Lima ha obtenido la sede de los Juegos Panamericanos del año 2019, decisión que todos los peruanos hemos recibido con entusiasmo y expectativa. Se tratará, sin duda alguna, del más importante evento deportivo internacional que se haya realizado en el país y es una extraordinaria oportunidad para poner a todos nuestros deportes en un nivel competitivo.
Sin embargo, esta excelente noticia podría tornarse negativa si es que no adoptamos ahora las decisiones más adecuadas en todos los aspectos organizativos, en el cumplimiento de los ofrecimientos realizados a los países participantes y en la construcción a tiempo de la infraestructura necesaria.
Aún con todo el entusiasmo en lo deportivo que ha generado en el país la organización de los Juegos Bolivarianos de Trujillo no podemos dejar de señalar el punto en contra que significa que no hayamos podido cumplir con la construcción y puesta en funcionamiento de la ofrecida villa olímpica y que los cientos de atletas de los diferentes países participantes estén alojados en hoteles. Tal improvisación e ineficiencia no puede repetirse en el caso de los Juegos Panamericanos de Lima. Específicamente en lo que concierne a la infraestructura necesaria se necesita iniciar ya los correspondientes concursos públicos o asociaciones público-privadas para poder tener a tiempo estadios, coliseos, villa olímpica, entre otras instalaciones, sea que tengan que construirse, modernizarse o ponerse a punto.
Pero a lo que hay que ponerle mayor atención es a la construcción de las siguientes líneas del Metro de Lima y Callao (el denominado Tren Eléctrico) que permitan que atletas, visitantes y público en general puedan desplazarse a tiempo, con comodidad y seguridad entre las diferentes sedes deportivas panamericanas. La línea Uno del Metro (entre Villa El Salvador y San Juan de Lurigancho) ya está funcionando en parte y estará completamente concluida el año 2014; la línea Dos (entre Ate y el Callao) se encuentra en concurso público en ProInversión y se espera empiece a construirse el próximo año. Pero será necesario construir antes del año 2018 por lo menos dos líneas más (la Tres y la Cuatro) precisamente para conectar todas las instalaciones deportivas programadas.
Considerando la experiencia de este gobierno con la línea Dos en la que se han demorado dos años y medio para lanzar el concurso público esta situación no podría repetirse en las siguientes líneas. Por lo tanto, la experiencia indica que en el año 2014 deben lanzarse los concursos públicos de todas las líneas restantes del Metro de Lima y Callao bajo la modalidad de concurso oferta a precios unitarios, tal como ocurrió exitosamente en los tramos Uno y Dos de la línea Uno durante el anterior gobierno. Así, se actuará más rápida y transparentemente, se ganará al menos dos años al encargarle al consorcio constructor la elaboración del expediente técnico y avanzar paralelamente.
Los Juegos Panamericanos del 2019 deben contar con el concurso de todos los peruanos y serán dos gobiernos constitucionales los que tengan la responsabilidad de su organización: el actual tomando las decisiones adecuadas a tiempo y el siguiente ejecutando las obras con la velocidad y eficiencia que se requiere para poder cumplir con nuestras obligaciones. Cuando en los años 2017 y 2018 vengan los veedores de la organización panamericana todas estas obras ya deben estar terminadas o por concluirse. De lo contrario, corremos el riesgo de perder la sede lo que haría que Santiago de Chile (que quedó en 2do. lugar) realice los Juegos. Eso simplemente no puede pasar.
Publicado por Gestión, 29 de noviembre de 2013