

Hoy en día existe una iniciativa público – privada para dotar de agua a Ica y Huancavelica, con obras mucho más eficientes que Poechos y San Lorenzo en Piura, Olmos y Tinajones en Lambayeque, Chavimochic en La Libertad, Majes en Arequipa etc., pero la burocracia del estado sigue dilatando la decisión. Parecería que Ica y Huancavelica no les significan suficientes votos electorales ya que no tiene sentido que el referente peruano en cuanto agro-exportación, no reciba mayor atención para solucionar este problema.

Ya que mencioné a los principales cultivos de agro-exportación de la región, es importante mencionar que, contrariamente a lo que se escucha en estas mismas acusaciones, son cultivos de alta eficiencia hídrica. La eficiencia hídrica no se mide en metros cúbicos por hectárea. Ese es el gasto y no toma en cuenta la productividad. La eficiencia se mide en dólares de facturación por metro cúbico y también en puestos de trabajo por metro cúbico. Hagan los números y compárenlos con los de un algodón o un pallar. Por algo es que la producción de cultivos de poco valor nos lleva a las típicas huelgas de agricultores pidiendo subsidios de parte del estado (o mejor dicho, de los que pagamos impuestos).

Y ya que estamos en comparando eficiencia hídrica y eficiencia en el uso de suelo, hagan la comparación entre un cultivo tradicional, uno orgánico (que produce menos volumen por unidad de área, con la misma cantidad de agua) y un transgénico resistente a la sequía. Se darán cuenta que, lo que se supone es lo más amigable con el medio ambiente, termina siendo un gran problema.

Antes de oponernos a uno u otro cultivo, busquemos soluciones y explotemos el mercado que hay para cada uno, de manera sostenible y priorizando correctamente. Al mismo tiempo, exijamos a las autoridades que den solución a los problemas de la población y pongamos a disposición la capacidad ejecutora del sector privado. Aplaudo el interés de la prensa por identificar posibles casos de corrupción o abuso de autoridad, pero esto se debe hacer sin sesgo, y vale decir que el sesgo anti-empresarial, es muy fácil de identificar. Lampadia




De las aguas en disputa… a la Hermandad del Agua

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 7 de setiembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

“Ni una gota de agua”. Así me saludó Glodoaldo Álvarez cuando nos conocimos en el 2015… a pocos días de asumir nuestras funciones de Gobernadores Regionales de Ica y Huancavelica, respectivamente. “¡En qué lío me he metido!” me dije. Pero – ni modo – ya estaba dentro de la cancha, y no quedaba otra que jugar el partido… a como diera lugar.

Yo sabía que la relación – por el agua – entre ambas regiones era tirante. Y que el proceso – para obtener más agua para Ica – iba a ser difícil. Pero de allí a empotrarme contra ese tajante “ni una gota de agua” … ¡qué bautizo político tan chocante!

  • ¿Qué hacer para terminar una confrontación de 100 años?
  • ¿Cómo pasar de la desconfianza… al respeto mutuo?
  • ¿Cómo vencer el rencor… y dialogar en son de amistad?
  • ¿Cómo convertir la disputa por el agua… en la Hermandad del Agua?

Esos fueron los grandes desafíos que – ambos Gobernadores Regionales – decidimos enfrentar… para cambiar el rumbo de la historia. Una historia plagada de ofensas, resentimientos, y pesares… pero ni una gota de agua para nadie. Ni para Ica… ni para Huancavelica. 100 años de lluvias, huaycos, e inundaciones. 100 años de estiajes, sequías, y mortandades. Todos los años… lo mismo. Mucha agua perdida en el mar… pero ni una gota almacenada para los estiajes. La versión hídrica del perro del hortelano.

En realidad – lo reconozco sin rubor alguno – si no hubiera tenido a Glodoaldo Álvarez como mi par regional huancavelicano… no la hacíamos. Inmediatamente después de aquel “ni una gota de agua”, nos juntamos – ambos gobernadores – para ponerle fin a aquella inacabable e infructuosa confrontación. De ahí salió el proceso de hermanamiento, el cual – aparte de respeto mutuo – debía estar basado en el diálogo, equidad, justicia, y sostenibilidad.

Y ¡vaya que el diálogo – y la buena fe – han funcionado de maravillas! La Hermandad del Agua entre Ica y Huancavelica es – hoy por hoy – una hermosa realidad. Hemos creado la Mancomunidad Regional Huancavelica – Ica (MANRHI) a la cual hemos adscrito el Proyecto Especial Tambo Ccaracocha (PETACC). Gracias a ello, estamos invirtiendo recursos iqueños en proyectos de afianzamiento hídrico ubicados en territorio huancavelicano. ¿Habrase visto algo así en el pasado?… ¡ni en sueños!

