Jorge Muñoz Wells, Alcalde de Miraflores
Gestión, 10 de noviembre de 2016
Hace unos días tuve la oportunidad de participar en la conferencia internacional “Hábitat III” organizada en la ciudad de Quito por las Naciones Unidas, encuentro en el que un amplio panel de expertos planifi cadores, autoridades diversas y especialmente alcaldes evaluaron la situación actual y el destino de las ciudades en el mundo.
Entre otros aspectos, se analizó la necesidad de “repensar” las ciudades, tomando en cuenta de que estas reciben una gran presión, pues en la actualidad albergan hasta casi el 90% de la población, situación que se da en muchos países latinoamericanos, según se dio a conocer durante la conferencia.
Esto, evidentemente, genera problemas serios y, sobre todo, actuales, como la emisión de gases de efecto invernadero, inseguridad, no solo ciudadana, sino de diversa índole, movilidad deficiente y falta de un manejo adecuado de las migraciones, entre otros problemas, pero fundamentalmente, ausencia de servicios, lo que termina afectando la calidad de vida de los ciudadanos.
Lo mencionado hasta aquí solo es una pequeña muestra de lo discutido en “Hábitat III” que, por cierto, nos lleva a plantear algunas preguntas, solo con el ánimo de proponer ciertas mejoras para nuestras ciudades, como por ejemplo: ¿Qué estamos haciendo en Lima para medir los impactos ambientales y como consecuencia de ello, reducir nuestra huella de carbono?
También debemos cuestionarnos sobre qué se está haciendo para tener una ciudad más segura que va desde lo preventivo, hasta el espectro reactivo y la conexión con los distintos actores de la seguridad en la ciudad.
Otra tarea pendiente en la ciudad de Lima es el tema de la movilidad para lo cual considero necesario desarrollar un verdadero Sistema Integrado de Transporte que le facilite a los ciudadanos una mejor calidad de vida, y que incida, a la vez, en aspectos tan profundamente fundamentales como el trabajo y la salud, derechos esencialmente humanos y que, lamentablemente, por una defi ciente movilidad terminan fectándolos con una grave incidencia en su productividad.
Con respecto a este último punto y en relación a las megatendencias actuales que afectan a las ciudades por el hecho de estar cada vez más ocupadas, hay algunos modelos a tomar en cuenta, y es que mientras en
Lima parecemos adormilados, Berlín, por ejemplo, cuenta con un Sistema Integrado de Transporte de avanzada calidad, no obstante ello, lo siguen repensando, y lo que es mejor, lo siguen innovando. Así, vienen usando buses eléctricos que se alimentan por inducción eléctrica en las paradas, diferentes a los tranvías.
Asimismo, desarrollan la automatización en sus redes de semáforos, además de promover vehículos compartidos, entre otras nuevas soluciones, siempre teniendo una jerarquía modal, claramente delimitada. Otro ejemplo es Barcelona que tiene un Plan de Movilidad Urbana envidiable.
Y aquí en Lima ni siquiera contamos con una Autoridad Única y el sistema, lejos de ser integrado,- es totalmente fraccionado y sin conectividad.
Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, nos dejó un mensaje de transformación y mejora; destacando que para cambiar nuestras ciudades y pueblos debe haber “una mejor gobernabilidad, planificación y diseño”.
Considero que, si bien es cierto Lima presenta avances parciales, creo que es fundamental la creación de un Plan Concertado que nos permita soñar con una ciudad para todos, capaz de ofrecer más y mejor calidad de servicios, fundamentalmente enfocados en movilidad y seguridad ciudadana.