Por Jorge Merino Tafur, Ex Ministro de Energía y Minas
(Caretas, 28 de Mayo de 2015)
La minería aportó el 60% de las exportaciones el 2014, el 23% de las cuales fue cobre
Es preciso establecer un marco normativo para promover la inversión minera del cobre, fijando como objetivo elevar exponencialmente nuestros ingresos para vitalizar un fondo nacional de desarrollo para todo el país. Plantear, en función al desarrollo de la minería del cobre, las siguientes metas al Bicentenario de la Independencia del Perú el 2021:
– Estabilizar el crecimiento del PBI a partir del desarrollo de los megaproyectos de cobre.
– Desarrollar políticas sectoriales de comunicación, prevención y manejo de conflictos sociales.
– Reactivar las exploraciones mineras del país para generar una nueva cartera de proyectos.
Estas metas son perfectamente concordantes con las proyecciones del mercado global del cobre. Se estima un déficit de producción posterior al 2023 de más de 6 millones de TMF de cobre por año (Proyecciones de Wood Mackenzie), el cual constituye una oportunidad para que el país desarrolle su potencial de recursos y reservas mineras e impulsar las actuales y nuevas exploraciones de este mineral.
China solo produce el 9% de la producción mundial de cobre (1.74 millones TMF) teniendo que importar la diferencia de los principales países productores, entre ellos el Perú y Chile, pues consume el 50% de la demanda global, estimada en más de 19 millones de toneladas de cobre fino por año.
En el futuro, la demanda proyectada sobrepasará la oferta a partir del 2017. Este déficit, será cubierto en parte con expansiones y reinicio de operaciones mineras cerradas en el pasado debido a bajos precios, y abiertas nuevamente por mayor demanda y mayores cotizaciones. Aun así el déficit será de alrededor de 4 millones de TMF/año.
La oportunidad para el Perú está a la mano, dependerá ahora que el país trabaje con visión de futuro y responsabilidad.
Concuerdo en que lo que se está cuestionando, desde las corrientes ambientalistas o del pos-extractivismo, es el modelo que sustenta la política de promoción de inversiones del país en materia minera, petrolera, gasífera, agro industria, forestal, pesquera. Siendo así, habría que pedir que se sincere y simplifique, para que todos los peruanos lo entendamos qué modelo es el que se propone como el ideal y cómo lo construimos.
Sin embargo, después de observar el largo debate y la lucha política, que no escatima incluso el uso de la violencia, lo que tenemos a la vista es un modelo excluyente de las industrias extractivas y de la minería en particular. ¿Cómo entonces sostenemos el país?
Aún cuando se nos hable de una nueva minería, advertimos que el juego de fondo es el licenciamiento de esta industria. Algo así como una nueva minería pero sin minería.