Además – gracias al Ministerio del Ambiente – hemos puesto en marcha el Mecanismo de Retribución por Servicios Eco-sistémicos (MERESE) para financiar proyectos de Siembra y Cosecha de Agua, en las partes altas de nuestras cuencas. O sea, en Huancavelica. Los Consejos Directivos de los Consejos de Cuencas son – todos – equitativos. Es decir, tienen el mismo número de representantes de cada región.

Ambas regiones hemos mejorado – y respaldado – la Iniciativa Privada Cofinanciada (IPC) para el afianzamiento hídrico de Castrovirreyna – Pisco, Huaytará – Ica. Incluidas las pampas de Lanchas y Villacurí… sin tocar los bofedales de Ingahuasi ni Carhuancho.

¡Qué más se puede pedir! Nuestra Hermandad del Agua – poco a poco – ya nos está dando más agua en los estiajes. Primero para los de arriba. Luego para los de abajo. Y si seguimos construyendo reservorios, plantando bosques, y manejando mejor los pastizales – tal como lo hemos hecho últimamente – cada año será mejor.

Gracias Ica. Gracias Huancavelica. Juntos, estamos haciendo historia… ¡una bella historia! Lampadia




La FIL Lima 2018… Enseña Perú… País maravilloso

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 10 de agosto de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La semana pasada, mientras los audios de la vergüenza seguían calateando a las mafias enquistadas en el Estado, la cara brillante de nuestro país mostró a dos – de las muchas – instituciones ejemplares que nos llenan de orgullo y esperanza. La Feria Internacional del Libro de Lima, y Enseña Perú.

Felicitaciones a la Cámara Peruana del Libro por la extraordinaria organización de la 23 Feria Internacional del Libro de Lima 2018. Los peruanos acabamos de vivir unos días espléndidos donde el gran protagonista fue EL LIBRO. El público – más de medio millón de personas – de todas las edades y regiones, escritores de todos los géneros y estilos, editores nacionales e internacionales, distribuidores… todo el mundo del libro se encontró – y se entretuvo – a lo grande en la FIL Lima 2018. Una fiesta cultural… sensacional.

Por si fuera poco… entre los muchos libros que se presentaron, dos fueron inspirados en la Hermandad del Agua entre Ica y Huancavelica. “AGUAS EN DISPUTA” por María Teresa Oré e Ismael Muñoz. Y “LA HERMANDAD DEL AGUA” por Jaime la Torre.

¡Auditorio repleto! Gente parada porque no quedaban asientos libres. Hubo público que no pudo entrar… por seguridad. ¡Qué satisfacción tan inmensa! La Hermandad del Agua ya no es solo de Ica y Huancavelica… es de todos los peruanos. Así como Ica y Huancavelica nos hemos hermanado a través del agua, toda la Costa debe hermanarse con la Sierra. Reservorios y bosques para que todos tengamos agua… sobre todo en los estiajes. Primero para los de arriba, y luego para los de abajo. Diálogos interregionales basados en el respeto, equidad, justicia, y sostenibilidad. Todo eso – y mucho más – se dijo en la presentación de ambos libros. ¡Alegría y júbilo… total!

Ahora vamos con Enseña Perú. Un movimiento de jóvenes estupendos que creen en el poder de la educación. Confían en el potencial de los peruanos. Optimismo puro. Cero amarguras. Altruismo total. Lo dicen con convicción y entusiasmo: “queremos un país donde todos tengamos la oportunidad de realizar nuestros propósitos y de alcanzar nuestros sueños”. Jóvenes con sensibilidad social… pero sin ideología. ¡Una maravilla!

Hace poco – estos jóvenes ejemplares – me invitaron a un encuentro denominado LATIDO LATINO 2018… MÚLTIPLES VOCES, UN SOLO MOVIMIENTO. Yo participé en un panel con doña Gumercinda Guire, directora de la UGEL de Imaza en la Región Amazonas. Y Araceli Farías, líder del Movimiento Estudiantil Feminista de Chile.

Gumer – así le dicen en su pueblo – es una líder Awajún brillante. Nos dejó – a todos – perplejos con su sabiduría en torno a la educación rural y los poderes de la naturaleza. Araceli, otro portento juvenil – brillante también – nos embelesó con su carisma y temperamento. Yo fui invitado para dar cuenta de cómo los niños y jóvenes de Ica – nuestros Ángeles de la Guarda – eliminaron la epidemia del Dengue en la región. ¡Juventud… divino tesoro!

REFLEXIÓN FINAL: Los personajes purulentos de los audios de la vergüenza son reales… lamentablemente. Pero el Perú es mucho más que esa porquería. El Perú es – también – la FIL Lima 2018. El Perú es Enseña Perú. El Perú es Gumer y la niñez maravillosa de Ica. El Perú es – también – nuestra juventud. El Perú es un país maravilloso. Lampadia